Compañeros/as:
La queja de Sergio y Chelo está completamente
justificada. Por mi parte, debo excusar no haber avisado de mi ausencia, debida
a la coincidencia con otra reunión de una comunidad de vecinos a la que
consideré que no debía faltar. Mi agradecimiento a las personas que
asistieron.
Elucubrar sobre los concretos motivos por los que
no asistieron otras personas sería aventurado e inutil; mejor será que cada cual
de la explicación que corresponda. No es una obligación, pero sería muy
saludable para la esperanza y la confianza mutua esa avalancha de correos a la
que nos invita Sergio.
Sin embargo sí me parece oportuno compartir algunas
suposiciones sobre las causas genéricas de la escasa participación que, de
momento, padece la iniciativa:
1.- Es novedosa, requiere tiempo
para su explicación, debate y mejora, y padece los prejuicios acumulados
tras largos años de merecido desencanto con la política y los políticos/as
profesionales.
2.- Va a contracorriente de una
cierta sicología social de esta ciudad y de nosotros como vecinos/as de la
misma: individualismo, desconfianza, escepticismo, falta de tradición
republicana, tribalismo.
3.- Se puede contemplar, y
seguramente así lo transmitimos en gran parte, como opción "única, principal
y competidora" en relación con otras que se desarrollan simultáneamente
(Barrios en Lucha, PEPA, Alternativa a la crisis, Foro social..., por citar
sólo algunas de las convergentes). Urge transmitir con convicción que
no somos más que "otra" herramienta para la lucha que intenta aprovchar "uno" de
los espacios en la que ésta puede desarrollarse, pero que necesita a las demás
tanto al menos como las demás la necesitan".
4.- Puede parecer el coto
privado de alguna opción política o su particular espacio de influencia. Esta
percepción hace que algunos/as la esquiven y otros/as adopten voluntariamente
actitudes subordinadas respecto de lo que esperan que sea una dirección deseable
pero paralizante en la medida que invita a dimitir del propio protagonismo. Yo
diría a esto dos cosas:
a.-
Bienvenida sea la participación entusiasta de cualquier grupo político y de su
gente con probada experiencia, lucidez y entrega militante. Su aportación es
imprescindible y debe pensarse, hasta que se demuestre lo contrario, que son los
más interesados/as en convertir esto en un gran movimiento popular donde su
influencia se manifieste por la justeza de sus concretas alternativas prácticas
(no de sus genéricos discursos ideológicos), su confianza en el pueblo,su
flexibilidad, su generosidad y su estímulo para poner en valor las enormes
potencialidades y sabidurías de la gente.
b.- Las
centenas y miles de personas no organizadas política o
socialmente son las dueñas de su vida y las
que pueden conducirlas. Son la clave de cualquier transformación relevante,
tienen la responsabilidad de tomar las riendas de su destino, y, cuando lo
hacen, no hay dios que las pare.
5.- Hay formas de trabajar que
multiplican nuestras potencialidades y otras que las disminuyen. Cuando
planeamos el trabajo a medio plazo con las sugerencias de todos/as (para lo que
se requiere que la información importante fluya rápida y extensamente)
entendiendo que las propuestas diferentes no son excluyentes sino
complementarias, repartimos juego y tareas entre quienes quieran hacerlo
confiando en su buen tino y sus diferentes habilidades sin necesitar controlar
todo, repasamos periódicamente los compromisos adquiridos y nos felicitamos por
lo que hacemos antes que recriminarnos lo que dejamos de hacer, nos
sentimos agusto, participamos, somos poderosos/as y tiramos
palante.
En lo que amí respecta debo
deciros: se registró el partido que convenimos como alternativa de recambio, hay
un notario que está dispuesto a verificar las firmas necesarias, se ha
contactado con varias personas y grupos para la mesa de vivienda (tenemos
material de sobra, fruto de la experiencia de varios años de lucha para
pergueñar un buen programa en esta materia) y, tenemos un esquema de como
trabajar productivamente en la recogida de firmas.
Estoy de acuerdo con las tareas
prioritarias que señala Sergio, y lo que necesitamos ahora es dar una publicidad
masiva a la jornada del sábado. La gente anda preocupada y cabreada con lo que
pasa y desea una alternativa, los propios partidos mayoritarios temen seriamente
la hartura de la ciudadanía y nada está escrito sobre el futuro.
Hay otras iniciativas de
convergencia social y política en Sevilla con las que habrá que embragar, alguna
de ellas con proyectos prácticos de lucha y contestación social en el corto
plazo.
Lo que hacemos sólo tiene
ventajas. Tenemos tanta decisión como paciencia. El futuro es nuestro, y el
presente está a punto de serlo.
Mucho ánimo y mucha
suerte.
José Ignacio