Es injusto que se continue marginando a los sindicatos, de las
instancias tripartitas y no se reconozca su arduo trabajo por la
consecución del cambio de gobierno. http://www.misindicato.org/newsitem.php?id=18 31AGO2009
El Sindicado de la Industria Eléctrica de El Salvador, como uno de los
sindicatos estratégicos de el país, acompañando la propuesta construida
por todas las organizaciones sindicales a través del Dialogo Social
promovido por la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, junto a
sindicalistas referentes de las diferentes Confederaciones, Centrales y
Federaciones de El Salvador, se reunió con el Secretario Técnico de la
Presidencia, Doctor Alex Segovia, para solicitar la participación de
los sindicatos en la conformación del Consejo Económico y Social, ante
la inviabilidad por parte del gobierno de darle vida al Foro de
Concertación Económico y Social, que forma parte de los compromisos
asumidos con la firma de los acuerdos de paz en 1992.
Si bien es cierto, que el aporte de las organizaciones sindicales, no
puede compararse con lo aportado por Don “Nicky Salume”, para la
campaña del Presidente Funes; pero también es cierto que para forjar la
consecución del cambio en la sociedad salvadoreña, el esfuerzo
desplegado por las organizaciones sindicales, durante todos los
gobiernos de la derecha, no es nada despreciable; ya que sin ello es
casi seguro que la izquierda no estaría en el poder. De ahí que resulta
frustrante e injusto que después de una larga lucha por hacer real en
los espacios tripartitos, la participación de los verdaderos
representantes de los trabajadores sindicalizados, se nos diga que con
o sin la participación de los sindicatos, el Presidente Mauricio Funes,
creará por medio de un Decreto Ejecutivo el Consejo Económico Social
-CES-, el cual estaría conformado por el Gobierno, la Empresa Privada,
el Movimiento Social, y La Academia (Entre ellos rectores de
universidades) y algunas fundaciones que ayudarían con su asistencia.
Ante la imposibilidad que temas de relevante interés para toda la
población salvadoreña, no puedan ser sometidos al escrutinio público a
través de consultas populares o plebiscitos, el gobierno salvadoreño,
reproduciendo una estructura de la gobernación Brasileña, que ha dejado
en la población serios sinsabores; le apuesta a que el CES, se
convierta en el ente emulador de las aspiraciones de la población
salvadoreña, fincando sus esperanzas en que este método consultivo, a
través de referentes sociales, evite que se antepongan intereses por
sectores, privilegiando las necesidades de las grandes mayorías donde
se analice y se lleven al debate las políticas públicas, para facilitar
la formulación de propuestas que coadyuven a la conducción y
transformación del país, y que en el mejor de los casos sería también
la instancia donde el Gobierno, sometería a consulta la implementación
de políticas estratégicas que conlleven a la consolidación del cambio.