Trabajadores, por la consolidación del cambio.
En marzo decidimos..., ahora cambios con participación real de la clase obrera organizada, exigimos.
15JUN2009
Veinte años sin alternancia en el poder están llegando a su término y consideraremos consolidada la alternancia cuando en El Salvador, se hayan extirpado grupos de poder como el PCN y PDC, que lejos de representar una opción política, son el escarnio de una endeble democracia salvadoreña, que en sus entrañas alberga una derecha torcida y profundamente enraizada, que ha gobernado de espaldas a las grandes mayorías, preocupada más por satisfacer los insaciables y exacerbados deseos de un grupúsculo de capitalistas que a través del leguleyo, triquiñuelas y el contubernio político se han mantenido y continúan agazapados en estructuras importantes del país; manipulando, corrompiendo y utilizando el aparto estatal y la inmunidad que les permite el fuero político, para mantener impune sus actos que riñen con la legalidad y afectan el prestigio y el avance en el desarrollo de una humilde nación que lucha por salir adelante.
Mas que una algarabía o afinidad partidaria; la impotencia ante el alto índice delincuencial, la imparable violación a los derechos laborales, el nepotismo, robo y saqueo en las
instituciones gubernamentales, aunado a los madrugones en la Asamblea Legislativa y al acecho de la crisis económica, entre otros grandes problemas nacionales; hizo que los salvadoreños optáramos por la alternancia en el poder y por primera vez en la historia salvadoreña, con un 52% de los votos sufragados en las elecciones presidenciales del pasado 15 de marzo del 2009, decidimos delegar en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional -FMLN-, la conducción de los destinos de la sociedad salvadoreña.
La creación de una fábrica de empleos y un gobierno incluyente, entre otras promesas; hicieron click en la sociedad salvadoreña, de ahí que, cuando ARENA creyó haber vencido al FMLN, la esperanza se abrió paso entre los salvadoreños olvidados, desempleados frustrados, enfermos sin atención, jubilados con pensiones de hambre, añorantes de una pronta y cumplida justicia, entre otros tantos salvadoreños, que decepcionados por la falta de políticas sociales incluyentes de los sectores más vulnerables y ante la desidia de los gobiernos de ARENA, los salvadoreños fincamos nuestras esperanzas en las promesas del Presidente Mauricio Funes.
Para los trabajadores sindicalmente organizados y en gran medida precursores y gestores del cambio de gobierno, le apostamos a la consolidación del cambio, con la participación real de las trabajadoras y trabajadores, desde la perspectiva en que el gobierno del Presidente Funes, cumpla sus promesas escuchando a los verdaderos representantes de la clase obrera organizada y nos permita involucrarnos opinando o sugiriendo sobre aquellos grandes temas de nación, que afectan o inciden de manera directa a las grandes mayorías de la población salvadoreña… EXCELENTISIMO SEÑOR PRESIDENTE MAURICIO FUNES…. TIENE USTED, LA PALABRA.
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