[Postrados En Adoracion Pdf 17

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Eliora Shopbell

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Jun 13, 2024, 2:52:43 AM6/13/24
to cretunpildump

La adoracin postrada siempre comienza como una postura del corazn ms que del cuerpo. Una persona est tan desesperada por subir el nivel de la presencia de Cristo en su vida, que se encuentra a s misma bajando hasta el suelo en un acto de reverente sumisin. El alma est de tal manera cautivada por el Todopoderoso, que inclinarse en una total y completa rendicin parece ser la nica respuesta apropiada.

El siguiente libro de Matt Redman, luego de "el adorador insaciable", nos lleva en un vaije apasioante de asombro, reverencia y misterio, nos insta a captar esa "singularidad" de Dios en nuestra adoracin.

Postrados En Adoracion Pdf 17


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"Tan a menudo nos enfocamos en el gozo que sentimos por el amor del Padre, que olvidamos permanecer en asombro ante su majestad y poderosa presencia. En "postrados en adoracin" Matt nos invita a experimentar otra cara de la adoracin, nos recuerda a cada uno que debemos adorar en espritu y en verdad, y en asombro, ante nuestro poderoso Dios."

La representacin iconogrfica de este tema se inspira en el Evangelio de san Mateo, en el que se narra: "Despus que naci Jess en Beln de Judea, en tiempo del rey Herodes, se presentaron en Jerusaln unos sabios de Oriente que preguntaban: Dnde est el rey de los judos que ha nacido? Pues hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo... Al ver la estrella se alegraron grandemente. Entraron en la casa y vieron al Nio con Mara, su madre, y postrados lo adoraron. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra..." (Mateo II,1-12). El nmero de reyes o magos vara segn la tradicin, aunque suele prevalecer la occidental que menciona a tres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Segn la tradicin armenia, los reyes eran tres hermanos persas, que reinaban sobre los indios, rabes y persas. En esta obra se ve al rey Melchor que adora al Nio besndole los pies: esta iconografa tiene sus orgenes en los textos del Liber de Infantia Salvatoris, incluido en los Evangelios Apcrifos. En tal texto se indica: "... Nada ms entrar han saludado al Nio y han cado en tierra sobre sus rostros; despus se han puesto a adorarle segn la costumbre de los extranjeros y ahora cada uno va besando por separado las plantas del infante..."

Este tipo de composicin fue muy repetida por los pintores italianos desde el siglo XIII. Adems de la Sagrada Familia, los magos y sus pajes, aparecen soldados tocados con yelmos y lanzas y un gran grupo de hombres que observan curiosos la escena. Los presentes que los reyes entregan al Nio son portados por los pajes y simbolizan: el oro, la realeza; el incienso, la divinidad, y la mirra, el emblema de la muerte. Estos dones recuerdan la riqueza y la energa de Cristo, la adoracin y el sacrificio de s mismo. (1) La obra procede del Museo de Arte Religioso.

Recuerdas haber asistido a algn congreso o taller de adoracin? All aprendimos que la expresin que ms se asocia con adorar es la accin de postrarse. Te has detenido alguna vez a pensar lo que eso realmente significa? Qu es lo que provoca que te rindas postrado ante Dios si Su presencia se manifestara en ti? Ser que es Dios mismo quien te derriba al suelo, o ser que t mismo caes rendido al percibir una manifestacin tan sublime y gloriosa?

La presencia manifiesta de Dios es tan reveladora que nos hace comprender que en realidad no existe nadie ms que sea digno de recibir una adoracin semejante. Postrarse es la expresin de una verdad profunda. Es la accin que demuestra que en ese momento todo lo que importa es Dios y a l le entregamos toda nuestra vida. Eso incluye nuestros planes y deseos, nuestros sueos, nuestras dolencias, nuestras fallas y sobre todo, nuestra voluntad. Tal vez esto te parezca sacrificar demasiado, pero puedes estar seguro de que todo lo que se rinde a los pies de Dios nunca es prdida. Postrarse es someterse sin reservas a Dios porque en l confiamos totalmente. En Dios nada falta; todo sobreabunda. En l hay paz y no hay nada por qu temer.

Vivir postrado es vivir da a da con la misma actitud de entrega y sometimiento a Dios que nos embarga cuando estamos ante Su presencia porque hemos decidido vivir en ella. En el proceso, podemos dar por seguro que cometeremos errores y fallaremos. No somos perfectos, pero es ah cuando por fe podemos dar gracias a nuestro Seor Jesucristo por ya haber pagado el alto precio de nuestras faltas y pecados en la cruz.

Estar agradecidos a Dios por lo que hizo por nosotros nos inspira a alabarle y exaltarle dndole gloria y gracias por Su amor. Dicen que una de las mejores formas de demostrar amor es valorando a la persona que se ama. Pues Jess, siendo un Dios Santo, perfecto, todopoderoso y soberano, estuvo dispuesto a soportar la traicin, la burla, la humillacin, la tortura y la muerte de cruz por nosotros. Por Su amor, l nos valid al mximo con Su sacrificio. Es maravilloso descubrir lo mucho que valemos para l. No existe otra mejor forma de validacin que se pueda alcanzar. Nada de lo que podamos lograr en este mundo apenas se acerca a la validacin que la gracia y el amor de Dios nos regalan. Todo se lo debemos a l, y solo l es digno de ser adorado. La manera de nosotros corresponder a Su amor es mediante nuestra adoracin y entrega. Adorarle es amarle y amarle es obedecerle.

Vivir postrado o llevar una vida de adoracin no significa pasar el da escuchando canciones cristianas en el auto o en la oficina. Tampoco es llegar al templo el domingo para cantar nuestras canciones favoritas. Podemos cantar, danzar y tocar msica con excelencia para Dios, pero si no cultivamos una relacin con l todo eso ser intil. Sin esa relacin no podemos saber cmo Dios desea que le adoremos. Cmo amar a un Dios que no se conoce? Cmo saber si lo estamos haciendo bien si no sabemos lo que Dios quiere? Cmo saber lo que Dios quiere si no le buscamos ni escuchamos Su voz?

S que es fuerte lo que estoy diciendo. No es mi intencin criticar ni denigrar la Iglesia. Despus de todo, yo tambin soy parte de ella, pero ya no es posible callar ms. Es necesario levantar una voz proftica que nos despierte. Hace falta levantar una voz resonante con un llamado al arrepentimiento. Debemos con urgencia volver a los pies de Cristo. Hay que arrepentirse, humillarse ante Dios y buscarle de corazn. Hay que ser valientes y hacer las preguntas correctas para as recibir las respuestas correctas. Hagmoslo mientras an hay tiempo. Es hora de vivir postrados!

En el prximo captulo miraremos de cerca otra pieza de evidencia que demuestra el estado de la Iglesia en este tiempo. Son realidades duras de aceptar, pero necesarias, ya que para poder solucionar un problema, antes es necesario reconocer que el mismo existe.

La representacin iconogrfica de este tema se inspira en el Evangelio de san Mateo, en el que se narra: "Despus que naci Jess en Beln de Judea, en tiempo del rey Herodes, se presentaron en Jerusaln unos sabios de Oriente que preguntaban: Dnde est el rey de los judos que ha nacido? Pues hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo... Al ver la estrella se alegraron grandemente. Entraron en la casa y vieron al Nio con Mara, su madre, y postrados lo adoraron. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra..." (Mateo II,1-12). El nmero de reyes o magos vara segn la tradicin, aunque suele prevalecer la occidental que menciona a tres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Segn la tradicin armenia, los reyes eran tres hermanos persas, que reinaban sobre los indios, rabes y persas. En esta obra se ve al rey Melchor que adora al Nio besndole los pies: esta iconografa tiene sus orgenes en los textos del Liber de Infantia Salvatoris, incluido en los Evangelios Apcrifos. En tal texto se indica: "... Nada ms entrar han saludado al Nio y han cado en tierra sobre sus rostros; despus se han puesto a adorarle segn la costumbre de los extranjeros y ahora cada uno va besando por separado las plantas del infante..." Este tipo de composicin fue muy repetida por los pintores italianos desde el siglo XIII. Adems de la Sagrada Familia, los magos y sus pajes, aparecen soldados tocados con yelmos y lanzas y un gran grupo de hombres que observan curiosos la escena. Los presentes que los reyes entregan al Nio son portados por los pajes y simbolizan: el oro, la realeza; el incienso, la divinidad, y la mirra, el emblema de la muerte. Estos dones recuerdan la riqueza y la energa de Cristo, la adoracin y el sacrificio de s mismo. (1)La obra procede del Museo de Arte Religioso. (1) George Ferguson, Signos y smbolos en el arte cristiano, p. 105.

Estas imgenes y archivos se pueden consultar, guardar y distribuir sin fines comerciales, siempre que se especifique que pertenecen al Instituto Nacional de Antropologa e Historia de Mxico as como los correspondientes derechos de autor y el hipervinculo completo dentro de la Mediateca INAH.

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