Hagámos públicas las demandas por difamación

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miramaralgrano

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Nov 2, 2011, 10:11:21 AM11/2/11
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Hagᅵmos pᅵblicas las demandas por difamaciᅵn

Hace un rato observamos una creciente agresividad de los desarrolladores, tratando de deshacerse de ecologistas crᅵticos por medio de demandas penales por difamaciᅵn.

Los afectados son vecinos que defienden su ambiente, lᅵderes y miembros de grupos ambientalistas y de asociaciones de desarrollo, diputados , regidores, cientᅵficos y hasta juristas reconocidos. No explico mi punto mediante juicios concretamente sucedidos, porque siento, que existen fuertes reservas de aparecer en los medios en el contexto de estos procesos penales, reservas que por si son preocupantes, hasta me dan miedo.

Creo que es tiempo que el movimiento ambientalista discute esta situaciᅵn para enfrentarla de una manera mᅵs solidaria y mejor meditada. ( Entiᅵndase lo sigiente como aporte de uno, que no estᅵ muy familiarizado con el "clima“ y las costumbres en la esfera jurᅵdica costarricense.) No debe ser que el movimiento considere los procesos como problema privado de los compaᅵer@s demandad@s. Esta agresiᅵn merece una respuesta comᅵn y bien organizada, que implica no solo sacrificar tiempo, dinero y la elaboraciᅵn de estrategᅵas de parte de los demas, sino tambiᅵn la disposiciᅵn de los demandados de hacer pᅵblico su caso y considerar posiciones que representan el interᅵs del movimiento: Evitar que se propague el miedo en nuestras filas, intenciᅵn principal de los desarrollistas privados y polᅵticos.

Hay que tener presente que la situaciᅵn material y jurᅵdica es totalmente desequilibrada. Inversionistas, sus consultores y funcionarios pᅵblicos pueden mentir, "equivocarse“ y calumniar a los ambientalistas como les da la gana, sin que les pase nada. Un ambientalista nunca va a reclamar daᅵos materiales y morales millonarios por declaraciones falsas de ellos.

Las empresas y las instituciones tienen en sus planillas equipos de abogados bien entrenados, de manera que no les cuesta nada empezar un proceso, aᅵn cuando no esperan ganarlo, con la ᅵnica intenciᅵn de intimidar a la gente.

Los empresarios que encargan a sus abogados con las demandas no gastan tiempo ni nervios, desgaste que normalmente sufren los demandados.

Y no olvidemos que la ley al respecto no es hecha por nosotros. Oigo que el capᅵtulo "Delitos contra el honor“ del Cᅵdigo Penal fue copiado del Cᅵdigo de Cᅵrdoba (Argentina), instrumento ᅵtil para los gorilas en tiempos de la dictadura. Es una ley que aprecia mucho mᅵs la reputaciᅵn de estos "caballeros de honor“ y de sus empresas amigas que la libre expresiᅵn de la verdad. Cierto una persona que denuncie un mal, puede salir impune, si comprueba la verdad de los hechos denunciados, pero la oportunidad de comprobarla estᅵ ligada a condiciones, que reducen drᅵsticamente este derecho.

Primero el demandado tiene que comprobar

  • que su "afirmaciᅵn verdadera no ha sido hecha por puro deseo de ofender.“ Asᅵ se explica las aseveraciones emocionadas de algunos ambientalistas, "que no tenemos nada contra la minera y sus dirigentes – estamos por la vida“

  • que "la imputaciᅵn se hallare vinculada con un interᅵs pᅵblico actual“. Difᅵcil de cumplir, cuando el proyecto cuestionado es declarado de "interᅵs nacional“, y la defensa del ambiente contra la agresiᅵn desarrollista oficialmente es considerada como puro deseo de ofender el "sistema democrᅵtico de libre comercio“.

    Si uno cumple con estas condiciones todavia no le dejan comprobar la verdad de su afirmaciᅵn. Solo lo puede

  • "si el querellante (el empresario difamado J.M.) pidiere la prueba de la imputaciᅵn contra ᅵl.“ ( Cᅵdigo Penal, Tᅵtulo II, articulos 145 – 153).

Ahora bien, supongamos que nos dejan comprobar nuestras afirmaciones, pero nuestros medios para hacerlo son muy limitados :

No tenemos acceso al ᅵrea de una mina, urbanizaciᅵn, plantaciᅵn o planta industrial, para observar la cantidad de ᅵrboles talados, el cauce de las nacientes, la existencia de materiales tᅵxicos en el suelo, derrumbes, erosiᅵn etc.

Como podemos comprobar lo contrario, si la empresa declara que las difamaciones "puedan daᅵar gravemente la confianza del pᅵblico o el crᅵdito de que gozan.“ (Art. 153) Como averiguar, si una minera tiene crᅵdito o no?

Asᅵ las cosas, tenemos que adimitir que contamos con pocos recursos de defensa ante las demandas por difamaciᅵn.

Entonces, mejor callarse? No servir de testigo? Enojarse solo en comentarios anᅵnimos en el web? O en tᅵrminos generales de estilo: "Hay mucha corrupciᅵn en el pais“, "Quᅵ tristeza como se destruye el ambiente“?

Creo que sᅵ hay otras alternativas. (Saco conclusiones de mis propios errores.)

Primero hay que ser cauteloso.

Hay que decir siempre la verdad. En primer lugar por respeto al pᅵblico y a l@s compaᅵer@s, pero tambiᅵn como medida de seguridad. Si la gente sabe, que a los ecologistas, cuando hablan en los medios, cualquier falsedad significarᅵa un gran riesgo personal – esa situaciᅵn hasta puede aumentar nuestra credibilidad. No debemos exagerar ni daᅵos y peligros ("Extinciᅵn de pueblos costeros“), ni nuestros logros ("Costa Rica libre de mineria metalica“).

Debemos describir lo mᅵs exacto posible los hechos, pero no presentar numeros y datos, que no hemos averiguado.Mejor usar constataciones oficiales o de la misma empresa, textualmente citadas,presentar hechos comprobados en expedientes o confirmados por testigos o notario,calificar como tales nuestras interpretaciones, suposiciones y conclusiones personales, para poder reclamar el derecho de libre expresiᅵn de opiniones.

Evitemos tᅵrminos como: ladrones, narcos, criminales, choriceros y otros usuales en el net. (No quiere decir que aceptemos el lenguaje que las empresas extranjeras nos imponen. Por ejemplo demandaron a un compaᅵero solamente por usar las palabras "botadero de basura“, exigiendo que diga "Parque Ecoindustrial“. A otros exigieron decir "molienda de klinker“ en vez de "cementera“, como es costumbre aqui.)

Mejor publicar textos escritos que dar entrevistas espᅵntaneas. Los medios por su naturaleza siempre esperan algo apuntado, provocante, alarmante , "autᅵntico“.

Estas precauciones no son garantᅵa de que los desarrolladores no presenten una demanda. En este caso, que defensas tenemos?

Para mi, en primer lugar: Hacer el pleito pᅵblico. Todos estos procesos deben ser procesos realmente pᅵblicos, que incluyen un costo polᅵtico , una pᅵrdida de imagen para los demandantes, que les puede motivar de desistir de demandas. Ya que en el proceso podemos tematizar materialmente los riesgos y daᅵos del propio proyecto y las anomalidades de su tramitaciᅵn.

El bajo perfil prudente no garantiza la "buena salida“. Mientras el proceso de Marᅵa Elena Fournier, ampliamente y valiosamente documentado, resultᅵ exitoso.

Otra tarea: Fortalecer la solidaridad del movimiento.

A veces parece que los demandados sientan algo como vergᅵenza, siendo penales estos procesos. No debemos tomar al pecho la criminalizaciᅵn intencionada. Al contrario: hay que tomar estas demandas como distinciᅵn y oportunidad para concientizar.

Veo que la asistencia de compaᅵer@s en las sesiones en la corte es escueta, la "movilizaciᅵn“ normalmente no mᅵs que una notita tᅵmida, donde y cuando. No se organiza encuentros para preparar los argumentos y el rumbo de la defensa.

No he oido de masas de cartas a la corte, ni de autodemandas que repiten las frases incriminadas.

No he oido de un Fondo Verde de apoyo jurᅵdico (como existen en otros paises), ya que no podemos esperar que los pocos abogados simpatizantes del movimiento trabajen gratuitamente o a cuota litis en un caso poco prometedor.

Por supuesto con este fondo no se puede pagar las indemnizaciones que exigen los desarrolladores. Esta amenaza se puede evitar de manera, que sean l@s compaᅵer@as sin recursos econᅵmicos l@s que hacen declaraciones pᅵblicas.

En caso que nos equivocamos y la empresa advierte, no es mᅵs que honesto, corregirse o hasta retractarse.

Y creo que hay que fortalecer la posiciᅵn de los demandados como sujetos polᅵticos, dueᅵos de su proceso. Eso implica cuestionar el mando absoluto de los abogados, que muchas veces se expresa en la prioridad de criterios procesuales ante criterios polᅵticos. A veces interfieren intereses de prestigio, "ganar un proceso“, animosidades o dinero. (Conozco dos casos, en que el defensor se dejᅵ comprar por la contraparte.)

Como cualquier esfuerzo de emancipaciᅵn tambiᅵn este cuesta tiempo, discusiones, paciencia de los abogados y estudio de los demandados.

Pero este es el lujo que debemos permitirnos.

Julio Mᅵller

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