Se ha venido pregonando por algunas personas que se identifican a sí mismas como opositores, que nuestra salida por ser constitucional, electoral y pacífica excluye el uso de la fuerza. Nada más desacertado.
La fuerza es consustancial a todo estado de derecho, porque el derecho es por su propia naturaleza coercible, lo que quiere decir que toda norma jurídica cuyo cumplimiento, aunque se espera y se aspira que se haga en forma espontánea, voluntaria; de no ser este el caso, se impondrá a la fuerza.
En una situación ordinaria el uso de la fuerza es monopolizado por el gobierno que tiene a su cargo “cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes” por obra de sus funcionarios que para tomar posesión de sus cargos “juran” hacerlo de esa manera; y en virtud de ese juramento, les es dado el poder de hacer uso de la fuerza.
Ningún otro sentido, ninguna otra interpretación se le puede dar a los artículos 333 y 350 de la Constitución como no sea la de que cada ciudadano haga uso de la fuerza que tenga (“investido o no de autoridad”) cualquiera que ella sea, para restaurar “la vigencia de la constitución”, desconociendo “la autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos”.
El uso de la fuerza para restablecer la vigencia de la constitución, incluyendo en la fuerza que se usa el uso de las armas, es legítima. El uso de las armas para sostener la imposición de la fuerza por sí misma y no de respaldo a la ley y a la constitución, es ilegítima. Es violencia pura y simple. Es crimen.
Nuestra salida constitucional no está limitada por lo tanto a la salida electoral, al contrario cerrada como está esta vía por lo parcializado del ente que la controla, por lo adulterado del registro electoral, por la limitación hasta el extremo de toda propaganda opositora frente al uso desmedido de todos los medios por el gobierno, por la extorsión practicada frente a los más necesitados, por las restricciones, ‘mediante el uso de la fuerza’, a manifestar y circular libremente en ejercicio de nuestros derechos en todas las ciudades del país, nuestra salida constitucional está en el uso de la fuerza.
OSWALDO PÁEZ-PUMAR
Tel. (58) (212) 909 16 11 - 909 16 00
Fax (58) (212) 993 12 37 - 993 05 35
e-mail: opaez...@menpa.com
____________________________________________________
Éste no es un documento legal ni confidencial aunque sí emitido por un escritorio de abogados, mejor dicho por uno de sus miembros. Su contenido si puede ser copiado, usado o divulgado. Si usted no es su destinatario, y le gustó, agradézcale a Dios la suerte de haberlo recibido, si no le gustó lo lamento. No mande emilios dándome las gracias ni se comunique con los números indicados arriba.
--
Saludos
IS
------------------------------------------------------------------------------
Eres tu quien decide el cómo, el cuándo, el dónde y el por qué;
no permitas que alguien te diga lo que debes hacer con tu vida.
INOCENCIO SANCHEZ-BONILLA – (1941) - Filósofo. Investigador
económico y educador venezolano, Guest International Lecturer
en The University of Wisconsin-Madison.
------------------------------------------------------------------------------
Campaña Internacional de Internet contra el correo SPAM
- Solo envía el contenido importante,
- Protege y respeta la privacidad de tus amigos
- Si reenvías este correo, borra las direcciones anteriores.
- Si lo reenvías a varias personas usa la casilla CCO
- Si todos hacemos lo mismo, tambien tu estaras protegid@.
-------------------------------------------------------------------------------
__________________________________________________
Este mensaje contiene información de carácter reservado y está dirigido a las personas nombradas en este correo electrónico. Si usted no es el destinatario, entonces no distribuya o copie este correo electrónico. Por favor notifique al emisor inmediatamente si usted ha recibido este mensaje por error y suprímalo de su sistema. Las opiniones contenidas en este mensaje son las del autor y no reflejan necesariamente la generalidad de las opiniones. La transmisión del mensaje no garantiza su seguridad o la falta de errores, ya que la información podría haber sido interceptada, corrompida, perdida, destruida, llegar con atraso o incompleta, o podría contener virus. El emisor por lo tanto, no asume responsabilidad por errores u omisiones en el contenido de este mensaje, que surjan como resultado de la transmisión del correo electrónico.
__________________________________________________