Estimados lectores,
FAO ha publicado un interesante artículo sobre la contribución de la pesca y acuicultura frente al cambio climático. Debido al tamaño del archivo (10 MB), no es posible adjuntarlo a este mensaje, pero pueden acceder y descargarlo directamente en http://www.fao.org/3/a-i1072s.pdf .
Espero que el documento les resulte de interés. Copio textualmente a continuación algunos aspectos relevantes que debemos tomar en cuenta para la sostenibilidad de nuestra industria.
La pesca y la acuicultura contribuyen de manera notable a la seguridad alimentaria y a mejorar las condiciones de subsistencia de la población humana, dependiendo a su vez de la existencia de unos
ecosistemas acuáticos saludables; sin embargo esta contribución es generalmente poco reconocida y apreciada.
La acuicultura es el sistema de producción alimentaria con el crecimiento más rápido del mundo (7 % anual).
Las medidas de adaptación al cambio climático son bien conocidas por los administradores y responsables de la toma de decisiones, pero suelen faltar voluntad y acción política. Con el fin de aumentar la capacidad de resiliencia ante los efectos del cambio climático y obtener beneficios sostenibles, los gestores de políticas para la pesca y la acuicultura deben adoptar y seguir buenas prácticas de manejo como las descritas en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO. Estas prácticas deben integrarse con mayor efectividad a la ordenación de cuencas
fluviales, cuencas hidrográficas y zonas litorales.
Es necesario integrar la pesca y la acuicultura en las estrategias nacionales de adaptación al cambio climático. Si la planificación no es cuidadosa, los ecosistemas acuáticos, la pesca y la acuicultura podrían
sufrir como consecuencia de las medidas de adaptación aplicadas en otros sectores, tales como el incremento en el uso de diques y energía hidráulica en zonas de captación con precipitación elevada o
la construcción de defensas litorales artificiales o parques eólicos marinos.
Evaluaciones de vulnerabilidad y riesgo pueden servir como base para tomar estas decisiones, en tanto que las tecnologías y la educación pueden ofrecer alternativas. La aplicación de buenas prácticas en la ordenación y el manejo de los recursos naturales es una estrategia que beneficia a todos y genera ventajas tanto en el presente como en el futuro, incrementa la capacidad de resistencia (resiliencia) de los
ecosistemas acuáticos y las economías y con frecuencia contribuye a reducir emisiones.
A fin de poner en práctica los métodos de adaptación y mitigación para las comunidades dependientes de la pesca, la acuicultura y los ecosistemas acuáticos, será necesario que los responsables de las políticas y planes de manejo presten más atención al tema. Los ecosistemas acuáticos bien conservados no solo benefician a los pescadores y a las comunidades costeras sino que además proporcionan bienes y servicios a nivel nacional y mundial mediante mejorías en la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad.
Fuente: FAO http://www.fao.org/3/a-i1072s.pdf
Saludos cordiales,
Yahira Piedrahita F.
Directora Ejecutiva
Cámara Nacional de Acuacultura
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