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Gob.Cuba: No todo esta perdida todavia -- Erklaerung 19.09.2001

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Lueko Willms

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Sep 19, 2001, 5:36:00 AM9/19/01
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No todo está perdido todavía.

Declaracion del Gobierno de la Republica de Cuba, el 19 de sep del 2001.

No todo está perdido todavía

Bajo el efecto de la conmoción ocasionada en el mundo por la triste y
brutal noticia del atentado terrorista de que fue víctima el pueblo
norteamericano el 11 de septiembre, acompañada de horribles imágenes de
sufrimiento y dolor, mentes que se dejan arrastrar por sentimientos de
odio y soberbia se han dado a la siniestra tarea de resucitar viejos
métodos y doctrinas que están en la raíz misma del terrorismo y las
gravísimas tensiones que se han creado hoy en el mundo.

En momentos en que lo único aconsejable es la búsqueda serena y valiente
de soluciones definitivas al terrorismo y otras tragedias por consenso
universal, se escuchan frases descarnadas, pronunciadas con ira y
espíritu de venganza por dirigentes y políticos influyentes de Estados
Unidos, no escuchadas desde los tiempos que precedieron a la Segunda
Guerra Mundial.

Cualquier persona honesta tendría derecho a preguntarse si lo que se
busca es realmente justicia, o utilizar la dolorosa e insólita tragedia
para imponer métodos, prerrogativas y privilegios que conducirían a la
tiranía del Estado más poderoso del mundo, sin límite ni restricción
alguna, sobre todos los pueblos de la Tierra.

Se proclama abiertamente por algunos importantes funcionarios levantar
toda restricción al derecho de asesinar a cualquier persona por parte de
instituciones y funcionarios de Estados Unidos, incluida la utilización
de criminales y delincuentes de la peor calaña para ello.

Tal prerrogativa fue utilizada por gobernantes de Estados Unidos para
eliminar a líderes patrióticos como Patricio Lumumba en el año 1961,
organizar golpes de estado y genocidios que han costado cientos de miles
de vidas y millones de personas torturadas, desaparecidas o eliminadas
de cualquier forma. Cuba ha denunciado cientos de planes de atentados
contra sus dirigentes y no se ha cansado de reclamar castigo para los
responsables y autores de incontables actos de terrorismo que han
costado un elevado número de víctimas a nuestro pueblo. El propio Senado
de Estados Unidos investigó y denunció varios de estos hechos contra
Cuba en los que se emplearon artefactos variados que no excluían ninguna
forma grosera y repugnante de matar. Toda una ciencia se desarrolló en
torno a tales propósitos.

El mundo no ha dado su apoyo unánime, ni expresado sus más sinceras
condolencias al noble pueblo norteamericano para que sobre estos
sentimientos se elaboren doctrinas que sembrarían de caos y hechos
sangrientos el planeta. Tan grave como el terrorismo, y una de sus
formas más execrables, es que un Estado proclame el derecho de matar a
discreción en cualquier rincón del mundo sin normas legales, juicios y
ni siquiera pruebas. Tal política constituiría un hecho bárbaro e
incivilizado, que echaría por tierra todas las normas y bases legales
sobre las que pueda construirse la paz y la convivencia entre las
naciones.

En medio del pánico y la confusión originados por la situación creada,
los dirigentes políticos de los diferentes estados, a pesar de la
extrema gravedad que significaría la introducción de estos
procedimientos en la política internacional, salvo excepciones, no han
pronunciado una sola palabra sobre el surgimiento de la tendencia
fascista y terrorista que implican tales pronunciamientos.

Uno de los primeros frutos han sido cientos de actos de xenofobia y
terror contra personas de nacionalidad y religión diferentes. El pueblo
norteamericano no sería jamás partidario del método brutal de asesinar
fríamente a otras personas, violar leyes, castigar sin pruebas y negar
principios de elemental equidad y justicia para combatir el terrorismo,
por repugnante e inescrupuloso que éste sea. Son métodos que conducirían
el planeta a la ley de la selva; mancharían a Estados Unidos,
destruirían su prestigio y alentarían los odios que hoy son causantes de
tanto dolor y tristeza. ¡El pueblo norteamericano quiere justicia; no
venganza!

Cuba expresó desde el primer instante que ningún problema del mundo
actual podría resolverse por la fuerza; que frente al terrorismo hacía
falta formar una conciencia y unión universal capaz de erradicar y poner
fin a este y otros conflictos y tragedias que ponen en riesgo hasta la
supervivencia de la especie.

Aunque los tambores de la guerra truenan con inusitada fuerza, que al
parecer conducen inexorablemente a un sangriento desenlace, no todo está
perdido todavía. Los ulemas de Afganistán, dirigentes religiosos de un
pueblo tradicionalmente combativo y valiente, están reunidos para
adoptar decisiones fundamentales. Han dicho que no se opondrán a la
aplicación de la justicia y a los procedimientos pertinentes, si los
acusados de los hechos que residan en su país son culpables. Han pedido
simplemente pruebas, han pedido garantías de imparcialidad y equidad en
el proceso, algo que la Organización de Naciones Unidas, con el pleno
apoyo de la comunidad internacional, puede asegurar perfectamente.

Si tales pruebas existen, como afirman categóricamente los dirigentes
del gobierno norteamericano, y no se les exige a los líderes religiosos
pasar por encima de las más profundas convicciones de su fe, que como se
sabe suelen defender hasta la muerte, se podría encontrar una
alternativa a la guerra. Ellos no sacrificarían a su pueblo inútilmente
si lo que solicitan, éticamente irrefutable, es tomado en cuenta. Se
ahorrarían ríos de sangre. Podría ser este el primer gran paso para un
mundo sin terrorismo ni crímenes impunes: una verdadera asociación
mundial para la paz y la justicia. El pueblo norteamericano emergería
con enorme prestigio y respeto. Cuba apoyaría sin vacilación una
solución de este tipo. Pero no puede perderse un minuto, queda ya muy
poco tiempo. Sin este elemental, sencillo y posible esfuerzo, la guerra
sería injusta.

El Gobierno de la República de Cuba

La Habana, 19 de septiembre del 2001
------------------ schnapp --------------------------------
Quelle:
http://www.ceniai.inf.cu/gobierno/documentos/2001/esp/d190901e.html


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"Regierung aus dem Volke, durch das Volk und für das Volk"
- Abraham Lincoln, Ansprache in Gettysburg, 19.11.1863
"... was in die revolutionäre Sprache von heute übersetzt heißt:
eine Regierung von Arbeitern, durch Arbeiter und für Arbeiter"
- Fidel Castro, November 1994

Lueko Willms

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Sep 19, 2001, 1:45:00 PM9/19/01
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deutsche Übersetzung
der Erklärung der cubanischen Regierung vom 19.9.2001


--------- schnipp -----------------------------------------


Noch ist nicht alles verloren

Unter der Auswirkung der auf der Welt ausgelösten Betroffenheit wegen
der traurigen und brutalen Nachricht des terroristischen Attentats,
dessen Opfer das US-amerikanische Volk am 11. September wurde, begleitet
von schrecklichen Bildern von Leid und Schmerz, haben sich Geister, die
sich von Gefühlen des Hasses und des Hochmuts mitreißen lassen, an die
verhängnisvolle Aufgabe gemacht, alte Methoden und Doktrinen
wiederzubeleben, die sich an der Wurzel des Terrorismus selbst und der
äußerst schwerwiegenden Spannungen befinden, die heute auf der Welt
entstanden sind.

In Momenten, in denen das einzig Ratsame die ernsthafte und mutige Suche
nach definitiven Lösungen des Terrorismusproblems und anderer Tragödien
durch einen universellen Konsens ist, hört man scharfe Sätze, mit Wut
und Rachgier ausgesprochen von einflußreichen Führungspersönlichkeiten
und Politikern der Vereinigten Staaten, Sätze, wie sie seit den Zeiten
unmittelbar vor dem Zweiten Weltkrieg nicht mehr zu hören waren.

Jede aufrichtige Person hätte das Recht, sich zu fragen, ob man in
Wirklichkeit Gerechtigkeit sucht oder ob man die schmerzliche und
ungewöhnliche Tragödie dazu benutzen will, Methoden, Vorrechte und
Privilegien durchzusetzen, die zur Tyrannei des mächtigsten Staates der
Erde über alle anderen Völker der Welt führen würden, ohne irgendeine
Begrenzung oder Restriktion.

Man proklamiert offen seitens einiger wichtiger Regierungsbeamter, alle
Beschränkungen des Rechts auf die Ermordung jeglicher Person durch
Institutionen und Regierungsbeamte der Vereinigten Staaten aufzuheben,
einschließlich der Verwendung von Kriminellen und Verbrechern der
schlimmsten Sorte für diesen Zweck.

Ein solches Vorrecht wurde von Regierenden der Vereinigten Staaten
benutzt, um patriotische Führungspersönlichkeiten wie Patrice Lumumba im
Jahr 1961 zu eliminieren und Staatsstreiche und Völkermorde zu
organisieren, die Hunderttausende von Menschenleben und Millionen von
gefolterten, verschwundenen oder auf jegliche Art ermordeten Personen
gekostet haben. Kuba hat Hunderte von Attentatsplänen gegen seine
Führungspersönlichkeiten angeprangert und ist nicht müde geworden, die
Bestrafung der Verantwortlichen und Autoren von unzähligen Terrorakten
zu verlangen, die unser Volk eine hohe Anzahl von Opfern gekostet haben.
Der US-Senat selbst untersuchte und denunzierte einige dieser gegen Kuba
gerichteten Taten, bei denen verschiedenartige Artefakte verwendet
wurden, die keine grobe und abscheuliche Art des Tötens ausschlossen. Im
Zusammenhang mit diesen Zielen entwickelte sich eine ganze Wissenschaft.

Die Welt hat weder ihre einmütige Unterstützung bekundet noch dem US-
amerikanischen Volk ihr tiefstes Mitleid ausgedrückt, damit auf der
Grundlage dieser Gefühle Doktrinen ausgearbeitet werden, die Chaos und
blutige Geschehnisse auf dem Planeten säen würden. Es ist genauso
schwerwiegend wie der Terrorismus und eine seiner abscheulichsten
Formen, wenn ein Staat das Recht proklamiert, an jedem Fleck der Erde
ohne gesetzliche Normen, Gerichtsverfahren und sogar ohne jeglichen
Beweis nach Belieben zu töten. Eine solche Politik würde eine
barbarische und unzivilisierte Tatsache darstellen, die alle
gesetzlichen Normen und Grundlagen zunichte machen würde, auf denen der
Frieden und das Zusammenleben der Nationen aufgebaut werden kann.

Inmitten der Panik und Verwirrung durch die entstandene Situation haben
die politischen Führungspersönlichkeiten der verschiedenen Staaten trotz
der extremen Schwere, welche die Einführung dieser Verfahrensweisen in
der internationalen Politik bedeuten würde, von wenigen Ausnahmen
abgesehen nicht ein einziges Wort geäußert über das Aufkommen der
faschistischen und terroristischen Tendenz, die in solchen Äußerungen
beinhaltet ist.

Eine der ersten Früchte waren Hunderte von xenophoben und
terroristischen Aktionen gegen Personen mit unterschiedlicher
Staatsangehörigkeit und Religion. Das Volk der USA wäre niemals ein
Anhänger der brutalen Methode der kaltblütigen Ermordung anderer
Personen, der Verletzung von Gesetzen, der Bestrafung ohne Beweise und
der Verweigerung von Prinzipien der elementaren Gleichheit und
Gerechtigkeit, um den Terrorismus zu bekämpfen, so verabscheuungswürdig
und skrupellos dieser auch sei. Es handelt sich um Methoden, die den
Planeten zum Gesetz des Dschungels führen würden; sie würden die
Vereinigten Staaten beflecken, ihr Ansehen zerstören und diejenigen
Haßgefühle anstacheln, die heutzutage die Ursache für so viel Schmerz
und Traurigkeit darstellen. Das US-amerikanische Volk will
Gerechtigkeit, keine Rache!

Kuba hat vom ersten Augenblick an ausgedrückt, daß kein Problem der
heutigen Welt durch Gewalt gelöst werden kann; daß es gegenüber dem
Terrorismus notwendig ist, ein universales Bewußtsein und eine
universale Einheit zu bilden, die fähig ist, diesen und andere Konflikte
und Tragödien, die sogar das Überleben der Menschheit in Gefahr bringen,
auszumerzen und zu beenden.

Obwohl die Kriegstrommeln mit ungewöhnlicher Kraft donnern und scheinbar
unerbittlich zu einem blutigen Ende führen, ist noch nicht alles
verloren. Die Ulema von Afghanistan, religiöse Führer eines traditionell
kämpferischen und mutigen Volkes, sind zusammengekommen, um
grundsätzliche Entscheidungen zu treffen. Sie haben gesagt, daß sie sich
nicht der Anwendung der Gerechtigkeit und den statthaften Verfahren
widersetzen werden, wenn die der Taten Beschuldigten, die in ihrem Land
wohnen, schuldig sind. Sie haben einfach Beweise und Garantien für
Unparteilichkeit und Gleichheit bei dem Verfahren gefordert, etwas, was
die UNO mit der vollen Unterstützung der Völkergemeinschaft perfekt
gewährleisten kann.

Wenn solche Beweise existieren, wie die Führungsfiguren der Vereinigten
Staaten kategorisch behaupten, und wenn man von den religiösen Führern
nicht fordert, die tiefgründigsten Überzeugungen ihres Glaubens zu
verletzen - die sie bekanntlich bis zum Tod zu verteidigen pflegen -,
könnte man eine Alternative zum Krieg finden. Sie würden ihr Volk nicht
nutzlos opfern, wenn das, was sie fordern und was in ethischer Hinsicht
unumstößlich ist, berücksichtigt wird. Man würde sich das Vergießen von
Strömen von Blut ersparen. Dies könnte der erste große Schritt für eine
Welt ohne Terrorismus und ungestrafte Verbrechen sein: eine wahrhafte
weltweite Vereinigung für den Frieden und die Gerechtigkeit. Das Volk
der USA würde mit enormem Ansehen und Respekt emporragen. Kuba würde
eine Lösung dieser Art ohne Zögern unterstützen. Doch es darf keine
Minute verloren werden, es bleibt bereits sehr wenig Zeit. Ohne diese
elementare, einfache und mögliche Anstrengung wäre der Krieg ungerecht.

Die Regierung der Republik Kuba

Havanna, den 19. September 2001
------------------ schnapp --------------------------------
Quelle:
http://www.ceniai.inf.cu/gobierno/documentos/2001/ale/d190901a.html


Lüko Willms http://www.mlwerke.de
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"Die Interessen der Nation lassen sich nicht anders formulieren als unter
dem Gesichtspunkt der herrschenden Klasse oder der Klasse, die die
Herrschaft anstrebt." - Leo Trotzki (27. Januar 1932)

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