Zum 10. Male in Folge hat die UNO-Vollversammlung am 27.11.2001 die
Blockadepolitik der USA gegen Cuba verurteilt.
Wie im Vorjahr stimmten 167 Länder für die von Außenminister Perez
Roque vorgestellte Resolution, nur drei dagegen. Die Zahl der
Enthaltungen sank um eine auf drei. 16 Länder nahmen nicht an der
Abstimmung teil, davon 10, weil sie wegen Beitragsrückständen kein
Stimmrecht hatten.
Die 167 Fürstimmen entsprechen 88,35% der 189 Mitgliedsstaaten bzw
93,40% der stimmberechtigten Länder.
Die Gegenstimmen kamen wie üblich nur von USA und Israel, die dritte
Stimme von den Marshallinseln, einer stark von den USA abhängigen
früheren Kolonie der USA.
LW>>> ...
LW>>> Jetzt kann ich die Tabelle der Abstimmungen der letzen 6 Jahre
LW>>> mit der Zahl der Enthaltungen von diesem Jahr vervollständigen:
LW>>>> Jahr Fuer Gegen Enth. 3. und 4. Nein Nicht
LW>>>> abgestimmt
LW>>>> (abwesend)
LW>>>> ---- --- -- -- ------------------
LW>>>> 1992 59 3 71 Rumänien
LW>>>> 1993 88 4 57 Albanien, Paraguay
LW>>>> 1994 101 2 48 -/-
LW>>>> 1995 117 3 38 Uzbekistan
LW>>>> 1996 137 3 25 Uzbekistan
LW>>>> 1997 143 3 17 Uzbekistan 22
LW>>>> 1998 157 2 12 ./. ??
LW>>> 1999 155 2 8 ./.
LW> 2000 167 3 4 Marshallinseln
2001 167 3 3 Marshallinseln 16
LW> Zu der Zahl von Ja-Stimmen im Jahre 1999 ist folgende Bemerkung
LW> aus dem Vorjahr zu berücksichtigen:
LW>> Zwei Länder (St. Vincent & Grenadines, Cameroun), deren Stimmen
LW>> beim Abstimmungsergebnis nicht registriert wurden, erklärten, daß
LW>> sie für die Resolution seien; diese beiden Absichten mitgezählt,
LW>> wäre auch diesmal dieselbe Für-Stimmen-Zahl von 157 vom Vorjahr
LW>> erreicht.
LW> Die vier Enthaltungen im Jahre 2000 kamen von Nicaragua, El
LW> Salvador, Marokko und Lettland.
Im Jahr 2001 enthielten sich Nicaragua, Lettland und Micronesien.
Mehr als 20 Vertreter aus allen Weltteilen erklärten in ihren
Ansprachen ihre Opposition zu der Politik der USA.
Einer nach dem anderen traten die Botschafter aus Malaysia, Chile,
Südafrika, Mexico, Laos, Libyen, China, Venezuela, Myanmar, Zambia,
Antigua, Vietnam, Belarus, Namibia, Belgien (im Namen der EU), Norwegen,
Uruguay, Japan, Korea (DVRK), Rußland und Papua Niu Gini ans Podium, und
erklärten übereinstimmend, daß die Politik der USA gegen Cuba der Charta
der Vereinten Nationen widerspricht, den freien Handel und die freie
Schiffahrt beinträchtigt und dem cubanischen Volk Leid zufügt.
Felipe Perez Roque hatte in seiner Einleitung erklärt, daß es keine
Macht der Welt gibt, die das cubanische Volk zwingen könnte, seinen
Geist von Unabhängigkeit, Freiheit und sozialer Gerechtigkeit
aufzugeben.
Perez Roque zählte 12 konkrete Maßnahmen auf, die die US-Regierung
ergreifen müßte, um das Embargo aufzuheben.
Die 10. Debatte und Abstimmung über die US-Blockadepolitik zeigt
erneut:
LW> Die USA und Israel sind international völlig isoliert, und halten
LW> ihren Platz in der "internationalen Gemeinschaft" nur mit ihrer
LW> militärischen Macht, also mit brutaler Gewalt.
LW>
LW>
LW> Lüko Willms http://www.mlwerke.de
LW> /--------- L.WI...@LINK-F.frankfurt.org -- Alle Rechte vorbehalten
LW> --
LW>
LW> "Kein Land kann seine Probleme in dieser globalisierten Welt allein
LW> auf sich gestellt lösen. Entweder wir retten uns alle zusammen oder
LW> wir gehen zusammen unter. Heute mehr denn je gilt das Wort von José
LW> Martí: Das Vaterland ist die ganze Menschheit."
LW> - Fidel Castro, Caracas (Veneuzuela), 3. Februar 1999
Lüko Willms http://www.mlwerke.de
/--------- L.WI...@jpberlin.de -- Alle Rechte vorbehalten --
"Das Volk, das ein anderes Volk unterjocht, schmiedet seine eigenen
Ketten." - Karl Marx (1. Januar 1870)
Die deutsche Übersetzung folgt in der Antwort.
--------- schnipp -----------------------------------------
Felipe Pérez Roque. Quincuagésimo Sexto Período de Sesiones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas. Nueva York, 27 de noviembre del
2001.
Discurso pronunciado por el Excmo. Sr. Felipe Pérez Roque, Ministro de
Relaciones Exteriores de la República de Cuba, para presentar el
proyecto de Resolución sobre la "Necesidad de poner fin al bloqueo
económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba",
correspondiente al Tema 34 del Programa del Quincuagésimo Sexto Período
de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Nueva York,
27 de noviembre del 2001.
Señor Presidente:
Una curiosa noticia dio la vuelta al mundo en estos días. Por primera
vez en más de cuarenta años, el gobierno de los Estados Unidos ha
autorizado, de manera excepcional, la venta a Cuba de algunas cantidades
de alimentos, medicinas y materias primas para producirlas. Por esta
vez, Cuba podrá pagar directamente en dólares a los suministradores
norteamericanos. No pudo resolverse, sin embargo, que barcos cubanos
transportasen la mercancía desde puertos norteamericanos; es tan
compleja la maraña de prohibiciones legales que el bloqueo a Cuba
implica, que ni aun sumando la buena voluntad de ambos gobiernos este
obstáculo pudo ser superado. Barcos norteamericanos o de terceros países
cumplirán la tarea.
El 7 de noviembre pasado, el gobierno de los Estados Unidos expresó su
profunda pena y preocupación por el pueblo cubano con motivo de los
extensos daños causados por el huracán "Michelle" a su paso a través del
territorio de Cuba, y expresó su disposición a tasar de inmediato las
necesidades de ayuda con vistas a una posible asistencia humanitaria.
Era un gesto inusual, que Cuba apreció en su justo valor. En cuarenta
años de tensas relaciones entre ambos países, no había ocurrido nunca
algo similar.
Cuba respondió solicitando que, de forma excepcional, el gobierno de los
Estados Unidos permitiera a empresas públicas cubanas adquirir de forma
expedita determinadas cantidades de alimentos, medicinas y materias
primas para producirlas, a fin de restablecer cuanto antes sus reservas,
en previsión de cualquier nuevo desastre natural. Solicitó también pagar
al contado en dólares norteamericanos o cualquier otra divisa
convertible, y el empleo de embarcaciones cubanas como la forma de
transporte más práctica, rápida y económica para Cuba.
Los intercambios diplomáticos, a diferencia de muchas otras veces en el
pasado, transcurrieron sin tensiones y primó en ellos respeto y espíritu
de cooperación.
Ahora cabría una pregunta: ¿por qué se han requerido especiales
negociaciones para una transacción tan simple y habitual en el mundo?
¿Por qué se necesitan trámites especiales para que Cuba compre en
Estados Unidos eritromicina de uso pediátrico, o vitamina A, o
hidrocortisona, o arroz, o leche en polvo?
¿Cómo pudo crearse a lo largo de los años un sistema tan meticuloso y
perfecto para impedir a todo un pueblo acceder a alimentos y
medicamentos esenciales, a tecnologías y piezas de repuesto, a equipos
médicos e información científica? ¿Podrá explicarse algún día, a la luz
de la ética, el derecho internacional y la justicia, el mantenimiento
obsesivo por más de cuatro décadas del bloqueo económico, financiero y
comercial de los Estados Unidos contra Cuba?
Sin embargo, he aquí que, por una vez al menos, Cuba ha podido comprar
en Estados Unidos. ¿Significa esto acaso el fin del bloqueo? No. Esta
Asamblea General no debería cometer jamás el error de entender esta
excepción como una regla. ¿Significa siquiera el comienzo del fin del
bloqueo a Cuba? No podría asegurarlo. El sentido común es a veces
esquivo para algunos políticos.
¿Estaría Cuba dispuesta a repetir nuevas compras en estas condiciones?
Sería deseable, pero es prácticamente imposible. Por eso, hemos dicho
que resulta inconcebible que un país pueda comprar en Estados Unidos si
no existe comercio normal, si no puede también vender allí sus productos
y servicios. Sólo en estas circunstancias especiales y excepcionales,
hemos podido actuar de esta forma, sin reciprocidad comercial alguna,
superando obstáculos absurdos y buscando alternativas para sortear las
innumerables leyes y regulaciones específicas que prohíben hoy las
relaciones y el comercio entre Cuba y los Estados Unidos. No puede
esperarse en el futuro relaciones comerciales normales entre los dos
países si no es como resultado del levantamiento total del anacrónico
bloqueo norteamericano contra Cuba.
Ahora bien, ¿desea Cuba el fin del bloqueo? Sí. El bloqueo es hoy el
principal obstáculo al desarrollo económico de Cuba, y responsable del
sufrimiento y las privaciones de millones de cubanos. ¿Desea Cuba el
restablecimiento de relaciones normales y recíprocamente respetuosas con
los Estados Unidos? Sí. Y está preparada para ello. No alienta odios
estériles ni aspiraciones de venganza. Somos un pueblo noble y con
cultura política, y consideramos a millones de norteamericanos y a la
mayoría de los cubanos que viven en los Estados Unidos, víctimas también
de las injustificables prohibiciones del bloqueo.
Para que cese el bloqueo, ¿está Cuba dispuesta a hacer concesiones que
afecten sus principios? No, y mil veces no. Conocemos el precio de la
independencia: hemos luchado 130 años por ella. Hemos probado ya el
dulce sabor de la libertad, y no hay fuerza en el mundo que nos haga
renunciar a ella.
El levantamiento del bloqueo y el cese de la guerra económica contra
Cuba, requeriría que el gobierno de los Estados Unidos tomara las
siguientes decisiones:
Derogar la ley Helms-Burton, que entre sus múltiples medidas agresivas
contra Cuba establece fuertes sanciones contra empresarios de terceros
países que realicen negocios con Cuba. Conocemos a algunos de estos
empresarios; a ellos y a sus familiares les han sido retiradas las visas
para viajar a Estados Unidos, pero mantienen con dignidad su decisión de
tener relaciones con Cuba.
Derogar la ley Torricelli, que entre otras medidas prohibió el acceso a
puertos norteamericanos a los barcos de terceros países que toquen
puertos cubanos, y prohibió también las ventas a Cuba de las
subsidiarias de compañías norteamericanas en terceros países, a las que
nuestro país compraba en 1992 unos 700 millones de dólares anuales,
especialmente en alimentos y medicamentos.
Eliminar la absurda prohibición de que los artículos que Estados Unidos
importe de cualquier otro país no contengan materias primas cubanas. ¿Se
justifica realmente exigir a un fabricante japonés de automóviles que
para exportar a Estados Unidos certifique que los aceros empleados no
contienen níquel cubano? ¿Se justifica exigir a un productor canadiense
de caramelos que éstos no contengan azúcar cubano?
Cesar la enfermiza persecución que desarrollan hoy a escala planetaria
las embajadas y agencias del gobierno norteamericano contra toda
posibilidad de negocio con Cuba, contra todo intento cubano de acceder a
un nuevo mercado o recibir un crédito.
Permitir el acceso de Cuba al sistema financiero norteamericano e
internacional. Si Cuba hubiera tenido acceso a los 53 mil millones de
dólares que instituciones financieras mundiales y regionales prestaron a
América Latina y el Caribe entre 1997 y el 2000, habría recibido
préstamos ascendentes a unos 1.200 millones de dólares en condiciones
incomparablemente más favorables que aquellas que Cuba puede obtener en
estos momentos.
Permitir a Cuba emplear el dólar estadounidense para sus transacciones
externas, no sólo las que se realizarían con compañías norteamericanas,
sino también con las de terceros países, lo cual está prohibido hoy por
las regulaciones del bloqueo. Ello obliga a Cuba a constantes cambios de
moneda con las consiguientes pérdidas derivadas de las fluctuaciones de
las tasas de cambio.
Autorizar a Cuba a comprar libremente, como cualquier otro país, en el
mercado norteamericano. Ello podría significar para Cuba compras anuales
superiores a los mil millones de dólares, si sólo ejecutara en este
mercado la cuarta parte de sus importaciones actuales, con mejores
precios y ahorro considerable de fletes y seguros, y mayores facilidades
de transportación.
Autorizar a Cuba a exportar libremente, como cualquier otro país, al
mercado norteamericano. Ello no sólo beneficiaría a Cuba con el acceso a
un nuevo mercado, sino permitiría a los norteamericanos acceder a
productos cubanos, como nuestros afamados puros habanos o la vacuna
contra la meningitis meningocócica, única de su tipo en el mundo.
Permitir a los ciudadanos norteamericanos viajar libremente como
turistas a Cuba. Ello permitiría a Cuba recibir no menos de un millón y
medio de visitantes y a éstos conocer uno de los países más seguros y
hospitalarios del mundo.
Devolver los activos cubanos congelados en bancos norteamericanos, una
parte de los cuales ha sido arbitrariamente robada.
Autorizar a las compañías norteamericanas a invertir en Cuba, donde
recibirían un trato no discriminatorio en relación con otros
inversionistas extranjeros, con todas las garantías previstas en la
legislación cubana.
Establecer regulaciones para la protección de marcas y patentes cubanas
en Estados Unidos, en virtud de la legislación internacional sobre
propiedad intelectual. Cuando ello ocurra, no se repetirán actos tan
deshonestos como, por ejemplo, el robo de la marca de ron cubano Havana
Club por una compañía norteamericana.
Eliminar las medidas discriminatorias que impiden hoy a los cubanos que
viven en los Estados Unidos viajar libremente a Cuba y ayudar
económicamente a sus familias en la isla. Los cubanos son hoy el único
grupo nacional dentro de Estados Unidos contra el que se aplican estas
medidas.
Negociar con Cuba un arreglo justo y honorable para la compensación de
las casi 6 mil empresas y ciudadanos de Estados Unidos cuyas propiedades
fueron nacionalizadas en los primeros años de la Revolución como paso
soberano indispensable para el desarrollo económico y social del país.
Fue precisamente el bloqueo lo que impidió a los norteamericanos recibir
la indemnización correspondiente. Cuba reconoce su derecho, y estaría
dispuesta a llegar a un arreglo que tomara en cuenta también las
gravísimas afectaciones económicas y humanas infligidas a nuestro país
por el bloqueo.
Señor Presidente:
El cese de la política de agresiones contra Cuba, que por más de cuatro
décadas diez sucesivas administraciones norteamericanas han ejecutado
con implacable rigor, y el establecimiento de relaciones normales entre
nuestros dos países, demandaría la adopción por el gobierno de los
Estados Unidos de las siguientes decisiones:
1. Derogación de la Ley de Ajuste Cubano, responsable de la muerte de
miles de emigrantes ilegales, incluyendo niños. La última tragedia
ocurrió la pasada semana. En una operación de tráfico de personas,
naufragó una lancha que, procedente de Miami, recogió ilegalmente en las
costas cubanas a un grupo de emigrantes ilegales, con el trágico saldo
de más de 30 muertos, entre ellos numerosos niños. En un momento como
este, en que Estados Unidos incrementa la protección de sus fronteras,
constituiría un contrasentido inexplicable el hecho de que no
contribuyera a ordenar el tráfico migratorio entre los dos países. Cuba
propuso a Estados Unidos una ampliación sustancial del acuerdo
migratorio vigente, y espera una respuesta.
2. Cooperación con Cuba en la lucha contra el tráfico de drogas. Hoy
existe un intercambio muy limitado en esta área. Cuba propuso un
incremento sustancial de la cooperación, incluyendo la firma de un
acuerdo antidrogas, y espera por la respuesta de Estados Unidos.
3. Cese de las trasmisiones ilegales de televisión y radio hacia Cuba.
¿Cómo se podrá justificar un día que el gobierno de los Estados Unidos
haya dedicado casi 400 millones de dólares a este programa subversivo,
para complacer a la minoría extremista que en Miami lucra con este
financiamiento, en vez de dedicarlos, por ejemplo, a comprar
computadoras para escuelas públicas de los barrios pobres de este país?
4. Cese de la arbitraria inclusión de Cuba en la lista de Estados que
patrocinan el terrorismo, que elabora el Departamento de Estado.
Constituye una afrenta para el pueblo cubano, que como se sabe ha sido
víctima precisamente de incontables acciones terroristas organizadas y
financiadas con total impunidad desde el territorio de los Estados
Unidos.
5. Cese de los intentos de subversión dentro de Cuba, con el empleo
incluso de cuantiosas sumas del presupuesto federal; cese de las
campañas difamatorias y de la presión contra nuestro país en los
organismos internacionales. Cese de la impunidad para los grupos
terroristas que han actuado contra Cuba desde Miami.
6. Renuncia a continuar ocupando, en contra de la voluntad soberana del
pueblo cubano, el territorio de la base naval de Guantánamo. Aunque allí
se sostienen hoy relaciones respetuosas y de cooperación entre los
militares estadounidenses y cubanos, símbolo premonitorio de lo que
pudieran llegar a ser alguna vez las relaciones oficiales entre nuestros
países, y al parecer quedaron atrás los años en que desde allí se
asesinó a jóvenes cubanos, Cuba no renuncia a ejercer algún día su
soberanía sobre ese territorio mediante métodos políticos y pacíficos.
Se cerraría con ello una página amarga de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos.
Señor Presidente:
El bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba debe ser levantado. No
pueden continuar desconociéndose las resoluciones que desde 1992 esta
Asamblea ha venido aprobando.
El bloqueo es ilegal. Viola la Carta de las Naciones Unidas, afecta el
comercio internacional y la libertad de navegación. Sanciona a
empresarios de terceros países en franca actuación extraterritorial.
El bloqueo no tiene justificación ética ni jurídica. Viola las
convenciones de Ginebra. Impide el acceso de los cubanos a medicinas y
alimentos, lo que el derecho internacional prohíbe hacer aun en tiempo
de guerra.
El bloqueo no tiene apoyo mayoritario en los Estados Unidos. En el
Senado y la Cámara de Representantes resulta evidente el consenso a
favor de cambiar esta política. La prensa, las iglesias, el sector
empresarial, la gente común, se cuestionan cada vez más por qué se trata
como enemigo a un país que no constituye una amenaza para los Estados
Unidos y no se siente enemigo de su pueblo.
El bloqueo viola los derechos del pueblo norteamericano, para favorecer
los intereses mezquinos de una minoría inescrupulosa que no ha vacilado
incluso en usar la violencia y el terrorismo contra el pueblo cubano.
El bloqueo viola los derechos de los cubanos que viven en los Estados
Unidos. Les impide sostener relaciones normales con sus familias en
Cuba.
El bloqueo ha ocasionado daños económicos a Cuba que superan los 70 mil
millones de dólares, los cuales se suman a cifras aún más elevadas por
el daño humano y económico infligido a nuestro pueblo durante más de 40
años de agresiones armadas, sabotajes y terrorismo, cuya indemnización
nuestro país, con toda justicia, ha reclamado.
El bloqueo es rechazado por la comunidad internacional. El año pasado,
por novena ocasión consecutiva, esta Asamblea reclamó, con el voto
favorable de 167 de sus miembros, el cese del bloqueo contra Cuba.
El bloqueo es la más grave violación de los derechos humanos de los
cubanos.
El bloqueo se mantiene por razones de política interna en los Estados
Unidos. Se dice que la minoría que reclama el mantenimiento del bloqueo
tiene influencia electoral y se opone con su dinero y sus votos a
cualquier cambio. Se dice que así es la política en Estados Unidos y que
hay que aceptar sus reglas. Y yo pregunto: ¿acaso se puede justificar
con estas razones el intento de rendir a todo un pueblo mediante el
hambre y las enfermedades?
Señor Presidente:
Se equivoca quien vea en estas palabras un lamento. Se equivoca quien
confunda nuestra ausencia de odio con debilidad. Se equivoca quien crea
que el pueblo de Cuba puede ser rendido. Se equivoca quien piense que
los cubanos estamos dispuestos a renunciar a nuestra independencia y a
nuestra libertad. Se equivoca quien espere que los cubanos renunciemos a
la justicia social que hemos conquistado.
En nombre del pueblo cubano, en nombre del derecho internacional, en
nombre de la razón, en nombre de la justicia, pido a la Asamblea General
de las Naciones Unidas expresar nuevamente su apoyo al cese efectivo del
bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra
Cuba.
Muchas gracias.
------------------ schnapp --------------------------------
Lüko Willms http://www.mlwerke.de
/--------- L.WI...@jpberlin.de -- Alle Rechte vorbehalten --
"Ohne Pressefreiheit, Vereins- und Versammlungsrecht ist keine
Arbeiterbewegung möglich" - Friedrich Engels (Februar 1865)
Anlaß war die Diskussion über die 10. Verabschiedung einer
Resolution, die die Blockadepolitik der USA gegen Cuba verurteilt.
--------- schnipp -----------------------------------------
Felipe Pérez Roque. 56. Sitzungsperiode der Vollversammlung der
Vereinten Nationen; New York. (27/11/2001)
Rede Sr. Exzellenz Herr Felipe Pérez Roque, Minister für Auswärtige
Angelegenheiten der Republik Kuba, anläßlich der Vorlage des Entwurfes
der Resolution über ,Notwendigkeit der Aufhebung der Wirtschafts-,
Handels- und Finanzierungsblockade der USA gegen Kuba" im Rahmen des
Themas 34 des Programmes der 56. Sitzungsperiode der Vollversammlung der
Vereinten Nationen; New York, 27. November 2001
Herr Präsident:
Eine seltsame Nachricht ging in diesen Tagen um die Welt. Zum ersten Mal
in mehr als vierzig Jahren hat die Regierung der Vereinigten Staaten
ausnahmsweise den Verkauf einer bestimmten Menge von Lebensmitteln,
Medikamenten und Rohstoffen zur Medikamentenherstellung an Kuba
genehmigt. Dieses Mal darf Kuba die US-amerikanischen Lieferanten direkt
in US-Dollar bezahlen. Dennoch konnte man nicht arrangieren, daß
kubanische Schiffe die Ware von US-amerikanischen Häfen aus zur Insel
transportieren. Das Geflecht von gesetzlichen Verboten, das in der
Blockade gegen Kuba enthalten ist, ist so komplex, daß dieses Hindernis
nicht einmal bei gutem Willen beider Regierungen überwunden werden
konnte. US-amerikanische oder Schiffe aus Drittländern werden diese
Aufgabe übernehmen.
Am vergangenen 7. November drückte die US-Regierung ihr tiefes Bedauern
und ihre Sorge gegen über dem kubanischen Volk aus Anlaß der
weitreichenden Schäden aus, die der Hurrikan ,Michelle" auf seinem Weg
über das kubanische Staatsgebiet verursachte, und sie bekundete ihre
Bereitschaft, sofort die Hilfsbedürfnisse mit Blick auf einen möglichen
humanitären Beistand zu veranschlagen. Es handelte sich um eine
ungewöhnliche Geste, der Kuba ihren entsprechend Stellenwert beimaß. In
vierzig Jahren spannungsgeladener Beziehungen zwischen beiden Ländern
war niemals etwas Ähnliches geschehen.
Kuba antwortete, indem es ausnahmsweise die US-Regierung darum bat,
kubanischen Staatsunternehmen den raschen Erwerb von bestimmten Mengen
an Lebensmitteln, Medikamenten und Rohstoffen für die
Medikamentenherstellung zu gestatten mit dem Ziel, so schnell wie
möglich seine Reserven als Vorsorge vor jeglicher neuen Naturkatastrophe
wieder aufzufüllen. Kuba bat ebenfalls darum, bar in US-Dollar oder
jeglicher anderen konvertierbaren Währung zu bezahlen, sowie um die
Verwendung von kubanischen Schiffen als für das Land praktischste,
schnellste und wirtschaftlichste Transportart.
Die diplomatischen Gespräche verliefen im Unterschied zu vielen anderen
Malen in der Vergangenheit ohne Spannungen und es herrschte in ihnen
Respekt und ein Geist der Zusammenarbeit vor.
Nun müßte man fragen: Warum waren besondere Verhandlungen für eine so
einfache und weltweit so gewöhnliche Transaktion vonnöten? Warum
benötigt man besondere Formalitäten, damit Kuba in den Vereinigten
Staaten Erythromycin für kinderärztlichen Bedarf, Vitamin A, Cortisol,
Reis oder Milchpulver kauft?
Wie konnte über die Jahre hinweg ein so ausgeklügeltes und perfektes
System geschaffen werden, das einem ganzen Volk den Zugang zu
Lebensmitteln und lebenswichtigen Medikamenten, zu Technologien und
Ersatzteilen, zu medizinischen Geräten und wissenschaftlicher
Information verwehrt? Kann man eines Tages im Lichte der Ethik, des
Völkerrechts und der Gerechtigkeit die obsessive Aufrechterhaltung der
Wirtschafts-, Finanzierungs- und Handelsblockade der Vereinigten Staaten
gegen Kuba über mehr als vier Jahrzehnte erklären?
Nun durfte Kuba jetzt zumindest ein einziges Mal bei den Vereinigten
Staaten etwas kaufen. Bedeutet dies etwa das Ende der Blockade? Nein.
Diese Vollversammlung sollte niemals den Fehler begehen, diese Ausnahme
als eine Regel aufzufassen. Bedeutet es etwa den Beginn des Endes der
Blockade gegen Kuba? Ich könnte dies nicht versichern. Es gibt
Politiker, die mitunter um den gesunden Menschenverstand einen Bogen
machen
Wäre Kuba bereit, unter diesen Bedingungen erneut Käufe zu tätigen? Es
wäre wünschenswert, doch es ist praktisch unmöglich. Deswegen haben wir
gesagt, daß es unbegreiflich ist, daß ein Land von den Vereinigten
Staaten kaufen kann, wenn kein normaler Handel existiert, wenn es nicht
auch seine Produkte und Dienstleistungen dorthin verkaufen kann. Nur
unter diesen besonderen und außergewöhnlichen Umständen haben wir auf
diese Weise handeln können, ohne irgendeine handelsspezifische
Gegenseitigkeit, unter Überwindung absurder Hindernisse und auf der
Suche nach Alternativen, um die unzähligen Gesetze und Sonderregelungen
zu umgehen, die heutzutage die Beziehungen und den Handel zwischen Kuba
und den Vereinigten Staaten verbieten. Man kann in der Zukunft keine
normalen Handelsbeziehungen zwischen beiden Ländern erwarten, wenn dies
nicht im Ergebnis der totalen Aufhebung der anachronistischen US-
amerikanischen Blockade gegen Kuba geschieht.
Nun, wünscht Kuba das Ende der Blockade? Ja. Die Blockade ist heute das
Haupthindernis für die wirtschaftliche Entwicklung Kubas und sie ist
verantwortlich für das Leiden und die Entbehrungen von Millionen von
Kubanern. Wünscht Kuba die Wiederherstellung von normalen und von
gegenseitigem Respekt getragenen Beziehungen mit den Vereinigten
Staaten? Ja. Und Kuba ist darauf vorbereitet. Es hegt keine sterilen
Haßgefühle oder Rachegelüste. Wir sind ein nobles Volk mit politischer
Kultur, und wir sehen in Millionen von US-Amerikanern und der Mehrheit
der in den USA lebenden Kubaner ebenfalls Opfer der nicht zu
rechtfertigenden Verbote der Blockade.
Ist Kuba bereit, für die Aufhebung der Blockade Konzessionen einzugehen,
die seinen Prinzipien abträglich sind? Nein, und tausendmal nein. Wir
kennen den Preis der Unabhängigkeit. Wir haben 130 Jahre für sie
gekämpft. Wir haben bereits den süßen Geschmack der Freiheit gekostet,
und es gibt keine Kraft auf der Welt, die uns darauf verzichten läßt.
Für die Aufhebung der Blockade und die Beendigung des Wirtschaftskriegs
gegen Kuba wäre es notwendig, daß die US-Regierung die folgenden
Maßnahmen ergreift.
Die Abschaffung des Helms-Burton-Gesetzes, daß unter seinen zahlreichen
aggressiven Maßnahmen gegen Kuba harte Sanktionen gegen Unternehmer aus
Drittländern festlegt, die mit Kuba in Geschäftsbeziehungen stehen. Wir
kennen einige dieser Unternehmer; ihnen und ihren Familien wurden die
Visa für Reisen in die USA verweigert, doch sie halten mit Würde an
ihrer Entscheidung fest, mit Kuba Beziehungen zu unterhalten.
Die Abschaffung des Torricelli-Gesetzes, das neben anderen Maßnahmen
Schiffen aus Drittländern, die an kubanischen Häfen anlegen, den Zugang
zu US-amerikanischen Häfen verbietet und den in Drittländern ansässigen
Tochterfirmen US-amerikanischer Unternehmen Verkäufe nach Kuba
untersagt. Bei diesen tätigte unser Land im Jahr 1992 Käufe im Wert von
etwa 700 Millionen Dollar, insbesondere Lebensmittel und Medikamente.
Die Beseitigung des absurden Verbots, wonach die von den Vereinigten
Staaten aus Drittländern importierten Waren keine kubanischen Rohstoffe
enthalten dürfen. Ist es wirklich zu rechtfertigen, von einem
japanischen Autoproduzenten zu fordern, daß er für den Export in die USA
bescheinigt, daß die verwendeten Stahlteile kein kubanisches Nickel
enthalten? Ist es zu rechtfertigen, von einem kanadischen
Süßwarenhersteller zu fordern, daß diese keinen kubanischen Zucker
enthalten?
Die Beendigung der heutzutage weltweit von Botschaften und Agenturen der
US-Regierung durchgeführten krankhaften Verfolgung jeglicher Möglichkeit
eines Geschäfts mit Kuba und jedes kubanischen Versuchs, Zugang zu einem
neuen Markt oder einen Kredit zu erhalten.
Die Gewährung des Zugangs für Kuba zum US-amerikanischen und
internationalen Finanzierungssystem. Hätte Kuba Zugang zu den 53
Milliarden Dollar gehabt, die Lateinamerika und der Karibik zwischen
1997 und 2000 von globalen und regionalen Geldinstituten geliehen
wurden, hätte es Darlehen in Höhe von etwa 1,2 Milliarden Dollar unter
unvergleichlich günstigeren Bedingungen als denjenigen erhalten, die
Kuba zur Zeit gewährt bekommen kann.
Die Erlaubnis für Kuba, den US-Dollar bei seinen externen Transaktionen
zu verwenden, und zwar nicht nur bei denen, die mit US-Firmen
abgewickelt werden, sondern auch mit Drittländern, was heutzutage durch
die Regelungen der Blockade verboten ist. Dies zwingt Kuba zu ständigen
Änderungen der verwendeten Währung mit den daraus folgenden Verlusten
aus den Kursschwankungen
Die Genehmigung für Kuba, wie jedes andere Land auch frei auf dem US-
Markt einzukaufen. Dies könnte bedeuten, daß Kuba jährlich Waren im Wert
von mehr als einer Milliarde Dollar kauft, wenn es von diesem Markt nur
ein Viertel der aktuellen Importe bezieht, mit beträchtlichen
Einsparungen an Frachtkosten und Versicherungen und größeren
Transporterleichterungen.
Die Genehmigung für Kuba, wie jedes andere Land auch frei auf den US-
Markt zu exportieren. Dies würde nicht nur Kuba mit dem Zugang zu einem
neuen Markt begünstigen, sondern es erlaubte den US-Amerikanern auch, an
kubanische Produkte zu gelangen, wie zum Beispiel an unsere berühmten
Habanos oder das weltweit einzige Impfserum gegen Meningokokken.
Die Erlaubnis für US-Bürger, ungehindert als Touristen nach Kuba zu
reisen. Dies würde Kuba erlauben, mindestens anderthalb Millionen
Besucher zu empfangen, und es würde diesen ermöglichen, eines der
sichersten und gastfreundlichsten Länder der Welt kennenzulernen.
Die Rückgabe der auf US-amerikanischen Banken eingefrorenen kubanischen
Aktiva, von denen ein Teil willkürlich gestohlen worden ist.
Die Genehmigung für US-amerikanische Unternehmen, in Kuba zu
investieren, wo sie anderen ausländischen Investoren gegenüber
keinesfalls eine diskriminierende Behandlung erfahren, mit allen in der
kubanischen Gesetzgebung vorgesehenen Garantien.
Die Festlegung von Regelungen zum Schutz von kubanischen Marken und
Patenten in den Vereinigten Staaten, im Einklang mit der internationalen
Gesetzgebung über das Urheberrecht. Wenn dies geschieht, wiederholen
sich nicht solche unwürdigen Aktionen wie zum Beispiel der Raub der
Marke des kubanischen Rums Havana Club durch ein US-amerikanisches
Unternehmen
Die Beseitigung der diskriminierenden Maßnahmen, welche heutzutage die
in den USA lebenden Kubaner daran hindern, ungehindert nach Kuba zu
reisen und ihre Angehörigen auf der Insel ökonomisch zu unterstützen.
Die Kubaner sind heute die einzige nationale Gruppe in den Vereinigten
Staaten, gegen die diese Maßnahmen angewandt werden.
Die Verhandlung mit Kuba über eine gerechte und ehrenvolle Einigung über
die Entschädigung von fast 6 000 Unternehmen und Bürgern der Vereinigten
Staaten, deren Besitztümer in den ersten Jahren der Revolution als
unerläßlicher souveräner Schritt für die wirtschaftliche und soziale
Entwicklung des Landes verstaatlicht wurden. Es war eben genau die
Blockade, welche die US-Amerikaner daran hinderte, die entsprechende
Entschädigung zu erhalten. Kuba erkennt ihr Recht an und wäre bereit, zu
einer Vereinbarung zu gelangen, die ebenso die überaus schweren
wirtschaftlichen und menschlichen Schäden berücksichtigt, die unserem
Land durch die Blockade auferlegt wurden.
Herr Präsident:
Die Beendigung der Aggressionspolitik gegen Kuba, die sechzehn
aufeinanderfolgende US-amerikanische Administrationen über vier
Jahrzehnte hinweg mit unerbittlicher Härte durchgeführt haben, und die
Einrichtung von normalen Beziehungen zwischen unseren beiden Ländern
würden erfordern, daß die US-Regierung die folgenden Entscheidungen
fällt:
Abschaffung des Cuban Adjustment Act, verantwortlich für den Tod von
Tausenden von illegalen Emigranten, einschließlich Kinder. Die letzte
Tragödie geschah die vergangene Woche. Bei einer Operation des
Menschenschmuggels sank ein aus Miami stammendes Schnellboot, das an der
kubanischen Küste auf ungesetzliche Weise eine Gruppe von illegalen
Emigranten an Bord genommen hatte. Das tragische Ergebnis sind über 30
Tote, darunter viele Kinder. In einem Moment wie diesem, in dem die
Vereinigten Staaten den Schutz ihrer Grenzen verstärken, wäre es eine
unerklärliche Sinnwidrigkeit, wenn sie nicht zu einer Regelung des
Migrationsverkehrs zwischen den beiden Ländern beitrügen. Kuba schlug
den Vereinigten Staaten eine substantielle Erweiterung des gültigen
Migrationsabkommens vor und wartet auf eine Antwort.
Zusammenarbeit mit Kuba beim Kampf gegen den Drogenhandel. Heute
existiert ein sehr begrenzter Austausch auf diesem Gebiet. Kuba schlug
eine substantielle Verstärkung der Kooperation vor, einschließlich der
Unterzeichnung einer Vereinbarung zur Drogenbekämpfung, und wartet auf
eine Antwort der Vereinten Staaten.
Beendigung der nach Kuba gerichteten illegalen Fernseh- und
Hörfunksendungen. Wie wird man eines Tages rechtfertigen, daß die US-
Regierung fast 400 Millionen Dollar für dieses subversive Programm
aufgewendet hat, um der extremistischen Minderheit gefällig zu sein, die
sich in Miami mit dieser Finanzierung bereichert, statt die Gelder zum
Beispiel für den Kauf von Computern für staatliche Schulen in den armen
Stadtvierteln dieses Landes zu verwenden?
Beendigung der willkürlichen Aufnahme Kubas in die vom State Department
erstellte Liste der Staaten, die den Terrorismus fördern. Dies stellt
eine Beleidigung dar für das kubanische Volk, das bekanntlich das Opfer
unzähliger terroristischer Aktionen war, die mit völliger Straflosigkeit
vom Staatsgebiet der Vereinigten Staaten aus organisiert und finanziert
wurden.
Beendigung der Subversionsversuche in Kuba selbst, wobei dafür sogar
hohe Summen aus dem Bundeshaushalt verwendet wurden; Beendigung der
Diffamierungskampagnen und des Drucks gegen unser Land in den
internationalen Institutionen; Beendigung der Straflosigkeit für die
terroristischen Gruppen, die von Miami aus gegen Kuba agiert haben.
Verzicht auf die fortgesetzte Besetzung - gegen den souveränen Willen
des kubanischen Volkes - des Territoriums des Marinestützpunktes
Guantánamo. Obgleich dort heutzutage respektvolle und kooperative
Beziehungen zwischen den US-amerikanischen und kubanischen
Armeeangehörigen unterhalten werden - als Symbol für das, was die
offiziellen Beziehungen zwischen unseren Ländern einmal werden könnten,
und scheinbar wurden die Jahre überwunden, da von dort aus junge Kubaner
ermordet wurden -, verzichtet Kuba nicht darauf, eines Tages seine
Souveränität über dieses Territorium mittels politischer und friedlicher
Methoden auszuüben. Damit würde eine bittere Seite der Beziehungen
zwischen Kuba und den Vereinigten Staaten geschlossen.
Herr Präsident:
Die Blockade der Vereinigten Staaten gegen Kuba muß aufgehoben werden.
Die seit 1992 von dieser Versammlung verabschiedeten Resolutionen dürfen
nicht weiterhin ignoriert werden.
Die Blockade ist rechtswidrig. Sie verletzt die Charta der Vereinten
Nationen, beeinträchtigt den internationalen Handel und die freie
Schiffahrt. Sie sanktioniert Unternehmer aus Drittländern, was ein
offenes extraterritoriales Handeln darstellt.
Die Blockade ist weder ethisch noch juristisch zu rechtfertigen. Sie
verletzt die Genfer Konventionen. Sie verhindert den Zugang der Kubaner
zu Medikamenten und Lebensmitteln, was das Völkerrecht sogar in
Kriegszeiten verbietet.
Die Blockade verfügt über keine mehrheitliche Unterstützung in den USA.
Im Senat und im Repräsentantenhaus ist der Konsens zugunsten einer
Änderung dieser Politik offenkundig. Die Presse, die Kirchen, der
Unternehmenssektor und der einfache Bürger fragen sich immer mehr, warum
man ein Land als Feind behandelt, das keine Gefahr für die Vereinigten
Staaten darstellt und sich nicht als Feind des US-amerikanischen Volkes
fühlt.
Die Blockade verletzt die Rechte des US-amerikanischen Volkes, um die
erbärmlichen Interessen einer skrupellosen Minderheit zu begünstigen,
die nicht einmal gezögert hat, Gewalt und Terrorismus gegen das
kubanische Volk anzuwenden.
Die Blockade verletzt die Rechte der in den Vereinigten Staaten lebenden
Kubaner. Sie hindert sie daran, normale Beziehungen zu ihren Angehörigen
in Kuba zu unterhalten.
Die Blockade hat Kuba wirtschaftlichen Schaden verursacht, der über 70
Milliarden Dollar hinausgeht. Diese werden den noch höheren Beträgen aus
dem menschlichen und ökonomischen Schaden hinzugerechnet, der unserem
Volk in mehr als 40 Jahren bewaffneter Aggressionen, Sabotage- und
Terrorakten zugefügt wurden, deren Entschädigung unser Land mit vollem
Recht gefordert hat.
Die Blockade wird von der Völkergemeinschaft verworfen. Im vergangenen
Jahr forderte diese Versammlung zum neunten Mal aufeinanderfolgend -
diesmal mit 167 Ja-Stimmen ihrer Mitglieder - die Beendigung der
Blockade gegen Kuba.
Die Blockade ist die schwerste Verletzung der Menschenrechte der
Kubaner.
Die Blockade wird aus Gründen der Innenpolitik der Vereinigten Staaten
aufrechterhalten. Es heißt, jene die Aufrechterhaltung der Blockade
fordernde Minderheit habe Einfluß auf die Wahlen und blockiere mit ihrem
Geld und ihren Stimmen jegliche Veränderung. Man sagt, so sei die
Politik der Vereinigten Staaten und man müsse die Regeln akzeptieren.
Und ich frage: Kann man etwa mit diesen Gründen die Absicht
rechtfertigen, ein Volk durch Hunger und Krankheiten zum Aufgeben zu
zwingen?
Herr Präsident:
Es irrt sich derjenige, der in diesen Worten ein Jammern sieht. Es irrt
sich derjenige, der unseren fehlenden Haß mit Schwäche verwechselt. Es
irrt sich derjenige, der glaubt, daß das kubanische Volk zur Aufgabe
gezwungen werden kann. Es irrt sich derjenige, der denkt, wir Kubaner
seien bereit, auf unsere Unabhängigkeit und unsere Freiheit zu
verzichten. Es irrt sich derjenige, der hofft, wir Kubaner würden auf
die soziale Gerechtigkeit verzichten, die wir erobert haben.
Im Namen des kubanischen Volkes, im Namen des Völkerrechts, im Namen der
Vernunft, im Namen der Gerechtigkeit, bitte ich die Vollversammlung der
Vereinten Nationen, erneut ihre Unterstützung für die wirksame
Beendigung der Wirtschafts-, Handels- und Finanzierungsblockade der
Vereinigten Staaten gegen Kuba auszudrücken.
Vielen Dank.
------------------ schnapp --------------------------------
Lüko Willms http://www.mlwerke.de
/--------- L.WI...@jpberlin.de -- Alle Rechte vorbehalten --
"Regierung aus dem Volke, durch das Volk und für das Volk"
- Abraham Lincoln, Ansprache in Gettysburg, 19.11.1863
"... was in die revolutionäre Sprache von heute übersetzt heißt:
eine Regierung von Arbeitern, durch Arbeiter und für Arbeiter"
- Fidel Castro, November 1994
Du darfst dich informieren, was eine Blockade ist.
Helge
[...]
Erkläre mir bitte was eine Blockade ist .
momo
> [...]
>
>
>
HH> "Lueko Willms" <l.wi...@jpberlin.de> schrieb im Newsbeitrag
LW>> Zum 10. Male in Folge hat die UNO-Vollversammlung am 27.11.2001 die
LW>> Blockadepolitik der USA gegen Cuba verurteilt.
HH> Du darfst dich informieren, was eine Blockade ist.
Danke für die freundliche Erlaubnis.
Ich hatte das natürlich vorher schon getan, ohne Ihre Genehmigung
abzuwarten, denn sonst hätte ich das obige ja nicht schreiben können.
Lüko Willms http://www.mlwerke.de
/--------- L.WI...@jpberlin.de -- Alle Rechte vorbehalten --
"Regierung aus dem Volke, durch das Volk und für das Volk"
Das Problem ist, daß deine Verwendung des Begriffes "Blockade" falsch ist.
Eine Blockade ist ein kriegrischer Akt, bei dem durch den Einsatz von
Marinestreitkräften etc. der Schiffsverkehr des Gegners unterbunden wird. Es
ist mir neu, daß die US-Marine mit Gewalt Frachter anderer Nationen am
Einlaufen in kubanischen Häfen hindert. Vom Zeitpunkt der Kuba-Krise mal
abgesehen.
Helge
Eine Blockade ist ein kriegerischer Akt, in dem eine Kriegspartei versucht,
mittels Marinestreitkräften etc. Schiffe anderer Nationen notfalls mit
Gewalt am Ein- und Auslaufen in den Häfen des Kriegsgegners zu hindern. Und
das tun die USA nicht. Sie haben "nur" ein Handelsembargo über Kuba
verhängt, und das gilt auch nur für US-Firmen und -Bürger. Ich selber halte
das für falsch, aber eine Blockade ist etwas anderes.
Helge
HH> ist mir neu, daß die US-Marine mit Gewalt Frachter anderer Nationen
HH> am Einlaufen in kubanischen Häfen hindert. Vom Zeitpunkt der
HH> Kuba-Krise mal abgesehen.
Es gibt ein US-amerikanisches Gesetz, wonach kein Schiff einen US-
amerikanischen Hafen anlaufen darf, das in den davor liegenden 6 Monaten
einen cubanischen Hafen besucht hat. Dies Gesetz wird -- man sieht es
derzeit in Afghanistan -- mit allen Machtmitteln der USA durchgesetzt.
Und der Binnenmarkt der USA ist nun mal der größte Teil des
Weltmarktes. Die Drohung reicht, nach dem alten US-amerikanischen Motto
von "Speak low and carry a big stick" -- sprich leise und trage einen
dicken Stock bei dir.
Außerdem -- ich schreibe es zum x-ten Male -- verbieten die USA
jegliche Einfuhr von Gütern, die cubanische Produkte beinhalten, was
genauso für Süßwaren gelten würde, die cubanischen Zucker verwenden,
oder Autos, deren Stahl mit cubanischem Nickel hergestellt wurde, oder
Impfstoffe gegen Meningitis-C, die weltweit nur in Cuba hergestellt
werden, und weswegen in den USA weiterhin Menschen an Meningitis sterben
müssen, obwohl sie dagegen geimpft werden könnten.
MfG,
Lüko Willms http://www.mlwerke.de
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"Es sind nicht die Generäle und Könige, die die Geschichte machen,
sondern die breiten Massen des Volkes" - Nelson Mandela