
¿Cambio o Continuismo?
Los graves problemas que arrastra nuestro país siguen latentes y a la espera de ser encarados sin medias tintas. El candidato Castillo prometió grandes cambios que ahora como gobierno se niega hacer; no porque renuncie al cambio, sino porque quiere hacerlo junto y con la anuencia de los grandes gremios capitalistas que controlan la bolsa, la banca y la economía del país, a quienes sigue considerando como “aliados estratégicos”. Por esa razón, el primer ministro Guido Bellido en su presentación para solicitar el voto de confianza expuso un discurso conciliador, plagado de generalidades, tibios anuncios y grandes omisiones.
Lo que no termina de entender el gobierno, ni gran parte de la izquierda reformista, es que no existen capitalistas buenos, ni malos. Ellos buscan incrementar sus ganancias en base a la explotación del pueblo trabajador, pueblo que con intereses irreconciliablemente antagónicos, busca mejorar sus condiciones de vida con la lucha sindical, social y política contra sus enemigos de clase. El problema no es moral, es político. No olvidemos que los gobiernos neoliberales impusieron sus políticas pro patronales sin consultar a la clase trabajadora ni a las grandes mayorías, políticas de ajuste y saqueo heredadas de la dictadura que se sostuvieron con chantaje, represión y criminalización de la protesta. Los corruptos gobiernos neoliberales gobernaron a beneficio de los ricos y poderosos, aunque en el discurso se disfrazaban como “gobiernos populares”; el gobierno de Castillo quiere ser un gobierno para todos: de trabajadores y capitalistas, pero los capitalistas sonríen y no le creen porque eso no se puede, es una ilusión y una utopía reaccionaria que confunde al pueblo, pues los trabajadores no pueden confiar en la buena voluntad de los capitalistas.
Por ello, los corruptos grupos neoliberales que defienden los intereses de los poderosos continúan su plan desestabilizador y aprovechan los torpes errores del gobierno para profundizar su debilitamiento e imponer mediáticamente una falsa y mediocre agenda nacional para negociar mejor sus intereses en mejores condiciones con el nuevo gobierno ordenándolo, mientras los productos de primera necesidad se encarecen a consecuencia del incremento de los precios internacionales, el aumento en el precio del dólar y de los fletes, factores que nos recuerdan la fragilidad de nuestra extranjerizada economía nacional. Pero también hay un factor político asociado a la especulación de precios y el tipo de cambio junto a la macartista campaña del “terruqueo”, alimentada por las derechas a través de sus grandes medios de desinformación. Lo que Aliaga dijo es parte del programa de lo más reaccionario de la derecha cavernaria: «Velarde debió dejar el tipo de cambio en seis soles para que la gente pobre sienta», y que ahora las derechas por diversos canales lo vienen haciendo con el claro objetivo de debilitar al gobienro, echándole la culpa de todo para hacerlo más antipopular, creando las condiciones para deshacerse de él antes de los cinco años.
El gobierno de Castillo es responsable en el sentido de que no toma las urgentes y necesarias medidas de fondo para frenar la crisis sanitaria y económica. Tomarlas significaría abandonar el discurso de conciliación de clases, apoyarse en el movimiento social y enfrentarse a las poderosas familias capitalistas dueñas de los grandes medios de producción que no quieren que nada cambie. Pero ese no es el programa del gobierno, por el contrario, repite sin cesar que respetará la propiedad privada de los medios de producción de los grandes capitalistas. Para el gobierno reformista de Castillo-Bellido-Francke el problema está en la distribución de la riqueza, por eso el techo de su propuesta es redistribuirla como un “Robin Hood”, pero no quitándoles a los más ricos, sino más bien mendigándoles, tocando su corazón antes que sus bolsillos.
Nadie esperaba un cambio inmediato, pero sí medidas concretas que señalaran el camino de dicho cambio. Eso no sólo no ocurrió, sino que las señales que hasta el momento ha dado el gobierno apuntan a un camino opuesto. Prueba de ello es el proyecto de presupuesto 2022 sustentado por el Premier Guido Bellido y su ministro de economía Pedro Francke, un presupuesto continuista que mantiene las políticas de ajuste presupuestal, el congelamiento de salarios y la precarización del empleo, junto al tramposo pago de la deuda externa, mientras mantiene el desfinanciamiento de la salud y la educación pública que nuestro pueblo necesita. En el manejo de la política exterior la cosa no va mejor. Tras la innecesaria salida de Béjar, el nuevo canciller Óscar Maurtua renueva el convenio del Perú con la agencia yanqui (USAID) y todo parece indicar que mantendrá los inservibles Tratados de Libre Comercio y los corruptos contratos con las grandes transnacionales elevados a rango de Ley por la constitución fujimorista junto a los acuerdos saqueadores con el FMI, el endeudamiento crónico y el sometimiento imperialista. En materia laboral se esperaba acciones concretas a favor de la clase trabajadora asalariada y no asalariada, medidas orientadas a elevar los salarios, recuperar los empleos y luchar contra la precariedad laboral reinante tanto en el sector público como el privado. Asimismo, se esperaba la inmediata eliminación de la suspensión perfecta de labores, los ceses colectivos y todos los mecanismos impuestos por los corruptos gobiernos neoliberales para salvar la ganancia de los grandes capitalistas. Nada de esto ha ocurrido.
En suma, el gobierno de izquierda y frente populista de Castillo, con su política de pactos y conciliación de clases, va camino a convertirse en el sostén de este descompuesto régimen de representación y su agotado modelo capitalista de acumulación neoliberal. No obstante, la expectativa de las masas trabajadoras y sectores populares, excluidos de los sectores productivos y del beneficio del crecimiento económico del país, esperan un cambio de fondo a nivel económico y social. Esas expectativas comienzan a mellarse al no encontrar mejoras en sus condiciones de vida y que las promesas de campaña se postergan a un futuro incierto ya que el apoyo al gobierno no significa un cheque en blanco ni tregua alguna. Por eso el cambio de la constitución debe ir acompañada de medidas concretas que pueblo trabajador necesite y se movilice por defender. Luchamos por nuestros derechos laborales, mejores condiciones de vida y un cambio de rumbo del país, pero también luchamos contra las derechas golpistas y desestabilizadoras, responsables de la miseria y desigualdad económica. Sólo con la organización y movilización popular lograremos por fin invertir la insoportable realidad de que muchos ganen poco y pocos ganan mucho.
Presupuesto 2022: Continuismo para administrar la crisis capitalista
El Gobierno de Castillo presentó ante el Congreso el presupuesto 2022 de la mano del Premier Guido Bellido y de su ministro de economía Pedro Francke. El Presupuesto es continuista y sigue atado a la política fujimorista que vulnera los derechos de los trabajadores públicos con más ajustes, bajos salarios y precarización, junto al desfinanciamiento de la salud y la educación pública, para destinar los recursos del país al pago de la deuda externa y el rescate de los capitalistas con el pago del repudiado “Reactiva Perú”. Analizamos en este artículo algunos de los datos del presupuesto.
MMM y atado a la crisis capitalista mundial y el saqueo de los recursos naturales
En la presentación del Presupuesto, Pedro Francke, defendió el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) donde el Gobierno espera aprovechar la rápida recuperación de la economía global con un acelerado crecimiento de Estados Unidos y el mayor crecimiento de China y América Latina, ante la mejora de la demanda externa y los altos precios de las materias primas lo que, de rebote, permitiría un crecimiento (o mejor dicho recuperación) de la economía del país del 10,5% en 2021, “la tasa más alta desde 1994” y que en el 2022, según el informe, el PBI continuará recuperándose hasta alcanzar los niveles pre COVID-19. De esta manera el Gobierno continúa sosteniendo la tesis neoliberalista de que el crecimiento económico, en base al saqueo de nuestros recursos naturales en manos de las multinacionales, será el motor de la recuperación económica, escondiendo que la recuperación actual está montada sobre un brutal ajuste contra los trabajadores y los pueblos que ahora, como demuestra el presupuesto 2022, buscan sostener con maquillajes y dobles discursos.
Continuismo de la política de “austeridad”: candado contra el aumento de salarios y el personal
El proyecto de presupuesto es idéntico al de todos los años anteriores y sostienen todos los articulados antiobreros y antipopulares que durante 20 años han garantizado una enorme trasferencia de dinero del Estado a los capitalistas mientras profundizan “la austeridad del gasto” para el pueblo. Con el Presupuesto 2022 y particularmente con los odiados e inconstitucionales Artículos 6º, 7º y 8º –donde literalmente se prohíben los aumentos de salarios y los nombramientos del personal, bloquea las negociaciones colectivas y se fijan aguinaldos de 300 soles- el Gobierno continua con los bajos salarios, la precarización y pésimas condiciones de trabajadores públicos de la salud y la educación, así como, el desfinanciamiento de esos sectores para favorecer los negocios privados de los empresarios que lucran con la salud y la educación privada. La realidad es una sola: mientras pagarán los S/60,000 millones de soles que Vizcarra le regaló a los capitalistas con un enorme endeudamiento público, mientras los maestros, maestras y docentes recibirán un aumento miserable de 200 soles anuales y en dos cuotas.
Salud y Educación pública: ¿Dónde quedó el 10% del PBI?
El gobierno ha anunciado con bombos y platillos que “priorizará la salud y la educación del Pueblo”. Pero ¿Qué refleja el presupuesto 2022? ¿A dónde van las riquezas del País? ¿Dónde quedó la promesa electoral y reclamos de miles de trabajadores de aumentar el presupuesto al 10% del PBI para la salud y la educación?
Si bien el presupuesto total pasa de S/183,000 millones de soles en el 2021 a S/197,000 millones de soles en el 2022, mostrando un aumento del 7%, en relación al PBI este crecimiento desaparece, ya que el presupuesto total para el 2022 será del 21,7% del PBI, idéntico al del año pasado. Esto es así porque a pesar del crecimiento del PBI este año (estiman un PBI para el 2021 de S/904,000 millones de soles, 7,2% más que en el 2021) producto de la reactivación económica, los grandes capitalistas se quedan con casi el 80% de los bienes y servicios que se producen en el país debido a la enorme extranjerización y privatización de la estructura económica del país impuesta por la dictadura y continuada por todos los gobiernos falsamente democráticos.
¿Qué sucede en los sectores salud y educación pública? Esta situación vuelve a repetirse cuando analizamos el presupuesto del Gobierno para la salud y la educación; veamos. Primero: con el presupuesto 2022 el Gobierno otorgará S/22,206 millones de soles para salud y S/35,757 millones de soles para educación pública. Segundo: en términos absolutos se da un incremento de S/ 1,266 millones más a salud y S/ 3,042 millones más para educación en relación al año pasado. Tercero: en términos relativos representa un aumento del 9% y del 9,3% respectivamente. Cuarto, si comparamos estas partidas presupuestarias en relación al PBI, el aumento desaparece, ya que la inversión en el 2022 será de sólo el 2,4% del PBI para la salud y el 3,9% del PBI para la educación; lo mismo que el año pasado. Quinto: el gobierno no cumple sus promesas electorales y somete la política presupuestaria y de gasto público al continuismo neoliberal.
Endeudamiento crónico y salvataje a los capitalistas: las verdaderas prioridades del presupuesto y el gobierno.
“En 2021, el déficit fiscal se reduciría a 4,7% del PBI y la deuda pública se ubicará en 35,3% del PBI” afirma el gobierno en el MMM. Con el objetivo de reducir el déficit fiscal el gobierno tomara una doble política: La austeridad del gasto público para los derechos de la población y un fuerte endeudamiento para lo que, en conjunto con el presupuesto, Castillo-Bellido- Francke firmaron el Decreto de Urgencia N° 079-2021 para dar continuidad a la política fiscal del gobierno de Vizcarra-Sagasti.
En ese sentido, con el presupuesto 2022 el gobierno destinará S/22,450 millones de soles para pagar la deuda externa por lo que los “gastos por servicio de deuda” crecerán un 44% más en relación al año 2021, pasando del 1,84% al 2,48% del PBI. Si, ¡El Gobierno de Castillo destinará la misma cantidad de dinero para pagar la deuda externa saqueadora que lo que se destina para la salud de los 33 millones de peruanos a puertas de la tercera ola del Covid 19!
Pero el endeudamiento no solo se puede medir con el dinero que este año pagaran efectivamente de la deuda, sino que también es alarmante que el gobierno de Castillo utilice S/38,045 millones de soles para ejecutar nuevas operaciones de crédito para obtener recursos – denominados Recursos por Operaciones Oficiales de Crédito - y compensar así el déficit fiscal con más endeudamiento (ver Gestión 29 de agosto 2021) entrando en el ciclo vicioso de pagar deuda tomando más deuda a través de acuerdos directos con el FMI, otros organismos internacionales como el Banco Mundial de donde proviene el ministro de Economía Pedro Francke o con la emisión de bonos soberanos.
Pedro Francke fue muy claro con su informe y cierre de presentación del presupuesto en el Congreso donde sin pelos en la lengua manifestó que no hay plata porque “tenemos que pagar los intereses de la deuda” y que el gobierno pagará las garantías de los préstamos de plan Reactiva Perú que Vizcarra le regaló a los empresarios, endeudando al pueblo trabajador. Es por eso que el presupuesto autoriza al Gobierno a endeudarse por S/1,645 millones de dólares y otorgar o contratar garantías para promover la inversión privada a través de las corruptas Asociaciones Público-Privadas por S/898 millones de dólares más a través de Bonos.
¡Plata para trabajo, salud y educación! ¡No para la deuda y el FMI!
El Gobierno de Castillo y Perú Libre es presa de su política de conciliación de clases y de pacto con los grandes empresarios y se demuestra los dobles discurso del Gobierno, donde Bermejo como Congresista denuncia al Plan Reactiva Perú y que “endeudaron al país y se llevaron la plata” mientras, a la vez, defiende el Presupuesto presentado por Bellido y Francke. Esta política del Gobierno es congruente con la continuidad de Perú en la USAID (organismo del imperialismo yanqui para “ayudar” a los países), de no rompimiento con el FMI, de defender la propiedad privada de los grandes capitalistas y también con la posición de 14 diputados de Perú Libre que votaron a favor de la Ley que autoriza el ingreso al territorio de Perú a unidades navales y personal militar extranjero con armas de guerra.
Desde el Partido de los Trabajadores UNÍOS somos claros: el presupuesto continuista del Gobierno será el hambre del pueblo, con el presupuesto borran con el codo sus propuestas electorales y sigue el desfinanciamiento de la salud y la educación para destinar esos recursos al endeudamiento y el salvataje. ¡Plata hay! ¡Pero se la lleva el FMI, los bancos y los capitalistas! Es urgente la necesidad de imponer un fuerte impuesto a las grandes fortunas capitalistas, dejar de pagar la deuda externa, nacionalizar la banca y estatizar las empresas privatizadas y nuestros la minería, los hidrocarburos y la pesca para destinar los recursos del país al trabajo, la salud y la educación del pueblo trabajador. Llamamos al pueblo trabajador a movilizarnos y luchar de manera independiente por estos reclamos. Solo así no habrá más pobres en un país rico.
Por una salida obrera, campesina y popular a la crisis capitalista
Taylor Rojas
La crisis crónica del capitalismo que se inició a
finales del 2007 y que se profundizó con la pandemia del Covid 19 durante el
2020 ha generado un incremente sustancial de la pobreza, el subempleo y la desocupación.
Mientras, los capitalistas se continúan enriqueciendo a costa del sufrimiento,
el hambre, la miseria y en esta pandemia la vida de miles de seres humanos en
todo el mundo, todo a costa de las políticas de ajuste contra el pueblo y de
salvataje a los empresarios que propiciaron todos los gobiernos.
Castillo naufraga la crisis capitalista buscando parchar el barco que se hunde
Durante la campaña electoral el hoy Presidente de la Republica Pedro Castillo, hizo promesas de mejorar las condiciones de vida del pueblo pobre del país bajo el lema de “no más pobres en un país rico” También hizo anuncios de la recuperación del gas de Camisea para el consumo nacional y el desarrollo del país, la renegociación de los contratos con las mineras y la recuperación de dichos recursos, el incremento del presupuesto de salud y de educación al 10% del PBI.
A más de cinco meses de haber derrotado a Keiko Fujimori en la primera vuelta y
a más de un mes de haber asumido la Presidencia, luego de importantes
movilizaciones del pueblo trabajador que demostró enorme capacidad de lucha
para derrotar las maniobras de la derecha, estas promesas caen en saco roto y se
van evaporando a medida que el Gobierno del Profesor Castillo avanza en
consolidar los pactos y acuerdos con los grandes empresarios. Así, hoy ya no se
habla de la recuperación del gas, sino que importar gas de Bolivia, ya no se
toca más la renegociación de las concesiones mineras que siguen causando muerte
y desastres naturales y la Asamblea Constituyente solo se pronuncia en actos y
congresos internos de Perú Libre.
Estas ambivalencias y la postergación de los reclamos fundamentales, como así también los movimientos ministeriales a espaldas del pueblo, van mellando lentamente las expectativas del pueblo trabajador con el Gobierno. Se sigue jugando con las reglas tramposas del capitalismo y el modelo neoliberal, sigue la especulación de precios y el incremento del costo de vida que liquida los ya bajos salarios. A su vez, los bajos aumentos del presupuesto en salud y educación y el anuncio del Ministro de Economía Pedro Franke que negó la posibilidad de una suba del Salario Mínimo haciendo una defensa de las ganancias de los empresarios mientras la inflación va sobre el 4% en lo que va del año, nos muestran un Gobierno que discursea en la izquierda y con toda simbología originaria, pero que juega con las reglas del régimen podrido impulsando reformas cosméticas para emparchar el barco que se hunde sumergiendo al pueblo trabajador en la pobreza y exclusión que los capitalistas siguen aprovechando para avanzar aún más con la explotación de millones de trabajadores formales e informales en el Perú. ¿Cambio o Continuismo? Desde el Partido de los trabajadores UNÍOS acompañamos la luchas de los trabajadores y entendemos las expectativas que el pueblo tiene en el nuevo gobierno pero también afirmamos que solo conquistaremos los cambios que el pueblo necesita si sostenemos las organización y movilización independiente por nuestros reclamos.
La salida a la crisis pasa por romper con el sistema
La crisis internacional del sistema es tan profunda que no hay forma de superarlo o resolver con parches. Con la reactivación económica comandada por los gobiernos, los capitalistas verán mejorar los indicadores macro económicos para engordar sus ganancias con mayores ajustes sobre el pueblo, mayor explotación y desempleo.
¿Por qué Castillo no garantiza un aumento de salario? ¿Por qué no garantiza el nombramiento de los maestros, docentes y trabajadores de la salud? ¿Por qué no retira la observación de Sagasti sobre “Ley No Mas Cas” del Tribunal Constitucional? El ministro Francke y Bellido fueron claro y afirman que ¡no hay plata! Pero si la hay para pagar el Reactiva Perú que no pagaron los empresarios y la deuda externa y para sostener los subsidios a los empresarios. Esto es así porque a diferencia de los gobiernos de Frente Popular que se dieron a principios del Siglo XXI - que podían dar ciertas concesiones al pueblo por que contaban con ingreso fiscales producto de la explotación capitalista de los recursos naturales y altos precios de los “commodities” como el petróleo en Venezuela, el gas de Bolivia o la soja en Argentina – el gobierno de Castillo naufraga sobre la crisis capitalista más grande de la historia la que se chupa y liquida todos los recursos, entre ellos los altos precios del Cobre y otros minerales que se van directamente a la repatriación de capitales de las multinacionales. ¡El sistema no derrama nada más que pobreza y falta de trabajo!
Desde el Partido de los Trabajadores UNÍOS Consideramos que la única salida a esta crisis crónica del capitalismo y su profundización con la crisis sanitaria pasa por desarrollar la movilización y lucha por todas y cada una de las reivindicaciones obreras, campesinas y populares que durante décadas se vienen exigiendo para terminar con el modelo hambreador que parta por: 1-Contra el hambre, la informalidad y la desocupación exigimos un plan de obras públicas para generar trabajo genuino y salario dignos una de las reivindicaciones obreras, campesinas y populares. 2 - ¡Aumento del presupuesto ya para la salud del 10%! ¡Abajo el negocio de las clínicas privadas! ¡No más CAS en la Salud! 3 - Aumento salarial ya y nombramiento a los maestros y docentes. ¡Por el pago de la deuda histórica! ¡No más maestros pobres en un país rico! ¡La deuda histórica es con los maestros no con el FMI! 4 -¡Anulación ya! de las concesiones y estatización de las empresas privatizadas por la dictadura fujimorista! 5- ¡Anulación de la suspensión perfecta y reincorporación de los trabajadores despedidos! ¡Prohibición de los despidos y repartos de las horas de trabajo! 6 - Basta de saqueo de nuestros recursos ¡Nacionalización ya de Gas de Camisea! 7-Por un Plan Nacional Agroalimentario que garantice la colocación centralizada de la producción agraria y las 12,8 millones de toneladas de alimentos que se pierden por el abandono de los gobiernos y garantizar así alimentos saludables para el pueblo 8- ¡Plata para trabajo salud y educación no para el FMI y los capitalistas¡¡Impuesto a las grandes fortunas ya! y 9 - ¡Por una Asamblea Constituyente libre y soberana, Ya! para sepultar el modelo fujimorista.
¡Adelante! ¡Sigamos movilizados y en pie de lucha por estas urgentes medidas!
Tras la muerte de Abimael Guzmán, las lecciones del terrorismo.
Jhony García Orihuela
Tras la muerte del derrotado líder senderista, Abimael Guzmán Reinoso, sentenciado a cadena perpetua por terrorismo, la clase trabajadora merece una explicación sobre la aparición, desarrollo y consecuencias de ese fenómeno que terminó desangrando a nuestro país, aquí proponemos hacerlo, no con el objetivo de sumarnos al hipócrita y sesgado coro de la burguesía y sus mentirosos medios de comunicación, sino para deslindar con la política y método terroristas que nada tienen que ver con la lucha organizada de los trabajadores, campesinos, estudiantes y de los pueblos oprimidos contra las políticas neoliberales y los gobiernos que la aplican.
Contexto, política y método de SL
Económica y socialmente la década de 1980 prolongó y profundizó la crisis de los años 70. Con el retorno de la democracia y el gradual desmantelamiento del modelo capitalista de estado, el gobierno de Belaunde retomó las políticas imperialistas que, continuaría el primer gobierno de Alán García, y que llevaron a la banca rota del país. En ese contexto, las grandes mayorías populares, principalmente de las regiones andinas y amazónicas, seguían siendo histórica, política y culturalmente discriminadas y viviendo en condiciones económicas de miseria.
Mientras tanto, la llegada de la democracia abre el debate en todas las izquierdas del Perú sobre la “participación electoral” en relación a la revolución socialista. Ese debate divide a la izquierda en dos campos: los que creen que las elecciones no conducen a nada y se niegan a participar y los que creen que las elecciones son un campo que hay que disputar a la derecha y al imperialismo. En este último campo se presenta otra gran división entre los partidos que usan las elecciones como un medio revolucionario y las organizaciones reformistas que la usaron para sostener al régimen y terminar ocupando un puesto en el gobierno.
Sendero Luminoso (SL) es uno de los partidos que creyó que las elecciones propiciadas por el régimen burgués no sólo no servían, sino que también se debían combatir. Reforzaba su mensaje con la actitud de la izquierda reformista y traidora que terminaba usando las elecciones para acomodarse y no luchar por una real transformación. Es así como SL hace su aparición en el distrito de Chuschi (Ayacucho) a principios de los años 80 con una acción aislada de sabotaje a las elecciones con la quema de ánforas y padrones electorales. Esto representaría el anuncio de su insurgencia armada.
Las condiciones de su surgimiento se explican por las condiciones objetivas del país y por la actitud de la izquierda reformista en el proceso electoral en el marco de alcanzar una sociedad socialista. Pero la causa su accionar terrorista se explica en ese deformado ideario político denominado “pensamiento Gonzalo” que recoge la doctrina maoísta y que, en lo esencial, nada tiene que ver con la teoría ni la tradición del marxismo, el leninismo o el trotskismo.
El demencial “pensamiento Gonzalo” planteaba como único camino el desarrollo de la “guerra popular”, del campo a la ciudad, aplicando el esquema maoísta. Su objetivo no era la revolución socialista, sino la revolución democrática popular, conforme al recetario etapista del reformismo estalinista. El aventurerismo terrorista de SL provocó la muerte de miles de personas, principalmente de la población más vulnerable: la campesina e indígena. Asimismo, su accionar criminal sirvió más a los gobiernos neoliberales para justificar sus crímenes y el aplastamiento de las organizaciones obreras y populares bajo el pretexto de la lucha contra la “subversión” y por la defensa de la “democracia”.
La derrota de SL y su instrumentalización para satanizar las protestas populares
En 1993, Abimael Guzmán reconoce su derrota después de ser capturado y firma un acuerdo de Paz con el corrupto gobierno de dictador Alberto Fujimori. SL se divide entre un sector que se denomina “proseguir”, el cual terminaría articulándose al narcotráfico, renunciando a su nefasto ideario político o usándolo como fachada. El otro sector renuncia a la lucha armada y decide volcarse a la “democracia” burguesa con su nuevo brazo político (MOVADEF), que en el 2012 se inscribió como partido legal ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), sin embargo, el orden burgués le anuló ilegalmente la inscripción por reivindicar el “Pensamiento Gonzalo” y creo la antidemocrática figura legal denominada “apología al terrorismo” que ahora sirve para todo y contra toda la izquierda. El objetivo principal del MOVADEF es lograr la “amnistía general” de todos sus líderes responsables de las masacres perpetradas contra nuestra población, pero también incluyen a los mandos políticos, militares y policiales que, en nombre de la democracia, cometieron delitos de lesa humanidad.
Aunque en el asunto de la “amnistía” coinciden tanto el MOVADEF como el fujimorismo y la ultraderecha reaccionaria, puesto que cada quien por cuerdas separadas busca la libertad para sus criminales, la existencia del MOVADEF le viene sirviendo a las hipócritas derechas para revivir el fantasma del terrorismo y meter indistintamente a las izquierdas de tradición marxista revolucionaria en el mismo saco, mientras se esfuerzan por lavarle la cara a la dictadura fujimorista, condecorando como “héroes de la democracia” a los asesinos del comando “Chavín de Huántar” o tratando de imponer en la agenda nacional el indulto a Fujimori como la cosa más normal.
Frente a ello, como Partido de los Trabajadores UNÍOS condenamos toda forma de terrorismo, venga de donde venga. Asimismo, rechazamos y combatimos la política y método desarrollado en el nefasto “pensamiento Gonzalo”. Consideramos que la lucha contra el MOVADEF no es legal, sino política e ideológica. ¡Ninguna Amnistía para los criminales del pueblo peruano! Denunciamos la morbosa campaña de los medios de comunicación para presentar el terrorismo como sinónimo de izquierda y el uso de la ley de “apología al terrorismo” como instrumento de represión. ¡Terrorismo nunca más! ¡Ni del Estado, ni de sendero, ni de ningún otro!
Es por esto que seguimos luchando desde las filas del marxismo revolucionario por la construcción de un Partido de los Trabajadores que desarrolle la movilización y la organización democrática de los trabajadores y los pueblos de manera independiente a los gobiernos y burocracias para sepultar el modelo capitalistas que ya no puede reformase y solo provoca mas hambre y miseria para las mayorías populares.