Nosotros los revolucionarios y revolucionarias debemos empezar a darle un sentido orgánico al LIBRO ROJO del PSUV, ya que tenemos un partido que todavía no ha nacido como debe ser y por lo tanto tenemos que dar la lucha dentro del mismo para que los reformistas y oportunistas no se lo apropien.
Advirtió el Ché Guevara …“no es posible construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”.
El Che Guevara además dijo “la revolución se lleva en el corazón para morir por ella,y no en los labios para vivir de ella”,
INTRODUCCIÓN
EL PRIMER CONGRESO EXTRAORDINARIO DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) APRUEBA LA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS, LOS ESTATUTOS Y LAS BASES PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO, EN EL MARCO DE LA ERA BICENTENARIA.
El Primer Congreso Extraordinario del partido socialista unido de Venezuela (Psuv), culmina esta importante fase con la aprobación de los documentos que dan formal nacimiento al partido socialista: La Declaración de Principios, Los Estatutos y Las Bases Programáticas del Partido. Este histórico acontecimiento ocurre en el marco del desarrollo de un proceso revolucionario que tiene como protagonista al pueblo, con el Comandante Presidente Hugo Chávez a
la cabeza, y que tiene como fin darle continuidad a la gesta emancipadora iniciada hace 200 años por nuestros Libertadores. Hoy como ayer todo militante socialista, todo venezolano y venezolana que ame esta Patria, tiene la obligación de combatir por la Libertad, la Soberanía, la Independencia y la Justicia social para el bienestar de nuestros pueblos.
A 200 años del inicio de un proceso de emancipación
todavía sin culminar, estamos obligados a reivindicar las luchas desarrolladas por nuestros Libertadores y Libertadoras, por tantos hombres y mujeres de nuestros pueblos que derramaron su sangre y entregaron sus vidas por la Patria. Ayer nuestros pueblos se enfrentaron al imperio español, hoy estamos
enfrentados al imperio norteamericano con el mismo objetivo: la Libertad, la Independencia, la Soberanía y la Justicia Social.
2010-2030: Era Bicentenaria
Corresponde al partido socialista unido de Venezuela (Psuv) como expresión de la unidad del pueblo, asumir el papel de vanguardia en las luchas que habremos de librar en lo adelante, en el marco de
la Era Bicentenaria que se inicia, hasta lograr la independencia definitiva de nuestros pueblos, en los
términos que, de acuerdo a la historia, plantea el
líder de la revolución, Comandante Hugo Chávez
Frías: 2010-2030. Al Bicentenario de la muerte del
Libertador Simón Bolívar, nuestra Patria debe ser,
no sólo, definitivamente libre, independiente y soberana, sino también debe haber consolidado el Socialismo Bolivariano con la construcción de una sociedad donde reine la justicia social, la igualdad, la
solidaridad y el amor. La libertad no puede ir sola; está obligada a garantizar la justicia ya que ambas son hermanas inseparables, tal como lo afirmó el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre:
“Cuando la América se fue a la guerra para lograr la libertad entendió que lo hacía también para lograr la justicia… la libertad y la justicia son hermanas inseparables (y), si no lográramos la justicia, la guerra de independencia no hubiera tenido sentido”…
ANTECEDENTES DEL SOCIALISMO BOLIVARIANO
“el caracazo” (1989) y la rebelión militar del 4 de febrero de 1992
El derrumbe del consenso de Washington y el fracaso del neoliberalismo ponen al descubierto y obligan a la revisión de su verdadera cara en lo político: el viejo modelo democrático liberal burgués basado en la democracia formal, representativa y fundamentalmente política y donde el derecho a elegir,
ser elegido y votar, son suficientes. En nombre de esas “libertades”, en nombre de esa “democracia” en lo formal, se facilitaba el proceso de acumulación de capital a favor de unos pocos y en medio de creciente pobreza, exclusión social y un enorme costo en cuanto a la destrucción de la naturaleza.
La expansión capitalista exige la imposición
del libre mercado y en consecuencia el desmonte
del Estado Nacional, obligando a nuestros países
al pago de la llamada deuda externa, sometiendo
a nuestros pueblos a la explotación, el hambre y
la miseria. En la búsqueda de este objetivo se nos
impuso el recetario del Fondo Monetario Internacional
(FMI). Nuestros pueblos sufrirían el impacto de las privatizaciones de las empresas del Estado, la desregularización laboral, la eliminación de los
subsidios, la liberación de los precios y de las tasas
de interés, el incremento sustancial de las tarifas
de los servicios públicos, la pérdida de las conquistas
en materia de seguridad social, la reducción de la inversión social, entre otros. La aplicación de estas medidas impactó las condiciones de vida de la gran mayoría, generalizándose el descontento y provocando la reacción de los pueblos. Los pueblos perdieron la confianza en los gobiernos, en los partidos y en las instituciones todas; la desesperanza fue asumida por la gente quien se dispuso a ejercer justicia por sus propias manos.
En Venezuela este fenómeno se expresó de manera definitiva el 27 de Febrero de 1989; hecho histórico conocido como el Caracazo, el levantamiento del pueblo comenzó en la población de Guarenas (Estado Miranda) y desde allí se trasladó a Caracas y al resto de las ciudades del país. Las masas populares sin dirección alguna, sin líderes identificados, se lanzó a la calle. El pueblo en la calle buscando justicia.
El gobierno reaccionó protegiendo los intereses de la oligarquía y las elites y ordenó a la Fuerza Armada Nacional y cuerpos policiales reprimir al pueblo indignado. Esto produjo uno de los hechos más sangrientos que conozca nuestra historia, el pueblo fue masacrado; nadie supo el número de víctimas; fue necesario enterrar a muchos de los muertos sin identificar en fosas comunes conocidas tristemente como “La Peste”.
El Caracazo, como acontecimiento histórico,
produjo un latigazo en la conciencia de todos los
sectores de la sociedad venezolana, incluyendo la
Fuerza Armada Nacional con la consecuente reacción
de la oficialidad joven, quienes se negaron a participar en este crimen contra el pueblo. Esto aceleró el proceso de descontento ya existente a lo interno de la FAN que se expresaba en la organización de un movimiento de los sectores patrióticos.
Éste, liderado por el Comandante Hugo Chávez, se
alzó en armas a favor del pueblo en la insurrección
del 4 de Febrero de 1992. El pueblo se identificó de inmediato y plenamente con el Comandante Chávez, quien encarcelado y no habiendo alcanzado “por ahora” los objetivos planteados, como él mismo lo manifestó al País, dejó sembrada la esperanza con la predicción que vendrían nuevos momentos para enrumbar a la Patria.
El Comandante Hugo Chávez y un grupo de Oficiales y soldados patriotas devolvieron al pueblo su identidad, su orgullo, su esperanza y el pueblo sin descanso se mantuvo en las calles presionando hasta lograr que el Comandante saliera de la “cárcel de la dignidad” y de allí el triunfo electoral de 1998 que lo llevó a la Presidencia de la República y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que tuvo como producto la Constitución de 1999. Allí está contenido el proyecto de cambio y es la conciencia del pueblo la que hace irreversible que la Revolución que hoy vivimos, liderada por el Comandante Chávez, avance hacia el Socialismo Bolivariano. Por ello el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el marco de la Era Bicentenaria que se inicia, asume como vanguardia el compromiso de conducir las luchas por librar en lo adelante, hasta alcanzar la definitiva Libertad, Independencia, Soberanía y Justicia Social para nuestro pueblo, bajo los siguientes principios: