Resulta sumamente apasionante mantenerse al tanto de los avances
y descubrimientos científicos, porque, con cada uno de ellos
se consolida aún más, la profunda convicción acerca de
la existencia de una conciencia e inteligencia trascendental.
Ampliando la máxima de Sócrates: “sólo sé que no sé nada”,
podría decirse que cuanto más se conoce y se profundizan los hechos y causas,
más se advierte lo mucho que hay que seguir aprendiendo para saber que
el no-conocimiento es el mayor de los aprendizajes, pues,
este nivel es el más elevado y el aspecto substancial de todos los conocimientos.