DIOS, GUARDIÁN PERPETUO (1)
SALMO 121
Cántico gradual.
“1 Alzo mis ojos a los montes; ¿de dónde me vendrá ayuda?
2 Mi ayuda viene de Yahvéh, que hizo los cielos y la tierra.
3 No permita él que tu pie resbale! ¡ No se duerma tu guardián”
4 No, no duerme ni dormita el que vela guardando a isarel.
5Yahvéh, tu guardián; tu sombre, Yahvéh, a tu derecha.
6 El sol no te dañará de día, ni la luna de noche.
7 Te guardará Yahvéh de todo mal; él guardará tu vida; 8 Yahvé guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre“.
Éste es el segundo de un grupo de salmos (120-134) que llevan el título de “cánticos graduales”. Es posible que constituyeran originalmente un pequeño himnario que acabó siendo incorporado al salterio. El significado del título es incierto. Según una tradición judía, recibieron el nombre de “graduales” porque correspondían a cada una de las quince gradas que se debían subir para acceder del atrio de las mujeres al de los hombres en el recinto del templo. Otra explicación se basa en el significado literal de shir lama´aloth (cánticos de subidas); y se refería a los judíos que subieron a Jerusalén al final del cautiverio babilónico (Esdras 7:7; 8:1). Una tercera explicación es que el título se refiere a la estructura de estos salmos, pues en ellos se observa una gradación; el ejemplo más claro es el del salmo que estamos considerando. Sin embargo, esta característica no es común a todas las composiciones del grupo. La opinión más generalizada entre los comentaristas es que esta colección de salmos constituía “el himnario de los peregrinos” que subía a Jerusalén para participar en alguna de las fiestas anuales. Parece la más acertada.
Continuará>
SALMOS ESCOGIDOS
José M. Martínez
***