La cruda realidad del toro de lidia
Las características fisiológicas del toro de lidia lo han llevado a la gloria, por considerarse el símbolo de un país, y a la perdición, por morir de forma cruel debido a intereses que van más allá de la cultura y la historia. En el Año Internacional de la Biodiversidad, su condición de mártir compromete el bienestar animal y la bondad humana.
En 2010, el Parlamento catalán -a propuesta de la Iniciativa Legislativa Popular antitaurina en Cataluña- podría dar un paso más en la prohibición de una práctica que desconcierta, y también en la protección de este animal. El toro de lidia, como cualquier ser vivo, tiene un lugar en este planeta, pero ¿cuál?
El sufrimiento, dolor y muerte del toro ante miles de espectadores en una corrida cuestionan también las leyes sobre bienestar animal, normas que hasta 2005 eran una prioridad en el Plan Estratégico de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés).
Ya lo anunciaba el artículo III-121 de la Constitución europea: “los animales son seres con capacidad de sentir emociones y los países de la UE deben poner el máximo empeño en proporcionarles unas buenas condiciones en relación al bienestar, pero respetando ritos religiosos y tradiciones culturales”.
Una parte de la población española defiende la tauromaquia como forma de expresión y arte de la cultura y tradición españolas, pero el sufrimiento y dolor inflingido a estos animales por el bien de la feria cuestiona su ética. ¿Qué tipo de cultura es la que mata a un animal en público y observa su agonía con placer? La española podría tomar ejemplo de la desaparición de viejas tradiciones, como la caza del zorro con perros en Inglaterra y Gales, prohibida por ley en 2005 (en Escocia se ilegalizó en 2002). Las nuevas generaciones decidirán.
El sufrimiento del toro, paso a paso
En 2007, Juan Carlos Illera, investigador en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid publicó un artículo en la revista no científica 6Toros6 en el que afirmaba que durante las corridas los toros de lidia eliminan el dolor, y por lo tanto no sufren gracias a un sistema hormonal desarrollado. La polémica no hizo más que empezar.
José Enrique Zaldívar, el investigador y veterinario que lleva tres años estudiando este tema, considera que el toro “sufre una enorme agonía durante la lidia”. Además de provocar lesiones anatómicas como son la rotura de músculos (más de 20), de ligamentos, tendones, vasos, y nervios, a causa de los instrumentos empleados por los toreros, también se producen fracturas de estructuras vertebrales, de costillas y de sus cartílagos de prolongación.
Zaldívar explica que las puyas insertadas en el animal durante la lidia le limitan su movilidad, ya que afectan al plexo braquial, que se ocupa de la inervación del tercio anterior. “Como consecuencia de las puyas el toro puede perder entre un 8 y un 18% de su volumen sanguíneo”, precisa el veterinario.
La estocada le provocará la muerte por una profusa hemorragia en la cavidad torácica. “En sólo el 20% de las ocasiones la espada va a seccionar los grandes vasos del tórax, lo que haría la agonía más corta”, comenta Zaldívar.
La puntilla le provoca la asfixia por cortarle el bulbo raquídeo. Según las analíticas sanguíneas realizadas por los veterinarios, existen graves alteraciones orgánicas durante la corrida. “El 93% de los toros lidiados presenta acidosis metabólica, compatible con el sufrimiento, y la incapacidad del organismo para regular sus constantes vitales”, señala Zaldívar.
Otros estudios científicos señalan importantes lesiones musculares por el sobreesfuerzo que supone la lidia para el toro, “para la que es evidente que no está preparado”. Además, el 23% de los toros lidiados tienen lesiones oculares.
Según el taxidermista de la plaza de Las Ventas en Madrid, “el 60% de los toros lidiados en esta plaza presentan fracturas o fisuras de cráneo”.
- Muerte: En 2009 se realizaron 1.877 “festejos taurinos”, de los que 1.443 corresponden a corridas de toros. Cada año mueren entre 8.700 y 12.000 toros, según fuentes. Algunos toros a los dos años son probados para ser sementales, y pueden convertirse en ello a los 4-5 años o llevados a la plaza o al matadero.
- Debate: Aunque no hay cifras absolutas, las encuestas realizadas apuntan que un 70% de la población está en contra de las corridas de toros.
31/03/2010 - por Adeline Marcos
Dharma, Justicia y compasión
En India se dice que la Vaca es nuestra Madre y el Toro es el Drama, nuestra Religión, nuestra Filosofía.
"El dharma es hija de la compasión" es una creencia central de los sikhs. El mitológico toro Dharma es el hijo de la compasión.
Quien entiende esto se vuelve puro.
La santidad de este mundo esta sostenida por Dharma (el camino de la rectitud), que a su vez es un producto de la compasión o daya. Sin compasión, este mundo se convertiría en el infierno y la justicia no se podría encontrar. Un maestro genuino es un espíritu divino que puede orientarnos y proporcionarnos instrucciones acerca de cómo ser una mejor persona y un miembro útil de una sociedad santa para que volvamos a ajustar nuestra mente a seguir el camino de la compasión en la vida cotidiana.
Sólo mediante la práctica de la compasión se encuentra el camino de la rectitud y sólo entonces puede haber orden en el mundo. Sin compasión no habrá orden y la gente del mundo va a sufrir de dolor. "¿Cómo alguien puede saber sobre el dolor del prójimo, si no hay compasión dentro de nuestro corazón? Y el ser podrá dejar de infligir este dolor y adoptar medidas para modificar los comportamientos propios de manera de volverse comprensivo y misericordioso.
La palabra "Dharma" significa "el camino de la justicia". ¿Cuál es la ruta de acceso "justa"? Dios es trascendental e impregna a Su creación y es omnipresente. Él Mismo estableció la tierra como un hogar para el Dharma. Y Sobre ella, colocó las distintas especies de seres que son incontables e interminables. La tierra existe para practicar el Dharma. Y Dharma significa deber. El deber se realiza ya sea por un sentido de responsabilidad social o por medio de la conciencia moral. Esta es la etapa en la que se despierta un sentido de curiosidad en la mente del devoto que ya no es un espectador casual del mundo a su alrededor, pero puede percibir el propósito divino de la creación de este planeta nuestro, la tierra, que es establecidos en la base cósmica de tiempo y espacio y se sustenta en los elementos vitales. El hombre ha sido puesto en este mundo para responder al propósito del Creador.
Estamos aquí en la Tierra para realizar servicios de justos como compasivamente como sea posible y al máximo de nuestra capacidad.
Estemos atentos entonces a tratar siempre de ayudar y colaborar en que cesen las corridas de toros en el mundo.
Vuélvase compasivo, y, si puede, vegetariano. ¡Hare Krishna!