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(IVÁN): FIEL ES LA PALABRA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS DE CADA DÍA:

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valarezo

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Jun 8, 2010, 10:28:14 PM6/8/10
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Sábado, 05 de junio, año 2010 de Nuestro Salvador Jesucristo,
Guayaquil, Ecuador – Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


FIEL ES LA PALABRA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS DE CADA DÍA:

Fiel es esta palabra de ser aceptada por todos, de que nuestro Rabino
Yeshua jaMashíax vino al mundo como el Hijo de Dios para salvar a los
pecadores, empezando por todo Israel, para que las naciones sigan por
siempre el buen camino antiguo de salud, verdad, justicia y de vida
eterna delante de nuestro Padre celestial y de su Espíritu Santo.
Porque su Hijo amado es el camino, la verdad y la vida santísima, por
la cual no solamente se cumple toda verdad y justicia del Espíritu
Santo de sus Diez Mandamientos y de su nombre glorioso, sino que le
asegura vida eterna con bendiciones sin fin al que es fiel y obediente
a su llamado santo de creer en su salvación eterna.

Por lo tanto, éste camino de nuestro Padre celestial de verdad y de
justicia sin fin del Espíritu Santo de su vida sumamente gloriosa y
honrada en el cielo y por toda la tierra de su Rabino Yeshua
jaMashíax, debe de ser recibida con mucho amor en el corazón. Y esto
será siempre, sin duda alguna, para que el hombre viva en todos los
lugares de la tierra como ya viviendo en el paraíso, por ejemplo, y
esto es en paz y en prosperidad sin fin para la gloria y honra del
nombre muy santo de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo.

Porque, de otra manera, no es posible de satisfacer toda verdad y
justicia del Espíritu Santo de nuestro Padre celestial, para que sus
mandamientos sean justamente cumplidos en nuestras vidas para gloria y
honra infinita de su nombre santísimo, el cual vive en perfecta
santidad en el corazón y en la sangre reparadora del árbol de la vida,
¡nuestro Señor Jesucristo! Y sin éste cumplimiento del Espíritu Santo
de los mandamientos y del nombre glorioso de nuestro Padre celestial
en la vida de cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de
las naciones, entonces no hay paz posible ni menos prosperidad y
riquezas, sino todo lo contrario: pobreza y enfermedades del corazón y
el alma para luego morir perdido infinitamente.

En vista de que, es el cumplimiento del Espíritu Santo de nuestro
Padre celestial en nuestras vidas de cada día, lo que nos da nuestras
bendiciones de todo lo que necesitemos del cielo, como las lluvias de
siempre sobre toda la tierra, por ejemplo, para que nuestras vidas
sean fructíferas en lo que deseemos hacer para bien eterno de todos
los demás. Por eso, es digno de recibir siempre la palabra de nuestro
Padre celestial, la cual desciende del cielo con la vida gloriosa de
su Rabino Yeshua jaMashíax, para que la oigamos de él mismo palabra
por palabra, para conocer su corazón y su voluntad santísima hacia
cada uno de todos nosotros, en todos los lugares de la tierra.

Además, ésta palabra de nuestro Padre celestial es vida y salud
eterna, por medio de su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, porque
sólo él puede darnos directamente la palabra bendita de nuestro Padre
celestial para perdón, bendición, sanidad y salud eterna, en la tierra
y en el nuevo reino angelical, como La Nueva Jerusalén santa y
gloriosa del cielo, por ejemplo. Por esta razón, nuestro Señor
Jesucristo como el Rabino Yeshua jaMashíax de los ángeles nos anuncia
inicialmente, de que sólo él es el camino, la verdad y la vida; y que
nadie lejos de él puede ver jamás al Padre celestial en esta vida ni
en la venidera; por ello, el que lo recibe, entonces recibe la palabra
viva del Padre.

Y una vez que la palabra santa y todopoderosa de nuestro Padre
celestial entra en nuestras vidas, por medio de su Rabino Yeshua
jaMashíax como el Hijo de Dios o sumo sacerdote, entonces muchas cosas
gloriosas comienzan a tomar lugar en nuestras vidas una a una, hasta
que nos vemos transformados en sus hijos legítimos e hijas legitimas,
para siempre. Pues para esto nuestro Padre celestial envía a su
Espíritu Santo inicialmente sobre toda la tierra (Génesis 1:2),
especialmente para que bendijera los lugares santos del nacimiento,
crucifixión, muerte, resurrección, ascensión y regreso de su Rabino
Yeshua jaMashíax al mundo como el Hijo de Dios, para bendecir
grandemente y reinar sobre las naciones para miles de generaciones
venideras.

Entonces es de suma importancia, para cada uno de nosotros, recibir al
Señor Jesucristo en nuestras vidas como su Hijo santo, para que el
Espíritu Santo del cumplimiento y glorificación infinita de los
mandamientos, de la palabra y del nombre santísimo de nuestro Padre
celestial sean manifestadas grandemente en nuestras vidas de cada día,
en la tierra y en el cielo. Porque no hay otra manera posible para
salvar el alma viviente de cada hombre, mujer, niño y niña de todas
las familias de las naciones, sino sólo por la misma vida virgen,
sacrificada y sumamente santísima de su Hijo amado, ¡nuestro Señor
Jesucristo!

Y todo esto recibimos de nuestro Padre celestial y de su Espíritu
Santo con tan sólo invocar el nombre glorioso de su Hijo amado como el
Rabino Yeshua jaMashíax de nuestros corazones y almas vivientes, para
que Satanás y sus mentiras abandonen nuestras vidas para siempre, y
sólo la verdad viva de nuestro Dios viva en nosotros perpetuamente.
Porque la verdad es que el recibir al Señor Jesucristo en nuestros
corazones, entonces recibimos cada palabra de nuestro Padre celestial,
llena del Espíritu Santo de sus mandamientos gloriosos y de su nombre
todopoderoso, por tanto milagros tras milagros descienden del cielo a
cada hora para bendecir e enriquecer nuestras vidas grandemente, para
hacernos por siempre alegres y felices.

En la medida en que, solamente nuestro Rabino Yeshua jaMashíax tiene
en él nuestra misma vida santísima y sumamente feliz, para satisfacer
el corazón santísimo de nuestro Padre celestial y de su Espíritu Santo
y así también tiene la nueva vida infinita de toda la tierra, en donde
nacimos y vivimos todos nuestras vidas de cada día, por ejemplo.
Porque nuestro Señor Jesucristo no solamente es la vida de cada ángel
del cielo sino también de la misma tierra celestial, como el paraíso,
La Nueva Jerusalén colosal y así también de toda la tierra, de
nuestros días y de siempre, para volverle a dar muy pronto nuevas
tierras con nuevos cielos, para que las naciones vivan en paz para
siempre.

Firmemente, nuestro Padre celestial no solamente nos da su misma vida
y salud eterna a través de su fruto de vida, nuestro Señor Jesucristo,
sino que también nos da la vida gloriosa del nuevo reino angelical,
para jamás vivir en ninguna de las mentiras de Satanás y de sus
ángeles caídos, sino solamente en la verdad infinita de su Hijo
Jesucristo. Por tanto, no hay mayor verdad y justicia posible en el
cielo para los ángeles y así también en toda la tierra y en la nueva
vida infinita de La Nueva Jerusalén santa y gloriosa del cielo, para
bien eterno de Israel y de todas las familias de la tierra.

Es decir también que el mayor milagro que Israel vive desde el día de
su nacimiento como nación, no fue jamás el escape del cautiverio
egipcio, sino el nacimiento virgen, vida consagrada, crucifixión y
muerte gloriosa del Hijo de Dios como el Rabino Yeshua jaMashíax, para
perdón de pecados y resurrección en el tercer día para vida eterna de
las naciones. Por eso, el aceptar al Señor Jesucristo en nuestros
corazones como el Rabino Yeshua jaMashíax de nuestro Padre celestial,
entonces la palabra sobrenatural y llena de milagros y maravillas del
Espíritu Santo de los mandamientos y del nombre glorioso y
todopoderoso de nuestro Padre celestial se hacen realidad en nuestras
vidas, para entregarnos bendiciones sin fin y con vida saludable
siempre.

Además, nuestro Padre celestial nos entrega la vida santísima de su
Rabino Yeshua jaMashíax para que creamos en él y, además, para que
también creamos que en su Hijo Jesucristo tenemos todas las soluciones
a nuestros problemas y todas las curaciones de nuestras enfermedades,
para no sufrir más las maldades de Satanás ni menos morir, sino para
vivir infinitamente felices siempre. En verdad, sólo nuestro Señor
Jesucristo es el remedio perfecto para todos nuestros problemas,
conflictos y enfermedades, para no sufrir ni menos morir más sino
vivir por siempre para la felicidad infinita de cada día de nuestro
Padre celestial y de su Espíritu Santo, y sólo a través de su
Jesucristo como desde tiempos inmemoriales del más allá, por ejemplo.

Por lo tanto, la mayor verdad del corazón santísimo de nuestro Padre
celestial para bien eterno del espíritu humano en el paraíso, en la
tierra y en el nuevo reino angelical, sin duda alguna, es nuestro
Rabino Yeshua jaMashíax, y como él no hay otro igual jamás en el cielo
ni menos en la tierra, eternamente y para siempre. Y ésta es una
verdad tan grande en el corazón de los ángeles y demás seres santos
del reino angelical, por el cual nuestro Padre celestial es alabado y
glorificado a cada hora en el cielo y para siempre en la eternidad
venidera; por ello todo hombre, mujer, niño y niña tiene que aprender
hacer el bien eterno y desde ya.

Porque muy pronto, cuando menos lo esperamos, nos vamos a ver todos en
la nueva tierra infinita de La Nueva Jerusalén santa y gloriosa del
cielo, en donde todos vamos a alabar y a glorificar por siempre junto
con los ángeles a nuestro Padre celestial sentado en su trono santo
con su Rabino Yeshua jaMashíax a su lado como siempre. Por eso, el que
no recibe a su Rabino Yeshua jaMashíax como su Hijo amado en su
corazón, entonces no solamente rechaza la única verdad y santidad
existente de nuestro Padre celestial, sino que se condena a sí mismo
para mal eterno en el infierno, hundido en tinieblas eternas, para
jamás ver la vida celestial eternamente y para siempre.

Además, nuestro Padre celestial no crea al hombre y a la mujer
inicialmente en sus manos santas para que vivan lejos de su fruto de
vida eterna, su Rabino Yeshua jaMashíax, sino que vivan siempre
comiendo de su pan celestial y de su vino de vida eterna, para que no
tengan hambre ni sed jamás. Porque nuestro Señor Jesucristo es la
comida y la bebida del reino angelical para ángeles y para hombre,
mujeres, niños y niñas del paraíso y de la nueva vida infinita de La
Nueva Jerusalén santa y perfecta del cielo, por ejemplo; por eso,
digna es la palabra de nuestro Señor Jesucristo de ser recibida en
nuestras vidas cada día.

En otras palabras, nuestro Padre celestial crea al hombre y a la mujer
inicialmente para que coman y beban cada día de sus vidas en el
paraíso, en la tierra y así también en el nuevo reino angelical del
fruto de vida eterna, su Hijo Jesucristo, lleno de milagros,
maravillas y de prodigios gloriosos en el cielo y en la tierra. Por
eso, el que come y bebe del fruto del árbol de la vida del reino
angelical, nuestro Señor Jesucristo, entonces vive justificado delante
de nuestro Padre celestial y libre de todos los males de Satanás y de
sus ángeles caídos, porque su nombre está escrito en el cielo para
vida eterna.

Porque la verdad es que solamente los que creen en sus corazones y
confiesan con sus labios al Rabino Yeshua jaMashíax como su salvador
personal de su alma viviente y la de sus amados, como familiares y
hasta amistades, por ejemplo, pueden entonces tener sus nombres
escritos en el libro de la vida, desde ya. Y éste es el libro de la
vida eterna, del cual le manifiesta nuestro Padre celestial a Moisés
inicialmente y al pie del Sinaí, por ejemplo, en el día de su gran ira
en contra de Israel, diciéndole que él mismo borrara de su libro a
todos los que pecaren en contra de él y de su Cordero Escogido,
¡Jesucristo!

En vista de que, el alma que pecare delante de su presencia santísima
y de su fruto de vida eterna, nuestro Señor y salvador Jesucristo,
entonces tendrá que darle cuenta a él en el día de juicio por su
pecado y por su maldad eterna, para que al fin se haga verdad y
justicia infinita en aquel pecador o pecadora. Porque para nuestro
Padre celestial todo aquel que no tiene al Señor Jesucristo viviendo
en su corazón como su Rabino Yeshua jaMashíax, entonces vive en pecado
delante de su presencia santa ya sea en el paraíso, en la tierra o en
el más allá, como Satanás y sus malvados de siempre, por ejemplo.

Por eso, nuestro Padre celestial fielmente le manifiesta a Moisés lo
que sentía en su corazón santísimo por todos aquellos que pecan no
solamente en contra del Espíritu Santo de sus mandamientos al fundir
un becerro en oro, sino en el no honrar y exaltar en sus corazones a
su libertador eterno como su Hijo amado, su ¡Rabino Yeshua jaMashíax!
Porque para nuestro Padre celestial, durante el cautiverio egipcio o a
través del desierto, el que no honraba en su vida el maná del cielo o
sus holocaustos de ofrendas y fuego como a su Cordero Escogido ó como
a su Hijo Jesucristo, entonces pecaba gravemente delante de su
presencia santa y de su Espíritu Santo para muerte eterna.

Por esta razón, cada vez que Israel pecaba en contra del maná del
cielo o sus holocaustos de cada día, por no tratarlos como a su
Cordero Escogido ó como a su Rabino Yeshua jaMashíax, entonces tenían
que ser castigados inmediatamente si no se arrepentían de sus
maldades, abandonándolos a la voluntad malvada de sus enemigos de
siempre, para que mueran. Y lo mismo es verdad, hoy en día, para con
cada hombre, mujer, niño y niña en toda la tierra, que no recibe
humildemente en su corazón al único salvador posible de su espíritu
humano y alma viviente, de todos los poderes terribles de pecar en
contra del Espíritu Santo de los mandamientos y así también de su Hijo
amado.

Por eso, fiel es de recibir esta palabra bendita, de que nuestro Padre
celestial envía a su Hijo amado como su Rabino Yeshua jaMashíax para
salvar a Israel de sus males eternos y así también a cada una de las
naciones, para que ya no vivan más para las mentiras de Satanás, sino
para la única verdad de su nueva vida eterna. Porque ésta es la verdad
eterna, la que llevara de regreso a las manos de nuestro Padre
celestial a cada hombre, mujer, niño y niña, comenzando con Adán y
Eva, para que continúen viviendo sus vidas celestiales infinitamente
en el nuevo reino angelical, en donde todo es gloria, prosperidad,
riquezas y paz para los que siguen a su Jesucristo fielmente.

En estos días, si verdaderamente deseas sentir el amor sobrenatural de
nuestro Padre celestial en tu corazón, entonces tienes que recibir a
su Rabino Yeshua jaMashíax como tu único y suficiente salvador de tu
vida y de tu alma viviente, para que cada palabra santa que nuestro
Padre celestial habla de ti en el reino de los cielos y delante de sus
ángeles santos venga a ser una realidad en toda tu vida y hasta en la
de tus amados también. Porque cuando nuestro Padre celestial te forma
en sus manos santas en su imagen y conforme a su semejanza celestial,
entonces no solamente crea por ti mansiones con sus muchas riquezas de
oro y piedras preciosas del paraíso, sino que también expresa palabras
sobrenaturales a tu favor, para que creas en ellas, para bien eterno
de tu vida en cada día.

Además, estas son palabras santas y verdaderas, llenas de amor, paz y
bendiciones increíbles con tu nombre grabado sobre cada una de ellas,
en sus millares, en los cielos y por toda la tierra también, pero
solamente las puedes creer en tu corazón invocando con tus labios el
nombre salvador de tu Gran Rey Mesías, ¡el Rabino Yeshua jaMashíax! De
otra manera, ninguna de las buenas bendiciones eternas, de las cuales
pronuncia nuestro Padre celestial a tu favor en el día de tu creación,
no tomaran jamás lugar en tu vida de cada día por toda la tierra y así
también en la eternidad venidera de su nuevo reino angelical, si no
invocas a su Hijo Jesucristo lo antes posible.

Visto que, hay grandes poderes sobrenaturales escritos por el mismo
dedo santo de nuestro Padre celestial en cada una de las palabras
pronunciadas por amor a ti, en el día de tu creación en sus manos
santas, para que las obedezcas en tu vida al creer en su Rabino Yeshua
jaMashíax como su Hijo Jesucristo, para bien eterno de tu alma
viviente. Y estas son bendiciones continuas, de las cuales nuestro
Padre celestial te las entrega para que sean únicamente para ti, no
solamente desde el día de tu creación en sus manos gloriosas, sino
para cada día de tu vida por la tierra y en la nueva vida infinita de
La Nueva Jerusalén santa y gloriosa del cielo, por ejemplo.

Entonces son las mentiras de Satanás, las cuales entraron en tu
corazón y por toda tu vida y sangre, para engañarte y así enfermarte
tanto desde el día que Adán y Eva pecaron en contra del fruto de vida,
para que mueras sin tu Gran Rey salvador de tu vida en la tierra y en
el paraíso, por ejemplo. Y todas estas mentiras de Satanás, de las
cuales Adán y Eva creyeron en ellas en el paraíso al comer del fruto
prohibido del árbol de la ciencia del bien y del mal, sólo pueden
salir de ti con todos sus problemas, dificultades, conflictos,
enfermedades y muertes terribles con las palabras benditas,
pronunciados por tus labios de nuestro Salvador Jesucristo.

Por eso, es que tienes que creer en tu corazón y así confesar con tus
labios esa palabra fiel de ser recibida en nuestras vidas de cada día,
de que nuestro Padre celestial envía a su Rabino Yeshua jaMashíax para
que sea conocido en tu corazón y por toda tu alma viviente como su
Hijo amado. Para que de esta manera entonces puedas no solamente
escapar las mentiras terribles de Satanás y de la serpiente antigua,
las cuales te causan tantos problemas, sino mucho más que todo esto
aún, por ejemplo.

Y esto es que al recibir a su Hijo Jesucristo en tu vida, pues
entonces puedas recibir grandemente en tu corazón y en toda tu alma
viviente sus palabras santas, llenas de poder, las cuales hablan de ti
con gran amor desde mucho antes de la creación del cielo y la tierra,
para que seas bendito infinitamente por donde sea que vayas. Y así
Satanás, al ver que sus mentiras ya no están en ti, sino la verdad
infalible de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo como su
Rabino Yeshua jaMashíax, entonces Satanás y sus malvados ya no
solamente no pueden volver a ti jamás, sino que no podrán hacerte mal
alguno en la tierra y en la eternidad venidera.

Porque de ahora en adelante, cada vez que Satanás no ve en ti sus
mentiras del paraíso, las que heredaste de Adán y Eva al nacer en el
mundo en su carne infiel, en sus huesos quebrados y en su sangre
maldecida por nuestro Padre celestial por culpa del fruto prohibido,
entonces se alejara de ti siempre. Porque ahora Satanás ve en el lugar
de sus mentiras, la verdad perdonadora, bendita y sumamente gloriosa y
sobrenatural de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo, para
seguir llenando tu vida con luz y salud eterna, en la tierra y en el
más allá también, para toda la eternidad venidera, y todo esto para
gloria infinita de su nombre santísimo.

Pues ésta es su voluntad santísima para tu vida y para la de cada uno
de los tuyos también, de que su palabra santísima sea al fin recibida
fielmente en tu corazón, al reconocer a su Rabino Yeshua jaMashíax
como su Hijo amado, y único salvador posible para tu alma viviente, en
esta vida y en la venidera, eternamente y para siempre. Esto es lo que
haría su corazón santísimo tan feliz como nada más, por más glorioso
que sea en toda la tierra santa del reino angelical de cielo, que
nuestro Padre celestial te comenzaría a visitar cada día, y sólo para
bendecir tu vida y todo lo que tú amas, para que seas infinitamente
feliz con él y para siempre.

En otras palabras, si tú verdaderamente haces con tu vida lo que haría
feliz el corazón santísimo de tu Padre celestial que está en el cielo,
por reconocer a su Hijo amado como el Rabino Yeshua jaMashíax de tu
alma viviente, entonces él mismo aseguraría desde ahora tu felicidad y
la de los tuyos también, eternamente y para siempre. Porque todo aquel
que recibe a su Rabino Yeshua jaMashíax como su Hijo amado, entonces
no solamente está recibiendo su palabra santísima como siempre lo
hacen los ángeles del cielo, sino que se convierte milagrosamente todo
aquel, en un momento de oración y de fe, en su mismo Hijo Jesucristo,
para jamás apartarse de su vida santísima, para siempre.

Por lo tanto, cada vez que nuestro Padre celestial te ve desde su
lugar santo del cielo, entonces ya no te ve como uno de sus enemigos
convencionales, por ejemplo, como Adán y Eva ó como Satanás y sus
ángeles caídos, sino que te ve como su mismo Señor Jesucristo, para
solo pensar en ti cómo bendecirte cada vez más y más. Porque el único
a quien nuestro Padre celestial bendice a cada hora del día, ya sea en
el cielo con los ángeles o por toda la tierra para con cada hombre,
mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, en verdad,
es su Rabino Yeshua jaMashíax, ¡nuestro Señor y salvador Jesucristo!

Por esta razón, nuestro Padre celestial tiene que tener a todos sus
ángeles en el cielo y así también con cada uno de todos sus hijos e
hijas de todas las familias de la tierra, creyendo grandemente en su
Jesucristo, para que sus bendiciones lleguen a sus vidas antes que
cualquier maldad de Satanás y de sus malvados de siempre. Y si por
alguna razón Satanás con sus malvados de siempre ya llegó a tu vida
con alguna mentira increible, entonces nuestro Padre celestial
comienza a actuar en tu vida, por medio de su Rabino Yeshua jaMashíax,
como su Cordero Escogido o como su sumo sacerdote para que ore por ti,
y el mal de Satanás desaparezca por completo y para siempre.

Por ello, con el Rabino Yeshua jaMashíax viviendo en tu corazón y en
cada momento de tu vida, entonces Satanás no tendrá lugar para sus
mentiras y sus maldades de siempre para hacerte daño: porque todo tu
ser será lleno por el Espíritu Santo del Gran Rey Mesías, nuestro
Señor Jesucristo y sus palabras benditas de los mandamientos
infinitamente glorificados. Y sólo así podrás regresar al reino
angelical de nuestro Padre celestial desde ahora --tierra santa que te
espera pacientemente desde el día de tu creación en las manos sagradas
de nuestro Padre celestial en el cielo-- para que seas uno más de sus
ciudadanos entre sus ángeles fieles como el árbol de la vida, por
ejemplo, ¡nuestro Rabino Yeshua jaMashíax!

Pero si te mantienes lejos de la bendición santísima de cada día del
Rabino Yeshua jaMashíax de nuestro Padre celestial, entonces las
mentiras de Satanás continuaran reinando en tu vida, para mal eterno
de tu alma viviente y de cada una de los tuyos también, porque Satanás
seguirá incansablemente empujándote hacia la perdición eterna del
infierno candente e infinitamente tormentoso. Porque todo camino de
Satanás y de sus ángeles caídos es hacia mentiras increíbles y
escondidas de problemas, dificultades, conflictos terribles y
finalmente la muerte eterna en la tierra y en el mundo de las almas
perdidas del más allá, ¡el Abismo!

Pero con nuestro Señor Jesucristo viviendo en nuestros corazones, como
nuestro Gran Rey Mesías de nuestro Padre celestial para bendecir
poderosamente nuestras almas vivientes, entonces caminamos por el
camino antiguo de la verdad y de la vida eterna hacia la gloria
infinita, La Nueva Jerusalén santa y seráfica, para vivir a cada hora
la felicidad sin igual de las huestes angelicales. Además, nuestro
Padre celestial nos quiere a cada uno de todos nosotros caminando ya
por el camino y la verdad hacia la gloria infinita de su Rabino Yeshua
jaMashíax, porque éste es el único camino que conoceremos en el nuevo
reino angelical para traspasar nuevas fronteras distantes del más
allá, con el fin de alcanzar nuevas glorias infinitas para nuestro
Padre celestial.

En verdad, otro camino santo y lleno de verdad y de justicia celestial
de nuestro Padre celestial y de su Espíritu Santo no hay otro igual en
el reino angelical ni menos en toda la tierra, digno de ser oído y
recibido por el corazón de cada hombre, mujer, niño y niña de todas
las familias de las naciones. Por eso, con nuestro Señor Jesucristo
viviendo en tu corazón como tu Rabino Yeshua jaMashíax, entonces vives
en la solución absoluta de todos tus problemas, dificultades,
conflictos y enfermedades terribles de Satanás y de sus ángeles
caídos; con Jesucristo viviendo en tu corazón, entonces divinamente
vives en las riquezas increíbles del Padre celestial que está en el
cielo, para gloria eterna.

Y si nuestro Padre celestial es así contigo, es porque así fue con sus
hijos e hijas del pasado, para que te liberes de Satanás y de sus
profundas tinieblas, para que entres a la luz de la vida eterna de su
nuevo reino angelical, para que goces desde ya la felicidad infinita
de tu corazón infinitamente eterno e insaciable. Porque tu corazón y
así también tu alma viviente solamente pueden ser satisfechos del
fruto del árbol de la vida, nuestro Rabino Yeshua jaMashíax, para
vivir la felicidad infinita de la nueva vida eterna de nuestro Padre
celestial y de su Espíritu Santo, rodeado por siempre de sus huestes
angelicales, en la tierra y así también en el cielo, como siempre.

Es decir, que tu corazón y así tu alma viviente como todo tu cuerpo y
espíritu humano no son compatibles jamás con el fruto prohibido del
árbol de la ciencia del bien y del mal, sino solamente compatibles y
por inicio, al fruto de vida eterna, para alcanzar la felicidad eterna
en la tierra y así también en el paraíso eternal. Por eso, el creer en
el corazón y el confesar con nuestros labios el nombre salvador y
todopoderoso de nuestro Rabino Yeshua jaMashíax como el Hijo de Dios
en nuestros corazones, no solamente nos limpia de todo pecado, sino
que nos llena de poderes y autoridades sobrenaturales en contra de
Satanás y de todas sus artimañas terribles del más allá.

Visto que, el fruto prohibido aún sigue haciéndonos daño desde el más
allá, porque Adán y Eva creyeron y comieron de él para transformarse,
en un momento de error y de desobediencia, en enemigos eternos del
fruto del árbol de la vida eterna, nuestro Señor Jesucristo y nuestro
Padre celestial con todos las huestes angelicales de su Espíritu
Santo, por ejemplo. En la medida en que, es el fruto prohibido del
árbol de la ciencia del bien y del mal, el cual actúa siempre en
contra de todos nosotros para seguir haciéndonos daño, y daños
terribles en muchas cosas que a veces no nos damos cuenta de ellas y
sólo hasta que es demasiado tarde.

Ya que, el fruto prohibido está en nosotros y es invisible a nuestros
ojos, por tanto actúa siempre a escondidas para hacernos toda clase de
daño con el fin de destruir por completo la imagen y la semejanza
santísima de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo en cada
uno de todos nosotros, para mal eterno. Y esto es en todo momento y en
todos los lugares de la tierra y aún en el más allá también, como en
el reino angelical y el paraíso, por ejemplo, en donde el hombre y la
mujer comenzaron a ser desfigurados por las mentiras crueles de la
serpiente antigua y de Satanás, para mal eterno de todas nuestras
almas vivientes.

Y es por eso que sufrimos tantos males terribles en nuestras vidas y
hasta las vemos en otros que son tan indefensos en contra de todos
ellos, porque el efecto continuo del fruto prohibido, el cual comieron
Adán y Eva inicialmente en el paraíso, está siempre haciendo de las
suyas, por voluntad malvada de Satanás y de sus ángeles caídos. Sin
embargo, cuando creemos en nuestros corazones y así confesamos con
nuestros labios el fruto del árbol de la vida del paraíso, nuestro
Rabino Yeshua jaMashíax, entonces el fruto prohibido del árbol de la
ciencia del bien y del mal ya no tiene efecto alguno en nuestras
vidas, como antes, sino todo lo contrario.

Ahora, el fruto del árbol de la vida eterna con todos sus poderes y
autoridades sobrenaturales en contra de Satanás y del fruto prohibido
comienza a actuar grandemente en nuestras vidas de cada día, para
liberarnos de muchos males conocidos y hasta desconocidos también,
para colmarnos de bendiciones sin fin delante de nuestro Padre
celestial y de sus huestes angelicales. Por eso, es recomendable
siempre para todo hombre, mujer, niño y niña de hacer una oración de
fe, delante de nuestro Padre celestial y de su Espíritu Santo, en el
nombre libertador de nuestro Rabino Yeshua jaMashíax, para que
comiencen a actuar en sus corazones y en sus vidas de cada día cada
uno de sus poderes sobrenaturales, para bendición eterna.

Para que de esta manera, Satanás y su fruto prohibido no se salga con
las suyas en nuestras vidas y en la de los nuestros en toda la tierra,
sino que sea neutralizado por completo, para que la verdad y la
justicia infinita de nuestro Padre celestial y de su Jesucristo
comiencen a actuar grandemente en nuestras vidas, para bien eterno.
Porque es siempre el fruto del árbol de la vida del paraíso, nuestro
Señor y salvador Jesucristo, quien siempre nos hace bien en todo
momento de nuestras vidas, ya sea en la tierra, en el paraíso y hasta
en la misma ciudad santa de nuestro Padre celestial y de sus huestes
angelicales, La Nueva Jerusalén colosal del cielo, por ejemplo.

Actualmente, el fruto prohibido del árbol de la ciencia del bien y del
mal siempre es nuestro mal de cada día, porque no solamente es
prohibido, por inicio, por nuestro Padre celestial de estar en
nuestras vidas, sino que está lleno del espíritu de error de Satanás y
de la serpiente antigua, por ejemplo, para hacernos daño cada vez más.
Pero el fruto del árbol de la vida, nuestro Rabino Yeshua jaMashíax,
está lleno de verdad y de justicia del Espíritu Santo de los
mandamientos cumplidos e infinitamente glorificados y del nombre
glorioso y sumamente todopoderoso de nuestro Padre celestial, para
entregarnos toda clase de bendiciones sin fin en nuestras vidas de
cada día y por toda la tierra también.

Por esta razón, fiel es la palabra de nuestro Rabino Yeshua jaMashíax
de ser aceptada en nuestros corazones como la palabra bendita de
nuestro Padre celestial, porque nuestro Rabino no solamente es el Hijo
de Dios sino que también es el Cordero de Dios, el sumo sacerdote y
fruto de vida eterna, para alimentar nuestro cuerpo y espíritu humano
siempre. Por lo tanto, nuestro Señor Jesucristo es compatible con
nuestros corazones y almas vivientes, para que nuestros cuerpos y
espíritu humano vivan siempre llenos de la felicidad del Espíritu
Santo del fruto del árbol de la vida eterna, en la tierra y así
también en el cielo, para con cada uno de todos nosotros, de todas las
familias de las naciones.

Hoy en día, si buscas incansablemente la felicidad de tu corazón y de
tu alma viviente, para que tu cuerpo y espíritu humano sanen de todos
los ataques recibidos a través de los tiempos por el espíritu de error
del fruto prohibido, entonces sólo tienes que mirar a Jesucristo para
que seas redimido de muchos males terribles con la abundancia de su
Espíritu Santo. La palabra de nuestro Padre celestial es digna de ser
recibida en todo momento, para perdón, bendición, salud y vida eterna,
por medio de su Rabino Yeshua jaMashíax, ¡nuestro Señor y salvador
Jesucristo!


El amor (Espíritu Santo) de nuestro Padre celestial y de su Jesucristo
es contigo.


¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!


Dígale al Señor, nuestro Padre celestial, de todo corazón, en el
nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras
almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y
honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el
cielo, también, para siempre, Padre celestial, en el nombre de tu Hijo
amado, nuestro Señor Jesucristo.

LAS MALDICIONES BIBLICAS, para los que obran maldad día y noche,
(Deuteronomio 27: 15-26):

“‘¡Maldito el hombre que haga un ídolo tallado o una imagen de
fundición, obra de mano de tallador (lo cual es transgresión a la Ley
perfecta de nuestro Padre celestial), y la tenga en un lugar secreto!’
Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que le reste importancia a su padre o a su madre!’ Y
todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que cambie de lugar los limites de propiedad de su
prójimo!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que desvié al ciego de su camino!’ Y todo el pueblo
dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que falsee el derecho del extranjero, del huérfano y de
la viuda!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque
descubre la desnudes de su padre!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que tenga contacto sexual con cualquier animal!’ Y todo
el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que se acueste con su hermana, hija de su padre o hija
de su madre!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que se acueste con su suegra!’ Y todo el pueblo dirá:
‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que a escondidas y a traición hiera de muerte a su
semejante, sin causa alguna!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que acepte soborno para matar a un inocente, sin causa
alguna!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

“‘¡Maldito el que no cumpla las palabras de esta ley, poniéndolas por
obra en su diario vivir en la tierra!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’

LOS ÍDOLOS SON UNA OFENSA / AFRENTA A LA LEY PERFECTA DE DIOS

Es por eso que los ídolos han sido desde siempre: un tropiezo a la
verdad y al poder de Dios en tu vida. Un tropiezo eterno, para que la
omnipotencia de Dios no obre en tu vida, de acuerdo a la voluntad
perfecta del Padre celestial y de su Espíritu Eterno. Pero todo esto
tiene un fin en tu vida, en ésta misma hora crucial de tu vida. Has de
pensar quizá que el fin de todos los males de los ídolos termine,
cuando llegues al fin de tus días. Pero esto no es verdad. Los ídolos
con sus espíritus inmundos te seguirán atormentando día y noche entre
las llamas ardientes del fuego del infierno, por haber desobedecido a
la Ley viviente de Dios. En verdad, el fin de todos estos males está
aquí contigo, en el día de hoy. Y éste es el Señor Jesucristo. Cree en
Él, en espíritu y en verdad. Usando siempre tu fe en Él, escaparas los
males, enfermedades y los tormentos eternos de la presencia terrible
de los ídolos y de sus huestes de espíritus infernales en tu vida y en
la vida de cada uno de los tuyos también, para la eternidad del nuevo
reino de Dios. Porque en el reino de Dios su Ley santa es de día en
día honrada y exaltada en gran manera, por todas las huestes de sus
ángeles santos. Y tú con los tuyos, mi estimado hermano, mi estimada
hermana, has sido creado para honrar y exaltar cada letra, cada
palabra, cada oración, cada tilde, cada categoría de bendición
terrenal y celestial, cada honor, cada dignidad, cada señorío, cada
majestad, cada poder, cada decoro, y cada vida humana y celestial con
todas de sus muchas y ricas bendiciones de la tierra, del día de hoy y
de la tierra santa del más allá, también, en el reino de Dios y de su
Hijo amado, ¡el Señor Jesucristo!, ¡El Todopoderoso de Israel y de las
naciones!

SÓLO ÉSTA LEY (SIN ROMPERLA) ES LA LEY VIVIENTE DE DIOS

Esta es la única ley santa de Dios y del Señor Jesucristo en tu
corazón, para bendecirte, para darte vida y vida en abundancia, en la
tierra y en el cielo para siempre. Y te ha venido diciendo así, desde
los días de la antigüedad, desde los lugares muy altos y santos del
reino de los cielos:

PRIMER MANDAMIENTO: “No tendrás otros dioses delante de mí”.

SEGUNO MANDAMIENTO: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo
que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas ni les rendirás
culto, porque yo soy Jehová tu Dios, un Dios celoso que castigo la
maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la
cuarta generación de los que me aborrecen. Pero muestro misericordia
por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos”.

TERCER MANDAMIENTO: “No tomarás en vano el nombre de Jehová tu Dios,
porque Él no dará por inocente al que tome su nombre en vano”.

CUARTO MANDAMIENTO: “Acuérdate del día del sábado para santificarlo.
Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será
sábado para Jehová tu Dios. No harás en ese día obra alguna, ni tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el
forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días Jehová
hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y
reposó en el séptimo día. Por eso Jehová bendijo el día del sábado y
lo santificó”.

QUINTO MANDAMIENTO: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días
se prolonguen sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”.

SEXTO MANDAMIENTO: “No cometerás homicidio”.

SEPTIMO MANDAMIENTO: “No cometerás adulterio”.

OCTAVO MANDAMIENTO: “No robarás”.

NOVENO MANDAMIENTO: “No darás falso testimonio en contra de tu
prójimo”.

DECIMO MANDAMIENTO: “No codiciarás la casa de tu prójimo; no
codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su
buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo”.

Entrégale tu atención al Espíritu de Dios y déshazte de todos estos
males en tu hogar, en tu vida y en la vida de cada uno de los tuyos,
también. Hazlo así y sin más demora alguna, por amor a la Ley santa de
Dios, en la vida de cada uno de los tuyos. Porque ciertamente ellos
desean ser libres de sus ídolos y de sus imágenes de talla, aunque tú
no lo veas así, en ésta hora crucial para tu vida y la vida de los
tuyos, también. Y tú tienes el poder, para ayudarlos a ser libres de
todos estos males, de los cuales han llegado a ellos, desde los días
de la antigüedad, para seguir destruyendo sus vidas, en el día de hoy.
Y Dios no desea continuar viendo estos males en sus vidas, sino que
sólo Él desea ver vida y vida en abundancia, en cada nación y en cada
una de sus muchas familias, por toda la tierra.

Esto es muy importante: Oremos junto, en el nombre del Señor
Jesucristo. Vamos todos a orar juntos, por unos momentos. Y digamos
juntos la siguiente oración de Jesucristo delante de la presencia
santa del Padre celestial, nuestro Dios y salvador de todas nuestras
almas:

ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de
tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu
reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la
tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras
deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el
poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque sí perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial
también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres,
tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y
la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”.
Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS
TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y
su MUERTE.

Dispónte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer
día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu
vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁS TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL
SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un
pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su
SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi
pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi
SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Sí tu respuesta fue Sí, entonces esto es solo el principio de una
nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios,
orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El
ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en
un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema
autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros
cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de
Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su
palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en
gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata
a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con
frecuencia, para ver que clase de libros están a tu disposición, para
que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que
te goces en la verdad del Padre celestial y de su Hijo amado y así
comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de
Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es
la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la
tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras
almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan
tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y
tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y
de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa
de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra:
imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de
Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que
respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso!
Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de
todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor
al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y
como siempre, para la eternidad.


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