No es que Albert quiera dudar del sentido de la educación que recibe, pero cuando una clase consiste en una hora para leer los periódicos locales, nacionales e internacionales y una hora para debatir el contenido con diferentes tutores cada día es momento de replantearse si está estudiando o solo intercambiando chismes. Si bien algunos de sus maestros se lo toman seriamente hay otros que solo se dedican a criticar y menospreciar el estado en que el mundo está.
Su plan de estudios se ha adaptado para su preparación para la universidad que, siguiendo la tradición familiar, será en el Reino Unido. La plantilla de profesores ha sufrido algunos cambios y ahora recibe cátedra de leyes, administración, economía, matemáticas aplicadas, ademas de las habituales de literatura, ciencias, protocolo.
A Rosemary no le hacía gracia leer en sus cartas sobre como aumentaba año con año su carga académica. Se mostraba en contra de la pretenciosidad de los Andrew que tienen sus orígenes en las tareas agrícolas y ahora lo eduquen como si fuera a ser un estadista. Albert tenía que darle la razón a su hermana, su familia era tan antigua que se remontaba a la época en que la base de la economía mundial era la agricultura. Pero también han pasado por los 3 grandes modelos económicos que le siguieron y la era del capitalismo exigía una feroz competencia en donde era mejor estar preparado.
A punto de debatir con ella por carta de la misma manera que lo hacía con sus profesores se detuvo porque ella se escandalizaría de que le hayan corrompido la mente con tantas clases. Ella sería una alumna más desafiante que él para sus profesores, le gustaba expresar todo lo que siente y nunca se detenía ante los obstáculos.
Aun estando delicada de salud insistía en que si no fuera tan injusto que les nieguen a las mujeres incursionar en actividades que les gusta acaparar a los hombres, ella estaría muy gustosa de asumir esa responsabilidad por Albert.
Nunca dejará de verlo como su pequeño. Anthony aún no lo sabía, pero tenía la mejor madre del mundo. La que le allanaría el mundo y lo impulsaría a encontrar su felicidad ignorando las imposiciones de otros. Albert creía que en ser libre era donde se encontraba su felicidad pero también estaba apegado a lo que su posición le proporcionaba. No se imaginaba que sería de Rosemary sin todo el apoyo medico que la familia financiaba.