El crecimiento se está haciendo incomodo, hay preguntas sobre como se siente todo el tiempo como si esperaran que fuera un cartucho de dinamita a punto de detonar. Tal vez eso es lo que lo tiene tan irritable, no saber como se siente, no encuentra palabras para todo eso.
Recibe sanciones sobre correr por la casa o que ya no es un niño para algunos de sus juegos favoritos, pero al mismo tiempo le prohíben hacer bromas que ha visto hacer a los mayores, o inquirir sobre el alcohol, los cigarros, desvelarse en las fiestas porque aun no está en edad de eso. No sabe cuando es demasiado mayor o demasiado menor para esto o para aquello. Se arrepiente de no preguntar antes de hacer lo que le viene en gana, sus impulsos le ganan y termina molestando con algo que pensó era divertido. Su sentido del humor también se bambolea, se ríe a carcajadas y luego lo encuentra infantil.
Georges y Rosemary son los que le tienen más paciencia, no hacen preguntas, solo lo llevan a correr o a podar los rosales esperando que se distraiga de los conflictos en que se envuelve su mente. Lo que trae un nuevo problema, su olor corporal también ha cambiado, incluso cuando esta en clases con sus tutores se siente inquieto de oler mal y desea escaparse para tomar un baño.
Su cuerpo en general está empezando a ser un dolor, sus extremidades se sienten enormes, no como si el crecimiento fuera gradual, sino como que de un día para otro todo se le atraviesa en su camino, las cosas son más frágiles, más insignificantes y se choca con ellas donde antes podía moverse con seguridad. Ha crecido, pero de alguna manera es como si no cupiera en su cuerpo, se mueve inquieto buscando posturas porque las que antes eran cómodas ya no lo son más.
Se excita, se exalta, se muere de hambre, se desborda de energía, se desvela o se duerme por 12 horas. Mientras le recomiendan que se apegue a su rutina, el reloj le juega malas pasadas, horas desiguales, las clases de arte se vuelven eternas mientras que no le alcanza el tiempo para un ejercicio de matemáticas.
En el lado bueno de las cosas, está a centímetros de tener la misma estatura que Rosemary y por alguna razón eso lo llena de orgullo, es más fácil asimilar que es el futuro guardián de una enorme familia, que no podrá ser intimidado por quienes lo miran desde arriba y es uno de los mejores regalos que puede recibir con solo 13 años.