Mientras estaba claramente aventajado academicamente, respecto a la mayoría de sus compañeros, no era así en cuanto a muchos otros temas. Se involucra en todo tipo de actividades que puedan darle las experiencias de las que cree carecer. Lo que le trae algunos problemas disciplinarios y le ha servido para redefinir sus nociones de libertad.
Muchos de estos jóvenes han sido excesivamente mimados permitiéndoseles hacer todo lo que se les antoje, sabiendo que cualquier daño será cubierto por las carteras de sus padres. Todo lo contrario que Albert, que desde los 8 años se le ha inculcado la responsabilidad de que su destino es el destino de una familia de cientos de miembros. Sobre sus hombros carga el honor, el nombre y el futuro de los Andrew. Pero no los envidia, solo ha abierto los ojos a que nadie más que él se hará cargo de las consecuencias de sus actos.
Usando sus cuantiosos conocimientos de leyes y sus nociones de negociación ha sabido manejar los procedimientos disciplinarios de la universidad sin que le cueste una notificación a su tutor temporal y por tanto que no llegue a manos de su tía y los ancianos. Mediante cartas y audiencias disciplinarias ha evitado suspensiones o medidas probatorias.
En el campus se rumora sobre quién puede estar detrás de su estancia en la universidad ya que sus problemas parecen resolverse sin intervención de sus padres o cualquier otro representante. En vez que quitar las miradas sobre él y mantener un bajo perfil, como se había acordado a su partida de Estados Unidos, ha desatado una serie de especulaciones sobre si es verdad que solo es un hijo de una familia de Illinois, como acostumbra mencionar sin entrar en mas detalles sobre la ocupación de su padre o cualquier miembro sobresaliente de los Andrew. La casualidad de que siempre tenga dinero que no proviene de una mesada, de que viva solo en una residencia en una zona elegante y de que se desaparezca cuando tiene que ir a las clases en la facultad de veterinaria.
Con esos secretos a su alrededor, Albert se ha ganado cierta fama de misterioso, de excéntrico y de desadaptado, ya que se resiste a entrar en los círculos específicos a los que suelen adherirse los otros estudiantes.
Con algunos tropiezos, peleas a puños y mucha reflexión ha catalogado las cosas por las que vale la pena arriesgarlo todo y las que no. Estas personas con las que está compartiendo una pequeña parte de su vida no son las que definirán como la vivirá más adelante. Espera ser lo suficientemente sagaz para reconocer entre ellos o entre cualquiera en quien encontrar un buen amigo.
Ha hecho unos pocos amigos fuera de la escuela, se escribe con Georges y algunos de sus amigos por correspondencia en diversos países y hay tantas cosas que hacer en la ciudad que no tiene que hacer nada más que presentarse en el local de moda e integrarse. No tiene tiempo ni forma de sentirse aislado o fuera de su elemento.
Incluso su inexperiencia con el sexo opuesto no es tan terrible como algunos de sus compañeros quieren hacer ver. Lo han criticado por su trato y por no saber abordar a las damas. Como cualquier caballero de la época se le ha inculcado ser galante, amable y estar al servicio de ellas. Ha sido criado entre Rosemary y la tía Elroy y ha sido testigo de que las mujeres aprecian más un interés genuino en sus personas que solo ser un objeto de admiración de un seductor que se está probando más a si mismo.
Para su cumpleaños 20, su segunda década, ha organizado su primer fiesta en su residencia y no solo ha invitado a sus compañeros y maestros, también a personas comunes con las que convive y a esas muchas chicas con las que no ha logrado un avance, pero que están encantadas de siempre tener una charla con él.
La fiesta servirá también de despedida, pues pronto comenzaran las vacaciones de verano y se ha agendado que vaya a Francia para seguir cultivando su formación en artes y humanidades. Por su parte Albert está muy interesado en conocer como se comportan los habitantes de la cuna de la libertad, la igualdad y la fraternidad, así como en su cocina y sus incontables castillos, los cuales sirvieron como modelo para la mansión en Chicago.