Hoy jueves último de noviembre, día de DAR GRACIAS, por universal la mejor celebración norteamericana,
Thanksgiving Day, y que sin embargo no hemos copiado como sí lo hemos hecho con un montón de tonterías gringas, encontré al levantarme un regalito en mi bandeja de entrada, perfecto para empezar a agradecer desde muy temprano, y para madrugarle al ruido que de la Navidad hemos hecho.
Muy bello, es auténtico. El papa Pachito lo puso en Twitter el 23 de diciembre del año pasado. Lo escribió luego de pasar un buen rato conversando y orando con Benedicto XVI, con quien no se encontraba personalmente desde hacía nueve meses exactos. Con ese dato, me siento derechoso a suponer que Francisco, con su buen corazón de siempre, pero con el contagio chévere de la vibra filosófica del papa emérito alemán, estaba en el mejor estado interno posible para él y fue así como produjo esta belleza... Es que está preciosa esta perla que no conocía, seguramente porque cuando lo escribió, el pasado diciembre, ya estaba pleno ese ruido navideño que señala, tanto en los medios como en mi cabezota.
"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor.
Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma.
El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.
Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.
La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.
Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.
La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.
Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti.
El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.
La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras.
La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad."
Feliz Thanksgiving y de una vez, ¡FELIZ NAVIDAD!