BIOCOMPARTIENDO # 40 del 2021 / Agricultura Biológica por Juan Miguel Zapater

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Fernando Alvarado

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Dec 2, 2021, 12:02:06 AM12/2/21
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BIOCOMPARTIENDO 

# 40 del 2021 / Perú, jueves 2 de diciembre 

¡Por una vida sana y feliz; libre de transgénicos cancerígenos! 

Editor Fernando Alvarado de la Fuente / biof...@hotmail.com 

Ver todos los números de Compartiendo en: www.ideas.org.pe 

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¿Quién boicotea la Moratoria a los transgénicos al 2035? 

 

INDICE 

  • Thomas Piketty: “Estamos en una situación similar a la que llevó a la Revolución Francesa” 
  • José De Echave: "Los empresarios deberían preguntarse por qué estás cuatro operaciones mineras tienen tan mala relación con la población" 
  • Agricultura biológica por Juan Miguel Zapater 
  • CALENDARIO AGROECOLOGICO 2021 

 

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IDEAS 

Thomas Piketty: “Estamos en una situación similar a la que llevó a la Revolución Francesa” 

El reconocido economista francés augura que los privilegios que se conceden a las grandes fortunas conducirán a una gran crisis política. Y recuerda el levantamiento de finales del siglo XVIII, cuando la nobleza se resistía a pagar impuestos 

MARC BASSETS 

27 NOV 2021 - 21:51 PET 

 

Thomas Piketty (Clichy, Francia, 50 años) ha logrado con sus tratados de más de mil páginas algo que solo un puñado de economistas ha conseguido en la historia: colocar su tema de estudio académico en el centro de las discusiones políticas y las agendas internacionales. Su tema es la desigualdad. O, dicho de otra manera, la larga historia del avance hacia la igualdad. Porque el autor de El capital en el siglo XXI y Capital e ideología se declara optimista, aunque no lo parezca: prefiere ver el vaso medio lleno de la igualdad que el medio vacío de la desigualdad. 

 

Ahora Piketty publica Una breve historia de la igualdad (editorial Deusto, traducción de Daniel Fuentes), una síntesis en menos de 300 páginas de sus ideas y sus propuestas. 

 

Piketty no pertenece al club de los apocalípticos: él cree —y así se lo confirman los datos— que, pese a los tropiezos y contratiempos, el mundo va mejor. Y dice que, aunque los partidos que defienden sus ideas son minoritarios y que en muchos países, como el suyo, las clases trabajadoras votan opciones nacionalistas y populistas, no cree estar predicando en el desierto. “Desde la crisis de 2008 se ha acelerado la toma de conciencia sobre los excesos de la desregulación financiera de los años ochenta y noventa, y la covid ha contribuido a ello”, resume en su diminuta oficina en la Escuela de Economía de París. “Las cosas evolucionan un poco en el sentido que yo describo”. 

 

PREGUNTA. ¿No ha sido útil a fin de cuentas el capitalismo para mejorar la esperanza de vida o el nivel de vida, o para reducir las desigualdades? 

 

RESPUESTA. Lo que ha permitido la prosperidad es haber atemperado el capitalismo del siglo XIX con una economía de tipo socialdemócrata, una economía mixta en la que toda una parte de las riquezas está socializada. Y hay que continuar con este movimiento. El socialismo participativo, democrático y federal que yo deseo se inscribe en la continuidad de transformaciones ya muy importantes que han tenido lugar. El sistema de economía mixta socialdemócrata que hoy tenemos en los países de Europa Occidental no tiene mucho que ver con el capitalismo colonial, patriarcal, autoritario de 1910. Y el sistema que yo describo para el futuro no es más diferente del sistema actual de lo que el sistema actual lo es respecto del capitalismo de 1910. 

 

“Si se pide educadamente a la nobleza que renuncie a sus privilegios, la cosa no funciona. Si se pide educadamente a Suiza y Luxemburgo que dejen de ser paraísos fiscales, tampoco” 

P. ¿Las guerras, revoluciones o catástrofes naturales han sido necesarias para reducir las desigualdades? 

 

R. Las revoluciones no siempre son catástrofes. Efectivamente, en la historia hay movimientos políticos, movilizaciones que permiten avanzar hacia una mayor igualdad. E insisto en el mensaje positivo: hay una marcha hacia la igualdad que viene de lejos, que es un fenómeno de largo plazo y que se nutre a veces de revoluciones, pero más generalmente de rebeliones, de peticiones de más igualdad. Es un movimiento que comenzó a finales del siglo XVIII, sobre todo con la Revolución Francesa y también con la rebelión de los esclavos en Santo Domingo. Estos dos acontecimientos marcan el principio del fin de las sociedades de privilegios, de un lado, y de las sociedades esclavistas, del otro. 

 

P. Pero no siempre se avanza con revueltas o revoluciones. 

 

R. Otro ejemplo es Suecia. Hasta principios del siglo XX era uno de los países con mayor desigualdad de Europa y una codificación institucional de la desigualdad más extrema que en el Antiguo Régimen francés o en las monarquías censitarias de Francia o España del siglo XIX. Solo el 20% de hombres más ricos tenían derecho de voto, y dentro de este 20% se podía tener entre 1 o 100 derechos de voto en función de si uno era el más rico de los ricos o si lo era menos. Incluso las sociedades anónimas tenían derecho de voto en función del capital invertido en el municipio. ¡Ya les gustaría a las multinacionales hoy tener algo semejante! Lo que ocurre después es que hay una gran movilización sindical y del partido socialdemócrata en un país muy educado, y la clase obrera toma el poder. Se impone entonces de manera relativamente pacífica. 

 

P. La de Suecia fue una revolución pacífica. 

 

R. ¿Sabe? Este tipo de transformaciones no pueden hacerse respetando las reglas del régimen precedente. En un momento dado habrá una ruptura institucional. Siempre es así. Cuando la Administración de Obama anuncia a Suiza que se acabó el secreto bancario y que, si Suiza lo mantiene, Estados Unidos retirará las licencias a los bancos suizos, no es algo que estuviese previsto en los tratados internacionales que organizaban la libre circulación de los capitales. Pues bien, resulta que estos tratados no evitan que en un momento dado un país diga: “Cambiamos las reglas”. 

 

P. Estados Unidos es la primera potencia mundial. Otro país quizá no podría hacer lo mismo. 

 

R. Pero es que el cambio histórico se nutre de relaciones de fuerza, sea en 1789 o en 2020. Si se pide educadamente a la nobleza que renuncie a sus privilegios, la cosa no funciona. Si se pide educadamente a Suiza y Luxemburgo que dejen de ser paraísos fiscales, tampoco. Y estas transformaciones suelen implicar transformaciones institucionales con cambios en los tratados o las Constituciones. No quiero decir que el Estado de derecho no sea importante, pero no debe convertirse en un pretexto para mantener las posiciones adquiridas. Todas las transformaciones que describo se han realizado derribando el sistema legal precedente, pero con el fin de reemplazarlo por un Estado de derecho más justo, emancipador e igualitario. 

 

“Hay una huida adelante hacia la deuda pública que se explica porque no se logra hacer pagar a las clases privilegiadas” 

P. ¿El mundo posterior a la covid será más o menos igualitario? 

 

R. El primer efecto es de más desigualdad. Primero, entre el norte y el sur. Es escandaloso cómo los países del norte han rechazado transformar las vacunas en un bien público mundial, una oportunidad perdida. También vemos que las grandes fortunas del planeta se han enriquecido. Todo el sector de las altas tecnologías se ha enriquecido. Los más pobres y frágiles sufren más por la covid. Al mismo tiempo, como sucede con todas las crisis de esta naturaleza, la pandemia ha tenido efectos complejos, porque también ha contribuido a rehabilitar una cierta visión del servicio público, del hospital, del sistema sanitario, y esto permite también legitimar de nuevo una política de reinversiones en los servicios públicos. 

 

P. ¿Vamos por el buen camino? 

 

R. Por ahora, se avanza despacio. El nivel de desigualdades es contraproducente. Tener a un 50% de la población que no posee casi nada —en Francia o en España ese 50% posee un 5% del total del patrimonio, mientras que el 10% más rico posee un 50%, un 55%, un 60%— no solo es injusto, sino económicamente ineficaz. El 50% más pobre y sus hijos tienen al menos tantas ideas e iniciativas como los hijos de los más ricos. A largo plazo supone una pérdida colectiva limitar así las oportunidades económicas y las posibilidades de que se dinamice la economía con una mayor circulación de las riquezas, de la propiedad y del poder. 

 

P. Pero estará satisfecho con que la Unión Europea adoptase un acuerdo para poner la deuda en común e invertir masivamente, ¿no? 

 

R. Soy un federalista europeo. Todo lo que vaya en esta dirección es bueno. Y endeudarse conjuntamente permitió, al menos, ganar tiempo y salvar la idea europea. Yo, sin embargo, habría preferido que el plan de recuperación lo adoptase un grupo de países más pequeño y con una mayor democratización de las instituciones europeas, y un voto por mayoría y no por unanimidad. Imagine que en seis meses o un año necesitemos un nuevo endeudamiento y un nuevo plan de recuperación. ¿Hará falta de nuevo la unanimidad de los Veintisiete? La solución es que los países que no quieren más solidaridad queden fueran: no hay que forzar a Países Bajos, Suecia, Dinamarca a participar. Quienes quieran una Europa más unificada, que avancen. Para mí es una ocasión perdida. 

 

P. ¿Y el acuerdo para imponer una tasa mínima global a las multinacionales? 

 

R. Plantea dos problemas. El primero es que la tasa de imposición de un 15% es ridículamente débil. Una pyme (pequeña y mediana empresa) o un hogar de clase media o popular no puede, así como así, crear una filial en un paraíso fiscal para aprovecharse de la tasa del 15%. En Francia, si usted es jefe de una pyme en la restauración o la construcción, entre el impuesto sobre los beneficios, el impuesto sobre la renta, las cotizaciones sociales paga como mínimo un 20% o un 30%, y con frecuencia más bien un 30% o un 40%. Así que el 15% para las multinacionales con capacidad para crear filiales en paraísos fiscales equivale a crear un sistema derogatorio privilegiado para los actores más poderosos. Temo que esta reforma con el 15% reporte muy poco dinero y no haga más que perpetuar una injusticia enorme entre, de un lado, las multinacionales y los más ricos, y del otro las pymes y las clases medias. 

 

“Temo que la tasa del 15% a las multinacionales reporte muy poco dinero y perpetúe la injusticia frente a las pymes” 

P. ¿Y el segundo problema que menciona? 

 

R. Es aún más grave que el primero. Y es que esta reforma se ha concebido para los países del norte y no los del sur. Los países que obtendrán ingresos suplementarios son aquellos en los que se encuentran las sedes de estas multinacionales; es decir, los más ricos. Creemos que no nos conciernen las crisis en Malí o en Afganistán, pero desde el momento que hay riquezas para explotar, como el uranio en Níger o el cobre en Congo, las compañías occidentales acuden enseguida, o las chinas, que hacen lo mismo. Al mismo tiempo, las emisiones de CO₂ acumuladas de los países europeos y de Estados Unidos representarán un coste considerable en términos de subdesarrollo a los países del sur. Y recordemos que no hay países ricos sin países pobres: todos los enriquecimientos de la historia son resultado de un sistema de división internacional del trabajo y de uso y a veces explotación de recursos naturales y humanos en el planeta, como la industrialización durante el colonialismo y la esclavitud. 

 

P. ¿Qué hacer? 

 

R. La idea de que tal país o persona es enteramente responsable de su riqueza y debería quedárselo todo para sí mismo es una construcción intelectual nada convincente. Hay que imaginar un sistema de reparto de las riquezas con los ingresos fiscales procedentes de los actores económicos más prósperos. Si solo tomásemos una pequeña fracción de los beneficios de las multinacionales y el patrimonio de los milmillonarios y se redistribuyese a todos los países en proporción a la población de estos países, los recursos para invertir en educación y en la salud serían 10 veces más elevados que las supuestas ayudas internacionales, que en África son cuatro veces más débiles que los beneficios de las empresas occidentales y chinas. Estamos creando un sistema que nos estallará en la cara. 

 

P. ¿Una revolución? 

 

R. Estamos en una situación que no es tan distinta de la que llevó a la Revolución Francesa: hay una huida adelante hacia la deuda pública que se explica porque no se logra hacer pagar a las clases privilegiadas. Entonces era la nobleza la que no quería pagar impuestos. ¿Y cómo se resolvió? Con una crisis política, con los Estados Generales, la Asamblea Nacional y el fin de los privilegios de la nobleza. Ahora, de una manera u otra, acabará igual. Cuando hace un momento le hablaba de que el sistema nos estallará en la cara, pensaba en el norte y el sur. ¿Y en el norte? Lo podemos llamar revolución. Siempre ha habido revoluciones en la historia: 1968 o 1945 lo fueron. 

 

“La pregunta es si el cuestionamiento de este sistema se hará en el desorden o de manera apaciguada” 

P. ¿Y ahora? 

 

R. La revolución de la que hablo consiste en hacer que contribuyan las mayores fortunas. Si se crea un sistema en el que usted puede enriquecerse utilizando las infraestructuras públicas de un país, su sistema educativo, su sistema sanitario, y después, con solo apretar un botón, puede transferir sus activos a otra jurisdicción sin que haya nada previsto para controlarle, y después usted simplemente puede dejar la factura a las clases medias y populares que son inmóviles y no pueden moverse del país…, es un sistema insostenible. La pregunta es si el cuestionamiento de este sistema se hará en el desorden o de manera apaciguada, como prefiero. Yo soy un intelectual: he elegido escribir libros, no ser guerrillero. 

 

SOBRE LA FIRMA 

Marc Bassets 

Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017). 

 

Fuente: https://elpais.com/ideas/2021-11-28/thomas-piketty-estamos-en-una-situacion-similar-a-la-que-llevo-a-la-revolucion-francesa.html?event_log=oklogin&event_log=fa 

 

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ENTREVISTA 

José De Echave: "Los empresarios deberían preguntarse por qué estás cuatro operaciones mineras tienen tan mala relación con la población" 

2021-11-24 

Por Omar Rosel 

Corresponsal en Ayacucho 

 

Algunas declaraciones de la Presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez en la localidad de Paucar del Sara Sara (Parinacochas, Ayacucho) relacionados a supuestos cierre inmediato de operaciones mineras ha generado alerta en el empresariado minero por una supuesta vulneración a la seguridad jurídica. Para profundizar en el análisis de este hecho, Noticias SER entrevistó a José De Echave, investigador de Cooperaccion 

 

¿Cuál su interpretación sobre las declaraciones de la premier Mirtha Vásquez con respecto al posible cierre de cuatro operaciones mineras en el sur de Ayacucho? 

 

No hay que olvidarnos que esas declaraciones se realizaron tras terminar una larga sesión, donde el principal objetivo de esa visita fue la firma de un acta. Tampoco olvidemos que, a finales del mes de octubre, en esta zona (Parinacochas) estalló un conflicto social muy complicado, con bloqueo de carreteras, hechos de violencia e incursión a un campamento minero. El 29 de octubre se firmó un primer acuerdo y uno de ellos era que la Presidenta del Consejo de Ministros visite la zona, cosa que ocurrió el 19 de noviembre. Entonces, de esa reunión sale el acta, que tiene 7 puntos y me parece que es impecable. Ahí, no se transmite ningún peligro o riesgo sobre alguna decisión unilateral de parte de las autoridades. 

 

Si el acta es clara, ¿se puede decir que fueron imprecisas las palabras de la Premier Vásquez? 

 

Después de la firma del acta, sucedieron las declaraciones de la Presidenta del Consejo de Ministros, donde se hacía referencia sobre todo a la información que se tenía en ese momento, que era el cronograma de cierre de esas cuatro operaciones mineras: Apumayo Pallancata, Inmaculada y Breapampa. En ese momento, no se sabía que habían empresas que estaban con la idea de pedir una ampliación de sus operaciones, situación que solamente se puede lograr con una modificación del estudio de impacto ambiental y lo cierto es que mientras este documento no esté aprobado, el plan de cierre sigue vigente. Entonces, yo creo que las declaraciones de la Presidenta del Consejo de Ministro, aludieron a ese cronograma y a ese plan de cierre que estaba acordado. 

 

¿Cuáles son los periodos de cierre progresivo que estarán vigentes de estas cuatro operaciones mineras? 

 

Según el cronograma, había cierres progresivos, eso significa que son procesos de cierres cuando aún la empresa está en operaciones. La operación Inmaculada tenía el cierre progresivo entre el 2017 y 2021. También Apumayo que tenía un cierre final entre 2019 y 2021, osea acababa este año. Pallancata también tenía un cierre final entre 2022 y 2024. Y, Breapampa entre el 2023 y 2025. 

 

¿Estos planes de cierre pueden ser modificados? ¿En qué circunstancia se permiten estas modificaciones? 

 

Sí, pueden ser modificados, pero no de manera automática. No es que a una empresa se le ocurre quedarse por 20 años más y automáticamente le dan la autorización. Para eso, la empresa tiene que presentar un instrumento, que por lo general, es una modificación del estudio de impacto ambiental original y que tiene que ser evaluada por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental, organismo adscrito al Ministerio de Ambiente, que puede aprobar o no la modificación. 

 

¿En qué etapa del proceso minero es que se plantean estos planes de cierre de una unidad minera? 

 

Una empresa, al momento de plantear su propuesta de proyecto minero, tiene que plantear sus distintas fases y el plan de cierre está incorporado en la legislación, porque el Perú es un país que tiene muchos pasivos ambientales regados por todo el territorio del país y nadie se hace responsable. Entonces, las nuevas operaciones en los nuevos proyectos se les han empezado a exigir este plan de cierre, que tiene hasta tres categorías. Uno, es el cierre progresivo, en la medida que va avanzando la operación se termina una etapa del proyecto y se avanza a otro. Y ahí viene la segunda etapa, que es el cierre final y después viene la tercera etapa que es el post cierre. 

 

Si las reglas están claras ¿por qué cree que se ha generado gran alarma entre el empresariado minero ante las declaraciones de la presidenta del Consejo de Ministros? 

 

Tengo la sensación que ha habido una sobrereacción de parte del empresariado minero, porque en el acta no hay absolutamente nada que anuncie una decisión unilateral. Además, la PCM precisó el alcance del acuerdo y se subrayó que no iba a haber decisiones unilaterales. Yo creo que el sector minero sigue mirando con mucha desconfianza al gobierno, porque no es el gobierno que ellos hubiesen querido. Lo que los empresarios deberían preguntarse por qué estás cuatro operaciones mineras tienen tan mala relación con la población, porque este no es un conflicto nuevo, sino fue mapeado por la Defensoría del Pueblo hace 10 años. Y, nunca hubo la capacidad de resolver. Se sabe que hay impactos ambientales y que se está afectando las fuentes de agua. Yo creo que los empresarios mineros se deberían preocupar por qué en esa zona hay un conflicto permanente que las empresas no han podido solucionar. Está bien que se preocupen por la normativa que respete el derecho de los inversionistas, pero al mismo tiempo se deberían preocupar por los impactos ambientales, por la sostenibilidad ambiental y el derecho de las poblaciones. La gran tarea es encontrar esos equilibrios que están haciendo falta. 

 

Con respecto a la normativa que regula los cierres progresivos de operaciones mineras, ¿la ley es clara o hay puntos que deberían modificarse? 

 

Hay cosas que mejorar, como la institucionalidad ambiental, mejorar la capacidad de fiscalización ambiental, la capacidad de protección de las fuentes de agua de las cabeceras de Cuenca. Asimismo, hay que construir un marco legal para el ordenamiento territorial, así como mejorar la presencia del Estado en los territorios, pero como un Estado garante de derechos. En el Perú es sintomático que la principal fuente de conflictos sociales tenga que ver con esta actividad extractiva que es la minería. Creo que los conflictos son indicadores de que algo no está funcionando bien y hay que identificar con precisión qué es lo que no está funcionando bien, corregirlo y mejorarlo. 

 

Fuente: https://www.noticiasser.pe/jose-de-echave-los-empresarios-deberian-preguntarse-por-que-estas-cuatro?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Un+Congreso+de+espaldas+al+país 

 

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Agricultura biológica por Juan Miguel Zapater 

 

Zapater Rovira, Juan Miguel. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima, 1981 

 

Juan Miguel Zapater Rovira dictó cátedra como profesor principal del Departamento de Suelos y Fertilizantes en la UNALM, siendo su especialidad la microbiología del suelo. El profesor Zapater “partió” temprano y pudo ser olvidado tras más de treinta años. Sin embargo, su vitalidad ligada a su convencimiento que las técnicas biológicas y ancestrales son el real camino hacia una producción en función del bienestar humano, dejaron semilla fértil en muchas y muchos de sus alumnos. El profesor Zapater fue un real pionero de la agricultura ecológica en una época en que la UNALM estaba hincada a la revolución verde. Aquí dejamos uno de sus tantos artículos, aún muy vigente a pesar de las 4 décadas transcurridas. 

 

¿Por qué la agricultura biológica? 

Agricultura biológica, bio agricultura, agricultura orgánica, son todas una y lo mismo. Cuestión de gustos; son solo sinónimos de agricultura que sugiere ideas de fuentes de nutrición al tiempo que promueve la salud del hombre por su buena calidad natural y balanceada. 

 

Nadie garantiza que tras esos nombres u otros similares no se pueda engañar vilmente y sin escrúpulos. Algunos afirman que toda agricultura, puesto que involucra el desarrollo de una planta o animal, por ser organismos vivientes, es biológica, independientemente de cuáles sean sus métodos (químicos), pretendiendo confundir. 

 

Ante el temor y los repetidos fracasos del control químico, siempre se mantuvo firme el control biológico; hoy se “puede hablar” del concepto de control integrado (referente a sanidad vegetal) y ya que se admite se nos deja pensar sobre ello. Igualmente ha surgido el “Agricultural System Approach” (siendo en algunos aspectos lo, ya, preconizado hace tanto tiempo por la agricultura biológica “AB”), ante la imposibilidad de negar el camino errado que implica la agricultura química “AQ”, y el cuantioso daño que se ha venido imponiendo a la naturaleza y a nuestros recursos (Carson, 1962; De Bach, 1968; Graham, 1970; Beingolea, 1977; Perú, 1978; Sullivan, 1978). 

 

Ya que nosotros dependemos de la tierra como principal fuente de nuestra alimentación, se deduce, por consiguiente, que la función de la agricultura, básicamente, es la de alimentar a la gente promoviendo la salud. Agricultura, frecuentemente se refiere a una ciencia, arte, industria, negocio y medio de vida. Mientras pueda involucrar todo esto no es exclusivamente uno de ellos. Y, “AB” es algo más que todo esto, individual o colectivamente; es un servicio a la comunidad para mantener el suministro de la despensa nacional, con alimentos destinados a mantener adecuadamente nutrida a la población y otorgarle una buena salud. 

 

Se trata del servicio más importante del mundo, porque afecta a todo hombre, niño y mujer cada día; es el respeto a la naturaleza, a la vida, al prójimo y a sí mismo. 

 

Resulta un hecho curioso que las relaciones entre salud humana y salud del suelo, entre desnutrición humana y mala nutrición del suelo, se reconocen muy difícilmente. Se atacan los problemas de las enfermedades humanas o de los animales, buscando remedios específicos para enfermedades específicas, a través de drogas, inyecciones, antibióticos, etc., protegiendo cosechas con pesticidas (no tan) específicos para matar o destruir las plagas, y haciendo trabajo de ingeniería y fertilización química para salvar el suelo desgastado, etc. Todos estos hechos son signos patentes de la falla de reconocer las relaciones fundamentales señaladas, las mismas que ha generado nuevas formas de enfermedades y el descubrimiento de nuevos materiales para combatirlos. Si se sigue así, con esta ceguera mortal ..., el hombre librará una batalla perdida. 

 

Nuestra supervivencia, esto es, la continuación de nuestra existencia en este planeta florido llamado Tierra, depende no tanto del descubrimiento de drogas maravillosas y fumigaciones que maten pestes, sino más de la capacidad de mantener un algo nivel de fertilidad del suelo y la preservación de la naturaleza y vegetación esencial. 

 

Agricultura y salud del hombre 

La finalidad de la agricultura es, obviamente, alimentar bien a los hombres, es decir, darles alimentos en cantidades suficientes. Si la alimentación es solo factor dominante en la nutrición, a la medicina debería interesarle profundamente la calidad y los tipos de la misma y las condiciones en las que llega al consumidor. Actualmente, no hay indicaciones de tal interés de parte del mundo de la medicina. ¿A quién corresponderá entonces? A un nuevo ministerio acaso? 

 

La agricultura química (industrial), aparentemente ha resuelto el problema de la cantidad. Hablamos también de la calidad; pero ¿de qué calidad se trata? Un producto de alta calidad debe, en nuestros días, tener un aspecto exterior perfecto y, a veces, un cierto sabor correspondiente al gusto (muy a menudo deformado por la publicidad) de los consumidores. Esta concepción de la calidad omite simplemente lo esencial: Los efectos de los alimentos sobre la salud del hombre. La calidad de un alimento debe en efecto medirse ante todo por su aptitud de proteger la salud del hombre: aquello que nosotros llamamos calidad biológica. Porque los alimentos son como medicina para conservar la salud pero siempre y cuando sean sanos. Muy poca gente, dentro del sistema actual de producción y comercialización de los productos agrícolas se preocupan de este aspecto de calidad. 

 

La legislación (no así la peruana -El Comercio 04-02-71), no ignora el problema porque reglamenta el uso, dentro de la agricultura y las industrias alimentarias, de todos los productos tóxicos, pero la garantía ofrecida es ilusoria: 

  • Muchos productos considerados como inofensivos (véase literatura de los años 43-50 solo DDT, para restantes, hágase la proyección) son, de hecho, tóxicos a largo plazo, en razón a su acumulación dentro del organismo y del ecosistema; algunos de ellos son cancerígenos, y, en otros casos, sus efectos nocivos son indirectos o sinergizados, o ambos (Carson, 1962; De Bach, 1968; Graham, 1970; EPA, 1972; EAJ, 1974; Time 17/01/77). 
  • Es imposible lograr que los agricultores respeten las dosis, manipuleo y fechas límites de aplicación previstas por la ley (Convención Entomológica Nacional 1968 -El Comercio 30-11-78; Perú, 1978). 
  • No existe ley alguna que prohíba la venta de alimentos desequilibrados como resultado de las técnicas modernas de cultivo (Voisin, 1961; El Comercio 04-02-71). 

 

Hay muchos problemas que, para ser solucionados, demandan acción conjunta entre medicina y agricultura. Sabemos que hay un aumento de las enfermedades crónicas, degenerativas, y, también, aumento de las enfermedades en el ganado, así como de las enfermedades de las plantas a medida que se ha ido incrementando el uso de fumigaciones tóxicas (Graham, 1970; Tompkins y Birds, 1974; NAS, 1978), y el desequilibrio de la fertilidad de los suelos, lo cual significa, así mismo, enfermedad del suelo. Estos estados patológicos son tratados separadamente bajo la sección de medicina, economía doméstica, zootecnia, agronomía o química del suelo, mientras que en realidad son todas ellas secciones del mismo problema ecológico, que involucra la relación estrecha: suelo-planta-animal y hombre. 

 

Consecuencia de las técnicas agrícolas modernas 

La agricultura actual, buscando producir especies en cantidades siempre más grandes, y de un aspecto exterior irreprochable, utiliza: 

 

  • Cantidades crecientes de abonos químicos solubles (empeorando más nuestra biósfera) que desequilibran y debilitan las plantas (Voisin, 1961; Tompkins y Birds, 1974; Casanova, 1976; Zapater, 1980 a, b). 
  • Aplicaciones de pesticidas que se hacen año en año más numerosas y más tóxicas (20 a 30 aplicaciones por año en un cultivo intensivo); su empleo es considerado necesario por la debilidad de las plantas, la destrucción de los equilibrios naturales y la obligación en la que están los productores de obtener productos sin ningún defecto (¿?) y de no correr riesgo alguno (Aubert, 1969; Beingolea, 1977; Cox, 1977; Time 17/01/77; NAS, 1978). en un Congreso de Medicina realizado en Luxemburgo, en setiembre de 1967, se comprobaron alteraciones epilépticas en trabajadores normales que se exponían a fumigaciones de insecticidas por breves periodos; si estos se examinaban en periodos más largos se descubría predisposiciones al polio así como susceptibilidad al virus (Casanova, 1971). 
  • Datos obtenidos del Seminario sobre Control Integrado, abril-mayo, CIP 1978 La Molina ... “3er método: cuando se aplican productos químicos, es mayor el daño que el beneficio que se obtiene... 4to método: computarizado del control como en California-USA, el óptimo económico es no hacer nada en muchos casos... If everything seem to be going well, obviously we overlooked something (Si todo nos parece que marcha tan bien, obviamente estamos omitiendo algo) (PERÚ, 1978). 
  • Productos químicos de toda clase para desinfectar el suelo, deshierbar los cultivos, conservar las cosechas, acelerar la maduración de los frutos, etc. 

 

Estas prácticas determinan la puesta, a disposición de los consumidores, de alimentos: 

  1. Desequilibrados y peligrosos, pues su composición es anormal, su contenido en ciertos elementos (nitratos, potasa, fósforo) es excesivo, mientras que hay una carencia de otros elementos esenciales (magnesio, oligoelementos, ciertas vitaminas, etc.) ¿Sabía que la absorción de pesticidas (organoclorados) por la zanahoria inhibe en esta la formación de provitamina A? (Carson, 1962); consecuentemente, una ración considerada normal (en medicina) que supliría las necesidades de vitamina A a un niño o individuo, obligará hoy a servirla en “paila”. 
  2. Tóxicos a largo plazo; puesto que ellos contienen siempre residuos de pesticidas y otros productos químicos empleados, más peligrosos si se tiene presente la Unidad de Evolución Biológica, lo cual nos debería de hacer más cautos (Carson, 1962; Ramade, 1977; Kaffsack, 1978; Sullivan, 1978; Time 17-01-77). 
  3. Incapaces de contribuir al mantenimiento de la salud del hombre, estos alimentos tienen sin ninguna duda: una responsabilidad importante en el desarrollo de las enfermedades de degeneración, llamadas “enfermedades de la civilización”: cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del sistema nervioso, etc. (Voisin, 1961; Graham, 1970; EPA, 1972; EAJ, 1974; Tompkins y Birds, 1974; Time 17-01-77) 

 

Resulta urgente adoptar técnicas agrícolas que, asegurando los rendimientos suficientes, tengan por objetivo primario, la calidad biológica: tal es el fin de la agricultura biológica. 

 

Me gustaría añadir que desapruebo, rotundamente, la utilización de pesticidas, no solo sobre bases científicas (la literatura pertinente es amplísima) sino también por el hecho de que millones de individuos son forzados, contra su voluntad y convicción, a permitir penetrar dentro de su cuerpo sustancias químicas que indudablemente producen trastornos biológicos; fisiológicos primero, y patológicos después. 

 

En conclusión: Los requerimientos cada vez mayores de ciencia y tecnología por la sociedad moderna impone a los científicos el deber de explicar su trabajo al amplio público; solo de esta manera se pueden tomar decisiones democráticas acerca de los problemas sociales y morales que surgen de la ciencia. Por tanto, la responsabilidad de los científicos se mide en las consecuencias sociales de su trabajo, y estas no pueden ser saludables con la sola asunción del deber científico en puridad, ni con una simple tarea de asesoramiento a las autoridades; pues, con estas acciones se cierra la posibilidad de que los ciudadanos ejerzan su derecho a discutir los asuntos que afectan su salud y la de las generaciones venideras (Commonor, 1966). 

 

Los científicos de hoy estamos ahora unidos por un nuevo deber añadido y extendido a nuestras más antiguas responsabilidades. 

 

Esta es, yo creo, una obligación irrenunciable de los científicos para con la sociedad. No tenemos derecho de detener o de rehusar información a nuestros compañeros ciudadanos o de colorear su significado con nuestros propios juicios sociales. Los científicos agrónomos debemos enfocar la investigación hacia problemas (a largo plazo) del medio ambiente. Este cambio hacia los problemas del medio ambiente es una respuesta, por ahora, a la élite pensante del país; pero pronto será del consenso de la población en general y de algunas instituciones, a todos los niveles, por la preservación de la calidad no solo del suelo y los alimentos que produce sino también del agua y del aire. 

 

Pero no debemos esperar a que sea en respuesta a acusaciones de que la agricultura es la responsable de la contaminación de las aguas con elementos minerales, y que el uso en la agricultura, de venenos químicos que desconocemos su acción a largo plazo -utilizados tan generosamente para el control de plagas- han tenido un efecto adverso sobre otros animales, y lo más importante, sobre la salud humana. Y con el derecho que asiste a todo ser humano de equivocarse, lo que se cree conocer hoy día como el virus “x” (así denominado por algunos a la clorosis intervenal), presente casi en cualquier planta de nuestros jardines, huertos o campo, ¡bien podría ser un previo aviso de un grave problema a largo plazo! (Zapater, 1980a). 

 

Principios de la agricultura biológica 

La agricultura biológica reposa sobre un hecho evidente, tan evidente que los “agrónomos modernos” lo han olvidado: Los vegetales y los animales de los cuales nos alimentamos (o de los cuales consumimos sus productos) son seres vivientes que deben recibir una alimentación y tener un modo de vida conforme a sus necesidades fisiológicas. 

 

Las plantas se nutren de la mayor parte de los elementos de que tienen necesidad dentro del suelo. Un suelo bien conservado es la base de una intensa actividad biológica (el número de microorganismos es de más de mil millones por gramo de tierra, y el peso total de seres vivientes sobrepasa los 6000 kilos por hectárea). Los seres vivientes del suelo y, principalmente, los microorganismos, juegan un rol irremplazable en la nutrición de las plantas, y solo un suelo que tenga una buena actividad biológica puede ofrecer a las plantas una alimentación equilibrada (Zapater, 1970). Esta es la razón por la cual la agricultura biológica se dirige ante todo a desarrollar vida en el suelo. 

 

Los animales de crianza deben tener una alimentación normal (para las vacas, la hierba y no las raciones reconstituidas en las que intervienen más y más alimentos sintéticos; para los pollos, el grano y no alimentos a base de harina de pescado, preservantes, antioxidantes, etc.). Estos deberían igualmente disponer de espacios suficientemente grandes y vivir en lo posible al exterior (Voisin, 1961; Wolters, 1971; Tompkins y Birds, 1974; OGF, 1977). 

 

Técnicas de base de la agricultura biológica 

Lejos de ser retrógrada, como ciertas personas piensan, la agricultura biológica reposa sobre bases científicas, las más sólidas (Aubert, 1969; Wolters, 1971; Kervran, 1970.1972). Ella emplea técnicas modernas y precisas, tales como: 

  1. Aportes de abonos orgánicos (guano, residuos de cosechas, polvos de huesos y de cuernos; estos dos últimos no se acostumbra aquí, y el primero ha dejado de serlo, etc.) incorporados en el suelo después de una previa transformación. Pulverizaciones de extractos de plantas y de algas son igualmente efectuadas (Aubert, 1969; Plotkin, 1977; Abbassy, 1979). 
  2. Aportes de abonos minerales naturales (polvo de rocas, fosfatos naturales, algas calcáreas); esas sustancias pueden ser, según los casos, directamente incorporadas al suelo, utilizadas en pulverizaciones foliares o añadidas al compost. 
  3. Un trabajo de suelo consistente en labores superficiales; usando tracción animal; y eventualmente subsolado a fin de mejorar la estructura del suelo y de favorecer su actividad biológica. Las labores profundas son inversión de capas son inapropiadas, puesto que así se pierde la capa superficial del suelo donde radica la vida microbiana aeróbica. 
  4. La práctica de abonos verdes y de prados de variada flora, que enriquecen y reequilibran el suelo. 
  5. Algunas de las aplicaciones existentes utilizan productos no tóxicos (sustancias minerales naturales, extractos de plantas  -Abbassy, 1979; Horticultural Abstract). 
  6. Dentro del estado actual de nuestros conocimientos, es particularmente difícil luchar contra ciertos parásitos y, en esos casos, ciertas Escuelas Ecológicas toleran dos o tres aplicaciones anuales efectuadas con productos menos tóxicos y menos persistentes (Aubert, 1969; Graham, 1970); en tanto se ponen en marcha los medios de lucha enteramente desprovistos de toxicidad. 

 

La agricultura biológica desaprueba el empleo de productos químicos, especialmente: 

  • De los abonos químicos solubles. Nuestra “experiencia” y la de muchos que practican la AB, muestra que en un suelo “viviente y equilibrado” pueden obtenerse altos rendimientos sin ellos. 
  • De los tratamientos a base de productos tóxicos. La agricultura biológica produce plantas mucho más resistentes a los parásitos que las producidas por los “métodos clásicos”, la mayor parte de los tratamientos (aplicaciones) se convierten en inútiles después de un tiempo (Carson, 1962; De Bach, 1968; Graham, 1970; Beingolea, 1977); Experiencias Peruanas, 55-57 y Colombianas 76-78 sobre algodón en PERÚ, 1978). 
  • De los innumerables otros productos químicos utilizados en agricultura: herbicidas, productos para el clareo químico de los frutales, conservantes o preservantes, hormonas y reguladores, etc. 
  • De los antibióticos, hormonas y otros alimentos medicamentosos utilizados en crianza. 

 

Si bien la agricultura biológica no pretende siempre llegar a obtener las máximas producciones de agricultura y crianza industriales en forma inmediata, ella permite, sin embargo, obtener rendimientos elevados a largo plazo, comparables a los obtenidos, solo inicialmente (similar a los efectos espectaculares iniciales de una “droga” en un atleta, o una carrera de caballos, o en la dependencia de la insulina por un diabético), en las explotaciones de estructuras análogas que utilizan los métodos químicos (Frank, 1979). 

 

La agricultura biológica no es ni un vestigio del pasado, ni un lujo reservado a las gentes y a los pueblos ricos, es por el contrario una técnica moderna, a la puerta de todos y practicada por un número creciente de agricultores. 

 

DIFERENCIAS ENTRE LAS DOS TÉCNICAS AGRÍCOLAS 

 

 

AGRICULTURA QUÍMICA 

AGRICULTURA BIOLÓGICA 

Parten de principios opuestos en cuanto a su consideración sobre las plantas y animales 

consideran a plantas y animales como máquinas de producir que deben someterse a los imperativos de la producción en gran escala, con menosprecio de las leyes biológicas 

consideran a plantas y animales como seres vivos que obedecen leyes infinitamente más complejas que las de la agricultura química: las leyes de la vida, del universo 

el agricultor “químico” explota el suelo, las plantas y los animales para sacarles un beneficio inmediato, sin preocuparse de las consecuencias a largo plazo sobre la fertilidad y sobre la salud del hombre 

el agricultor “biológico” colabora con la naturaleza: el suelo, las plantas y los animales para mantener la fertilidad del suelo y obtener una producción abundante y duradera de alimentos sanos 

Emplean técnicas completamente diferentes en su relación con el suelo 

considera al suelo como un medio inerte, capaz de almacenar sin perjuicio cantidades considerables de productos químicos de todo tipo: abonos, pesticidas, herbicidas, metales pesados, etcétera 

considera al suelo como un cuerpo natural e independiente; vale decir tridimensional, complejo y dinámico; en perfecto equilibrio, pues reacciona a los estímulos como los seres vivientes. Por consiguiente, es un ser vivo, en el cual se debe desarrollar la actividad biológica por una fertilización a base de productos naturales y por la exclusión de todos los productos químicos; puesto que, el suelo nace, luego crece, se desarrolla, envejece y puede morir 

Proporciona a las plantas ... 

una alimentación artificial y desequilibrada, compuesta de abonos químicos directamente asimilables e incompletos; siendo sobrealimentadas, las plantas deben ser protegidas contra sus “enemigos” por productos químicos siempre más numerosos y más tóxicos, y deshierbados por cantidades crecientes de herbicidas contaminantes 

la alimentación que les conviene, puesto que ella contiene todos los elementos necesarios, incluidos los que solo los seres vivos pueden fabricar; las plantas así cultivadas son vigorosas y capaces de resistir solas a la mayoría de los parásitos; a su vez, 

los cultivos son deshierbados por medios mecánicos, biológicos y prácticos (todos naturales) 

Trata a los animales ... 

como robots a los cuales se les demanda una cosa: producir más y más rápido, y que en razón al esfuerzo al que están sometidos se vuelven anormales, enferman y tienen una muy corta longevidad 

como seres vivientes, armoniosamente desarrollados, en buena salud, gracias a una alimentación y a un modo de vida conforme a las leyes fisiológicas naturales 

Proporcionan productos ... 

de sabor cada vez más discutible e incapaces de mantener al hombre en buena salud 

de sabor excelente y protectores de la salud del hombre 

 

Ni el gran fantasma del hambre ni el de la densidad demográfica son razones convincentes ni deben tomarse como pretextos para desechar la agricultura biológica. 

Lo primero          ¿Cómo se explica que el Perú sea el 1er exportador mundial de proteína, estando al mismo tiempo gravemente deficitario de ella, ocupando el penúltimo lugar después de Bangladesh? (Documento, 1974; FAO, El Tiempo 19-XI-80). 

Lo segundo         Compárese la densidad de población con otros países del mundo 

 

Latinoamérica padece los males de su falta de desarrollo. Y esto se verifica no solamente en el plano social y económico, sino, lo que es peor, en el plano de las ideas, en el campo de la cultura. El Perú no ha podido escapar a estos estigmas, y consecuencias más graves han sido las tremendas lacras morales, la distorsión de los valores, y en fin, toda esa cadena de hechos, actitudes y poses totalmente negativas que tomamos nosotros los peruanos frente a aquello que es hermoso, honesto y bello. El egoísmo, el desconocimiento de lo que es moral o bueno, la carencia de valores hace cada día que desaparezca el concepto de Dios en los hombres. 

 

Quien practique la agricultura biológica, como quien consigue una receta, tarde o temprano fallará. Pero, el éxito estará con quien sigue la agricultura biológica por respeto a los derechos establecidos por la naturaleza, sirviéndose de ella al tiempo que se le ayuda sin imponérsele brutalmente; y, para ello, el agrónomo -como cualquier profesional que practica su especialidad- debe respetarla como a la vida y al prójimo. 

 

No es vano nuestro lema en la Universidad Nacional Agraria es tan profundo: 

Colere cupio hominem et agrum Quiero cultivar al hombre y al campo 

 

Nota: Mi profundo agradecimiento al Dr. Luis Ratto por su desinteresada colaboración 

 

Referencias seleccionadas 

 

Abbasy, M.A.A. et al; 1979. Insecticidal and sinergistic citrus oil isolated from citrus peel. Mededelingen van Faculteit Landbouwetenschappen. Rijksuniversiteit Gent. Vol. 44 No.1-l.21.29. Tanta University, Kafr El-Sheikh, Egipt 

Aubert, C., 1969. Nature et Progres. Suplemento No. 62 Chatean de Chamarande 91730 

Beingolea, O., 1977. Consideraciones sobre control biológico y predación. Revista Peruana Entomológica. Vol. 20 No. 1 

Casanova, C.L., 1976. El alimento integral y crudo como medicina. Ed. Jurídica SA. Loreto 1736, Breña. Lima 

Carson, R. Silent Spring. Houghton Mifflin Co. 

Commoner, B., 1966. Integrity of Science. Science Journal-April 

Convención XIII Entomológica Nacional 1968. El Comercio, setiembre 6-11, Lima-Perú 

CST. 1977. New letter. Consortium on Soils of the Tropics. Vol. 1 No. 4 

Cox, J., 1977. USDA’s Profound Change: To Help Farmers Naturally. Organic Gardening and Farming. September. Vol. 24 No. 9 Dpt. 82012 Emmaus. PA. 18049. USA 

De Bach, P., 1968. Control biológico de las plagas de insectos y malas hierbas. CECSA. México, España, Argentina 

El Comercio. 1971. Febrero 4. Lima-Perú 

El Comercio. 1978. Noviembre 30. Lima-Perú 

El Tiempo. 1980. Noviembre 19. Lima-Perú 

Enviroment Agency, Japan. 1974. Quality of Enviroment in Japan Pub. by Printing Bureau. Ministry of Finance T 107 No. 2 Akaska-Aci-cho-Minato-ku, Tokyo 

Enviroment Protection Agency. 1972. U.S. Water Quality Criteria. Ecological Research Series EPA-R3-73-033 

Frank, M., 1979. Agricultura sin química, respeto del equilibrio ecológico. Tribuna Alemana. Noviembre 21 No. 773 

Graham, F., 1970. Since Silent Spring. Houghton Mifflin Co. Boston 

Horticultural Abstract. Commonwealth Agricultural Bureaux, U.K. Revista seriada, aconsejable consultar para búsqueda de Control Natural casi cualquier cultivo 

Kaffsack, H.J., 1978. Tribuna Aleman. Mayo 26 No. 706 

Kervran, L., 1970. Transmutations Biologiques en Agronomie. Maloine S.A. Paris 

Kervran, L., 1972. Transmutations a faible energie. Maloine S.A. Paris 

NAS. 1978. Efectos de plaguicidas en la fisiología de frutas y hortalizas. Vol 6. Ed. LIMUSA 

OGF. 1977. Rye Helps Worn-out Backyards: Organic Gardening and Farming. September Vol. 24 No. 9 Dpt 82012 Emmaus. P.A. 18049 U.S.A. 

PERÚ. 1978. Control integrado. Seminario abril-mayo. AID-UNA-CIP La Molina 

Plotkin, F., 1977. Elementos de ecología aplicada. Ed. Mundi-Prensa. Madrid 

Time. 1977. Epa’s Pestilential Oversight. New Verdict on PBB’s. Enero 17. U.S.A. 

Tompkins, P. y Bird, C., 1974. La vida secreta de las plantas. Ed. Diana. México 

Sullivan, P., 1978. Sunday Times, London, Informe del estado del medio ambiente en el mundo. Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 5 de junio 

Voisin, A., 1961. Suelo, hierba, cáncer 

Wolters, N., 1971. Proyecto preliminar para una experiencia de agricultura biológica. Hipócrates No. 2-6 Apartado 4403. Lima 100 

Zapater, J.M., 1970. Curso microbiología del suelo. UNALM. Apuntes de clases 

Zapater, J.M., 1980. (a). Reutilización de aguas residuales para agricultura. Proyecto de investigación Evaluación de las lagunas de San Juan. OPS/OMS, CEPIS. CIID, Ministerio de Salud. Lima 

Zapater, J.M., 1980. (b). Tercer informe Interpretación de datos obtenidos en las pruebas de laboratorio y reconocimiento en campo sobre las parcelas designadas para el estudio. Proyecto de investigación Evaluación de las lagunas de San Juan. OPS/OMS, CEPIS. CIID, Ministerio de Salud. Lima 

 

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CALENDARIO AGROECOLOGICO 2021 

 

DICIEMBRE 

* miércoles 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA 

* viernes 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos.  

* viernes 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica.  

* sábado 4, (1999-2021) Vigésimo segundo Aniversario de la BioFeria de Miraflores. 

* viernes 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos 

* martes 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano 

* sábado 25 diciembre, Navidad, feriado 

* sábado 1 de enero 2021, feriado 

 

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BIOCOMPARTIENDO # 40 - 2021 

¡ Por una vida sana y feliz, libre de transgénicos cancerígenos ! 

 

Jueves 2 de diciembre de 2021 

 

Editor: Fernando Alvarado de la Fuente 

 

EMAIL: biof...@hotmail.com 

FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi 

WEB: www.ideas.org.pe 

 

Miembro de 

  • Centro IDEAS 
  •  Red de Agricultura Ecológica del Perú - RAE Perú 
  • Consorcio Agroecológico Peruano – CAP 
  • Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético 
  • RIPESS - LAC 

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