Hace un par de días Abel "Escéptico" Muiño estuvo por primera vez en la reunión del grupo local de Agile Spain en Madrid donde hablaron de "Ecosistemas software" y ante un comentario mío en el resumen de la reunión me escribió lo siguiente (reproducido con permiso del autor) :-)
Me gustaría aprovechar el escepticismo de Abel para contrastar mi opinión con todos y por eso redirijo su correo a "foro-agiles" y a "agile-spain". (Rogaría a los "suscriptores" de "agile-spain" que si quieren responder, por favor lo hagáis en "foro-agiles" y así mantenemos sólo un hilo).
Quisiera empezar por "sacudirme" el dogmatismo que pudiera haber transmitido. Es cierto que a veces, cuando uno cree mucho en lo que dice, puede parecer algo dogmático, sobre todo si lo dice en foros de "creyentes". Por eso me encanta que haya gente como Abel que, de vez en cuando, me recuerde que no todo el mundo tiene por qué verlo tan claro como yo. :-)
Yo hacía hincapié en el Agile Manifesto porque es una de las cosas que antes se nos olvida. Lo digo por propia experiencia. Claro, lo que pasa es que a veces descontextualizamos estas frases y entonces las podemos llegar a estirar hasta "extremos extremistas" como el que plantea Abel. Si no le quitamos el contexto, el significado de
"Individuos e interacciones sobre herramientas y procesos" debería sonar a algo como "no nos empeñemos en procedimentar todo tanto que lleguemos a impedir que las personas colaboren". Hay más lecturas posibles y
los principios ágiles (una especie de decálogo sobre lo que define a un método ágil) ayudan a matizar esto. Pero la esencia está en
las cuatro frases del Manifiesto (en su justo contexto).
Por otro lado, cuando Abel se pregunta si las herramientas aportan valor por sí mismas, a mi me gustaría decir dos cosas. La primera es que no creo que los cuchillos por sí mismos aporten valor sino que dependerá de para qué se usen y quién reciba el resultado de ese uso. Por ejemplo, si utilizo el cuchillo para untar mantequilla pero mi hijo prefiere nocilla, poco valor está recibiendo el niño. De alguna manera Abel se responde a sí mismo cuando dice que si el software entregado no es de calidad, entonces el cliente no estará satisfecho, que es de lo que se trata. Es a esto a lo que se refiere el Manifiesto Ágil cuando pone por encima a las personas sobre las herramientas. Pero, ¡ojo!, el Manifiesto no dice "eliminad las herramientas". Lo que dice es que siempre estemos pendientes de que si la herramienta no es necesaria para dar valor al cliente, entonces no usemos dicha herramienta.
Sin embargo, lo segundo que quería decir respecto al valor que aportan las herramientas es que si utilizamos herramientas porque "son muy poderosas" y "nos aportan mucha información", entonces es posible que nos despistemos y nos enfoquemos demasiado en las métricas y muy poco en la verdadera esencia del software: la transformación para la que éste se concibe. Me refiero aquí a
lo que dice Tom de Marco en ese reciente artículo del que casi seguro que todos hemos oído hablar.
Por último, cuando Abel dice "Cuando las herramientas generan información "como churros", no tenerlas es el problema. La felicidad del que ignora.", entonces yo digo que tener más información de la que eres capaz de digerir o incluso simplemente tener más información de la estrictamente necesaria para aportar valor al cliente es simplemente desperdicio ("waste" en términos de Lean) y, como tal, debería ser eliminado. (Tal y como pide el Manifiesto). Sé que puede resultar dogmático, pero es que creo sinceramente que se trata de la esencia del agilismo. Si no respetamos esta esencia no estaremos haciendo agilismo: estaremos haciendo otra cosa. No quiere decir que esa otra cosa no funcione, sino que simplemente no será un método ágil.
Bueno, ahora me pongo a disposición de Abel y de todo aquel que quiera comentar y/o criticar al respecto. :-)
Un abrazo,
JMB