Mad
unread,Feb 7, 2008, 6:08:16 AM2/7/08Sign in to reply to author
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to Laberinto
Eramos .....fuimos
Muchas veces surge la idea de salir de la ciudad y aunque ahora vivo
en un pueblo ciudad me ronda la idea muchas veces como una utopía de
campos y huerto tomatero con cebollas y patatas , pájaros criando en
jaulas y vida de prejubilado entre libros y muebles de Ikea , tal vez
hasta un perro confidente con quien charlar en las noches y sobremesas
con patxaran helado mientras miras el Mar como sustituto de
televisión .
El huir de las ciudades como idea romántica no es una vuelta al origen
de los que somos urbanitas , es la expulsión del Paraíso que sufrimos
los que no encajamos en este ritmo y como apestados nos invitan a
salir de la dinámica de carreteras de circunvalación , asfalto que
come los árboles y esa velocidad de vida que ahoga diálogos
inexistentes . Tantas cosas nos parecen antiguas como Dinosaurios
extinguidos que hablamos de ellas como si fueran restos del Neolítico
cuando formaron nuestra infancia y parte de la adolescencia .
Ya no existen las tertulias y los cafés desaparecieron absorbidos por
Hamburgueserías que para nosotros siempre fueron " filetes rusos " sin
saber porque la ensaladilla y los filetes eran rusos excepto en la
mili que la ensaladilla era nacional en la orden del día de fajina .
En años remotos como refleja la Colmena de Cela los cafés eran donde
hervía la cultura y el pulso del País incluso gracias a conspiradores
de todo pelaje que va desde la Fontana de Oro Galdosiana ( Hoy taberna
irlandesa ) a la tertulia de la Ballena alegre falanguista que dio
nombre a la editorial de los libros que nos daban los de Falange a los
niños para leer cuentos . Tertulia de Pombo , el Café Lyón aun
existente , el Comercial donde se podía ver a Tierno Galván como
asiduo cuando los políticos sabían lo que costaba un café y el tener
escolta no era signo de importancia o status .
De los cafés hasta salieron Golpes de Estado o la Gloriosa Revolución
patriótica Galdosiana , salieron joyas literarias del Gijón con sus
tertulias mixtas donde no había ni izquierda ni derecha , en los cafés
se oyeron las greguerías de Ramón y se compraba penicilina de
estraperlo como se daban sablazos , se compraban licencias de
importación en los aledaños de Marques de Riscal o se firmaban
contratos de toreros y futbolistas .
No se porque he caído en hablar de cafés , pero como ya otras veces
conté los madrileños tenían que tener dos domicilios o no eran nadie ,
el de dormir y el de parar que era el Bar donde se convivía y discutía
de lo divino y lo humano entre gritos de oído cocina y olor a fritanga
con mostradores que se limpiaban con ginebra y el teléfono era
vecinal . Cuantas historias darían esos teléfonos negros de ficha que
tenían los bares y donde se comunicaban los novios , se recogían los
avisos para el lampista o se hablaba con la familia lejana . No todo
el mundo tenia teléfono ni televisión y tenias que llamar a la tienda
o al bar cercano para que avisaran a fulano el del segundo o al
familiar que era parroquiano o vecino .
Existía esa solidaridad en medio de la miseria de esos años de
silencio , había Barrio y olor a callos cociéndose lentamente o
gallinejas tostaditas rezumando aceite , frascas de vino garnacho y el
serpentín de la Cerveza Mahou entre hielo que vendían camiones para
las neveras sin electricidad , transformadores encima de la televisión
y el frigorífico porque la luz era a 125 se decía y cambiar a 220 te
subía la tarifa y había que cambiar de electrodomésticos , aunque las
fresqueras funcionaban en cocinas y patios .
Hoy vemos a todo el mundo con su botellita de agua embotellada y somos
tan modernos que hasta se puede elegir carta de aguas en
restaurantes . Teníamos fuentes que un alcalde sevillano nos quito
hace años privándonos de nuestro agua madrileña tan rica de la
Sierra , agua gorda como la de la fuente de Correos en Cibeles donde
se iba hasta con garrafas por lo rica que salía , gorda y rotunda ,
aguas de Madrid , del Canal o de Lozoya .
En los toros o en el fútbol había aguadores que con un botijo vendían
tragos de agua a niños y mayores ,el botijo curado con anís se ofrecía
en la calle incluso cuando la gente salía en los estíos madrileños a
darle a la sinhueso en la calle con su botijo en ristre comunal , hoy
todo es envasado en botellas de remotos manantiales .
La sed y el calor se combatían con estas aguas serranas y los kioscos
en bulevares ya desaparecidos fagocitados por los coches dueños de la
calle , kioscos de agua de cebada madrileña y horchata de chufa a
granel , miríadas y pepsis , Canadá dry que era mas barata y vasos de
gaseosa a peseta .
Las vacas y las mulas desaparecieron en los sesenta y con ello las
granjas donde podías merendar leche fresca y bollos , mucha nostalgia
de un tiempo pasado que no fue mejor pero que se recuerda con la
añoranza de la niñez perdida y la convivencia de las gentes cuando la
pobreza nos hacia a todos iguales y no existían los Audis ni las
vacaciones en el Caribe porque la gente no iba de vacaciones al
extranjero , iban al extranjero donde eramos los subsaharianos de
Europa o al exilio .
No había tarjetas de crédito y los bancos solo servían para firmar
letras a 30, 60 y 90 días , se financiaba hasta los garbanzos en las
cuentas del tendero que era el banquero del barrio financiando
alubias , bacalao y la quina de los niños porque los niños tomábamos
quina y nos poníamos como una moto , pero era recomendada por el
medico que nos atendía con el puro en la boca y en los ambulatorios
había escupideras en el suelo donde se echaban las colillas y esputos
llamaban a los lapos , menuda sanidad teníamos .
Esta nostalgia es de un tiempo que nos robaron y algunos recuerdan
como feliz confundiéndolo con la juventud y la niñez perdida , felices
fueron porque las madres estaban mas en casa ( como dios manda se
decía ) al no poder trabajar y teníamos abuelas también que nos daban
el calor que las prisas hoy en día no permiten dar a los hijos
sustituyéndolas por Playa y ordenadores .
Tiempos de escasez donde ver el Mar era un acontecimiento que mis
abuelos disfrutaron con casi 80 años la primera vez , tiempos donde se
trabajaba por miserables salarios y mi padre a veces tenia que elegir
entre fumar la semana o tomar el tranvía para ir al trabajo porque
pese a tener dos trabajos no alcanzaba y algunos hablan de que
entonces había mucho trabajo , pero con salarios africanos y sin
seguro incluso .
Esos que se enriquecieron esos años son los que recuerdan realmente
con felicidad esos tiempos , quiero huir de esta velocidad y parar el
tiempo para no desperdiciar ningún segundo de esta vida tan preciada
que tenemos y no disfrutamos . Se pasan los años tan rápidamente que
solo vivimos para pagar sin disfrutar de tantas cosas que apreciábamos
de niños cuando los minutos eran minutos y las horas tenían 60 minutos
reales . Volver a disfrutar del tiempo y dejar de ser un autómata como
nos adelantaba Metrópolis de Fritz Lang , parar la maquinaria que nos
deshumaniza y pararme a respirar el salitre del Mar . salut Mad