APUNTES HISTÓRICOS DE LA MASONERÍA EN MÉXICO
Curiosamente un día primero de noviembre, día de todos los santos, en
el año de 1765, llegó a México el primer documento con ideología
liberal. Fue el Conde de Aranda, Gran Maestro de la Gran Logia de
España, quien trajo de ese país las liturgias y arreos de la masonería
con el propósito de practicar el rito yorkino que había cobrado gran
auge en la Madre Patria , procedente de las logias inglesas que se
habían infiltrado en la Península Ibérica. En efecto, bajo los
auspicios de la Gran Logia de Inglaterra del Rito de York se habían
establecido en España, en 1728, cuatro logias: dos en Gibraltar, una
en Madrid y una en Cádiz; de estas logias salieron los primeros
masones que llegaron a la Nueva España en la época de la colonia.
La primera logia mexicana fue fundada en el año de 1806 por el español
don Enrique Mugi en la casa de don Manuel Luyando, regidor del
ayuntamiento, también de origen español, en el callejón de las Ratas
No. 5 que actualmente es un predio en una calle perpendicular a la
calle de Bolívar, colonia centro, delegación Cuauhtémoc, código postal
No. 06080 México, Distrito Federal. Los fundadores de esta logia
fueron el Marqués de Ulupa, el Lic. Primo de Verdad, el Coronel
Ignacio Moreno, el Lic. Miguel Domínguez y otros tres más cuyos
nombres no se conservan en los documentos históricos exotéricos.
Los forjadores de la doctrina Independentista fueron influidos por la
ideología de la Revolución Francesa , pero de manera fundamental, por
la filosofía de la francmasonería (masonería francesa); ambas
corrientes ideológicas fueron determinantes en el acontecer político,
económico y social de la Nueva España.
El cura del pueblo de Dolores, don Miguel Hidalgo y Costilla, don
Ignacio Allende y el primer canónigo de la Catedral de Guadalajara don
Ramón Cardeña y Gallardo solicitaron ingresar a la masonería. Fueron
aceptados y la ceremonia de su iniciación se llevó a cabo a las 7 de
la noche del miércoles 9 de abril de 1807.
Esta logia se convirtió en un centro de conspiración política y fue
denunciada por un vecino, militar con grado de Cabo, de apellido
Franco el 11 de mayo de 1808; el templo masónico fue allanado y varios
masones fueron encarcelados y sentenciados a muerte por el tribunal de
la Santa Inquisición. Por fortuna Hidalgo y Allende no habían asistido
en esa ocasión a los trabajos masónicos.
Los libertadores de la patria participaron en la formación de diversas
logias que en realidad eran copias de las españolas. En vista de que
el rito escocés y el rito yorkino prohibían la conspiración política,
decidieron trabajar con el rito de Ramsay, que constaba de 6 grados:
aprendiz, compañero de gremio, maestro, maestro escocés, novicio y
templario. La tendencia de las logias masónicas era política y
básicamente estaban impulsadas por militares inconformes con el
Virreinato y por políticos inmigrantes de Europa. Todos querían
participar en la repartición del botín que se disputaban españoles y
criollos que querían tomar las riendas de la Nueva España y desligarla
de Europa.
Vino después el inicio de la guerra de Independencia a las 11 de la
noche del viernes 15 de septiembre de 1810 y posteriormente la
consumación el miércoles 27 de septiembre de 1821.
Al constituirse el México Independiente, los países poderosos de esa
época, fueron reconociendo la autonomía de la República Federal
Mexicana y enviaron embajadores. Los Estados Unidos de Norteamérica
nombraron como su embajador a un diplomático que resultó ser
Pastmáster de una logia de Louissiana llamado Joel Roberts Poinsett,
quien decidió difundir en nuestro país el rito yorkino para lo cual
auspició la instalación de logias masónicas de ese rito que consta de
3 grados; aprendiz iniciado, compañero masón y maestro masón.
La fuerza de la masonería americana comenzó a conquistar adeptos.
Varios masones que habían destacado en el campo de la política y del
ejército, se pasaron al rito de York, pues consideraron que ofrecía
mejores perspectivas que la de los ritos escocés y de Ramsay que se
practicaban en nuestro país. Finalmente a las 21 horas del día
miércoles 29 de septiembre de 1825 después de la lectura de un
discurso llamado trazado de arquitectura, según la nomenclatura
masónica, se declaró oficialmente instalado el Gran Oriente del rito
de York en la República Mexicana. El rito escocés es uno de los mas
completos y extensos. Consta de 33 grados: aprendiz, compañero,
maestro, maestro secreto, maestro perfecto, secretario íntimo,
preboste y juez, intendente de los edificios, maestro elegido de los
nueve, ilustre elegido de los quince, sublime caballero elegido de los
doce, gran maestro arquitecto, real arco de Salomón, gran elegido,
sublime y perfecto masón, caballero del oriente o de la espada,
príncipe de Jerusalén, caballero del oriente y occidente, ilustre
caballero rosacruz, gran pontífice, venerable maestro ad–vítam,
patriarca noaquita, príncipe del Líbano , jefe del tabernáculo,
príncipe del tabernáculo, caballero de la serpiente de bronce,
príncipe de la merced, soberano comendador del templo, caballero del
sol, gran escocés de San Andrés, ilustre caballero kadosch, gran
inspector inquisidor comendador, sublime príncipe del real secreto y
soberano gran inspector general.
En vista de que ambos ritos tenían la meta de tomar las riendas del
Estado Mexicano fue necesario conciliar las rivalidades y se creó el
Rito Nacional Mexicano compuesto de 9 grados; aprendiz , compañero,
maestro, caballero del secreto, maestro perfecto, caballero elegido de
los nueve, caballero elegido de los quince, gran maestro arquitecto y
caballero del águila mexicana. Después de un emotivo trazado de
arquitectura siendo las catorce horas del día sábado 26 de marzo de
1826 quedó constituida oficialmente la Gran Logia Nacional Mexicana.
En la proximidad del primer cambio de mando en la conducción del país
salieron a flote las pasiones políticas, siendo primer Presidente de
la República el General Guadalupe Victoria –cuyo verdadero nombre era
Miguel Ramón Fernández y Félix– empezó la efervescencia política. Don
Guadalupe había sido Respetable Gran Maestro del Rito Escocés y lanzó
como su candidato al General Manuel Gómez Pedraza, distinguido masón
que había sido venerable maestro de la respetable logia simbólica
"amigos de la esperanza No. 7" y que dentro del gabinete Presidencial
desempeñaba el cargo de Ministro de Guerra. Sin embargo, la mano
norteamericana impidió que un masón el rito escocés gobernara de nuevo
a nuestro país y recomendó a un masón distinguido del rito yorkino: el
antiguo General insurgente Vicente Guerrero, quien fue postulado para
el cuatrienio 1828-1832. Por diversas circunstancias, el General
Vicente Guerrero Saldaña, gobernó solamente en esta ocasión del 1 de
abril de 1829 al 17 de diciembre del mismo año. Como puede notarse, a
causa de la injerencia norteamericana, hubo el primer rompimiento
entre un Presidente de la República y un candidato que no era de su
simpatía.
Posteriormente, el General Anastasio Bustamante, masón del rito
escocés se rebeló en contra de su hermano masón del rito yorkino,
argumentando que había sido impuesto por los yanquis. Debido a las
presiones políticas de los masones del rito de York, el General
Bustamante renunció públicamente al rito escocés y se pasó al yorkino,
aunque de manera oculta apoyaba con recursos económicos al rito
escocés. Para los norteamericanos ahora el rito yorkino estaba ya
encabezado por Bustamante, quien tenía el poder; no tenía caso
entonces seguir apoyando a Vicente Guerrero, quien además era acérrimo
enemigo de Bustamante. Por tanto ordenaron el asesinato disimulado del
general Vicente Guerrero Saldaña.
Con el asesinato de Guerrero, el rito nacional mexicano, que hasta
entonces no había tenido una gran aceptación, cobró fuerza. Para
perjuicio del progreso del país llegó al escenario político Antonio
López de Santa Anna. Este demagogo se proclamaba públicamente como
masón del rito escocés; sin embargo, nunca fue iniciado pero conocía a
la perfección los signos, tocamientos, marchas, baterías, saludos,
palabras sagradas, palabras de pase, señas y contraseñas en la
masonería azul, los cuales seguramente le habían sido revelados por
masones traidores a la orden. Santa Anna embaucó a muchos que creyeron
que era masón. La verdad es que era un hipócrita disfrazado pues
siempre estuvo manipulado por el clero político de esa época.
Don Valentín Gómez Farías, distinguido masón del rito nacional
mexicano, siendo ya Presidente de la República , publicó un programa
político de ideología liberal que giraba en torno a 3 grandes
apartados:
a) Supresión de las instituciones monásticas y de las leyes que
otorgaban al clero el conocimiento de los negocios civiles.
b) Cancelación de los fueros del clero y de la milicia.
c) Educación pública gratuita y laica.
Estas disposiciones, inadmisibles para un clero político influyente,
fueron las que provocaron la caída de Gómez Farías y la vuelta al
poder de Santa Anna, quedando el país a merced de una corriente
conservadora que sumergía al pueblo en el conformismo y en la extrema
pobreza porque era "el destino que Dios había querido para ellos".
Años después los liberales agrupados en el rito nacional mexicano,
fueron los que redactaron la Constitución de 1857, misma que sirvió de
base a la de 1917 que rige ahora.
El 27 de diciembre de 1865 se fundó el Supremo Consejo del Gran
Oriente de México, habiéndose leído la carta fundamental de la orden
que dice textualmente: Ordo Ab Chao. Universi Terrarum Orbis
Architectonis Ad Gloriam Ingentis. Deus Meumque Jus.
Verdaderas, Institutas, Secretas y Fundamentales de la orden de los
antiguos francmasones libres y asociados y grandes constituciones del
rito escocés antiguo y aceptado de antiguos, libres y aceptados
masones: año de 1786. Nos, Federico, por la gracia de Dios, Rey de
Prusia, Margrave de Brandebourg, soberano, gran protector, gran
comendador, gran maestro universal y conservador de la antiquísima y
respetabilísima asociación de antiguos francmasones o arquitectos
unidos. Llamada también orden real y militar del arte libre de
trabajar la piedra o francmasonería. Tolerancia, Unión, Prosperidad. A
todos los ilustres y carísimos hermanos, que la presente vieren.
Fieles a las importantes obligaciones que nos impusimos al aceptar el
protectorado de la antiquísima y respetabilísima institución... etc...
el primer grado es inferior al segundo, éste al tercero y así de los
demás, hasta el grado sublime trigésimo tercero y último cuyos
poseedores vigilarán y gobernarán a todos los que tengan los otros. Un
cuerpo o reunión de miembros de este grado formará un Supremo Gran
Consejo, depositario del Dogma; y defensor y conservador del orden,
que regirá y administrará conforme a las presentes y demás
constituciones decretadas... etc; ...dado en nuestro palacio de
Berlín, el día de las calendas. Primero de mayo, año de gracia de 1786
y 47 de nuestro reinado. Firmado: Federico.
El supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado ofreció el
cargo de máximo dirigente denominado: Muy Poderoso Soberano Gran
Comendador, al masón grado 18 Maximiliano de Habsburgo, en el
entendido de que si aceptaba el cargo, de inmediato le serían
conferidos los grados 19o. al 33o. Maximiliano declinó cortésmente el
ofrecimiento pero sugirió que tres incondicionales suyos ocuparan los
cargos de:
a) Ilustrísimo Teniente Gran Comendador.
b) Gran Secretario General y Guardasellos y
c) Gran Orador. Dicha sugerencia fue aceptada de inmediato.
Con el triunfo de las armas mexicanas sobre los invasores franceses el
rito escocés prácticamente quedó sin actividad. En masonería cuando
algo o alguien queda inactivo se dice que está en sueños. Al quedar
este rito en sueños resurgió con gran rapidez el Rito Nacional
Mexicano cuyo Respetable Gran Maestro era el General Ignacio
Comonfort. Al fallecer Comonfort, la dirigencia de la Gran Logia
Nacional Mexicana fue ocupada por el General Porfirio Díaz, quien
poseía el grado 9o., Gran Inspector o Caballero del Águila Mexicana,
que era el máximo grado de este rito y equivalente al grado 33o del
rito escocés.
En 1896 los masones de todos los ritos, a pesar de sus rivalidades y
rencillas internas, se agruparon y firmaron un documento al que
denominaron "balaustre de protesta" por medio del cual manifestaron su
inconformidad ante la Presidencia de la República y ante la opinión
publica por la excesiva intervención del clero político en los asuntos
del Gobierno y de la vida social, económica y política del país. En
ese mismo documento censuraban a su hermano masón Porfirio Díaz Mori
por permitir la coronación de la imagen de la Virgen de Guadalupe. La
causa era que Porfirio Díaz había iniciado su carrera en el rito
escocés, el cual tiene un acentuado espíritu religioso. El lema de
este rito es: "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo". El lema
del rito nacional mexicano es: "Al Triunfo de la Verdad y al Progreso
del Género Humano". Lema este último que se dice fue propuesto por el
doctor en medicina don Valentín Gómez Farías.
Aunque Porfirio Díaz Mori restringió la acción de la masonería en
asuntos políticos, sí favoreció la creación de logias libres, las
cuales trabajaban bajo la bóveda celeste, es decir sin adscripción a
ninguna Gran Logia.
Años más tarde en una logia del rito nacional mexicano que trabajaba
en forma independiente llamada "Respetable Logia Simbólica Lealtad No.
15," expresó sus ideas revolucionarias el ilustre hermano masón don
Francisco Ignacio Madero González. Estos principios doctrinarios, para
derrocar a su hermano masón, el dictador, fueron fructificando con el
paso del tiempo.
Al llegar Francisco I. Madero González a la Presidencia de la
República varios masones formaron parte de su gabinete. Pero se dice
que algunos sabían que Victoriano Huerta lo iba a traicionar y no
fueron capaces de avisarle, demostrando falta de hombría, falta de
valor cívico y haber pisoteado los juramentos de la orden. Veamos qué
dice el juramento del segundo grado o grado de compañero: "...prometo
también servir a mis hermanos como leal compañero, defenderlos y
socorrerlos y librarles de todo peligro que les amenazare, avisarles y
procurar librarles de todo peligro cuando sepa que están perseguidos
particular o judicialmente."
La Constitución de 1917 fue obra de esforzados paladines mexicanos
pero fueron los altos dignatarios masones, quienes dieron forma y
contenido jurídico a los ideales de la Revolución Mexicana y a las
aspiraciones del pueblo; de los 118 diputados del congreso
constituyente, 74 eran masones. Fue así como la filosofía masónica, el
pensamiento liberal y la doctrina de la justicia social quedaron
plasmados en nuestra carta magna.
En la integración de la familia revolucionaria la influencia masónica
es incuestionable; la consolidación del sistema político mexicano
obedeció a la presencia de la ideología liberal de militares y
políticos. Es innegable también que la masonería norteamericana ha
metido las manos en la conducción política en nuestro país. Los
masones mexicanos han reconocido que si nada puede hacerse contra los
Estados Unidos, nada puede hacerse sin ellos.
En la época de Emilio Portes Gil la masonería y el Gobierno estaban
tan estrechamente relacionados que era preciso ser hermano masón para
ocupar un puesto de importancia. Hasta la década de los treinta para
ser político u oficial del ejército se tenía que ser masón.
Para dar idea del poder que la masonería tenía en la vida política del
país recordemos que luego de los acuerdos tomados para solucionar el
conflicto religioso en la Cristiada , la propia masonería recriminó
públicamente al Presidente de la República Lic. Emilio Portes Gil el
haber dialogado con el clero político, a lo que el Presidente contestó
públicamente: "y ahora, queridos hermanos, el clero ha reconocido
plenamente al Estado, y ha declarado sin tapujos que se someterá
estrictamente a las leyes. Yo no podía negar a los católicos el
derecho que tienen de someterse a las leyes ... la lucha es eterna, la
lucha se inició hace 20 siglos ... y mientras yo esté en el Gobierno,
yo protesto ante la masonería que seré celoso de las Leyes
Constitucionales... en México, el Estado y la masonería, en los
últimos años, han sido una misma cosa."
Desde la introducción de la masonería en México, hasta 1926, los ritos
yorkino y escocés, estuvieron dirigidos por extranjeros,
principalmente norteamericanos. Esto explica que los dirigentes
masones respondieron a los intereses extranjeros antes que a los
intereses mexicanos.
El General Lázaro Cárdenas del Río que había visto la luz masónica en
la Gran Logia Nacional Mexicana cuya fuerza había decaído
considerablemente, decide fundar el 22 de junio de 1927 la Gran Logia
Simbólica Independiente Mexicana, que a pesar de no ser bien vista ni
reconocida por los ritos existentes, gozó de gran popularidad y se
difundió por toda la república, a causa de su trascendente acción
social. Cientos de talleres masónicos se establecieron lo que propició
la difusión y penetración de la ideología cardenista; fue la fuerza de
estas logias cardenistas la que, verdaderamente llevó al poder a don
Lázaro; desde luego con la aprobación y apoyo del hermano mayor grado
33o., el dirigente masón, Soberano Gran Inspector General de la
Orden , Ilustre y Poderoso Hermano, General Plutarco Elías Calles.
Con el venerable hermano Lázaro Cárdenas del Río la masonería mexicana
vivió su mejor época. La historia nos señala que casi todos los
funcionarios gubernamentales y altos oficiales del ejército eran
masones. En ese tiempo se acuñó una frase: ¿Quién que es, no es masón?
Al llegar el cambio presidencial de don Lázaro, las luchas políticas
afloraron y los preceptos morales de la orden masónica, la obediencia
a los juramentos y el amor fraternal se esfumaron. Hubo zancadillas,
traición, puñaladas por la espalda y difamación; las luchas
fratricidas fueron el pan nuestro de cada día; cientos de Caínes
eliminaron de la política a sus hermanos Abeles y la decadencia de la
masonería hizo su aparición.
Con la llegada al poder del General Manuel Ávila Camacho, masón grado
30º, y del Lic. Adolfo López Mateos, masón grado 18º, hubo acciones
positivas, en favor de la masonería, pero de los demás presidentes muy
poco puede decirse.
En una entrevista por televisión llevada a cabo hace alrededor de un
cuarto de siglo Luis Spota preguntó a Alfonso Sierra Partida: "¿la
masonería tenía una gran importancia, por lo menos a nivel de hombres
políticos, de hombres públicos; o ha decrecido, en términos generales,
el interés por la masonería en México, o por el contrario, ha
aumentado? El Presidente Vitalicio de la Confederación Nacional de
Grandes Logias Regulares de la República Mexicana contestó lo
siguiente: " yo no estoy autorizado para denunciar a mis hermanos;
pero lo puedo hacer. Los secretos masónicos son en realidad sumamente
relativos. La masonería ha tenido en México, venturosamente, para el
desarrollo social, político y filosófico de nuestro país,
preponderancia en todas sus etapas que consideramos positivas, como la
Independencia , La Reforma y la Revolución. Hombres de la masonería
intervinieron en forma definitiva en el logro de estos cambios
sociales en épocas anteriores, pues entre ellos podríamos citar en la
Independencia al mismo Hidalgo, a Morelos, a Vicente Guerrero, a
Nicolás Bravo, a Mina, a Guadalupe Victoria; de la Reforma casi no
tendríamos tiempo de hablar, están Juárez y la pléyade extraordinaria
de hombres que le siguieron como Ramírez, Ocampo, Prieto, Arriaga,
Mata, Zarco y Gómez Farías. Y en la Revolución Mexicana : Madero,
Carranza, Belisario Domínguez, Serapio Rendón, Calles, Obregón, Portes
Gil, Mújica, Jara, Abelardo Rodríguez, Lázaro Cárdenas, en fin no
acabaríamos nunca con la lista de masones".
Desde el punto de vista histórico y sociológico, la masonería mexicana
es poco conocida por el pueblo. La bibliografía existente nos habla de
ritos, de anécdotas, o nos refiere ciertos aspectos de algunos
masones. Es por ello que, escribir sobre la participación directa de
masones en la política es difícil ya que la fuente principal de
información está representada por opiniones de masones autorizados.
Opinión de Alfonso Sierra Partida: " la masonería es un sistema moral,
velado por alegorías e ilustrado por simbolismos que tienden
fundamentalmente a superar a los hombres impartiéndoles un
conocimiento y forjándoles una ética altísima con objeto de que sepan
vivir con los demás hombres, sin distinción de razas, de ideologías o
de religión. Siempre tras la dignidad humana, que es la máxima
aspiración. Por encima de las leyendas negras que a su alrededor se
han forjado, tiende a transformar hombres, en el estricto y buen
sentido de la palabra, entregándoles una ética que los convierta en
individuos útiles a la sociedad y a sí mismos".
Opinión de José Esquivel Pren: "la masonería está considerada, por
mucha gente que desconoce su trayectoria y su conformación interna,
como una institución anacrónica, fuera de época. Pero lo
extraordinario es que la masonería ha logrado supervivir, desde el
medioevo, hasta nuestros días."
Opinión de Mario Sales Rovira: "en 1975 había 19 Grandes Logias
regulares, algunas de las cuales agrupaban, cada una, a grandes
conjuntos de afiliados, once Grandes Logias Escocesas irregulares e
infinidad de talleres en el Rito Nacional Mexicano. En la Gran Logia
"Valle de México" se cuenta ahora con más de 140 talleres
jurisdiccionados y con un territorio que abarca 10 Estados de la
República. Deben mencionarse también las Grandes Logias Regulares y
Estatales de Nuevo León y Tamaulipas; así como la Gran Logia
Occidental Mexicana que, activamente ha venido trabajando y a la cual
le dio sobresaliente impulso su ex Gran Maestro José Guadalupe Zuno
Hernández".
Opinión de Vicente Lombardo Toledano: "desdeñar la política en la
masonería mexicana es cercenarse el 80% de lo que la masonería debe
significar en la vida activa del país".
Opinión de un representante del Rito Escocés: "nosotros no vamos a ser
espectadores pasivos de nuestro momento histórico, sino que hemos
decidido colaborar activamente con los hombres que guían a nuestro
país en la solución de los grandes problemas que nos aquejan,
fundamentalmente con toda la fuerza de nuestra organización nacional".
Opinión de un representante del Rito Nacional Mexicano: "consideramos
a la política como una ciencia social que nos permite manejar los
instrumentos para dar la solución más concreta y acertada al problema
de nuestro país. Consideramos que la Reforma del Poder Ejecutivo es la
solución más concreta y atinada a los actuales problemas de decisión
del Gobierno de la República y de nuestro pueblo".
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