El modelo BPS es un modelo lógico (I)

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jmgasulla

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Feb 18, 2011, 6:49:07 PM2/18/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (1)
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En el hilo de discusión que acabo de concluir (si no hay más
intervenciones) y que titulé "Otra vez con las matemáticas y la
medicina (II)" [ver -->
http://groups.google.com/group/la-enfermedad/browse_thread/thread/d5863f4ed0b2cf20/ce35eac990afca4e#ce35eac990afca4e
] advertía de que el modelo biopsicosocial (BPS) de enfermedad es un
modelo lógico. Aquí insisto en la idea, pero lo voy a explicar paso a
paso, de la forma más sencilla posible (para médicos, vaya, je, je)
Espero que a medida que transcurra la explicación, se vayan
adquiriendo conceptos nuevos que no sólo van a resultar útiles aquí.
Para quienes ya saben esto, pues podrán seguir si hay errores u
omisiones, o sea, se podrán adjudicar el papel de fiscales.

Haremos una brevísima incursión por la epistemología científica, es
decir, por la teoría del conocimiento científico; esto es, saber cómo
se sabe lo que se sabe y qué valor tiene y por qué se sabe.

Y el principio no puede ser más sencillo. Se trata de la curiosidad
humana, del ansia de saber y de predecir lo que vaya a ocurrir, y por
qué ocurren las cosas.

No todo el mundo tiene estas inquietudes. Ni siquiera entre muchos de
los llamados científicos, o sea, aquellos que cobran por hacer ciencia
y experimentos. Estas cosas son más bien cosas de filósofos que, ya se
sabe, justifican lo que hacen (y si cobran, lo que cobran)
calentándose la cabeza y haciendo complicadas las cosas sencillas.
Pero algunos, además de algunos filósofos, sí que tienen (o tenemos)
esas inquietudes por entender el mundo que nos rodea y el porqué de
las cosas. Esto que hay en esta página, y todo lo que hemos escrito y
se va a seguir escribiendo, está dirigido a esas personas que quieren
saber más, el cómo, el qué y el por qué.

Pues cuando uno quiere saber (y aquí viene a modo de píldora
comprimida lo que podría desarrollarse en un curso completo de
epistemología científica), lo más inmediato, lo más primario con lo
que cuenta, es con dos series de cosas: por un lado, el objeto que
quiere conocer, aquello sobre lo que quiere saber algo y, por otro,
con el lenguaje con el que se hace preguntas y, de últimas, se dará
respuestas y adquirirá conocimientos sobre la parte del mundo que le
interesa. No hay más: el objeto que se quiere conocer, y un lenguaje
con el que hacer preguntas y con el que empezar a pensar. De ahí parte
cualquier conocimiento posible del mundo: son sus ingredientes
básicos.

Pensamos. Así pues, que cuando queremos saber o entender algo,
pensamos. ¿Y qué es el pensamiento? Imágenes, sueños, ideas,
impresiones sensoriales. Todo eso es pensamiento, o sea, actividad
mental; pero todo eso es muy poco útil para pensar sobre el qué de las
cosas. Una imagen, un recuerdo, es útil para recordar, pero inútil en
relación al conocimiento ("positivo") que uno quisiera tener sobre las
cosas que le rodean.

Entonces, cuando uno piensa, además de tener sensaciones e imágenes,
piensa en palabras mediante un lenguaje que llamamos "lenguaje
natural" o que también otros llaman "lenguaje materno", pero mejor
dejarlo en "natural" o también "lenguaje común".

De modo que cuando nuestros pensamientos son más útiles, es cuando
pensamos mediante un lenguaje natural en vez de con imágenes, aunque
las imágenes van a jugar su importantísimo papel en nuestro
conocimiento del mundo.

Con ese lenguaje natural o común formulamos todos nuestros
pensamientos y, sobre todo, deducimos, hacemos especulaciones,
calculamos los pasos a dar, sacamos conclusiones y adquirimos y
almacenamos nuestros conocimientos.

Pero el lenguaje natural posee una estructura. No es cualquier cosa.
Si podemos hacer predicciones sobre el futuro, y acertar, si podemos
hacer cálculos sobre cómo curar una enfermedad, y lograrlo, lo
conseguimos porque el lenguaje está estructurado para obtener un
sentido sobre el mundo. Aprendemos de la experiencia mediante el
instinto y a palos, como los perros. Vale. Si. También. Pero ese
conocimiento instintivo o empírico es ínfimo en comparación con el
conocimiento que adquirimos mediante el lenguaje.

Además, por un lado, en vez de utilizar los objetos a los que nos
referimos, con lo que nuestras acciones de comunicación serían
prácticamente imposibles, la evolución nos ha llevado a utilizar la
capacidad de emitir ruidos, sonidos, y articularlos de modo que en vez
de esos objetos, utilizamos palabras que los representan.

Sonidos que son palabras, y palabras articuladas gramaticalmente,
mediante una sintaxis, para conseguir mayores logros, como, por
ejemplo, decir quién es el encargado de ir a cazar y no regresar hasta
que no vuelva con una pieza cobrada, o con los tomates, las patatas y
las lechugas para hacer la ensalada.

Pues con ese lenguaje hacemos la ciencia. La ciencia no es más que
lenguaje. Un lenguaje un poco especial, no obstante, porque mientras
que si le decimos algo a alguien en un lenguaje común, y que hable
nuestro mismo idioma, probablemente nos entienda muy bien si no
complicamos demasiado lo que le decimos, si le mostramos una ecuación
diferencial, o cualquier otra ecuación matemática, a pesar de que
esté escrita con el mismo lenguaje que el natural, lo más probable es
que no entienda nada.

¿Cómo pasamos del lenguaje natural al lenguaje científico? ¿Es que el
lenguaje natural no sirve para la ciencia y hay que inventarse otro?
Pues si y no, y al darle un breve repaso a la historia de esta
cuestión, probablemente comprenderemos en qué va a consistir nuestro
modelo BPS que, avanzamos ya, tendrá que admitir tanto el lenguaje
natural como los lenguajes científicos, para poder ser útil según
nuestros propósitos que, recuérdese, no han dejado de ser el
formalizar ese objeto de la medicina general que es la persona total
de la que hablaba Balint, y que nosotros "proyectamos" en un modelo
formal biopsicosocial.

jmgasulla

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Feb 22, 2011, 8:33:47 AM2/22/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-2)
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Estaba yo aquí, en este nuevo hilo de discusión que inauguramos sin
demasiadas pretensiones, en que si queríamos saber sobre algo del
mundo en el que vivimos, lo primero con lo que nos encontramos es con
la cosa sobre la que queremos saber, o sea, el objeto de estudio que
se llama, o también el objeto de una ciencia, y después no contamos
con más que con nuestro pensamiento, y el pensamiento que nos vale
está hecho de lenguaje. Primero, el objeto y después, el lenguaje.

Con el lenguaje no solo nos comunicamos (que es para lo que los
lingüistas se creen que vale el lenguaje) sino, y sobre todo, con lo
que razonamos. ¿Qué quiere decir razonar? Pues que asociamos cosas
después de haberlas nombrado, y que las relacionamos según una “norma”
o “ley” o “regla”. Pero son siempre hechos de lenguaje lo que
combinamos y con lo que hacemos costuras de corta y pega para entender
el mundo.

Pero ya nos damos cuenta al pronto que el lenguaje encierra algunas
trampas que nos van a hacer confundir en nuestras incursiones por el
mundo del conocimiento. El lenguaje es polisémico y está sometido a
las leyes de la retórica. ¿Qué quiere decir eso? Pues que nosotros
funcionamos, básicamente, con el sentido más que con la significación.
O que, en cualquier caso, la significación está al servicio del
sentido. El lenguaje permite la poesía, y podemos comprender que
cuando hablo de las perlas de tu boca, no me refiero a eso que
fabrican las ostras enfermas, sino que estoy haciendo un cumplido.

Esta propiedad del lenguaje, que tan bien nos va para hablar y
comunicarnos entre nosotros, y que sirve para hacer una vida humana,
es un engorro cuando lo que queremos es saber algo del mundo. No
podemos hacer retórica con una apendicitis, o sea, si es una
apendicitis, ha de ser una apendicitis y no ha de ser un piropo a una
bella muchacha.
En consecuencia, la primera operación “quirúrgica” a la que se ha de
someter al lenguaje para que se pueda hacer una ciencia con él, ha de
ser suprimirle el sentido y dejarlo solo con el significado de las
palabras.

El sentido no se produce en las palabras, sino en el discurso, o sea,
en las cadenas de palabras. Pero cada palabra significa una o varias
cosas. La palabra /perro/ significa a un animal cuadrúpedo de la
especie de los cánidos, y no permite confusiones con /gato/, que es
otra especie animal. Cada palabra remite a un significado concreto, y
eso es lo que hacemos en la ciencia: restringir los significados a las
palabras y eliminar el sentido del discurso. Por ejemplo: “Este hombre
es un perro rabioso” le otorga un sentido a /hombre/ que, aunque
proporcione cierta información, no podemos utilizarlo para tener sobre
ese hombre un conocimiento científico. Hay que eliminar el sentido.
No siempre se consigue. Ni aún en matemáticas. Por ejemplo, en la
adición 3+2=5 ya vemos que a ambos lados de la igualdad no está el
mismo sentido, pues a todas luces 2+3 o 3+2 no se parecen en
absolutamente nada a 5, aunque se conserve en los tres casos el mismo
significado.

Así que construimos el conocimiento científico eliminando el sentido,
aunque no siempre eso sea posible, y quedándonos con el significado.
En el ejemplo aritmético, nos daría igual lo que se escriba, porque lo
que nos interesaría sería poder conservar y representar el valor o
significado “cinco”.

Pero a veces, en medicina, una apendicitis no es una apendicitis, sino
que es otra cosa. O un vómito no significa una dolencia de estómago,
sino asco. Y, peor aún, pues si nos empeñamos en querer conservar
únicamente la dimensión de signo y su significado “médico-científico”,
podemos complicar muchísimo las cosas cuando, por ejemplo, alguien
sostiene, contra toda evidencia, que padece un cáncer de pulmón.

Nuestra lógica, si quiere ser eficaz, no puede ser únicamente como la
que utilizan los físicos o los matemáticos, sino que nos las tenemos
que ver con otra lógica que se construye, además, con el sentido y no
con la significación.
Lo explicaré más adelante.


JM Gasulla

jmgasulla

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Feb 26, 2011, 7:35:00 AM2/26/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-3)
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De modo que por un lado tenemos las leyes de la sintaxis, o sea, lo
que regula la relación de las palabras, unas junto a otras, para
obtener sentido. Porque las palabras, aisladamente, sólo significan
cosas, pero para que se pueda hacer algo con las palabras (con los
signos), eso tiene que estar articulado de alguna manera. El sentido
proviene, pues, por una parte por el significado de las palabras, pero
sobre todo, por cómo están articuladas unas con otras y por su papel
en las oraciones: si hacen de verbo, o si hacen de sujeto, o si de
complemento directo, si construyen una oración principal o una
subordinada, etc.

Entonces, hay un conjunto de reglas que proporcionan sentido al
permitir articular unas palabras con otras. Pero esas reglas no son
suficientes para comprender el mundo. Las reglas de la sintaxis
proporcionan sentido, nos van muy bien para comunicarnos, pero no
dicen nada acerca de la verdad de las cosas que afirmamos o negamos y
nosotros andamos tras la verdad de lo que afirmamos o negamos.

Las reglas de la sintaxis y de la gramática no son suficientes para
extraer la verdad de lo que decimos sobre el mundo. No nos informan en
absoluto sobre si lo que pensamos del mundo y de nosotros mismos es
verdadero o falso, que es algo que nos interesa mucho. Antes bien,
incluso: es por culpa de las leyes de la sintaxis y de la gramática
que existe lo falso y la mentira. Así pues que necesitamos otro
conjunto de reglas sobre el lenguaje que garanticen la verdad de lo
que pensamos. Ese conjunto de reglas es la lógica.

O sea: dos conjuntos de reglas sobre el lenguaje para construir
nuestros pensamientos sobre le mundo: uno, la sintaxis, que permite
obtener sentido de las palabras articulándolas de determinada manera y
nos sirve para entendernos con los demás y transmitirles lo que
pensamos; el otro son las reglas de la lógica, que permiten juzgar
sobre la verdad o la falsedad de lo que pensamos y decimos.

La sintaxis y la lógica no son más que conjuntos de reglas que dicen
cómo hay que hacer las cosas para obtener algo, pero ni con la
sintaxis ni con la lógica se ha hecho jamás ningún descubrimiento
científico ni se ha podido decir nada sobre el mundo. Son un canon, un
conjunto de reglas. Nada más. Le metemos esos conjuntos de reglas a un
ordenador, y es incapaz de hacer otra cosa que nada. Un ordenador, con
todas sus reglas, fórmulas y leyes sintácticas, gramaticales, lógicas
o matemáticas, metidas en sus tripas, es un perfecto inútil si no hay
alguien que lo haga operar. Y ahí tenemos el elemento fundamental que
la ciencia “clásica” (no sé por qué digo “ciencia clásica”, pero es
que no tengo otra forma de nombrar la ciencia antes de la segunda
mitad del siglo XX) pretendió eliminar una y otra vez de sus
enunciados, pretendiendo enunciados “objetivos” puros. Ese elemento es
lo que los filósofos y algunos más, llaman “sujeto”.

Un sujeto no es más que alguien para quien todo eso, todo ese conjunto
de reglas sintácticas, lógicas o matemáticas, significa algo y, en
consecuencia, hace algo con ellas. Un sujeto es alguien para quien el
lenguaje cobra sentido, que es lo que no puede hacer una máquina,
porque el conjunto de reglas y leyes que lleva en su interior como
software, no tienen ningún sentido para ella. Las máquinas
(artificiales o biológicas) no pueden construir sentido. El sentido lo
construye un sujeto, y es para UN sujeto (cuestión interesantísima:
¿es el sujeto un ente espiritual o es algo ex maquina, es decir,
salido, que sale de la máquina, que lo produce la máquina misma, un
producto de la máquina biológica? Algunos han perecido en la hoguera
por esta cuestión. Pero aún: mediante inteligencia artificial y con
lenguajes artificiales ¿podría construirse un ordenador que
construyera un sujeto? ¡Ja! ¡Menuda cuestión! Pero es una cuestión
actual, no de ciencia ficción). Esa es una dificultad, porque el
sentido no lo compartimos, sino que es único para un único sujeto y
entonces ¿cómo sabemos que las cosas tienen el mismo sentido para ti
que para mí? ¡Vaya problema! Lo más frecuente, lo común, es que
vivamos en un mal entendido. Ese problema es el que hemos de enfrentar
y resolver lo mejor posible si queremos hacer una ciencia cabal y
llevarnos bien.

Una solución para evitar el mal entendido es eliminar el sentido. Eso
es posible a medias en física o en química, y llegar a creernos que la
ciencia describe cómo es el mundo en sí mismo. Pero esa idea, esa
quimera, ha durado poco. La física de la ciencia clásica saltó por los
aires cuando se profundizó un poquillo más con la cuántica. Y no
digamos con el famoso gato de Shrödinger: sin sujeto del sentido no
hay conocimiento.

Y es que, además, los médicos sabemos de siempre que hay una
dificultad enorme en saber si eso que estamos presenciando,
corresponde con una enfermedad o no. Es una dificultad mayúscula que
la medicina se ha esforzado en esclarecer y desentrañar a lo largo de
su historia como ciencia. Los médicos parece que deberíamos saber algo
sobre eso. Mejor incluso que algunos científicos o lógicos.

En este trabajo [ver -->
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0B9qE4c3qRkQzZGI4YzkyYWItYWYyMC00YjBlLWEyYzMtMjNmYjMwYjg4MzAz&hl=es
] analicé cómo se llega a construir un síntoma a partir del lenguaje
común, y cómo se significan los síntomas. Pero este segundo aspecto lo
estudiaremos más detenidamente más adelante.


JM Gasulla

jmgasulla

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Mar 1, 2011, 6:56:23 AM3/1/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-4)
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Ocurre en nuestra especie, y no tenemos noticia de que esto ocurra en
ninguna otra, que el lenguaje se entrama, se entromete, se inmiscuye,
en todo cuanto nos constituye. Está bien demostrado que el proceso de
mielinización cortical en nuestra especie, o sea, la maduración
cerebral, se inicia en las áreas del lenguaje en conexión con las
áreas motoras, y todo el proceso de maduración cerebral depende de
estas áreas. El lenguaje lo va a dominar todo en nosotros desde el
momento del nacimiento hasta el fin de nuestras vidas. Todos los
procesos vitales y nuestra relación con el mundo, están construidos en
el lenguaje. Somos seres hechos de carne y de lenguaje.

El lenguaje es mucho más que un sistema de comunicación, porque para
sistemas de comunicación simples ya están los de las abejas, las
hormigas, o incluso los que mantienen comunicados entre sí a nuestros
órganos. En nuestra especie el lenguaje ha desplazado al instinto y lo
ha relegado a un segundo plano. Las necesidades, que en todas las
especies biológicas se han de satisfacer para mantener la homeostasis
o la transmisión genética, en nuestra especie no están únicamente al
servicio de esa exigencia biológica, sino que todas las satisfacciones
en el ser hablante están contaminadas por el hecho de que están
implicadas en otro tipo de satisfacción que la meramente biológica
(reproductora u homeostática). Esto se ve claro, por ejemplo, en la
anorexia nerviosa: ¿qué clase de satisfacción es la que se obtiene de
no comer? Parece claro que esa satisfacción es distinta y se opone a
cualquier satisfacción de orden biológico.

Entonces, ya digo, el lenguaje no sólo nos permite comunicarnos y
comprender y actuar sobre el mundo, sino que exige otra clase de
satisfacciones que “parasitan” o “contaminan” las satisfacciones
biológicas y esto va a ser una de las causas de enfermedad y la única
causa de su curación. Si existe la enfermedad y su curación, es por el
lenguaje, y hay que desterrar de una vez por todas esa idea un tanto
naturalista de que las enfermedades existen en la naturaleza y son
fenómenos biológicos puros. Eso es rigurosamente falso.

Así que, decía, el lenguaje está sometido a reglas para obtener
sentido. Estas reglas existen a varios niveles, desde las que regulan
las relaciones entre sonidos y significaciones, como los fonemas más
simples, hasta las unidades más complejas, como el discurso, pasando
por las unidades intermedias: significante, signo, palabra y oración.
Pero existen dos operaciones fundamentales que se encuentran en la
base y sustento de todas las demás. Estas operaciones son las que
permiten que un sonido, por ejemplo el sonido /a/, no sea únicamente
un grito o señal de alarma, como en los monos, sino que represente
otra cosa que su simple sonoridad y que, además, se pueda enlazar a
otros sonidos para construir lenguaje. Estas operaciones básicas o
fundamentales son dos: la metonimia o desplazamiento del sentido, y la
metáfora o condensación de sentido.

En base a estas dos operaciones retóricas, está demostrado que pueden
construirse todas las demás operaciones retóricas para la creación de
sentido: sinécdoque, retruécano, oxímoron, sinonimia, antinomia,
aliteración, elipse, hipérbaton, hipérbole, ironía, paranomasia,
pleonasmo, polisíndeton, prosopopeya, paradoja, símil, similicadencia,
perífrasis, etc. (hay muchas más) Pueden reducirse a combinaciones de
metáforas y/o metonimias.

Pues bien: el pensamiento lógico y racional también está sometido a
reglas. Estas reglas tienen siempre, como base, la existencia de otras
que posibilitan su existencia y como ya podemos intuir, estas reglas
que están en la base de las reglas de la lógica van a ser de nuevo la
metáfora y la metonimia.

Si, por otro lado, consideramos por ejemplo, las leyes operacionales
en matemáticas, como la suma, la resta, las derivadas, el cálculo de
matrices, las ecuaciones diferenciales, el cálculo infinitesimal, el
cálculo logarítmico y todo cuanto conocemos, son posibles porque
nuestros cerebros operan en el lenguaje a partir de esas dos reglas
básicas de transformación y creación de sentido: metáfora y metonimia.

Y todavía un elemento más de consideración: si hacemos operaciones
mentales, si calculamos matemática o lógicamente, si pensamos y
deducimos, hacemos predicciones y curamos, es porque vehiculizamos a
través de todas esas actividades un tipo de satisfacción que es muy
distinta a la satisfacción de las necesidades biológicas y que es del
mismo orden que obtiene una persona con su anorexia nerviosa.

El motor, la energía para hacer todas esas operaciones lingüísticas,
lógicas y matemáticas, la obtenemos de una satisfacción que contamina
las satisfacciones biológicas. Es un plus, un extra de satisfacción lo
que vehiculizamos con el pensamiento. Como cuando nos deleitamos con
música o contemplando un paisaje. Es algo más que una necesidad
biológica. "Disfrutamos" pensando, deduciendo, "adivinando", acertando
un diagnóstico, obteniendo una curación, interpretando una
radiografía... Vehiculizamos un goce a través de todo esto. Es más que
placer: es goce.

JM Gasulla

jmgasulla

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Mar 2, 2011, 9:04:34 AM3/2/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-5)
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Hasta el momento hemos visto que el lenguaje simbólico articulado de
los humanos cumple tres funciones que no se dan en los lenguajes de
ninguna otra especie ni sistema: la creación de sentido, la capacidad
de razonar deductivamente y la creación de un goce que impregna y
modifica cualquier actividad o conocimiento instintivo.

Vamos a decir que, a grandes rasgos, estas tres actividades ocupan
aproximadamente las ¾ partes del cortex cerebral, que es la que
corresponde más o menos a los lóbulos temporal, parietal y frontal.
Queda una cuarta parte, que corresponde al área occipital o cortex
visual, que no hemos incluido en nuestras consideraciones lingüísticas
y, sin embargo, el mundo de la imagen es capital en nuestra especie.
Basta comprobar la actividad del lóbulo occipital en una SPECT para
hacerse una idea de la importancia de lo visual. El campo de lo
visual, no obstante, también está sometido a un proceso de retórica,
conocido como la retórica del signo visual, de modo que las imágenes
están sometidas igualmente a un proceso de significabilidad y a unas
leyes semánticas del mismo modo que lo están el signo lingüístico y el
signo lógico. Ya vemos que los procesos de nuestros pensamientos
utilizan tres clases distintas de signos: el signo lingüístico, el
signo lógico y el signo visual.

Lo que se ve y lo que se oye conforman en nuestra especie el universo
fundamental de representaciones. Con una importancia muchísimo menor
en los procesos de significación, le siguen lo que se huele, lo que
sabe y lo que se toca. Lo que se huele, lo que sabe y lo que se
percibe mediante el tacto no construyen, sin embargo, ninguna clase de
signo. Más bien son señales, pero son señales que pueden ser tomadas
en algún sistema de signos semánticos: vamos a decir que no es lo
mismo que te toque tu amada a que te toque tu peor enemigo; o no es lo
mismo un olor determinado proveniente del cuerpo de tu amada, a un
olor parecido proveniente de alguien a quien detestas.

Cada uno de nuestros sentidos está tomado en el proceso de
significación y, sin embargo, el pensamiento sólo es capaz de
construirse mediante el lenguaje y en una sola dimensión que se
recorre en el tiempo. Por decirlo así, cuando hacemos cálculos
lógicos, esto es, cuando pensamos y deducimos, cuando pretendemos un
conocimiento del mundo distinto al que nos proporcionan los sentidos,
lo hacemos en el interior del lenguaje simbólico articulado, y es
gracias a las propiedades de ese lenguaje que somos más inteligentes,
comprendemos mejor el mundo y hacemos predicciones.

Merced a esas tres propiedades elementales que posee el lenguaje
(producción de sentido, producción de pensamiento lógico y producción
de un goce), podemos entrever ya de qué modo ese modelo de enfermedad
bio-psico-social que proponemos, se va a ir articulando también con el
lenguaje. El registro de lo biológico lo intentaremos articular con la
producción de un goce, el registro de lo psicológico con la producción
de sentido y el registro de lo social con la producción del
pensamiento lógico para tener así más o menos justificado nuestro
modelo biopsicosocial de enfermedad.

Vamos a paso lento, pero espero no dejar tras de ese paso, demasiados
claros y defectos de comprensión o demasiados saltos que rompan una
continuidad lógica en la construcción del modelo.

[Nota: A ver si es posible abrir este pequeño video, porque se ve muy
bien el proceso completo de mielinización cortical a partir del área
de Broca, desde el momento del nacimiento hasta los 36 meses. El video
es este --> http://cid-e20d7febe0df71c3.office.live.com/view.aspx/.Public/Mielinizaci%C3%B3n%20del%20lenguaje.doc
Hay que hacer clic en el hiperenlace que se muestra y se resalta en
azul, y esperar a que se abra. De todos modos, creo que a veces es
necesario azuzarlo un poco.

El artículo que va con el video espero que lo podáis descargar de este
enlace: http://cid-e20d7febe0df71c3.office.live.com/self.aspx/.Public/Mielinizaci%C3%B3n%20y%20adquisici%C3%B3n%20del%20lenguaje.pdf

Va en formato pdf y hay que hacer clic sobre el icono del artículo ]

JM Gasulla

jmgasulla

unread,
Mar 3, 2011, 6:12:54 AM3/3/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-6)
=========================================
De hecho, nuestro pensamiento registra los procesos que ocurren en el
mundo, que incluye el mundo exterior y el mundo interior, de tres
maneras posibles y simultáneas: el registro de lo Real, el registro de
lo Simbólico y el registro de lo Imaginario.

Lo Real lo percibimos a través del goce y de los sentidos. Es algo que
está ahí, existiendo por sí solo y en sí mismo. Incluye nuestro
organismo. Lo Real existe, pero no sabemos qué es. Está ahí, tanto
fuera como dentro de nuestros cuerpos. No sabemos qué es, pero lo
captamos en forma de un goce que nos goza. Diríamos que lo Real nos
goza. El Sol nos goza, el planeta Tierra nos goza, todo cuanto existe
fuera de nosotros, incluso en nuestro interior, nos goza. ¿Qué quiere
decir que nos goza? Pues que estamos en ello, formando parte de ello,
y que hace de nosotros lo que se le antoja, sin contar con nosotros.
Diremos, para buscar un símil, que lo Real goza de nosotros del mismo
modo que yo gozo de un libro que es de mi propiedad. Somos un juguete
en manos del destino, dice el dicho. Pues eso es ser gozados por el
destino: es el destino quien dispone y nosotros somos marionetas. La
idea de cómo percibimos el goce de lo Real sobre nosotros también se
expresa en la idea de un dios que nos gobierna y a cuyo capricho nos
hemos de someter.

La electricidad está ahí afuera y aquí dentro de mi cuerpo. Está ahí y
va a lo suyo. Pero para poder invertir el goce que tiene la
electricidad sobre mí, construyo una teoría, hago teorías. Las teorías
sobre lo Real son nuestro intento de invertir el goce de lo Real y
convertirlo en un goce humano y personal. Gracias a las teorías sobre
la electricidad, puedo gozar de luz por la noche. Las teorías, que
pertenecen al registro de lo Simbólico, nos proporcionan cierto goce
sobre lo Real. Primero, la nombro y, en consecuencia, la aislo como
fenómeno. Este, que es el acto de nombramiento, acaso sea el más
inteligente, el primero, el que requiere más maestría e inteligencia.
Después, intento comprender sus leyes y, por último, gozar de ella. Y
ese goce es posible porque conociendo sus leyes, puedo encauzarla,
canalizarla, regularla, hacerla ir por donde quiero y obligarla a
hacer lo que quiero.

Del mismo modo que hacemos con la electricidad, construimos un modelo
de enfermedad porque pretendemos obtener nosotros un goce sobre lo
Real de nuestros cuerpos, es decir, intentamos librarnos de un goce
que no controlamos y que nos amenaza. Para ello hacemos dos cosas: lo
nombramos y le llamamos, por ejemplo, biología y, después, estudiamos
sus leyes, tal como habíamos hecho con la electricidad: primero,
nombrarla y después, aislar sus leyes para, en un tercer paso,
dominarla o encauzarla. De este modo, identificando eso Real con una
producción nuestra, intentamos regular el goce de lo Real
(identificado a lo biológico), e intentamos invertir el goce, pues de
ser gozados por eso Real, de esa manera pretendemos ser nosotros
quienes gocemos de ello o, en cualquier caso, ponerle un freno y un
control a ese goce absoluto que tiene lo Real sobre nosotros.

Podemos decir que las teorías, el lenguaje, son nuestros reguladores,
los canalizadores, del goce de lo Real sobre nosotros.

De este modo, al nombrar nuestro cuerpo como un organismo, diciendo
por ejemplo que tiene órganos y que estos órganos están sometidos a
ciertas leyes, hemos transformado el goce de lo Real en un goce humano
sobre lo Real: hemos invertido o intentamos modular ese goce,
vehiculizarlo, canalizarlo, regularlo o aprovecharlo en nuestro favor.

Hemos asimilado una parte de lo Real a la biología y a nuestro propio
cuerpo. Esto es lo que hizo Hipócrates: decir que las enfermedades no
eran el fruto de la relación de los dioses con los hombres, sino que
no tenían nada de divino y que pertenecían al mundo Real que nos
rodea, de modo que nuestros cuerpos estaban hechos de las mismas
materias y leyes que el mundo físico. Esto fue una revolución dentro
del pensamiento de la época. Revolución que seguimos desde entonces
mediante un programa que se mantiene fiel al que inició su fundador
Hipócrates: nuestros cuerpos están hechos de los mismos elementos que
hay en el mundo y se rigen por las mismas leyes, y las enfermedades no
son producto de los dioses, sino fenómenos que están en la naturaleza
y, en consecuencia, controlables una vez se conocen sus leyes.

JM Gasulla

jmgasulla

unread,
Mar 10, 2011, 5:58:26 AM3/10/11
to La enfermedad
El modelo BPS de enfermedad es un modelo lógico (I-7)
=========================================
No me he olvidado de este hilo. ¡Al revés! Le estoy dedicando muchas
horas de estudio y prestándole la máxima atención para que la cosa
salga lo mejor posible, sin errores o agujeros teóricos.

Antes de seguir, quiero volver a leer muy atentamente un par de textos
del lógico holandés Willard V.O. Quine cotejando muy bien las
traducciones del inglés al francés de "Methods of Logic" y del inglés
al español de su "Filosofía de la lógica". Quine es, a mi juicio, un
autor muy importante al que hay que tener como referencia contínua
para no perderse en una materia tan densa como la epistemología
científica o la lógica que la sustenta.

Le comentaba a un amigo que ahora me encuentro en "fase anabólica" del
pensamiento, o sea, que he de leer muy despacio unos cuantos libros y
artículos antes de seguir con este hilo. Espero que entre en la "fase
catabólica" y sea capaz de obtener un buen producto que deje bien
articulados los tres registros del pensamiento, Real, Simbólico e
Imaginario (RSI), con los tres registros de la enfermedad Biológico,
Psíquico y Social (BPS).

En el mensaje I-5 de esta serie dije de qué manera percibíamos los
tres registros (RSI) en el modelo de enfermedad BPS. Es un recorte,
una "mutilación" de los tres registros que tenemos que hacer para
obtener el modelo BPS. Estos recortes se han de producir de un modo
axiomático, o sea, interponiendo entre cada uno de los registros de
RSI y cada uno de los registros de BPS un axioma llamado "de
elección", que llamaremos probablemente de "recorte" o "ajuste", por
medio de los cuales podremos "reducir" la extensión de los registros,
y "encajarlos" en el modelo de enfermedad que nos proponemos.

Conviene recordar que perseguimos dos fines fundamentales en este
hilo: el rigor conceptual y obtener con claridad el objeto de la
medicina general como "la patología de la persona total" que decía
Balint, en un modelo de enfermedad BPS que propuso Engel, pero que
cimentó muy mal a pesar de que su intuición era muy buena.

¿Y qué esperamos con tanta historia, tanta lógica, tantas matemáticas
y tanta comida de coco? Pues tener un conocimiento sobre la enfermedad
adaptado al siglo XXI, y no al siglo V antes de Cristo.

Si sólo fuera ese el objetivo, pues haríamos algo así a una "medicina
recreativa", de modo que el propósito ha de ser otro más ambicioso. Y
este propósito es introducir al sujeto en medicina, como pretendían V.
von Weizsäcker y P. Laín Entralgo, porque la enfermedad es muchísimo
más que lo que se propone desde el modelo biomédico. Pretendemos una
práctica médica mejor, más adecuada a la realidad humana, mediante un
modelo de enfermedad que sea capaz de integrar en la práctica médica
efectiva y cotidiana, lo que debe integrarse de un modo marginal o
como discursos paralelos, actualmente. mew refiero a la psicología, a
la ética, a las relaciones sociales y al conjunto de la sociedad, como
elementos fundametnales en la constitución de las enfermedades y sus
tratamientos.

Así que no me olvido de este hilo, sino que lo estoy trabajando más a
fondo.

¿Hay alguien que quiera trabajar conmigo?

JM Gasulla
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