“Todo
lo que deseamos es que un investigador nos diga
por qué ese joven que está sentado en la fila A
está firmemente absorbido por los sonidos
musicales que escucha, mientras que su novia,
poco o nada extrae de ellos.” El músico Aaron
Copland lanzaba ese deseo y Alejandro Vainer
toma el desafío. “La música es una experiencia
corporal e intersubjetiva” es el eje que lo
recorre. En las antípodas de quienes sostienen
que es un “arte inmaterial”, este libro
restituye el cuerpo a la experiencia
musical.
El
autor organiza una propuesta donde define una
subjetividad que es corporal y como se produce
como un entramado biológico, psíquico y
cultural. Siguiendo a Freud, postula las “series
complementarias musicales”, que le permiten
desentrañar por qué amamos ciertas músicas a lo
largo de nuestra vida. Luego analiza las
experiencias musicales en situaciones
diferentes. Primero, un análisis de lo
sucedido con las músicas en los campos de
concentración-exterminio durante la
Segunda Guerra Mundial y en la última
dictadura cívico-militar en Argentina.
Segundo, el entrecruzamiento del
erotismo y la música a lo largo de la
historia. Y tercero, un exhaustivo
análisis de la función subjetiva y social de la
música de fondo. La forma de escuchar más
frecuente hoy. El libro cierra con dos bonus
tracks: uno sobre la historia de los
psicoanalistas y la música; el otro
sobre los músicos y el dinero,
donde se visualiza las condiciones de trabajo de
quienes producen esas experiencias que nos
llegan hasta los huesos.
Un
libro ameno y profusamente documentado. Sus
fundamentos van desde el psicoanálisis hasta la
musicología, pasando por las neurociencias, la
antropología, la sociología, la literatura y los
testimonios de los propios músicos.
Un
viaje para amantes de la música. Más que
sonidos, es una parte de nuestra
vida. |