Fwd: cuerpos, noche, palabras

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César Hazaki

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Aug 30, 2018, 8:09:40 AM8/30/18

Cuerpos, noche, palabras

Tenía que irse, era una noche destemplada y fría pero había que irse. Ella no quería que sus hijos lo conocieran, el tampoco creía conveniente forzar la situación que rompiera esta clandestinidad de fugitivos enamorados.

No era cuestión de cuándo y cómo, era que ambos no tenían resueltos sus miedos, sus saldos con lo que venían dejando atrás. Y estaban esos dos niños en una pequeña habitación a pocos metros. Ella sabiendo lo difícil que era salirse de ese abrazo interminable, de ese cobijo de manazas que la envuelven murmura, en esa media voz en que estaban acostumbrados para no despertar a los niños, -Te quiero muchísimo, no olvides y apenas te levantes te voy a empezar a extrañar.

El saca un pie a la intemperie, como si se preparara para el frío que se viene, y será doble o triple dado que tiene tiempo para ofrecerle, ahora, mañana, pasado, días en qué la pensará, la llevara consigo en diálogos internos, que la husmeará como perro en celo dado que no verla lo vuelve inseguro de manera desconocida hasta ahora. Se irá sabiendo que ninguno de los dos está de acuerdo con la sensatez que los obliga de desatar el nudo de sus cuerpos. Una galleta de piernas, manos, y todo lo demás. Un lio, piensa en que ya le había calentado los eternamente fríos pies de esa mujer pegada, metida entre sus brazos, un lio que lo hace vibrar. –Sos el lio más hermoso de mi vida. Le dice y agrega: -Ensortijémonos. Ella lo sorprende con un sí entusiasmado.

Cuando toma impulso, ella no lo retiene pese a sus ganas, solo agrega: –Te adoro, no lo olvides. Sabe que apenas le abra la puerta y lo despida en puntas de pies, volverá el frío a su cuerpo y pese al cansancio y el que tener que levantarse temprano para preparar sus chicos para la escuela y salir corriendo el trabajo, también volverá el insomnio. Conoce que esos mimos, ese infinito abarcable y contenido donde habitaron, donde el miedo desaparece, donde la escaseces de la vida no se recuerdan son imprescindibles y que aparecieron después de que él le hiciera conocer que el amor, que el sexo era algo muy distinto a lo que había conocido hasta que este varón tomara su cuerpo por asalto. Te extrañaré, piensa pero no se anima a decírselo.

Una vez más lo había sorprendido la forma en que este hombre, su hombre ya único pese a que en la vida nunca le había faltado el amor, soltó sus emociones. Lo sintió, y era la primera vez que le pasaba, venirse con su semen y sus lágrimas. Al principio no entendió, no estaba dentro de sus expectativas que un hombre llorara mientras gozaba, se quedó quieta, sabia como era, esperando a los acontecimientos le indicaran a su intuición qué hacer. Hasta le tomó la cabeza y le dijo simplemente: Amorcito.

Al abrir la puerta le acomodó la campera y lo envolvió en la bufanda. Perdón por hacerte este lio. Le acarició el pelo y luego se metió en la cama y buscó el lugar exacto donde habían quedado sus lágrimas y las llenó de besos.