Abuso, suicidio e impunidad
Editorial Topia
20 de julio de 2016 | Por Plenario de Trabajadoras
Abuso, suicidio e impunidad
Una trabajadora del hospital de Ezeiza se quitó la vida tras haber sido abusada en su lugar de trabajo. Acusan a uno de los directores de la institución.
El martes 19 de julio nos enteramos por los medios de comunicación que Paula Verónica Campana, radióloga del hospital Interzonal de Ezeiza, se suicidó arrojándose a las vías de la estación de Temperley.
Paula sufrió un abuso sexual en el hospital en el que trabajaba. Ella denunció reiteradas veces, tanto en la justicia como en las redes sociales, con nombre y apellido al responsable: Omar Di Suma, director asociado de la institución, que ya había sido expulsado con anterioridad de otro hospital por abuso sexual.
Esto refleja dos cuestiones centrales: en primer lugar la impunidad por la cual Di Suma sigue libre y dirigiendo un hospital municipal, sin que exista instancia judicial para investigar las denuncias que pesan contra él. El intendente Alejandro Granados es responsable de esta impunidad. Granados citó a Paula en el municipio para nunca recibirla, una indiferencia criminal contra una mujer que además debió soportar los abusos de 15 años de precarización laboral en la municipalidad de Ezeiza.
Por otro lado, queda en evidencia el vaciamiento hacia las instituciones que debieran de amparar a las mujeres violentadas. La multiplicación de las comisarías de la mujer sólo ha servido para agravar la violencia institucional, lejos de cualquier "perspectiva de género" en las mismas ni siquiera se toman las denuncias, mucho menos ofrecen asesoramiento judicial, médico o psicológico, dejando totalmente a la deriva a las mujeres que asisten a las mismas.
Tras las reiteradas denuncias, Paula Campana fue despedida de su trabajo de radióloga por el director general de la institución, Alfonso Greco, enviando un mensaje desde la dirección hospitalaria contra quienes denuncian los abusos de la patronal, incluido los más aberrantes de abuso sexual.
El inmovilismo de la burocracia de Cicop, tanto por la cesantía como por el abuso, es criminal, aunque consecuente con la política que llevan adelante hacia los trabajadores de la salud, siendo un apéndice más de la precarización de Vidal y Granados en el municipio.
Como Plenario de Trabajadoras exigimos la destitución de su cargo y juicio a Omar Di Suma.
Contra el inmovilismo del sindicato llamamos a la organización independiente de las y los trabajadores por el repudio a este caso, contra el abusador, la complicidad del resto de la dirección del hospital y la indiferencia de Vidal y Granados, al mismo tiempo responsables de garantizar las pésimas condiciones laborales de los trabajadores.
Convocamos a todas las mujeres a organizarnos por la creación de Centros integrales para la mujer víctima de violencia, con asistencia médica, judicial y psicológica gratuitas durante las 24 horas del día, controlados por una comisión de mujeres del municipio, para que contemos con instituciones que nos amparen realmente frente a los casos de violencia de género y situaciones como esta no vuelvan a ocurrir.
¡Justicia por Paula!
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