Pérdidas

[César Hazaki]

Pérdidas

La vuelta está cada día más desesperada por la imposibilidad de hablar con su nieta. Nota que la niña al no tener mucho para decir dado su encierro tiene poco para contar de su vida. Pese a ello la abu Marita pregunta incansablemente tanto a la mañana como a la tarde las peripecias de Lucía.

En el llamado del lunes a la tarde notó a su nieta muy compungida y preguntó angustiada: -¿Qué te pasa?

-Estoy enojada con mi papá, abuela.

-¿Qué hizo ese hombre?

-¡Desde que comenzó la pandemia no me deja meterme los dedos en la nariz!

-Bueno Lucía hay que cuidarse del virus.

-¡Abuela está bien estar en casa, no verme con las amigas de la escuela, hacer miles de tareas que me mandan de la escuela,  no ir al parque. Pero cómo se aguanta todo eso si no puedo comerme los mocos.

C.H.