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Re: La primera vez con mí hija (Relato de sexo incestuoso patrocinado por Blanca)

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Blanca Mª

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Jul 11, 2004, 8:07:32 AM7/11/04
to

"Nennito" <Nen...@UNTARANTANTANya.com> escribió en el mensaje
news:ccr9js$554
>
>
> !!! Muuchassssss graciassssss pochola !!! !!! Con las ganas que
teníaaaaaaa
> !!!........
>
> !!! A disfrutar !!!
>
>
>
>
> ************** LA PRIMERA VEZ CON MÍ HIJA **************
>
>
> Autor: Narrador
>
> Mi primera vez…
>
> No es que fuera un Santo varón casto y puro, ni nada que se le parezca, a
lo
> que me refiero con eso de mi primera vez. Fue cuando lo hice con mi hija.
>
> Pero no se crean que les habla un enfermo sexual ni nada parecido, que se
> aprovechó de su hija para saciar su necesidad de sexo, no nada que ver con
> eso. De hecho me consideraba a mí mismo como una persona normal, ecuánime,
> responsable, cuidadoso y respetuoso en lo que se refiere al sexo,
> principalmente con mis dos hijas. De hecho en casa creo que era el más
> escrupuloso con los temas sexuales, ya que siendo el padre de dos hijas,
> entiendo que siempre tenía que estar pendiente de cuidarlas de no pasar un
> mal rato.
>
> Mi ex-mujer Dalia, en cuanto a eso, se puede decir que es bastante
liberal,
> Damaris la mayor de mis hijas, desde pequeña siempre fue bastante
> desinhibida en cuanto ha andar semidesnuda por la casa, como les dije
desde
> bien pequeña, como que la ropa le molestaba, y apenas tenía una
oportunidad
> se la quitaba para quedarse cuando era chiquita únicamente en pantis, pero
> cuando comenzó a crecer, ya desde los once o doce años, me costó algo de
> trabajo el convencerla de que por lo menos comenzara a usar sostenes. Yo
por
> mi parte le decía siempre, que tuviera algo de pudor, que no andará
> semidesnuda por toda la casa y hasta en el patio trasero, lo que al
parecer
> la tenía sin cuidado. Muchas de las discusiones que tuve con su madre,
> fueron a causa de ese tema.
>
> Cuando no era que discutíamos por eso, discutíamos o mejor dicho mi
ex-mujer
> discutía, por que según ella se enteraba de que yo la estaba engañando con
> otras. Pero nunca tuvo evidencia de ello realmente, yo por mi parte,
cuando
> tocaba ese tema, la dejaba hablando sola. Pero cuando Damaris pasó de los
> diecisiete, su desarrollo físico se hizo más evidente, aunque no muy alta
su
> cuerpo desarrolló esas bellas curvas que tanto nos agradan a los hombres
de
> cualquier edad, yo me sentía orgulloso de la belleza de mi hija, pero eso
no
> evitaba que su madre y yo discutiéramos por motivo de su conducta,
> discusiones que fueron en aumento. Un día que nos citaron a los dos al
> colegio, la Directora nos informó que a nuestra hija mayor la habían
> agarrado, teniendo relaciones sexuales con uno de los maestros, al cual
> desde luego que botaron, yo por mi parte decidí llevar el caso a los
> tribunales, pero mi mujer se opuso y por que eso le crearía un trauma a
> nuestra hija, sin tomar en cuenta la vergüenza que pasaría nuestra
familia,
> pero lo que realmente me hizo desistir fue que Damaris misma me dijo que
esa
> persona no había sido el primero y de seguro no sería el último.
>
> A partir de esa fecha, entendí que mi hija se encontraba activa
sexualmente,
> y quien sabe a ciencia cierta desde que edad. A la casa se la pasaban
> llamándola, un montón de chicos, en ocasione salía sin permiso nuestro o
> mejor dicho mío, y regresaba ha altas horas de la madrugada, con cara de
que
> había estado haciendo alguna travesura.
>
> Por esa razón yo era por decirlo de alguna manera el malo de la película,
ya
> que le llamaba la atención por todo. A diferencia de su hermana menor que
es
> una buena muchacha. Un martes regresé temprano de la oficina, y encontré
una
> nota de mi mujer que se encontraba acompañando a nuestra hija menor a un
> partido de baloncesto, y que debían llegar a eso de las once de la noche.
>
> Pero cuando me dirigía a nuestro dormitorio, al pasar frente a la puerta
de
> la habitación de Damaris, la encuentro besándose con otra chica de más o
> menos su misma edad, y vistiendo en idéntica condiciones que mi hija. O
> mejor dicho, casi tan desvestida como se encontraba mi hija mayor. Yo me
> quedé paralizado en su puerta observando por un rato que me pareció
> interminable, como mi hija y esa otra joven se besaban apasionadamente,
como
> con sus manos acariciaban una el cuerpo de la otra, y comenzaban a tocarse
> íntimamente.
>
> Damaris introducía sus dedos entre la panti de su amiga y acariciaba
> suavemente el coño de la chica, mientras que la otra comenzaba a besar y a
> chupar detenidamente, los erectos pezones y la aureola de mi hija. Al
verme
> la chica de seguro se asustó, y sin decir una sola palabra, colorada como
un
> tomate por la vergüenza, recogió su ropa y se marchó. Contrario a Damaris
> que se quedó tendida sobre su cama con las piernas bien abiertas, sus
manos
> jugueteaban con su largo cabello castaño claro, únicamente usaba en ese
> momento una muy pequeñas pantis las cuales apenas y ocultaban su coño y
con
> una sonrisa maliciosa de niña traviesa en su rostro, me observaba desde su
> cama, más fresca que una lechuga recién arrancada.
>
> Yo me encontraba tan molesto como confundido y no les voy a negar que algo
> bastante excitado al verlas a las dos besándose y tocándose de la manera
que
> lo hacían. Yo me dirigía a mi habitación sin saber que decirle o hacer, al
> poco rato Damaris se presentó en mi cuarto, únicamente usando sus pantis,
> desde luego que le llamé la atención, pero ella viéndome de manera
> seductora, comenzó acercase a mí. Aunque traté de quitar mi vista de su
> semidesnudo cuerpo, continué llamándole la atención, ella siguió caminando
> hasta que se detuvo a mi lado.
>
> Dejándome casi sin poder decir palabras, ya que hasta ese momento nunca
> había visto a Damaris como una mujer, para mí hasta ese día era
> sencillamente mi hija, una chiquilla malcriada que hacía su voluntad. Pero
> en esos momentos cuando me detuve a observarla detenidamente, comencé a
suda
> r. Sus senos parecían que en cualquier momento fueran a estallar, se
movían
> de un lado a otro al menor movimiento de ella al andar. Podía ver la
> coloreada aureola de sus parados pezones húmedos aun por la saliva de su
> “amiga”. Pero eso no era lo único que llamaba mi atención, sus lindas
nalgas
> me las mostraba sin pudor ninguno, la escasa tela de su tanguita se le
> incrustaba entre sus nalgas, hasta desaparecer del todo dentro de ellas.
>
> Su coño, parcialmente descubierto, me lo mostraba en todos los ángulos
> posibles, dedicándose a recoger algunas monedas que se le cayeron o tiró
al
> piso con toda la intención cuando entró a mi dormitorio. Con cierto aire
de
> malicia, me tomó la mano y se la llevó a uno de sus senos, diciéndome que
> sintiera su corazón, al sentir su caliente piel con la yema de mis dedos,
> creí que me volvía loco. Aunque luché por separarme de Damaris, ella se me
> acercaba más y más. Hasta que de momento sentí su boquita sobre mis
labios.
>
> Les digo que luché, por separarme de su caliente bello y joven cuerpo,
pero
> realmente no creo que haya hecho mi mejor esfuerzo, en ese momento. Todo
lo
> contrario, comencé acariciar su suave piel, con mis dedos, pero cuando
> estaba a punto de separarla de mi cuerpo, siento ese gran deseo de besarla
y
> hasta de acostarme con mi propia hija. Damaris por su parte cuando me
> comenzó a besar, debió dejar caer al piso el tanga que usaba, sin que yo
no
> me diera cuenta, hasta cuando nos separamos para respirar.
>
> Sentí como mi verga, se había puesto tan dura, como una barra de acero.
> Antes de que me negase a continuar, Damaris se agachó con bastante
agilidad
> y con sus propios dedos extrajo mi miembro de su encierro. Y con esa
mirada
> de niña traviesa, comenzó a pasar su lengüita por sobre mi glande, a cada
> lengüeteada que me daba yo sentía como si fuera a estallar, le pedía entre
> dientes que se detuviera.
>
> Pero Damaris lejos de detenerse continuó pasando su lengua sobre mi
colorado
> glande, hasta que de la misma manera que comenzó, se introdujo mi verga
> dentro de su boca, sus labios me la succionaban como jamás ni nunca lo
había
> sentido antes, sus dientes me mordisqueaban sabrosamente el tallo de mi
> verga, y su lengua hacía de las delicias de mi glande. Estuve a punto de
> venirme dentro de su boca, pero con gran esfuerzo de mi parte me contuve,
la
> verdad que deseaba tenerla entre mis brazos y penetrarla con mi verga su
> lindo y liso coñito.
>
> Llegó un momento en que con algo de esfuerzo de mi parte, la pude separar
de
> mi cuerpo, en ese instante debí salir corriendo de mi habitación, pero la
> verdad es que la tomé por los brazos, la ayudé a levantarse del piso, y
> coloqué mis labios nuevamente sobre los suyos. Nos besamos de manera
> sumamente apasionada, yo procuraba tocar cada centímetro de su ardoroso
> cuerpo, con mis manos. Mientras que mi hija me agarró mi verga con una de
> sus manos, ambos terminamos acostados sobre mi cama, yo boca arriba y ella
> sobre mi cuerpo. Como una loca desenfrenada comenzó a quitarme la camisa,
y
> a soltarme el pantalón, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba casi
tan
> desnudo como ella lo estaba sobre mi.
>
> Sus lindas nalgas las sentía sobre los muslos de mis piernas, al tiempo
que
> disfruté como ella misma dirigía con su mano mi verga contra su húmedo y
> caliente coño. A medida que la penetraba, sentía ese inmenso placer de
> disfrutar de su joven cuerpo. Damaris movía sus caderas sabrosamente sobre
> mí verga, la que entraba y salía casi totalmente de su cuerpo. Sus seños
se
> bamboleaban de arriba a bajo, a medida que mi hija cabalgaba sobre mi
> cuerpo.
>
> El ver como casi en cámara lenta, se movía sus bellas y paradas tetas, me
> provocó agarrarlas con mis manos, por un largo rato se las acaricié y
> apreté, hasta que la jalé por un brazo y su boca volvió a unirse
divinamente
> con la mía, mi lengua comenzó a jugar con la de ella detrás de sus labios.
> Los dos nos encontrábamos borrachos de sexo y placer, traté de no pensar
más
> que se trataba de mi propia hija, pero si lo hice realmente, ya que me
> excitaba aun más, de ser eso posible.
>
> A medida que nos besábamos, ella se medio incorporó, pero permanecía con
sus
> piernas bien abiertas sobre mi cuerpo, sus manos las puso de tras y
comenzó
> a recostarse ligeramente sobre mis piernas, mientras que yo la volví a
tomar
> por las caderas y con fuerza animal la pegaba contra mi cuerpo. Damaris al
> inicio se limitó a gemir divinamente, pero a medida que nos besábamos y
> continuamos disfrutando de ese momento el uno del otro, ella me comenzó a
> decir lo divino que se sentía mi verga dentro de su coño, mientras que
> restregaba con mayor fuerza sus caderas contra mi piel.
>
> La verdad que nunca antes me había sentido tan y tan excitado, quizás por
lo
> prohibido de la situación, o por su joven cuerpo entre mis manos, pero el
> escucharla, entre otras cosas y barbaridades que dijo, el pedirme que le
> diera más y más, me tenía a millón, su voz susurraba entre dientes, papi
que
> rico estas, eres el mejor macho que he tenido. Pero lo que botaba la bola,
> era el sentir como su vulva apretaba o agarraba mi verga, de manera tal
que
> era como si fuera una húmeda y caliente mano que ella tuviera dentro de
sí.
>
> Yo realmente deseaba continuar así, por el resto de mi vida, en ese
momento
> poco me importaba lo que fuera a pensar el resto del mundo, mi mayor deseo
> era continuar y creo que el de Damaris también. Debido a nuestro
desenfreno
> se salió mi verga de su coño, momento que ambos aprovechamos para cambiar
de
> posición.
>
> Ella se colocó boca abajó, mejor dicho como en cuatro patas, y yo me
> arrodillé de tras de ella, y sin necesidad de usar las manos, mi verga
> volvió a encontrar su húmedo coño nuevamente. La tomé por las caderas, y
> cuando la apreté contra mi cuerpo, Damaris dio un grito de placer al
> volverle a enterrar mi verga dentro de su divino coño.
>
> Por otro buen y largo rato continuamos los dos, yo con una energía que
hacía
> varios años que no sentía. Mientras que ella la escuche alcanzar otro
sonoro
> orgasmo de su parte, diciéndome de manera repetitiva me decía, dame más y
> más duro papi. Con el fin de hacerla disfrutar más de ser eso posible, le
> agarré la parte superior de su coño con mis manos y con mis dedos busqué
> restregarle su clítoris de manera lujuriosa.
>
> Como no soy de acero, eventualmente me vine dentro del coño de mi hija,
fue
> la más gratificante de las sensaciones que en mi vida hubiera sentido
hasta
> ese día. A medida que le empujaba mi verga dentro de su cuerpo sentí ese
> inigualable placer de eyacular en tales condiciones, por otro rato
continué
> metiendo y sacando mi verga de su cuerpo al tiempo que ella me la apretaba
> divinamente con su vulva.
>
> Los dos quedamos exhaustos, sudados y desnudos yo sobre su lindo cuerpo
> desnudo. Al rato nos levantamos, yo realmente no sabía ni que decir, me
> comencé a sentir sumamente avergonzado, por lo que había hecho, el llegar
> acostarme con mi hija. Fue cuando Damaris se me acercó y me volvió a
> estampar un beso sobre mi boca, repitiéndome lo que ya un rato a tras me
> había dicho. Que era el mejor macho que ella había tenido.
>
> Al verme confundido y algo cortado, Damaris me dijo. Ahora no me vengas a
> decir que te arrepientes de eso, papi estas divino. Quiero volver hacerlo
> contigo en otro momento, pero no te pongas con ridiculeces, que de seguro
> que si mi mamá se entera te mata, y al decir eso se le escapó una risita
> traviesa. Luego me dijo, ya te das cuenta de que no soy una niña, me gusta
> el sexo lo mismo con chicos que con chicas, como de seguro te habrás dado
> cuenta ya.
>
> Tan pronto la vi salir de mi dormitorio, comencé a recoger todo el cuarto
> abrí las ventanas, y después de bañarme me acosté. Cuando llegó su madre,
y
> su hermana me despertaron. Dalia me preguntó por Damaris y le dije que
debía
> estar en su habitación, lo que para no variar no era cierto, de seguro
había
> salido apenas me fui a duchar. Procuré actuar como de costumbre, y apenas
> había comenzado Dalia me pidió que me callase que parecía un viejo disco
> rayado, repitiendo lo mismo siempre.
>
> Luego de ese día, en realidad pensé que no volvería acostarme más con mi
> hija, hasta estuve a punto de ir a confesárselo al Padre de mi iglesia.
> Procuraba no quedarme a solas con ella, por miedo a volver a caer en esa
> divina tentación.
>
> Pero eso trajo en consecuencia que me quedase más tiempo a solas en mi
> oficina, y mi esposa continuó jodiendo con eso, hasta que un buen día
> estando en mi oficina a eso de las cinco de la tarde luego que todos los
> empleados y empleadas se habían marchado, escucho una voz femenina me
> llamaba por mi nombre desde fuera, al abrir la puerta, lo primero que veo
es
> a Damaris que se me tira encima y me da un frenético abrazo acompañado de
un
> no menos sonoro y caliente beso.
>
> La verdad que me agarró fuera de base, lo menos que me imaginaba, era que
> ella pasara por mi oficina. Por un rato nos mantuvimos juntos besándonos
en
> toda la puerta, hasta que uno de los tipos de la limpieza, pasó por el
> pasillo. En ese momento cerré la puerta y Damaris sin decir nada se
comenzó
> a quitar la poca ropa que cargaba puesta, solo se limitaba a una muy corta
> mini falda y una pequeña camiseta floreada, sin mangas ni cuello.
>
> Debajo no cargaba más nada puesto, yo al verla y de solo sentir su
caliente
> cuerpo pegado al mío, me excité tremendamente. La tomé por la mano y la
> llevé a mi oficina, donde sin dejar de besarnos comencé yo a quitarme toda
> la ropa, con determinación pero sin prisa alguna, quería disfrutar de cada
> instante con mi hija nuevamente.
>
> Nos continuamos besando, hasta que yo comencé a parar mis labios por sobre
> su cuerpo, por un rato me detuve en cada uno de sus bellos senos, los que
> chupaba y besaba una y otra vez, lamía la aureola de sus pezones, hasta
> hacerla gemir de alegría. Continué pasando mi lengua por sobre su piel,
> hasta que me detuve en su lindo ombligo por un corto rato, luego continué
> hasta su depilado coño y como un maldito me puse a besar y lamerlo hasta
que
> Damaris comenzó a gemir nuevamente, deseaba que ella alcanzara otro divino
> orgasmo de esa manera, lo que no se hizo esperar.
>
> A medida que mi boca mis dientes mi lengua y saliva la tocaban toda, ella
> procuraba mantener sus piernas abiertas disfrutando plenamente de lo que
le
> hacía con mi boca, con mis dientes le mordisqueaba su inflamado clítoris y
> ella se retorcía del placer.
>
> Al poco rato Damaris me devolvió el favor con creses, dándome una soberana
> mamada.
> Esa tarde en mi oficina los dos hicimos de todo, nos besamos acariciamos,
> nos tocamos, en fin hasta los dedos de sus pies se los chupe, al igual que
> de momento se me ocurrió pasarle la lengua por su lindo y parado culito.
> Cuando hice eso, Damaris pareció recibir una especie de descarga
eléctrica,
> y me pidió o mejor dicho hasta me rogó, que continuase haciéndoselo.
>
> A medida que mi lengua acariciaba su colorado y apretado esfínter, mi hija
> me propuso que le diera por el chiquito. De las pocas cosas que le llegue
a
> decir fue que lo tomase con calma, que dejásemos que todo fluyera como
hasta
> ese momento. Esos remordimientos que en algún momento tuve presente, los
> mandé para buen sitió, la madre del que me dijera en ese instante que eso
> era malo. Yo disfrutaba tanto, el pasar mi lengua por el culo de mi hija,
> como de mamarle su coño.
>
> Damaris disfrutó de otro divino clímax a medida que le mamaba el coño y su
> culo a intervalos. Luego la volví a penetrar, sentí como mi verga a medida
> que la comenzaba a penetrarla se ponía más y más dura. Mientras que mi
hija,
> me pedía que le diera más. Ambos estrujábamos nuestros cuerpos mutuamente,
> disfrutando de la dicha de ese momento.
>
> Ella se encontraba acostada boca arriba sobre el sofá de mi oficina, con
una
> pierna por encima del respaldo y con la otra apuntando al piso, yo la
tenía
> tomada por la cadera y la pegaba contra mi cuerpo totalmente, sacaba hasta
> afuera mi cabeza y en un momento volví a ver su colorado y palpitante
> esfínter, sin decirle nada me incliné un poco hacía adelante, y toda la
> saliva de mi boca que se encontraba entre sus lindas y bien paradas nalgas
> actuó como lubricante.
>
> Al sentir mi verga sobre el hueco de su culo, abrió lo ojos de manera
> desmesurada, y se me quedó viendo como esperando que más pasaba, cuando
> presioné mi duro glande contra ella, dejó escapar un pequeño grito de
dolor,
> sus ojos parecían que se fueran a salir de su rostro, hasta pensé en
> sacárselo, pero Damaris se relajó de manera fantástica, su hueco se
comenzó
> a cerrar y abrir, a medida que se tragaba todo lo largo y ancho de mi
verga.
>
> Por su rostro rodaban un par de lagrimitas, pero rápidamente comenzó a
mover
> su cadera, una de mis manos la coloqué sobre su coño, y a medida que la
> sobaba con fuerza le enterraba y sacaba mi verga de su virginal culo.
>
> Damaris me continuaba diciendo que le diera duro, como yo creo que ya es
su
> costumbre, mientras que yo obedecía ciegamente su pedido. Cuando alcanzó
> nuevamente otro orgasmo, me apretó con fuerza con sus piernas por mi
> cintura. Mis dedos apretaban su clítoris, haciéndola más que gemir gritar
> como loca que le diera más. Yo disfruté de esa venida, como en pocas
> ocasiones lo he disfrutado con otras mujeres.
>
> Esa noche al regresar a nuestra casa, mi esposa me dijo hecha un mar de
> llanto, que deseaba el divorcio. Al principio temí que hubiera descubierto
> lo de nuestra hija y yo, pero cuando volvió con la misma cantaleta, me
> tranquilicé enormemente, tanto que de momento le dije, sencillamente que
si,
> siempre y cuando fuera por consentimiento mutuo y sin pelea. Ella como que
> no esperaba eso, y aun llorando Dalia, hable con mi hija menor, y recogí
mis
> cosas.
>
> Damaris durante un tiempo vivió en mi nueva casa, hasta me presentó alguna
> de sus “amigas”. Pero un buen día me dijo que había un chico que le
gustaba
> y cuando la vi que se vestía con todo y pantis y se puso un lindo vestido
de
> falda larga, entendí que pronto se marcharía de mi lado, lo que en parte
me
> dolió, y más me sorprendió que se casasen. Desde luego que hoy en día en
> pocas ocasiones la veo a ella, procuro mantener distancia tanto por el
bien
> de ella y de su nueva familia, como por el mío, no sea que me de un ataque
y
> me le tire encima. De paso, ya me ha hecho abuelo par de veces.
>
>
> http://relatos.marqueze.net/salto.php?cod=10908
>
>
> Nen...@UNTARANTANTANya.com
>
> --
> Estaría dispuesto a uno de mís ojos donar
> sí mi grave enfermedad mental
> por un cáncer o lo que ahora llaman sida pudiera cambiar.
> * Nennito *
>
> IP Fija: 80.34.155.11
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>
>


Blanca Mª

unread,
Jul 11, 2004, 8:08:46 AM7/11/04
to

"Nennito" <Nen...@UNTARANTANTANya.com> escribió en el mensaje
>
> !!! Muuuchassssss graciassssss por tú patrocinioooooooo !!!
>
>
>
> ************* MI ROPA INTERIOR ***************
>
> Autor: Rocio
>
>
> Hola, primero quiero presentarme, mi nombre es Rocio ; tengo 40 años, ya
> casi los cumplo en pocos días, Soy Ingeniera Comercial , Soy de estatura
> normal, y soy viuda con un hijo de 23 años, que se llama Antonio. Quedé
> viuda cuando mi hijo tenía 14 años. Desde entonces no he tenido nada
serio,
> sólo dos o tres escapaditas con un amigo de la escuela y también casado.
> ¡Ah, y mis habituales masturbaciones cada dos o tres días!, si el tiempo y
> el cansancio me lo permiten, claro.
> Esto que estoy escribiendo nadie lo sabe, pues todos creen que somos madre
e
> hijo, incluso él tiene una novia; es una chica muy bonita tiene 18 años y
ha
> empezado a estudiar la misma carrera que mi hijo, la Ingeniería Civil.
Nadie
> sabe nada de lo nuestro y me voy a atrever a contárselos, pues el
anonimato
> ayuda, ¿cierto?, y más que eso, la represión de no poder contárselo a
nadie,
> y esto es un volcán que debe explotar y eso estoy haciendo.
> Voy a contar de cómo empezó esta relación de madre-hijo. Empezó hace ya
> cuatro años, cuando mi Antonio cumplió 19 años; en realidad inició tiempo
> atrás, cuando encontré un calzón mío fuera del cesto en que siempre pongo
mi
> ropa interior, me llamó la atención que estuviera tirado a un lado, lo
tomé
> y estaba húmedo, no sabía por qué y cuando lo olí y pude percibir el olor
> del semen, me asusté hasta la locura, salí corriendo tras él, que lo había
> encontrado en las escaleras, pero no pude alcanzarlo. No podía ser otro
> quien había depositado su carga seminal en mi ropa interior, más que él;
> estuve furiosa, creo que lo hubiera abofeteado para luego preguntarle.
> Lloré como una tonta. Era viernes así que había una buena dotación de
> pantaletas y brasieres en el cesto; hurgué en él y pude encontrar huellas
de
> semen tanto en mis calzones como en mis sostenes y medias; ¡no podía ser,
mi
> hijo se masturbaba con mi ropa interior!... Mientras revisaba las prendas
> pude sentir claramente como se mojaba mi pantaleta; sacudí mi cabeza, ¡eso
> no podía estar pasándome, me excitaba el olor del semen de mi hijo!... Me
lo
> imaginaba con mis prendas interiores en sus manos, oliéndolos y
restregando
> su verga en ellos hasta terminar lanzando su chorro espeso en mis prendas.
> ¡Era la locura!, traté de evitar esos negros pensamientos, y desnudándome,
> entré a darme una ducha bien fría, con la idea que eso me tranquilizara,
> tanto mi rabia como la excitación que sentía. Pero estaba demasiado
> excitada, y terminé pajeándome como loca.
> Cuando Antonio regresó, casi a las once de la noche, yo había estado
> esperándolo en la sala con la sola idea de reclamarle, pero me había
> dormido; cuando me despertó con un beso en la frente, lo abracé y no le
dije
> nada, desde ese día empecé a mirarlo con otros ojos. ¡Cómo había crecido!,
> lo alto que estaba, su barba tipo candado, su pene que se adivinaba bajo
sus
> pantalones… ¡era una locura, era mi hijo y lo había empezado a ver como un
> hombre! Llegaba de mi oficina entre las 5 y las 6 de tarde, y ya tenía la
> pantaleta toda mojada por mis fluidos y orines; me tumbaba sobre el sofá y
> con la mano metida entre las pantimedias y el calzón, me masturbaba
pensando
> en mi hijo, pensando en cómo él iba a disfrutar de mis olores y fluidos
> impregnados en mi pantaleta; terminaba mi sesión masturbatoria y subía a
mi
> habitación y me quitaba el calzón y secaba mi húmeda vagina con mi misma
> prenda para que quedara aún más olorosa; la doblaba bien y la dejaba en el
> cestito. Antonio indudablemente la tomaba mientras yo preparaba la cena y
se
> la llevaba a su dormitorio. Me acostaba rápido y me hacía la dormida, para
> luego levantarme e ir sin hacer ruido hasta la puerta de su cuarto; como
> duermo solamente en camisón me hacía unas tremendas pajas oyéndole gemir…
Al
> día siguiente, le daba su desayuno y luego de que se iba, subía por mi
> premio, mi pantaleta, llena de su semen y tambien bello de sus partes
> intimas ; y lamiendo y oliendo mi prenda, me masturbaba otra vez… Contaré
> algo más de lo que fue sucediendo, en secuencia quiero decir. Poco a poco
> fui comprándome ropa interior más sexy, pues hasta ese tiempo sólo tenía
> calzones de algodón de esos formales que le llegan a una hasta la cintura
y
> le cubre todo el trasero; me compré tanguitas y pantaletas en varios
colores
> y brasieres que casi no cubrían mis abultadas tetas; mis pajas se hacían
más
> frecuentes, hasta en la oficina me masturbaba. El trabajo se volvía cada
vez
> más pesado pues me pasaba la mayor parte del tiempo fantaseando con mi
hijo
> y en cómo él se sacaba la leche con mi ropa interior.
> Empecé a usar camisones más transparentes y no usaba sostén durante los
> fines de semana en que estábamos en casa; y así, Antonio podía verme a sus
> anchas; sus ojos se le salían de las órbitas cuando disimuladamente me
> alzaba el camisón o la falda, tipo oficinista ceñida y alta hasta medio
> muslo, con el pretexto de rascarme una supuesta picazón. Un lunes me
atreví
> a ir más allá y ese día no dejé mi ropa interior en la cesta de la ropa
> sucia, sino que escondí mi ropa bajo su almohada. Mientras preparaba la
> cena, oía movimientos muy bruscos en el segundo piso en donde están las
> recámaras, sonreí pensando en que estaría como loco buscando sus fetiches.
> Bajó a cenar algo agitado pero no le dije nada, lo besé en la boca como
> siempre, un beso rápido, más que un beso una caricia. Luego de cenar me
> senté en la computadora a realizar algunas tareas pendientes de la
oficina,
> y caí en cuenta que Antonio me observaba muy atento.
> Mira, en casa hay un estudio que da hacia el comedor y tiene un barandal
muy
> fino, así que si una persona se pone en un lugar conveniente en el
comedor,
> puede ver desde ahí y tranquilamente la parte inferior del escritorio en
> donde está la computadora. Una ola de frío me corrió por el cuerpo y mi
> mente analizó la situación, siempre que estaba en el escritorio, mi hijo
se
> ponía en el comedor a realizar tareas o a escribir... ¡Tenía que enterarme
> que tanto se veía!, así que bajé al comedor y le pedí que fuera por unos
> cigarrillos hasta la tienda de la esquina, se fue y me puse en la misma
> posición de él y claro, se veía la silla del escritorio… Salté de la
> alegría, tenía él una vista perfecta de mis piernas y si las habría, de
mis
> pantaletas… Tomé conciencia de cómo me sentaba y claro, tengo la costumbre
> de sentarme con las piernas abiertas. Cuando sentí que abría la puerta
subí
> y me acomodé en la silla, dejó los cigarrillos a mi lado y volvió a su
> sitio. Encendí uno y crucé mis piernas, no podía ver lo que hacía pues el
> monitor me tapaba la visión, y empecé a teclear mientras abría mis piernas
> más de lo normal para permitirle una mejor visión. ¡Estaba seduciendo a mi
> propio hijo!...
> De vez en cuando me acariciaba los labios vaginales por sobre el calzón y
> tiraba de él descubriendo mi rajita llena de vellos ensortijados, tenía
los
> labios muy mojados e hinchados, deseaba una verga dentro de mí… Guardé lo
> que había hecho, apagué la computadora y me fui a mi dormitorio; él
aseguró
> la casa y subió rápidamente. Desde la puerta me dio las buenas noches y
> sentí el portazo de su cuarto, sin duda estaba algo encabronado. Esperé un
> prudente tiempo y suponiendo que estaría masturbándose como un loco, por
> supuesto recordando la visión que le había proporcionado, me fui resuelta
a
> su dormitorio. Cuando abrí la puerta trató de ocultar su verga con las
> sábanas y haciéndose el sorprendido me preguntó que quería, no respondí
nada
> y me acerqué a su lado, le di un beso en la frente, caliente por la
> excitación, metí mi mano bajo su almohada y saqué mi pantaleta, el brasier
y
> mis medias, puse todo sobre su pecho y le dije:
> - Creo que esto te hace falta, disfrútalos- Me miró con unos ojos enormes
> por la sorpresa, y trató de decirme algo, coloqué mis dedos sobre su boca
y
> salí presurosa a mi cama, en donde me masturbé tres veces hasta quedar
> dormida. La mañana siguiente, martes, mientras desayunábamos, Antonio no
> alzaba sus ojos de sobre la taza de café mientras yo seguía como si nada
> hubiera pasado, haciendo bromas y dándole pataditas por debajo de la mesa.
> Se veía muy azorado y supongo que con mucha pena, me dio el acostumbrado
> beso en los labios y salió para la Facultad. Antes que saliera de la casa
lo
> alcancé, lo abracé muy fuerte y le dije:
> - ¡Papito, no te sientas mal, mi rey; de ahora en adelante ya no tendrás
que
> tomar mis prendas interiores a escondidas, yo misma te las dejaré bajo tu
> almohada!... -, y fui más allá… -Y si quieres algo en especial, sólo
dímelo
> tesoro, así que disfruta el momento y no pienses que hay algo malo en lo
que
> hacemos. Hoy me pondré el conjunto de ropa interior negro-, él en
silencio,
> se fue a la Universidad y yo, subí a mi habitación... Llegué muy agitada,
me
> sentía mal, lloré como una estúpida… Me vestí y salí al trabajo.
> Esa noche Antonio tenía otra actitud frente a mí. En la cena me senté
junto
> a él, (siempre cenábamos frente a frente), no comentamos nada de lo
ocurrido
> luego, fui a la computadora y él se quedó donde siempre, para mirarme. No
me
> había quitado la ropa desde que había llegado del trabajo y abrí bien mis
> piernotas para que pudiera deleitarse con ellas, enfundadas en las medias
y
> en el fondo de mi entrepierna, una tanga negra. A las once de la noche, le
> dije que asegurara la casa y fui a mi cuarto. Pasó como de costumbre a
darme
> las buenas noches, esperé un prudente tiempo me quité solamente la blusa y
> sin ella, con el brasier puesto, me fui a su dormitorio; cuando entré me
> quedó mirando sorprendido, y le dije:
> - Lo prometido es deuda-, y sin más me quité el sostén dejando mis senos
al
> aire con los pezones bien erguidos por la excitación.
> Tiré el sostén sobre su cama, levanté mi corta falda y fui quitándome las
> medias, agachándome mucho y dejándole contemplar mi redondo trasero; me
las
> quité de los pies y se las tiré a la cara. Él seguía asombrado por lo que
> veía, me tocaba quitarme la tanga. Me arremangué la falda, mis blancos
> muslos quedaron ante él, mi pubis se veía abultado por lo apretado de mi
> tanga negra, la cual me la fui quitando despacio, pero justo cuando ya se
> veían mis pelitos, me di la vuelta y le regalé una panorámica de lo
nalgona
> que estoy. Con esa dosis de mi trasero y sin bajarme la falda que tenía
> alzada hasta la cintura, me acerqué a él y se la puse en la cara, obvio
que
> su mirada se centró en mi afelpado triángulo. Le di un beso y salí
sintiendo
> su mirada clavada en mi culo, que con la falda arremangada, se mostraba
muy
> impúdico y parado, por los tacones altísimos que calzaba.
> Desde la puerta le lancé un beso y lo último que le dije fue que dejara
por
> la mañana en la cesta toda mi ropa y cerré la puerta. A la mañana
siguiente,
> Antonio entró como a las 6:30, me despertó el ruido de la puerta, se
acercó
> a mí me dio un beso, se retiró hasta la cesta de ropa y dijo:
> - Voy a poner esto aquí, ¿si?-
> - No-, dije rápidamente; - tráeme eso acá-
> - Pero es que… -, no le dejé terminar y volví a sentenciar:
> - TRAÉLOS ACÁ- Un poco apenado se acercó y me los estiró, ¡que emoción!
> Debió haberse hecho por lo menos una docena de pajas, las medias estaban
muy
> húmedas al igual que el resto de las prendas; las tomé y me las llevé a la
> nariz:
> - ¡¿Pero que haces mamá?!-, me replicó.
>
> - Nada-, le respondí; -a ti te gustan mis olores, pues a mí me gustan los
> tuyos. ¿Lo disfrutaste?-
> - ¡Estuvo muy bien!-, giró y salió rapido de la habitación.
> Sentía el aroma de su semen en mis prendas interiores. Mi vagina estaba
tan
> lubricada que las piernas se resbalaban entre sí. Ni siquiera pude ponerme
> la mano sobre el clítoris cuando sentí la catarata de mi orgasmo... Fue
> fabuloso, pero me sentía mal, me estaba masturbando oliendo el semen de mi
> hijo, y me calentaba el hecho de haberme exhibido. ¡Era una puta con todas
> sus letras en mayúsculas! Bajé, desayunamos juntos y se fue. Esa noche yo
> tenía un trabajo enorme, así que llegué, me quité la blusa y falda del
> uniforme, quedándome con brasier, pantaletas y medias, me puse un camisón
> encima, sandalias y me senté a la computadora después de preparar la cena.
> Antonio llegó, me besó igual que siempre y le indiqué que la cena estaba
> lista. La calentó me trajo la mía al escritorio y fue a ubicarse en su
sitio
> favorito. Tanto era el trabajo que ni me acordaba que él estaba allí y que
> debía haberme estado observando.
> Serían las 11:30 cuando se acercó, me dio un beso y me dijo que se iba a
> dormir, acaricié sus manos le di un beso y volví a lo mío. No sé cuánto
> tiempo pasó cuando escuché su voz diciéndome que YA SE IBA A DORMIR; le
> lancé un beso en señal de despedida y volví a mi trabajo, volví a oír lo
> mismo y ahí recordé mi promesa de darle yo misma mis prendas íntimas.
Hacía
> frío, así que le pedí que me trajera un chal para cubrirme los hombros.
> Cuando regresó terminaba yo de quitarme las pantaletas y la intercambié
por
> una leve colcha que traía en sus manos.
>
> - Gracias papacito, hace frío-
> - Si mamá hace mucho frío, no trabajes hasta muy tarde. ¡Ah, y gracias!-
> - Si perdona, por estar metida en esto, no me acordé de lo tuyo, seguro
que
> estabas esperando y no me decías nada-
> - Ay mami, me da pena-
> - Bueno, pero ya los tienes en tus manos así que ve y mánchalos con tu
rica
> lechita-, no me dijo nada y seguí en el trabajo.
> No habían pasado ni veinte minutos, cuando se presentó de golpe a mis
> espaldas y me entregó mis prendas íntimas.
>
> - Está caliente aún mamá, pensé que así lo querías-, me quedé muda y lo vi
> alejarse.
> Era cierto, hasta me manché la mano; parece que se había pajeado en la
> puerta pues aún estaba caliente. Apagué la computadora como pude y salí
> disparada a mi habitación, allí me tumbé sobre la cama y mientras lamía la
> parte del dorso de mi mano que había quedado impregnada de semen,
restregaba
> mi pantaleta con furia sobre mis labios vaginales tratando de mancharlos
con
> su lechita que desaparecía absorbido por los tejidos de mis prendas y por
mi
> ensortijado pubis. Intuí que mi hijo estaba tras la puerta de mi recámara,
> oyendo a la puta de su madre berrear como perra en celo, así que aumenté
de
> tono mis gemidos y me vine entre gritos de morbo y felicidad. Me quedé
> atontada por lo intenso de mi orgasmo, después de cinco minutos, me
levanté
> y caminé al baño a asearme, cuando regresé a mi cama Antonio abrió la
> puerta.
>
> - ¿Qué tal mami?-, tartamudeando le respondí:
> - Riquísimo mi vida, gracias ha estado muy bien-, cerró la puerta y se
fue.
> El trabajo avanzaba bien pero yo podía concentrarme en lo que hacía, hasta
> me llamaron la atención preguntándome si me sentía enferma. Jueves, qué
> jueves. La PC de la oficina se paró por un maldito virus, menos mal que
> tenía casi todo respaldado en mi casa, así que salí a mediodía a trabajar
> allá. Me quité la ropa totalmente y sólo me puse una batona larga y con
una
> abertura en la parte del centro, y a trabajar se ha dicho. Antonio llegó
> como a las diez de la noche, muy tarde, me dijo que le había ido mal en un
> examen y que se pondría a estudiar pues tenía otro el viernes.
>
> - Si cariño le dije, a mi también me fue mal-
> - Mamá es que... -
> - ¿Si mi vida?-
> - Es que no puedo concentrarme, podrías este…este... prestarme digo…si no
es
> mucho pedir-
> - ¿Qué papito?-
> - Tus… -
> - ¡Ah, si!... Están sobre mi cama, y luego déjalos ahí mismo para mí,
¿si?-
> - Claro mamita-, me besó y seguí trabajando.
> Me acosté como a las tres de la mañana, muy cansada que casi ni tomé en
> cuenta mis chorreantes prendas. Sonó el despertador como a las siete,
salté
> de la cama y corrí a despertar a mi hijo. Desnudo y medio dormido se metió
a
> la ducha, y como me hacía pipí, me senté a orinar mientras se bañaba. ¡Qué
> excitada me sentía!, estaba muy cómoda meando en el baño del cuarto de mi
> hijo mientras se bañaba, me parecía muy normal. Terminé y salí a prepárale
> el desayuno. En el trabajo se complicaron más las cosas, los accionistas
> querían un reporte completo y entre esto y lo otro llegué a casa como a
las
> doce de la noche. Previamente le había llamado a mi hijo para avisarle y
de
> paso preguntarle cómo le había ido en el examen, me dijo que bien pero que
> había sido muy largo.
> Llegué y fui directamente a su cuarto lo encontré dormido había un plato
> sobre su mesita de noche, mi rey había cenado sólo. Cuando encendí la luz,
> casi me caigo de espaldas, tenía una tanguita mía a medio muslo, su verga
> estaba flácida pero era muy bonita, era la primera vez que la veía, su
mano
> sostenía mi brasier. ¡Qué cuadro más cachondo! Empecé a chorrearme como
una
> puta, me acerqué más para poder ver mejor y hasta lo toqué un poquito; mis
> manos sudaban mi respiración era entrecortada y el corazón parecía
> querérseme salir del pecho.
> Levanté mi falda, me bajé las pantimedias junto con el calzón y me
masturbé
> ahí mismo como loca, gimiendo duro como para despertarlo; afortunadamente
ni
> el grito que di al terminar lo despertó. Más calmada tropecé en sus
> pantalones y casi me caigo, vi sus ojos muy abiertos cuando me descubrió
con
> la falda levantada, las medias y el calzón a media pierna, se dio cuenta
que
> tenía mi tanga puesta y trató de taparse, balbuceando le dije:
> - Venía a verte y a dejarte lo que te prometí-, y con toda mi putería,
> terminé de quitarme mis prendas.
> Lo besé dejándolas sobre su pecho, y al inclinarme a besarlo, me subió un
no
> sé qué, tal vez el olor de vagina o del calzón era muy fuerte, así que
volví
> a tomar mi ropa interior y él me dijo:
> - ¿No me los vas a dejar?-
> - Es que... huelen muy mal he estado todo el día con ellos y huelen a
tigre-
> - Mejor mami, así me gustan más-, y se tocó la verga.
>
> - Bueno, está bien-, le dije. -Hasta mañana- Cuando salía su voz me
detuvo:
> - Espera mamita-
> - ¿Qué?-, respondí.
>
> - Te falta el brasier-
> - Ah, se me olvidaba- Me abrí la blusa para quitármelo y lo vi con mi
calzón
> en la mano izquierda pegándolo a su nariz y con la derecha haciéndose una
> paja rapidísima. Mis senos oscilaron inquietos al quedar al quedar al aire
> libre.
>
> - Ponlo aquí-, me gritó mirando su verga.
> Le acerqué mi prenda sin dejar de mirar esa verga como hipnotizada, y en
eso
> soltó el primer chorro de caliente y espesa leche, parte me bañó la mano,
el
> siguiente cayó en la copa del brasier, así como el posterior chisguete… Yo
> parecía autómata, con la falda levantada mostrando mi peluda vagina y mis
> tetas con los pezones erectos y duros.
>
> - Gracias mamá-, decía Antonio con la voz entrecortada. Salí del trance.
>
> - No es nada mi vida, ¿lo disfrutaste?-
> - ¡Uy!...
>
> - Pues me alegro-, le quité el brasier para llevarme mi premio.
>
> - Espera mamita-, tomó mi pantaleta y se limpió la verga y me la entregó.
> Salí cerré la puerta y mi boca se dirigió a mi mano derecha que tenía el
> primer chorretón de leche, la sorbí, la lamí y me la tragué; nunca había
> probado el semen y era delicioso, pues aún estaba caliente. Corrí a mi
> cuarto, me tumbé y me masturbé hasta quedarme dormida.
> Al despertar estaba aún vestida como la noche anterior, la falda levantada
y
> las tetas al aire; Antonio estaba parado frente a mí mirándome.
>
> - Hola cariño-, traté de taparme pero era imposible, estaba hecha un nudo.
> Opté por levantarme y me encerré en el baño, tenía la vejiga llena; me
senté
> a orinar y Antonio entró al baño.
>
> - ¿Si mi rey?, ¿querías algo?-, le dije mirándolo a los ojos y aún sentada
> en la taza.
>
> - Mami, lo que pasa es que.... -
> - ¿Qué papito?-, contesté cuando un chorro potente de orina incontenible
> salía de mi meato y se estrellaba contra las paredes del sanitario.
>
> - No, no es nada mami-, y salió.
> Me metí a la ducha y cuando bajé a preparar el desayuno, le encontré muy
> atareado en la cocina, hirviendo leche y preparando unos huevos con jamón;
> había pan caliente sobre la mesa y otras cosillas más.
>
> - ¡Guau, mami!... ¡Qué bien estás!... Ven está listo todo-, y señaló la
> mesa.
> Me había puesto un mini vestidito color negro que me llegaba hasta más
> arriba de medio muslo, No me había puesto medias y traía un calzón blanco
y
> sin brasier. Lo besé y girando rápido para levantar el vuelo del vestido
me
> senté frente a la taza de humeante leche con chocolate, «Seguro, que ya,
me
> vio las pantaletas», pensé.
> Mientras desayunábamos reíamos de todo pero no tocábamos para nada los
> incidentes de los días previos. Pero me atreví a preguntarle.
>
> - Hijo, ¿qué es lo que querías preguntarme en el baño?-
> - Bueno mamá, no era precisamente una pregunta, era que… Bueno yo… Quería
> saber si podrías... -, y calló.
>
> - ¿Qué papito? Yo te dije la otra vez que me pidieras cualquier cosa, lo
que
> fuera, ¿o no es así?-
> - Si mamá pero no sé como pedírtelo... -
> - Bueno dilo ya que me tienes en ascuas... -
> - Quería pedirte que me dejaras ver… -
> - ¿Que cosa mi rey?... ¿Desnuda?, si casi ya me has visto así-, le dije.
> Mi alma se contraía de la emoción pensando en lo que me pediría, pero,
> ¿sería capaz de cumplirle?
> - Pues quería saber si me dejarías verte, es que no sé como es la vagina
de
> una mujer... -, me soltó.
>
> - ¡Ah, era eso!... ¿No has visto revistas o películas en donde las
> muestren?-
> - Si pero no es lo mismo, nunca he visto nada en vivo-
> - Está bien hijo, pero vamos a la sala- Después de desayunar, tomé de la
> mano a Antonio y caminamos; contoneaba mis nalgas como nunca; llegamos y
me
> senté en el sillón, alcé mi vestido y me quité el calzón que ya estaba
súper
> lubricado, abrí mis piernas y mis labios hinchados se abrieron.
>
> - ¡Ven acá y arrodíllate para que puedas mirarme toda!-, le dije.
> Presto y solícito lo hizo, mi corazón no cabía en el pecho le iba a
mostrar
> mi vagina a mi propio hijo. Saqué fuerzas no sé de dónde, me abrí los
labios
> de mi puchita y él abrió los ojos desmesuradamente.
>
> - ¿Ves?-, le indiqué. -Es así, abierta, y aquí es donde las mujeres
sentimos
> más placer-, dije mostrándole el botoncito o la pepita del placer.
>
> - Mamá, ¿y cómo hacen las mujeres para masturbarse?-, preguntó.
>
> - ¿Quieres que te muestre?-
> - Si mamita, estoy loco por saberlo-
> - Pero hay dos condiciones… -
> - ¿Cuáles, mamá?-
> - Primero, que nada de esto se sepa-
> - Si… -
> - Y segundo, que cuando quieras saber más, me lo pidas sin rodeos. Quiero
> que aprendas antes de tener relaciones con cualquier chica, ¿ok?-
> - Está bien, mamá- Empecé la tocarme el pubis pasando mis dedos por mis
> vellos, fui bajando luego a mis muslos por la parte interior para pasar
> luego a tocarme los labios vaginales muy suavemente. Antonio no perdía
> detalle de aquello, me levanté ante su incrédula mirada de asombro y me
> quité el vestido, quedándome totalmente desnuda pues no tenía brasier.
Volví
> a sentarme y continué con mi estimulación, mientras el dedo medio de mi
mano
> derecha volaba entre los labios de mi cuevita tocándome el clítoris, mi
> izquierda estrujaba mis senos. No pasaron ni dos minutos y me vine
tensando
> mis piernas, fue un orgasmo fenomenal. Cuando recobré el aire y la
> conciencia me sentí muy mal, me sentí avergonzada haberme masturbado
delante
> de mi hijo, desnuda y más aún, venirme como una puta.
> Cuando mi respiración se normalizó un poco, abrí los ojos y me encontré
con
> la mirada de Antonio, el rubor en su cara denotaba la excitación que tenía
y
> el bulto que se formaba en su pantalón era digno de una película porno.
>
> - Vamos-, le dije animándole, -yo ya me he masturbado ahora hazlo tú- Mi
> intención era que fuera a su cuarto a pajearse, pero no entendió o no sé
> qué, pero bajándose el pantalón hasta los tobillos al igual que su
> calzoncillo dejó que su verga erecta con su cabeza húmeda de un color
rosado
> lindísimo, su pubis incipiente, pero lo que más me llamó la atención eran
> esos dos testículos grandes y enormes, tal vez más de lo normal. Bueno, no
> soy ni era experta en huevos… Empezó a meneársela delante de mi cara, pues
> él seguía de pie, levanté mi mirada para sonreírle y animarle a continuar,
> tenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior; abrió los ojos y de
> su boca salió una petición con voz infantil:
> - Mamita, abre las piernas-, bajé mi mirada a su pene y cumplí su pedido.
> Abrí mis piernas y cuando levanté la cara para volverlo a mirar, sentí un
> golpe en mi barbilla, fue tan fuerte su primer chisguete de leche que a mí
> me pareció un golpe, creo que si levantaba la cara para mirarlo, seguro me
> sacaba un ojo con el chorro que salió, ja, ja, ja... El siguiente chorro
de
> semen caliente, espeso y de un color blanquecino, hizo blanco en el canal
de
> mis tetas, los siguientes en mis pezones, estómago, piernas, y el último,
> cayó entre mi pie y el cuero del zapato que lo cubría. ¡Qué cantidad!, me
> sentía bañada en aquel caliente semen. Mi mano instintivamente tomó lo que
> había en mis muslos y los llevó a mis abultados labios, cuando Antonio iba
a
> empezar a meneársela otra vez, me contuve, no estaba nada bien.
> Me levanté con afán de escapar, pero por la posición tuve que hacer mucho
> esfuerzo jalando mi cuerpo hacia el filo del sillón y bajando mi cabeza
para
> poder ganar impulso, lo que hizo que al levantar la cara, rozando esa
verga
> con la nariz y restregándola hasta el mentón, aún estaba embarrada de
semen…
> - ¡Qué bien!-, le dije. -Pero mi rey, mira como dejaste a mamá, toda
bañada
> de leche. ¡Qué cantidad!... -, le decía, mientras él bajaba su mirada como
> avergonzado.
> Le tomé de su barbilla y levanté su cara.
>
> - No mi vida, está bien… Mamita gozó de tu orgasmo-, y le abracé.
> Su pecho se juntó aplastando mis tetas y su pene aún erecto me golpeaba el
> pubis.
>
> - Mi vida, ya te manché, vamos, vamos a darnos una ducha-, le tomé la mano
y
> caminé delante con él atrás, mis ricas nalgas vibraban cerca de su falo, y
> sin que me viera, me lamí el mentón sorbiendo algo de rica leche.
> Lo metí en la bañera.
>
> - Dúchate mi rey, yo voy hacer pipí-, la verdad es que tenía la vejiga
> llena.
> Cuando me iba a sentar, me tomó de los hombros y me dijo:
> - ¡Quiero verlo!-, me dio un vuelco el corazón.
> Me levante y entré con él a la bañera, se arrodilló y yo me volteé,
haciendo
> punta el culo abrí las piernas para ofrecerle una mejor visión y
doblándome
> dejé salir el caliente chorro de orín, no quise pensar en nada más, mis
> orines me mojaron el interior de las piernas, mi vellosidad y, obviamente,
> el piso. Terminando, abrí el agua caliente y nos duchamos. Salimos del
baño
> arropados con la toalla.
>
> - ¿Te gustó, descarado? Espero, como te dije, que esto no lo sepa nadie,
> pues somos madre e hijo y la sociedad lo vería muy mal, tenemos que
> cuidarnos y bla, bla, bla... -
> - Si mamita, me ha gustado pero me gustaría pedirte otras cosas como... -
> - ¿Cómo qué?... Bueno, ya hablaremos-, le dije.
> Empecé a vestirme, tomé un calzón blanco del cajón y me dijo:
> - ¿Puedes ponerte uno negro?-
> - ¿Por qué, papito?-
> - Es que me gusta mucho ese color y me excita tanto-
> - Esta bien, ¡escógelo tú!- Tomó una tanga negra y un brasier del mismo
> color.
>
> - ¿No tienes portaligas, mamá?- Yo sólo había visto en fotos, pero nunca
me
> había imaginado comprarlo, pues mi marido me quitaba el calzón, el sostén,
> me mamaba las tetas, un poco de dedo en el clítoris y adentro se ha dicho;
> dos empujadas y nadando en semen, o me la hacía mamar, me la metía y lo
> mismo… ¡Qué pendeja!...
>
> - No mi vida, no tengo, lo compraremos, te lo prometo-
> - ¿Por qué no vamos ahora mismo, mamita?- Mi mente regresó a las fotos que
> había visto alguna vez, esas mujeres se veían muy putas y me excitó la
idea
> de verme así...
>
> - ¡Está bien!... -, grité; -vístete y vamos a comprarlo- En la tienda, mis
> manos sudaban, tenía una vergüenza tan grande pues la dependiente pensaría
> que soy una cualquiera y cosas así, me suponía. Entre tartamudeos le pedí
a
> la chica un liguero en negro, ya que Antonio me había dicho el color al
> oído, pasó a la estantería y me lo entregó. Yo no sabía ni como iba, si
era
> patas arriba o abajo; al ver mi turbación, la chica gentilmente me lo
> indicó, al mismo tiempo que me decía:
> - Tranquila señora, que no es cosa del otro mundo; yo misma llevo uno del
> mismo modelo… Venga para que vea-, me dijo.
> La seguí atontada, entramos a un probador, se levantó el vestido rojo
y....
> casi me caigo de espaldas, tenía una tanga tan diminuta que todo su vello
> púbico se le salía por los lados, y cuando se giró, una pequeña tira se le
> metía entre los cachetes del culo. Sólo atiné a decirle que me llevaba el
> liguero; pagué y salimos.
> En casa me puse a preparar un suculento almuerzo y Antonio andaba de
arriba
> a abajo con la bolsita que contenía la lencería erótica comprada, y
también
> la tanga, que la vendedora me la puso para hacerle juego al liguero, y
> claro, me la cobró sin que pudiera yo rechazarla.
>
> - Esta listo el almuerzo-, grité; sin darme cuenta que se encontraba a mis
> espaldas.
>
> - Si mamá… ¿Sabes mamita?... ¿Sabes?... -
> - ¿Qué mi rey?-
> - Por fa... ¿Quieres ponerte lo que acabamos de comprar?-, casi salto
fuera
> de los zapatos, estaba muy ansiosa de ponérmelo, pero no podía yo tomar la
> iniciativa…
> - ¿Quieres decir, ahora?-
> - Claro mamita, ¡ahora!... Perdón, no quise levantar la voz-
> - Está bien pero tendrás que ponerte como yo te diga... - Ahora que lo
> recuerdo retrospectivamente, para mí era un mundo de excitación cuando
veía
> a mi marido en camisa, con calzoncillo y en calcetines, le dije que se
> pusiera así, pero no creo que mi marido haya sido quien me haya puesto ese
> gusto, creo que ya lo tenía. Salió corriendo a su cuarto y yo al mío.
> Por la premura no había comprado medias apropiadas, así que no me quedó
otra
> que cortar unas pantimedias y usé las perneras; salí con el mismo vestido
y
> Antonio estaba en el corredor esperándome…
> - ¡Pero mamita, no con vestido, sin él te verías mejor!-, me dijo con una
> voz tal dulzona que hacía que me derritiese.
> Entré al cuarto y me lo quité, me sentía tan puta así en liguero, sostén y
> esa tanguita que no me cubría nada, no me rasuraba así que todos los pelos
> del pubis se asomaban. «Bueno, así le gusta», pensé. Y salí. Mientras
bajaba
> las escaleras sentía la mirada de mi hijo en mis redondas nalgas y traté
de
> contonearme más, si había como.
> Comimos sin decir nada solo sonriendo y excitándonos de la visión que los
> dos teníamos.
>
> - ¡Mamá a estado rico!-, me dijo, -pero quiero mi postre-
> - ¿Postre?... Hay fruta… -
> - Sí, unos melones… -
> - No hay… -
> - Si que los hay-, y rió. -¿Puedo pedirte algo?-
> - Si papito, ¿qué quieres?-
> - Mira… Yo nunca he estado con una chica-, me soltó, -y quiero verte toda-
> - Pero papi, ya me viste esta mañana, ¿no te bastó con eso?-
> - Si, pero otra vez, ¿si?-
> - Está bien, vamos… -, le dije.
> Ya en la sala...
>
> - ¿Qué más quieres ver?-
> - Tus tetas- Un litro de lubricante salió de mi vagina, se acercó a mí y
me
> di la vuelta para que me desabrochara, lo hizo con dificultad, estaba
> nervioso; me quitó ese hilito que tenía por calzón y mi culo apareció
grande
> y duro. Se puso delante de mí y empezó a examinarme como un experto en
> joyería lo hiciera con una joya especial…
> - ¿Puedo?-, y extendió sus manos…
> - Si mi vida, tócalas siente mis tetas; estrújamelas-, grité.
> Empezó con sus deditos a rozarme los pezones. Mi piel parecía de una
gallina
> sin plumas. Fue abarcando poco a poco una teta y con ambas manos las
amasó,
> frotó el pezón con los dedos y luego pasó a la otra. Levanté los brazos
para
> que pudiera tocarme como quisiera y las piernas empezaron a flaquearme.
Tocó
> a continuación mis axilas, mis costillas y llegó a mi vientre, un poquito
> abultado. Buscaba meter un dedito en mi ombligo… Siguió la exploración por
> mis anchas caderas hasta que llegó a mis tobillos, trató de meter sus
manos
> entre mis pantorrillas y las separé para ayudarle, siguió con su
tocamiento
> por mis muslos internos y sentí que resbalaban sus manos, mi lubricación
> chorreaba muslo abajo.
> Sentí sus dedos acariciar la mata de pelos de mi coño, y cuando abrí los
> ojos pude ver como su nariz se deleitaba con mis olores.
>
> - ¿Te gusta papito?... ¿Te gusta como huele mamita?-
> - Me encanta… -
> - Si, ya sé, te recuerda el olor de mis pantaletas-
> - Si, y eso me gusta tanto… Gírate- Me volteé y mis nalgas quedaron a la
> altura de su nariz, empezó a acariciarlas haciendo círculos siguiendo el
> contorno de mi trasero, yo gemía como una perra me sentía tan puta
dejándome
> acariciar por mi hijo y mi excitación iba en aumento. Separó los cachetes
de
> mi culo y mi ano se mostró por primera vez ante los ojos de un hombre, ¡ni
> su padre me lo había visto, ni siquiera YO!... Metió su nariz en la rayita
> de mis nalgas, di un brinco hacia delante, pero me volvió a jalar hacía sí
y
> volvió abrir los cachetes de mi trasero.
>
> - ¡Qué rica estás mami, estas bien nalgona!-
> - ¡Aghhh!... ¡Detente por favor, no!… -, y me retiré, pero las naves
habían
> sido quemadas no había regreso.
> Lo levanté, abrí su camisa y empecé a acariciar su pecho lampiño pero muy
> formado, ¡qué tórax!... Empecé a besar sus tetillas, era mi primera vez,
ni
> a su papá lo había tratado con tanta putería… Me arrodillé y seguí por su
> ombligo, estaba loca tratando incluso de morder su carne… De un tirón le
> bajé el calzoncillo y apareció su durísima verga, 15cm (luego la medí),
> estaba bien parada, como a las mujeres nos encantan las vergas, y olía muy
> rico, a jabón de castilla, a macho, a semen… La acaricié tratando de
> arrancarla y que sea fuera para mí.
> Bajé por sus muslos raspándolo con mis largas uñas hasta sus tobillos
> cubiertos con calcetas blancas, le di la vuelta mientras oía sus gemidos,
> sus bramidos, y lamí sus redondas y firmes nalgas; las abrí y olí… ¡Qué
> aroma tan cachondo!... Ahí descubrí de quien había heredado el gusto por
los
> olores. Cuando iba a meter impulsivamente mi lengua en su ano, se giró
> meneando su verga a pocos centímetros de mi boca, sostuve su mano y...
> Arrodillada como estaba la tomé entre mis manos y dirigí mi boca hacia su
> verga, no sabía como hacerlo, nunca había mamado una, a nadie, con nadie,
me
> iba a estrenar con mi hijo… La lamí y sentí sus líquidos preeyaculatorios,
> los saboreé como si de manjar se tratara. Su verga tenía un color distinto
> al que me acordaba, era de un rojo intenso, su cabeza era casi morada y
los
> testículos contraídos y duros como dos nueces; me la metí en la boca y la
> succioné, no sabía reconocer los síntomas previos al orgasmo, y cuando
> succioné y chupé, el espeso semen inundó mi boca, en milésimas de segundo
> decidí no sacármela de la boca pero algo pasó a mis pulmones que me
hicieron
> soltarlo y toser, me había atragantado… Los siguientes chorros cayeron en
mi
> espalda pues me agaché para toser, alcé luego la vista y me encontré con
su
> dulce mirada, más dulce que otras veces y el remordimiento había
> desaparecido, era una hembra y él un macho, no éramos madre e hijo.
>
> - Ven mi vida… Dime, ¿qué te pareció?... ¿Te ha gustado?-
> - ¡Mmm!... Mami, ha estado rico, no pensé que fuera así… -
> - ¿Nunca has tenido relaciones con nadie?- Dentro de mi pensé: «Qué tontos
> hemos sido, ¿no?»
> - No mamita, nunca. Sólo me he masturbado-
> - Claro, con mis calzones-
> - Es que estas muy buenota, mamá-
> - Ven… ¿Qué te gusta de mí?... Dímelo... -
> - Tu aroma me encanta, y cuando vienes del trabajo vienen tan húmedos tan
> olorosos… Me da la impresión que no trabajas en una oficina, si no que te
> imagino que trabajas de puta… -
> - ¡Aghhh, papito!... No me digas puta porque me chorreo… ¡Ven!... Si mis
> secreciones te encantaban, ¡pues mira!... Huéleme directamente… ¡Ven y
huele
> a la putona de tu madre!- Caí sentada en el sillón sacando mi culo por el
> filo del asiento y abriéndome las piernas de par en par, me tocaba los
> labios vaginales abriéndomelos mucho, mi piel es blanca así que el
contraste
> de las medias negras, el color mamey de mi raja que acababa de descubrir
me
> volvía loca a mí misma, no se diga a Antonio. Se arrodilló y trataba de
ver
> cómo eran los pliegues de la vagina, gimiendo como una puta le dije:
> - ¡Cómeme, lámeme no me hagas sufrir!... - ¡Ahhh, qué rico!... Sentía su
> lengua que torpe, exploraba, lamía y chupaba toda la extensión de mi raja.
> En un impulso le tomé de la cabeza hundiéndole en mi vagina mientras el
> orgasmo me sacudía violentamente, las lágrimas se escaparon de mis ojos,
> nunca había pasado eso ni cuando me masturbaba, tuve que apartarlo
> violentamente, no soportaba más el rico roce de su lengua…
> - ¿Qué pasa mamita, te hice daño, por qué lloras?-, me decía muy asustado.
>
> - N-No es nada sólo que me has brindado tanto placer-, y lo abracé dándole
> un beso apasionado y sintiendo mi olor y mi sabor en sus labios.
> Nos levantamos y lo llevé al mi cuarto que desde ese instante sería
también
> el suyo, me tumbé en la cama y volví al limbo del placer… Su boca recorría
> mis ojos y mi boca. Siguió a mi cuello, se detuvo mucho rato mamándome las
> tetas, que son supersensibles, lo que provocó en mí un orgasmo; siguió su
> camino buscando meterse en mi ombligo. Tiraba con sus labios los pelos de
mi
> pubis lamía mis muslos, los broches del portaligas saltaron al arrancarme
> las medias, siguió y siguió hasta que llegó a mis pies. Traté de
> incorporarme para observar mientras temblaba, su boca besaba mis pies,
lamía
> mis dedos, lo que producía en mí un cosquilleo fuera de este mundo; me
> gustaba él había descubierto otro punto sensitivo de mi cuerpo y como si
> supiera lo que yo sentía me daba placer lamiendo y chupando cada dedito,
> mientras me revolcaba presa de un placer especial.
> Me dio la vuelta y quedé sobre mi estómago chupó el talón de Aquiles,
siguió
> por mis pantorrillas muslos y se saltó mi redondo culo, subió por mi
espalda
> hasta mi nuca y fue regresando lentamente hasta mi trasero que yo
levantaba
> buscando el contacto de su lengua. Lo besó, lo lamió, dio mordisquitos en
> mis nalgas, otro punto sensitivo, y creo que todo mi cuerpo lo es, al
igual
> que el de cualquier mujer cuando un hombre no es egoísta y sabe hacer
gozar
> a su hembra. Abrió los cachetes de mi trasero y paró su lengüeteo para
mirar
> con detenimiento mi arrugado anito; supongo que lo contraje
> involuntariamente por le oí decir:
> - ¡Mamita, hazlo otra vez!-, lo hice y lo hice hasta que sentí su lengua
> lamerme el ano.
> Nadie me lo había hecho, nadie me lo había visto y peor, saboreado como mi
> hijo, desde ese momento, mi macho, lo hacía. Me volteó nuevamente y atacó
mi
> vagina, dos lamidas y mi cuerpo se arqueó presa de otro orgasmo
avasallador
> que sentía. Obnubilada sentí su fierro en mi entrada, ¡me iba a coger!...
> Moví mis caderas buscándolo y sentí como resbalaba su verga por las
paredes
> sensibles del canal vaginal; esa verga que me tenía hipnotizada. Me dolió
> algo pero me adapté al grosor. Se movía con penetraciones rápidas, hasta
que
> sentí su respiración agitada; me inundó de su caliente leche… Soy sensible
y
> pude sentir como la leche se derramaba… ¡No lo podía creer!, sentía el
semen
> inundando mi vagina, bañándome el cuello del útero… Crucé mis piernas
> atrayéndolo a mí y exploté en otro orgasmo tan o más fuerte que el
anterior.
> Salió de mí acostándose, me levanté para ir al baño, tenía ganas de hacer
> pipí. Cuando me iba sentando entró Antonio...
>
> - Mamá, quiero ver como lo haces-
> - Pero si ya me viste... -
> - Si pero otra vez quiero, ¿si?-
> - Tú ganas papi. Ven, entremos a la ducha-
> - No mami, aquí mismo, sentada… - Empecé a orinar, cuando siento su mano
> metiéndose entre la tapa del inodoro y mi vagina que soltaba chorros de
> caliente orina. Su mano era bañada por el dorado líquido y me sentía muy
> extraña, le gustaba mi meada y la disfrutaba, pues su pene estaba erecto y
> apuntando a mí.
>
> - Lávate las manos, cariño, estás que chorreas-, mientras me sacaba mi
> rajita, él se lavaba las manos. -Anda, apúrate porque me toca a mí verte-
Lo
> tomé en mis mano para hacerlo orinar como cuando era pequeñito, no lograba
> doblarlo para apuntar al inodoro así que le di la vuelta y apunte su verga
> hacia la ducha, sentí por el tallo de su palo, correr la orina de una
manera
> especial que me excitó; mientras salía ese precioso líquido puse mi mano
> izquierda delante para sentir el golpeteo caliente que me excitó aun más…
> Caminamos a la cama, lo tumbé y sin pensarlo dos veces me monté y de un
> sentón me clavé hasta que su cabeza chocó con el cuello de mi útero, sentí
> un placer enorme de poder dominar. La entrada de su verga no me dolió en
lo
> más mínimo pues estaba muy lubricada por su semen y mis juguitos. Subía y
> bajaba como un yoyo mientras sus manos se regodeaban en mis tetas;
levantaba
> su cabeza para mamármelas, hasta que sentí otra vez el orgasmo y me abracé
a
> él que se quedó quieto, crucé mis piernas por encima de su cuerpo y me di
la
> vuelta como un trompo girando sobre su eje, la verga en este caso. Mis
> nalgotas fueron manoseadas así como mi ano también. Me miré en el gran
> espejo de mi cómoda, mis tetas botaban y se bamboleaban de lado a lado,
mis
> manos en sus piernas para mantener la postura, me vi la cara de puta que
> ponía y exploté en otro orgasmo.
> Cuando el roce se convertía en algo insoportable, sentí que mi hijo se
> convulsionaba, salté con agilidad propia de mejor causa, y me metí su
verga
> en la boca recibiendo el espeso semen, tragándomelo como si de un plato
> exquisito se tratara; sentí que me empujaba haciéndome soltar su verga.
>
> - ¡Detente por favor, ya no aguanto más!-, decía con voz ronca.
> Me acosté a su lado, nos tapamos con una colcha y nos quedamos dormidos.
> Serían las dos la mañana cuando sentí su pene tratando de entrar en mi
> vagina, estaba de espaldas a él, hice punta el culo y su verga resbaló…
> Empezó un vaivén delicioso y explotamos juntos, volvimos a dormirnos sin
que
> Antonio sacara su verga de mí.
> Las 10 de la mañana…
> - ¡Antonio, mi vida, levántate, debes ir a la Universidad!... -
> - ¡Mami, hoy es domingo!... - Tomamos conciencia estábamos desnudos, lo
besé
> y nos arrastramos hasta el baño. En la tina recordé su afición por verme
> orinando y lo acosté, en ese reducido espacio. Abrí mis piernas y me
> acuclillé y solté un potente chorro de orina sobre su verga, mientras él
me
> miraba extasiado; terminé y…
> - ¡Te toca a ti, papito- Claro, me acosté y cuando empezó a orinar pasó
algo
> gracioso y original, el semen se había secado en su meato formando un
tapón
> central, así que parte de sus orinas iban hacia abajo a mi pubis y
estómago
> y la otra parte saltó sobre mi cara; cerré mis ojos y mientras reíamos, él
> terminaba de orinarme... Luego me enteré que a eso le llamaban LLUVIA
DORADA
> y realmente es bonito... Nos bañamos, mi pubis tenía su semen reseco al
> igual que mi entrepierna, nos dimos placer con el jabón sobre nuestros
> cuerpos mientras nos besábamos como dos adolescentes. Había recuperado mi
> vida, mi sexualidad, estaba feliz.
> Después de vestirnos muy elegantes salimos al centro y buscamos un
> restaurante chino para comer, regresando y me convertí en su postre. Me
mamó
> la vagina como por media hora regalándome tres orgasmos maravillosos; al
> besarme sentí un olor peculiar en su boca, era el semen que había
adquirido
> un aroma especial por haber dormido con tanta leche en mi vagina.
Cualquier
> mujer sabe a que me refiero… A Antonio también le había gustado, como me
> confesó luego. Volvió a cogerme, pero esta vez yo en el filo de la cama a
> cuatro patas y él parado aferrado de mis caderas. Me bombeaba duro hasta
que
> me llenó de semen, era como si no se drenara; como dije, tiene unos
huevotes
> enormes, debe ser eso la causa para que tenga tanta lechita.
> Cuando regresé el lunes a casa, después de trabaja, se abalanzó sobre mí y
> empezó a quererme desvestir mientras sus manos manoseaban mi cuerpo; al
> llegar a mi entrepierna, saltó como un resorte...
>
> - ¿Qué pasó mamita?-
> - Primero deja de llamarme mamita, de ahora en adelante cuando estemos
solos
> me dirás mi vida, mi reina… Mavi, Victoria, o como tú quieras, menos mamá.
> Pues soy tu puta, ¿no?-
> - Si… Pero, ¿qué pasó?-
> - Nada, lo normal… De tantas veces que me cogiste, me destapaste, estoy
> menstruando-, le dije.
>
> - Pero… Yo pensé que tú nada ya de nada… -
> - ¡Qué te piensas, ¿qué soy una vieja menopáusica?!... No vidita, todavía
> puedo concebir y tener otro hijo, y ojalá no salga tan cogelón como tú-, y
> me reí.
> Me bajó la falda las medias encontrando las manchas de sangre en ellas y
> quedó mirando la toalla sanitaria que tenía entre las piernas.
>
> - ¿Puedo verte Mavi?-
> - No mi rey, me daba vergüenza-, creo que a cualquier mujer debe pasarle
lo
> mismo, pero para nosotros era diferente.
> Mi hijo era fetichista y también le gustaba aquello.
>
> - Por favor… -, me suplicó.
>
> - Está bien, pero no vayas a hacer una escena si no te gusta, ¿ok?-
> - Ok- Me bajó la pantaleta y las miró toda ensangrentada, así como la
toalla
> toda manchada; luego dirigió sus manos a mi vagina y la abrió.
>
> - ¡Qué bien hueles!-, me dijo y lanzó su lengua.
> Traté de detenerlo pero ya la incrustó entre mis labios rozándome el
> clítoris…
> - ¡No mi vida, no es nada normal!-, se levantó me tomó de la mano llevando
a
> la sala me quitó el calzón y sólo sacando su verga por entre el cierre me
la
> metió.
> No pasaron ni dos minutos de embates cuando explotamos juntos, cuando me
la
> sacó de la vagina, su pene estaba todo embarrado de sangre menstrual y de
su
> semen y su pantalón muy manchado; nos reímos pero realmente esa
asquerosidad
> nos había puesto muy a tono principalmente a mí. Sin quitarle el pantalón
me
> subí sobre él y me clavé su verga hasta el fondo, me estaba gustando
montar,
> y más al saber que me lo iba a coger mientras menstruaba. Normalmente las
> mujeres no lo hacen cuando están reglando, pero nosotros no perdemos
> oportunidad y actualmente nos gusta hacerlo esos días, hay menos peligro y
> me encanta el color a tierra tostada que toma la sangre sobre su cuerpo y
> también sobre el mío; cuando me doy una restregadita de vagina por su
cuerpo
> y en especial en sus nalgas sobre las que simulo el coito, Antonio se la
> Pajeaba.
> Bueno, ¿en dónde estaba?… ¡Ah, ya!... Traté de ponerme en cuclillas para
que
> la penetración fuera más profunda y al no aguantar las piernas, me fui
hacia
> adelante cayendo arrodillada sobre sus bíceps, él aprovechó para sujetarme
> de los pies, ¡qué postura más deliciosa!... Yo casi hecha un ovillo con
mis
> rodillas en sus brazos mis pies sujetos por sus manos a la altura de mis
> talones, todo mi trasero expuesto en el espejo para que mirara su verga
> profundamente clavada hasta el cuello del útero, mis tetas colgando y
> golosamente chupadas y mis manos jugando y acariciando su pecho y
> testículos. Exploté porque era más que insoportable seguir recibiendo
> embates de su verga, pues se apoderó de mí una sensación de como cuando le
> ponen electricidad en el cuerpo y la van subiendo más y más… Como no me
> soltaba los pies tuve que levantarme hasta quedar parada sobre él, las
piern
> as no me respondían y cuando mi respiración se normalizó abrí mis ojos y
me
> encontré con su tierna mirada, más tierna si cabe la palabra; sentí algo
> caliente correr por la parte interna de mis muslos; al inicio pensé que
era
> su lechita pero después pude comprobar que era mi sangre que chorreaba
> pierna abajo, y formaba un charquito sobre su camisa; me asusté pensé que
me
> había hecho daño por dentro, como un desgarro interno, no sabía y asustada
> corrí al baño y traté de secarme con una toalla, la que por cierto se echó
a
> perder, al quedar manchada. Buscaba la manera de lavarme como fuera y me
> tranquilicé al ver que la sangre ya no manaba; salí y lo encontré
preocupado
> por recoger la colcha que habíamos manchado y buscaba quitarse la ropa que
> estaba hecha un desastre.
> Lo llamé y lo metí a la ducha, me desnudé en un rato y nos metimos a
> bañarnos, sabía que Antonio estaba muy caliente su pene parecía un mástil
de
> lo duro y parado que estaba, su cabeza morada y las venas parecían que
iban
> a estallar de un momento a otro; luego de lavarlo me arrodillé y empecé a
> meterme su verga lo más profundo que podía en la boca, creo que me llegaba
> hasta la garganta por las náuseas que tuve. Saqué su verga para
recuperarme
> y sentí un chorro de leche directamente en los ojos, traté de cerrarlos
pero
> era tarde algo me entró y sabes, arde mucho; el segundo me cruzó la cara
> terminando en mi oreja izquierda, los siguientes fueron menos fuertes y
> cayeron en mi nariz, frente, labios y nada quedó sin leche, pues con su
mano
> me daba masajitos para que nada de mi cara quedara sin su ración de leche;
> abrí mi boca y volví a mamársela, pero él no lo soportaba, había heredado
> también de mí esa sensibilidad, así que la solté y busqué lamerle las
> nalgas; se agachó ofreciéndome su trasero y mis lamidas y mordiscos lo
> hacían gemir como loco.
> Seguí y me atreví a abrir sus nalgas para encontrarme con su ano oscuro de
> color, con algunos pelitos que lo rodeaban, sin pensarlo pasé un dedito y
se
> crispó atrapándolo con sus nalgas, lo soltó y al volver a abrirlas vi como
> su anillo me hacía pucheritos invitándome a saborearlo. Como recordarán,
no
> había visto el ano de nadie y peor chupado. Metí mi lengua como una
> desesperada lamiendo cada rinconcito sintiendo como sus pucheritos
> aplastaban mi lengua. Antonio tenía las dos manos apoyadas en la pared y
me
> decía que lo masturbara; solté mi presa y me dirigí a su verga...
>
> - No Mavi, no… Sigue con tu lengua y con tu mano-, volví a atacar su
> retaguardia, y con la izquierda separaba las nalgas pero no podía con una
> sola mano, le pedí que se las abriera.
> Puso su cabeza contra la pared se abrió las nalgas y pude meterle mi
lengua
> mientras lo pajeaba con la derecha. Bramidos salían de su boca y su semen
> salió disparado a chocar contra la pared... Le había gustado y me hubiera
> encantado que él hiciera lo mismo conmigo, pero no me atrevía a
pedírselo...
> Nos dormimos juntos.
> Los días subsiguientes pasaba esto y lo otro; yo llegaba del trabajo y me
> quitaba la falda y la blusa, y así en brasier, medias nylon, pantaletas y
> tacones me paseaba delante de él… Le gusta verme así y yo me siento hembra
> deseada y admirada así como también amada muy amada. Me cogía donde él
> quería o a mí se me antoja: en la cocina, el comedor, el patio trasero de
la
> casa, de noche sin luz y con las cortinas abiertas, bueno eso es lo más
> estúpido y loco que hicimos, si nos veía algún vecino… Tomo la píldora
pues
> no quiero quedarme encinta de mi propio hijo, pero lo que más me gustó fue
> lo que hicimos en mi cumpleaños. Para mi suerte cayó día viernes, pedí la
> tarde libre en la oficina y llegué a casa. Cuando entré me di cuenta que
> había sobre la mesa un regalo, quise ver pero lo dejé, me pareció
impropio.
> Me di un buen baño en la tina con todo tipo de sales, unté mi cuerpo con
> crema, me perfumé muy bien y me vestí con portaligas, medias negras, una
> tanga blanca para contrastar, brasier negro, un top muy pequeñito que
dejaba
> mi ombligo al aire, una faldita muy corta y de vuelo que con el movimiento
> dejaba ver la parte superior de las medias negras y la blancura de mi
piel,
> en fin… Una locura para alguien que le guste esas cosas...
> MI rey llegó y se sorprendió al encontrarme así, traía un pastel y una
> botella de ron, me cantó la Mañanitas comimos pastel y brindamos con el
> licor; me dio el regalo y me dijo que lo abriera cuando él me lo indicara,
> ¡qué curiosidad!...
> Nos empezamos a besar, me quitó la ropa dejándome en portaligas y sostén
que
> sólo sostenían mis tetas que las había sacado por encima de las copas, yo
> sobre la mesa del comedor a cuatro patas y él sentado en la silla, yo de
su
> postre, por supuesto. Me segueteaba la raja haciéndome vibrar mientras su
> dedo acariciaba mi ano, exploté y paró de comerme la vagina para pasar a
> lamerme el culo, ¡cómo me lamía!... Me metía la lengua hasta que sentía
sus
> dientes, me masajeaba el clítoris haciéndome pedir más y más, cuando iba a
> explotar por segunda vez, se alejó, me tomó en sus brazos y me llevó al
> dormitorio.
> Volvió atacar mi culo y sentí su dedo que me penetraba, yo era virgen por
el
> fundillo pero me gustaba esas dedeadas que me daba, lo disfrutaba; de
pronto
> sentí su verga dura que resbalaba por la paredes de mi vagina y yo movía
el
> culo metiéndola hasta el fondo, su dedo no se había movido de mi ano y me
> proporcionaba un placer adicional. Exploté otra vez pero esta vez me la
> sacó… Cuando en eso siento algo frío que se regaba en mi ano y su dedo
> resbaló con más libertad, ya no era uno, eran dos los que entraban y
salían
> de mi culito con facilidad asombrosa. Sentí su mano en mis caderas y con
la
> otra apunta su fierro a mi recto… Traté de mirar pero no me dejaba, sentí
un
> tremendo dolor cuando su glande penetró mi esfínter, grité:
> - ¡No!... ¿Qué me vas hacer?... -, cuando sus huevos chocaron con mis
nalgas
> supe que me había clavado toda la verga por el canal trasero.
> El dolor era insoportable, pero la dejó quieta y ya no sentía la presión
> sino algo muy rico…
> - ¡Sigue papito, sigue!-, fueron mis palabras y empezó el vaivén delicioso
> en mi ano.
> Luego de unos minutos me entregó el regalo, lo abrí y mis ojos se abrieron
> como platos... Era una verga de caucho muy real, de unos 25cm pero no muy
> gruesa con correas.
>
> - ¡Es tu regalo!-, me dijo.
> La tomé y mi cuerpo adquirió una excitación tremenda.
>
> - Métetela en tu vagina, Mavi- Como autómata la llevé a mi chorreante raja
y
> me la empecé a meter, tenía dos vergas en mi cuerpo y mi orgasmo se
> multiplicó por mil. Caí desmayada... Qué enculada me había dado mi macho,
no
> pensé que me desmayaría, la leche me chorreaba por las nalgas saliendo de
mi
> hoyito trasero. ¡Era mar de sensaciones indescriptibles!... Sentí ganas de
> vaciar el estómago, fui al baño, me senté y evacué mis intestinos con
> sonoros pedos, cuando terminé me lavé el ano con agua y jabón y regresé
por
> más.
>
> - Papito, quiero sentirte otra vez en mi trasero ha estado riquísimo…
> Vuélveme a meter tu verga en mi culo-, subió mis piernas a sus hombros
puso
> más KY en mi ano y deslizó su verga por mi canal trasero.
> La presión de la primera vez había cedido como por encanto, no había heces
> que estorbaran la penetración y volvió al ataque; su rica verga entraba y
> salía tocando puntos que nada o nadie había tocado, mis dedos acariciaban
mi
> clítoris y volví a venirme gritando y moviendo mi culo para clavarme más y
> más. Antonio volvió a llenarme los intestinos de su rica leche...
> De ahí en adelante me volví adicta al semen, que a veces cuando queríamos
> más morbo, mejor dicho yo quería, Antonio utilizaba condón, yo lo guardaba
y
> me lo llevaba a la oficina para estarlo probando y oliendo, ¿se imaginan
> todas mis puterías?... Adicta también al sexo anal por lo menos tres veces
> en la semana, me gusta que me de por el culo y me llene el recto con su
> caliente y sabrosa lechita, claro previo a un enema que él mismo me lo
> aplica con mucho delicadez y cuidado, así estoy segura de la higiene, pues
> cuando acaba me encanta lamerle la verga y sentir el lubricante mezclado
con
> su semen, es un sabor encantador.
> Voy a mi trabajo vistiendo sus calzoncillos y él va a la universidad
> llevando mis pantaletas que luego intercambiamos… Creo que todo lo hacemos
> muy cachondo, pues me imagino que sus huevos están en contacto con mis
> labios vaginales y me mantiene excitada todo el día y con unas ganas
> tremendas de llegar y que me coja sin parar toda la noche.
> Espero que el relato de mi vida les haya gustado y pueden escribirme
> haciéndome llegar sus comentarios y sugerencias un beso a todos aquellos
que
> les apasiona el tema tabú del sexo incestuoso.
> Un beso.
> Rocio.
>
> http://relatos.marqueze.net/salto.php?cod=10823

laurar

unread,
Jul 19, 2004, 2:31:37 PM7/19/04
to
Me parece un relato asqueroso...

LR


"Blanca Mª" <blanca...@euskalnet.net> escribió en el mensaje
news:ccrag5$l1...@eui1nw.euskaltel.es...


>
> "Nennito" <Nen...@UNTARANTANTANya.com> escribió en el mensaje
> news:ccr9js$554
> >
> >
> > !!! Muuchassssss graciassssss pochola !!! !!! Con las ganas que
> teníaaaaaaa
> > !!!........
> >
> > !!! A disfrutar !!!
> >
> >
> >
> >
> > ************** LA PRIMERA VEZ CON MÍ HIJA **************
> >
> >
> > Autor: Narrador
> >

> > Mi primera vez.

vagoso

unread,
Jul 19, 2004, 3:24:18 PM7/19/04
to
Hay una solucion, no lo leas como hacemos los demas, si ves que pone sexo
incestuoso ya sabes lo que puede ser
o te pudo mas la curiosidad

saludos
vicente

pd y de paso cuando contestes no vuelvas a poner todos los mensajes
anteriores, ocupan un monton de espacio


laurar

unread,
Jul 20, 2004, 7:46:10 PM7/20/04
to
No era curiosidad,mas bien sorpresa al ver el titulo, ya que esta para
empezar en el grupo equivocado, tendira que estar en el grupo de sexo y no
el grupo gays y lesbianas ...Queria ver si era un email de coña o era de
verdad de ese tema y al empezar a leer me di cuenta que era tema
incestuoso...

Saludos

LauraR

"vagoso" <vag...@hotmail.com> escribió en el mensaje
news:cdh75k$8p9$1...@nsnmpen3-gest.nuria.telefonica-data.net...

Luis Salgado

unread,
Jul 21, 2004, 1:44:51 AM7/21/04
to
pero este grupo no es unicamente de gays y lesbianas, no?

"laurar" <lau...@retena.com> escribió en el mensaje
news:cdkart$91m$1...@localhost.localdomain...

Quintus

unread,
Jul 21, 2004, 4:39:09 AM7/21/04
to
El mar, 20 jul 2004 23:46:10 GMT "laurar" <lau...@retena.com> escribió
en news:cdkart$91m$1...@localhost.localdomain

> tendira que estar en el grupo de sexo
> y no el grupo gays y lesbianas

Verás, es que alguien ha hecho crossposting, que es poner el mismo mensaje
en varios grupos a la vez, en este caso es.charla.gay-lesbiana
es.charla.sexo y esp.charla.sexo

El mensaje aparece en los tres grupos y si observas bien la cabecera del
mensaje lo podrás ver.

--
Quintus
quintus (arroba) gmail (punto) com

martin

unread,
Aug 3, 2004, 9:48:47 AM8/3/04
to
Hay gusto para todos es te esta vien gracias sige asi o sino cambia.
Saludos.
"laurar" <lau...@retena.com> escribió en el mensaje
news:cdh42g$749$1...@localhost.localdomain...

SWINGERS

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Aug 4, 2004, 10:57:29 AM8/4/04
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"martin" <elnav...@mi.madritel.es> wrote in message
news:9OMPc.13246$R7....@twister.auna.com...

laurar

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Aug 8, 2004, 5:12:22 PM8/8/04
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Cambio de que? de sexualidad?...

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"martin" <elnav...@mi.madritel.es> escribió en el mensaje
news:9OMPc.13246$R7....@twister.auna.com...

adam.f...@gmail.com

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Feb 12, 2014, 9:20:07 AM2/12/14
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Te contare la historia que me paso.

Tenia una vecinita que tenia 10 años, yo la conocía desde los 8 años. Yo le enseñaba Matemáticas, a los 10 años, cambio mucho, al parecer tenían problemas sus padres, discutían mucho y se peleaban constantemente. Yo tenia en ese entonces 21 años. Tenia novia, tenia relaciones con ella, pero siempre andaba "caliente". Nunca sentí nada por los niñas pequeñas. una vez que le enseñaba en su casa y solo estaba su hermano menor de 8 años jugando Play Station en su cuarto. mi novia me mando a mi celular imágenes de ella desnuda, naturalmente me excite y tuve un erección. Tenia todas las ganas de masturbarme. Le deje muchos ejercicios de matemática y le dije que iba al baño por que me dolía el estomago (obviamente iba a masturbarme). Comencé a masturbarme en su baño mientras veía las fotos de mi novia sin ropa, yo recuerdo haberle echado seguro a la puerta, cuando la niña entra y me ve masturbándome, era muy pequeña pero algo desarrollada ya. Lo primero que ella se ve mi pene húmedo a punto de eyacular, cuando yo me sobresalto, me asusto, pongo pálido por el miedo a que le cuenta a sus padres lo que vio. A lo que yo atino a subirme los boxers y ella grita y dice voy a decirle a mi papa que juegas con tu palito igual que mi hermano. Se me sale una risa y le digo, no le digas, solo estaba orinando, pero no se lo creyó. Y lo que me dijo a continuación fue realmente sorprendente, me dijo; si me dejas ver cuando te sale ese juguito de tu palito,, no le digo a mi Papa.

Me moleste y le dije; 1° No me chantejees y 2°, no me estoy tocando sino estoy orinando y no deberias entrar sin tocar primero. Y se puso a llorar fuerte, le agarre de los hombros y le dije mentira, no llores linda, no te grite, menos mal que su hermanito estaba jugando a un volumen elevado y no escucho. Luego me dijo la niñita, que ella con su hermano, siempre jugaban a "eso", que ella se denudava y su hermano se desnuvaba hasta que eyaculaba, aunque en realidad, no creo que le salgfa semen a un niño de 8 años, pero en fin, me dijo que asi jugaban desde la vez que vierona sus papis "jugar" asi. Al parecer ellos veian a sus padres tener sexo y ellos no lo sabian.En fin una cosa llevo a la otra, me insistio que si no botaba el "juguito", le diria a sus padres, asi que tuve que masturbarme delante de ella. Y a decir verdad a ella se gustaba ver y eso me excito mucho. Y mas me excito cuando ella me dijo si quieres me quito la ropa igual cuando juego con mi hermano, lo pense y acepte. Ese dia ella tenia una vestido color naranja, ni tan ceñido, ni tan olgado, se fue subiiendo su vestido,su cuerpo aun no desarrollado, pero con forma, es decir cintura angosta y caderas algo anchas, no demasiado. Y al ir subiendo su vestido no llevaba calzoncito, se vio su vaginita, nunca pense excitarme tanto al ver un coñito de 10 añitos, yo estaba casi en el climax, cuando urgo con2 deditos en su coñito, no pude mas y eyacula, al estar ella tan cerca mio le salpico la mayor parte del semen en el rostro, y con su otra mano se lo quito de la cara llevandoselo a la boca. al terminar de eyacular, increiblemente salio mucho semen, me di cuenta que tambien le habia caido en su vesiido. Aun seguia teniendo la ereccion, no aguante la cargue, aunque no quisoal principio, la alze muy alto y le pase la lengua por su coñito, esta algo humedo, nunca habia tenido esa sensacion de excitacion, a ella le parecio gustar, por que gemia un poco, segui con la lengua y me comi ese tarde su coñito de 10 años con la boca, por como reacciono su cuerpo creo que llego al orgasmo. Si bien nunca la penetre, ese dia, me quede con todas las ganas, terminamos, limpie su vestido del semen, le lave la cara y seguimos estudiando. a partir de ese dia, las cosas nunca serian las mismas.

Si quieres compartir mas historias reales y fotos reales, mi correo es adam.f...@gmail.com

shado...@hotmail.com

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Sep 8, 2014, 5:11:45 PM9/8/14
to

byronca...@gmail.com

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Dec 2, 2014, 3:34:22 PM12/2/14
to
Eso sike es lindo wao

byronca...@gmail.com

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Dec 2, 2014, 3:34:25 PM12/2/14
to

marcosch...@gmail.com

unread,
Aug 22, 2015, 9:24:58 AM8/22/15
to
Me calienta....





Abraham Moya

unread,
Aug 25, 2015, 3:14:39 PM8/25/15
to
El domingo, 11 de julio de 2004, 7:37:32 (UTC-4:30), Blanca Mª escribió:
> "Nennito" <Nen...@UNTARANTANTANya.com> escribió en el mensaje
> news:ccr9js$554
> >
> >
> > !!! Muuchassssss graciassssss pochola !!! !!! Con las ganas que
> teníaaaaaaa
> > !!!........
> >
> > !!! A disfrutar !!!
> >
> >
> >
> >
> > ************** LA PRIMERA VEZ CON MÍ HIJA **************
> >
> >
> > Autor: Narrador
> >
> > Mi primera vez...
amigo mandeme mas de sus relatos y d las imagenes gracias y saludos

manuch...@gmail.com

unread,
Apr 24, 2016, 10:10:48 AM4/24/16
to
Qué grandísimadelicia, me la ponen super durísima estos relatos con las peques de la familia o de otras!!

rodm...@gmail.com

unread,
Jun 21, 2016, 4:15:28 AM6/21/16
to
Hola

josete...@gmail.com

unread,
Jul 2, 2016, 6:50:35 AM7/2/16
to
te parece asqueroso pero bien ke te metes a leerlo

sotoi...@gmail.com

unread,
Aug 2, 2016, 7:52:51 PM8/2/16
to
Yo lo entiendo. 633732062

guillermol...@gmail.com

unread,
Aug 26, 2017, 6:48:58 AM8/26/17
to
Que rico relato me la pone dura

jorgeda...@gmail.com

unread,
Oct 20, 2017, 7:37:54 PM10/20/17
to

jorgeda...@gmail.com

unread,
Nov 11, 2017, 1:54:46 PM11/11/17
to
El domingo, 11 de julio de 2004, 9:07:32 (UTC-3), Blanca Mª escribió:

wenchu...@gmail.com

unread,
May 20, 2018, 8:35:23 PM5/20/18
to
Esta historia está incompleta, le falta la última parte. Pueden agregarla, por favor?

guillermog...@gmail.com

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Jun 14, 2018, 3:16:33 AM6/14/18
to
UEN RELATO ERES MI IDOLO

sily...@gmail.com

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May 5, 2019, 7:55:56 PM5/5/19
to
Hola

lcamacho...@gmail.com

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May 12, 2019, 2:05:57 AM5/12/19
to
Hola me exitan estos relatos

garci...@gmail.com

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Jun 7, 2019, 4:37:13 PM6/7/19
to
😄👌👈👌👈

lcamacho...@gmail.com

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Jun 12, 2019, 1:15:19 AM6/12/19
to
Rico mui rico con esas hijas

mirmid...@gmail.com

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Jul 3, 2019, 8:18:31 PM7/3/19
to
hola en que hibamos?

josel...@hotmail.com

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Aug 11, 2020, 8:16:49 PM8/11/20
to
Quiero comer conmi hija,,, como la duermo?
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