(IVÁN): SÓLO YESHUA (JESÚS) ES TU VIDA ACEPTADA EN EL LUGAR SANTÍSIMO, SIEMPRE:

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Sábado, 24 de Junio, 2017 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


SÓLO YESHUA (JESÚS) ES TU VIDA ACEPTADA EN EL LUGAR SANTÍSIMO, SIEMPRE:

Nuestro Padre celestial llamó a toda la casa de Israel a recordar todo lo que le había sido dado a Moisés sobre el monte Sinaí, porque Él quería ver a cada hombre, mujer, niño y niña, obedeciendo sus Diez Mandamientos y regulaciones junto con sus preceptos, entregados en el Lugar Santísimo, para vivir la vida santísima complaciente a toda verdad y justicia celestial. Ya que, nuestro Padre celestial había de enviar a su profeta Elías ante de es gran día terrible, que viene sobre toda la tierra, para juzgar los pecados de todo sus habitante, que han fallado en obedecerlo en sus mandamientos santísimos, palabra y preceptos confiados a Moisés, para que Israel los cumpla y hasta que entren en su presencia santísima, perpetuamente bendecidos.

Puesto que, los mandamientos que nuestro Padre celestial le entregó a Moisés son santísimos, llevando a todo hombre, mujer, niño y niña a vivir una vida bendita hacia la gloria eterna y así vivir con Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto con sus naciones de ángeles que aman, adoran y sirven a su santo nombre fuego eternamente fieles a él. Por lo tanto, viviendo estos mandamientos santísimos te llevaran a cumplirlos y a glorificarlos hacia la eternidad en perfecta verdad y justicia complaciente al corazón del Padre celestial, que siempre requiere perfecta santidad, para que tú vengas a ser como Dios mismo, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, viviendo en la gloria celestial, como si jamás hubieses conocido pecado, perpetuamente.

Por eso, es que nuestro Padre celestial le manifestó a Israel, por medio de Moisés, asegurándoles, que el Espíritu Santo de los mandamientos es muy difícil de complacerlo, ni menos de cumplirlo al grado de gloria eterna, que sólo existe en el cielo ante nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo: Por ende, es imposible de cumplirlos por todo hombre. Estos mandamientos son santísimos, que únicamente nuestro Padre celestial los ha cumplido en la eternidad sin transgredirlos jamás en sus palabras y significados ante su Hijo Jesucristo, el Espíritu Santo y sus huestes angelicales, porque son santísimos, perfectos y gloriosos así como Él mismo lo es eternamente: por ello, ellos hablan de él y de su santo nombre fuego con amor eterno, siempre.

Por eso, es que nuestro Padre celestial se los entregó a Israel, por medio de Moisés, porque jamás podrían ser cumplidos y glorificados por esfuerzos y poderes humanos de cada hombre, mujer, niño y niña de la casa de Israel, pero por la vida enriquecida de su Hijo Jesucristo y con abundante gracia y dones del Espíritu Santo, entonces si pudieron eventualmente. Sin duda, fue importante para nuestro Padre celestial de establecer un convenio de vida con Abraham y con el vientre estéril de su esposa Sarah, comiendo del pan y vino de su Hijo Jesucristo, que normalmente es servido a cada ángel celestial, para que siempre tengan la plenitud de su perfecta santidad y gloria: porque sin ella, fallarían en servir a Dios, perpetuamente.

Es decir también de que cuando nuestro Padre celestial comió con Abraham y sus 318 hijos adoptados, sentados a la Mesa del SEÑOR, listos para ser servidos por el Rey de Salem, Melquisedec, el pan y vino para que los hijos de Abraham nazcan de la carne sagrada y sangre reparadora de Isaac, entonces el mundo celestial se derramó sobre la humanidad entera. Puesto que, esta era la única manera posible de que nuestro Padre celestial podía tener a sus hijos nacidos del mundo de arriba en la humanidad entera, comiendo y bebiendo de la carne sagrada y de la sangre reparadora que dio vida inicialmente a la tierra seca, que estaba en el vientre estéril de Sarah y que finalmente hizo que Isaac nazca.

Así fue como nuestro Padre celestial podía invadir no solamente a la humanidad entera y su tierra con su preciosa y gloriosa vida, escrita con su dedo en las dos tablas de Los Diez Mandamientos, entregados a Moisés para que los obedezca y cumpla Israel siempre, pero igualmente a las naciones, para que sus hijos nazcan entre ellos para formar su reino sempiterno. Estos son mandamientos muy santos junto con cada precepto y norma dada a Moisés sobre el monte Sinaí, que dio vida no solamente a sus hijos por medio de la fe, que él mismo había empezado en Abraham y en el vientre estéril de Sarah, dándole vida a su Hijo Jesucristo como Isaac, pero igualmente a los hijos prometidos para generaciones futuras.

Estos son mandamientos santísimos ante nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo que en si son el vientre virgen, dando vida siempre a cada uno de los hijos prometidos a Abraham y al vientre estéril de Sarah, incluyendo al Rey Mesías, nacido del vientre virgen de la hija de David, dándole vida perfecta y eterna a la humanidad entera, finalmente. Ciertamente, nuestro Padre celestial le manifestó a Moisés, asegurándole así, de que él le había dado a Israel mandamientos muy difíciles de cumplir y de glorificar en esta vida y en la venidera por poderes, esfuerzos o talentos humanos, ya que estos son mandamientos dados a Israel y a la humanidad entera para que renazcan de ellos, en su eterna perfección angelical.

Estos mandamientos santísimos son el perfecto vientre que está firme en el Lugar Santísimo del tabernáculo de reunión, y de que no hay manera posible que el hombre siempre entre en él con su santidad personal y derramando la sangre reparadora de su animal sacrificado sobre el Arca del Convenio, para ser aceptado, y salir de él vivo ante nuestro Padre celestial. Es totalmente imposible, porque cada sumo sacerdote levita que se ha preparado con sus rituales e instrucciones, que está obligado a seguir, derramando la sangre del animal sacrificado al suelo, para él y para su familia, entonces solamente le ayudara todo ello para entrar en el Lugar Santísimo ante el Padre celestial, para renacer de su santidad personal, si sólo es aceptado.

Ciertamente, nuestro Padre celestial junto con su Espíritu Santo de los mandamientos lo rechazaba por completo aunque hayan seguido las instrucciones de Moisés, recibidas sobre el monte Sinaí, ejecutando así sus responsabilidades personales en el Lugar Santísimo al pie de toda letra, bañado en su misma santidad humana, que no existía posibilidad alguna de renacer a la vida, en vez moría instantáneamente. Y los levitas sacerdotes afuera del tabernáculo de reunión y con la soga atada a la cintura del sumo sacerdote finalmente lo tenían que jalar del Lugar Santísimo, porque ya no oían más las campanas sonando cuando se movía, por lo tanto, todos entendían que había muerto: porque su santidad personal había fallado en complacer la santidad divina de los mandamientos, para salvación.

Evidentemente, siempre fueron los mandamientos santísimos dentro del Arca del Convenio junto con nuestro Padre celestial y con cada sumo sacerdote levita entrando en el Lugar Santísimo con su animal sacrificado y la sangre reparadora salpicada sobre las cosas santas, para ver si seria aceptado con toda la casa de Israel, pero siempre eran rechazados en cambio. Ahora, nuestro Padre celestial rechazaba al sumo sacerdote levita junto con toda la casa de Israel cada vez que entraba en el Lugar Santísimo, porque él siempre fallaba junto con cada hombre, mujer, niño y niña de todo Israel de presentar sus vidas así de santas y de perfectas como la del Espíritu Santo de los mandamientos ante nuestro Padre celestial.

En otras palabras, la vida del sumo sacerdote levita junto con cada uno de Israel tenia que igualar la perfecta vida santísima de los mandamientos ante nuestro Padre celestial, sentado sobre la Silla de la Misericordia, del Lugar Santísimo, y fallaron todos en igualarla para cumplir con toda verdad y justicia perpetuamente: por ende tenían que todos morir pecadores, eventualmente. Incluso, esto tenia que tomar lugar siempre en el Lugar Santísimo del tabernáculo de reunión, como desde donde nuestro Padre celestial le otorgó a Moisés por vez primera sus dos tablas de los mandamientos para Israel, para que todos vivan conforme a lo escrito, para que algún día pronto regresen a éste Lugar Santísimo para ser reconocidos como santos, para salvación eterna.

Por ende, cada uno en Israel tenia que haber vivido ya el Espíritu Santo de los mandamientos, para ser aceptados por nuestro Padre celestial como muy santos, para entrar en la vida eterna, perpetuamente enriquecidos: porque ahora habían vivido todos ellos conforme a lo escrito en los mandamientos, y lo han honrado todo hasta cumplirlos para estar en el Lugar Santísimo, aprobados, perpetuamente. Y esto significa que cada uno de Israel y de las familias de las naciones tenia que haber vivido ya el Espíritu Santo de los mandamientos como escrito están, y sin fallas ni manchas para ser aceptados por nuestro Padre celestial no solamente para estar en Lugar Santísimo, pero igualmente en el reino de los cielos y con perfecta salvación, para siempre.

Puesto que, ésta es la vida perfecta de que todos ellos tenían que ya haberla vivido para entrar al Lugar Santísimo ante nuestro Padre celestial, finalmente para llegar a ser aceptados como sus hijos legítimos, listos para entrar a la gloria celestial para vivir con Él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo junto con las huestes angelicales hacia toda la eternidad venidera. De otro modo, era imposible para quien sea de entrar en el Lugar Santísimo ni menos al cielo perpetuamente enriquecido como hijo de Dios, y con poderes para vivir donde desee en la gloria celestial, gozando de su vida eterna y junto con sus riquezas asombrosas hacia la eternidad, sin ser jamás rechazado así como lo fueron Adán y Eva inicialmente.

Por eso, es que nuestro Padre celestial le entregó a Moisés y a Israel las dos tablas de los mandamientos para que cada hombre, mujer, niño y niña los cumpla como están escritos, para que algún día finalmente sean aceptados por Él, en el Lugar Santísimo, como sus hijos legítimos, listos para entrar a la vida de la gloria eterna, perpetuamente enriquecidos. Además, nuestro Padre celestial espera a cada uno en Israel que los cumpla así como están escritos en sus vidas vividas en la tierra prometida, porque si tú puedes vivir sus mandamientos santísimos sin ofenderlos nunca en su tierra escogida, entonces esto significa que tú has llegado a su gloria angelical legítimamente, porque finalmente has cumplido con toda verdad y justicia salvadora, perpetuamente.

Pero, para sorpresa de todos, nuestro Padre celestial les dijo que Él les había dado mandamientos que nadie los podría cumplir jamás, porque es imposible para que el hombre los cumpla y glorifique así como Él ya los ha glorificado en la eternidad ante las huestes angelicales, por ende, las probabilidades de que alguien entre en el Lugar Santísimo, cumpliéndolas, no existen. Sin embargo, podemos ver que solamente Moisés podía ascender al cielo, cuando nuestro Padre celestial lo llamaba, para entregarle a él cualquier cosa que Israel necesitaba poseer para amarle, servirle y glorificarle a él por medio de la vida santísima de los mandamientos y del tabernáculo de reunión, pero también podemos ver que jamás él fue restringido de nada en todo Israel.

Esto nos enseña de que para nuestro Padre celestial, Moisés fue especial ante él por donde sea que fue por todo el campamento israelí y en el cielo igualmente así como cuando era llamado para ascender el monte Sinaí, para que el Padre le enseñe como escribiría los mandamientos con su dedo o enseñarle los detalles del tabernáculo de reunión, por ejemplo. Esto significa, obviamente, de que Moisés no poseía restricciones alguna jamás para ir a donde sea que nuestro Padre celestial lo llamaba, como para enseñarle la gloria que Él había preparado para que Israel la posea en aquellos días y para la eternidad: Porque Moisés fue aceptado como uno de los suyos y como que si siempre ha existido con él en familia.

Pero, la verdad es, de que Moisés fue uno como cualquier otro hombre, mujer, niño o niña en toda la casa de Israel, sin embargo, él tenia poder para estar ante nuestro Padre celestial por las necesidades de Israel y así servir a esas necesidades, para que Israel viva una vida poderosamente lo suficiente camino hacia Canaán y victorioso sobre todo enemigo, siempre. Nuestro Padre celestial siempre estaba listo para oír a Moisés y contestar a sus peticiones, para él y para Israel igualmente, porque él tenía poder, y todo porque era considerado como uno de la familia divina del reino angelical, llamado para hacer lo que él sólo podía hacer para su gloria, y esto fue de llevar a Israel a Canaán sano (y salvo).

Nosotros podemos ver que nuestro Padre celestial le había confiado lo que Él siempre había amado grandemente en el cielo a un mero hombre, nacido del vientre de una mujer, y éste era Moisés, llevando a la casa de Israel de Egipto a la tierra que Él mismo había escogido, ya que esto fue algo que solamente Moisés podía cumplir fielmente. Nuestro Padre celestial jamás estuvo listo para confiar en nadie de Israel ni menos de los ángeles santísimos para que haga algo así para él, llevando a todo Israel hacia Canaán, que él mismo la había escogido para él: porque seria en ella, en donde él finalmente vivirá con sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, perpetuamente feliz.

Ahora, por qué nuestro Padre celestial confió tanto en Moisés, y de esto, después de que él mismo le dijo que no era elocuente, y que tartamudeaba severamente: por eso, él jamás podía ser el que tenia que enviar con ésta obra tan asombrosa para Él en todo Israel: Entonces, SEÑOR, envía a quien debas, y no a mí, Moisés imploró. Instantáneamente, nuestro Padre celestial le dijo a Moisés, no conozco Yo a tu hermano Aarón, y que él habla muy bien, y él viene hacia a ti ahora, y cuando te vea él será llenó de alegría en su corazón, porque ahora serás tú dios para él, y él hablara como tu profeta las palabras que Yo te diga, para el Faraón.

Con estas palabras, Moisés se dio cuenta de que nuestro Padre celestial estaba determinado a enviarlo con su obra maravillosa que él haría para sus hijos, que él mismo había dado vida por su Hijo Jesucristo cuando nació como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, para eventualmente levantar su santo nombre fuego sobre el mundo entero, perpetuamente victorioso. Visto que, nuestro Padre celestial había dado vida a su único Hijo como Isaac del vientre estéril de Sarah no solamente para introducir sus fuegos asombrosos de su gracia, misericordia, verdad y justicia divina junto con la carne sagrada y la sangre reparadora, para salvar a Israel, pero igualmente para levantar su santo nombre fuego: conquistando así las naciones con salvación eterna, finalmente.

Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba reconquistar de Satanás lo robado perpetuamente con mentiras y decepciones de Adán y sus hijos, para que él pueda bautizar al mundo entero con agua primeramente, para empezar nuevamente toda vida humana, pero esta vez con su santo nombre fuego, ardiendo sobre él así como con las huestes angelicales del cielo, y con perfecta santidad perpetua. Entonces ¿qué fue tan especial de Moisés de que él podía estar en su presencia santísima en el cielo y en la tierra igualmente, como en el tabernáculo de reunión y en su Lugar Santísimo, para hablar con el Padre claramente y en persona sobre las cosas que él necesitaba resolver para él y para su familia y, algunas veces, para todo Israel?

La respuesta es que Moisés estaba ungido de nuestro Padre celestial y de su Espíritu Santo, porque cuando fue llamado a ascender el monte Sinaí, al seguir el llamado del santo nombre fuego, que ardía apasionadamente sobre el monte alto (y el fuego no se desbordaba), porque estaba centrado en él y hasta que respondiese al llamado divino. (Esto también significa en nuestros días de que nuestro Padre celestial aún arde apasionadamente con su fuego intenso, alumbrando sobre ti, para alumbrar tu vida de entre las tinieblas del pecado, maldiciones, enfermedades, problemas, pobreza y muerte hasta que contestes su llamado a su monte santo para liberarte instantáneamente; tu salvación está con él, cuando abrazas a su único Hijo amado.)

En este día, Moisés ascendió el monte Sinaí para encontrarse con nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo entre los fuegos y el horno de su gracia, de su misericordia, de su verdad y de su justicia divina, recibiendo así el santo nombre fuego, que Israel necesitaba desesperadamente para liberarse del cautiverio egipcio, porque el holocausto había empezado ya. Visto que, Faraón le había dicho ya a su gente de que ya podían empezar a matar a los recién nacidos, porque pensaba que Israel se estaba engrandeciendo demasiado, y si seguían creciendo, entonces fácilmente podían formar su ejercito para escapar con el enemigo en tiempo de guerra, por eso que terminar con ellos, empezando con los niños, era importante.

Y nuestro Padre celestial no estaba listo para permitir este terrible holocausto que tomare lugar en la cautividad egipcia, porque primeramente eran sus hijos con un convenio importante de vida y de riquezas, enriqueciendo a Israel y a las naciones hasta que su Hijo Jesucristo nazca finalmente, para levantar su santo nombre fuego sobre el mundo entero, salvándolo para su reino venidero. Ciertamente, nuestro Padre celestial tenia que descender sobre el monte Sinaí para descansar sobre él con su horno, ardiendo con su gracia, misericordia, verdad y justicia divina para liberar a Israel de Egipto y de una muerte segura, entregándoles finalmente su santo nombre fuego por medio de Moisés, al recibirlo divinamente, para que Israel tenga poderes libertadores en toda su vida terrenal, siempre.

Nuestro Padre celestial había visto vivir a todo Israel por cuatrocientos años, sufriendo los pecados de las familias de las naciones, para que él mismo destruirlos en su bautismo de agua del mar Rojo, para entregarles así su vida que es libre del pecado y de las influencias de Satanás, porque ésta es una vida divina que los ama grandemente, para siempre. Ésta es la vida que esperaba el Padre de que Israel se establezca en ella, pero no en la cautividad egipcia o en el desierto del Sinaí o en ninguna nación, sino sólo en la tierra que él mismo había escogido personalmente y con pasión eternal, para que sus hijos legítimos vivan con Él junto con su Hijo amado y el Espíritu Santo.

Por ende, Israel fue llamado por nuestro Padre celestial ha vivir su vida santísima del Espíritu Santo de los mandamientos en la tierra de Canaán, para probarle a él de que lo aman sólo a él, a su Hijo Jesucristo, a su Espíritu Santo y con sus mandamientos eternos cumplidos, para que finalmente sean aceptados en el Lugar Santísimo y en su reino. Sin embargo, Israel siempre llegó corto de cumplir con el Espíritu Santo de los mandamientos ni menos glorificarlos, por ello, necesitaba toda la ayuda posible del cielo, para que finalmente cumplan los mandamientos y así vivir la vida que le prueba a nuestro Padre celestial, de que lo aman grandemente en su tierra, que él mismo escogió, para vivir la perpetuidad santísima.

Por eso, es que su Hijo Jesucristo tenia que nacer del vientre virgen de la hija de David, por el poder del Espíritu Santo, para nacer así entre sus hermanos y hermanas con la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre reparadora, que cumple y glorifica el Espíritu Santo de los mandamientos en Israel perpetuamente: para salvación eterna de todo creyente. Por lo tanto, únicamente su Hijo Jesucristo pudo vivir y cumplir hacia toda eterna gloria el Espíritu Santo de los mandamientos para cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, para que todos tengan acceso no solamente al Lugar Santísimo pero igualmente al cielo, perpetuamente justificados, viviendo así la vida santísima de los mandamientos eternamente justificados.

Nuestro Señor Jesucristo siempre cumplió cada mandamiento y precepto, que nuestro Padre celestial le entregó a Moisés sobre el monte Sinaí, y en su ministerio mesiánico de Israel, destruyó a Satanás y al ángel de la muerte: Y finalmente ascendió al monte Sión, para ser clavado al madero del Israel antiguo con su misma vida perfecta, que había glorificado cada mandamiento, perpetuamente. Esto fue algo que únicamente nuestro Señor Jesucristo lo podía hacer no solamente para Israel yaciendo en el Valle de los huesos secos para resucitar hacia la vida preciosa y gloriosa de los mandamientos cumplidos, para vivirlos en el Lugar Santísimo de nuestro Padre celestial, pero igualmente en el cielo: porque esta es la única manera posible para entrar a la vida eterna.

(Por eso, es que nuestro Señor Jesucristo siempre les dijo a los israelitas y en todo Israel cuando los visitaba en todas sus ciudades, pueblos, comunidades y reuniones de familias, asegurándoles, de que sólo él es el camino, la verdad y la vida que los llevara al Padre celestial, y esto es el Lugar Santísimo para ser finalmente aceptados como hijos de Dios.) Por ello, nuestro Padre celestial tenia que enviar a su Hijo Jesucristo ha nacer de la hija de David, bañado en su sangre reparadora, para que el santo nombre fuego finalmente entre en Israel, quedándose sobre el altar antiguo del amor eterno, pero también para vivir la vida perfecta de los mandamientos para los que aman a Dios y a su Espíritu Santo.

Es decir también, que nuestro Padre celestial esperaba no solamente a su Hijo Jesucristo que introduzca la carne sagrada, la sangre reparadora, su santo nombre fuego en la vida de Israel, pero igualmente cumplir con la vida perfecta de los mandamientos para todos sus hijos en Israel y en las familias de las naciones, para que entren en su reino celestial, eternamente justificados. Por lo tanto, cuando nuestro Señor Jesucristo fue clavado a la casa de Israel yaciendo en el Valle de muerte, esperando ser levantados al Lugar Santísimo ante nuestro Padre celestial, tornándose sus cuerpos pecadores en el madero, recibiendo el santo nombre fuego con clavos, que había derrotado a Satanás, el pecado y la muerte, entonces todos volvieron a la vida instantáneamente.

Seguramente, cuando nuestro Señor Jesucristo fue clavado al madero del Israel antiguo yaciendo en el Valle de muerte, entonces cada palabra de los mandamientos junto con cada norma, decreto y precepto cumplido y glorificado fue clavado a ellos uno a uno, despertando así a la vida santa y perfecta de los mandamientos cumplidos, y viviéndolos perpetuamente enriquecidos en el reino angelical, para siempre. Por eso, es que también cuando nuestro Señor Jesucristo fue clavado al madero del Israel antiguo, que finalmente fue levantado de la muerte al monte Sión, por nuestro mismo Señor Jesucristo, entonces, él lo hizo todo perfectamente, entregándoles así su misma vida que cumplió con el Espíritu Santo de los mandamientos para todo hombre, mujer, niño o niña, esté muerto o vivo.

Puesto que, al nuestro Señor Jesucristo ser clavado al madero del Israel antiguo sobre el monte Sión, entonces él pasó su aliento de vida eterna a cada hombre, mujer, niño y niña yaciendo en el Valle de muerte, para que retomen la vida, pero esta vez todos victoriosos sobre Satanás y la muerte, para finalmente vivir los mandamientos eternamente enriquecidos por su propia vida. En otras palabras, lo que nuestro Señor Jesucristo finalmente hizo por Israel al levantarlos del Valle de los huesos secos, fue simplemente de facilitar el arranque de la vida perfecta de los mandamientos cumplidos ya, y que ellos siempre fallaron en cumplirlos, para que retomen la vida nuevamente, pero esta vez con todos ellos glorificados eternamente en sus nuevas vidas angelicales.

Visto que, esta es la única manera posible de que nuestro Padre celestial sabe perfectamente de que finalmente podrán entrar a la gloria celestial con él, para que vivan la vida perfecta y santísima de los mandamientos cumplidos, que siempre fallaron en cumplir por el desierto del Sinaí y ya en Canaán también, para que finalmente vivan sus mandamientos sin transgredirlos jamás, perpetuamente. Realmente, fue importante para nuestro Señor Jesucristo de nacer de la hija virgen de David, bañado en su misma sangre reparadora, para establecer perpetuamente el santo nombre fuego en Israel, para que él mismo viva la vida gloriosa de los mandamientos cumplidos bajo el nombre fuego y así todos reciban ésta vida maravillosa, iniciada únicamente en él, llevándolos al cielo postreramente, eternamente justificados.

Dado que, si nuestro Padre celestial falla en ver la vida perfecta de su Hijo Jesucristo que él mismo la ha vivido ya por cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, que ha cumplido cabalmente con el Espíritu Santo de los mandamientos, entonces aquellas personas fallaran en entrar en su Lugar Santísimo y en la vida eterna. Eso es correcto; nuestro Padre celestial tiene que ver en cada uno de Israel y de las familias de las naciones la vida de su Hijo Jesucristo, imputada en sus almas vivientes, para tener el arranque de la vida eterna en ellos que ha cumplido y glorificado el Espíritu Santo de los mandamientos, de otro modo, nadie podrá entrar a la vida jamás.

Evidentemente, nuestro Padre celestial siempre ve nuestros pecados, rebeliones, enfermedades, maldiciones y vida pecadora por medio de Adán, porque comió del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, entonces, asimismo, si creemos: él Padre nos ve en la vida perfecta de los mandamientos obedecidos y glorificados de su Hijo Jesucristo, clavado a nuestras almas vivientes, para salvarnos eternamente. Seguramente, cuando nuestro Padre celestial le dijo a Moisés que recuerde los mandamientos, regulaciones, decretos y preceptos de vida, entregados sobre el monte Sinaí para que Israel los siga y obedezca, entonces Él le hablaba a Moisés, pero, realmente se dirigía a su único Hijo hacia el monte Sión, en donde seria clavado a sus hijos, restituyéndolos a la vida eterna, postreramente.

Ciertamente, así como nuestro Padre celestial le hablo a Moisés sobre el monte Sinaí, sea que fuera por las dos tablas de los mandamientos, del tabernáculo o del Lugar Santísimo, entonces Él realmente le estaba hablando a su Hijo Jesucristo, que iba a ser clavado a sus hijos sobre el madero y con su santo nombre fuego, para que ellos vivan finalmente. Nosotros podemos ver esto suceder nuevamente, por medio del desierto del Sinaí, cuando nuestro Padre celestial le tuvo que decir a Moisés, que él ya no viajaría más con todo Israel a la tierra prometida, porque todos ellos estaban siempre quejándose sobre algo que encontrarían por el desierto, entonces Él dijo: Yo daré a mi Ángel Santo que vaya en mi lugar contigo.

Éste Ángel Santo es su Hijo Jesucristo oficialmente, relevando a su Padre celestial en Israel, caminando por el desierto del Sinaí hacia la conquista de Canaán, porque Él sabia perfectamente que si iba con ellos, entonces Él seria ofendido con sus pecados nuevamente, provocando que su ira se derrame sobre todos ellos, y Él ya no quería castigar a nadie más. Además, nuestro Padre celestial le dijo a Moisés: Tú tienes que obedecerle en todo que te diga a hacer por el camino hacia la tierra prometida, porque él lleva mi santo nombre fuego en él, y él jamás tolerara pecado alguno o rebelión, pero será rápido y justo para castigar a todos cada vez que pequen en contra de él.

Dado que, al ofender al Hijo Jesucristo entonces tú no estás ofendiendo solamente el santo nombre fuego que está en él, pero igualmente a cada mandamiento, decreto, norma y precepto dado sobre el monte Sinaí para Israel poseer y obedecer en la tierra y en el cielo eternamente: por eso, él tiene poder para castigarte, si es que así tiene que ser eventualmente. Ya que, solamente él lleva el santo nombre fuego en perfecta santidad de su vida divina, entonces él también lleva el perfecto cumplimiento y glorificación del Espíritu Santo de los mandamientos, que él mismo ha vivido en el cielo y en Canaán, para poder dar continuamente el arranque de la vida perfecta de los mandamientos como a todo amante del Padre celestial.

Ahora, tú quizás preguntes ¿cómo nuestro Señor Jesucristo imparte en nosotros su carne sagrada, los huesos inquebrantables, la sangre reparadora, el santo nombre fuego y la vida perfecta de los mandamientos, que sólo él ya vivió en Canaán: Destruyendo todo pecado, a Satanás, la muerte y el infierno, para que yo no peque más y muera, para descender al infierno eternamente condenado? Bien, ciertamente tú ya estás demasiado tarde para ser clavado a él como lo fue el Israel antiguo del Valle de los huesos secos y con su carne tornada en polvo, para que postreramente sean los árboles, clamando al Padre que envíe a su único Hijo Jesucristo para levantarlos al altar antiguo, en donde finalmente encontraran vida eterna, sirviendo a Dios, siempre.

Visto que, solamente aquellos yaciendo en el Valle de los huesos secos podían ser clavados a él, para él mismo imputarles su vida perfecta y santa del Espíritu Santo de los mandamientos, y que nacido entre ellos, por la hija David, y entonces cumplirlos por completo en Canaán para sus hermanos y para sus hermanas, empezando así en ellos nuevamente la vida eterna. Y todos revivieron en un Viernes, atardeciendo hacia un despertar Sabático, limpios de pecado, además vestidos con la carne sagrada y bañados en su sangre reparadora que destruyó todo pecado, a Satanás y a la muerte, y sólo cumpliendo y glorificando el Espíritu Santo de los mandamientos en Israel, para que todos crean y vivan por él, perpetuamente obedientes al Padre celestial.

Sin embargo, tú muy bien puedes renacer del agua, bautizándote, invocando el nombre santísimo del Padre y de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, porque al invocar el santo nombre fuego entonces tú eres desvestido, sumergido en las aguas de la carne pecadora y del espíritu de error, vistiéndote inmediatamente del Espíritu Santo y de la carne sagrada para vivir eternamente, siempre. Dado que, tú seas desvestido de la carne pecadora debajo del agua al invocar el nombre santo y el de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, porque es la perfecta santidad del santo nombre fuego del altar del amor prehistórico, abrazando tu alma viviente y vistiéndola así de la carne sagrada, para caminar siempre por el Camino de Santidad hacia el cielo.

Aquí es donde, tú renaces del agua en su nombre santo y en el de su Hijo Jesucristo y en el del Espíritu Santo, y es tu alma viviente, desvistiéndose debajo del agua del espíritu de error, para vestir del Espíritu Santo y de la carne sagrada, y así presentarte sumamente santo en el Lugar Santísimo ante nuestro Padre en el cielo. Por ende, lavada y purificada tu alma viviente debajo del agua e invocando la perfecta santidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, entonces, tú eres vestido instantáneamente con la carne sagrada para entrar seguidamente al Lugar Santísimo ante el Padre y así ser abrazado por él en su bautismo del Espíritu Santo, y finalmente seas su recién nacido camino al cielo.

Y es aquí, en donde tú habrás cumplido no solamente con el bautismo de agua, invocando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, porque ahora tu alma viviente estará saturada con la perfecta santidad para entrar en el altar antiguo, para ser bautizado por el Espíritu Santo, de la imagen de nuestro Padre celestial como su hijo: en fin, eres redimido perpetuamente. Y todos estos bautismos del agua y del Espíritu Santo serán hechos con el perfecto amor del altar del amor prehistórico, en donde nuestro Padre celestial espera en el Lugar Santísimo para recibirte como su hijo legitimo, porque ahora tu alma estará vestida con la perfecta santidad del Espíritu Santo y de la carne sagrada, salvándote para el nuevo reino angelical porvenir.

Éste es el amor de tus padres regresando a los hijos y el amor de los hijos regresando a los padres sobre el altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, porque si tu alma falla en regresar a su amor apasionado, entonces nuestro Padre celestial podía golpear con destrucción la tierra por tus pecados e indiferencia. Ya que, escrito está: Yo he enviado al profeta antes de ese día del Juicio Final que vendrán sobre toda la tierra, dice el SEÑOR, para juzgar a cada hombre, mujer, niño y niña que ha fallado de honrar a su padre y a su madre sobre el altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo.

Puesto que, es la voluntad del corazón del Padre, de que el corazón de los hijos regrese a los padres y el corazón de los padres regrese a los hijos sobre su altar del amor perfecto, para que sean reconciliados ante Él en su Lugar Santísimo, de lo contrario, Él mismo golpeara la tierra con destrucción, si fallan de amar a sus amados. Siempre que, si amas a tu padre y madre como está escrito divinamente, entonces Él mismo alargara tus días, porque tú habrás regresado a su amor prehistórico finalmente como tu Padre Santo es a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo, y así como su Espíritu y su Hijo Santo son para Él, para que su amor viva en ti, siempre.

Esto significa de que nuestro Padre celestial te otorgara las riquezas abundantes de los siete años antes de los siete años de hambruna lleguen sobre ti de Satanás, para que tú tengas más hijos viniendo hacia ti, porque Él ha prometido darte muchos hijos, y esto significa muchas riquezas, enriqueciendo a las naciones finalmente para glorificar a su santo nombre fuego, perpetuamente. Por ende, si honras a tu padre y madre entonces tu amor estará regresando a tus padres y que siempre te aman desde su altar antiguo de su santo nombre fuego, y su amor te bendice en tu vida junto con los tuyos: porque esta unidad del amor de familia es lo que acrecienta gloria a su nombre en tu vida, siempre.

Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial junto con su Hijo y con su Espíritu puede realmente ver si lo amas, porque si puedes amar y honrar a tu padre y madre como escrito está, entonces esto significa que los amas a ellos como tus Padres igualmente, porque es así como su amor de Padre e Hijo fluye con tus riquezas asombrosas. Y esto es por todos los días de tu vida en la tierra y en el cielo, cuando llegues allá arriba pronto, porque el Padre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo esperan por ti, para que seas parte de la familia divina de amor, que va creciendo continuamente, desde que Abraham e Isaac empezaron el sacrificio continuo de su Hijo Jesucristo.

Para que seas enriquecido en estos días junto con tus muy amados aunque ya estén con el SEÑOR en el paraíso, porque esta es su voluntad, de que satures con el amor de tu familia su altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, para enriquecerte a ti con abundantes riquezas asombrosas, siempre, pero empezando ya. ¡Amén!

ONLY YESHUA (JESUS) IS YOUR LIFE ACCEPTED IN THE HOLIEST ALTAR, FOREVER:

Our heavenly Father called the entire house of Israel to remember everything that was given to Moses over Mount Sinai, because He wanted to see every man, woman and child obeying His Ten Commandments and the regulations along with His precepts that were giving over the Holy of Holiest, thus to live the righteous life that pleases truth and justice, in heaven. For our heavenly Father was to send His prophet Elijah before that great and awesome day that it is coming upon earth thus to judge the sins of the people that they have failed to obey Him in His holy commands, word and every precept entrusted Moses for Israel to fulfill until they may finally enter into His holy presence, forever blessed.

For the commandments that our heavenly Father had given to Israel through Moses are very holy, leading every man, woman and child to live a very righteous life that will take them into eternal glory to live with Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit along with His angelical nations that love, worship and serve His holy name faithfully through eternity. Thus, to live these very holy commandments will lead you to fulfill and glorify them into eternity with perfect truth and justice that pleases our heavenly Father’s very demanding heart for perfect righteousness, so you may become as God is along with His Son and the Holy Spirit living in heaven’s glory as if you have never known sin before into eternity.

That is why, that our heavenly Father manifested to Israel through Moses by assuring them that the Holy Spirit of the commandments is very difficult in pleasing much less fulfilling to the degree of the everlasting glory that can only exist in heaven before our heavenly Father and His Son Jesus Christ: Therefore, they are impossible to fulfill ever by mere men. These are holy commandments that only our heavenly Father had fulfilled them always through eternity without ever breaking any of its word or meaning before His Son Jesus Christ, the Holy Spirit and the angelical host—because these commandments are as perfect and holy as He is everlastingly thus they speak about Himself and His holy name with perfect perpetual unfailing-love.

That is why, that our heavenly Father granted them to Israel through Moses because they may never be able to be fulfilled and glorified through the human endeavors and efforts of every man, woman and child throughout the house of Israel, but through His Son Jesus Christ’s enriched life with abundant grace and the Holy Spirit’s gifts and powers, then they can. That is that, it was important for our heavenly Father to establish a covenant of life with Abraham and his wife Sarah’s barren-womb, by drinking and eating from His Son Jesus Christ’s bread and wine that he normally serves to every angel, so they may have their fill of perfect righteousness and glory, because without him they will fail to serve God, perpetually.

That is to say, also that when our heavenly Father ate and drank with Abraham and his 318 adoptive children that were sitting at the Lord’s Table, ready to be served by the King of Salem, Melchizedek, the bread and wine for the children of Abraham to be born on earth through Isaac’s sacred-flesh and atoning-blood, then His world poured upon humankind. Because, this was the only way possible that our heavenly Father could have His children from heaven above been born within humankind in the midst of the nations, by eating and drinking from His Son Jesus Christ’s sacred-bread and the cup of wine that gave birth to the lifeless earth that was in Sarah’s barren-womb that finally caused Isaac to be born.

This was our heavenly Father’s way to invade not only humankind and the earth with His precious and glorious life written with His finger in the two tablets of the commandments given to Moses for Israel to obey and fulfill always, but also for the nations, for His children to be born in their midst thus to form His dream kingdom finally. These are very holy commandments along with every precept and norm given to Moses over Mount Sinai that gave birth not only to His children through the faith that He had started with Abraham and Sarah’s barren-womb that gave life to His only Son as Isaac on earth, but also to every one of the children promised to Abraham through future generations.

These are, indeed, commandments so-holy before our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit that by themselves they are as in a single unit the virgin womb giving birth always to every one of the children promised to Abraham and Sarah’s barren-womb, including the King Messiah born from David’s virgin daughter thus giving perfect eternal life to humankind, lastly. That is why, that our heavenly Father manifested to Moses by assuring him that He had granted Israel commandments that are so-hard to fulfill much less glorify in this life and in the next one to come by mere human powers, endeavors and efforts, because these are commandments given to Israel and humankind to become reborn from it, into His eternal perfection.

These holy commandments are the perfect womb that stands within the Holy of Holiest of the tabernacle of reunion that there is no way possible that a mere man can enter into it with his personal holiness by shedding of the animal sacrificed atoning-blood over the Ark of the Covenant, to walk out alive from it before our heavenly Father. It is just impossible, because every Levite high priest that prepared himself with the rituals and instructions that he was to follow by shedding the animal sacrificed atoning-blood to the ground for himself and his family, then it could only help him into the Holy of Holiest to stand before our heavenly Father to become reborn from His personal holiness, if accepted.

Certainly, our heavenly Father along with the Holy Spirit of the commandments rejected him entirely although he had followed the instructions that Moses had received from over Mount Sinai, executing his personal duties within the Holy of Holiest, bathed in his own human righteousness that there was no way possible that he could become reborn to enter life, instead he would die instantly. And the Levite priests outside the tabernacle of reunion and holding on their hands the rope that was tied to his waistline will finally pull him from out of the Holy of Holiest, because they will fail to hear the bells anymore, and so, they knew he was dead because his holiness failed to match God’s commandments for redemption.

Surely, it was always the holy commandments within the Ark of the Covenant along with our heavenly Father waiting for every Levitical high priest entering into the Holy of Holiest with his personal lamb sacrificed and the atoning-blood been spilled over the holy things, to see if he will be accepted along with the house of Israel, but they were rejected instead. Now, our heavenly Father rejected the Levite high priest along with the entire house of Israel every time that the high priest will enter into the Holy of Holiest, because he will fail along with every man, woman and child within Israel to present their lives as holy and perfect as the Holy Spirit of the commandments before our Father in heaven.

In other words, the life of the Levitical high priest along with every one within Israel had to match the perfect and holy life of the commandments before our heavenly Father seating at the Mercy Seat, within the Holy of Holiest, and they failed to match it to fulfill truth and justice perpetually: thus they had to die in their sin eventually. Besides, this had to place always within the Holy of Holiest of the tabernacle of reunion, as where our heavenly Father granted Moses to have the two tables of the commandments for Israel to receive them, thus for everyone to live according to what is written, so they may return someday to this very holy place to be recognized as holy for salvation.

Therefore, every one from Israel had to have lived the Holy Spirit of the commandments so they may have become accepted by our heavenly Father as very holy, to enter into eternal life forever blessed, because now they have lived according to the written commandments and they have honored to fulfill it thus to stand at the Holy of Holiest approved, forever. And this meant that everyone from Israel and from the families of the nations had to have had lived already the Holy Spirit of the commandments as it is written, and without failures and blemishes thus to become accepted by our heavenly Father not only to stand within the Holy of Holiest but also in heaven’s glory with perfect salvation, forever.

For this is the perfect life that they had to have lived each one of them thus to enter into the Holy of Holiest before our heavenly Father, finally to become accepted as His children, ready to enter into heaven’s glory to live with Him, His Son Jesus Christ, the Holy Spirit and the angelical host as well, forever into eternity. Otherwise, it was impossible for anyone to enter into the Holy of Holiest much less into heaven’s glory forever blessed as our heavenly Father’s child with the power to live anywhere that they may wish in heaven’s glory, enjoying its wonderful eternal life along with its amazing richness into eternity, without ever been rejected as Adam and Eve were once.

That is why, that our heavenly Father granted to Moses and Israel the two tablets of the commandments so every man, woman and child may fulfill them accordingly as it is written, so they may become someday finally accepted by Him at the Holy of Holiest as His legitimate children ready to enter into heaven’s eternal life, forever blessed. Moreover, our heavenly Father expected every one within Israel to fulfill them as it is written within their lived lives by living in the Promised Land, because if you can live His holy commandments without ever offending them within His chosen land, then this means that you have made it into heaven’s glory, because you have finally fulfilled truth and justice, perpetually.

But, to everyone’s amazement our heavenly Father told them that He had given them commandments that no one was ever ready to fulfill them, because it is just impossible for mere men to fulfill and glorify them as He has already trough eternity before the angelical host, therefore, the chances for anyone to make it into the Holiest Place, it was impossible. However, we can see that not only Moses was able to ascend into heaven’s glory, whenever our heavenly Father called him, thus to grant him whatever Israel needed to possess to love, serve and glorify Him through life as the tablets of the commandments and the tabernacle of reunion, but we can see also that he was never restricted in anything ever.

That showed us that for our heavenly Father, Moses was especial to Him wherever he went on earth within the Israeli camp and in heaven’s glory as he was called many times to ascend Mount Sinai, so He may show him how He will write the commandments with His finger or show him the specifics of the tabernacle of reunion, for example. This means, obviously, that Moses had no restrictions at all to go anywhere where our heavenly Father will call him to go thus to show the glory that He had prepared for Israel to possess in those days and forevermore into eternity, because Moses was accepted as one of His own that have always existed with Him within His divine family.

But, the truth is, that Moses was just as one more of the men, women and children from the house of Israel, yet he had power to stand in our heavenly Father’s very holy presence for Israel’s needs thus to get those needs met, so Israel may live a life powerful enough to continue towards the Promised Land victorious over every enemy. Our heavenly Father was always ready to listen to Moses and answer any of his requests for himself and Israel as well, because he had power just because he was considered as one of His divine-family from heaven above that was doing what he had been called to do for His glory, and this was to take Israel into Canaan safe (and sound).

We can see here that our heavenly Father had entrusted what He had always loved the most in heaven’s glory to a mere man that had been born from a woman’s womb, and this was Moses, taking the entire house of Israel from Egypt into the land that He had personally chosen, for this was something that Moses could only finish finally. Our heavenly Father was never ready to trust anyone else from Israel much less from the holiest angels to do this for Him, by taking the house of Israel into Canaan that He had personally chosen, because it will be within it that He will finally live with His children from Israel and the families of the nations, forever happy into perpetuity.

Now, why our heavenly Father trusted so much Moses, and this after he had told him that he was not eloquent, besides he stuttered badly, and so, he could never be the one that He was to send to do this amazing task for Him within Israel: Therefore, Lord, send the one that you should, but not me, Moses pleated. Then, our heavenly Father said to Moses, do not I know your brother Aaron, and that he can speak very well, he is coming towards you now, and when he sees you he will become very joyful within his heart, because now you will be god to him and he will speak as your prophet the words that I will tell you.

With these words, Moses realized that our heavenly Father was determined to send him with the wonderful task that He was to do for His children that He had given birth through His Son Jesus Christ as he was born as Isaac by the Holy Spirit’s power from Sarah’s barren-womb, eventually to lift His holy name fire over the world, forever victorious. Provided that, our heavenly Father had given birth to His only Son as Isaac from Sarah’s barren-womb not only to introduce His amazing fires of grace, mercy, truth and divine justice along with the sacred-flesh, the unbreakable bones and the atoning-blood to save Israel, but also to lift His holy name fire over the nations, conquering the world with everlasting salvation, finally.

For our heavenly Father needed to reconquer from Satan what he had stolen forever with lies and deception from Adam and the children, so He may baptize the earth with water first entirely to start anew human life, but this time with His holy name fire burning over it as it burns over the angelical host in heaven’s glory with perfect everlasting-righteousness. And so, what was so-especial about Moses that he could stand in His holy presence in heaven and on earth as well as through the tabernacle of reunion and within its Holy of Holiest to speak with Him about things that he needed to solve for himself and at times for the whole of Israel?

The answer is that he was anointed from our heavenly Father with His Holy Spirit, because as he was called to Mount Sinai then he ascended by following the call of the holy name fire that was burning wildly over the mountaintop (and the fire curiously failed to spread), because it was centered on him until he will answer His call. (This also means that nowadays our heavenly Father is still burning wildly with its intense fire and light shinning over you to light up your life within the midst of the darkness of sin, curses, infirmities, problems, poverty and death to answer His call to the holy mountaintop for deliverance; your needed salvation is with Him as you embrace His only Son.)

On this day, Moses ascended Mount Sinai to meet our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit within the fires of the hot oven of His grace, His mercy, His truth and His divine justice, so he may receive the holy name fire that Israel needed desperately to abandon Egypt’s captivity, because the threat of a holocaust was eminent. Since Pharaoh had already told his people that they could start killing the baby males as they were born, because he thought that Israel was becoming big within their midst, and if they are to continue to grow then they can easily form an army to escape with their enemies in times of war, that is why that killing them was necessary.

And our heavenly Father was not ready at all to allow this terrible holocaust ever to take place within captivity, because they were His children first with a very important covenant of life and richness, enriching Israel and the nations until His Son Jesus Christ will be born finally to lift His holy name fire over the world for His new Kingdom. That is why, that our heavenly Father had to descend over Mount Sinai to rest with His hot oven fires of grace, mercy, truth and divine justice thus to liberate Israel from captivity and from certain death, by granting them His holy name fire through Moses, because Moses ascended explicitly to receive it for Israel to have liberating power throughout life, always.

Our heavenly Father had seen Israel live for four-hundred years suffering the sins of all the families of the world, so He may destroy them in His water baptism at the Red sea thus to grant them the life that is free from sin and the influences of Satan and his wickedness, because this is His divine life that loves them, everlastingly. This is the life that our heavenly Father was expecting Israel to settle with it not within Egypt’s captivity or the Sinai’s desert or any other nation of the world, but it had to be within the land that He had personally chosen for His children to live with Him along with His Son and the Holy Spirit, as well.

Therefore, Israel was called by our heavenly Father to live this very holy life of the Holy Spirit of the commandments within the land of Canaan, thus to prove to Him that they love Him, His Son Jesus Christ, His Holy Spirit and His eternal commandments, so they may finally become accepted within the Holy of Holiest and in heaven’s eternal life. However, Israel came always too short ever to fulfill the Holy Spirit of the commandments much less glorify them within their lives, therefore, they needed all the help that they could muster from heaven above, so they may finally fulfill the commandments and live the life that proves to our heavenly Father that they love Him within His chosen land, perpetually.

That is why, that His Son Jesus Christ had to be born from David’s virgin daughter, by the power of the Holy Spirit, so he may be born in the midst of his brothers and sisters with the sacred-flesh, the unbreakable bones and the atoning-blood that fulfills and glorifies the Holy Spirit of the commandments within Israel: for everyone’s perfect lasting-salvation. Therefore, only His Son Jesus Christ was able to live and fulfill into eternal glory the Holy Spirit of the commandments for every man, woman and child within Israel and the families of the nations, so they may all have access not only to the Holy of Holiest but also into heaven’s glory, forever justified, living the holy life of the commandments perpetually.

Our Lord Jesus Christ was always able to fulfill every command and precept that our heavenly Father had given to Moses over Mount Sinai, and so, within his ministry in Israel destroyed Satan and the angel of death, finally to ascend Mount Zion to be nailed to the wood of ancient Israel with His perfect life that had glorified the commandments, forever. This was something that only our Lord Jesus Christ could not only do for Israel lying at the Valley of the dried bones to resurrect to the precious and glorious life of the commandments to live it within the Holy of Holiest before our heavenly Father, but also in heaven’s glory, because this is the only way possible to enter eternal life.

(That is why, that our Lord Jesus Christ always told the Israelites within Israel as he visited them through their cities, towns, communities and families’ gatherings that he alone is the way, the truth and the life that will take them into the presence of our heavenly Father, and this is the Holy of Holiest to be finally accepted as God’s children.) Thus, for that reason our heavenly Father had to send His Son Jesus Christ to be born from David’s virgin daughter, bathed in his own atoning-blood, for His holy name fire finally to enter and stay within Israel over His ancient altar of love, but also to live the perfect life of the commandments for everyone loving The Father and His Spirit.

That is to say, also that our heavenly Father was expecting not only His Son Jesus Christ to introduce His sacred-flesh, the unbreakable bones, the atoning-blood, His holy name fire within Israel’s life, but also to fulfill the perfect life of the commandments for His children within Israel and the families of the world, so they may live forever blessed in His Kingdom. Therefore, when our Lord Jesus Christ was nailed to the house of Israel lying at the Valley of the dried bones, waiting to be lifted into the Holy of Holiest before our heavenly Father, as their sinful-bodies that had become the wood receiving the holy name fire and sacred-flesh that had defeated Satan, sin and death, then they became alive again.

Surely, when our Lord Jesus Christ was nailed to the wood of ancient Israel lying at the Valley of death, then every word of the commandments along with every norm, decree and precept fulfilled and glorified was nailed to them, so they may rise to life with the perfect holy life of the commandments to live forever blessed in heaven’s glory, continuously. That is why, also that when our Lord Jesus Christ was nailed to the wood of ancient Israel that finally was lifted from the dead to Mount Zion by our Lord Jesus Christ himself, then, he did it to give His life entirely that has fulfilled the Holy Spirit of the commandments to every man, woman and child whether dead or alive.

Inasmuch as, by our Lord Jesus Christ been nailed to the wood of ancient Israel over Mount Zion, then he passed his breathe-of-life onto every man, woman and child that was already lying at the Valley of dried bones, so they may retake on life, but this time victorious over Satan and death, so they may finally live the commandments forever enriched. In other words, what our Lord Jesus Christ finally did for Israel to lift them from the Valley of the dried bones, it was simply to facilitate the start on the perfect life of the Holy Spirit of the commandments that they had always failed to start on them, so they may retake on life, but this time with them fulfilled entirely already.

Since, this is the only way that our heavenly Father knows that they will make it into heaven’s glory with Him, so they may live the perfect and holy life of the commandments that they had always failed to fulfill through the Sinai’s desert and within the land of Canaan, so they may finally live His perfect commandments without transgressing them, perpetually. That is why, that it was important for our Lord Jesus Christ to be born from David’s virgin daughter, bathed in his own atoning-blood, to bring into Israel the holy name fire, so he may live every one’s perfect life of the commandments under the glorious name thus finally to receive from him the life that allows them into heaven’s glory forever justified.

Given that, if our heavenly Father fails to see His Son Jesus Christ’s perfect life that he lived for every man, woman and child within Israel and the families of the nations that had fulfilled the Holy Spirit of the commandments, then that one will fail to enter into the Holy of Holiest and into heaven’s glory to live the eternal life. That is correct; our heavenly Father has to see in every one from Israel and the families of the nations the life of His Son Jesus Christ imputed into their living-souls, so they may have that starting kick into eternal life that has fulfilled and glorified the Holy Spirit of the commandments, otherwise that one will fail to be allowed into heaven.

For sure, our heavenly Father as always He sees our sins, rebellions, infirmities, curses and sinful-life through Adam and Eve, because they ate from the forbidden fruit, from the tree of knowledge of good and evil, then, likewise, He will see in us the perfect life of the commandments obeyed and glorified through His Son Jesus Christ nailed to our living souls. Surely, when our heavenly Father told Moses to remember the commandments, regulations, decrees and precepts of life given to him over Mount Sinai for Israel to follow and obey, then He was certainly speaking to Moses, but, in reality He was referring to His only Son over Mount Zion that will die nailed to His children, so they may live eternal life lastly.

Indeed, as our heavenly Father spoke to Moses over Mount Sinai, whether it was about the two tablets of the commandments, the tabernacle of reunion and the Holy of Holiest, then He was really speaking to His Son Jesus Christ that was going to be nailed to His children over the wood with His holy name fire, so they may live finally. We can see this again happening through the Sinai’s desert when our heavenly Father had to say to Moses that He will no longer travel with Israel to the Promised Land, because they were always complaining about anything that they came across through the desert, then He said I will give you my Holy Angel to go in my place with you.

This is His Son Jesus Christ officially relieving our heavenly Father as Israel traveled through the Sinai’s desert towards conquering the Promised Land, because He knew that if He was going to go with them, then He will be offended with their sins again causing His wrath to pour on them, and He just did not want to punish anyone anymore. However, our heavenly Father told Moses: You must obey him in everything that he will tell you to do on your way to the Promised land, because he bears my holy name fire within him, and he will not put up with your sins or rebellions but he will be swift to punish you whenever you will sin against him.

Because to offend him then you are not only offending the holy name fire that it is in him but also every command, decree, norm and precept given to you over Mount Sinai for Israel to possess and obey on earth and in heaven’s glory, and that is why that he has the power to punish you severely, if he has to. For he alone bears the holy name fire in perfect holiness within his divine-life, then he also bears the perfect fulfillment and glorification of the Holy Spirit of the commandments that he has lived in heaven’s glory through eternity and within the house of Israel, so he may give the starting-kick on the perfect life of the commandments to anyone loving The Father.

Now, you may wonder how can our Lord Jesus Christ impart upon you his sacred-flesh, unbreakable bones, the atoning-blood, the holy name fire and the victorious life of the commandments that he had lived already within Canaan: to destroy sin, Satan, death and hell and so, I may never sin to die in this life to descend into hell’s torment forever cursed? Well, certainly you are too late to be nailed to him as the entire house of Israel once lied at the Valley of the dried bones and their flesh had become dust to become later the trees crying out to our Father to send His only Son to lift them to His ancient altar, where they will finally find life serving Him always.

Because only those that were already lying at the Valley of the dried bones could be nailed to him, so he may impute unto them his perfect holy life of the Holy Spirit of the commandments that he had to be born into it, through David’s virgin daughter, then fulfill the commandments for his brothers and sisters to restart on life again. And they all became alive from one Friday evening into an awaking Sabbath, where he cleansed them from sin, moreover dressed them with his sacred-flesh that was bathed in his own blood that had destroyed sin, Satan and death by fulfilling and glorifying the Holy Spirit of the commandments within Canaan, so people from everywhere may believe and live through him, perpetually obedient.

However, you can very well become reborn from the water baptism instead by invoking our heavenly Father’s holy name and that of His Son and of the Holy Spirit, because as you may invoke the holy name fire then you are undressed under the water from the sinful-flesh and the spirit of error, to dress the Holy Spirit and the sacred-flesh for life. Provided that, you must be undressed from the sinful-flesh under the water as you are invoking His holy name, the Son’s and the Holy Spirit’s, since it is the perfect holiness of the holy name fire from the altar of the prehistoric love embracing your living-soul thus to dress it with the sacred-flesh to walk always in His perfect way towards heaven’s glory.

This is when you are reborn from the water in His name and that of His Son and of the Holy Spirit, and so, it is your living soul being undressed underwater from the spirit of error, to dress with the Holy Spirit and the sacred-flesh, thus to present yourself very holy within the Holy of Holiest before our Father in heaven. Therefore, washed and purified within your living soul under the water by invoking the perfect holiness of the Father, the Son and of the Holy Spirit, then, you are dressed instantly with the sacred-flesh to enter into the Holy of Holiest before Him thus to become embraced by Him in His Holy Spirit baptism, thus to become His newly born heavenly bound, forever.

It is here, when you are done not only with the water baptism as you may invoke the Father, the Son and the Holy Spirit, because now your living-soul is saturated with perfect holiness to enter into the ancient altar to be baptized with the Holy Spirit’s fire within our heavenly Father’s image as His child, but also you are saved, everlastingly. And all these baptisms of water and of the Holy Spirit’s are done with perfect love from above the ancient altar of the prehistoric love, where our heavenly Father waits for you within the Holy of Holiest to receive you as His child, because now your soul is dressed with perfect holiness of the Holy Spirit and the sacred-flesh, saving you forever.

This is the love from the fathers returning to the children and the love of the children returning to the fathers over the ancient altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, because if you fail to return to His burning divine-love, then our heavenly Father can curse the earth because of your sins and indifference. For it is written: I have sent the prophet before that great and terrible Day of Judgment that is coming upon the entire earth, says the LORD, to judge every man, woman and child that has failed to honor his father and mother over the altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit.

For it is our heavenly Father’s will that the hearts of the children return to the fathers and the hearts of the fathers return to the children over His ancient altar of perfect love, so they may become reconcile before Him within the Holy of Holiest, otherwise He will strike the earth with destruction if you fail to love your loved ones. Provided that, if you love your father and mother as it is written in the commandments then He will certainly enlarge your days on earth, because you have returned to His love finally as your Father is to His Son and His Spirit, and His Spirit and the Son are to the Father, for His love to burn everywhere through you, always.

This means that our heavenly Father will grant you the abundant richness of the seven years before the seven years of famine will come upon you from Satan, so you may have more children coming your way, because He has promised to give you children, and this means abundant richness enriching the nations finally to glorify His holy name fire into eternity. That is why, that if you honor your father and mother then your love is returning to the fathers that always have loved you from His altar of His holy name fire, and their love will bless your entire life along with your families, because this unity of family love is what increases the glory of His holy name fire in your life.

It is here, where our heavenly Father along with His Son Jesus Christ and His Spirit can really see if you love God, because if you can honor and love your father and mother as it is written, then this means that you truly love them as your Fathers as well, because this is the way His divine-love flows through you with amazing-richness. And this is for every day of your entire life on earth and in heaven’s glory, whenever you will get there soon, because the Father, His Son and the Holy Spirit are waiting for you to become part of the divine-family of love that has grown continuously since the day Abraham and Isaac started the continuous sacrifice of His Son Jesus Christ.

So you may be blessed these days along with your loved ones although they are already with the Lord in paradise, because this is His will that you may saturate with family-love His altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, thus to bless you as in our days with abundant and amazing-richness into perpetuity. Amen!

¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!

Saludos cordiales a todos

Dígale al Señor, nuestro Padre Celestial, de todo corazón, en el nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, también, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”. Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y su MUERTE.

Dispónte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁ TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con frecuencia, para ver que clase de libros están a tu disposición, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y así comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad.


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