Un toque del rapto de Dios en los actos de la creación,un perdido recuerdo de felicidadacecha aún en las mudas raíces de muerte y nacimiento,la insensible belleza del mundo refleja el deleite de Dios.La sonrisa de ese arrobo está secreta por doquier;fluye en el soplar del viento, en la savia de los árboles,su colorida magnificencia florece en hojas y flores.Savitri de Sri AurobindoLibro II, Canto IV, pág. 139, línea 9.