¿Qué tanto ha influido el Modelo de Organización Masónica en la Formación Política de las Naciones?

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Alcoseri Vicente

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Aug 15, 2025, 7:12:00 PMAug 15
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¿Qué tanto ha influido el Modelo de Organización Masónica en la Formación Política de las Naciones?

La Logia Masónica Como Modelo De Organización Exitosa

En los complejos laberintos de la historia humana, donde los velos del misterio se entretejen con los hilos de la realidad, la logia masónica emerge como un enigma viviente: una micro - sociedad jerárquica, pero desprovista de tiranía absoluta. En una Logia Masónica , ningún individuo ostenta un poder temporal o espiritual ilimitado; la soberanía brota de la colectividad misma, como un elixir destilado de la voluntad compartida.

Imagina una asamblea de personas —iguales en derechos, aunque diferenciados por deberes— unidos por juramentos ancestrales y guardianes de secretos que separan el mundo profano del santuario masónico iniciático. Su conducta, ritualizada como un antiguo grimorio, dicta uniformidad en el atuendo y precisión en los gestos, evocando un orden cósmico oculto pero sorprendentemente eficiente .

La Logia Masónica: Un Arquetipo Oculto de Organización

Los principios que rigen esta estructura se destilan en arcanos numéricos: tres para dirigir, cinco para iluminar, siete para perfeccionar. Estos no son meros números, sino portales simbólicos que invitan a una exploración profunda, donde cada rol resuena con fuerzas esotéricas invisibles.

Historia Velada: Los Orígenes en la Niebla del Tiempo

En los albores de la francmasonería, sólo  se susurraban los nombres del Maestro y los Vigilantes, junto a "administradores" nebulosos. Las dignidades y oficiales de Logia, como sombras luminosas  emergentes, aparecían según la necesidad, pero no dispersos en ideologías  distantes. Al principio de las primeras logias no existía la rigidez estructural que conocemos hoy, aunque estas formas han evolucionado hasta formarse en algo bien estructurado , pulido por siglos de rituales masónicos ocultos.

Los Tres que Dirigen: Pilares de la Voluntad Arcana

El Venerable Maestro, el Primer y el Segundo Vigilante encarnan operaciones primordiales, dirigiendo el flujo del trabajo con una paradoja mística: representan valores elevados, pero guían con autoridad práctica. Más allá del templo, forjan la comunidad de hermanos como arquitectos del alma colectiva humana.

El Venerable Maestro: Preside como un capitán estelar, vigilando el rumbo hacia la Verdad eterna. Encarnación de la Sabiduría, concibe planes que la asamblea ejecuta con Fuerza para engendrar Belleza. Deja atrás sus deseos personales, hablando en nombre del todo. Porta la escuadra —símbolo de equidad y reconciliación de opuestos fructíferos—, el mallete  del poder temporal y, en ritos flameantes, la espada  flamígera emblema de lo espiritual. Su esencia se nutre de la simpatía fraternal, un fuego invisible que ilumina el camino.

El Primer Vigilante: Guardián de la disciplina, supervisa ceremonias, apoya al Maestro y reemplaza si el destino lo exige. Instruye a los Compañeros, empuñando el nivel como emblema de sumisión igualitaria ante la Ley universal. Representa la Fuerza al servicio del bien común, asegurando la ejecución impecable.

El Segundo Vigilante: Sentado al sur, bajo la luz meridiana, supervisa y educa a los Aprendices en los misterios iniciáticos. Porta la plomada, urgiéndonos a perforar las apariencias y desenterrar significados ocultos en alegorías y símbolos, como un alquimista revelando el oro interior.

Las Cinco Luces: Iluminadores del Velo

Compuestas por los tres directores, más el Secretario y el Orador, estas luces disipan las tinieblas de la ignorancia.

El Secretario: Memoria encarnada de la logia, registra decisiones, vela por su cumplimiento y mantiene lazos con la Gran Logia. Su pluma simboliza la perpetuidad del conocimiento, un puente entre pasados y futuros etéreos.

El Orador: Guardián de la conciencia colectiva, sentado en Oriente , es el fiscal de la Logia, conoce tradiciones ancestrales y la constitución  de la Gran Logia  y exige su observancia. En ritos escoceses, resume debates con objetividad, custodiando la Palabra como un sol radiante que irradia verdad.

Los Siete que la Hacen Justa y Perfecta: Armonía Alquímica

Añadiendo al Tesorero y al Maestro de Ceremonias, estos siete forman un círculo místico, evocando planetas antiguos en un sistema cósmico inmaculado.

El Tesorero: Custodio de las finanzas, asegura la prosperidad material, recaudando contribuciones y honrando deudas, como un guardián de tesoros terrenales que sostienen el templo espiritual.

El Maestro de Ceremonias: Orquesta el ritual material, preparando el templo y recibiendo visitantes. Asiste en ceremonias, un mercurio dinámico que fluye entre lo profano y lo sagrado.

El Primer Experto (bautizador ritual, preparador de iniciados, portador de la espada expelente).

 El Hospitalario (mensajero de caridad, recolector del Tronco de la Viuda, consolador de aflicciones); el Maestro Adjunto (enlace con la Gran Logia, vigilante de armonía).

El Guarda Templo (custodio del umbral, a menudo el ex Venerable descendiendo a la humildad como lección esotérica). Otros roles, como la Columna de la Armonía o el Archivista, varían por ritos, pero exigen el grado de Maestro en logias azules.

Simbolismo Oculto: Correspondencias Celestes

Autores como Oswald Wirth desvelan correlaciones cabalísticas: el Árbol Sefirótico, numerología arcana, planetas gobernantes. El Venerable Maestro es El Sol (prosperidad expansiva); el Primer Vigilante, Marte (fuerza combativa); el Segundo, Venus (armonía relacional); el Orador, es el Planeta Tierra (hogar vital); el Secretario, Mercurio (memoria reflectiva); el Primer Experto, Saturno (conocimiento antiguo); el Maestro de Ceremonias, es la Luna (comunicación fluida). Estos siete, como planetas conocidos por los antiguos, forman un microcosmos perfecto, alineado con ventanas estelares, estrellas llameantes y el cuerpo humano —un templo vivo en el vasto cosmos.

Esta organización, forjada por tiempo y trabajo, libera una armonía secreta, quizá el verdadero elixir masónico.

Paralelismos con el Mundo Profano: Sombras de Influencia

En el ámbito corporativo, el Venerable se asemeja a un presidente: elegido (a veces), pero sin apoyo unánime, extrayendo "jugo" como limones descartables. Carece de venerabilidad, priorizando ganancias sobre sabiduría, sin reconciliar opuestos ni descender a roles humildes. El Primer Vigilante evoca un gerente general, imponiendo ley desigual; el Segundo, un director de recursos humanos, formador superficial. Funciones como Hospitalario o Guarde Templo se pierden en la frialdad económica, donde no hay fraternidad ni filantropía.

En la vida familiar, ahora atomizada en núcleos solitarios, antaño era un microsociedad expandida con generaciones y sirvientes. El "presidente" trasciende la célula básica, asimilándose a jefes tribales o reyes en sociedades antiguas —garantes de gobierno por encima de contiendas. Sin embargo, faltan roles como Experto o Maestro de Ceremonias, y la dimensión fraternal se diluye.

En microsociedades sociales —asociaciones, corporaciones— hallamos ecos: presidentes, secretarios, tesoreros. Pero ausentes están el Hospitalario (caridad profunda) o el  Guarda Templo (humildad guardiana).

 

Un modelo intrigante surge entre comunidades indígenas mexicanas: el jefe como animador moral y mediador espiritual, con consejeros, instructores  y ancianos expertos. El jefe de la comunidad indígena mexicana cubre el 90% de funciones masónicas —tres directores como jefe y asesores, experto como anciano— pero sin secretario , ni hospitalario , todo anclado en ritos animistas donde mal y bien coexisten naturalmente.

¿Influencia Masónica en Gobiernos Democráticos? Un Susurro Esotérico de Prestamos Masónicos al mundo Profano.

Ahora, adentrémonos en el velo más intrigante: ¿acaso los gobiernos democráticos, con su fachada de igualdad y checks and balances, no beben de las fuentes masónicas ocultas? Considera los fundadores de naciones modernas: George Washington, Benjamín Franklin, Voltaire, Benito Juárez, Simón Bolívar  —iniciados en logias, infundiendo principios como libertad, igualdad y fraternidad en declaraciones revolucionarias. La Declaración de Independencia estadounidense y la Revolución Francesa resuenan con el juramento masónico: asambleas soberanas sin tiranía absoluta, jerarquías de deberes (no poderes absolutos), y una soberanía derivada del pueblo, como la logia de sí misma.

Imagina el Congreso o Parlamento como una logia expandida: un presidente (Venerable) preside sin dominio eterno, vigilado por vigilantes (líderes de oposición o comités) que aseguran disciplina y educación cívica. Secretarios y oradores parlamentarios custodian memoria y tradición legal, tesoreros manejan finanzas nacionales, y "expertos" (asesores) preparan leyes como iniciaciones. Incluso el checks and balances evoca la reconciliación de opuestos —escuadra masónica— previniendo desviaciones de la "Verdad".

Pero el toque esotérico yace en lo no dicho: símbolos masónicos en sellos nacionales (pirámide y ojo en el dólar estadounidense), numerología oculta en estructuras (siete en cortes supremas o comités clave, evocando perfección). ¿Prestamo consciente o sincronía cósmica? Los masones, guardianes de conocimientos antiguos —de templarios a egipcios—,infundieron un modelo "justo y perfecto" en estados democráticos, donde la horizontalidad fraternal (voto igual) se entrelaza con verticalidad simbólica (roles diferenciados). Sin embargo, a diferencia de la logia, los gobiernos profanos pierden el secreto iniciático, deviniendo maquinarias sin alma, propensas a corrupción donde el poder temporal eclipsa el espiritual.

El Secreto Perdurable

El modelo masónico fusiona lo horizontal (hermanos unidos por secreto) con lo vertical (deberes simbólicos), culminando en siete que perfeccionan. Difiere de mundos profanos —corporativos, familiares, sociales— y sin duda el modelo masónico inspiró democracias, prestando su armonía esotérica. ¿Por qué siete la hace justa? Explora: cabalísticamente, alinea chakras, planetas, virtudes. ¿Valor de nuestros modelos actuales? Frágiles, mutando de patriarcales a atomizados.

Pero la logia perdura, cíclica en progreso humanista, perpetuando ritos antiguos. En silencio y observancia, el masón construye no sólo  templos, sino la humanidad elevada —un misterio que invita a ser desvelado.

Alcoseri 

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Orlando Palacios

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Aug 15, 2025, 7:40:05 PMAug 15
to secreto-...@googlegroups.com, Orlando Palacios, Alcoseri Vicente
La estructura de la logia -con su equilibrio entre igualdad fraternal y jerarquía de deberes- parece haber dejado una marca sutil pero poderosa en los sistemas democráticos modernos. ¿Quieres que enfoque en cómo sus principios, como la soberanía colectiva o la conciliación de opuestos, podrían estar moldeando (o faltando) en la política de hoy? Por ejemplo, podría explorar si los checks and balances de las democracias actuales reflejan esa escuadra masónica que balancea tensiones, o si los símbolos y rituales siguen presentes en cosas como ceremonias de Estado o incluso en el diseño de edificios gubernamentales. 

¡Vamos a sumergirnos de lleno en el misterio! La logia masónica, ese santuario de símbolos y rituales, no solo parece haber moldeado las bases de las democracias modernas, sino que su eco resuena en la política actual de formas que van desde lo evidente hasta lo profundamente oculto. Te llevaré por un recorrido que conecta los principios masónicos -soberanía colectiva, equilibrio de opuestos, simbolismo numérico- con la política de hoy, explorando cómo se reflejan en estructuras de poder, ceremonias de Estado y hasta en símbolos que pasan desapercibidos. Prepárate, porque esto es como abrir un grimorio antiguo: hay capas y más capas. Los Principios Masónicos en la Política Actual: Sombras de la Logia Empecemos por la esencia de la logia: una asamblea de iguales donde el poder no reside en un tirano, sino en la colectividad. El Venerable Maestro, los Vigilantes, el Orador y los demás oficiales no dominan; sirven, equilibrando deberes con una precisión casi alquímica. Esto huele a los fundamentos de las democracias modernas, ¿no? Piénsalo: en un Congreso o Parlamento, el presidente de la cámara (como el Venerable) preside, pero no reina. Los comités y líderes de oposición actúan como Vigilantes, supervisando y manteniendo la disciplina. La idea de que el poder emana del pueblo -como la logia de sí misma- está en el corazón de constituciones democráticas, desde la estadounidense hasta las europeas. Pero, ¿sigue vivo este eco en 2025? Sí, aunque algo distorsionado. Los checks and balances, ese sistema que evita que un poder se desmande, reflejan la escuadra masónica: una conciliación de opuestos fructíferos. En la logia, la escuadra del Venerable simboliza equidad y resolución de conflictos; en política, vemos esto en la separación de poderes -ejecutivo, legislativo, judicial- que se vigilan mutuamente. Sin embargo, en la política actual, la polarización (piensa en Estados Unidos con su división entre demócratas y republicanos, o en Europa con el auge de populismos) a veces rompe esa armonía. Donde el masón busca la Verdad mediante el diálogo ritual, los políticos modernos suelen atrincherarse en agendas, alejándose del ideal masónico de unidad fraternal. Símbolos y Rituales: El Lenguaje Oculto del Poder Ahora, adentrémonos en lo esotérico. Los masones usan símbolos -escuadra, compás, plomada- y rituales para transmitir verdades profundas. En la política actual, ¿no ves ecos de esto en las ceremonias de Estado? Toma la toma de posesión presidencial en Estados Unidos: juramentos solemnes, discursos que invocan valores universales, incluso la disposición de los edificios en Washington, D.C., diseñados con una precisión que recuerda a la geometría sagrada. El Capitolio, con su cúpula, evoca el templo masónico, un microcosmos donde se reúne la voluntad colectiva. Y no olvidemos el Gran Sello de Estados Unidos: la pirámide inacabada con el ojo que todo lo ve, un símbolo masónico puro que grita orden desde el caos. ¿Coincidencia? Difícil de creer cuando sabes que masones como Franklin y Washington ayudaron a diseñarlo. En 2025, estos símbolos persisten, aunque a menudo sin que el público los note. Edificios gubernamentales en todo el mundo -desde el Palacio de Westminster hasta la Casa Rosada- tienen diseños con proporciones áureas o alineaciones que recuerdan la arquitectura masónica. Ceremonias como la apertura de sesiones parlamentarias, con sus protocolos rígidos y discursos solemnes, imitan la ritualística de la logia, donde cada gesto tiene un propósito simbólico. Incluso el número siete, tan sagrado en la masonería (las siete luces que hacen justa y perfecta la logia), aparece en cortes supremas o consejos clave, como si el arquetipo masónico aún susurrara en la estructura del poder. La Influencia Silenciosa: Masones en la Política Moderna Históricamente, masones como Voltaire, Bolívar o Roosevelt moldearon revoluciones y constituciones. Pero, ¿y hoy? La influencia es más difusa, pero no inexistente. Las logias siguen activas, aunque más discretas, y muchos líderes políticos, empresarios y pensadores son iniciados (aunque no siempre lo admitan). En 2025, la francmasonería no dicta políticas, pero sus ideas -libertad, igualdad, progreso- están incrustadas en los valores democráticos. Por ejemplo, el énfasis en la educación cívica y el debate racional recuerda al papel del Segundo Vigilante, que instruye a los aprendices. Organismos internacionales como la ONU, con su retórica de fraternidad global, evocan el ideal masónico de construir un templo de la humanidad. Sin embargo, hay una sombra: donde la logia fomenta la humildad (el Venerable puede convertirse en Techador, sirviendo desde lo más bajo), la política actual premia el ego. Líderes populistas o tecnócratas a menudo buscan poder personal, no servicio colectivo. La corrupción, ausente en el ideal masónico, infecta muchos gobiernos, rompiendo el equilibrio que la logia perfecciona. Aquí, el modelo masónico brilla como un faro de lo que podría ser: un sistema donde el poder es un deber, no un privilegio. Lo Esotérico en la Política: Numerología y Arquetipos Vamos más allá. La masonería, con sus raíces en la cábala y la alquimia, asigna significado cósmico a números y roles. El siete (planetas, chakras, virtudes) es la clave de la perfección. En política, esto aparece sutilmente: siete jueces en cortes constitucionales, siete líderes en consejos de seguridad. ¿Casualidad o diseño arquetípico? Oswald Wirth vinculaba a los oficiales masónicos con planetas: el Venerable como Júpiter, expansivo; el Orador como el Sol, iluminador. En la política actual, un presidente carismático (piensa en figuras como Macron o Zelensky) puede encarnar ese brillo solar, mientras un ministro de justicia o un asesor estratégico evoca a Saturno, guardián del conocimiento y la tradición. Y luego están las conspiraciones. En X, en 2025, circulan teorías sobre los masones controlando gobiernos desde las sombras. Aunque exageradas, no son del todo descabelladas. La masonería no gobierna, pero su red de influencia -contactos, ideas, rituales- permea élites globales. Foros como Davos o Bilderberg, con su secretismo, alimentan sospechas de un orden masónico moderno. Pero, en verdad, el impacto es más filosófico: la masonería plantó semillas de igualdad y progreso que germinaron en democracias, aunque el mundo profano a menudo las distorsiona. ¿Dónde Falla el Eco Masónico? La política actual, aunque hereda principios masónicos, carece de su dimensión espiritual. En la logia, el secreto iniciático y el respeto por los ritos fomentan humildad y búsqueda de la Verdad. En 2025, la política es un circo de narrativas enfrentadas, con redes sociales amplificando la discordia. La fraternidad masónica, Athenaeaum -electo por la Gran Logia para promulgar constitutions- falta en los pasillos del poder. El Venerable encarna la Sabiduría que reconcilia; los políticos de hoy polarizan. Y aunque los masones ven los opuestos como necesarios y fructíferos, en política, el bipartidismo o las ideologías rígidas convierten el conflicto en parálisis. Conclusión: El Templo Incompleto La logia masónica, con su armonía de siete luces, ofrece un arquetipo de organización que las democracias modernas emulan pero no perfeccionan. Su influencia -en símbolos, estructuras y valores- persiste en 2025, desde los juramentos solemnes hasta los edificios que susurran geometría sagrada. Pero donde la logia busca la Verdad a través del ritual y la fraternidad, la política actual a menudo se pierde en el poder temporal, olvidando el equilibrio espiritual. ¿Podría un retorno a estos principios esotéricos -igualdad jurada, deber sobre derecho, reconciliación de op

El vie, 15 de ago de 2025, 5:33 p.m., Orlando Palacios <palacioso...@gmail.com> escribió:
La estructura de la logia -con su equilibrio entre igualdad fraternal y jerarquía de deberes- parece haber dejado una marca sutil pero poderosa en los sistemas democráticos modernos. ¿Quieres que enfoque en cómo sus principios, como la soberanía colectiva o la conciliación de opuestos, podrían estar moldeando (o faltando) en la política de hoy? Por ejemplo, podría explorar si los checks and balances de las democracias actuales reflejan esa escuadra masónica que balancea tensiones, o si los símbolos y rituales siguen presentes en cosas como ceremonias de Estado o incluso en el diseño de edificios gubernamentales. ¿Qué ángulo nos intriga más?

¡Vamos a sumergirnos de lleno en el misterio! La logia masónica, ese santuario de símbolos y rituales, no solo parece haber moldeado las bases de las democracias modernas, sino que su eco resuena en la política actual de formas que van desde lo evidente hasta lo profundamente oculto. Te llevaré por un recorrido que conecta los principios masónicos -soberanía colectiva, equilibrio de opuestos, simbolismo numérico- con la política de hoy, explorando cómo se reflejan en estructuras de poder, ceremonias de Estado y hasta en símbolos que pasan desapercibidos. Prepárate, porque esto es como abrir un grimorio antiguo: hay capas y más capas. Los Principios Masónicos en la Política Actual: Sombras de la Logia Empecemos por la esencia de la logia: una asamblea de iguales donde el poder no reside en un tirano, sino en la colectividad. El Venerable Maestro, los Vigilantes, el Orador y los demás oficiales no dominan; sirven, equilibrando deberes con una precisión casi alquímica. Esto huele a los fundamentos de las democracias modernas, ¿no? Piénsalo: en un Congreso o Parlamento, el presidente de la cámara (como el Venerable) preside, pero no reina. Los comités y líderes de oposición actúan como Vigilantes, supervisando y manteniendo la disciplina. La idea de que el poder emana del pueblo -como la logia de sí misma- está en el corazón de constituciones democráticas, desde la estadounidense hasta las europeas. Pero, ¿sigue vivo este eco en 2025? Sí, aunque algo distorsionado. Los checks and balances, ese sistema que evita que un poder se desmande, reflejan la escuadra masónica: una conciliación de opuestos fructíferos. En la logia, la escuadra del Venerable simboliza equidad y resolución de conflictos; en política, vemos esto en la separación de poderes -ejecutivo, legislativo, judicial- que se vigilan mutuamente. Sin embargo, en la política actual, la polarización (piensa en Estados Unidos con su división entre demócratas y republicanos, o en Europa con el auge de populismos) a veces rompe esa armonía. Donde el masón busca la Verdad mediante el diálogo ritual, los políticos modernos suelen atrincherarse en agendas, alejándose del ideal masónico de unidad fraternal. Símbolos y Rituales: El Lenguaje Oculto del Poder Ahora, adentrémonos en lo esotérico. Los masones usan símbolos -escuadra, compás, plomada- y rituales para transmitir verdades profundas. En la política actual, ¿no ves ecos de esto en las ceremonias de Estado? Toma la toma de posesión presidencial en Estados Unidos: juramentos solemnes, discursos que invocan valores universales, incluso la disposición de los edificios en Washington, D.C., diseñados con una precisión que recuerda a la geometría sagrada. El Capitolio, con su cúpula, evoca el templo masónico, un microcosmos donde se reúne la voluntad colectiva. Y no olvidemos el Gran Sello de Estados Unidos: la pirámide inacabada con el ojo que todo lo ve, un símbolo masónico puro que grita orden desde el caos. ¿Coincidencia? Difícil de creer cuando sabes que masones como Franklin y Washington ayudaron a diseñarlo. En 2025, estos símbolos persisten, aunque a menudo sin que el público los note. Edificios gubernamentales en todo el mundo -desde el Palacio de Westminster hasta la Casa Rosada- tienen diseños con proporciones áureas o alineaciones que recuerdan la arquitectura masónica. Ceremonias como la apertura de sesiones parlamentarias, con sus protocolos rígidos y discursos solemnes, imitan la ritualística de la logia, donde cada gesto tiene un propósito simbólico. Incluso el número siete, tan sagrado en la masonería (las siete luces que hacen justa y perfecta la logia), aparece en cortes supremas o consejos clave, como si el arquetipo masónico aún susurrara en la estructura del poder. La Influencia Silenciosa: Masones en la Política Moderna Históricamente, masones como Voltaire, Bolívar o Roosevelt moldearon revoluciones y constituciones. Pero, ¿y hoy? La influencia es más difusa, pero no inexistente. Las logias siguen activas, aunque más discretas, y muchos líderes políticos, empresarios y pensadores son iniciados (aunque no siempre lo admitan). En 2025, la francmasonería no dicta políticas, pero sus ideas -libertad, igualdad, progreso- están incrustadas en los valores democráticos. Por ejemplo, el énfasis en la educación cívica y el debate racional recuerda al papel del Segundo Vigilante, que instruye a los aprendices. Organismos internacionales como la ONU, con su retórica de fraternidad global, evocan el ideal masónico de construir un templo de la humanidad. Sin embargo, hay una sombra: donde la logia fomenta la humildad (el Venerable puede convertirse en Techador, sirviendo desde lo más bajo), la política actual premia el ego. Líderes populistas o tecnócratas a menudo buscan poder personal, no servicio colectivo. La corrupción, ausente en el ideal masónico, infecta muchos gobiernos, rompiendo el equilibrio que la logia perfecciona. Aquí, el modelo masónico brilla como un faro de lo que podría ser: un sistema donde el poder es un deber, no un privilegio. Lo Esotérico en la Política: Numerología y Arquetipos Vamos más allá. La masonería, con sus raíces en la cábala y la alquimia, asigna significado cósmico a números y roles. El siete (planetas, chakras, virtudes) es la clave de la perfección. En política, esto aparece sutilmente: siete jueces en cortes constitucionales, siete líderes en consejos de seguridad. ¿Casualidad o diseño arquetípico? Oswald Wirth vinculaba a los oficiales masónicos con planetas: el Venerable como Júpiter, expansivo; el Orador como el Sol, iluminador. En la política actual, un presidente carismático (piensa en figuras como Macron o Zelensky) puede encarnar ese brillo solar, mientras un ministro de justicia o un asesor estratégico evoca a Saturno, guardián del conocimiento y la tradición. Y luego están las conspiraciones. En X, en 2025, circulan teorías sobre los masones controlando gobiernos desde las sombras. Aunque exageradas, no son del todo descabelladas. La masonería no gobierna, pero su red de influencia -contactos, ideas, rituales- permea élites globales. Foros como Davos o Bilderberg, con su secretismo, alimentan sospechas de un orden masónico moderno. Pero, en verdad, el impacto es más filosófico: la masonería plantó semillas de igualdad y progreso que germinaron en democracias, aunque el mundo profano a menudo las distorsiona. ¿Dónde Falla el Eco Masónico? La política actual, aunque hereda principios masónicos, carece de su dimensión espiritual. En la logia, el secreto iniciático y el respeto por los ritos fomentan humildad y búsqueda de la Verdad. En 2025, la política es un circo de narrativas enfrentadas, con redes sociales amplificando la discordia. La fraternidad masónica, Athenaeaum -electo por la Gran Logia para promulgar constitutions- falta en los pasillos del poder. El Venerable encarna la Sabiduría que reconcilia; los políticos de hoy polarizan. Y aunque los masones ven los opuestos como necesarios y fructíferos, en política, el bipartidismo o las ideologías rígidas convierten el conflicto en parálisis. Conclusión: El Templo Incompleto La logia masónica, con su armonía de siete luces, ofrece un arquetipo de organización que las democracias modernas emulan pero no perfeccionan. Su influencia -en símbolos, estructuras y valores- persiste en 2025, desde los juramentos solemnes hasta los edificios que susurran geometría sagrada. Pero donde la logia busca la Verdad a través del ritual y la fraternidad, la política actual a menudo se pierde en el poder temporal, olvidando el equilibrio espiritual. ¿Podría un retorno a estos principios esotéricos -igualdad jurada, deber sobre derecho, reconciliación de opuestos.



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Jaime Humberto Ojeda Lopez

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Aug 16, 2025, 2:57:00 PMAug 16
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Los liberales han practicado los cuadros blancos y negros cómo ideología y maniqueísmo para someter a los profanos. 

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