La última bufonada

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Apr 8, 2009, 11:28:00 AM4/8/09
to cienciologia
Fuente.- El País, España
Enlace.-
http://www.elpais.com/articulo/portada/ultima/cruzada/Cruise/elpepusoceps/20090104elpepspor_7/Tes

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La última cruzada de Cruise

Es una superestrella, pero su actitud terminó poniendo su prestigio en
entredicho. Ahora protagoniza 'Valkiria', una película controvertida
que retrata el complot fallido para asesinar a Hitler. ¿Será su
redención?

Los ojos de Hollywood, cualquier otro ya estaría muerto y enterrado. Y
en los últimos años a Tom Cruise se le ha dado muy bien eso de cavar
su tumba. Uno no puede subirse en un sofá dando saltos como un loco en
un programa de máxima audiencia sin esperar consecuencias. O atacar
sin miramientos a periodistas o compañeros de profesión criticando
estudios sobre psiquiatría basándose en creencias religiosas
relacionadas con un extraterrestre llamado Xenu. Y mientras este
torbellino mina desde hace tres años la vida personal de la estrella,
en el plano laboral su credibilidad no mejora, sobre todo desde que
los estudios Paramount decidieron deshacerse de él porque "su conducta
no era aceptable". Lo dicho: una muerte segura para cualquiera en esta
industria. Pero Tom Cruise no es un cualquiera. Es alguien que ha
sabido mantenerse durante 25 años como la mayor estrella de Hollywood.

Cruise se defiende: "Mi deseo es acabar con todo el ruido y seguir
viviendo ese sueño", afirma tajante y con esa sonrisa perfecta. El
sueño de Cruise bien puede ser la peor pesadilla de su carrera. Se
llama Valkiria, y hasta su creador y guionista, Christopher McQuarrie,
lo reconoce. "Estamos hablando de una producción de Hollywood sobre
una historia alemana, donde los héroes son militares que sirvieron en
el ejército de Hitler, pero que atentaron contra él y que serán
ejecutados al final de la película. Suena como la peor idea del mundo
para hacer un filme".

Quizá no es la peor, pero tiene sus problemas. Pero ya hemos dicho que
Cruise no es un cualquiera. Nadie como él ha sabido transformarse de
ídolo de adolescentes (Risky Business) a superestrella de acción (Top
Gun), actor dramático con mayúsculas (Nacido el 4 de julio) o cómico
en papeles minúsculos (Tropic Thunder: Una guerra muy perra), héroe de
acción (cualquiera de las entregas de Mission: Impossible) o galán
romántico de sonrisa irresistible (Jerry Maguire). Enamorado del cine
de arte (Eyes Wide Shut) o de palomitas (La guerra de los mundos),
humano (Rain Man) o inhumano (Entrevista con el vampiro).

Ésas son algunas de las caras de Thomas Cruise Mapother, nacido en
Syracuse (Nueva York) el 3 de julio de 1962, en un hogar modesto y con
un padre abusivo. Un actor que en 2006 la revista Forbes bautizó como
la estrella más poderosa de la industria y que este año la periodista
Barbara Walter seleccionó como una de las 10 personas más fascinantes
del año. O al que Sherry Lansing, ex presidenta de Paramount durante
los años más turbulentos de la carrera de Cruise, ha calificado como
"uno de los actores con más talento con los que he trabajado". La
misma Lansing también le auguró una carrera como "productor y
director" y que lograría un Oscar, y aunque de momento ni el premio
(al que ha aspirado en tres ocasiones) ni el apartado de la dirección
se han cumplido, Cruise, en medio de la crisis, ha conseguido grandes
éxitos de taquilla como los 590 millones de dólares que recaudó La
guerra de los mundos. Y en el apartado de la producción, Cruise es en
la actualidad el dueño minoritario de los estudios United Artists,
división de MGM. Grandes logros para alguien al que se daba por
muerto.

De todas formas, por muy estrella que sea, Cruise está lejos de haber
salido de la encrucijada. Está más delgado que nunca, y eso aumenta su
apariencia de chaval, aunque ya tiene 46 años. Sonrisa perenne, mirada
penetrante y brazos cruzados durante la entrevista, una posición
defensiva que también se nota en sus palabras, agradables, elocuentes,
incesantes, pero encaminadas a llevar cualquier pregunta hacia su
terreno, con evasivas o generalidades.

Sólo insiste en dejar un detalle claro: por muchos millones que estén
en juego, se vuelca en su carrera por pasión, no por dinero. "A mí lo
que me ilusiona son las historias que leo. No puedo evitar ser ese
niño que todavía no se acaba de creer lo que le pasa. Que sigue aquí,
capaz de hacer realidad las películas que quiero hacer. Nunca olvidaré
el dinero que ahorraba para ir al cine. Eso no se olvida. Lo mismo que
la pasión por hacer posible la magia. Es mi deseo, y si en algo ha
cambiado, es en que cada vez va a más".

Estas ganas se materializan en Valkiria. Al guionista, McQuarrie, le
vino la idea durante un viaje a Berlín en 2002. Mientras preparaba
otro guión, hizo un tour por la capital alemana que acabó frente al
único monumento dedicado a soldados alemanes que sirvieron durante la
II Guerra Mundial. Se trata del Bendlerblock, sede actual del
Ministerio alemán de Defensa, donde el 20 de julio de 1944 Claus von
Stauffenberg y sus colaboradores fueron fusilados por atentar contra
la vida del Führer para poner fin al régimen nazi. Cuanto más supo de
esta historia, más le interesó. Fanático de la II Guerra Mundial,
McQuarrie estaba acostumbrado a colaborar con el realizador Bryan
Singer, también enamorado de ese periodo de la historia, y no dudó en
contarle su descubrimiento.

McQuarrie, Singer y Cruise confluyeron en Valkiria gracias a los
contactos que el primero tenía con United Artists. Con un presupuesto
de 90 millones de dólares y una premisa suicida tanto para el estudio
como para el propio Cruise, el destino de Valkiria estaba sellado.
¿Por qué un proyecto así en tiempos de crisis? Cruise titubea y se
lanza: "La experiencia de hacer cine es siempre intensa. Es la
naturaleza de esta bestia. Ésta es la segunda vez que interpreto un
personaje real, así que la presión es normal. Pero siempre me han
gustado los personajes difíciles. Y no soy ajeno a la controversia.
Con Nacido el 4 de julio, el estudio no quería hacer la película.
Incluso con Rain Man...tuvimos a tres directores a bordo. Y estuvo el
tema con Kubrick (Eyes Wide Shut) y con Vanilla Sky. Es la naturaleza
de este negocio. Pero estaba claro que siendo un proyecto sobre
Alemania y en ese periodo de su historia, la polémica estaba servida",
resume sin acabar de explicar por qué lanzarse al ruedo con esta cinta
en lugar de escoger otro filme de acción o una comedia romántica,
terrenos más seguros en Hollywood.

Y ahora sí lanza una contestación sencilla y escueta: "Porque se trata
de una historia que te agarra desde el punto de vista cinematográfico.
Porque es un guión extraordinario de Chris McQuarrie. Porque Bryan
[Singer] es un director con el que quería trabajar desde que vi
Sospechosos habituales, y ésta es la combinación perfecta. Chris ganó
su Oscar con Bryan, y Bryan es un cineasta excelente. Eso se suma a
una historia increíblemente poderosa".

Las opiniones se cruzan. Singer tiene la misma elevada consideración
de su protagonista. "Ésta es la primera vez que trabajo con una
estrella de cine", admite quien hizo una estrella de Kevin Spacey en
Sospechosos habituales y descubrió a Hugh Jackman el universo de
Hollywood gracias a la saga de los X Men. "Mi opinión no puede ser
mejor. Es alguien que ha hecho tantas películas que su experiencia
facilita las cosas. Siente amor por el cine y tiene una elevada ética
de trabajo. Te diría sin riesgo a equivocarme que es una de las
mayores estrellas que existen en la actualidad, si no la más grande".

Pero las estrellas también pasean por la cuerda floja. Su último
estreno como jefe de estudio y actor, Leones por corderos, sólo
recaudó 15 millones de dólares, el mayor fracaso en la taquilla de
toda su carrera. Y el que se rumoreaba como su próximo proyecto, Edwin
A. Salt, ha sufrido una profunda transformación y su papel está en
manos de la chica del momento, Angelina Jolie.

Así que el ruido nunca ha cesado durante los 20 meses de producción de
Valkiria. En junio de 2007, el Gobierno alemán prohibió que rodaran la
escena de los fusilamientos en el Bendlerblock. Sin dar razones
oficiales, la que estaba en la mente de todos fue la aversión de los
alemanes a la cienciología, el credo de Cruise. Además, miembros de la
familia Stauffenberg declararon que el filme estaba "abocado a ser una
basura". Las primeras imágenes de Cruise como Stauffenberg, mutilado
en África durante la II Guerra Mundial con heridas que le hicieron
llevar un parche en el ojo, fueron motivo de broma, y la supuesta
manipulación de las verdaderas fotografías de la época para aproximar
el parecido del militar con Cruise fue motivo de escándalo. Y 10
extras resultaron heridos durante el rodaje en Berlín y demandaron a
la producción por 11 millones de dólares. También hubo problemas con
el despliegue de esvásticas en el rodaje, ya que son símbolos
prohibidos en Alemania. Y el colmo: cuando finalmente se pudo filmar
en el Bendlerblock, parte del material resultó dañado y hubo que hacer
nuevas tomas.

"No se trata de una película del Holocausto. Lo que hemos hecho es un
filme de suspense centrado en un intento de asesinato. Recuerdo ese
momento de silencio que imperaba donde fusilaron a todos los
implicados. En ese momento supimos que habíamos completado el
círculo", resume Singer. En realidad, el círculo no estará completo
hasta el estreno de la cinta. Y tanto Cruise como United Artists y la
MGM necesitan algo más que un buen estreno, necesitan un triunfo
valorado al menos en unos 150 millones de dólares en la taquilla
estadounidense.

Y tanto Cruise como United Artists y la MGM necesitan algo más que un
buen estreno, necesitan un triunfo valorado al menos en unos 150
millones de dólares en la taquilla estadounidense.

Una inversión extra de 60 millones de dólares en publicidad, una
campaña rompedora fiel al concepto de Singer de que se trata de un
thriller de acción y el claro objetivo: transmitir al público que
Valkiria es una película con cerebro. Lejos de vender el filme como un
producto de Tom Cruise, el actor queda como la figura central de un
reparto plural que incluye a Kenneth Branagh, Bill Nighy, Tom
Wilkinson o Eddie Izzard, entre otros . Un cambio radical.

Si hace unos meses Valkiria era el gran batacazo de Cruise, el último
clavo en su ataúd, ese trágico final todavía está por ver. Tanto la
revista Variety como Entertainment Weekly, dos de las publicaciones de
mayor circulación en la industria del cine y entre sus aficionados,
confían en un posible ave fénix.

"La vida es complicada... Y nadie se libra", afirma Tom Cruise. "Me
acuerdo de mi madre, de cómo crió a sus cuatro hijos como si fuera una
madre soltera, trabajando. Había mañanas en las que me daba cuenta de
que no podía salir de la cama. Pero nunca faltó al trabajo. Esos
momentos los tengo siempre muy presentes. Tenía muy claro que su vaso
estaba medio lleno, no medio vacío... Ése es mi espíritu, positivo. No
pienso que todo es bello, pero siempre tengo esperanza. Así es como me
han criado y siempre me ha servido, incluso en los momentos más
difíciles", resume el actor. Al fin y al cabo, pocas cosas le gustan
tanto a Hollywood como las resurrecciones.

--------- fin ---------

Saludos
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