(IVÁN): EL PADRE SÓLO TE VE EN SU VOLUNTAD PURA (JURADA A ISAAC): PARA ENRIQUECERTE YA:

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Sábado, 14 de Octubre, 2017 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

(Recordando en éste 9 de octubre pasado, cuando se celebraba la Independencia de Guayaquil, y Bolívar junto con José de San Marti acordaron integrar al Ecuador a Venezuela y Nueva Granada, formando así la Republica de la Gran Colombia, para que seamos grandes en amor, en unión y en progreso constante en nuestras Américas, perpetuamente. Que nuestro Padre celestial los siga bendiciendo cada día con su grande amor infinito, manifestado por medio de su Hijo Jesucristo hacia cada uno de sus hijos e hijas de todo nuestro Gran Guayaquil, dentro de nuestras tierras y fuera de ellas, para que andemos constantemente guiados por su Espíritu Santo y sus dones maravillosos, que nos enriquecen grandemente, siempre. ¡Amén!)

EL PADRE SÓLO TE VE EN SU VOLUNTAD PURA (JURADA A ISAAC): PARA ENRIQUECERTE YA:

Nuestro Señor Jesucristo le pido su nombre a Jacobo mientras luchaban aquella noche hasta rayar el alba, porque Jacobo había decido que no lo dejaría hasta que le entregue su bendición. Y él le respondió diciéndole, mi nombre es Jacobo. Pero Jacobo inmediatamente le preguntó por su nombre también: por favor dímelo, le decía. Y el Señor le dijo, ¿por qué preguntas por mi nombre? Entonces el Señor lo bendijo a él allí en Peniel, porque Jacobo dijo: E visto a Dios cara a cara y aún así me perdonó, porque estimo grandemente y con mucho aprecio mi vida y de todos los míos delante de sus ojos.

Éste es el día cuando nuestro Señor Jesucristo descendió del cielo arriba para encontrarse con Jacobo, porque él estaba regresando a la tierra de donde nació de la casa de su padre Isaac, para volver a empezar su familia con sus parientes que habitaban en la tierra de Canaán. Y en su camino a Canaán, nuestro Señor Jesucristo se le apareció a Jacobo para bendecirlo, pero él empezó a luchar con él con grande fuerza humana, visto que una gran bendición venia sobre toda su vida, pero igualmente para todo su hogar que incluía a sus hijos prometidos a su padre Abraham, que nacerían en las generaciones venideras.

Además, porque Jacobo siempre había buscado de su bendición de parte del Señor a través de los años, entonces esta fue la noche que sintió que la recibiría, por ende, él empezó a luchar con Él con todas sus fuerzas para que se la entregara antes que rayara el alba: porque él tenía que ser enriquecido con los suyos entrando a Canaán. Aquí es cuando Jacobo le pidió por su nombre a nuestro Señor Jesucristo, pero inmediatamente le respondió con otra pregunta a que él le declare su nombre más bien: porque Él le estaba bendiciendo cuando le daba su nombre a él, es decir, que cuando Jacobo dijo mi nombre es Jacobo entonces el Señor Jesucristo le entregó un nombre nuevo y perpetuo.

Aquí es cuando nuestro Señor Jesucristo le reveló a Jacobo su nombre, porque él le había pedido por su nombre que es grande y admirable, y que nadie lo puede comprender jamás: pero cuando Jacobo le entregó su nombre, entonces el Señor le dijo que su nombre no sería más Jacobo, pero Israel será; porque tú has peleado con los hombres y Dios, ganando. Aquí es cuando nuestro Padre celestial estaba realmente dando a conocer el nombre de su Hijo Jesucristo, que sería conocido no solamente por Jacobo, pero igualmente para poseerlo perpetuamente: ya que Jacobo le había pedido por su nombre, y al pedirle por su nombre, entonces su nombre le fue cambiado a Israel, porque éste es el nombre de su Hijo amado, perpetuamente.

Por eso, que camino a Canaán junto con sus mujeres e hijos que llevaban lo que poseía, entonces nuestro Padre celestial le entregó a Jacobo a que lleve el nombre de su único Hijo Jesucristo, así como siempre lo ha conocido a él en la eternidad, y este es el nombre de Israel: ya que Jacobo es su primogénito entre las naciones. Además, Jacobo iba en camino a empezar a recibir a sus hijos que nuestro Padre celestial le había prometido a su padre Abraham a que los tenga en las generaciones venideras, porque todos ellos vendrían a ser una familia de naciones, llevando su santo nombre fuego hacia lo alto del monte Sión, que Él había escogido para establecer su voluntad perfecta, perpetuamente.

Por ende, Jacobo tenía que ser renombrado por nuestro Padre celestial a través de su Hijo Jesucristo, que había descendido para bendecirlo grandemente con su nombre propio del cielo, que es Israel, para que sus hijos entonces nazcan así como Isaac nació del vientre estéril de Sara, por el Espíritu Santo en Canaán, a que sea su nación amada, establecida como Israel. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su primogénito en la tierra, que es Jacobo, para que no sea llamado más Jacobo, pero Israel legalmente: porque éste es el nombre de familia de su Hijo Jesucristo en que siempre ha sido conocido en su reino, y porque Jacobo regresaba a Canaán entonces su nombre tenía que ser Israel, para complacer al Padre, siempre.

Consecuentemente, Jacobo regresó a Canaán con el nombre de su Hijo Jesucristo, porque nuestro Padre celestial necesitaba a su primogénito Jacobo que sea conocido por las familias de las naciones del mundo entero como Israel, ya que al nombrar a Jacobo como Israel: entonces también estaba renombrando a Canaán como Israel, porque allí será en donde vivirá con su Hijo amado, perpetuamente. Éste es el día, cuando nuestro Padre celestial empezó a tener a Jacobo renombrado así como su Hijo Jesucristo es, y éste es Israel, porque no solamente Jacobo seria renombrado Israel pero igualmente la tierra escogida soberanamente por Él mismo, para que su Hijo amado nazca junto con todos sus hijos levantando su santo nombre en gloria eterna, sobre el monte Sión.

Evidentemente, esta es Canaán, escogida por nuestro Padre celestial no solamente para que su Hijo Jesucristo nazca del vientre virgen de la hija de David, bañado en su propia sangre del Juramento a Isaac, para atraer hacia Israel su santo nombre fuego alumbrando sobre su vida eterna, vivida por su Hijo amado, pero igualmente vivirla por todos nosotros en Israel y las naciones. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba que su Juramento a Isaac sea establecido y cumplido perpetuamente con su Hijo Jesucristo y con sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, sobre el monte santo de Jerusalén: para que su santo nombre fuego brille sobre sus vidas individuales, ya sea que vivan redimidos en la tierra o en el cielo.

Por ende, éste es el lugar que nuestro Padre celestial escogió para que toda alma humana renazca milagrosamente del bautismo de agua y del bautismo del Espíritu Santo, porque cuando se sumergen en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre bendito, entonces se levantan del bautismo hacia el monte Sión y su Lugar Santísimo perpetuamente justificados, con vida eterna y salvación. Estos son los santos del monte Sión que han venido a ser sus hijos, renacidos del agua y del Espíritu Santo, para que sean instantáneamente no solamente sus hijos bendecidos grandemente, pero igualmente sus reyes, sus sacerdotes y templos a su santo nombre fuego para reinar con Él sobre las familias de las naciones, perpetuamente con su santidad perfecta.

Por eso, es que era importante para nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo de encontrarse con Jacobo, de regreso a Canaán con sus esposas y con sus hijos, cargando con las riquezas que había acumulado por veinte años trabajando por Laban, el padre de sus mujeres, para entonces renombrar a Jacobo junto con Canaán con su nombre reservado. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba que su primogénito Jacobo sea conocido mundialmente como Israel, pero igualmente su tierra, que Él mismo había escogido para establecer su santo nombre fuego sobre su monte santo de Jerusalén, cuando su Hijo Jesucristo viva su vida eterna victoriosamente sobre Satanás y sus ángeles caídos, finalmente destruyendo todo reino de tinieblas junto con la muerte, perpetuamente.

Visto que, ésta es Canaán en la que nuestro Padre celestial derramaría su misma vida eterna sobre toda ella completamente, porque Él tenía que ungirla para su Hijo Jesucristo vivirla con su sangre derramada sobre su cuerpo, naciendo de la hija virgen de David, por el Espíritu Santo, postreramente conquistando a las naciones con su vida única emanando leche y miel mundialmente. Ya que, ésta es la leche y miel que las familias de las naciones finalmente comerán de nuestro Padre celestial, porque su Hijo Jesucristo nació bañado en su propia sangre de la hija virgen de David, introduciendo así hacia Israel su santo nombre, ardiendo sobre el monte santo de Jerusalén, pero igualmente, alumbrando sobre sus hijos renacidos del agua y del Espíritu Santo.

Evidentemente, es la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial en cada hombre, mujer, niño y niña a que renazca del agua en todas partes del mundo, como en donde sea que vivan, y así, sumergidos en agua, sueltan el espíritu de error y la carne pecadora, y sólo entonces podrán emerger del agua hacia su presencia santísima sobre el monte Sión, perpetuamente enriquecidos. Visto que, si algunos de sus hijos fallan en renacer del agua, invocando la perfecta santidad de su nombre bendito, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces ellos habrán fallado también de haber renacido del monte Sión y de su Lugar Santísimo, para que vengan a ser sus hijos legítimos, renacidos de su imagen santísima: como sus reyes y sacerdotes.

Además, nuestro Padre celestial necesita llenar a todo su nuevo reino con sus hijos que Él empezó con Abraham, cuando lo llamó a que suba a su hijo muy amado Isaac al monte santo que le mostraría postreramente, para que lo ponga sobre el madero como el sacrificio encendido hacia su santo nombre fuego, para levantar su nuevo reino sobre las naciones. Y éste es el altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y su Espíritu, para entonces Él poder levantar sus manos sobre su santo nombre fuego clavado al madero, cuando Isaac permanecía tendido sobre el lugar del fuego, Juramentando así bendiciones sobre él y sus hijos por nacer, prometiendo abundante vida eterna y riquezas interminables en toda la tierra, perpetuamente.

Por ende, aquí es donde nuestro Padre celestial estableció su santo nombre fuego finalmente cuando su Hijo Jesucristo fue bañado en su propia sangre, al nacer del vientre virgen de la hija de David, por los poderes del Espíritu Santo, sellando así su perfecta voluntad sobre el monte Sión para reinar sobre las naciones, incluyendo el reino angelical con santidad perfecta, eternamente. Es decir, que la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial no está en el reino angelical como muchos piensan siempre, pero, la verdad es que Él mismo la estableció sobre el monte de Jerusalén perpetuamente, cuando su santo nombre fuego fue clavado primeramente sobre el madero y luego su Hijo Jesucristo derramando su sangre reparadora, quitando así todo pecado del mundo entero instantáneamente.

En este lugar de la creación de nuestro Padre celestial ha llamado a su Hijo Jesucristo no solamente a que nazca de la hija virgen de David, bañado en su misma sangre bendita, para que su santo nombre fuego descienda del cielo, estableciéndose sobre el monte Sión, pero igualmente: Él ha llamado divinamente a cada hombre, mujer, niño y niña a salvarse. Visto que, aquí es donde su perfecta voluntad ha sido establecida perpetuamente, cuando su santo nombre fuego fue clavado al madero junto con su Jesucristo derramando su sangre reparadora, llena de vida eterna, para que todo Israel y las familias de las naciones la tengan como suya, gozándose siempre de su leche y miel, emanando de ella abundantemente, como prometió a Abraham antiguamente.

Ciertamente, el comer del pan y vino no es lo único que nuestro Padre celestial nos ha dado por medio de su Hijo Jesucristo, para que todos nosotros entremos a su Juramento eterno a Isaac sobre el monte Sión y su Lugar Santísimo, pero igualmente a que comamos y bebamos de Él mismo que es su leche y miel dándonos vida abundantemente. Ya que, es la vida eterna de nuestro Padre celestial en la que su Hijo Jesucristo nació de la hija de David, por los poderes del Espíritu Santo, trayendo el santo nombre fuego sobre el monte santo de Jerusalén y su Lugar Santísimo, pero igualmente el derramamiento de su vida eterna como la leche y miel, alimentando a las naciones mundialmente, siempre.

Por ello, ya que tú eres bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre bendito, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo entonces tú habrás abandonado el espíritu de error y la carne pecadora, para empezar a comer y beber del Espíritu Santo y de la carne sagrada su leche y miel que su misma vida prístina te entregó. Y esto es algo que nuestro Padre celestial jamás hizo con los ángeles ni menos en la tierra con el hombre, mujer, niño y niña de las naciones, excepto en Israel y con Isaac, porque éste es el lugar en donde no solamente ha establecido su voluntad perfecta perpetuamente, pero igualmente en donde sus hijos renacen con Él de su Espíritu Santo.

Es decir también que la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial no está realmente establecida en la gloria celestial con los ángeles pero, preferiblemente en las familias de la humanidad, empezando en Israel, porque fue con Abraham que Él se sentó a comer del pan y vino de su Hijo Jesucristo, para que él postreramente nazca como Isaac del vientre estéril de Sarah. Nuestro Padre celestial necesitaba que su Hijo Jesucristo nazca del vientre estéril de Sarah, por los poderes del Espíritu Santo, porque Él no solamente deseaba introducir su amor asombroso en Abraham y sus amados, pero igualmente Él necesitaba que su sangre reparadora de su vida eterna sea parte eterna de cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones.

Consiguientemente, era importante para nuestro Padre celestial de tener a su Hijo amado nacido como Isaac de Sarah, por el Espíritu Santo, para que Él tenga a su Hijo viviendo en su carne sagrada, huesos inquebrantables y sangre reparadora para establecer su perfecta voluntad y así su vida eterna y salvación sean posibles para la humanidad entera sobre el monte Sión ya. Ya que, era sobre el monte Sión, descansando sobre el monte Moriah, a donde nuestro Padre celestial llamó a Abraham a subir a su único hijo Isaac amado por muchos años en el seno de su hogar y de sus amados, como Sarah y sus hijos adoptados, porque era el tiempo ya para establecer su voluntad todopoderosa con Isaac: bendiciéndote grandemente hoy.

Sin duda, nuestro Padre celestial necesitaba hacer su más importante Juramento en la tierra por medio de Isaac sobre el monte Sión y su Lugar Santísimo, descansando sobre el monte Moriah, porque Él necesitaba no solamente a sus hijos a nacer del Espíritu Santo en las generaciones venideras, pero igualmente conquistar sus victorias eternas de su santo nombre fuego en la eternidad. Por eso, es que cuando el tiempo de Israel de haber vivido los cuatrocientos años en su cautiverio egipcio culminó, entonces nuestro Padre celestial descendió con su altar del amor prehistórico con Isaac y con su Espíritu Santo, para que Él finalmente entregar su santo nombre fuego a Moisés, de acuerdo al Juramento a Isaac, para que su voluntad perfecta florezca mundialmente.

Dado que, cuando nuestro Padre celestial llamó a Abraham a traerle a él a su hijo amado Isaac, entonces fue para ponerlo sobre el madero y listo para arder como un sacrificio quemado, para las nuevas glorias de su santo nombre fuego que finalmente le entregaría a Moisés y a Israel sobre el mismo monte Sión, descansando sobre el monte Sinaí poderosamente. Además, nuestro Padre celestial necesitaba manifestar las glorias y poderes asombrosos de su Espíritu Santo a Israel por medio de su santo nombre facilitado a Moisés sobre el monte Sión y su Lugar Santísimo, descansando sobre el Sinaí: porque Él necesitaba que cada hombre, mujer, niño y niña lo confiese, y así sus asombrosos poderes de su perfecta voluntad se manifiesten finalmente.

Porque cuando su santo nombre fuego fuese confesado por sus hijos en la tierra de Gosén, y listos para abandonar su cautiverio egipcio, entonces fue para que su perfecta voluntad Jurada a Isaac se manifieste con milagros, maravillas y señales en el cielo y en la tierra, para que salgan liberados por completo hacia las abundantes promesas de cada día, enriqueciéndolos, siempre. Ciertamente, cuando los israelitas confesaban la perfecta santidad de su nombre bendito, invocando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo entonces la perfecta voluntad Jurada a Isaac en el Lugar Santísimo se desplegó en cada hogar de las familias israelitas en Gosén, porque la sangre del cordero fue salpicada en cada puerta: saliendo inmediatamente hacia la libertad de su voluntad perfecta, finalmente.

Ahora, nuestro Padre celestial no solamente los preparó al invocar la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo en Gosén, cuando veían los milagros asombrosos ser desplegados ante el Faraón y sus oficiales por Moisés y Aarón, pero igualmente, pudieron caminar hacia el mar Rojo, confesando su santo nombre todopoderoso con sus labios, escapando así del pecado, perpetuamente. Es decir también que nuestro Padre celestial tenía a cada hombre, mujer, niño y niña invocando la perfecta santidad de su santo nombre, su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo cuando se acercaban al mar, para que Él con su Hijo y con su Espíritu Santo bautizarlos para abandonar todo pecado, enfermedad, maldición, pobreza, conflicto, holocausto y muerte en el lecho marino, perpetuamente.

Además, nuestro Padre celestial necesitaba enterrar cada uno de los pecados, enfermedades, maldiciones, conflictos, enemigos, guerras, holocaustos, pobreza y muertes de todas las familias de las naciones del mundo entero del pasado, del presente y del futuro, empezando por Israel, porque Él tenía que tener el pecado cubierto de agua, finalmente para levantar su santo nombre victorioso sobre su altar, en Canaán. Por eso, es que nuestro Padre celestial en el lecho marino se paró allí con Israel, protegiéndolos en todo momento, dividiendo con luz y tinieblas a sus hijos de los hijos del enemigo, porque en el lado de los israelitas había luz mientras del lado de los egipcios había tinieblas, que los dividía, para que no se mezclen nunca con las naciones.

Además, nuestro Padre celestial tenía que hacer distinción entre sus hijos y los del enemigo, porque sus nuevas glorias venideras de su santo nombre fuego peligraban y, por tanto: Él tenía que hacer lo mejor para que la casa de Israel no se junte con las naciones por todo el desierto camino hacia la conquista de Canaán con su bendito nombre fuego. Por ende, cuando Israel emergió del lecho marino, cruzándolo en seco, hacia el desierto desolador del Sinaí, entonces nuestro Padre celestial con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo fue muy celoso y protector de cada uno en Israel, porque habían renacido todos de su Espíritu Santo y de su carne sagrada del Juramento a Isaac, llenos de su vida eterna.

Efectivamente, caminando por el desierto del Sinaí, revestidos todos con el Espíritu Santo y con la carne sagrada, que es el Juramento a Isaac y llenó de la vida eterna personal del Padre celestial, en donde todos fallaran en morir condenados al infierno, entonces se volvieron sedientos como las familias antiguas de naciones ya olvidadas, pagando por sus pecados entre las llamas infernales. Aquí es donde necesitaba nuestro Padre celestial a toda la casa de Israel sedienta como cada hombre, mujer, niño y niña que había vivido su vida en la tierra para descender luego al infierno tormentoso, porque jamás ninguno de ellos conoció su santo nombre fuego ni menos pactó con sacrificio de cordero para cubrir sus pecados con la sangre, salpicada a tierra.

Ahora, nuestro Padre celestial tenía a cada israelí hombre, mujer, niño y niña no solamente como su sumo sacerdote ministrando su santo nombre fuego y palabra viva ante Él, pero igualmente los tenía a todos ellos específicamente sobre los que yacían en sus huecos infernales, ministrándoles como sus sumos sacerdotes personales su nombre y palabra viva que jamás conocieron en sus días. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a las naciones antiguas que sean enseñadas por sus hijos nacidos del Espíritu Santo del vientre muerto de Sarah, para que todos ellos vengan a conocer no solamente su santo nombre fuego y palabra para resurrección y salvación, pero igualmente que aprendan cómo vivir su vida eterna por su Hijo Jesucristo, viviéndola él mismo, en Canaán.

Además, nuestro Padre celestial necesitaba cubrir todo pecado, cometido en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para Él permitirle a su único Hijo nacer de la hija de David, por el Espíritu Santo que le dio vida inicialmente a Isaac y a todo Israel por futuras generaciones, para que su santo nombre flamee victorioso sobre las naciones, perpetuamente. Por eso, es que cuando Israel entró en el desierto del Sinaí del todo, entonces nuestro Padre celestial tenía que tener a toda la casa de Israel sedienta por agua, así como las familias de naciones antiguas yaciendo en sus huecos del infierno tormentoso, pagando por sus pecados perpetuamente, para Él poderles dar a beber de su roca algún día ya pronto.

Dado que, todo lo que nuestro Padre celestial hará por las naciones del mundo, incluyendo el Valle de los huesos secos y cada infierno que desciende al centro de la tierra, entonces Israel tenía que ser primero en levantarse, como cuando nacieron directamente de Isaac por el Espíritu Santo del vientre estéril de Sarah, llenando así la tierra con su Espíritu viviente. Entonces, Israel fue la primera nación nacida entre otra nación como servidores en Egipto, porque esto fue lo que el Padre le dijo a Abraham de sus hijos que nacerían de él, descendiendo de las estrellas e incontables como ellas mismas para que sea su familia y la nación de sus sueños dorados, haciendo su voluntad perfecta aún más allá de la eternidad.

Entonces, habiendo acumulado los pecados de todas las familias de las naciones por cuatrocientos años, oportunamente nuestro Padre celestial descendió del cielo con su altar del amor prehistórico, en donde Él mismo había jurado su Juramento a Isaac para entregarle a Moisés su santo nombre fuego, algo que jamás lo hizo así con nadie antes en el cielo ni en la tierra. Además, nuestro Padre celestial le entregó a Moisés su santo nombre fuego primeramente, porque Él necesitaba no solamente para que Israel lo invoque para el bautismo de agua en el mar Rojo, pero igualmente para que se lo enseñe a las naciones antiguas yaciendo en sus huecos infernales, y así su Hijo Jesucristo descienda con su resurrección y abundante salvación para todos.

Por eso, nuestro Padre celestial no solamente entregó su vida personal, escrita con su dedo en las tablas de piedra de los Diez Mandamientos, para que Israel lo reciba por primera vez, pero Él también les entregó su tabernáculo de reunión y con el Lugar Santísimo, en donde Él se sienta en la Silla de la Misericordia perpetuamente bondadoso con sus hijos. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña no solamente que tenga su vida eterna vistiendo sus almas vivientes con su Espíritu Santo y con su carne sagrada del Juramento a Isaac, pero igualmente tenían que caminar por el desierto del Sinaí, conduciendo sus festivales de rituales y ceremonias de perfecta santidad: salpicando sangre sobre todo pecado.

Legalmente, nuestro Padre celestial tenía que expiar cada pecado de las familias de los mundos antiguos que habían muerto sin invocar su santo nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, además murieron sin pacto ni sacrificio de cordero ante Él, cubriendo sus pecados con la sangre reparadora, pero con los israelitas salpicando la sangre de corderos todo pecado murió, finalmente. Habiendo nuestro Padre celestial cubierto cada pecado del pasado, presente y de futuras generaciones, entonces su santo nombre fuego podía descender del cielo con su Hijo Jesucristo, cuando nacía del vientre virgen de la hija de David, para vivir por completo su misma vida santísima y única, mostrándoles a todos en el Valle de muerte y en las naciones antiguas como vivirla, perpetuamente.

Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial de tener a todo Israel actuando como sus sumos sacerdotes personales por el desierto del Sinaí, salpicando la sangre del cordero sobre la arena, porque Él estaba destruyendo todo pecado, para que su Hijo Jesucristo pueda vivir su vida eterna bajo la luz de su santo nombre fuego, descansando sobre el monte Sión gloriosamente. Además, esto fue posible finalmente porque después que Israel condujo sus rituales y ceremonias del tabernáculo de reunión y de su Lugar Santísimo, invocando su santo nombre fuego junto con cada palabra que nuestro Padre celestial necesitaba comunicarle no solamente a Israel pero igualmente a las naciones antiguas, entonces Él podía derramar de su vida eterna en Canaán por su Hijo Jesucristo.

Visto que, su Hijo Jesucristo nació bañado en su propia sangre, rompiendo la virginidad de la hija de David, entonces su vida eterna fue salpicada sobre su carne sagrada, para ser ofrecida, como un sacrificio incendiado sobre el monte Sión y su Lugar Santísimo, para que su vida eterna se derrame cuando su Hijo Jesucristo derramaba su sangre hasta la última gota. Esto fue algo que nuestro Padre celestial tenía que hacer en Canaán y sobre el monte Sión, victorioso sobre Satanás y la muerte, porque su misma vida eterna vivida por su Hijo Jesucristo, destruyó perpetuamente toda maldición que Satanás tenía en Israel, para Él poder levantar su santo nombre fuego sobre su altar de amor, reinando sobre las naciones en su santidad perfecta.

Evidentemente, aquí nuestro Padre celestial recibió no solamente a Abraham pero también a Isaac su hijo amado como su sacrificio para remover sus pecados, para que la vida eterna sea posible en él y en su esposa Sarah junto con su hogar, pero igualmente para que sus hijos prometidos numerosos como las estrellas se gocen postreramente de su misma vida santísima, siempre. Visto que, al nuestro Padre celestial bendecir a los hijos de Abraham así como lo bendijo a él junto con su hijo Isaac, confesando su Juramento personal sobre él, entonces entregó vida eterna no solamente a sus hijos israelitas, pero igualmente a las familias de las naciones del pasado, presente y futuro, y así Él estaba conquistando la tierra para su reino venidero.

Puesto que, éste es el nuevo reino que nuestro Padre celestial siempre amó, en donde su voluntad perfecta está establecida no solamente en cada uno de sus santos ángeles pero igualmente en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, porque Él mismo le dijo a Abraham que en su semilla serian benditas las naciones. Éste es el reino, en donde nuestro Padre celestial te enriquecerá con sus poderes que Él mismo Juró a Isaac, para entregarles a sus hermanos y hermanas de Israel y de las familias de las naciones, y esto es de la misma vida eterna del Todopoderoso junto con cada bendición enriquecedora, emanando de su santo nombre fuego, al ser amado en ti continuamente.

Así es como nuestro Padre celestial está planeando no solamente de restaurar la gloria, honor y alabanza de eterna adoración a su santo nombre fuego, que Lucifer junto con su tercera parte de los ángeles caídos se opuso en contra de él, tratando de conquistar y reinar todo el cielo y su Creación, pero igualmente nuestro Padre conquistara nuevas glorias nunca antes vistas. Efectivamente, nuestro Padre celestial ha escogido la tierra como su dulce hogar, porque aquí es donde Él le ha Jurado amor eterno a Isaac y a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, perfeccionando así su voluntad personal perpetuamente: restaurando alabanza, honor y gloria a su santo nombre fuego sobre el monte Sión, sempiternamente.

Por ello, nuestro Padre celestial sacó a Israel del cautiverio egipcio, perdonando todo pecado cometido por ellos mismos junto con los de las familias de las naciones, bautizándolos a todos juntos en el lecho marino, porque es únicamente en el bautismo de agua que Él limpia a cada alma viviente del fruto prohibido, restaurándola a la vida eterna, al renacer del Espíritu Santo. Solamente que, cada uno se bautice en agua invocando la perfecta santidad de su santo nombre, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo entonces instantáneamente toda alma es desvestida del espíritu de error y de la carne pecadora, vistiendo del Espíritu Santo y de la carne sagrada del Lugar Santísimo sobre el monte Sión como ciudadano de la Nueva Jerusalén celestial.

Por eso, es que cuando nuestro Padre celestial llamó a Abraham con su hijo Isaac hacia el Moriah, entonces fue no solamente para hacer su Juramento a Isaac, para establecer su perfecta voluntad sobre el monte santo de Jerusalén y su Lugar Santísimo, y así Abraham y sus hijos se bauticen obligadamente, pero seguidamente para hacerlos ciudadanos de su Gran Reino venidero. Además, desde entonces acá, nuestro Padre celestial ha bautizado a cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias del mundo, queriendo siempre ellos renacer de su Espíritu Santo sobre su monte Sión, en donde los abraza, aceptándolos como sus hijos legítimos, vistiéndolos con sus vestiduras reales de reyes, sumos sacerdotes y templos a su nombre sobre su altar del amor eterno.

Puesto que, así es que nuestro Padre celestial empezó a aceptar ciudadanos a su Gran Reino establecido perpetuamente sobre su monte Sión y su Lugar Santísimo, cuando Isaac se acostó sobre el madero e hizo su Juramento de perdonar y de salvar con abundante vida eterna junto con riquezas interminables para sus hijos en la tierra y en La Nueva Jerusalén celestial. Ya que, ésta es la única manera en que nuestro Padre celestial te recibirá a ti en estos días sobre su monte Sión y su Lugar Santísimo, en donde Él renacerá contigo de su imagen y de su alma viviente, por el Espíritu Santo, haciéndote así su hijo legitimo y ciudadano con derechos a vivir en su Gran reino angelical y mundial.

Consiguientemente, con su Juramento a Isaac sobre el monte Sión, descansando sobre el Moriah, entonces nuestro Padre celestial ha establecido su perfecta voluntad en Israel, manifestado en ti y en la humanidad entera del pasado, presente y futuro, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su santo nombre fuego, entregándote así su cuerpo glorificado para vivir su vida eterna, perpetuamente enriquecido. Porque una vez tú bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su santo nombre fuego junto con su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces tú renacerás sobre el monte Sión y su Lugar Santísimo, en donde tú serás hecho su hijo legitimo y ciudadano con todo derecho de su Nueva Jerusalén celestial, para vivir enriquecido en su vida eterna, perpetuamente.

Aquí es cuando tú comenzaras a amar, honrar, alabar y exaltar su santo nombre fuego, porque tú estarás vestido ya nunca más del espíritu de error y de la carne pecadora, pero ahora vestirás del Espíritu Santo y de la carne sagrada, en donde tu amor, honor, alabanza y servicio a su nombre asombroso son perfectos por todas partes del mundo entero. En vista de que, por donde sea que vayas en nuestros días, tú siempre amaras, honraras, alabaras y enriquecerás su santo nombre fuego en toda tu vida, haciendo que nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo te bendigan constantemente, porque esto es amor, honor y alabanza que restaura toda gloria a su santo nombre después de la rebelión angelical.

Esto significa que tú amaras, honraras, alabaras y exaltaras su santo nombre fuego en toda la tierra, sin darte cuenta de todo ello: porque siempre será que el Espíritu Santo con la carne sagrada que es Isaac ofrecido en sacrificio encendido sobre el madero, haciéndolo todo por ti diariamente: en donde Él te Juramento bendiciones con los tuyos en riquezas insondables, perpetuamente. Éste es el altar en donde nuestro Padre celestial por la carne sagrada de su Hijo Jesucristo y su sangre reparadora, salpicada por todas partes, ha destruido todo pecado del mundo entero, para que tú tengas poderes para limpiarte del pecado, enfermedades, pobreza, mentiras, maldiciones, muerte y del mal de Satanás, y no hay nada que jamás te haga daño otra vez.

Bautizado en agua, entonces tú eres liberado de toda influencia de Satanás, porque el espíritu de error con la carne pecadora no estará ya más cubriendo tu alma viviente, en donde Satanás actúa para robar, matar y destruir todo lo tuyo, finalmente para vivir siempre cubierto del Espíritu Santo y de la carne sagrada, en donde su vida eterna crece contigo, siempre. Bautizado en agua, tú serás llenó de la vida eterna de nuestro Padre celestial, en donde el pecado falla: enfermedades, problemas, conflictos, mentiras, maldiciones, pobreza y muerte no existen en ti ya más, porque ahora tu alma viviente estará operando por los poderes cotidianos del Espíritu Santo y de la carne sagrada, en donde su Juramento a Isaac prevalece contiguo con poderes soberanos.

Aquí es cuando nuestro Padre celestial verdaderamente te bendice con sus riquezas cotidianas así como bendice a su Hijo Jesucristo, a su Espíritu Santo y a cada ángel junto con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, para que tú vivas su vida eterna, sirviendo a su santo nombre fuego con sus poderes todopoderosos, perpetuamente. Por eso, ahora tú podrás crecer siempre, enriqueciendo progresivamente, porque ya no estarás operando en el espíritu de error y en la carne pecadora del árbol de la ciencia del bien y del mal, pero ahora estarás en el Espíritu Santo y en la carne sagrada del árbol de la vida, viviendo tu vida enriquecida diariamente del cielo hacia toda la tierra.

Porque por esta razón nuestro Padre celestial sacó a Israel del cautiverio egipcio, para Él no solamente usarlos como sus sumos sacerdotes personales anunciando su santo nombre fuego a las naciones antiguas yaciendo en sus infiernos debajo del Valle de los huesos secos del desierto del Sinaí, pero igualmente para entregarte su santo nombre con poderes salvadores a ti en estos días. Oportunamente, nuestro Padre celestial te ha preparado ya para que entres en su Lugar Santísimo sobre el monte Sión, bautizado tú mismo en agua, invocando la santidad perfecta de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque: renacido del Espíritu sobre los cielos de Jerusalén, entonces serás instantáneamente declarado ciudadano de su Gran Reino, como su hijo legitimo, perfectamente enriquecido, perpetuamente. ¡Amén!


OUR FATHER NEEDS YOU INSIDE HIS WILL (SWORN TO ISAAC): ENRICHING YOU NOW:

The Lord Jesus Christ asked Jacob for his name while they were struggling, because Jacob had decided that he will not let him go unless he grants him a blessing. And then he answered by saying, my name is Jacob. But Jacob said to the Lord, what is your name, please tell me. And the Lord replied by saying, why are you asking for my name? Then the Lord blessed him there at Peniel, because Jacob said: I have seen God face-to-face and yet he spared me because my life was precious in his sight.

This is the day that our Lord Jesus Christ descended from heaven above to meet Jacob, because he was returning to his homeland where he was born from his father Isaac, so he may restart his family with his relatives that inhabited the land of Canaan. On his way to Canaan, our Lord Jesus Christ appeared to Jacob thus to bless him but he began to struggle with him with great human force, given that a powerful blessing was to come not only upon his life but also his entire household that included the children promised to Abraham his father to be born in the generations ahead.

Besides, because Jacob had always searched for his blessing from the Lord through the years, then this was the night that he felt that he should get it thus he began to struggle with him with all his strength so he may get it before daybreak, because he needed to take his blessing along with him and his household into Canaan. This is when Jacob asked the Lord Jesus Christ for his name, but he immediately replied to him with a question by asking him for his name instead, because he was blessing Jacob as he would give him his name, that it to say, that when Jacob said my name is Jacob then he was given a new name to keep forever.

This is when our Lord Jesus Christ revealed his name to Jacob, because he had asked for his name that is great and admirable with everyone failing to understand it, however, when Jacob said his name, then the Lord said your name will no longer be Jacob but Israel it will be; for you have struggled with men and God, and win. This is when our heavenly Father was really giving the name of His Son Jesus Christ to be known not only by Jacob but also to possess it forever, because he had asked the Lord for his name, and by asking for his name, then his name as Jacob was changed to Israel, because this is the name of God’s beloved Son.

That is why that on this day, on his way to Canaan along with his women and children carrying everything that he possessed, then our heavenly Father granted Jacob to have the name of His only Son Jesus Christ, as He has always known him through eternity, and this is the name of Israel, because Jacob was his legitimate firstborn on earth. Moreover, Jacob was on his way to begin to receive the children that our heavenly Father had promised to his father Abraham to have in the generations to come, because they were going to become a family of nations that will carry His holy name fire to the mountaintop that He had chosen to establish His perfected will forever.

Therefore, Jacob had to be renamed by our heavenly Father through His Son that had descended thus to bless him mightily with his own name from heaven above that is Israel, for His children to be born just as Isaac was born from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit’s daily powers in Canaan, to become His beloved nation, finally established as Israel. Given that, our heavenly Father needed His firstborn on earth that is Jacob to be no longer called Jacob but Israel instead, because this is the family name of His only Son from which he has always been known in heaven’s glory through eternity, and because Jacob was returning to Canaan then his name should be Israel thus pleasing the Father, forever.

Consequently, Jacob returned to Canaan with the name of His Son Jesus Christ, because our heavenly Father needed His firstborn Jacob to be known through the families of the nations of the world as Israel, because by naming Jacob Israel, then He was also renaming Canaan as Israel since this is where He will live with His only beloved Son into perpetuity. This is the day, when our heavenly Father began to have His Son Jesus Christ named as Jacob was, and this is Israel, so not only him will be renamed Israel but also the land that He had personally chosen for His Son to be born along with His children lifting His holy name fire in eternal glory over Jerusalem holy hill.

For this is the land chosen by our heavenly Father from the entire world not only for His Son Jesus Christ to be born from David’s virgin daughter, bathed in his own atoning-blood, thus to bring into Israel His holy name fire to shine over His eternal life, lived by His Son, but also lived by everyone from Israel and the nations lastly. For our heavenly Father needed for His oath sworn to Isaac to be finally established and filled forever with His Son Jesus Christ and everyone of His children from Israel and the families of the nations over Jerusalem holy hill, so His holy name fire may shine over their individual lives, wherever they may live on earth into all eternity.

Therefore, this is the place that our heavenly Father had chosen for every man, woman and child to become reborn from the water baptism and the Holy Spirit baptism, because as every one is submerged under water by invoking the perfect holiness of His name then they will emerge over Jerusalem’s Holy of Holiest forever justified, with perfect eternal life and salvation. These are the holy ones from Mount Zion that have become His children born again from the water and from the Holy Spirit, so they may become instantly not only His blessed children but also His kings, high priests, temples to His holy name fire and judges thus to rule the families of the nations forever in His perfect holiness.

That is why, that it was important for our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit to meet Jacob, as he was returning to Canaan with his wives and children along with all the richness that he had accumulated working for twenty years for Laban, the father of his wives, so He may rename Jacob and Canaan as well. For our heavenly Father needed His firstborn Jacob to be known worldwide as Israel but also the land that He had chosen to establish His holy name fire over Jerusalem’s holy hill, as His Son Jesus Christ may live His eternal life victorious over Satan and his fallen angels, by finally destroying his kingdom of darkness along with the angel of death.

For this is the land that our heavenly Father had to shed His eternal life over it completely, because He needed to anoint it as His Son may live it with his atoning-blood shed over his entire body, as he was born from David’s virgin daughter, by the Holy Spirit, finally to conquer the nations with His unique-life emitting milk and honey. For this is the milk and honey that the families of the nations will finally eat from our heavenly Father, because His Son Jesus Christ was born bathed in his own blood from David’s virgin daughter, bringing into Israel His holy name fire shining over Jerusalem holy hill but also over His children reborn from water baptism and the Holy Spirit baptism.

Indeed, it is our heavenly Father’s perfect will that every man, woman and child may become reborn from the water anywhere around the world as where they may live, and so, as they may submerge under the water to release the spirit of error and the sinful-flesh, then they will instantly emerge into His holy presence over Jerusalem’s holy hill perpetually blessed. Because if any of His children fails to become reborn from the water by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, then they will fail as well to become reborn over the Holy of Holiest of Jerusalem’s holy hill, so they may become His children reborn from His image as His kings and priests.

Besides, our heavenly Father needs to fill His entire new kingdom that He has started with Abraham, as He called him to bring up to the mountaintop that He will show him his only beloved son Isaac, so he may place him over the wood as a burn offering sacrifice unto His holy name fire thus to start His new eternal kingdom. For this is the altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, so He may lift His hands over to His holy name fire nailed to the wood, as Isaac rested over the place of the fire, swearing His oath over him and the coming children, promising eternal life and endless richness throughout the world, forever.

Therefore, this is the place where our heavenly Father has established His holy name fire finally as His Son Jesus Christ was born bathed in his own blood, as he came out from David’s virgin daughter, by the Holy Spirit’s power, thus sealing His perfect will over Jerusalem’s holy hill to rule over the nations, including heaven’s glory, finally with perfect holiness. That is to say, that our heavenly Father’s perfect will is not in heaven’s glory as many have thought over the years with the holy angels, but, the truth is that He has established it over Jerusalem’s holy hill perpetually, as His holy name was nailed first to the wood and then His Son Jesus Christ shed his atoning-blood, removing sin forever.

This is the only place of our heavenly Father’s entire Creation where He has called His Son Jesus Christ not only to be born from David’s virgin daughter, bathed in his own atoning-blood, for His holy name to descend from heaven above, to be established over Jerusalem’s holy hill, but also: He has called divinely every man, woman and child to salvation. Because it is here where His perfect will has been established forever, as His holy name fire was nailed to the wood along with His Son shedding his atoning-blood, filled with His personal eternal life, for people within Israel and the families of the nations may have it entirely, enjoying perpetually His milk and honey emanating from it, promised to Abraham initially.

Therefore, the eating of the bread and wine is not only what our heavenly Father had given to us through His Son Jesus Christ, so we may enter into His eternal oath sworn to Isaac over Jerusalem’ holy hill and His Holy of Holiest but also to drink and eat from Himself that is the milk and honey giving us life, perpetually. Because it is our heavenly Father’s eternal life that His Son Jesus Christ was born from David’s virgin daughter by the power of the Holy Spirit that brought the holy name fire over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place, but also the shedding everywhere of His eternal life as the milk and honey to eat for the nations worldwide, perpetually.

That is why, that once you become baptized in water by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit then you will abandon the spirit of error along with the sinful-flesh, to begin to eat and drink with the Holy Spirit and the sacred-flesh the milk and honey that His pristine life has granted you. This is something that our heavenly Father has never done it in heaven with any angelical host much less on earth with any man, woman or child within the nations, except within Israel with Isaac, because this is where He has chosen not only to establish His perfect will perpetually, but also where His children are reborn with Him from His Spirit.

That is to say, also that our heavenly Father’s perfect will is not really established in heaven’s glory with the angels but, instead, within the families of humankind, beginning with the house of Israel, because it was with Abraham that He sat to eat the bread and wine from His only Son, so he may become born from Sarah’s barren-womb as Isaac. Our heavenly Father needed His only Son Jesus Christ to be born from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit’s power, because He wanted not only to introduce His amazing love to Abraham and his loved ones, but also He needed the atoning-blood of His eternal life to beginning to be part of every man, woman and child within Israel and the nations.

Therefore, it was important for our heavenly Father to have His Son Jesus Christ born as Isaac from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit’s power, so He may have His only Son living with his sacred-flesh, unbreakable bones and the atoning-blood to establish His perfect will for eternal life and salvation to be possible for humankind over Jerusalem’s holy hill right now. Because it was over to Jerusalem’s holy hill, resting over Mount Moriah that our heavenly Father had called Abraham to bring his only son Isaac loved through the years within the nucleus of his household and loved ones, as Sarah and the adoptive children, since it was time for Him already to establish His all-powerful oath with him to bless you today.

Surely, our heavenly Father needed to make His most important oath on earth through Isaac over Jerusalem’s holy hill and its Holy of Holiest, resting over Mount Moriah, because He needed not only to bless His children to be born from the Holy Spirit in the generations ahead but also His everlasting victories of His holy name fire newly found glories throughout eternity. That is why, that when the time for Israel to have lived four-hundred years in Egypt’s captivity had elapsed, then our heavenly Father descended with His altar of the prehistoric love with Isaac and the Holy Spirit, so He may finally grant His holy name fire to Moses, according to His oath sworn to Isaac, for His perfect will to flourish worldwide.

Provided that, when our heavenly Father called Abraham to bring unto Him his beloved son Isaac, then it was to place him over the wood and ready to be burn as a burnt offering sacrifice, for the new coming glories of His holy name fire that He will finally grant to Moses and Israel over the same mountaintop, resting over Mount Sinai. Besides, our heavenly Father needed to manifest the glories and amazing-powers of the Holy Spirit to Israel through His holy name fire that He had granted to Moses over Jerusalem’s holy hill and its Holy of Holiest, resting over Mount Sinai, because He needed every man, woman and child confessing it, for His amazing-powers of His perfect will may be manifested finally.

Because whenever His holy name fire was confessed by His children within Egypt, in the land of Goshen, and ready to abandon captivity finally, then it was for His perfect will sworn to Isaac may manifest with miracles, wonders and greater sings in heaven and earth, so they may walkout from captivity towards His freedom of amazing abundant daily promises awaiting them. Certainly, when the Israelis began to confess the perfect holiness of His name by invoking the Father, the Son Jesus Christ and the Holy Spirit then the perfect will sworn to Isaac within the Holy of Holiest displayed within the household of every Israeli family within Goshen, because the lamb’s atoning-blood was spilled over every doorframe to walkout into freedom, at last.

Now, our heavenly Father prepared them not only by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit within the land of Goshen, as they witnessed the amazing miracles wrought before Pharaoh and his officials by Moses and Aaron, but also they could walk towards the Red sea with His holy name powers on their lips. That is to say, that our heavenly Father had every man, woman and child invoking the perfect holiness of His holy name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit as they approached the seashore, because He along with His Son and His Spirit was going to baptize them to abandon every sin, infirmity, curse, poverty, conflict and death at seafloor, forever.

Besides, our heavenly Father needed to bury every one of the sins, infirmities, curses, conflicts, enemies, wars, holocausts, poverty and death from the families of the nations of the entire world from the past, present and future, beginning with Israel, because He had to have sin covered by water, finally to lift His holy name fire victorious over His altar, within Canaan. That is why, that our heavenly Father at the seafloor He stood there with Israel, protecting them every single moment, by dividing with light and darkness His children and the children from the enemy, because on the side of the Israelis there was light while in the side of the Egyptians there was darkness that divided them never to mix ever again.

What’s more, our heavenly Father had to make distinctions between His children and the children from the enemy, because the new coming glories of His holy name fire was at stake, and so: He had to do His best to keep the house of Israel from mingling with other nations through the wilderness on the way to conquer Canaan with His holy name. Therefore, when Israel emerged from the seafloor by crossing it in dried ground into the wilderness of the Sinai’s desert, then our heavenly Father along with His Son Jesus Christ and the Holy Spirit was very protective of everyone from Israel, because they had become reborn from His Spirit and the sacred-flesh of the oath sworn to Isaac, filled with eternal life.

Surely, walking through the Sinai’s desert, dressed everyone with the Holy Spirit and the sacred-flesh that is the perfect oath sworn to Isaac thus to be filled with our heavenly Father’s eternal life, where they will fail to die cursed in hell’s torment, then, they became as thirsty as the ancient families of forgotten nations paying for their guilt in hell’s fire. This is where our heavenly Father needed the entire house of Israel to become as thirsty as every man, woman and child that had lived their lives to descend into hell’s torment, because they never knew His holy name fire much less they ever made a pact with a sacrifice lamb to cover their sins with the atoning-blood, spilled to the ground.

Now, our heavenly Father had every Israeli man, woman and child not only as His personal high priest ministering His holy name fire and living word before Him, but also He had them specifically over those lying in their hell’s holes, ministering as their personal high priest His holy name and living word that they failed to know through life always. Provided that, our heavenly Father needed the families from the ancient nations to be taught by His children Holy Spirit born through Sarah’s barren-womb, so they may come to know not only His holy name and living word for salvation, but also come to learn how to live His eternal life through His Son Jesus Christ manifestation living it victoriously, within Canaan.

Besides, our heavenly Father needed to cover every sin committed against Him, His Son and the Holy Spirit, so He may finally allow His only Son to be born from David’s virgin daughter, by the Holy Spirit’s powers giving birth to Isaac and to Israel through the generations, for His holy name flying over Jerusalem’s holy hill victorious over the nations, lastly. That is why, that when Israel stepped into the wilderness of the Sinai’s desert then our heavenly Father had to have the entire house of Israel thirsting for water just as the families of the ancient nations lying at the base of hell’s torment, paying for their sins forever, so He may give them to drink from his rock eventually someday soon.

Provided that, everything that our heavenly Father will do for the nations throughout the earth, including the Valley of the dried bones and every descending hell into the core of the earth, then Israel has to be first as when they were born directly from Isaac by the Holy Spirit from Sarah’s barren-womb thus to fill the earth with His living Spirit. Then, they became the first nation to be born from another nation as slaves within Egypt, for example, because this is exactly what He had told Abraham that the children that they were to be born from him, coming from the stars that are countless thus to become His family and dream nation, doing His perfect will always even beyond eternity.

Then, after they had accumulated the sins from all the families of the nations for four hundred years, timely our heavenly Father descended from heaven above over His altar of the prehistoric love, where He had personally sworn His oath to Isaac thus to grant to Moses and Israel His holy name fire, something that He never did with anyone before. Besides, our Father granted Moses His holy name fire for the first time because He needed not only for Israel to invoke it for the water baptism at the Red sea, but also to teach it to the families of the ancient nations lying in their hell’s holes for His Son to descend from heaven above with His resurrection and abundant life.

That is why, that our heavenly Father not only granted His personal eternal life written with His finger on the two stone tablets of the Ten Commandments, for Israel to receive it for the first time, but He also granted them to have His tabernacle of reunion with the Holy of Holiest where He sits over the Chair of Mercy everlastingly kindhearted. For our heavenly Father needed every man, woman and child not only to have His eternal life dressing their living souls with His Holy Spirit and the sacred-flesh of the oath sworn to Isaac, but also they had to walk through the Sinai’s desert conducting His festivals of the rituals and ceremonies of perfect holiness, by spilling the atoning-blood to cover sin.

Lawfully, our heavenly Father had to atone for every sin from the families of the ancient worlds that died without invoking His holy name fire of the Father, the Son and the Holy Spirit, moreover they died without a pact and a sacrificed lamb before Him covering sins with the atoning-blood, but with His children spilling His lamb’s atoning-blood sin died, finally. Having our heavenly Father covered every sin from the past, present and the future generations then His holy name fire could descend from heaven above with His only Son, as he was born from David’s virgin daughter to live His eternal life thus teaching Israel lying at the Valley of the dried bones along with the nations how to live it, perpetually.

That is why, that it was important for our heavenly Father to have Israel acting as His personal high priest throughout the Sinai’s desert, spilling His lamb’s atoning-blood over the entire sandy terrain, because He was destroying sin, so His Son Jesus Christ could live His eternal life under the spot light of His holy name fire, resting over Jerusalem’s holy hill. Furthermore, this was possible finally because after Israel had conducted His perfect rituals and ceremonies within the tabernacle of reunion and its Holy of Holiest, by invoking His holy name fire along with every word that our heavenly Father needed to communicate not only to Israel but also the ancient nations, then He could pour His pristine-life within Canaan through His Son.

Inasmuch as, His Son Jesus Christ was born bathed in his own atoning-blood, by breaking David’s daughter virginity, then His eternal life was spilled over his sacred-flesh to be offered as a burnt offering sacrifice over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place, for His eternal life to pour abundantly as His only Son shed his atoning-blood to the last drop. This was something that our heavenly Father needed to do within Canaan and over Jerusalem’s holy hill, victorious over Satan and the angel of death, because His eternal life lived by His only Son Jesus Christ destroyed forever every curse that he had within Israel, so He may erect His holy name fire over Jerusalem’s holy hill, ruling the nations in perpetual-holiness.

For this is where our heavenly Father received not only Abraham but also Isaac his beloved son as his personal sacrifice to have his sins removed, for eternal life to be possible in him and his wife Sarah along with his entire household, but also the children promised as numerous as the stars from heaven above to enjoy His eternal life, lastly. Provided that, by our heavenly Father blessing Abraham’s children as he had blessed him along with his only son Isaac, by swearing His personal oath, granting eternal life not only to his entire family but also to the families of the nations from the past, the present and the future, then He was conquering earth eventually for His coming kingdom.

For this is the new kingdom that our heavenly Father had always wanted, where His personal will is established in perfection not only in every one of his angels but also in every man, woman and child from Israel and the families of the nations, because He personally said to Abraham that in his seed the nations will be blessed with lasting-richness. This is the kingdom, where our heavenly Father will enrich you entirely with the powers that He has personally sworn to Isaac thus to grant to his brothers and sisters from Israel and the families of the nations our God Almighty’s eternal life along with every blessed richness that emanates from His holy name fire, as it is loved continually within you.

This is how our heavenly Father is planning not only to restore the glory, honor and worship of eternal adoration of His holy name fire that Lucifer along with his one-third of the angels that dare to set themselves openly against it thus to conquer and rule heaven along with His entire Creation, but also conquer glories never seen or dreamed before. That is why, that our heavenly Father has chosen the entire earth as His home-sweet-home, because this is where He has sworn His oath to Isaac and to every man, woman and child within Israel and the families of the nations thus perfecting His personal will everlastingly: restoring worship, honor and glorify to His holy name fire forever over Jerusalem’s holy hill.

For this reason our heavenly Father took Israel from Egypt’s captivity to forgive every sin that they may have committed along with the families of the nations, as He baptized them in the seafloor, because it is only in water baptism where He has cleansed every living-soul from the forbidden fruit, to restore it to His eternal life through His Holy Spirit rebirth. Provided that, as every man, woman and child is baptized in water by invoking His name’s perfect holiness, His Son and the Holy Spirit then instantly that person’s living-soul is undressed from the spirit of error and the sinful-flesh, dressing the Holy Spirit and the sacred-flesh from the Holy Place over Jerusalem’s holy hill thus becoming The New celestial Jerusalem’s rightful-citizen, forever.

That is why, that when our heavenly Father called Abraham with his son Isaac to the land of Moriah, then it was not only to swear His oath to Isaac thus to establish His perfect will over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place for Abraham and his children mandatory baptism, but also to make them citizens of His Greater Kingdom. Besides, ever since then our heavenly Father had baptized every man, woman and child from all the families of the nations willing to become Holy Spirit reborn over Jerusalem’s holy hill, where by embracing them, then He accepts them as His legitimate children wearing the robes of kings, priests and temples to His holy name fire over His altar of love, perpetually.

For this is how our heavenly Father began to make citizens of His Greater Kingdom that He has already established it over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place, as Isaac lied over the wood and He swore His oath for forgiveness and lasting salvation with abundant eternal life along with endless richness on earth and within The New celestial Jerusalem. For this is the only way that our heavenly Father will receive you these days over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place, where He will become reborn with you within His image and living soul, by the Holy Spirit’s amazing powers, thus to make you His legitimate child and a rightful citizen of His Greater Kingdom coming over the earth.

Therefore, with His oath sworn to Isaac over Jerusalem’s holy hill, resting over Mount Moriah, then He has established His perfect will within Israel to be manifested within you and humankind from the past, the present and the future by been baptized in water, invoking His holy name fire’s perfect holiness thus granting you the glorified-body to live His eternal life forever enriched. Because once you are baptized in water by invoking His holy name fire’s perfect holiness along with His Son Jesus Christ and the Holy Spirit then you are reborn over Jerusalem’s holy hill and its Most Holy Place, where you will become His legitimate child and a rightful-citizen of The New celestial Jerusalem thus to live forever enriched in His eternal life.

This is when you will begin to love, honor, worship and exalt His holy name fire because you will be dressing no longer the spirit of error and the sinful-flesh, but now you will be dressing the Holy Spirit along with the sacred-flesh where your love, honor, worship and service to His amazing name is perfect these days everywhere throughout the nations. Inasmuch as, wherever you may go in life these days you will always be loving, honoring, worshipping and praising His holy name fire throughout your life, causing our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit to bless you constantly, because this is the love, honor and worship that restores glory to His holy name fire after the angelical rebellion.

This means that you will love, honor, worship and exalt His holy name fire throughout your days on earth without you even noticing it, because it is always the Holy Spirit along with the sacred-flesh that is Isaac’s sacrifice burnt offering over the wood doing it, where He swore His oath to bless you along with your loved ones with immense richness. This is the altar where our heavenly Father has through His Son Jesus Christ’s sacred-flesh and his atoning-blood spilled everywhere that has destroyed the sins of the world, so you will have the powers to cleanse you from sin, sickness, diseases, darkness, poverty, lies, curses, death and all the powers from Satan, and there is not anything that can hurt you again.

Baptized in water, then you are liberated from Satan’s powers influencing your life, because the spirit of error along with the sinful-flesh is no longer covering your living-soul where Satan can act to steal, kill and destroy you in everything belonging to you, finally to live continually always covered by the Holy Spirit and the sacred-flesh where His eternal life thrives always. Baptized in water, you will be filled with our heavenly Father’s eternal life where sin fails, sickness, diseases, problems, conflicts, lies, curses, poverty and death do not exist in you at all, because now your living soul is operating through the amazing daily powers of the Holy Spirit and the sacred-flesh where His oath sworn to Isaac thrives with you through life.

This is when our heavenly Father can truly bless you with his daily richness just as He blesses His Son Jesus Christ, the Holy Spirit along with every angel from heaven above and every man, woman and child throughout Israel and the families of the nations, so you may live His eternal life serving His holy name fire with perfect divine-powers, always. That is why, that you now can grow always, because you are no longer operating within the spirit of error and the sinful-flesh from the tree of knowledge of good and evil, but now you are in the Holy Spirit and in the sacred-flesh from the tree of life, so you may live a daily enriched from heaven above throughout the earth.

For this is the reason that our heavenly Father pulled Israel from Egypt’s captivity, so He may not only use them as His personal priests to announce His holy name to the ancient nations lying under the hells from under the Valley of the dried bones in the Sinai’s desert, but also to bring His holy name’s salvation to you these days. Timely, our heavenly Father has prepared you to access His Holy of Holiest over Jerusalem’s holy hill, as you are baptized in water, by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and His Spirit, because: Holy Spirit reborn over Jerusalem’s skies, then you may become instantly a citizen of His Greater Kingdom, as His legitimate child, perfectly enriched, perpetually. Amen!

¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!

Saludos cordiales a todos

Dígale al Señor, nuestro Padre Celestial, de todo corazón, en el nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, también, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”. Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y su MUERTE.

Dispónte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁ TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con frecuencia, para ver que clase de libros están a tu disposición, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y así comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad.


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