(IVÁN): LA TIERRA ES UN PARAÍSO CON EL PACTO A ISAAC ACTIVADO EN ISRAEL HOY:

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Sábado, 17 de Febrero, 2018 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

(NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ESTÁ CON TODOS EN PARKLAND HIGH SCHOOL: Deseamos expresar nuestro amor, condolencias y oraciones a cada una de las familias de las 17 víctimas, que perecieron en este tiroteo sin sentido alguno, que no se lo esperaba nadie jamás, en la Escuela de Parkland, Florida, del miércoles pasado, en la tarde. Ellos se encuentran en la presencia santísima de nuestro Padre celestial, porque Él envío a su Hijo Jesucristo a salvarlos, pagando por sus pecados con su propia sangre expiatoria sobre el madero, para que su Espíritu Santo los levante a todos ellos a su nueva gloria celestial, como en estos días, para seguir viviendo la vida eterna, eternamente felices, para siempre. ¡Amén!)

LA TIERRA ES UN PARAÍSO CON EL PACTO A ISAAC ACTIVADO EN ISRAEL HOY:

Nuestro Padre celestial le dijo a Moisés, ahora tú necesitas llamar a Josué, porque él es quien he escogido para relevarte, ya que tú te unirás a tus padres pronto, y él tiene que llevar al pueblo de Israel hacia la tierra que yo le he prometido a entregársela a Abraham y a todos sus hijos por generaciones venideras, para siempre. Éste es el día en que nuestro Padre celestial esperó para comisionar al reemplazo de Moisés, porque Él necesitaba conquistar la tierra prometida no solamente para Abraham, Isaac y Jacobo pero igualmente para los hijos llenándola con familias: y Él quería además que ellos naciesen en su tierra del altar antiguo por el bautismo en agua, y más no en otro altar.

Además, nuestro Padre celestial necesitaba llenar la tierra de Canaán con los hijos que habían nacido por los poderes del Espíritu Santo, que le dio vida inicialmente a su Hijo Jesucristo como Isaac, para que ahora todos sus hijos puedan llenar la tierra: en donde Él finalmente establecerá su altar del amor prehistórico para nuevas glorias eternas, de su santo nombre fuego. Sin embargo, para que nuestro Padre celestial pueda asegurarse de que Josué conquistara la tierra para el altar antiguo y su santo nombre fuego y así descienda del cielo, estableciendo soberanamente su nuevo reino de su perfecta voluntad, que es el Juramento a Isaac, entonces, Él tenía que asegurarse que en su tierra siempre, prevalezca la carne sagrada de su Hijo Jesucristo.

Por eso, es que nuestro Padre celestial tenía que comisionar a Josué en el tabernáculo de reunión, y en los poderes del Lugar Santísimo, que realmente es su Juramento a Isaac, vistiendo no solamente a Josué con las palabras de su perfecta voluntad, que eventualmente saturara a toda la tierra de Canaán, pero igualmente a los hijos de generaciones venideras. Dado que, únicamente cuando la tierra de Canaán es no solamente conquistada por los hijos de Abraham, pero igualmente es llena de su palabra viva de su Juramento a Isaac, porque cada hombre, mujer, niño y niña será bautizado en agua, cruzando el río Jordán en seco: entonces Él podrá tener su altar del amor prehistórico establecido firmemente en su lugar eterno.

Entonces por fin nuestro Padre celestial no solamente podrá tener a su Hijo Jesucristo nacido del vientre virgen de la hija de David, bañado en la sangre expiatoria del Juramento a Isaac, porque está llena siempre de su vida personal, que será eventualmente integrada a sus hijos por su santo nombre fuego y sus manifestaciones varias, de abundantes asombrosas glorias venideras. Por eso, cuando su Hijo Jesucristo nació del vientre virgen de la hija de David en Belén de Judea, por el Espíritu Santo, entonces el santo nombre del Padre descendió divinamente, porque su Hijo amado al fin había nacido entre sus hermanos y hermanas de la sangre del Juramento a Isaac, requerido presente para que su santo nombre descienda, quedándose en Jerusalén, perpetuamente.

Es decir también que sin la presencia de la sangre expiatoria de nuestro Padre celestial, y llena de su misma vida prístina, otorgada primeramente a su Hijo Jesucristo, naciendo del vientre estéril de Sarah y luego del vientre virgen de la hija de David, entonces fue así siempre para que su vida personal entre a Canaán y su santo nombre fuego descienda, finalmente. En otras palabras, sin nuestro Padre celestial otorgar primeramente su vida santísima a su Hijo Jesucristo, naciendo inicialmente del vientre estéril de Sarah y luego del vientre virgen de la hija de David, por el Espíritu Santo, en Canaán, en ambas instancias, entonces su santo nombre fuego hubiese fallado siempre en descender para establecer su nuevo reino asombroso, de su perfecta voluntad.

Ciertamente, esto era importante para nuestro Padre celestial tener primeramente su sangre expiatoria llena de su vida eterna, derramada al su Hijo nacer del vientre virgen de la hija de David, ungiendo a Canaán, para que su santo nombre descienda a su nuevo dulce hogar, llenó de vida prístina para sus hijos, para vivirla por su Jesucristo victorioso sobre Satanás mentiroso, perpetuamente. Por eso, cuando nuestro Señor Jesucristo nació en Canaán, bañado por su propia sangre expiatoria, entonces él fue bañado en la vida eterna de todos nosotros ante la mirada del santo nombre fuego, descendiendo del reino angelical, entrando así en el Juramento a Isaac en perfecta santidad para atestiguar de toda la vida eterna, vivida victoriosamente con su Hijo Jesucristo en Canaán.

Ya que, esto era algo que sólo nuestro Señor Jesucristo podía hacer en Canaán, porque no solamente él es el primogénito del Padre en el reino angelical, pero igualmente Isaac desplegando toda la fuerza de su Justicia divina para ser establecida sobre la tierra, así como en el cielo, para que su santo nombre fuego sea finalmente glorificado apropiadamente toda una eternidad. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba ver a su Hijo Jesucristo no solamente nacido del vientre virgen de la hija de David, por el Espíritu Santo, salpicando la sangre expiatoria de su vida eterna sobre Israel, pero igualmente Él necesitaba hablar cada palabra del Juramento a Isaac para establecerlo en todo Canaán, para bendición cotidiana de todos, como su perfecta voluntad eterna.

Y al hacerlo así, entonces nuestro Padre celestial junto con su santo nombre y su Espíritu, necesitaba ver a su Hijo Jesucristo victorioso por toda palabra de su Juramento a Isaac sobre toda mentira, maldición y obra malvada de Satanás, derrotando así todo mal por las calles, pueblos y ciudades de Israel, entrando seguidamente con su vida victoriosa en cada hogar israelí. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba derrotar cada mentira, maldición y obra malvada en cada hogar Israelí por todo Israel, porque sus antepasados yacían en el Valle de los huesos secos, derrotados por las mentiras que emanaron de Satanás y, por ende, el mal tenía que ser derrotado en sus hogares israelíes para que su verdad y su justicia prevalezcan, por fin.

De otro modo, nuestro Padre celestial hubiese fallado junto con su santo nombre, y su Hijo Jesucristo por su Espíritu Santo del Juramento a Isaac en derrotar cada mentira, maldición y obra malvada, en donde Satanás había sido victorioso inicialmente en contra de Israel yaciendo ya en el Valle de los huesos secos, esperando levantarse en el Tercer Día a ver al SEÑOR. Autoritariamente, nuestro Padre celestial necesitaba decir cada palabra de su Juramento a Isaac, puesta sobre su cuerpo sagrado, cuando estaba tendido sobre el madero y listo para ser quemado como el sacrificio de su padre, porque Abraham había sido llamado divinamente a ofrecerlo como una ofrenda encendida, pero, más bien, fue el Padre derramando su fuego santísimo sobre cada hogar Israelí, siempre.

Por eso, es que nuestro Padre celestial necesitaba tener a su Hijo Jesucristo nacido del vientre virgen de la hija de David, por el Espíritu Santo, para que no solamente su santo nombre fuego descendiese a su lugar eterno de glorias sin fin sobre su altar del amor prehistórico, pero igualmente Él mismo entrar en cada hogar de sus hijos con poderes. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba conquistar cada hogar israelita en Canaán no solamente por las glorias de su santo nombre fuego, pero igualmente porque Él necesitaba ver su misma vida eterna vivida por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo, al su palabra del Juramento a Isaac desplegarse por toda su tierra, victoriosa sobre el ángel de la muerte, eternamente.

Visto que, esta era una victoria importante que nuestro Padre celestial necesitaba conquistar en contra de Satanás y de su mentira cotidiana por las calles, pueblos y ciudades de Canaán, y así mismo en cada hogar israelita, porque ésta victoria importante tenía que ser clavada al madero de la casa de Israel, sobre su altar del amor eterno, salvando a todos mundialmente. Por ende, únicamente su Hijo Jesucristo podía obrar ésta maravilla de gracia divina, misericordia, verdad y justicia que toda la casa de Israel necesitaba obtenerla y así derrotar finalmente a Satanás y sus mentiras, maldiciones, y muertes en contra de sus hijos, retenidos en el Valle de los huesos secos, para que finalmente sean levantados, viendo al SEÑOR en el Tercer Día.

Por eso, cuando alguien se bautiza en agua, invocando la perfecta santidad de su santo nombre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, entonces la perfecta santidad de su Juramento a Isaac desciende con aquella persona en el agua, para levantarse así seguidamente del Valle de los huesos secos (vida pecadora) victorioso sobre las mentiras, maldiciones, pobreza, enfermedades y toda muerte, perpetuamente. Y nuestro Padre celestial necesitaba derrotar a Satanás y sus maldades en todo hogar en Canaán, y por el mundo entero, porque cada uno de la casa de Israel había descendido a él, desde el Israel antiguo y hasta los desplegados por las naciones, entonces, Él necesitaba derrotar a Satanás mentiroso con su Hijo Jesucristo, viviendo su misma vida prístina como israelita.

Ciertamente, al nuestro Señor Jesucristo vivir su vida santísima por la tierra de Israel, proclamando el Juramento de nuestro Padre celestial a Isaac para derrotar toda maldad cotidiana de Satanás y de sus ángeles caídos, como el ángel de la muerte, entonces Él mismo pudo destruirlos con sus poderes asombrosos de su perfecta voluntad, su palabra cotidiana y viva desde su altar antiguo. Entonces una vez que Satanás había sido derrotado por su Hijo Jesucristo al vivir perfectamente la vida eterna de nuestro Padre celestial en todo Israel, derramando su misma sangre expiatoria al nacer del vientre virgen de la hija de David, por el Espíritu Santo: ciertamente, al fin Él pudo atar a Satanás y al ángel de muerte, para decirles, ¡Muerte! ¡Yo soy tu muerte!

Aquí es cuando, nuestro Padre celestial tenía que tomar el madero de la casa de Israel, que una vez fue la carne sagrada que nació en el cautiverio egipcio con su Juramento a Isaac, para absorber por cuatrocientos años cada pecado de las familias de las naciones antiguas, para luego bautizarlos en el Mar Rojo, destruyendo cada pecado mundialmente al fin, perpetuamente. Porque siempre fue el pecado que mantenía a cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones antiguas muertas sin haber conocido su santo nombre fuego, y sin haber derramado sangre de cordero, para expiación de sus vidas, para que Él pueda cubrir sus pecados, perdonarlos, y así asciendan al paraíso, en donde vivirían con Él, eternamente justificados.

Pero como las familias de las naciones antiguas, descendieron a las regiones de los perdidos del infierno tormentoso, sin el Juramento a Isaac, porque ellos siempre fallaron en conocer a nuestro Padre celestial en la tierra: entonces ellos se encontraban encarcelados en tormentos infernales, eternamente maldecidos y perdidos por el poder del pecado, para no volver a ver la vida nuevamente jamás. Sin embargo, cuando nuestro Padre celestial pudo establecer un convenio de vida con Abraham, porque ambos se sentaron a la Mesa santa para comer del pan y vino junto con los 318 hijos adoptados de la mano servicial de su Hijo Jesucristo, conocido como el Rey Melquisedec y Santidad de Dios, entonces el Juramento a Isaac podía establecerse en la tierra postreramente.

Es decir, que ahora nuestro Padre celestial podía tener una nación de sus hijos nacidos de Abraham y del vientre estéril de Sarah, y con su Juramento a Isaac de su perfecta voluntad, para que sea establecida sobre la tierra eternamente, para que su nuevo reino venga: y esto sería que sus hijos nacerían primeramente en el infierno tormentoso y entre naciones antiguas. Porque nuestro Padre celestial siempre buscó de tener toda una nación nacida en el infierno tormentoso y con su Juramento a Isaac, que es su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, que vinieron a ser un hombre nacido del vientre estéril de Sarah, Isaac, dándole vida así a Jacobo su primogénito terrenal, para que sus hijos tengan poderes, escapando del infierno, siempre.

Pero para el Plan redentor de nuestro Padre celestial, divisado en su corazón santísimo, solamente sería posible comiendo con Abraham y sus hijos adoptados el pan y vino de su Hijo Jesucristo, conocido como Santidad de Dios mundialmente, pero igualmente, postreramente tener a su Hijo amado comiendo con todos los hijos en Canaán, como en el paraíso, de su Mesa del pan. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo, dándoles de comer a los hijos de Abraham del pan y vino, así como inicialmente Él llamó a Adán y Eva a comer de su fruto de vida, pero nunca del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, para Él poseer un convenio de vida con ellos, siempre.

Es decir también que cuando nuestro Señor Jesucristo se sentó a la Mesa santa con sus apóstoles, para comer del pan y vino, que él personalmente le sirvió a nuestro Padre celestial y a su siervo Abraham junto con sus hijos adoptados, entonces él lo hizo finalmente para darle al Israel antiguo a que coma de él, al ser clavado al madero. Porque al nuestro Señor Jesucristo ser clavado al madero de la primera casa de Israel, yaciendo en el Valle de los huesos secos ya, entonces por los clavos en sus manos y pies, ciertamente cada uno de Israel comió de su carne sagrada y sangre expiatoria como el pan y vino inicial, para que la vida eterna sea posible en ellos finalmente.

Por eso, cuando nuestro Señor Jesucristo fue clavado al madero del monte de Sión, entonces él fue clavado a los hijos de Abraham, para que coman con nuestro Padre celestial y con el Espíritu Santo, exactamente lo que Abraham y sus hijos adoptados comieron sobre su Mesa: el pan y vino, inyectando su nueva vida al mundo para salvar toda nación, postreramente. Por consiguiente, cuando tú te sientes a la mesa de tu hogar para comer tus alimentos cotidianos, entonces tú podrás bendecir tus alimentos como el pan y vino, que fue inicialmente servido a Abraham y sus hijos adoptados, para que tú comas del Cordero escogido como los antiguos lo hicieron, alcanzando perdón y salvación eterna por ti y los tuyos, incluyendo amistades.

Porque ésta es la salvación que nuestro Padre celestial le ha entregado a cada uno de nosotros, en todas las familias de las naciones, empezando por la casa de Israel, porque comiendo de nuestro Señor Jesucristo su pan y vino, que él siempre sirve, entonces tú estarás comiendo de la vida eterna del Padre victoriosa sobre el pecado, maldiciones, pobreza y muerte. De otra manera, tú siempre fallaras no solamente de conocer del perfecto amor del Padre que siempre ha manifestado hacia nosotros, por su santo nombre fuego y su palabra viva, hablada sobre Isaac mientras yacía sobre el madero del monte Sión y su Lugar Santísimo, en Moriah, pero igualmente su bendición cotidiana de su nuevo reino venidero, reinando sobre las naciones, desconocerás.

Por ende, nuestro Padre celestial necesitaba tener una nación nacida en el mundo como su familia y con sus hijos del cielo arriba, porque a Abraham le dijo que mire hacia las estrellas incalculables, y contarlas si podía, pero él falló en contarlas porque son muchas: porque así son los hijos que vienen a él, convirtiéndose en un reino asombroso mundialmente, perpetuamente. Ésta es una nación, naciendo entre las familias de las naciones antiguas ya yaciendo en el infierno tormentoso, pagando por sus pecados en contra de Él, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, pero con el Juramento a Isaac en ellos, entonces ellos podían escapar con cada pecado del infierno hacia el bautismo en agua, destruyéndolos en el Mar Rojo, perpetuamente.

Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba destruir cada pecado en cada uno de todas las familias de las naciones del pasado, presente y futuro con sus poderes asombrosos y cotidianos del Juramento a Isaac, para que Él pueda empezar a establecer su voluntad perfecta, desde el mismo infierno hacia todo lo alto de Canaán, para glorias de su nuevo reino venidero, mundialmente. Ya que, éste es un reino maravilloso que viene sobre toda la tierra, únicamente renaciendo todo Israel del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, comiendo no solamente del pan y vino, que nuestro Padre celestial comió con Abraham y sus hijos adoptados sobre la Mesa santa de su Hijo Jesucristo, para que entonces Canaán fluya abundantemente leche y miel, siempre.

Genialmente, ésta es la gloria esperada que descenderá sobre todo Israel en nuestros días, por el Juramento a Isaac, que se activara entre toda la casa de Israel, al cada hombre, mujer, niño y niña bautizarse en agua y en el Espíritu Santo, sólo invocando la perfecta santidad de su santo nombre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo. Ésta es la gloria de nuestro Padre celestial, que los hijos de Abraham manifestaron en la cautividad egipcia, naciendo con el Juramento a Isaac, en donde cada palabra es mayor que cualquier palabra mentirosa de Satanás y de sus ángeles caídos, como el ángel de la muerte, pronunciada en contra de sus hijos de Israel y de las familias de las naciones.

Además, porque nuestro Padre celestial hizo que Israel naciese en el infierno tormentoso y entre las familias de las naciones perdidas en sus pecados, cometidos en contra de Él, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, por ello, ellos siempre jamás pudieron escapar del infierno, pero, Israel si podía, abandonando cada pecado de ellos en el bautismo del Mar Rojo, perpetuamente. Por ende, en nuestros días Israel finalmente se bautizara en agua y se bautizara en el Espíritu Santo del Lugar Santísimo, escapando milagrosamente del mundo nuevamente destinado probablemente a convertirse peor que el infierno que está en el corazón de la tierra, para caminar hacia el nuevo reino venidero de la perfecta palabra de nuestro Padre celestial, establecida ya en Canaán, perpetuamente.

Porque cuando Canaán empiece a fluir leche y miel así como la roca en el desierto con agua viva fluía para los sedientos, entonces todos bebieron de la sangre expiatoria del Cordero de Dios, inmolado desde la fundación del mundo para beber y comer leche y miel en nuestros días, entrando así a su nuevo dulce hogar sin conocer jamás el pecado nuevamente. Puesto que, éste es el nuevo reino que nuestro Padre celestial siempre buscó por milenios, en donde su santo nombre fuego es finalmente estacionado sobre su altar del amor prehistórico, y en donde Él personalmente derramaría su corazón santísimo de cómo su vida misma debe ser vivida eternamente por sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, mundialmente.

Por eso, cuando alguien es bautizado en agua en todas las familias de las naciones del mundo entero, entonces aquella persona es bautizada en su santo nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, abandonando todo pecado debajo de las aguas, accediendo así a su Lugar Santísimo eternamente justificado, sobre el monte Sión, en Israel, vestido con perfecta salvación su alma eterna. Visto que, bautizado en agua y en el Espíritu santo sobre su altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu Santo, entonces no solamente los hijos de Abraham están regresando a su dulce hogar, pero igualmente todos los hijos de todas las familias de las naciones del pasado, presente y futuro, formando finalmente su reino asombroso mundialmente.

Ahora, cada hombre, mujer, niño y niña, bautizada en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre fuego, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, entonces todo pecado abandonado es junto con la muerte y el infierno, y así entran todos instantáneamente a su Lugar Santísimo, en donde su Juramento a Isaac los viste con perfecto amor eterno y salvación inagotable, eternamente. Porque cuando nuestro Padre celestial le dijo a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, descendamos y creamos al hombre en nuestra imagen y semejanza, para que sea él como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal, entonces Adán y Eva nacieron para que sus hijos asciendan al Lugar Santísimo y sean recibidos con salvación imperecedera, para la eternidad venidera.

Considerando que, cuando Adán y Eva, descendieron al mundo, porque ambos pecaron en contra de Él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo en el paraíso, comiendo del fruto prohibido, que se les dijo que jamás coman de él, porque cuando lo coman entonces todos morirían: por ello, sus hijos deben comer del pan de Dios, para entrar a su reino venidero. Sin embargo, ahora todos tienen que renacer de su altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu, en donde su Juramento a Isaac es su palabra viva llena de su misma vida eterna, en donde el pecado falla en existir en todos sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, por toda la eternidad.

Por eso, es que nuestro Padre celestial tenía que tener no solamente su santo nombre fuego, clavado al madero del Israel antiguo junto con su Hijo Jesucristo, derramado cada gota de su sangre expiatoria, para cubrir todo pecado eternamente con cada palabra del Juramento a Isaac, pero igualmente darle de comer a Adán y Eva al fin su pan y vino abundantemente. Ciertamente, esto fue de comer del fruto de vida, que es su Hijo Jesucristo no solamente nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, pero igualmente del vientre virgen de la hija de David, sirviéndonos nuevamente de su pan y vino, que necesitamos comer, para regresar al reino asombroso del Padre, gozando de sus glorias una eternidad entera.

Por esta razón, cuando nuestro Señor Jesucristo hablaba de las palabras de nuestro Padre celestial, y ejecutaba cada milagro y maravilla por las calles, villas, pueblos y ciudades de Israel, entonces él decía que cada hombre, mujer, niño y niña tiene que comer de su carne sagrada, porque sólo él es el pan de vida, saciando cada alma hambrienta de la tierra. Por ende, al nuestro Señor Jesucristo ser clavado al madero del Israel antiguo, entonces esto fue hecho no solamente, dándole a cada hombre, mujer, niño y niña descendido al Valle de los huesos secos a comer de él, pero igualmente, entregarles a ellos cada victoria conquistada con la vida santísima del Padre, vivida en Canaán por él y por el Espíritu Santo.

Visto que, nuestro Padre celestial siempre buscó en la eternidad con sus ángeles y en nuestros días con Adán y sus hijos a ser amado, servido y glorificado en Espíritu y en Verdad, y esto es únicamente posible al renacer del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, invocando su santo nombre todopoderoso de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo. Aquí es cuando cada hombre, mujer, niño y niña puede renacer del agua, abandonando la carne pecadora por la carne sagrada y el espíritu de error por el Espíritu Santo, solamente para conocer la vida misma del Padre, que su Hijo Jesucristo bajo del cielo a Israel, poseyéndola milagrosamente todos nosotros con el Juramento a Isaac, y así vivir su bendición cotidiana, siempre.

Considerando que, cada uno de nosotros amaría regresar a nuestro Padre celestial, y a su reino maravilloso, creado para vivir con sus hijos, que lo aman a él y a su santo nombre fuego en Espíritu y en Verdad, entonces todos nosotros tenemos que haber ya renacido del agua y del Espíritu del Lugar Santísimo de su Nueva Jerusalén celestial, para lograrlo. Ya que, aquí es donde nuestro Padre celestial está sentado en la Silla de la Misericordia, esperando por todos de Israel y de las familias de las naciones, que entren ya en su presencia santísima, bautizados en agua y en su Espíritu Santo, invocando su nombre todopoderoso, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para que su salvación sea posible en nosotros, siempre.

Visto que, éste es el único lugar en el cielo y la tierra, en donde Él se encontrara personalmente con quienquiera regresar a Él, por medio del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, invocando su santo nombre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, porque es únicamente aquí, en donde tú empezaras a vivir la vida eterna con Él eternamente. Realmente, los primeros en comer del pan y de la sangre expiatoria, descendida del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo inicialmente, para encontrarse con Abraham sobre el Monte Moriah, y luego sobre el mismo altar pero en Canaán, fue la casa de Israel, yaciendo en el Valle de los huesos secos, para ascender finalmente al cielo en el Tercer Día.

Ya que, cuando nuestro Padre celestial clavó a su Hijo Jesucristo a Israel victorioso sobre Satanás, pecados, maldiciones, pobreza, muerte y el infierno, entonces fue primeramente para que cada hombre, mujer, niño y niña de la casa de Israel del Valle de los huesos secos finalmente coma del pan y vino, que Abraham comió con el Padre primero, salvando todo pecador, siempre. Por eso, es que nuestro Padre celestial clavó a su Hijo Jesucristo al madero del monte santo de Jerusalén, salpicando toda su sangre expiatoria sobre Israel, entonces fue para alimentar a sus hijos con pan del árbol de la vida eterna, reemplazando así el fruto prohibido que los había destruido y matado a todos ellos en el Valle de los huesos secos.

En el Tercer Día, cada hombre, mujer, niño y niña que se había tornado en huesos secos del Valle de muerte, entonces resucitaron con vida eterna de nuestro Padre celestial, vistiendo con perfección y gloria que a Abraham se le requerido poseer primeramente para entrar a su nuevo reino venidero en la tierra, reinando sobre las naciones con perfecta santidad toda una eternidad. Por eso, al derramar nuestro Señor Jesucristo su sangre expiatoria victoriosa sobre Satanás y su reino de tinieblas, otorgándoles a Israel y a las familias de las naciones perdón de pecados, amor para amarlo a Él eternamente, verdad y justicia para entrar a la vida eterna instantáneamente justificados, entonces fue para que su santo nombre fuego sea glorificado con amor eterno, siempre.

Visto que, nuestro Padre celestial no solamente había oído a la casa de Israel, clamando a Él, desde el Valle de los huesos secos, cuando su Hijo Jesucristo dijo, ¡Padre! ¡Por qué me has desamparado! Porque desde cuando descendieron al Valle de los huesos secos, entonces fue cuando empezaron todos los hebreos a extrañar de su abundante gracia, misericordia, verdad y justicia divina que siempre conocieron de Él en todos los días de sus vidas terrenales. Aquí es cuando nuestro Padre celestial tomó posesión del Juramento a Isaac, cuando Él les prometió que jamás los dejaría ni los abandonaría, entonces Él peleó con las tinieblas del infierno, que no solamente retenían a Israel en el Valle de los huesos secos pero igualmente a las naciones antiguas, porque ahora Él había obtenido todo poder para destruir toda tiniebla completamente, siempre.

Aquí es cuando también nuestro Señor Jesucristo le dijo a nuestro Padre celestial, por los poderes abundantes de su gracia, misericordia, verdad y justicia divina Jurada a Isaac, por favor perdónalos, le suplicaba al Padre: porque todos ellos han fallado siempre en conocer en lo que hacen, ofendiéndote; y nuestro Padre celestial los perdonó, destruyendo toda tiniebla del infierno, y para siempre. Por cuanto, nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo lucharon en contra de toda tiniebla no solamente del Valle de los huesos secos, liberando toda la cada de Israel en el Tercer Día como prometido inicialmente a Abraham, por ejemplo, pero igualmente liberó a cada familia de las naciones antiguas, que habían ya descendido eternamente perdidas al infierno tormentoso.

Ya que, nuestro Padre celestial le prometió a Abraham, diciéndole que en su simiente, que es su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, que todas las familias de las naciones serian benditas en él—porque un nuevo reino vendría sobre la tierra de amor, gracia, verdad y justicia, prevaleciendo eternamente. Por ende, cuando nuestro Señor Jesucristo oró por los transgresores, derramando su sangre expiatoria sobre el monte santo de Jerusalén, además entró en el Lugar Santísimo, con la cortina rota de arriba abajo, otorgándole acceso a Israel y a las naciones con sus rituales y ceremonias de perfecta santidad del Juramento a Isaac, entonces él clamó, diciendo: ¡Consumado es todo al fin!

De aquí en adelante, nuestro Padre celestial no solamente había recibido a su Hijo Jesucristo junto con su Espíritu Santo en su Lugar Santísimo con la cortina abierta por completo, porque solamente Dios podía entrar por ella, entonces él le dijo al Padre celestial: todo está terminado, nosotros estamos todos listos para tu nuevo reino venidero sobre la tierra de Israel, pronto. Ahora, nuestro Señor Jesucristo tenía que pronunciar estas palabras ante nuestro Padre celestial, parado allí, recibiendo felizmente no solamente a Israel y a cada uno de las naciones, renacido del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, invocando la santidad perfecta de su nombre, su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, para que Israel finalmente sea su perfecta voluntad universalmente, siempre.

Es decir también que nuestro Padre celestial junto con su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, nacido inicialmente del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, entonces fue para que Jacobo junto con sus hijos lleven su Juramento a Isaac por el infierno tormentoso, el desierto del Sinaí, y sobre el monte santo de Jerusalén, conquistando toda salvación universal. Porque cuando nuestro Señor Jesucristo le dijo al Padre celestial, está todo terminado, entonces esto significó que él junto con el Espíritu Santo y toda la casa de Israel, nacida en el infierno tormentoso y entre naciones antiguas, fue para tomar cada pecado hacia el Mar Rojo, para que la sangre de corderos sea derramada sobre ellos, cubriéndolos finalmente para destrucción mundial.

Por ende, al cubrir el pecado con las aguas del Mar Rojo, y con las sangres de corderos, derramada desde el Lugar Santísimo por el desierto del Sinaí, conduciendo especialmente rituales y ceremonias de perfecta santidad del Juramento a Isaac, entonces fue echo todo para perfectamente, destruyendo todo pecado mundialmente, para que el Cordero de Dios quite todo pecado de Canaán, perpetuamente. Para que todo Israel venga a ser finalmente la voluntad perfecta del Padre celestial, establecida sobre la tierra escogida por Él mismo no solamente estableciendo su altar del amor prehistórico con su santo nombre fuego, ardiendo sobre Israel y las familias de las naciones, pero igualmente para fabricar sus ciudades asombrosas para sus hijos: y así vivir todos juntos una eternidad bendecidos eternamente.

Ciertamente, nuestro Padre celestial junto con su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo ha desplegado sabiamente cada palabra del Juramento a Isaac sobre todo el infierno tormentoso y con las familias de las naciones antiguas, cubriendo cada pecado por el Mar Rojo, y en el desierto del Sinaí con las sangres de corderos sacrificados, para que Israel sea mundialmente su voluntad perfecta, eventualmente. Seguramente, cuando nuestro Señor Jesucristo dijo todo está terminado, entonces esto quiso decir que toda la casa de Israel puede volver a nacer del bautismo de agua y del bautismo del Espíritu Santo, entrando así a su Juramento a Isaac, que es cada palabra de su asombroso reino venidero, en donde viviremos todos con Él en su perfecto amor una eternidad entera.

Además, esto es algo que nuestro Padre celestial necesitaba tener establecido ya con todo Israel, al su Hijo Jesucristo manifestar, que él junto con el Espíritu Santo y los hijos de Abraham, habían terminado, cumplido, exaltado los rituales y ceremonias necesarias de perfecta santidad del Juramento a Isaac, para que su nuevo reino asombrosos descienda al fin sobre Canaán, en cualquier momento. Ciertamente, cuando nuestro Señor Jesucristo estaba por cumplir con cada palabra del Juramento a Isaac, ejecutando así toda perfecta voluntad de nuestro Padre celestial en cada ritual y ceremonia de su perfecta santidad de su nuevo reino de glorias, todas puedan, entonces finalmente descender sobre Canaán: y luego, él miró hacia Jerusalén desde lejos, solamente para llorar, desconsoladamente, lamentándose mucho por Israel.

Porque si Israel hubiese solamente sabido cuando nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo los visitó así como ellos mismos visitaron a Abraham y a su esposa Sarah inicialmente, para decirles que iban a tener un hijo, a pesar del vientre estéril, entonces ellos hubiesen gozado de la paz celestial que siempre han soñado tener, para vivirla toda una eternidad. Por eso, es que nuestro Señor Jesucristo dijo, Jerusalén que apedreas y matas a los que te son enviados para recordarte, de que tú tienes un pacto de vida muy importante que has recibido del Padre celestial, al nacer en el mundo, entonces tú tienes que cumplirlo cabalmente, para que su nuevo reino venga sobre todo Israel al fin, para la eternidad.

Éste es el Juramento a Isaac, que milagrosamente se torna todopoderoso en cada uno de ellos, como cuando todo poder celestial se enciende, en donde toda palabra del Padre celestial es su perfecta voluntad en su tierra escogida por Él mismo, para vivir con sus hijos, gozando de las grandezas de su santo nombre, flameando sobre el monte Sión toda una eternidad gloriosa. Aquí es cuando nuestro Padre celestial no solamente reinara sobre todo Israel soberanamente, pero igualmente sobre las familias de las naciones del pasado, del presente y del futuro, puesto que, en su Juramento a Isaac solamente es todo abundante amor, gloria, gracia, misericordia, verdad y justicia divina—y aquí, ya no hay más pecado ni tinieblas por verse en ningún lugar jamás.

Por eso, es que Satanás siempre causó a Israel por las generaciones a que se torne todo un holocausto en ciertos lugares del mundo, cuando estaban supuestos a bautizarse en agua y bautizarse en el Espíritu Santo, para que su Juramento a Isaac se manifieste en su gloria, descendiendo para quedarse en Canaán y así el nuevo reino venidero se manifieste, inmediatamente. Es decir también que cuando miramos hacia atrás, entonces podemos ver que ciertos holocaustos tomaron lugar en aquellos lugares, y esto significa que en algún lugar de aquellos días vino una hora especifica: cuando Israel pudo haberse convertido milagrosamente en su voluntad perfecta, en donde lo imposible cesa de existir como cuando Moisés se paró ante el Mar Rojo (violento e imposible).

Moisés clamó al Padre celestial por ayuda, porque simplemente falló en entender que él tenía junto con toda la casa de Israel el poder que hace milagrosamente que lo imposible sea posible instantáneamente, entonces a él se le dijo divinamente que extendiese su vara sobre el mar, y lo parta en dos, con paredes de aguas gigantes, y tierra seca para caminar. Bien, esto es exactamente lo que va a suceder cuando Israel se bautice en agua y en el Espíritu Santo, para que cuando nuestro Padre celestial regrese con su hora, en que los poderes del Juramento a Isaac se manifiesten entre ellos milagrosamente, viendo su gloria descender y quedarse, entonces todo Israel entrara hacia lo imposible porque ahora todo es posible, constantemente.

Por es, es que nuestro Padre celestial le dijo a Abraham y a cada uno de sus siervos fieles, pregúntales soberanamente: ¿Hay algo que sea muy difícil, duro, o imposible para que el SEÑOR haga en la tierra y en el cielo? Y la respuesta es no. Visto que, todo es posible para nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, por medio del Juramento a Isaac, establecido sobre Israel, como convenio eterno, que jamás fallara o morirá: porque ya no hay pecado, maldición, pobreza, conflicto, enfermedad ni muerte, pero solamente su abundante gracia, misericordia, verdad y justicia divina para felicidad de sus hijos toda una eternidad. ¡Amén!

EARTH IS PARADISE AS ISAAC’S OATH IS ON IN ISRAEL AS GOD’S PERFECT WILL NOW:

Our heavenly Father said to Moses, now you need to call Joshua, because he is the one that I have chosen to relieve you, since soon you will be with your forefathers, and he must take the people of Israel into the land that I have promised to grant to them, forever. This is the day that our heavenly Father has been waiting for to commission Moses replacement, because He needed to conquer the land that He had promised not only to Abraham, Isaac, and Jacob but also the children filling the earth with families, and so, He wanted them to be born in His homeland’s ancient altar through water baptism, and not elsewhere.

Besides, our heavenly Father needed to fill the land of Canaan with the children that have become born by the same powers of the Holy Spirit that gave birth to His Son Jesus Christ as Isaac, so now the children may fill the earth where He will finally establish His altar of the prehistoric love for His holy name fire new glories. However, for our heavenly Father to ensure that He will conquer the land for His altar and His holy name fire that needed to descend from heaven thus to establish His holy new Kingdom of His perfect will that is the oath sworn to Isaac, then, He had to make sure that the land will prevail always with His Son’s sacred-flesh.

That is why, that our heavenly Father needed to commission Joshua at the tabernacle of reunion, and within the powers of the Holy of Holiest that really is His oath sworn to Isaac, dressing not only Joshua with the words of His perfect will that will eventually saturate the entire land of Canaan but also the children through the generations. Given that, only when the land of Canaan is not only conquered by Abraham’s children but also it is filled with His living-words of the oath sworn to Isaac, because every man, woman and child will be baptized in water as they cross the Jordan river, then He could have His altar of the prehistoric love established firmly upon its eternal place.

Then, our heavenly Father will be able finally to have not only His Son Jesus Christ born from David’s virgin daughter, bathed in the atoning-blood of the oath sworn to Isaac, because it is filled with His personal eternal life that will be integrated eventually into His children for His holy name fire lasting daily manifestation of the incoming amazing abundant glories. That is why, that when His Son Jesus Christ was born from David’s virgin daughter by the Holy Spirit’s power in Bethlehem, then our heavenly Father’s holy name fire began to descend from heaven above, because His only Son was finally born in the midst of his brothers and sisters in the atoning-blood, required for His holy name fire final descend.

That is to say, also that without the holy presence of our heavenly Father’s atoning-blood filled with His personal pristine life, granted first not only to His Son Jesus Christ as he was born from Sarah’s barren-womb and later from David’s virgin daughter, then it was for His personal life to enter into Canaan for His holy name fire final descend. In other words, without our heavenly Father’s first granting to His Son Jesus Christ His life as he was born initially from Sarah’s barren-womb later to be reborn from David’s virgin womb by the Holy Spirit within Canaan, in both instances, then His holy name fire would have failed to descend thus to establish His new amazing kingdom of His perfect will.

For it was important for our heavenly Father to have had first His atoning-blood filled with His eternal life shed as His Son Jesus Christ was born from David’s virgin-womb touching Canaan for His holy name fire to descend from heaven’s glory to His new home-sweet-home, filled with everyone’s pristine-life to be lived by His Son first victoriously over Satan’s lie forever. That is why, that when our Lord Jesus Christ was born in Canaan bathed by his own-atoning-blood then he was bathed in everyone’s eternal life in our Father’s sight for His holy name fire to descend from the angelical kingdom, entering into the oath sworn to Isaac with perfect holiness to witness eternal life displayed victoriously with His Son throughout Canaan, perpetually.

For this was something that only our Lord Jesus Christ could do within Canaan because he is not only our heavenly Father’s firstborn in heaven’s glory, but also he is Isaac displaying the full force of His divine justice to be established upon earth as it is in heaven’s glory, so His holy name fire may be finally glorified properly through eternity. For our heavenly Father needed to see His Son Jesus Christ not only born by the Holy Spirit from David’s virgin daughter and spilling the atoning-blood of His eternal life over Israel entirely, but also He needed him to speak the every word of His oath sworn to Isaac to be established within Canaan for everyone’s daily blessing as His perfect will.

And by doing so, then our heavenly Father along with His holy name fire and His Spirit needed to see His Son Jesus Christ by the every day word of His oath sworn to Isaac victorious over Satan’s lies, curses and wicked-works thus defeating evil through the streets of the towns, cities of Israel by entering with life into every Israeli home. For our heavenly Father needed to defeat Satan’s lie, curses and wicked-works within every Israel home throughout the land of Israel, because their forefathers were lying in the Valley of the dried bones, defeated by the wicked lies that came out from Satan, and so, evil had to be defeated in every Israeli home for truth and divine justice to prevail, finally.

Otherwise, our heavenly Father would have failed along with His holy name fire, and His Son Jesus Christ through the Holy Spirit of His oath sworn to Isaac to defeat Satan’s lie, curses with wicked-works where he had been successful initially against Israel lying in the Valley of the dried bones, waiting to rise on the Third Day to see the Lord. Therefore, our heavenly Father needed to say every word from His oath sworn to Isaac placed over his sacred-body as he lied over the wood ready to become a burn offering sacrifice by his father, because Abraham had been called divinely to offer him as a burnt offering, but, instead it was our Father only pouring holy-fire over every Israeli home, always.

That is why, that our heavenly Father needed to have His Son Jesus Christ born from David’s virgin daughter by the Holy Spirit within Israel, so not only for His holy name fire to descend to its eternal place of never-ending glories over His altar of the eternal love, but also for Him to enter into the every home of His children. For our heavenly Father needed to conquer every Israeli home within Canaan because not only for the glories of His holy name fire, but also because He needed to see His eternal life lived by His Son Jesus Christ and the Holy Spirit as His every word of the oath sworn to Isaac was displayed throughout the land victorious over death, perpetually.

For this was an important victory that our heavenly Father needed to conquer against Satan and his every day lie not only through the streets of the towns and cities of Canaan but also from every Israeli home, because this wonderful victory needed to be nailed to the wood of the house of Israel over His altar of love, for everyone’s salvation. Therefore, only His Son Jesus Christ could do this wonderful-task of divine grace, mercy, truth and justice that every man, woman and child from the entire house of Israel needed to attain thus to defeat finally Satan with his lies, curses, and deaths against them in the Valley of the dried bones, so they may see the Lord on the Third Day.

That is why, that when any one becomes baptized in water by invoking the perfect holiness of His holy name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, then the perfect holiness of His oath sworn to Isaac descends with that one into the water to rise from the Valley of the dried bones victorious over Satan’s lie, curses, poverty and death. And our heavenly Father needed to defeat Satan and his wicked-works within every Israeli home within Canaan and throughout the world, because every one from the house of Israel had descended into it from ancient Israel and the children scattered through the nations, and so, He needed to defeat Satan’s lies within Canaan with His Son Jesus Christ living His pristine-life.

Certainly, as our Lord Jesus Christ lived his holy life throughout the land of Israel by proclaiming our heavenly Father’s oath sworn to Isaac to defeat the every day wicked-work from Satan and his fallen angels as death, then He was able to destroy them with the amazing power of His perfect will, His ancient altar’s every day word of life. Then, once Satan had been defeated by His Son Jesus Christ as he lived our heavenly Father’s eternal life within Israel by spilling his own atoning-blood as he was born from David’s virgin daughter, by the Holy Spirit’s power, then he was able to render Satan and the angel of death powerless as he proclaimed, by saying, death I am your death.

This is when our heavenly Father needed to take on the wood of the house of Israel that once was the sacred-flesh that was born within Egypt’s captivity with the oath sworn to Isaac thus to absorb for four hundred years every sin from the families of the ancient nations to baptize them at the Red sea, destroying every sin at last. Because, it was sin that was keeping every man, woman and child from all the families of the ancient nations that died without knowing His holy name fire and without shedding the lamb’s atoning-blood of their lives, so He may cover their sins and forgive them thus to allow them to ascend into paradise, where they could live with Him eternally justified.

But, since the families of the ancient nations descended into the regions of the lost in hell’s torment without the oath sworn to Isaac, because they just failed to know our heavenly Father throughout their entire lives on earth, then they were locked in hell’s torment forever cursed and lost by the power of sin never to know life again through eternity. However, when our heavenly Father had established a covenant of life with Abraham, because they both sat at the Lord’s Table to eat the bread and wine along with the 318 adoptive children from His Son Jesus Christ, known in those days as King Melquisedec from Salem or God’s Righteousness, then the oath sworn to Isaac could be established upon earth finally.

That is to say, that now our heavenly Father could have an entire nation that will be the children born from Abraham and Sarah’s family into His oath of His perfect will to be established upon earth at last for His new incoming kingdom, and this meant that His children will be born first in hell’s torment in the midst of nations. For our heavenly Father was looking forward always to have an entire nation born in hell’s torment with His oath sworn to Isaac that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit that would become a man born from Sarah’s sterile-womb thus to give birth to His firstborn Jacob, for His children to have the power to escape from hell finally.

But for our heavenly Father’s Plan of Salvation, devised within His mind and holy heart, could only become possible after He had eaten with Abraham and the adoptive-children the bread and wine from His Son Jesus Christ, known as God’s Righteousness on earth, but also, have His Son eat with Abraham’s children lastly within Canaan as in paradise from His Table’s bread. Because, our heavenly Father needed His Son Jesus Christ to give to eat to Abraham’s children from His bread and wine just as He called initially Adam and Eve to eat from the fruit of life from paradise, but never from the tree of knowledge of good and evil, so He may have a covenant of life with the children, as always.

That is to say, also that when our Lord Jesus Christ sat at the Lord’s Table with His apostles to eat the bread and wine that he personally served to our heavenly Father and his servant Abraham along with the adoptive-children, then he did it finally to give to ancient Israel to eat his bread as he was nailed to the wood. Because, by our Lord Jesus Christ been nailed to the ancient house of Israel’s wood lying in the Valley of the dried bones already, then by the nails been pierced through his hands and feet, then every one within Israel was ingesting from his sacred-flesh and atoning-blood as the initial bread and wine for eternal life to be possible in them, finally.

That is why, that when our Lord Jesus Christ was finally nailed to the wood over Jerusalem’s holy hill, then he was nailed to Abraham’s children to eat with our heavenly Father and His Spirit exactly what Abraham and his adoptive-children ate at the Lord’s Table: the bread and wine that started a new life on earth for the nations’ final everlasting-salvation. Therefore, every time that you may sit at your home’s table to eat your daily meals then you may bless your food as the bread and wine that was initially served to Abraham and the adoptive-children, so you may eat from the Lamb of God as the ancients did to attain forgiveness and lasting-salvation for you and your loved ones, including friends.

For this is the salvation that our heavenly Father had granted to each one of us throughout the families of the nations, starting with the house of Israel, because by eating from the Lord Jesus Christ the bread and wine that he has always served, then you are eating our heavenly Father’s eternal life victorious always over sin, curses, poverty and death. Otherwise, you will always fail not only to know our heavenly Father’s perfect love that He had always manifested towards you through His holy name fire and living-word, spoken over Isaac as he initially was placed over Jerusalem’s holy hill and its wood, the Holy of Holiest, but also His daily blessing from His new incoming kingdom, ruling the nations through eternity.

Therefore, our heavenly Father needed to have a nation born into the world as His family and children from heaven above, because Abraham was told to look to the stars thus to count them, but he failed to count them because they are too many, for this is how his children were coming to him, becoming His amazing Kingdom upon earth, forever. This is a nation that would be born in the midst of families of ancient nations already lying in hell’s torment, paying for sins against Him, His Son and the Holy Spirit, but with His oath sworn to Isaac in them, then they could escape with every sin from hell into the water baptism to destroy them at the Red sea, finally.

For our heavenly Father needed to destroy every sin from every one from all the families of the nations from the past, the present and the future with the amazing daily powers of His oath sworn to Isaac, so He may begin to establish His perfect will from hell into the highest heaven over Canaan for His newly incoming Kingdom glories. For this is a wonderful kingdom coming upon earth as Israel becomes reborn from the water baptism and from the Holy Spirit baptism, as they may not only eat the bread and wine that our heavenly Father ate with Abraham and the adoptive-children over the Lord’s Table from His only Son, thus causing Canaan miraculously to flow with milk and honey, eventually.

Prophetically, this is the glory expected to descend upon the land of Israel nowadays, because of the oath sworn to Isaac that will become alive within the entire house of Israel as every man, woman and child become baptized in water and in the Holy Spirit, by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit. This is our heavenly Father’s glory that Abraham’s children began to manifest within Egypt’s captivity as they were born with the oath sworn to Isaac, where every word is many times more powerful than any word of lie from Satan and his fallen angels as the angel of death may pronounce against His children from Israel and the families of the nations.

Besides, because our heavenly Father caused Israel to be born within hell’s torment and in the midst of the families of the ancient nations lost in their sins committed against Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, then they always failed to escape from hell, but, Israel instead was successful at last to dump every sin at the Red sea. Therefore, in our time Israel will finally may become baptized in water and baptized in the Holy Spirit within the Holy of Holiest to escape again from a world destined to become perhaps worst than the hell that is at the center of earth to escape into the incoming Kingdom of our heavenly Father’s perfect word established within Canaan, already.

Because when Canaan begins to flow with milk and honey just as the rock within the desert burst with living-water for the thirsty, then they drank from the Lamb of God’s atoning-blood, slain since the foundation of the world thus to drink and eat milk and honey nowadays to enter into our new heavenly home-sweet-home never to know sin again through eternity. For this is the new Kingdom that our heavenly Father has always searched for through millenniums, where His holy name fire is finally stationed over His altar of the prehistoric love, and where He personally poured His holy heart as how His life will be lived with His children from Israel and the families of the nations upon the entire earth.

That is why, that every time someone is baptized in water throughout the families of the nations around the world then that one is baptized in His holy name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, abandoning sin under the water to access into the Holy of Holiest forever justified over Jerusalem’s holy hill, in Israel, with lasting-salvation dressing every living-soul. Given that, baptized in water and in the Holy Spirit over His altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, then not only Abraham’s children are returning into His home-sweet-home, but also every one else from the families of the nations from the past, the present and the future, forming finally His amazing Kingdom to come soon.

Now, every man, woman and child baptized in water by invoking the perfect holiness of His name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, then it is to abandon sin, death, hell, and curses thus to ascend by entering into the Holy of Holiest, where His oath sworn to Isaac will dress them with perfect unfailing-love and lasting-salvation, into eternity. Because when our heavenly Father said to His Son Jesus Christ and to the Holy Spirit let us descend to create man in our image and in our likeness, so he may become as one of us knowing good and evil, then Adam and Eve were born for the children to ascend into the Holy of Holiest to be received with lasting-salvation.

Considering that, when Adam and Eve descended into the earth because they both sinned against our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit in paradise by eating the forbidden fruit that they were told never to eat from it, because as they may then they will die, thus now the children must eat from God’s bread to enter into His new incoming Kingdom. However, now they must become reborn over His altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, where His oath sworn to Isaac is His living-word filled with His eternal life where sin will fail to exist in any one of His children from Israel and the families of the nations through eternity.

That is why, that our heavenly Father had to have not only His holy name fire nailed to the wood of ancient Israel along with His Son Jesus Christ shedding every drop of his atoning-blood to cover sin forever with his every word of the oath sworn to Isaac, but also to give to eat to Adam and the children His living-bread. Surely, this was to eat from the fruit of life that is His Son Jesus Christ not only born as Isaac from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit’s power, but also born from David’s virgin daughter, granting us again the bread and wine needed to eat for us to return to our heavenly Father’s Kingdom of amazing never-ending glories into eternity.

For this reason as our Lord Jesus Christ spoke our heavenly Father’s words and performed the Holy Spirit’s every mighty miracle through the streets of the towns, villages and cities of Israel, then he said that every man, woman and child must eat from his sacred-flesh, because he is the bread from heaven giving life to every living-soul on earth. Therefore, as our Lord Jesus Christ was nailed to ancient Israel’s wood, then it was done not only to give every man, woman and child that have become bones in the Valley of dried bones to eat from him, but also, grand to them every victory conquered with our heavenly Father’s personal life lived in Canaan by His Son and His Holy.

Because, our heavenly Father has always searched through eternity with the angelical hosts and in our days through Adam and the children to be loved, served and glorified in Spirit and in Truth, and this is only possible by becoming born again from the water baptism and the Holy Spirit baptism, invoking His name, His Son and His Holy Spirit only. This is when every man, woman and child may become reborn from water by abandoning the sinful-flesh for the sacred-flesh and the spirit of error for the Holy Spirit only to know our Father’s life that His Son Jesus Christ brought into Israel, so we may have it with the oath sworn to Isaac for daily blessing to be possible, always.

Considering that, every one that will love to return to our heavenly Father and His wonderful Kingdom that He has created to live with the children that love Him and His holy name in Spirit and in Truth, then they most become reborn right now from water and from His Holy of Holiest of the New Jerusalem from heaven above, in Israel. For this is where our heavenly Father is seating at the Mercy Seat waiting for every man, woman and child within Israel and the families of the nations to enter into His holy presence, baptized in water and in His Holy Spirit by invoking His holy name, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit for salvation to be possible finally.

For this is the only place in His entire Kingdom in heaven and on earth that He will meet personally any one coming back to Him through water baptism and the Holy Spirit baptism by invoking His holy name, His Son and the Holy Spirit, because it is only here where you will begin to live eternal life with Him through eternity. What's more, the first ones to eat from the bread and drink from the atoning-blood, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit initially to meet Abraham over Mount Moriah and later over the same altar within Canaan was the entire house of Israel lying in the Valley of the dried bones to ascend heavenly bound finally on the Third Day.

Given that, when our heavenly Father nailed His Son Jesus Christ victorious over Satan, sin, curses, poverty, death and hell, then it was first for every man, woman and child from the entire house of Israel lying at the Valle of dried bones finally to eat the bread and wine abundantly that Abraham ate with the Father initially for everyone’s lasting-salvation. That is why, that as our heavenly Father nailed His Son Jesus Christ to the wood over Jerusalem holy hill for the atoning-blood to be spilled to the ground, then it was to feed them the bread from the tree of life thus replacing the forbidden fruit that had destroyed and killed them at the Valley of the dried bones.

On the third day, every man, woman and child that had become dried bones in the Valley of death, then they resurrected filled with our heavenly Father’s eternal life and dressed with the perfection and glory that Abraham was asked to possess to enter into His incoming Kingdom upon earth to rule the nations with perfect holiness through eternity. That is why, that as our Lord Jesus Christ had shed his atoning-blood victorious over Satan and his kingdom of darkness throughout the earth, granting Israel and the families of the nations forgiveness from sin, love to love the Father, truth and justice to enter instantly into eternal life forever justified, so His holy name fire may finally be glorified with everlasting-love.

For our heavenly Father had not only heard from the house of Israel crying to Him from the Valley of dried bones as His Son Jesus Christ said, Father why has you forsaking me, because since the day that they descended into the Valley of dried bones then they began to miss His grace, His mercy, His truth and His divine justice. This is when our heavenly Father took full possession of His oath sworn to Isaac where He promised that He will never abandon much less forsake them, then He fought with the terrible darkness from hell not only holding Israel in the Valley of the dried bones but also the ancient nations, because now He had every day power to destroy them forever.

This is also when our Lord Jesus Christ said to our heavenly Father, by the amazing powers of grace, mercy, truth and divine justice of the oath sworn to Isaac, please forgive them, because they have failed always to know what they had done to offend you; and our Father forgave them, destroying darkness finally. Inasmuch as, our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit fought together against the darkness not only from the Valley of the dried bones to liberate Israel on the Third Day as initially promised to Moses, for example, but also to liberate every family from the ancient nations that had descended forever lost into hell’s torment.

For our heavenly Father said to Abraham that in his seed that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit born as Isaac from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit’s power, all the families of the nations will be blessed in you—because a new Kingdom is coming upon earth where love, grace, truth and divine justice will prevail through eternity. Therefore, when our Lord Jesus Christ had prayed for the wicked and shed his atoning-blood over Jerusalem’s holy hill moreover entered victoriously within the Holy of Holiest, with the curtain torn from top to bottom, granting access to Israel and the nations with their rituals and ceremonies of perfect holiness from the oath sworn to Isaac, then he shouted, it is done.

From this moment on, our heavenly Father had not only received His Son Jesus Christ along with the Holy Spirit entering into the Holy of Holiest with the holy curtain opened wide, because only God could enter through it, then he said to the Father it is finished, we are ready for your dream kingdom coming upon Israel your land, at last. Now, our Lord Jesus Christ had to pronounce these words before our heavenly Father standing there to receive very happily not only Israel and everyone else from the nations reborn from water baptism and the Holy Spirit baptism by invoking the perfect holiness of His name, His Son and the Holy Spirit, so Israel may finally become His perfect will on earth.

That is to say, also that our heavenly Father along with His Son and His Spirit Holy born initially from Sarah’s barren-womb as Isaac, by the Holy Spirit’s power, then it was for Jacob along with the children to take His oath that is His perfect will through hell’s torment, the Sinai’s desert, and over Jerusalem’s holy hill for every one’s lasting-salvation. Because, when our Lord Jesus Christ said to the Father it is finished, then this meant that he along with the Holy Spirit and the entire house of Israel born in hell’s torment and within the midst of the nations was to take every sin into the Red sea, so the lambs’ atoning-blood may be shed over them for final destruction worldwide.

Therefore, by covering sin with water at the Red sea and with the lambs’ atoning-blood shed from the Holy of Holiest through the Sinai’s desert, conducting specifically every ritual and ceremony of perfect holiness from the oath sworn to Isaac, then it was done to destroy sin entirely worldwide, for God’s Lamb to shed his atoning-blood to remove them from Canaan, forever. For Israel finally to become our heavenly Father’s perfect will established over the land that He had personally chosen not only to establish His altar of the prehistoric love with His holy name fire, burning wildly over Israel and the families of the nations, but also to build His amazing cities for his children to live with Him through eternity perfectly blessed.

Thus, our heavenly Father along with His Son and His Spirit has displayed wisely His every word of the oath sworn to Isaac all over hell’s torment and with the families of the ancient nations by covering every sin at the Red sea and through the Sinai’s desert with the lambs’ atoning-blood, for Israel today to become His perfect will worldwide eventually. Surely, when our Lord Jesus Christ said it is finished, then this meant that the entire house of Israel may become reborn from the water baptism and from the Holy Spirit baptism, so they may enter into His oath sworn to Isaac that is the every word of His amazing coming Kingdom, where we will live with Him in perfect love everlastingly.

Besides, this is something that our heavenly Father needed done with the entire house of Israel as His Son had manifested that he along with the Holy Spirit and Abraham’s children has finished, fulfilled, accomplished all the necessary rituals and ceremonies of perfect holiness from the oath sworn to Isaac for His new coming Kingdom to descend upon Canaan anyday now. That is why, that when our Lord Jesus Christ was about to fulfill the every word of the oath sworn to Isaac thus executing our heavenly Father’s perfect will within every ritual and ceremony of perfect holiness for His new Kingdom glories may finally descend upon Canaan, then he looked upon Jerusalem from a distant place only to cry.

Because if Israel had only known as our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit visited them as they visited Abraham and his wife Sarah initially to let them know that they were going to have a child, despite her sterile womb, then they would have been able to enjoy the peace from heaven that they have always longed to possess. That is why, that our Lord Jesus Christ said that Jerusalem that stones and kills those that are sent to remind you that you have a very important covenant of life that you have received from our heavenly Father, as you were born upon earth, then you must fulfill it, for His new Kingdom to come upon Israel at last, forever.

This is the oath sworn to Isaac becoming miraculously powerful through each one of them as a power from heaven above turns on, where our heavenly Father’s perfect words have become His perfect will within His land that He had chosen to live with His children, enjoying the greatness of His holy name fire over Jerusalem’s holy hill through eternity. This is when our heavenly Father will not only rule over Israel but also the families of the nations of the world from the past, from the present and from the future, because, in His oath sworn to Isaac there is only abundant love, glory, grace, mercy, truth and divine justice—there, there is no more sin or darkness seen anywhere anymore.

That is why, that Satan has always caused Israel through the generations to become a holocaust somewhere around the world as they were supposed to become baptized in water and baptized in the Holy of Holiest for His oath sworn to Isaac’s glory finally to descend and stay over the land of Israel for His new Kingdom to manifest at last worldwide. That is to say, also that whenever that we may look back, then we can see that a holocaust took place there, then this means that somewhere in those days there was an hour where Israel could have miraculously become His perfect will, where the impossible will fail to exist again as when Israel with Moses stood at the Red sea.

Moses cried to the Father in heaven for help, because he just failed to understand that he had been given along with the entire house of Israel the power that causes the impossible to become possible, then he was told to extend his staff over the sea for the waters to part, into walls of water and dried ground to walk on. Well, this is exactly what is going to happen when Israel becomes baptized in water and baptized in the Holy Spirit as our heavenly Father comes around with the day for the powers of the oath sworn to Isaac to manifest within Israel as His glory descends to stay, then they will enter into the impossible because it is possible at last, everlastingly.

That is why, that our heavenly Father said to Abraham and to every one of His faithful servants, is it there anything too difficult, hard, or impossible for the Lord in heaven and on earth? And the answer is no. All things are possible with our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit through the oath sworn to Isaac, established upon Israel as an eternal covenant failing to end always, despite holocausts, because there is no more sin, curses, poverty, conflicts, illness or death, but only His amazing grace, mercy, truth and divine justice for His children’s happiness through eternity. Amen!

¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!

Saludos cordiales a todos

Dígale al Señor, nuestro Padre Celestial, de todo corazón, en el nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, también, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”. Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y su MUERTE.

Disponte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁ TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con frecuencia, para ver qué clase de libros están a tu disposición, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y así comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad.


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