(IVÁN): LA CARNE SAGRADA DE YESHUA (JESÚS) TE ELEVA AL LUGAR SANTÍSIMO: SIN PECADO:

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Sábado, 27 de Mayo, 2017 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

(Felicidades a todo nuestro Gran Ecuador por su nuevo Presidente Constitucional: Lenin Moreno. Y que nuestro Padre celestial nos bendiga como siempre, cada día de nuestras vidas, por medio de su Hijo Jesucristo, dándonos cada vez más de sus ricas bendiciones y de sus riquezas insondables de su Espíritu Santísimo, que jamás deja de caer sobre nosotros y hasta que finalmente nos introduce en la vida eterna de La Nueva Jerusalén celestial. También felicitamos al flamante Presidente Constitucional de Francia: Emmanuel Macron. Y que nuestro Padre celestial bendiga grandemente a sus hijos e hijas con su nuevo gobierno legislativo, por su Hijo Jesucristo se lo pedimos, y así todos ellos sean llenos de su Espíritu Santo que sigue descendiendo sobre toda Francia por los poderes de su santo nombre fuego y su palabra llena de vida y de verdad: enriqueciendo toda alma francesa, siempre. ¡Amén!)

LA CARNE SAGRADA DE YESHUA (JESÚS) TE ELEVA AL LUGAR SANTÍSIMO: SIN PECADO:

Nuestro Padre celestial le ordenó a Moisés que le presentase un toro joven y dos corderos, para ser ofrecidos a la entrada del tabernáculo de reunión, porque él estaba listo para aceptar a Aarón y a sus hijos como sacerdotes del Lugar Más Santo de los Santos, para que ministren de todas las cosas santas en Israel para perdón, sanidad y salvación. Aarón el sumo sacerdote tenia que vestir con las vestiduras de exquisitez celestial, que nuestro Padre celestial le había enseñado a Moisés para que lo preparase para él y sus hijos, que trabajarían en las cosas santas del tabernáculo de reunión, con perfecta santidad, para que no mueran ministrando en su santa presencia.

Estos eran vestidos de exquisitez celestial y hermosura que agradan al Padre celestial, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, y así Aarón con sus hijos puedan ministrar en el tabernáculo y hasta en el Lugar Santísimo ante su presencia celestial, para que los bendiga a ellos y a los hijos de Israel con bendiciones poderosas de perdón, sanidad, prosperidad y salvación. Es decir, de que nadie de entre las familias levíticas podían acercarse al tabernáculo de reunión y de sus cosas santísimas de Israel, sin vestir apropiadamente con hermosura celestial así como el Padre le había instruido a Moisés, para que puedan hacer el trabajo debido para poder bendecir a Israel, sin tener a nadie que muera, por culpa de impurezas.

Puesto que, cualquiera en la familia levítica que falle en vestirse apropiadamente con sus vestiduras sacerdotales junto con quien sea de entre las doce tribus de Israel, que se acerque al tabernáculo de reunión y de las cosas santas de Israel con un corazón impuro y una disposición indiferente hacia las cosas santas, entonces podía morir instantáneamente y sin aviso alguno. Por ende, el tabernáculo de reunión tenía que ser resguardado constantemente por miembros de la familia levítica y de los sacerdotes, designados para mantener a las gentes y a los animales extraviados de acercarse a las cosas santas de Israel, para que no mueran en el proceso de acercarse al Lugar Santísimo, de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo.

Ahora, cuando Aarón como el primer levítico sumo sacerdote de Israel antes de entrar en el tabernáculo de reunión y hacia el Lugar Santísimo, para estar en la presencia santísima del Padre, entonces él tenia que ofrecer un novillo junto con dos corderos que tenían que ser sacrificados, a la entrada del tabernáculo: porque él tenia que santificarse por completo, primeramente. Y antes de entrar: Aarón tenia que vestir su vestidura sacerdotal por siete días, y en cada día tenia que sacrificar un novillo y hasta el Sábado, entonces él estaría completamente santo para entrar a la presencia santísima del Padre: porque el Padre mismo estaría listo allí para recibir las ofrendas, oraciones y peticiones, para bendecir a todo Israel con santidad perfecta.

Aarón al entrar en el tabernáculo, y especialmente a Lugar Santísimo, entonces él tenia que salpicar la sangre del animal sacrificado sobre él como su dedo gordo de la mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, porque luego también tenia que salpicar la sangre sobre la cortina antes de entrar a la presencia santísima del Padre, para ser aceptado. Seguramente, Aarón tenia que salpicar la sangre del animal sacrificado siete veces sobre la cortina azul, púrpura, carmesí separando los lugares santos del Lugar Santísimo, porque cada vez que él salpicaba la sangre sobre la cortina junto con las cosas santas del tabernáculo de reunión, entonces tenia que ser hecho así por cada día de la semana hasta entrar en el Sábado.

Visto que, seria en este día muy santo de purificación eterna en que nuestro Padre celestial no solamente estaba listo para recibir al levítico sumo sacerdote de la casa de Israel, pero igualmente a su Hijo Jesucristo como el Santo de Israel que nacería en los años venideros, del vientre virgen de la hija de David, para ser el sumo sacerdote eterno. Puesto que, seria su Hijo Jesucristo quien entraría con su carne sagrada, nacida de la hija de David, bañado en su sangre santísima con el santo nombre fuego del Padre, volando sobre el cielo israelí y sobre el altar del amor prehistórico, en que Abraham e Isaac encendieron fuego, para recibir al Cordero de Dios con la salvación perfecta de todos, finalmente.

Dado que, antes de la manifestación de su Hijo Jesucristo, nacido del vientre virgen de la hija de David y bañado en su sangre santísima de perfecta santidad, para tener el santo nombre fuego del Padre y del Espíritu Santo entrando en Israel, para quedarse sobre el altar del amor prehistórico, entonces, él tenia que haber vivido ya nuestras vidas y redimidas, perpetuamente. Pues, ésta era la razón de nuestro Señor Jesucristo de nacer de la hija de David en Israel, bañado en su sangre santísima, para que el santo nombre fuego sea bienvenido finalmente sobre el altar del amor prehistórico, para que él derrame toda su vida santísima en el Lugar Santísimo y en Israel, y así la salvación de todo creyente sea posible.

Por eso, es que todos los sumos sacerdotes levíticos, empezando con Aarón, eran rechazados por nuestro Padre celestial cuando entraban en el Lugar Santo de los Santos, porque habían fallado de todos ellos en vivir sus vidas santísimas, complacientes y aceptables en su presencia santísima, para él perdonar todo pecado, transgresiones, y faltas cotidianas: con una vida santísima ya vivida en Israel. Por ende, los sacerdotes levíticos, empezando con Aarón, fallaron de haber vivido esta vida muy gloriosa que solamente el Padre, su Hijo y el Espíritu siempre han conocido, para que el Espíritu Santo de los Diez Mandamientos sea cumplido y glorificado enteramente en Israel como en el cielo, para que la salvación de todos sea finalmente posible hacia toda la eternidad venidera.

Por eso, es que los sacerdotes levíticos morían, ministrando en el Lugar Santo de los Santos ante nuestro Padre celestial, porque jamás podían alcanzar sus estándares espirituales, que no solamente los enriquecería a ellos por medio del amor, santidad perfecta y gloria pero igualmente a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y con todas bendiciones necesarias y salvación eterna, perpetuamente. Los sacerdotes levíticos siempre fallaron en conocer esta vida maravillosa que solamente el Padre, el Hijo y el Espíritu la conocían perfectamente y que la vivían continuamente y sin contaminación alguna, como las familias de las naciones que se contaminan regularmente, empezando por Israel, y que tenían que conocerla/poseerla para entrar al Lugar Santísimo eternamente enriquecidos y justificados, para siempre.

Ciertamente, por toda la vida de Israel en el desierto del Sinaí, el tabernáculo de reunión siempre estuvo listo para recibir los mejores de los sumos sacerdotes posibles que las familias levíticas podían presentar ante nuestro Padre celestial y en su Lugar Santísimo, pero todos quedaron muy cortos de encontrarse con él en su santidad perfecta, porque morían repentinamente, ministrando santidad purísima. Es decir, que cuando los sacerdotes levíticos eran rechazados en el Lugar Santo de los Santos, porque el estándar de santidad era inadecuado para encontrarse con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, entonces ellos morían que sus campanillas dejaban de sonar y, por ello, tenían que ser jalados hacia fuera con una soga atados a ellos mismos antes de entrar.

En vista de que, nadie de las familias levíticas podía entrar al Lugar Santo de los Santos para rescatar al sumo sacerdote caído, para jalarlo hacia fuera del tabernáculo de reunión, para que reciba su atención medica, porque él ya había muerto y estaba lejos de ser rescatado por falta de santidad perfecta, y que la requería para permanecer en el Lugar Santísimo. Es decir también que el sumo sacerdote caído tenia que ser jalado con una soga amarrada a su cintura, porque él no podía continuar muerto y tendido en el Lugar Santo de los Santos y en la presencia santísima del Padre, porque éste lugar estaba únicamente reservado para su Hijo Jesucristo al morir por los pecados de Israel y del mundo entero.

En otras palabras, inmediatamente cuando los sumos sacerdotes levíticos atados a la soga de su cintura no se les oía ya más sus campanas, entonces se decía de que habían sido rechazados y, por ende, tendidos en el suelo ante nuestro Padre celestial, entonces tenían que sacarlos rápido: porque no podían seguir muertos más del tiempo permitido por el mismo Padre celestial. Únicamente su Hijo Jesucristo como el Santo de Israel podía realmente permanecer caído y muerto en el Lugar Santo de los Santos, porque al ser clavado al madero de la casa de Israel que yacía en el Valle de los huesos secos, entonces él derramaba su sangre reparadora sobre ellos, y el santo nombre fuego ardía intensivamente sobre su cabeza sin parar.

Por ende, al nuestro Señor Jesucristo derramar su sangre reparadora sobre la madera de la casa de Israel, tendida sobre el Valle de muerte, y que todos ellos estaban tan muertos como él mismo, porque había derramado toda su vida santísima para lavarlos, limpiarlos, de todo pecado en un día, entonces volvieron a la vida instantáneamente ante nuestro Padre en el cielo. Es decir, que el único a quien nuestro Padre celestial podía recibir muerto como los que yacían en el Valle de los huesos secos de la casa de Israel, esperando por las promesas de misericordia eternas y de gracia interminable, fue su Hijo Jesucristo, y muerto ante él: porque con su muerte única, entonces él levantaría a Israel a la vida nuevamente.

Aquí es cuando nuestro Señor Jesucristo no solamente había derramado toda su vida divina, vivida tan santamente en el cielo delante de nuestro Padre celestial y de las huestes angelicales, pero igualmente ante cada uno de sus hermanos y hermanas en Israel, para que entonces él mismo levantarlos a la vida nuevamente con su muerte santísima y resurrección asombrosa y eternal. Por eso, es que cuando nuestro Señor Jesucristo murió clavado al madero del Israel antiguo, yaciendo en el Valle de los huesos secos, entonces él murió sobre sus carnes sagradas que habían acumulado los pecados e heridas del mundo entero: porque al ser clavado a sus cuerpos muertos inmediatamente él destruyó todo pecado, entregándoles así vida eterna en el Lugar Santísimo, perpetuamente.

Puesto que, ésta es la victoria que nuestro Padre buscaba ver en su Hijo Jesucristo a que la cumpla no solamente en el cielo o en las ciudades de Israel, pero sobre su altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y el Espíritu Santo, para que él pueda gozar de victorias eternas en el Lugar Santísimo con sus hijos renacidos. Visto que, una vez que nuestro Padre celestial ha logrado no solamente de tener a su Hijo Jesucristo clavado al madero, que es realmente la carne del Israel antiguo, yaciendo en el Valle de muerte, para finalmente recibirlos a todos ellos en su Lugar Santísimo, y bañados en la sangre reparadora para salvación eterna: solo entonces él pudo reconocerlos como sus hijos, perpetuamente.

Ahora, nuestro Padre celestial no solamente podía aceptar a cada uno del Israel antiguo, yaciendo en el Valle de muerte y en sus vidas pecadoras que las vivieron en sus días en Israel, pero igualmente recibirlos en su Lugar Santísimo como sus hijos legítimos: porque ahora habrán vivido sus vidas gloriosas por medio de su Hijo Jesucristo y en Israel, para salvación eterna. Por lo tanto, todos ellos tienen un hogar con él en La Nueva Jerusalén celestial, en donde todos seguirán viviendo la vida gloriosa que fallaron en vivir ante nuestro Padre celestial en Israel, pero con su Hijo Jesucristo ya la empezaron a vivir en su perfección, por ende ascienden al cielo conociendo la vida gloriosa del Santo de Israel, para ser aceptados finalmente.

Es decir, que su Hijo Jesucristo nació bañado en su sangre reparadora de la hija de David, para vivir la vida santísima de cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, obedeciendo al Espíritu Santo de los mandamientos, exaltándolos con gloria eterna ante el Padre en el cielo: conquistando así toda salvación perfecta en el Lugar Santísimo, perpetuamente. Esto fue algo que únicamente su Hijo Jesucristo podía hacerlo para sus hermanos y hermanas en Israel y en las familias de las naciones, y esto es de vivir la vida perfecta y gloriosa que cumple y glorifica el Espíritu Santo de los mandamientos ante el Padre en el cielo, para que sean aceptados como ciudadanos de La Nueva Jerusalén celestial, para siempre.

Ya que, nadie que había fallado en vivir su vida santa en Canaán podía jamás entrar en su presencia del Lugar Santísimo, del altar de Abraham e Isaac, ni menos ser redimido como un ciudadano de La Nueva Jerusalén celestial, en donde su amor, paz, prosperidad y felicidad sin fin perpetua infinitamente en sus hijos legitimo: entonces estaban muertos todos sin Jesucristo. Ciertamente, fue importante para su Hijo amado nacer de la hija de David, bañado en su sangre reparadora no solamente para recibir el santo nombre fuego en Israel y sobre el altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y el Espíritu Santo, pero igualmente vivir la vida gloriosa de todos y victoriosa sobre Satanás y la muerte en Israel, perpetuamente.

Indiscutiblemente, con estas victorias sobre Satanás entonces nuestro Señor Jesucristo podía ascender al monte Sión con el madero del Israel antiguo sobre sus hombros, y que yacían todos ellos en el Valle de los huesos secos, para destruir todo pecado del mundo entero en un día, y así Israel vuelva a ser una nación instantáneamente, perpetuamente justificado ante el Padre en el cielo. Dado que, nuestro Señor Jesucristo tenia que ser victorioso para cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones en el Lugar Santísimo, ante nuestro Padre en el cielo, para que él pueda destruir las obras de Satanás y de sus ángeles caídos y de la muerte, para que el Nuevo Reino empiece con amor, gloria y paz interminable.

Ciertamente, al ser su Hijo Jesucristo clavado al madero del Israel antiguo, que yacía en el Valle de muerte, y con el santo nombre fuego quemando su grasa corporal completamente, entonces él pudo borrar todo pecado del mundo entero: además cumplir con toda verdad y justicia para el Espíritu Santo de los mandamientos, sellando así toda salvación para sus hermanos y hermanas. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo que destruya todo pecado, herida y enfermedades de Israel y de las familias de las naciones sobre el monte Sión, clavado al madero, que en vida fue la carne del convenio del Israel antiguo, para que él pueda abrir las puertas de su nuevo reino de vida, que jamás conocerá destrucción alguna.

Éste es un nuevo mundo que nuestro Padre celestial ha preparado para cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, y que ellos siempre gozaran con él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo junto con los ángeles: porque éste es un mundo maravilloso y eternamente victorioso sobre Satanás y la muerte hacia la eternidad. Y es como cuando nuestro Padre celestial llamó a Noé, por ejemplo, ha construir un Arca que seria una casa para las especies del reino animal, que él había creado al crear el mundo, porque estaba listo para destruir toda carne con un diluvio mundial, y que la humanidad jamás ha visto antes, para empezar toda vida nuevamente sobre la tierra bautizada.

Noé obedeció a nuestro Padre celestial, construyendo su Arca hacia dentro de la tierra y sobre lo alto de una montaña, que empezó a ser la riza de las naciones, de que cuando vieron lo que Noé había empezado a construir sobre el monte alto, entonces solamente podían romper en una riza burlona que no se paro mundialmente hasta que llovió. La gente simplemente falló en ver la razón divina de construir un Arca sobre todo lo alto de la superficie de la tierra y, además, muy lejos del océano, y que solamente los hacía reír sin control alguno y hasta no poder (reír) más, porque humanamente no podían parar de reír aunque querían hacerlo ante Noé y el Arca increíble que veían.

La gente pensaba que realmente Noé había perdido su mente al construir un Arca tan inmensa, y que a nadie le despertó el interés de ver en su interior o tratar de entender la razón de crearla sobre una montaña, y lejos del mar, en donde podría navegar, y probablemente ir a algún puerto seguro, por el mundo entero. Ciento veinte años pasaron cuando nuestro Padre celestial le dijo a Noé, empieza a recoger a todas las especies de los reinos de los animales por pares de hembras y de machos, para que aborden el Arca y así descansen en sus habitaciones, porque estoy listo para abrir las fuentes abundantes de agua del cielo arriba y de la tierra abajo.

Noé hizo exactamente lo que nuestro Padre celestial le había dicho que hiciese, y esto fue de recibir a los animales, que venían hacia él en pares de machos y de hembras, para llenar el Arca con cada criatura viviente de la tierra y del cielo, y aún así el Arca tenia más espacio para que la gente entre, pero nadie vino. Noé se paró a la puerta del Arca listo para cerrarla, llamando a la gente a que entre, pero el diluvio estaba a punto de caer sobre toda la tierra, más la gente seguía caminando y riéndose de sus palabras desesperadas: puesto que, simplemente ellos no podían razonar con las palabras que Noé les decía hasta que la puerta se cerró completamente.

Nuestro Padre celestial tenia que cerrar la puerta del Arca, porque la lluvia comenzó a descender como cualquier lluvia (como las que nosotros siempre hemos visto), pero esto fue algo que la gente jamás había experimentado antes: porque la lluvia continuaba, descendiendo sin parar, mientras los ríos se desbordaban y las aguas cubrían la tierra alrededor de ellos, como nunca antes. Sin duda, el Arca era de gran tamaño y su puerta igualmente, que cuando la gente la golpeaba, para que Noé la abriera, entonces él ya no los podía oír: porque los animales se movían en su derredor y la lluvia seguía sin cesar por todos lados, que Noé únicamente podía oír a los animales y el agua golpear el Arca incesantemente.

Esta estructura del Arca fue hecha de madera que salvó al reino animal que nuestro Padre celestial había llamado a vivir en su nuevo mundo, que él mismo había decidido que existirá con Noé y su familia que iba hacia un camino innovador hacia una nueva tierra, que él tuvo que llenarla toda de agua, para salvarla de Satanás y del mal. En este día, lo que nuestro Padre celestial realmente hizo fue que bautizó a la humanidad entera con agua para redimirla de todos ellos mismos, porque habían vivido sus vidas en oposición hacia él y con un espíritu rebelde, que solamente lo puede destruir en bautismo de agua, para que una nueva humanidad y llena de vida emerja en toda la tierra.

La gente acostumbrada a ver a Noé y su Arca de madera sobre el monte y lejos del agua, que se burlasen de él siempre y hasta que ya no se podían reír más de él y de su trabajo, entonces todos sucumbieron finalmente hacia la región perdida: porque fallaron en creer y en obedecer como el reino animal lo hizo, salvándose perpetuamente. Con el Arca de Noé, nuestro Padre celestial pudo salvar por pares todos los animales del reino animal, para entregarles a todos ellos un nuevo comienzo en la vida en un mundo bautizado en agua, pero sin los pecadores que siempre veían de vez en cuando: porque ya habían descendido al infierno tormentoso, para jamás volver a ver la vida.

Nuestro Padre celestial estaba usando sus mismas tácticas antiguas nuevamente, pero salvando a los que le complacen a él, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, y esta vez él no usa a Noé, más bien usa a su familia que es su Hijo y el Espíritu Santo para empezar una nueva vida humana en la tierra, y esta vez, perpetuamente. Legalmente, nuestro Padre celestial estableció un convenio de vida con Abraham y Sarah su esposa (que era sin hijos), ofreciéndoles un recién nacido, es decir, si se sientan con él a la Mesa del SEÑOR a comer de su Hijo Jesucristo, que era Melquisedec, sirviendo el pan y vino como siempre lo hace cada día para los ángeles en el reino celestial.

Ahora, cuando Abraham y nuestro Padre celestial comieron del pan y vino, servido por su Hijo Jesucristo como el rey de Salem y su Santidad perfecta universalmente, entonces al comer de su comida sobre la Mesa del SEÑOR, seguidamente su Hijo Jesucristo podía nacer del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, y llenó del amor prehistórico para salvación mundial. Éste fue el convenio que nuestro Padre celestial estaba buscando establecer en la tierra, para que nuevamente él pueda construir su Arca hecha de madera, que salvaría al mundo entero no de un nuevo diluvio mundial, porque él prometió no destruir jamás la tierra con agua, y el arco iris le recuerda su promesa: pero esta vez únicamente por su carne santísima.

Por eso, es que su Hijo Jesucristo al nacer de vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, entonces él tenia el Arca que necesitaba no solamente para salvar el reino animal del mundo antiguo como ya lo había hecho con Noé, pero esta vez a todas las familias de las naciones, como Israel, para que no mueran en pecado. Y éste es un convenio que nuestro Padre celestial empezó con Abraham y el vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, para que su Hijo Jesucristo nazca en la familia humana como Isaac: porque sólo él puede tomar los pecados del mundo entero, por los poderes asombrosos de su carne sagrada y de su sangre reparadora: destruyéndolos en el Lugar Santísimo, instantáneamente.

Ésta fue la destrucción mundial de todo pecado, enfermedad, problemas, conflictos, heridas, pobreza y muerte de cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, pero únicamente posible por la carne sagrada y la sangre reparadora de vida eterna, que había vivido ya en Israel, destruyendo todo pecado sobre el Lugar Santísimo, del altar del amor eterno. Ya que, ésta es la vida gloriosa que nuestro Padre celestial deseaba ver en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones: victoriosamente sobre el pecado, enfermedades, heridas, problemas, pobreza y muerte en el Lugar Santísimo, vestidos sus hijos en la carne sagrada y bañados en la sangre reparadora para ser aceptados en la vida eterna, perpetuamente justificados.

Dado que, cada vez que entraba alguno en el Lugar Santísimo, del tabernáculo de reunión, así como los sumos sacerdotes fueron llamados a entrar en él, y esto tenia que ser una vez al año con perfectos rituales de santidad exquisita, ante nuestro Padre en el cielo, entonces eran rechazados eventualmente, porque carecían de su santidad perfecta para salvar/resucitar a sus hijos. Ciertamente, aunque los sumos sacerdotes levíticos conducían cada ritual de perfecta santidad para complacer a nuestro Padre celestial al entrar ellos, pisando el Lugar Santo de los Santos para ser aceptados, entonces eran rechazados todos ellos perpetuamente: porque carecían de una vida gloriosa que necesitaban haberla vivido ya en Israel, para que puedan entrar enriquecidos en La Nueva Jerusalén celestial, eternamente justificados.

Ciertamente, nuestro Señor Jesucristo tenia que nacer de la hija de David, bañado en su sangre reparadora, para que entonces el santo nombre fuego sea bienvenido en Israel, implantándolo así perpetuamente sobre el altar de amor de Abraham e Isaac, pero igualmente para vivir por todo creyente su vida enriquecida y aceptable en Lugar Santísimo, ante nuestro Padre celestial, salvándolos así, perpetuamente. Y porque su Hijo Jesucristo pudo vivir esta vida gloriosa que nuestro Padre celestial siempre esperó ver en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, para aceptarlos así resucitados/santísimos, y para que se queden todos ellos en el Lugar Santísimo perpetuamente enriquecidos, entonces él pudo decirle a Israel: Todo aquel que cree en mi, aunque muera, vivirá.

Con estas palabras, lo que nuestro Señor Jesucristo le estaba diciendo plenamente a Israel y a las familias de las naciones, fue de que si confiesan su santo nombre fuego, como Yo Soy el Que Soy, creyendo que fue él quien habló con Moisés sobre el monte Sinaí, entonces sus pecados les serán perdonados para salvación, ascendiendo al cielo, eternamente justificados. Más precisamente, lo que Jesucristo realmente dijo, fue que, aunque estés muerto en tus pecados como cada hombre, mujer, niño y niña del Israel antiguo, yaciendo en el Valle de muerte, entonces al creer en su santo nombre fuego, clavado al madero sobre su cabeza y cuerpo, quemando su grasa corporal y derramando su sangre reparadora, instantáneamente, volverán todos a vivir nuevamente, perpetuamente enriquecidos.

Es decir, que creyendo en su Hijo Jesucristo y en su santo nombre fuego, clavado al madero, que en vida fue la carne del Israel antiguo, entonces por sus victorias maravillosas sobre Satanás y el pecado, instantáneamente entraran al Lugar Santísimo, integrados a la carne sagrada, aunque estén muertos, se convertirán en santidad perfecta ante el Padre en el cielo, perpetuamente justificados. Visto que, es la carne sagrada de Jesucristo y su sangre reparadora que hace santo no solamente el Lugar Santísimo del tabernáculo en Israel y en el cielo, pero igualmente a cada hombre, mujer, niño y niña aunque esté muerto en su bóveda: porque es él quien los convierte a ellos y a sus hogares instantáneamente en santidad perpetua con salvación eterna.

Ya que, ésta es la salvación que nuestro Padre celestial siempre buscó en cada hombre, mujer, niño y niña que ha nacido de su imagen y de su alma viviente, y que te salva hoy en día, es decir: si crees que su Hijo Jesucristo te puede introducir en el Lugar Santísimo, ante Dios en el cielo, y sellado con salvación eterna. Nuestro Padre celestial hizo todo lo mejor con toda la tribu Levita, especialmente con los sumos sacerdotes que entraban en el Lugar Santísimo una vez al año, para ver si de alguna manera podían complacer sus estandartes espirituales que salvaría a Israel y a la humanidad entera del peligro del infierno tormentoso, pero jamás encontró a ninguno que lo lograra victoriosamente, perpetuamente.

Sin embargo, desde que Moisés empezó el tabernáculo con su Lugar Santísimo con cada hombre, mujer, niño y niña que nuestro Padre celestial había escogido para llevar acabo esta gran obra redentora, y para que sea ejecutada con perfecto amor y santidad así como ordenó inicialmente a que todo sucediese, entonces él les entregó grandes poderes para hacerlo así todo bien, siempre. Pero, desdichadamente, nuestro Padre celestial se encontró cada vez rechazando a los sumos sacerdotes en el Lugar Santísimo, porque todo lo que se tenia que hacer con amor, santidad, perfección y reverencia entonces todos quedaban muy cortos para lograrlo, que no se podían encontrar jamás en su santidad perfecta, para que toda verdad y justicia sea complacida universalmente en Israel y en las naciones.

Los sumos sacerdotes levíticos cuando morían en su presencia santísima del Lugar Santo de los Santos, entonces descendían al Valle de los huesos secos para reunirse con sus hermanos y hermanas, finalmente para comprender, de que todo esfuerzo humano para agradarle a él, en su verdad y en su justicia divina, era totalmente imposible, que les daba un sentido de perdición total. Sin embargo, el sumo sacerdote (y no levítico) que finalmente entraría en el Lugar Santísimo, satisfaciendo toda verdad y justicia divina perpetuamente, seria su Hijo Jesucristo, nacido del vientre virgen de la hija de David, bañado en su misma sangre, para vivir una vida agradable ante el Padre en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, perpetuamente.

Dado que, éste seria el cuerpo de la carne sagrada y de su sangre reparadora no solamente vistiendo a su Hijo Jesucristo, nacido y bañado en su sangre reparadora, trayendo así el santo nombre fuego sobre el altar del amor eterno en Israel, pero igualmente con toda familia de Israel y de las naciones a su presencia santísima, eternamente justificados: salvándolos eternamente. Por eso, es que después de que cada sumo sacerdote levítico falló de complacer a nuestro Padre celestial en toda verdad y justicia en el Lugar Santísimo, entonces él jamás permitió que Moisés entre a Canaán, pero únicamente su tabernáculo de reunión: porque ahora Dios quería a su único Hijo que entre en su presencia santísima, para salvación de sus hijos: ¡resucitándolos!

Todos los sacerdotes levíticos caídos, descansaban bajo la arena del desierto, en donde el Valle de los huesos secos tenia a todo Israel antiguo cautivado, y sólo hasta que alguno de Israel finalmente cumpla con toda verdad y justicia ante el Padre celestial en el Lugar Santísimo, para ponerle fin a todo pecado, conquistando así la resurrección de Israel hacia la eternidad. Por ello, el tabernáculo fue llevado a Canaán, pero para no ser usado jamás por los sacerdotes levíticos como en el desierto, porque siempre fallaban en complacerlo a él en toda su demanda por perfecta verdad y justicia divina, para purificar a todo Israel y a las familias de las naciones con su gracia y misericordias interminables: salvando así al creyente, siempre.

Puesto que, nuestro Padre celestial estaba reservando el Lugar Santísimo para ser ocupado no solamente por su Hijo Jesucristo victorioso sobre Satanás y la muerte, para destruir todo pecado del mundo entero en un solo día, por los poderes asombrosos de su cuerpo glorificado y sangre derramada, para resucitar a sus Hijos legítimos a vida eterna, sino por todas las naciones igualmente. Ya que, únicamente su Hijo Jesucristo podía realmente (y nadie más de todo Israel) finalmente entrar en el Lugar Santísimo del tabernáculo de reunión en Israel y en el cielo, divinamente clavado a la carne del convenio del Israel antiguo y con todos los pecados del mundo, para destruirlos instantáneamente con su sangre reparadora, salpicada sobre el altar de amor eterno.

Por eso, es que nuestro Señor Jesucristo fue clavado al madero del Israel antiguo, yaciendo en el Valle de muerte, para no volver a ver la vida, porque todos fallaron en complacer al Padre celestial y a su Espíritu Santo en sus vidas vividas en Israel, pero finalmente ascendieron en el tercer día victorioso sobre todo pecado y la muerte: gracias a Jesucristo. Puesto que, ésta es la salvación que todos en Israel y en las naciones habían buscado, y que era humanamente imposible de jamás obtenerla: porque es como los mandamientos, que únicamente por los bautismos de agua y del Espíritu Santo se pueden cumplir cabalmente para ver la vida en la tierra y en La Nueva Jerusalén celestial, perpetuamente enriquecidos y justificados.

Por esta razón, únicamente por medio del bautismo de agua y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es que uno puede renacer ascendiendo del agua, abandonando la carne pecadora para el infierno tormentoso, y así tomar la carne sagrada en su perfecta santidad, para entrar en el Lugar Santísimo y en el cielo, y ser aceptado, perpetuamente. Aquí es cuando, nuestro Padre celestial ve a cada hombre, mujer, niño y niña no vistiendo la carne pecadora, que siempre fallo en el Lugar Santísimo para ser aceptado como Hijo del Altísimo en el reino angelical y en la vida eterna, pero, esta vez, vestido totalmente en la carne sagrada de su Hijo Jesucristo victorioso sobre Satanás y la muerte, perpetuamente.

Ciertamente, nuestro Padre celestial lo ha hecho simple todo para todo hombre, mujer, niño y niña del mundo entero, empezando con Israel, a entrar en el Lugar Santísimo del cielo al ser bautizado en agua, invocando su santo nombre fuego, su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, para que su gracia trabajadora, misericordia, verdad y justicia divina los estimule, enriqueciéndolos poderosamente, siempre. Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo junto con su Espíritu Santo y sus huestes angelicales te vestirán con incienso, mirra y mucho oro sobre su altar, que ya está vestido con la carne sagrada y la sangre salpicada sobre ti, renaciendo así de su imagen como su Hijo legitimo por los poderes del Espíritu Santo.

Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial hará de ti su Hijo legitimo, y renacido como su sumo sacerdote, aceptado en su Lugar Santísimo en el reino de los cielos no solamente para amarlo, servirle y glorificarlo a él, pero también para honrar su santo nombre fuego hacia la perpetuidad, para conquistar nuevas glorias que te enriquecerán en la tierra, siempre. Dado que, una vez que hayas renacido de su imagen sobre su altar de su grande gracia, de su grande misericordia, de su grande verdad y de su grande justicia divina, entonces tú serás su Hijo amado siempre honrando su santo nombre fuego así como los ángeles, enriqueciendo tu vida y así entraras al cielo para vivir con él, eternamente ungido.

Y es aquí, en donde las cosas te serán todas posibles para ti y para los tuyos, incluyendo amistades, porque tú estarás viviendo con nuestro Padre celestial, vestido de la carne sagrada y de la sangre reparadora de su Hijo Jesucristo, que ha borrado todo pecado perpetuamente, además te entregara los poderes conquistados en el mundo entero, para que vivas enriquecido, siempre. Su Hijo Jesucristo es el sumo sacerdote de tu carne sagrada y de tu sangre santísima, destruyendo a Satanás y sus mentiras en contra de ti, maldiciendo como lo ha hecho con nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para que entres al Lugar Santísimo, liberado del mal, bañado con vida y riquezas para ti y los tuyos, perpetuamente. ¡Amén!

YESHUA’S (JESUS) SACRED-FLESH TAKES US INTO THE HOLY OF HOLIEST: SAVED:

Our heavenly Father commanded Moses to present on to Him a young bull and two rams to be offered at the entrance of the tabernacle of reunion, because He was ready to accept Aaron and his sons as priests of the Most Holy Place thus to minister in all the things that are holy within Israel for forgiveness, healing and salvation. Aaron the high priest had to be dressed with the divine attires of celestial exquisiteness that our heavenly Father had shown Moses to prepare for him and his children that will be working with the holy things of the tabernacle of reunion, with perfect holiness, so they may not die ministering in His holy presence.

These were attires of exquisite celestial beauty that pleases our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit so Aaron along with his children may minister within the tabernacle and even in the Holy of Holiest before our heavenly Father, thus He may bless them and the children of Israel with powerful blessings of abundant forgiveness, healing, prosperity and salvation. That is to say, also that no one within the Levitical families could approach the tabernacle of reunion and the holy things of Israel without being properly dressed as our heavenly Father had instructed Moses, so they may be able to do the work that they needed to bless Israel without any one having to die, because of impureness.

Inasmuch as, anyone within the Levitical family not properly dressed with the sacerdotal attires along with any one else from all the twelve tribes of Israel that will approach the tabernacle of reunion along with the holy things of Israel with an impure heart and indifferent disposition towards all the known holy things, then that one will die instantly and without warning. Therefore, the tabernacle of reunion had to be guarded constantly by everyone from the levitical family and the people assigned to keep people and strayed animals from approaching it and the holy things of Israel, so they may not die in the process of coming too close to it and our heavenly Father’s holy presence within the Most Holy of Holiest.

Now, when Aaron as Israel first levitical high priest before entering into the tabernacle of reunion and into the Most of Holy of Holiest to be in our heavenly Father’s holy presence, then he had to offer a young bull along with two rams that had to be sacrificed at the entrance of the tabernacle, because he had to purify himself thoroughly. Before entering: Aaron had to wear the attire of high priest for seven days and on each day a young bull had to be sacrificed so on Sabbath he will be completely holy to enter into our heavenly Father’s presence, because He will be there ready to receive the sacrificial offerings, prayers and petitions, thus to bless Israel with perfect holiness.

Aaron as he will enter into the tabernacle of reunion and especially within the Most Holy of Holiest, then he had to sprinkle with the animal sacrificial atoning-blood over himself as his thumb from his right hand and toe from his right foot, because he had also to sprinkle the blood over the curtain entering into the Lord’s presence for acceptance. Surely, Aaron had to sprinkle seven times the blue curtain separating the holy places from the Holiest of Holiest with the animal sacrificed atoning-blood, because every time that he will sprinkle the blood over the curtain along with all the holy things of the tabernacle of reunion, it had to be done once for every day of the week before entering Sabbath.

Provided that, it will be on this very holy day of eternal purification that our heavenly Father not only was ready truly to receive the levitical high priest from the house of Israel, but also His Son Jesus Christ as the Holy One of Israel that will be born in the years ahead from David’s virgin daughter to become the everlasting high priest. For His Son Jesus Christ will be the one that will enter with his sacred-flesh born from David’s virgin daughter bathed in his own blood with our heavenly Father’s holy name flying over Israel’s sky high above the altar of the prehistoric love that Abraham and Isaac ignited its fire, to receive forever the Lamb of God with everyone’s salvation at last.

Given that, before the manifestation of His Son Jesus Christ born from David’s virgin daughter bathed in his own atoning-blood in perfect holiness, thus to have our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit’s holy name entering into Israel to stay forever over the altar of the prehistoric love, then, he had to have lived our holy lives for everyone’s perfect salvation. For that was the purpose of our Lord Jesus Christ being born within Israel from David’s virgin daughter bathed in his own atoning-blood for the holy name fire to be welcomed finally over the altar of the prehistoric love, so he may shed entirely his very own lived life within heaven’s glory and within Israel for everyone’s lasting-salvation to be possible finally.

That is why, that most of the levitical high priest, beginning with Aaron, were rejected by our heavenly Father entering into the Holy of Holiest, because they failed to have lived a very holy life pleasing and acceptable into His very holy presence, so He may forgive every one’s sin, transgressions, and daily faults with a divine lived-life already within Israel. Thus, the Levite priests, beginning with Aaron, failed to have lived this very glorious life that only our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit had always known, so the Spirit of the Ten Commandments may be fulfilled and glorified entirely within Israel as it is in heaven’s glory into eternity for lasting-salvation to be possible for everyone, forever.

That is why, that the levitical high priest died ministering within the Holy of the Most Holiest before our heavenly Father, because they could never meet His Spiritual standards that will not only bless them thoroughly with love, perfect holiness and glory but also every man, woman and child within Israel with the same blessing and finally perfect eternal salvation, into eternity. The levitical high priest failed always to know this wonderful life that only our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit could know and continue to live it without contamination with sin as the families of the earth were normally, beginning with Israel, that needed to know/possess it thus to enter into the Holy of Holiest forever justified and blessed richly.

Thus, throughout the life of Israel in the Sinai’s desert the tabernacle of reunion was always ready to receive the best of the high priest possible that the levitical families could present onto our heavenly Father within the Holy of the Most Holiest, but they all came too short to meet Him in His perfect holiness, because they died ministering His holiness. That is to say, that when the levitical high priest had been rejected within the Holy of the Most Holiest, because their standard of holiness was inadequate to meet our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit, then they will die that the bells around their waistline failed to sound that they had to be pulled out by the rope.

Inasmuch as, no one from the levitical family could enter into the Holy of the Most Holiest to rescue him or just to pull him out from the tabernacle of reunion so he may have a proper burial, because he had died and was beyond saving him because of his lack of the perfect holiness needed to stand in heaven’s holy ground. That is to say, also that the high priest would be pulled out by his rope tied around his waistline, because he could not continue dead lying within the Holy of the Most Holiest in our heavenly Father’s presence, since this place was reserved only for His Son Jesus Christ to die for the sins of Israel and of the entire world.

In other words, as soon as the levitical priests at the end of the rope tied to the high priest waistline failed to hear the bells meaning that he had been rejected and therefore lying dead before our heavenly Father, then, they had to get him at out there quickly because he could not continue dead more than the time already allowed. Only His Son Jesus Christ as the Holy One of Israel could truly remain dead within the Holy of Holiest, because as he was nailed to the wood of the house of Israel lying at the Valley of the dried bones, then he began to pour his atoning-blood over it, because the holy name fire was burning intensely over his head.

Therefore, by our Lord Jesus Christ shedding his atoning-blood over the wood of the house of Israel that lied at the Valley of the dried bones that were just as dead as he had become, because he shed his entire holy life to wash them clean from all sins in one day, then they became alive instantly before our Father in heaven. That is to say, that the only one that our heavenly Father could truly receive as dead as the corpses of the house of Israel lying at the Valley of the dried bones, waiting for His promises of abundant grace and mercies, it was His Son Jesus Christ dead in holy presence, because by his righteous-death he brought instantly Israel to life again.

This is when our Lord Jesus Christ had not only shed his entire divine life lived so righteously within heaven’s glory in our heavenly Father’s holy presence and that of the angelical hosts, but also along with every one of his brothers and sisters within Israel, so he may bring them back to life with his righteous death and amazing-resurrection powers. That is why, that when our Lord Jesus Christ died nailed to the wood of ancient Israel lying at the Valley of the dried bones, then he died over their sacred-flesh that had accumulated the sins of the world, because by been nailed to their dead-bodies immediately he could destroy their sins, granting them eternal life within the Holy of Holiest, everlastingly.

For this is the victory that our heavenly Father was looking forward to see His Son Jesus Christ accomplish not only within heaven’s glory or within the cities of Israel but over the altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, so He may enjoy eternal victory within the Holy of Holiest with his legitimate children. For the reason that once our heavenly Father had managed not only to have His Son nailed to the wood that is the sacred-flesh of ancient Israel lying at the Valley of the dried bones thus finally to receive them within the Holy of the Most Holiest bathed in the atoning-blood for salvation, then He can recognize them as His children, forever.

Now, our heavenly Father could not only accept every one from ancient Israel lying at the Valley of the dried bones dead in their sinful lives that they had lived within Israel, but also receive them within the Holy of Holiest as His legitimate children: because, now they have lived a glorious life in-one-day through His only Son within Israel for lasting-salvation. Therefore, they all have a home with Him within The New Jerusalem from heaven above, where they will live the glorious life that they failed to live before our heavenly Father within Israel, but with His only Son they finally lived it in its perfection, thus to ascend heavenly bound only knowing Israel’s Holy One precious life to be accepted, finally.

Meaning that, His only Son was born bathed on his atoning-blood from David’s virgin daughter to live the life of every man, woman and child within Israel and the families of the nations, obeying the Holy Spirit of the commandments thus to exalt them with everlasting glory before our Father in heaven, conquering everyone’s perfect salvation within the Holy of Holiest, forever. This was something that His only Son had to do for his brother and sisters within Israel and the families of the nations, and this is to live the perfect and glorious life that fulfills and glorifies the Holy Spirit of the commandments before our Father in heaven, so they may be accepted as citizens of The New celestial Jerusalem, everlastingly.

Since no one that had failed to live His holy life within Canaan could ever enter into His holy presence within the Holy of Holiest, of the altar of Abraham and Isaac much less becomes eternally saved as an everlasting citizen of The New Jerusalem from heaven above, where His love, peace, prosperity and never-ending happiness perpetuate in His legitimate children, everlastingly. That is why, that it was important for His only Son to be born from David’s virgin daughter bathed in his own atoning-blood not only to welcome the holy name fire into Israel and the altar of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and His Holy Spirit, but also live everyone’s life victorious over Satan and death within Israel, forever.

Therefore, with these victories over Satan then our Lord Jesus Christ could ascend to Jerusalem’s holy hill with the wood of the house of Israel lying at the Valley of the dried bones thus to destroy sin from the entire world in one day, so Israel may become a nation again instantly to live before our Father in heaven’s glory forever justified. For our Lord Jesus Christ had to become victorious for every man, woman and child from Israel and the families of the nations within the Holy of Holiest, before our Father in heaven, so he may destroy the works of Satan along with his fallen angels and death, for the new kingdom to come alive with everlasting love, glory and never-ending peace.

Surely, by His Son been nailed to the wood of ancient Israel lying at the Valley of dried bones and with the holy name fire burning his bodily fat entirely, then he was able to erase the sins of the world, moreover fulfill all truth and justice for the Holy Spirit of the commandments to seal his brothers and sisters eternal salvation. For our heavenly Father needed His Son Jesus Christ to destroy all the sins, wounds and infirmities from Israel and the families of the nations over Jerusalem’s holy hill nailed to the wood that once was the sacred-flesh of ancient Israel, so He may open the Gates of His new dream kingdom of life that will never know destruction into eternity.

This is a new world that our heavenly Father had prepared for every man, woman and child from Israel and the families of the nations that they will enjoy entirely with Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit along with the angelical hosts, because it is an amazing world everlastingly victorious over Satan and death into eternity. It is as when our heavenly Father called Noah, for example, to build an Ark that will be able to house all the animal species that He had created in the day that He created the world, because He was about to destroy all flesh with a worldwide flood that humankind had never seen before thus to restart life on earth anew.

Noah obeyed our heavenly Father by building an Ark deep into land and high above the earth as on a mountaintop that became the laughter of the nations that when they saw what Noah was building over the mountaintop, then they just could only break into a mocking laughter that became unstoppable worldwide for many endless years. People just failed to see the reason to build an Ark over the mountaintop that was very high above the surface of the earth moreover miles away from the waters of the oceans that they just broke into uncontrollable laughter that they could not contain it but just continue with it until they could not humanly laugh anymore.

They truly thought that Noah had lost his mind by building such a huge Ark that no one was interested in ever stepping into it to see the inside of it or try to understand the reason of building it over the mountaintop and faraway from the seawaters, where it could navigate and probably go somewhere to port around the world. One hundred and twenty years went by when our heavenly Father told Noah, this is the time to start gathering all the species of the animal kingdoms by pairs of males and females to board the Ark and rest into their living quarters, because I am ready to open the fountains of water from heaven above and from under the earth below.

Noah did exactly what our heavenly Father had told him (to do), and this was to receive the animals coming to him by pairs of two, males and females, to fill the Ark with every living creature from the earth below and from the heavens above thus the Ark still had space available for people to come in, but no one came. Noah stood at the door of the Ark ready to close it, calling people to come in, because the flood was about to pour from everywhere around the earth, but the people just continued to walk by him as they laughed at his words, they just could not make sense of what he was saying to them until the door was closed.

Our heavenly Father had closed the door of the Ark because water began to rain from heaven as a normal rain that we normally experience from time to time, but this was something that people have never seen before, because the rain continued to pour without stopping while the rivers were overflowing and the seawaters covering the dried ground everywhere around them. Indeed, the Ark was very high and the door also that as the people pounded on it to have Noah open it for them, then he just could not hear them, because of the animals moving around and the rain pouring everywhere that Noah could only hear was the noises coming from the animals and the rain drops hitting the Ark continuously.

This structure of the Ark made of wood saved the animal kingdoms that our heavenly Father had chosen to live in His new world that He had decided that should exist along with Noah and his family that came along the innovative ride into the new world that He had to fill with water thus to save it from Satan and destruction. On this day, what our heavenly Father really did was to baptize the entire human race with water thus to save it from themselves, because they had lived their lives in opposition to Him with a rebellious spirit that He could only destroy it with His water baptism, so a new world filled with life may emerge from it throughout the earth.

The people that used to see Noah and his Ark of wood over the mountaintop and too faraway from the seafront that caused them to laugh always until they could not anymore at him and his work, then they succumbed into the regions of the lost, because they failed to believe and obey as the animal kingdoms did to become saved. With the Ark of Noah, our heavenly Father was able to save a pair of the animal kingdoms thus to grant them a new beginning in life and in a newly water baptized earth, but without the sinful ones that they used to see now and then, because now they had descended into hell’s torment never to see life again.

Our heavenly Father had used His same ancient tactics again to save those that please Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, but this time He is not using Noah, instead His using His family that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit to start a new life on earth all over, and this time, forever. Lawfully, our heavenly Father established a covenant of life with Abraham and Sarah his wife that was childless, by offering to give them a newly born, that is, if they would sit with Him at the Lord’s Table to eat from His Son Jesus Christ that was Melchizedek the bread and wine that he normally serves to the angels in heaven’s glory.

Now, when Abraham and our heavenly Father ate from the bread and wine served by His Son Jesus Christ that was the King of Salem and His Righteousness on earth, then by eating from His meal over the Lord’s Table His only Son could be born from Sarah’s barren-womb by the Holy Spirit as Isaac, filled with the prehistoric love for lasting-salvation. This was the covenant that our heavenly Father was searching to establish on earth so He may again build His Ark made of wood that will save the world not much from a new flood as in the ancient world, because He promised never to flood the earth with water and the rainbow reminds Him of His promise, but through His sacred-flesh only.

That is that by His Son Jesus Christ been born from Sarah’s barren-womb by the Holy Spirit as Isaac, then He had the vessel that He needed not really to save the animal kingdoms from the ancient world as once He did with Noah, but the entire families of the nations, beginning with Israel, so they may never die in their sins. This is a covenant that our heavenly Father had started with Abraham and Sarah’s barren-womb by the Holy Spirit, for His Son Jesus Christ to be born within the human family as Isaac, because: he alone can take on the sins of the entire world, by the amazing divine powers of his sacred-flesh and his atoning-blood to destroy evil in one day.

This is the destruction of the sins, infirmities, problems, conflicts, wounds, poverty and death from every man, woman and child from Israel and the families of the nations, but this had to be done with his sacred-flesh shedding his atoning-blood of the eternal life that he had lived within Israel to destroy sin over the Holiest of Holiest altar of love, forever. For this is the glorious life that our heavenly Father wanted to see in every man, woman and child within Israel and from the families of the nations victorious over sin, infirmities, wounds, problems, poverty and death entering within the Holy of Holiest, dressed in the sacred-flesh and bathed in the atoning-blood to be accepted in heaven’s eternal life, forever justified.

Provided that, everyone entering into the Holy of Holiest, within the tabernacle of reunion as the levitical high priests were called to enter into it, and this could only be done once a year with perfect rituals of divine holiness, before our Father in heaven, to be rejected finally, because they lack His perfect divine holiness for every one’s everlasting salvation. Certainly, although the levitical priests conducted every ritual of perfect holiness thus to please our heavenly Father as they would normally step into the Holy of the Most Holiest to be accepted, then they were rejected since they lacked the glorious life that they needed to have lived already within Israel, thus to enter enriched into The New celestial Jerusalem, forever blessed.

That is why, that His Son Jesus Christ had to be born from David’s virgin daughter bathed in his atoning-blood thus to welcome the holy name fire into Israel to stay forever over Abraham and Isaac altar of love, but also live for everyone the blessed life that is acceptable within the Holy of Holiest, before our Father in heaven, for everyone’s lasting-salvation. And because His only Son was able to live this glorious life that our Father had always expected to see in every man, woman and child within Israel and the families of the nations, so He may accept them to stay within the Holy of Holiest, then he could say to Israel: Whoever believes in me, although he is dead, will live forever.

With these words, what our Lord Jesus Christ was saying plainly to Israel and the families of the nations is that if they confess his name, as the I am That I am, for example, by believing that he is the one that spoke to Moses over Mount Sinai, then their sins will be forgiven instantly for lasting salvation in heaven’s glory. More precisely, what Jesus Christ really said was that although you were dead in your sins as every man, woman and child from ancient Israel lying at the Valley of death, then by believing in the holy name fire over his head and body nailed to the wood burning his bodily fat and shedding his atoning-blood, then they will live again perpetually.

Meaning that, by believing in His Son Jesus Christ and the holy name fire nailed to the wood that is the sacred-flesh of ancient Israel, then by his amazing victorious over Satan and sin, they could enter into the Holy of Holiest nailed to his sacred-flesh although they are dead as dried bones to become instantly eternally holy before our Father in heaven. Inasmuch as, it is His only Son’s sacred-flesh and his atoning-blood that makes not only sanctify the Holy of Holiest of the tabernacle within Israel and in heaven’s glory but also every man, woman and child that although they have become dead as a dried bone in any graveyard, then he can make them and their entire households instantly entire holy with everlasting-salvation.

For this is the salvation that our heavenly Father has always searched for in every man, woman and child that has ever been born from His image and living-soul that will save you today, that is, if you only believe that His only Son alone can take you into the Holy of Holiest, before Him in heaven’s glory eternally sealed with lasting-salvation. Our heavenly Father did His best to get the entire tribe of the Levites, especially the high priest that will enter into the Holy of Holiest once a year to see if they could somehow meet His Spiritual standards that will save Israel and humankind from the perils of hell’s torment forever, but He never found it in any one of them.

However, since the day that Moses began to build the tabernacle along with Holy of Holiest with every man, woman and child that our heavenly Father had chosen for this task to be executed in perfect love and holiness as He personally instructed Moses and his people to build His holy places, then He granted abundantly the power to do them thoroughly. Sadly to say, our heavenly Father found Himself each time rejecting the high priest that will enter into the Holy of Holiest, because every thing that was to be done with love, holiness, perfection and reverence then they always came too short to meet Him in His perfect holiness for truth and justice to be satisfied with everyone within Israel and humankind.

The Levitical high priest as they would die in His holy presence within the Holy of Holiest, then they descended to the Valley of dried bones to unite their fellow brothers and sisters finally to understand that every human endeavor to please Him in His truth and divine justice was totally impossible that they gave them a feeling of total perdition. However, the high priest (and not levitical) that would enter finally into the Holy of Holiest satisfying truth and justice perpetually, it will be His Son Jesus Christ born from David’s virgin daughter bathed in his atoning-blood to live a life pleasant to our heavenly Father in every man, woman and child within Israel and the families of the nations, perpetually.

Provided that, this will be the glorified-body of the sacred-flesh, the unbreakable bones and the atoning-blood not only dressing His blessed Son Jesus Christ born bathed in his own atoning-blood, bringing into Israel and the altar of the eternal love the holy name fire, but also for everyone within Israel and humankind entering into His holy presence forever justified and acceptable for lasting-salvation. That is why, that after every one of the levitical high priest failed through the years to please our heavenly Father’s divine truth and endless justice within the Holy of Holiest, then He never allowed Moses entering into the Promised Land but only the tabernacle of reunion, because He wanted now His only Son to enter into His holy presence for everyone’s lasting-salvation.

All the levitical high priest rested under the sand of the Sinai’s desert, where the Valley of the dried bones holds the entire house of Israel until someone from Israel will finally please all truth and justice in our heavenly Father’s presence within the Holy of Holiest, so He may finish with sin forever thus conquering lasting resurrection for Israel into eternity. The tabernacle was carried into the Promised Land but never to be used as it was with the levitical high priests through the Sinai’s desert, because they just failed to please our heavenly Father’s demands for perfect truth and justice, so He may save Israel and the families of the nations with His grace and never-ending mercies for everyone’s lasting-salvation, into eternity.

For our heavenly Father was reserving the Holy of Holiest to be filled not only with His Son Jesus Christ victories over Satan, his fallen angels and the angel of death thus destroying the sin of the world in one day, by the amazing powers of his glorified-body and atoning-blood shed to the ground thus to resurrect His legitimate children to life finally. For only His Son Jesus Christ could truly (and no one else in Israel) finally enter into the Holy of Holiest within the tabernacle of reunion within Canaan and in heaven’s glory, divinely nailed to the sacred-flesh of ancient Israel with the sins of the world, so he may destroy evil in one moment with his shed atoning-blood over the eternal altar.

That is why, that as our Lord Jesus Christ was nailed to the wood of ancient Israel entirely lying at the Valley of dried bones never to see life again, because they all failed to please our heavenly Father and His Holy Spirit through their lives lived within Israel, then, they finally ascended on the third day victorious over sin and death. For this is the salvation that everyone within Israel and the nations had always searched for that it was humanly impossible ever to attain it, because it is just as the eternal commandments that only through baptisms of water and of the Holy Spirit can be achieved entirely thus to see life on earth and within The New Jerusalem from heaven above.

For this reason, only through the baptism of water in the name of the Father, the Son and of the Holy Spirit that can anyone can become reborn as he descends into the water, abandoning the sinful-flesh for hell’s torment thus to take on the sacred-flesh in perfect holiness entering into the Holy of Holiest in heaven’s glory to become accepted, perpetually. This is when, our heavenly Father will see every man, woman and child not dressed in the sinful-flesh that has always failed to enter into the Holy of Holiest thus to be accepted as God’s legitimate child in heaven’s glory and in eternal life, but dressed entirely instead in the sacred-flesh of His Son Jesus Christ victorious over Satan and sin, everlastingly.

That is why, that our heavenly Father has made only simple for every man, woman and child from everywhere around the world, beginning with Israel, to enter the Holy of Holiest in heaven’s glory by been baptized in water as His holy name, His Son and the Holy Spirit are invoked for His working-grace, mercy, truth and divine justice to stimulate them powerfully. It is here, where our heavenly Father, His Son along with His Holy Spirit and an entourage of holy angels will dress you with frankincense, myrrh and abundant gold over the altar that is already dressed with His Son’s sacred-flesh and spilled atoning-blood over you, so you may become reborn from His image by the Holy Spirit’s power as His legitimate child.

It is here, where our heavenly Father will make you His child reborn as His high priest acceptable unto Him within the Holy of Holiest, in heaven’s glory not only to love, serve and glorify Him but also to honor His holy name fire into perpetuity, so He may always conquer new glories that will enrich you these days on earth, perpetually. Provided that, once you may become reborn from His image over His altar of His great grace, His great mercy, His great truth and His great divine justice, then you will be His child always honoring His holy name fire as the holy angels do, enriching your life as you may finally step into heaven’s glory to live with Him, forever blessed.

It is here, where all things will be possible for you and for your loved ones, including your friends, because now you will be living with our heavenly Father dressed in His Son Jesus Christ’s sacred-flesh and the atoning-blood that has blot out your sins forever, moreover granted you all the powers conquered over the world for you to be blessed, always. His Son Jesus Christ is the high priest in the sacred-flesh of the atoning-blood that destroyed Satan and his lies against you thus to curse you as he has against our heavenly Father, His Son and the Holy Spirit, so you may enter the Holy of Holiest, liberated from evil, bathed with life and richness for you and your loved ones, forevermore. Amen!

¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!

Saludos cordiales a todos

Dígale al Señor, nuestro Padre Celestial, de todo corazón, en el nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, también, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”. Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y su MUERTE.

Dispónte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁ TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con frecuencia, para ver que clase de libros están a tu disposición, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y así comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad.


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