(IVÁN): TU CARNE ARDE SIN PECADO en EL ALTAR de AMOR, GRACIA, MISERICORDIA y VERDAD:

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Sábado, 19 de Noviembre, 2016 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

(Deseamos expresar nuestro amor, condolencias y oraciones a toda la ciudadanía ecuatoriana y, especialmente, a la familia de nuestro expresidente de la Republica del Ecuador, Sixto Durán -Ballén, por su fallecimiento en la ciudad de Quito, en donde vivió sus últimos días con los suyos. En estos momentos, él se encuentra en la presencia santísima de nuestro Padre celestial, porque su Hijo Jesucristo lo limpio con su sangre santísima, para que sea lleno del Espíritu Santo de amor, de paz, de felicidad celestial, y de vida eterna del nuevo reino de los cielos. Que nuestro Padre celestial siga bendiciendo grandemente a todas sus familias que lo aman, sirven y glorifican día a día, por medio de su Hijo Jesucristo, para que sus bendiciones abundantes y todopoderosas de su Espíritu Santo siempre desciendan copiosas en sus hogares y por sus calles de sus comunidades prosperas. ¡Amén!)

TU CARNE ARDE SIN PECADO en EL ALTAR de AMOR, GRACIA, MISERICORDIA y VERDAD:

Nuestro Padre celestial llamó a Abraham a seguirlo a Canaán, porque él iba a tener a su Hijo, el Rebbe Yeshua jaMashiax, Jesucristo, nacido del vientre estéril de su esposa Sarah, por el Espíritu Santo de amor, para que él sea el único amor bendito de su nuevo reino angelical, que jamás terminara en la tierra y en el cielo, para siempre. Por ello, Abraham tenia que ir a vivir a Canaán con su esposa Sarah y con todos los suyos, a la tierra que nuestro Padre celestial había escogido para manifestar su amor asombroso, de que él siempre ha conocido en su Hijo Jesucristo y en su Espíritu Santo, y que la humanidad entera había fallado en conocerlo tristemente hasta aquellos días.

Por lo tanto, nuestro Padre celestial buscaba tener a su altar antiguo del amor de su familia divina entre él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, establecido perennemente en la humanidad entera, entonces: él necesitaba que Abraham lo siguiera hacia Canaán para levantarlo gloriosamente y así su amor bendito de su familia divina nazca milagrosamente, por el poder del Espíritu Santo. Éste fue el momento del que nuestro Padre celestial estaba buscando, por milenios, y él siempre falló en encontrarlo para ejecutarlo con alguien que ame realmente hasta que se encontró con Abraham y su familia maravillosa que Sarah su esposa y sus hijos adoptados manifestaban grandemente, tocando a muchos necesitados de amor, cuidado y comprensión humana para vivir sus abundantes bendiciones celestiales.

Éste era el hombre con su esposa y sus hijos adoptados que nuestro Padre celestial había estado buscando, para él poder manifestar su grande amor, que él siempre ha sentido por su familia divina, que es su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, pero, esta vez, él necesitaba regarlo por completo sobre el espíritu humano y su altar antiguo, descendido del cielo. Por eso, es que nuestro Padre celestial a propósito hizo que la esposa de Abraham no tuviera hijos hasta que envejezca, para dárselo: porque él deseaba desplegar su gloria y poderes desde su vientre estéril, dándole así a su propio Hijo amado Jesucristo como Isaac, que lleva en sí todo su amor de familia divina para todas las naciones del mundo entero.

Puesto que, éste es el amor de la familia de nuestro Padre celestial que el mundo entero desconocía, y hasta que él empezó a cultivarlo, por medio de Abraham y el vientre estéril de su esposa Sarah, porque él quería manifestarlo a ellos y a las familias de las naciones: para que vivan por su Hijo Jesucristo, construyendo así su nuevo reino sempiterno. Visto que, éste nuevo reino que él desea empezar tenia que ser por medio del vientre estéril de la esposa de su amigo Abraham, para que lo que nazca de su vientre muerto, entonces seria la vida que él desconocía hasta que conoció a su Dios, y así también para sus hijos por nacer y para todas las familias de las naciones.

Ya que, éste amor que Abraham junto con su esposa Sarah jamás había conocido, entonces vendría a vivir en su hogar, que estaba compuesto de sus hijos adoptados, comprados por dinero de extranjeros, para que por fin tengan el amor y hogar de familia que habían perdido por violencia en las tierras en donde nacieron, cuando la desgracia los invadió, dejándolos huérfanos. Por ende, nuestro Padre celestial necesitaba introducir a su familia divina que es su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, para que su amor asombroso que perdura por todo el reino angelical, entonces también perdure libremente entre su nueva familia humana que es Abraham, Sarah con su hijo Isaac nacido por el Espíritu Santo, entrando así amorosamente en cada familia de las naciones.

Por ello, era importante para nuestro Padre celestial de que Abraham abandone a sus amistades, parientes y hasta el hogar de su padre, camino hacia Canaán, que él mismo escogió, para manifestar su amor asombroso a él y a sus hijos por nacer por medio de su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, para que las naciones conozcan su amor salvador, eventualmente. Nuestro Padre celestial tenia que tener a su Hijo Jesucristo nacido del vientre estéril de Sarah, por los poderes de su Espíritu Santo, para no solamente cumplir con Abraham de darle a su hijo prometido por medio de su esposa Sarah, pero también entregarle las familias de las naciones, para que conozcan y vivan todos su amor bendito, bendiciéndolos hacia el cielo, siempre.

Por eso, es que Abraham tenia que seguir a nuestro Padre celestial en fe hacia Canaán, en donde él levantaría el altar que se necesitaba para manifestar su grande amor, por medio de su Hijo Jesucristo y por la presencia santísima del Espíritu Santo, y que siempre está listo para bendecir a millones instantáneamente, conquistando así nuevas glorias para su nombre santísimo. Además, cuando el tiempo estuvo listo para que Sarah tenga a su hijo prometido, aunque su vientre estaba sin vida aún, entonces nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y Espíritu Santo los visitaron para anunciarle a Abraham de que el mundo entero estaba listo para recibir el amor de su vida, su Hijo Jesucristo, nacido milagrosamente por su Espíritu Santo como Isaac.

Entonces, cuando su Hijo Jesucristo finalmente nació del vientre estéril de Sarah, por los poderes del Espíritu Santo, inmediatamente Abraham lo recibió en su familia para pasarlo o entregarlo también a las familias de las naciones, el amor maravilloso que siempre ha existido entre él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, para que todos conozcan su amor y vida, perpetuamente. Es decir también, que la familia de Abraham, por medio de su Hijo Jesucristo, nacido milagrosamente del vientre estéril de Sarah, entonces toda la familia divina de nuestro Padre celestial que es su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo se incorporó, con la abundancia del amor prehistórico, para vivir en todas las familias de las naciones, conociendo eventualmente su amor salvador.

Esto fue, ciertamente, el comienzo de la incorporación de la familia divina del nuevo reino angelical no solamente en la familia de Abraham y de su esposa Sarah junto con sus hijos adoptados, pero también, la perspectiva de que las familias de las naciones recibirán abundantemente el amor prehistórico de nuestro Padre celestial, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo: salvándolos. Puesto que, nuestro Padre celestial trabajaba día y noche también para incorporarse él mismo junto con su Hijo Jesucristo, nacido como Isaac, por los poderes del Espíritu Santo, en cada familia de las naciones, para que todo hombre, mujer, niño y niña viva en su amor asombroso, que los bendice cada día con vida abundante, llena de riquezas insondables hacia la eternidad.

Por eso, es que una vez en Canaán camino a Shechem, con toda su casa que Abraham levanta un altar a nuestro Padre celestial, conmemorando su visita y sus buenas promesas hacia él, entonces él lo hizo todo así porque amaba a Dios y confiaba mucho en todo lo que le manifestaría a toda su familia y al mundo entero eventualmente. Nuestro Padre celestial necesitaba que Abraham viviese en Canaán con su hijo recién nacido junto con su esposa Sarah y sus hijos adoptados, porque él necesitaba que su amor maravilloso creciese ricamente y tranquilo en la tierra que él mismo había escogido, para manifestarles a las naciones cuanto realmente los ama, por medio de su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo.

Por todo ello, Isaac tenia que nacer en Canaán y crecer en su amor maravilloso y del Espíritu Santo, para que la familia de Abraham no solamente reciba la bendición de cada día de grandes riquezas, que descienden copiosamente del cielo sobre las naciones angelicales, pero igualmente sobre todos los que lo aman en la tierra, para que jamás pierdan sus bendiciones. Ahora, para que todo esto sea posible en cada familia de las naciones así como lo fue en la familia de Abraham y sus amistades, entonces el Hijo de nuestro Padre celestial tenia que nacer como Isaac, y ser llevado al monte Sión como el sacrificio encendido, desplegando completamente el amor prehistórico hacia el mundo entero, para que todos sean bendecidos grandemente.

Éste es el dulce hogar de nuestro Padre celestial establecido en Jerusalén, en Israel, para no solamente recibir a Abraham junto con su hijo Isaac como el sacrificio quemado, encendiendo así el amor prehistórico que descendió del cielo con él y con su Espíritu, para establecerlo como el sacrificio continuo en la familia de Abraham, pero también en las familias de las naciones. Visto que, era sobre el monte Sión en donde nuestro Padre celestial establecería su altar del sacrificio continuo del amor prehistórico de su Hijo Jesucristo, para que sea encendido por Abraham y sus hijos por nacer, pero también por los hijos de las familias de las naciones, para que sean milagrosamente bautizados en su amor divino, renaciendo así de su imagen, perpetuamente redimidos.

Esto fue algo que nuestro Padre celestial hizo por medio de su Hijo Jesucristo, nacido en la familia de Abraham como Isaac, porque solamente él podía encender su amor prehistórico, bautizando así no solamente a Abraham con perfecta salvación sobre el monte Moriah, pero también, postreramente derramar la sangre reparadora para salvación de todo creyente, para ser parte de éste convenio enriquecedor, perpetuamente. Esto era todo lo que nuestro Padre celestial podía hacer no solamente para bendecir con salvación eterna a Abraham y a sus hijos por nacer en generaciones venideras, pero también las familias de las naciones: porque él aún tenia que tener a su Hijo Jesucristo derramando su sangre reparadora sobre él, ungiéndolo, para que la salvación sea completa para todo creyente, siempre.

Legalmente, nuestro Padre celestial tenia que parar a Abraham desde el cielo, por medio de su Hijo Jesucristo, gritándole, porque él estaba por cortar a su hijo Isaac para derramar su sangre reparadora sobre el maderom y encenderlo como el sacrificio de ofrenda quemada, del cual fue llamado inicialmente a llevarlo acabo sobre el monte Sión, descansando sobre el monte Moriah. Nuestro Padre celestial, legalmente, tenía que parar a Abraham para que no hiera a su hijo Isaac, porque la sangre reparadora que él llevaba es su semilla, de que él no tenía el poder legal para derramarla sobre el madero y el fuego del altar levantado para el sacrificio continuo: empero, Abraham obedecía fielmente al llamado de sacrificarlo para su Dios vivo.

Ésta semilla de la sangre reparadora de Isaac es la promesa de vida de nuestro Padre celestial no solamente para Abraham pero también para sus hijos de generaciones futuras, para que ellos la reciban primero por medio del convenio de la carne sagrada de su Hijo Jesucristo, que nacería en su tiempo, para derramarla legalmente sobre ellos, limpiándolos de todo pecado, perpetuamente. Visto que, la semilla de nuestro Padre celestial que Isaac llevaba en su sangre reparadora es siempre su vida eterna, que solamente podía ser derramada sobre los hijos del convenio de la carne sagrada, empezado con Abraham y con Sarah, dándole vida milagrosamente a su carne sagrada, por el Espíritu Santo, para que su familia divina la riegue por todas las naciones: salvándolos.

Por ello, Abraham no podía derramar la sangre de Isaac como el cordero de Dios sobre el monte Sión, presentado como la ofrenda encendida, que no solamente lo salvaría a él y a sus hijos en generaciones futuras, pero también a las familias de las naciones, para que su reino nazca en perfecta santidad y repleta de su semilla divina, perpetuamente. Ahora, en aquellos días había gente de muchas familias de las naciones que necesitaban ser limpios de todos sus pecados, para que sus cuerpos reciban sanidad y liberación de Satanás y de los ángeles caídos, pero, nuestro Padre celestial no le podía permitir a Abraham derramar la sangre reparadora de Isaac sobre ninguna gente para perdón, sanidad, liberación, ni mucho menos salvación.

Es decir también, que nuestro Padre celestial jamás llamó a Abraham a clavar a su hijo Isaac a ninguna gente para derramar la sangre reparadora sobre ellos para perdón, sanidad, liberación o salvación de sus almas vivientes, porque ésta obra de salvación es sólo suyo y únicamente con el cuerpo inmolado de su Hijo Jesucristo de nacer en los últimos días. Ciertamente, que Abraham pudo haber llamado gente del área en donde vivía y hasta de lugares lejanos para que se acerquen al monte Sión, manifestado por nuestro Padre celestial, para ofrecer a su hijo Isaac como el sacrificio para derramar su sangre reparadora sobre el madero, el fuego y todos ellos, para que el perdón, la sanidad y la salvación sean posibles.

Si bien, esto fue algo que nuestro Padre celestial jamás llamó a Abraham a hacerlo con Isaac, sacrificándolo sobre nadie, porque ésta obra salvadora únicamente él podía hacerla, clavando la carne sagrada de su Hijo Jesucristo sobre los hijos de Israel, nacidos incontables como las estrellas del cielo, para que su semilla divina se riegue sobre todos ellos: salvándolos milagrosamente, perpetuamente. Visto que, éste convenio de la carne sagrada de nuestro Padre celestial, incorporada en la familia de Abraham con Isaac, únicamente podía ser clavado a sus hijos después de nacer, vivir, y morir en Israel y en las naciones, para postreramente ser levantados del Valle de los huesos secos, clavándolos a su Hijo Jesucristo, salpicando así su semilla purificadora sobre ellos, salvándolos eternamente.

Ahora, una vez que las familias israelitas han vivido sus vidas y descendido al Valle de los huesos secos, porque descuidaron en bautizarse en agua invocando a nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, cumpliendo con toda verdad y justicia, y esto no es únicamente en el bautismo del Espíritu Santo, sino también, instantáneamente, cumpliendo los Diez Mandamientos, eternamente. Dado que, para estar delante del Padre celestial, en la tierra o en el cielo, entonces uno debe haber sido bautizado en agua, invocado la santidad perfecta de su nombre, para ser desvestido de la carne pecadora e inmediatamente vestido de la carne sagrada, cumpliendo finalmente con el Espíritu Santo de los mandamientos, para entrar a la vida eterna, perpetuamente justificado.

En otras palabras, los mandamientos de nuestro Padre celestial dado inicialmente a Moisés e Israel son difíciles, si no imposibles, para cualquiera cumplirlos cabalmente, ya que el Padre mismo les dijo explícitamente a los hebreos: Les he dado mandamientos que son imposibles de cumplirlos: sin embargo, los pueden cumplir bautizándose cada uno en agua y en el fuego del Espíritu Santo. Eso es todo lo que nuestro Padre celestial les pidió a los hebreos desde cuando Moisés recibió las dos tablas de los mandamientos de parte de él, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo alrededor de la zarza ardiendo, sobre el monte Sión, descansando sobre el Sinaí: para que el perdón, sanidad, prosperidad, y salvación sean posibles para quienquiera mundialmente, perpetuamente.

Nuestro Padre celestial esperaba que todos ellos simplemente se bauticen así como inicialmente los había bautizado en el Mar Rojo, partiendo las aguas en la santidad de su nombre bendito y de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, para que pasen por las aguas hondas abandonando la carne pecadora por la carne sagrada, ardiendo continuamente sobre el fuego del amor prehistórico. Puesto que, éste es el bautismo del fuego del Espíritu Santo que está repleto de su grande gracia, de su grande misericordia, de su grande verdad, y de su grande justicia divina, bautizándolos para cumplir cabalmente con los mandamientos de Israel y de Moisés en la tierra y en el cielo, porque solamente éste cumplimiento de los mandamientos es aceptado universalmente.

Esto es todo lo que nuestro Padre celestial quería de los israelitas y de las familias de las naciones, para que cumplan con el Espíritu Santo de los mandamientos, sumergiéndose en las aguas, en su nombre y en el de su unigénito y del Espíritu Santo, porque solamente en éste bautismo de fuego es que realmente se cumple con todo mandamiento, perpetuamente. Ahora, una vez que todos hayan sido bautizados en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre bendito y de su Hijo Jesucristo y de su Espíritu Santo, entonces serian liberados finalmente de la carne pecadora en la que Satanás gobierna con mentiras, maldiciones, problemas, enfermedades, y muerte, y seguidamente tomar la carne sagrada cumpliendo así con todos los mandamientos, para siempre.

Puesto que, esto es lo que siempre nuestro Padre celestial había estado buscando en cada uno de Israel, empezando con Abraham y su familia, porque una vez bautizados en agua y sobre el fuego del altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, entonces los mandamientos son eternamente cumplidos, accediendo así a toda bendición celestial milagrosamente. Por ello, cada vez que alguien es bautizado en agua para acceder al fuego del altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, entonces nuestro Padre celestial era el Dios Padre más feliz en todo Israel y en el cielo con sus ángeles, porque sus mandamientos eran cumplidos con el bautismo de fuego del Espíritu Santo.

Además, cuando las gentes viven sus vidas con sus mandamientos cumplidos, porque ellos han invocado su nombre bendito y del su Hijo Jesucristo junto con el Espíritu Santo al sumergirse en las aguas, para abandonar la carne pecadora para tomar la carne sagrada, ardiendo continuamente sobre el altar del fuego del amor prehistórico, entonces bendiciones llueven copiosamente sobre toda vida, para siempre. Por ende, las familias israelitas vivían una vida muy bendecida que vino a ser la envidia de las familias de las naciones, porque también ellas deseaban vivir ésta misma vida maravillosa, que nuestro Padre celestial les estaba proveyendo abundantemente en cada hombre, mujer, niño y niña de todos ellos, por eso, muchos venían ininterrumpidamente a Canaán, para conocer al Dios de Israel.

Es decir también, que nuestro Padre celestial estaba bendiciendo a mucha gente de tierras lejanas que venían a Israel, porque ellos querían igualmente ser parte de estas bendiciones maravillosas, que las familias israelitas disfrutaban progresivamente en todo Israel, por ende, muchos gentiles se bautizaban en las aguas y en el fuego del Espíritu Santo, cumpliendo así cabalmente con los mandamientos, para siempre. Ya que, esto era lo que nuestro Padre celestial quería ver en Israel, visto que, él mismo le había prometido a Abraham de que no solamente seria padre de una gran nación reconocida mundialmente, pero también de muchas naciones: porque él buscaba expandir la gloria de su nombre bendito y de su palabra viva, para que su salvación cubra la tierra, perpetuamente.

Ahora, Satanás tenía que contraatacar lo que nuestro Padre celestial estaba haciendo con todo Israel y con las familias de las naciones, como bautizándolas en agua, cuando su nombre bendito era invocado con el de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, con tan solo enviar a sus paganos para contaminar el altar del fuego del amor prehistórico con sus ídolos abominables. Aquí es donde, Israel tropezó, pecando ciegamente, muchas veces en contra de nuestro Padre celestial, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, porque recibían paganos con sus ídolos abominables que adoraban cada día, y que son odiados por el Espíritu Santo de los mandamientos y por su palabra viva, contaminando así sus vidas consagradas a Dios con muchos espíritus inmundos.

Soberanamente, nuestro Padre celestial hizo que los israelitas le jurasen que se alejarían de gentes extrañas y sus ídolos, porque los harían pecar ciegamente en contra de él, de su Hijo Jesucristo y del altar del amor prehistórico del Espíritu Santo, descendido del cielo con Isaac y con sus promesas benditas, para que cumplan eventualmente con sus mandamientos, bautizándolos en su fuego redentor. Esto no dice que, una vez bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre y de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces se separaran de la carne pecadora, haciendo que descienda al infierno con sus días malos, tomando, instantáneamente, de la carne sagrada que arde progresivamente sobre el fuego del altar del amor prehistórico, para no pecar jamás.

Infaliblemente, una persona ya bautizada en agua, invocando la santidad perfecta de su nombre bendito y el de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces ella caminara en el Camino de Santidad vestido de la carne sagrada que arde continuamente sobre el altar del fuego del amor prehistórico, para que el pecado ya no tenga más poder en su vida, perpetuamente. Aquí es donde, nuestro Padre celestial aceptara a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, porque cada uno está desconectado de la carne pecadora, vestido así de la carne sagrada que camina con Dios por el Camino de Santidad únicamente conociendo todo amor, sanidad, bendición, prosperidad, y salvación, ascendiendo hacia el cielo, perfectamente enriquecido.

Es decir, que ya tú renacido con nuestro Padre celestial en las llamas del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, entonces tu carne sagrada y con todo tu cuerpo humano continuara ardiendo diariamente sobre las llamas del altar del amor prehistórico, porque has cumplido con los mandamientos, bautizado en agua, recibiendo así legalmente cada bendición, siempre. Aquí, nuestro Padre celestial jamás te vera en tu carne pecadora, en donde Satanás reina sobre ti con problemas, enfermedades, pobreza, y muerte destinada al infierno eternamente condenado, inversamente, él siempre te vera en la carne sagrada de su Hijo Jesucristo y llena de poderes y de autoridades increíbles, facultando así tu vida bendita para conocer siempre gracia, misericordia, y riquezas insondables.

Ya que, es aquí, bautizado en las llamas del altar del amor prehistórico, en donde nuestro Padre celestial finalmente te dirá: Ahora, yo sé que me amas, porque él vera las llamas de su amor divino, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, ardiendo en todo tu ser interior, calificándote así a ascender hacia su gloria celestial, perpetuamente justificado. Desde ya, tú vivirás una vida maravillosa que nuestro Padre celestial ya te la ha otorgado desde antes de la fundación del mundo, porque él te ama así como ama a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo, para que tú goces junto con los tuyos, incluyendo amistades, cada bendición preparada para que la vivas enteramente de ahora en adelante.

Infaliblemente, provisto de que tú has sido bautizado en agua y sobre el altar de las llamas del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, entonces tú siempre arderás en perfecto amor delante de su presencia santísima, oyendo así a todas tus oraciones y alabanzas, contestándolas instantáneamente con bendiciones que buscas de él, enriqueciendo tu vida poderosamente. Además, nuestro Padre celestial siempre vera su amor maravilloso ardiendo dentro y fuera de ti, porque una vez bautizado en agua y sobre su altar de las llamas del amor prehistórico, entonces te habrás incorporado a su carne sagrada que no solamente ha destruido toda obra de Satanás, pero también mató a la muerte: liberándote así de todo mal eterno, instantáneamente.

Es decir también que no importa por donde tú vayas, tu convenio con su carne sagrada siempre estará delante de él y sobre su altar de las llamas del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu Santo, para que él jamás verte en pecado, pero únicamente en su perfecto amor, misericordia, y caminando siempre hacia su gloria celestial. Nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo jamás te abandonaran, porque ahora tú serás su hijo legitimo listo para recibir cada bendición que él ha llamado a existir en la tierra y en el cielo, para ti, tus amados y amistades de todas partes del mundo entero, para que conquistes siempre nuevas glorias maravillosas para su nombre bendito.

Éste es un altar glorioso de las llamas de su amor prehistórico, ardiendo apasionadamente, porque éste es el lugar en donde nuestro Padre celestial lo ha hecho su dulce hogar y el tuyo junto con todos tus muy amados también de todas partes, para que únicamente su gracia, misericordia, verdad y justicia divina te sigan todos los días de tu vida. Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial necesitaba tener a cada uno de Israel y de las naciones pasadas, y así es con nosotros actualmente, porque él te necesita bautizado en agua, invocando la santidad perfecta de su nombre bendito y de su Hijo y del Espíritu Santo, finalmente bautizado del cumplimiento del fuego del Espíritu Santo de sus mandamientos eternos.

Y es aquí, en donde tú finalmente harás su voluntad diariamente así como en el cielo, porque el propósito del altar del amor prehistórico, ardiendo con su pasión divina, es de bautizar legalmente a cada hombre, mujer, niño y niña con el Espíritu Santo de los mandamientos, cumpliéndolos así a su gusto divino, para que tú asciendas a su gloria celestial, eternamente justificado. Éste es el altar del fuego del amor prehistórico, en donde nuestro Padre celestial necesitaba bautizar a todo Israel, pero como fallaron en bautizarse en agua, invocando su nombre bendito y el de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces descendían al Valle de los huesos secos, postreramente para ser levantados y clavados a la carne salvadora de su Hijo Jesucristo.

Ahora, como Israel había descendido al Valle de los huesos secos, entonces sus cuerpos se desintegraron, porque el juicio de nuestro Padre celestial hacia la carne pecadora es de que regresa al polvo del infierno tormentoso, eternamente perdida, por ende, no había manera posible para clavar sus almas vivientes a la carne sagrada de su Hijo Jesucristo, para resucitarlos a vida eterna. Por eso, es que nuestro Padre celestial llamó a su Hijo Jesucristo a que mate al ángel de la muerte antes de subir al monte Sión con los árboles secos de Adán y de Eva, cruzándolos, como la única carne posible clavado Israel a la carne sagrada de su Hijo Jesucristo, para que él salpique su semilla y así vivan nuevamente: sirviéndole.

Y es sobre éste altar del amor prehistórico, en donde nuestro Padre celestial levantó a Israel antiguo del Valle de muerte, ardiendo en santidad con su gracia, misericordia, verdad y justicia divina, bautizándolos como su familia, para reinar sobre ellos con su mano de hierro y brazos extendidos, derramando su furia, ira, poderes asombrosos, y sus juicios hacia todo pecado, finalmente liberándolos milagrosamente. Es decir que, lo que Israel falló hacer en vida, como no bautizarse en agua al invocar la perfecta santidad de su nombre y de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces él cumplió su promesa de vida, levantándolos con grandes misericordias y ardiendo sobre su altar de amor, bautizándolos como sus hijos, entregándoles nuevamente Canaán, para que le sirvan, perpetuamente.

En otras palabras, nuestro Padre celestial tenia que rescatar a Israel del Valle de muerte con grande gracia, grande misericordia, grande verdad, y grandes juicios divinos finalmente clavándolos a la cruz de los árboles de Adán y de Eva, recibiendo así la carne sagrada de su Jesucristo, bautizada ya del Espíritu Santo y en el río Jordán para retomar Canaán nuevamente, para siempre. Es decir, que Israel ya tendido en el Valle de los huesos secos, entonces tenía que ser levantado y clavado a la cruz de Adán y de Eva por inicio, porque no tenía ninguna carne más para recibir clavos, por ello, nuestro Padre celestial los clavó a los árboles cruzados, porque es lo único compatible a toda carne humana, salvándolos finalmente, perpetuamente.

Aquí, nuestro Padre celestial finalmente clavó a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel a la carne sagrada que no solamente había cumplido con el Espíritu Santo de los mandamientos, pero también ha ardido continuamente sobre las llamas del altar del amor prehistórico para salvación intachable, además, bautizada en el Jordán para reclamar a Canaán para servir a Dios con Moisés, perpetuamente. Aquí es cuando, nuestro Padre celestial finalmente pondrá un nuevo corazón en sus pechos con un espíritu nuevo para que le sirvan a él fielmente sobre el altar de las llamas del amor prehistórico, ardiendo apasionadamente como siempre en Jerusalén, en Israel, para que las familias de las naciones, bautizándose, cumplan con el Espíritu Santo de los mandamientos para salvación eterna.

Por eso, es que nuestro Padre celestial te está llamando a que te bautices ahora mismo, descendiendo en cualquier cuerpo de agua abundante, disponible cerca de ti, invocando la perfecta santidad de su nombre y de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, para que escapes el tormento del infierno que está listo para recibirte en cualquier día, sino te bautizas. Bautizado ya en agua, habiendo invocado el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, instantáneamente todo el altar del amor prehistórico descenderá contigo en el agua, para desvestirte de la carne pecadora, vistiéndote de la carne sagrada inmediatamente, que arde diariamente sobre el altar del fuego de amor eterno, para que toda bendición se manifieste, siempre sobre todo tu ser viviente.

Éste es el único lugar posible en su Creación, en donde nuestro Padre celestial se encontrara contigo en persona con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo no solamente para bautizarte entre las llamas del amor prehistórico, cumpliendo así con el Espíritu Santo de los mandamientos, accediendo a cada bendición celestial para ti, pero también para hacerte su único amor, perpetuamente. Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial te vestirá con su vida perfecta que te busca con gran cariño divino, para que renazcas de su imagen y de su alma viviente no solamente para escapar de Satanás y males, pero también para que vivas la vida que realmente te ama, abriendo caminos y ventanas de prosperidad, en donde no existe ninguna.

Con nuestro Padre celestial ardiendo contigo sobre su altar de las llamas del amor prehistórico que te bautiza milagrosamente para cumplir con toda verdad y justicia de sus mandamientos eternos, entonces tú vivirás tu vida cotidiana con milagros y maravillas que tomaran lugar cada paso que das hacia la gloria celestial, en donde el Padre tiene una mansión para que la goces, siempre. Además, cuando tú llegues a este lugar glorioso del cielo, conocido como la ciudad de oro y de piedras preciosas, que realmente es La Nueva Jerusalén celestial, que te ama grandemente, entonces te sorprenderás que nuestro Padre celestial no ha terminado en sorprenderte a ti y a tus amados, porque él tendrá mayores glorias que manifestarte aún, enriqueciéndote aún mucho más, perpetuamente.

Seguramente, tú tendrás toda una eternidad esperando por ti con nuevas sorpresas de asombrosas glorias de que siempre pensaste que serian imposible en tu vida, pero, aún así, están ahí, esperando, porque fueron creadas a propósito por ti y por tus amados, incluyendo tus amistades, diseñadas con mucho amor por nuestro Padre, por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo. Y lo único que tienes que hacer para recibir su grande amor, su grande gracia, su grande misericordia, su grande verdad, su grande justicia divina, será únicamente bautizándote en agua y sobre su altar del fuego encendido en amor eterno, cumpliendo con sus mandamientos en su bautismo descendido del cielo, para enriquecerte grandemente en la tierra y en el cielo, para siempre.

Históricamente, nuestro Padre celestial llamó a Abraham a abandonar a sus amistades, parientes y hasta la casa de su padre, porque Dios quería establecer su altar del sacrificio continuo, porque sobre él, su siervo ofrecería a su único hijo Isaac como el gran amor que será postreramente el altar salvador, recibiendo la sangre reparadora de su Hijo Jesucristo para bendecir a todo creyente. De tal manera, que es solamente sobre éste altar del amor prehistórico, ardiendo apasionadamente, en donde todos serán bautizados con nuestro Padre celestial, renaciendo así en su imagen y en su alma viviente finalmente cumpliendo con sus mandamientos para abrir las ventanas del cielo en sus vidas, para recibir sus bendiciones del día, enriqueciendo milagrosamente sus vidas cotidianas como jamás lo pensaron posible.

Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial te necesita parado con él en el fuego de su amor eterno, bautizándose contigo con el cumplimiento de sus mandamientos santísimos, además otorgándote acceso a sus glorias enriquecedoras que jamás pensantes que serian para ti, poseyéndolas legalmente, porque eres su hijo legitimo regresando a su dulce hogar, conociendo amor, paz, felicidad, y riquezas insondables. ¡Amén!


YOUR FLESH BURNS SINLESS OVER HIS ALTAR OF LOVE, GRACE, MERCY and TRUTH:

Our heavenly Father had called Abraham to follow Him through the Holy Spirit of love that he has never known before, because he was about to have His Rebbe Yeshua HaMoshiach, Jesus Christ, born from his wife Sarah’s barren-womb, so he may become the love of His new angelical kingdom that will never end on earth and in heaven, into everlasting. Thus, Abraham had to come to live with his wife Sarah and his entire household in Canaan, the land that our heavenly Father had chosen to manifest the amazing love that He has always known for His Son Jesus Christ and for the Holy Spirit that the entire human race had failed to know from Him until those days.

Therefore, our heavenly Father was looking forward to have His altar of His ancient family love between Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, and so: He needed Abraham to follow Him to Canaan to build His glorious altar that will give birth to the glorious life of His family, by the power of His Holy Spirit. This is the moment that our heavenly Father had been waiting for, for millenniums, and He has always failed to find someone to execute it with Him until He found Abraham and the amazing life that his wife Sarah and the adoptive children displayed widely thus touching the life of many that needed love, care, and understanding to live God’s daily blessing.

This is the man with his wife and adoptive children that our heavenly Father had been looking for thus for He to manifest the glorious love that He has always felt for His divine family that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, but, this time, He needed to pour it entirely into the human spirit over His ancient altar. That is why, that our heavenly Father had purposely cause Abraham’s wife Sarah not to have her child until she had become aged to have him, because He wanted to display His glory and power from her barren-womb by giving her His own child Jesus Christ as Isaac, bearing abundantly the fullness of His never-ending love for the entire world, forever.

For this is our heavenly Father’s divine family love that the entire world had failed to know until He began to cultivate it through Abraham and Sarah’s barren-womb, because He needed to manifest it to them and to the families of the nations, so they may become alive through His Son Jesus Christ, building His new angelical kingdom finally into everlasting. For this new kingdom that He will build had to start from the barren-womb of His friend Abraham’s wife Sarah, so what will be born from her lifeless womb will become the life that not only Abraham failed to know until he met Him but also for generations to come the children and the families of the nations of the entire world.

For this love that Abraham along with his wife Sarah had never known then it will become alive within their household that were composed of adoptive children bought from strangers with money, so they may finally have the love and home that they had lost to violence where they were born and lived until misfortune invaded them without warning. Thus, our heavenly Father needed to introduce His divine family that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit so His amazing love that prevails throughout the angelical kingdom, then it will also prevail freely within His new family that is Abraham and Sarah along with Isaac born by the Holy Spirit’s powers entering eventually in every family’s household on earth.

That is why, that it was important to our heavenly Father for Abraham to abandon his friends, relatives and even his father’s household thus to follow Him to the land that He had personally chosen to manifest His amazing love to him and to his children through His Son Jesus Christ and the Holy Spirit for the nations to know love abundantly. Our heavenly Father had to have His Son Jesus Christ born from Sarah’s barren-womb, by the Holy Spirit amazing powers, so He may not only fulfill His promise to give to Abraham the child he has always waited for with his wife Sarah but also granted the families of the nations, to know the love that they needed to live heavenly-blessed always.

That is why, that Abraham had to follow our heavenly Father into Canaan, where he will build the altar that was needed to manifest His amazing love through His Son Jesus Christ and the Holy Spirit’s amazing powerful presence, that it is always ready to bless millions in an instant, thus to conquer new amazing glories to His holy name. Besides, when the time was ready for Sarah to have the promised child, although her womb was lifeless then our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit visited him thus to announce to him the great news that the entire world was about to receive the love of His life, His Son Jesus Christ born miraculously as Isaac.

Then, when His Son Jesus Christ was finally born from Sarah’s barren-womb by the Holy Spirit’s powers instantly Abraham received him in his family to pass on into the families of the nations the amazing love that always exists between our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit so everyone may know His love and life, into eternity. That is to say, also that Abraham’s family through His Son Jesus Christ been born miraculously through Sarah’s barren-womb, then our heavenly Father’s entire divine family that is His Son Jesus Christ and the Holy Spirit became incorporated, with the fullness of the prehistoric love, for the families of the nations to know love finally as they have never known it.

This was, certainly, the beginning of our heavenly Father new kingdom of His divine family been incorporated not only to Abraham’s family of his wife Sarah and the adoptive children, but also, now the prospective of the families of the nations to receive Him, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit’s fullness of the prehistoric love was eminent as never before. For our heavenly Father was working day and night also to incorporate Himself along with His Son Jesus Christ born as Isaac by the Holy Spirit’s amazing powers into every family of all the nations, so every man, woman and child may become alive with His amazing love that blesses and grants life abundantly, filled with every day richness into everlasting.

That is why, that once in Canaan on his way to Shechem, with his entire household that Abraham builds an altar to our heavenly Father, commemorating His visit and promises to him, then he did it because he loved and was entirely faithful to Him and His amazing will that He was about to manifest into his family and the entire world. Our heavenly Father needed Abraham to live with his newly born son Isaac in Canaan along with his wife Sarah and the adoptive children, because He needed His amazing love to grow richly and undisturbed within the land that He had chosen to manifest to the families of the nations how much He really loves them through His Son and the Holy Spirit.

Therefore, Isaac had to be born within Canaan and grow in His amazing love and that of the Holy Spirit, so Abraham’s family will not only be able to receive the daily blessing of richness that pours from heaven above upon the angelical nations, but also upon those that love Him on earth, so they may never lack any of His blessings. Now, for this to be possible for every family on earth just as it had become possible for Abraham’s family and friends then our heavenly Father’s Son Jesus Christ born as Isaac had to be taken to Mount Zion as a burnt offering sacrifice, displaying the fullness of the prehistoric love unto them worldwide, so they may become blessed as well, everlastingly.

This is our heavenly Father’s home-sweet-home established within Jerusalem, in Israel, so He may not only receive Abraham along with his only son Isaac as the burnt offering sacrifice igniting the prehistoric love fire that descended from heaven above with Him and the Holy Spirit establishing as the continuous sacrifice within Abraham’s family, but also for the families nations for everyone’s lasting-salvation. For it was over Mount Zion that our heavenly Father needed to establish His everlasting altar of the continuous sacrifice of His Son Jesus Christ’s love to be ignited for Abraham and his children but also for every man, woman and child from all the families of the nations, so they may become baptized within His love, becoming reborn finally, eternally saved.

This is something that our heavenly Father was doing thorough His Son Jesus Christ born within Abraham family as Isaac, because he alone could establish the prehistoric love’s fire baptizing not only Abraham with perfect salvation over Jerusalem’s holy hill but also later shed his atoning-blood over it for everyone else lasting-salvation thus becoming part of the sacred-flesh covenant, forever enriched. This was all that our heavenly Father could do not only to bless with eternal salvation Abraham and his children yet to be born from generations to come but also for the families of the nations, because He still had to have His Son Jesus Christ shed his atoning-blood over it thus to become a complete salvation for every believer everywhere, perpetually.

That is why, that our heavenly Father had to stop Abraham from heaven’s glory through His Son Jesus Christ’s speaking, because he was ready to cut his only son Isaac thus to shed his atoning-blood over the wood and start the fire as the burnt offering sacrifice he was initially called to execute over Jerusalem holy hill, resting over Mount Moriah. Our heavenly Father certainly had to stop Abraham from wounding his son Isaac, because the atoning-blood that was carrying His seed he had no right to spill it over the wood and the fire of the altar that he had built for Him thus to execute his call to sacrifice his only son Isaac unto Him in heaven’s glory.

This seed of Isaac’s atoning-blood is our heavenly Father’s promised eternal life not only to Abraham but also to the children that are yet to be born in the coming generations, so they may receive it first through the covenant of the sacred-flesh from His Son Jesus Christ that will be born to deliver it to them, cleansing them from sin, forever. That is to say, also that our heavenly Father’s seed that Isaac carried in his atoning-blood was His divine eternal life that could only be shed over the children of the covenant of the sacred-flesh started with Abraham and his wife Sarah’s barren-womb giving birth miraculously to His sacred-flesh by the Holy Spirit’s powers thus for His divine-family to spread on earth.

That is why, that Abraham could not yet shed Isaac’s atoning-blood as God’s Lamb over Jerusalem’s holy hill been sacrificed as the burnt offering that will save not only him and his children yet to come into the world, but also the families of the nations, for His new kingdom to come alive with perfect Righteousness filled with His divine-seed, everlastingly. Now, in those days there were people from many families of the nations that they needed to have their sins cleansed from their bodies, so they may receive healing and deliverance from Satan and his fallen angels, but, our heavenly Father could not allow Abraham to shed his son Isaac’s atoning-blood over any people for forgiveness, healing, deliverance, much less salvation.

That is to say, also that our heavenly Father never called Abraham to nail his son Isaac to any people thus to shed the atoning-blood over them for forgiveness, healing, deliverance, and lasting-salvation of their living souls, because this was the salvation-work that only He could do it with His Son Jesus Christ’s immolated body to be born in the last days. Certainly, that Abraham could have had gathered people from the area where he lived and even from distant places to come over Jerusalem’s holy hill that our heavenly Father had manifested to him thus to offer his only son Isaac as the sacrifice by shedding his atoning-blood over the wood, fire and people, so forgiveness, healing, deliverance, and salvation could be possible.

However, this was something that our heavenly Father never called Abraham to do with his son Isaac to sacrifice him over any people, because this salvation-work He alone could do it by nailing His Son Jesus Christ’s sacred-flesh over Israel’s children born as countless as the stars from heaven above, so His seed may spill over them first for lasting-salvation. For our heavenly Father this covenant of the sacred-flesh brought into Abraham’s family by Isaac could only be nailed to his children after they have been born, lived, and died within Israel and the nations, so they may be lifted from the Valley of the dried bones to be nailed to His Son’s sacred-flesh thus spilling His seed over Israel for lasting-salvation finally.

Now, once the Israeli families had died and descended to the Valley of the dried bones, because they failed to get baptized in water by invoking our heavenly Father, His Son Jesus Christ, and the Holy Spirit thus to fulfill all truth and justice, and this is not only the Holy Spirit’s baptism but also the fulfillment of the Ten Commandments. Because to stand in our heavenly Father’s holy presence, whether this is on earth or in heaven’s glory, then you must be baptized in water by invoking His name’s perfect holiness thus to undress the sinful-flesh to dress the sacred-flesh, fulfilling finally the Holy Spirit of the commandments for eternal life to be possible at last through His divine baptism, into eternity.

In other words, our heavenly Father’s holy commandments given initially to Moses and Israel are very difficult, if not impossible, for any human being ever to fulfill them entirely, because He said explicitly: I have given you commands that are impossible for you to fulfill, however, you may fulfill them by just getting baptized in water and in the Holy Spirit’s fire. That is all that our heavenly Father had been asking Israel to do all along since the day that Moses received the two tablets of the commandments from Him, His Son, and the Holy Spirit within the midst of the burning bush, resting over Mount Zion, at Mount Sinai: for forgiveness, healing, prosperity, and salvation to be possible for any one worldwide.

Our heavenly Father was expecting every one of them just to get baptized as He had initially baptized them at the Red Sea by parting the waters in His name’s holiness and that of His Son, and of the Holy Spirit, so they may go through the waters abandoning the sinful-flesh for the sacred-flesh that is burning over the prehistoric love’s fire. For this is the baptism of the Holy Spirit’s fire that is filled with His great grace, His great mercy, His great truth, and His great divine justice that will baptize them fulfilling the commandments of Moses and Israel forever on earth and in heaven’s glory, because this is the only fulfillment of the commands that is accepted universally into eternity.

This is all that our heavenly Father wanted every one from Israel and the families of the nations to accomplish, so they may fulfill the Holy Spirit of the commandments instantly by just getting submerged in water in His name and that of His Son and the Holy Spirit, because this is the only baptism of fire fulfilling the commandments ever. Now, once every one that has been baptized in water by invoking the perfect holiness of His name and that of His Son and of the Holy Spirit, then they will become liberated finally from the sinful-flesh from where Satan rules with his lies, curses, problems, infirmities, and death thus to take on the sacred-flesh fulfilling the commandments’ Holy Spirit always, everlastingly.

For this is what our heavenly Father had always been searching for in every man, woman and child from Israel, beginning with Abraham and his family, because, once baptized in water and in the altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, then the commandments are eternally fulfilled to access heaven’s daily blessing, always. Therefore, every time everyone will get baptized in water thus to access the altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, then our heavenly Father was the happiest God over all of Israel and in heaven’s glory with the angels, because His commandments were fulfilled with His baptism of the Holy Spirit’s fire.

Besides, when people lived their lives with His commandments fulfilled, because they have invoked His holy name and that of His Son Jesus Christ along with the Holy Spirit as they submerged into the waters thus to abandon the sinful-flesh to take on the sacred-flesh that burns constantly over the altar of the prehistoric love’s fire, then blessings rained from heaven copiously. For the people were living a very blessed life that became the envy of the families of the nations, because they also wanted to live this wonderful life that our heavenly Father was providing abundantly into every man, woman and child from Israel, so they came into Israel in large numbers thus to come to know this wonderful God from heaven above.

That is to say, also that our heavenly Father was blessing people from foreign lands that were visiting Israel, because they wanted to become part of these wonderful blessings that the Israelis families were enjoying every day of their lives within Israel, and so, many of them became baptized in water and with the Holy Spirit’s fire thus fulfilling the commands, always. For this is what our heavenly Father was looking forward to see within Israel, because He had promised to Abraham that he will be a father not only to a great nation known worldwide but also of many nations, because He needed to expand the glory of His holy name along with His living word for salvation to cover the earth.

Now, Satan had to counter attack what our heavenly Father was doing with Israel in the families of the nations by baptizing them in water as His holy name was invoked along with His Son and the Holy Spirit, by just sending his pagan people to offer their idol worship thus to contaminate the altar of the prehistoric love fire with evil. This is where Israel stumbled and sinned many times against our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, because they will receive pagan people with their detestable idol worship that they are abhorred by the holy commandments and His living word thus contaminating terribly their lives with the presence of wicked spirits.

That is why, that our heavenly Father caused Israel to swear to Him that they will separate from people and their idol worship, because they will cause them to sin against Him, His Son Jesus Christ, and the altar of the prehistoric love fire, descended from heaven with Isaac and His Spirit, so they may fulfill His commandments through its divine-fire’s baptism. Meaning that, once baptized in water by invoking the perfect holiness of His name and that of His Son and the Holy Spirit, then they will be separated from the sinful-flesh, causing it to descend into hell with its wicked days, to take on the sacred-flesh that is always burning over the altar of the prehistoric love’s fire never to sin again.

Surely, once the person has become baptized in water by invoking the perfect holiness of His name and that of His Son and the Holy Spirit, then they will walk in the Highway of Holiness dressed in the sacred-flesh that is always burning over the altar of the prehistoric love’s fire for sin never to have power over them again, everlastingly. This is where our heavenly Father will accept every man, woman and child from Israel and the families of the nations, because they have disconnected at last from the sinful-flesh, to dress in the sacred-flesh walking with Him in the Highway of Holiness only to know love, healing, blessing, prosperity, and salvation ascending into heaven’s glory forever blessed, into all eternity.

That is, that once you have been reborn with our heavenly Father within His fire of the prehistoric love, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, then your sacred-flesh and body will continue to burn daily over the altar of the prehistoric love’s fire, because you have fulfilled the Holy Spirit’s commandments through baptism to receive daily blessing, always. Our heavenly Father will never again see you in your sinful-flesh where Satan and his fallen angels rule over you with problems, infirmities, poverty, and death bound into hell forever cursed, but, He will only see you in His Son Jesus Christ’s sacred-flesh filled with powers and incredible authorities thus to empower your blessed-life only to know goodness, mercies, and richness, everlastingly.

For it is here, baptized within the altar of the prehistoric love’s fire, where our heavenly Father will finally say: Now I know that you love me, because He will see the fire of His divine love, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, burning throughout your inner being thus qualifying you to ascend into heaven’s glory forever justified. From now on, you will live a wonderful life that our heavenly Father has granted you even before the world’s foundation, because He loves you as much as He loves His Son and the Holy Spirit, so you may enjoy along with your loved ones, including friends, every blessing prepared for you to live to the fullness these days and forevermore.

Certainly, provided that you have been baptized in water and in the altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, then you will always burn in perfect love in His holy presence hearing your every prayer and worship to answer you instantly your blessings that you may be seeking thus to enrich your life powerfully. Our heavenly Father will always see His wonderful love burning within and around you, because once you have become baptized in water and in the altar of the prehistoric love’s fire, then you have become part of His sacred-flesh that not only destroyed every work from Satan but also it has killed the angels of death to live your life liberated, perpetually.

That is to say, also that despite where you may go in life your covenant with His sacred-flesh will be always present before Him at the altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, so He will never see you in sin again but only in perfect love, mercy, and holiness walking towards heaven’s glory. Our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit will never abandon you because now you are His legitimate child ready to receive every blessing that He has called into existence on earth and in heaven’s glory for you, your loved ones, and even your friends from around the world, so you may conquer new glories to His name.

This is a glorious altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and the Holy Spirit, because this is the place where our heavenly Father has made His home-sweet-home with you and your loved ones on earth these days and in heaven’s glory forever into eternity, so grace, mercy, truth and divine justice may follow you through life. It is here, where our heavenly Father needed to have every one from Israel and the nations in generations past, and the same is true nowadays, for He needs you baptized in water by invoking the perfect holiness of His name and that of His Son and of the Holy Spirit, finally baptized with the Holy Spirit’s fire fulfilling His commandments perpetually.

It is here, where you will finally do His will as in heaven, because the purpose of the altar of the prehistoric love’s fire, descended from heaven above with Isaac and His Spirit, it is to baptize every man, woman and child with the Holy Spirit of the commandments thus fulfilling them to His pleasure to ascend into heaven’s glory forever justified. This is the altar of His prehistoric love’s fire, where our heavenly Father needed to baptize Israel, but since they failed to get baptized in water, by invoking His holy name, His Son and the Holy Spirit, then they descended into the Valley of the dried bones later to be lifted by Him to nail them to His Son’s sacred-flesh forever.

Now, since Israel had died and descended to the Valley of the dried bones, then their bodies had disintegrated to dust, because our heavenly Father’s judgment against the sinful-flesh is that it must return to dust in hell’s torment forever cursed, then there was no way possible to nail them as spirits or living-souls to His Son’s sacred-flesh for salvation. That is why, that our heavenly Father called His Son Jesus Christ to kill death before ascending to Mount Zion with Adam and Eve’s dried trees to use them crossed as the only possible flesh to be nailed to His Son’s sacred-flesh, so He may get His seed from the atoning-blood to spill it over Israel’s living-souls to remove sin finally, forever.

It is over this altar of the prehistoric love’s fire, where our heavenly Father had Israel lifted from the Valley of death burning holy over His fire of grace, mercy, truth and divine justice, baptizing them, thus to rule over Israel with an iron fist and stretched out arms pouring His fury, anger, awesome powers, and judgments against sin for His miracle-deliverance. That is to say, that what Israel failed to do in life by not getting baptized in water as they may have invoked the perfect holiness of His name, His Son and the Holy Spirit, then He fulfilled His promise by lifting them with great mercies to burn them over His altar of love, baptizing them, thus granting them again Canaan, forever.

In other words, our heavenly Father had to rescue them from the Valley of the dried bones with great grace, great mercies, great truth, and great divine justice finally to nail them to the crossed trees of Adam and Eve, so they may receive His Son’s sacred-flesh baptized with the Holy Spirit and at the Jordan river to recover Canaan soon. Meaning that, Israel that once lied at the Valley of the dried bones, they have been nailed to the cross of Adam and Eve, because they did not have any flesh left to be nailed to, and so, our heavenly Father had to nail them to the crossed trees since they are the only things from the earth compatible to human flesh.

This is when, our heavenly Father finally nailed every man, woman and child from Israel to the sacred-flesh that have not only fulfilled the Holy Spirit of His commandments but also it has been burned constantly over the altar of the prehistoric love’s fire for salvation, moreover baptized at the Jordan to reclaim Canaan with Moses to serve God at last, forever. This is when, our heavenly Father finally He will put a new heart in their chests along with a new spirit to serve Him faithfully over the altar of the prehistoric love’s fire burning passionately within Jerusalem, in Israel, so people from all the families of the world may fulfill the Holy Spirit of the commandments with His love’s fire-baptism for lasting-salvation.

That is why, that our heavenly Father is calling you to get baptized right now by descending into any body of abundant water available invoking the perfect holiness of His name and that of His Son Jesus Christ and of the Holy Spirit, so you may escape hell’s torment that is ready to meet you on your last day with evil. By been baptized in water as you may invoke the name of the Father, the Son and of the Holy Spirit, instantly the entire altar of the prehistoric love will descend with you into the water thus to undress you from the sinful-flesh, dressing you instantly with the sacred-flesh that is burning over the fire of love daily for blessing to manifest constantly.

This is the only place possible on earth and in heaven’s glory, where our heavenly Father will meet you in person with His Son and the Holy Spirit not only to baptize you with His prehistoric love’s fire, so you may fulfill the commandments to access heaven’s glory and every blessing available to you, but also make you His personal love continually. It is here, where our heavenly Father will dress you with the perfect life that has always search for you with great love in His holy heart, so you may become reborn from His image and living-soul not only to escape Satan’s wilds but also to live the life that really loves you, by opening ways and doors where there are none.

With our heavenly Father burning with you at the altar of the prehistoric love’s fire that baptizes you finally to fulfill all truth and justice of the commandments, then you will live your daily life with new miracles and marvelous things taking place every step of the way into heaven’s glory where God has prepared a great mansion to enjoy, forever. Besides, when you get to this great place in heaven’s glory known as the city of gold and precious stones that really is the New Jerusalem from heaven above, then you will be surprised that our heavenly Father has not finished surprising you and your loved ones, because He will have greater glories to show you yet, enriching you even more, everlastingly.

You will have an entire eternity awaiting for you with new surprises of amazing glories that you have always thought it impossible, but yet they are there waiting for you, because they were made for you and your loved ones, including your friends by our heavenly Father, His Son Jesus Christ, and the Holy Spirit. And the only thing that you needed to do thus to receive this great love, this great grace, this great mercy, this great truth, this great divine justice, it was for you to get baptized in water and at the altar of the prehistoric love’s fire, fulfilling the eternal commandments with a glorious eternal baptism.

Our heavenly Father called Abraham to abandon his friends, relatives and even his father’s homeland, because he needed to establish an altar of a continuous sacrifice to become eternal, because over it, he will offer his only son Isaac as the greatest love of his life that will become the altar of love receiving His Son Jesus Christ’s atoning-blood for everyone’s lasting-salvation. Thus, it is only at this altar of the prehistoric love on fire where people will get baptized with our heavenly Father to become reborn from His image and living soul finally to fulfill the commandments to have heaven’s windows open over them always, so they may receive their due daily blessing to enrich their lives as they never thought it possible.

It is here, where our heavenly Father needs you to stand with Him under the fire of love baptizing you with the fulfillment of the commandments, moreover granting you access to greater glories that you never thought that you may possess them rightfully, because you are God’s child returning home and to glory knowing always love, peace, happiness, and never-ending amazing richness. Amen!

¡Cultura y paz para todos, hoy y siempre!

Saludos cordiales a todos

Dígale al Señor, nuestro Padre Celestial, de todo corazón, en el nombre del Señor Jesucristo: Nuestras almas te aman, Señor. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, también, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN DEL PERDÓN

Padre nuestro que estás en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Por lo tanto, el Señor Jesús dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR MÍ”. Juan 14:

NADIE MÁS TE PUEDE SALVAR.

¡CONFÍA EN JESÚS HOY!

MAÑANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE.

YA MAÑANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL DÍA DE HOY.

- Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de éste MUNDO y su MUERTE.

Dispónte a dejar el pecado (arrepiéntete):

Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucito al tercer día por el Poder Sagrado del Espíritu Santo y deja que entré en tu vida y sea tu ÚNICO SALVADOR Y SEÑOR EN TU VIDA.

QUIZÁ TE PREGUNTES HOY: ¿QUE ORAR? O ¿CÓMO ORAR? O ¿QUÉ DECIRLE AL SEÑOR SANTO EN ORACIÓN? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios mío, soy un pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi corazón y a mi vida, como mi SALVADOR.

¿Aceptaste a Jesús, como tu Salvador? ¿Sí _____? O ¿No _____?

¿Fecha? ¿Sí ____? O ¿No _____?

Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora:

Lee la Biblia cada día para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los días en el nombre de JESÚS. Bautízate en AGUA y en El ESPÍRITU SANTO DE DIOS, adora, reúnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los demás.

Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecostés o pastores del evangelio de Jesús te recomienden leer y te ayuden a entender más de Jesús y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos están disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librería cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librerías cristianas con frecuencia, para ver que clase de libros están a tu disposición, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios.

Te doy las gracias por leer mí libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y así comiences a crecer en Él, desde el día de hoy y para siempre.

El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusalén día a día y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque ésta es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvación eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Espíritu Eterno: “Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusalén”. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti, siempre Jerusalén”. Por causa de la casa de Jehová nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: imploraré por tu bien, por siempre.

El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Espíritu de Dios a toda la humanidad, diciéndole y asegurándole: - Qué todo lo que respira, alabe el nombre de Jehová de los Ejércitos, ¡el Todopoderoso! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo corazón, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad.


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