EL RÍO QUE QUISO CRUZAR EL DESIERTO

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♣♥SEÑOR♥♣

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Dec 12, 2008, 8:56:06 PM12/12/08
to SECRETO MASONICO
EL RÍO QUE QUISO CRUZAR EL DESIERTO


De: masliberal (Mensaje original) Enviado: 29/12/2004 09:57 p.m.
Un río, desde sus orígenes en lejanas montañas, después de pasar a
través de toda clase de trazado de campiñas, al fin alcanzó las arenas
del desierto. Del mismo modo que había sorteado todos los otros
obstáculos, el río trató de atravezar éste último, pero se dio cuenta
de que sus aguas desaparecían en las arenas tan pronto llegaban a
éstas.
Estaba convencido, no obstante, de que su destino era cruzar
este desierto, y sin embargo, no había manera. Entonces una recóndita
voz, que venía desde el desierto mismo, le susurró: "El Viento cruza
el desierto, y así puede hacelo el río".
El rió objetó que se estaba estrellando contra las arenas, y
solamente conseguiría ser absorbido, que el viento podía volar y ésa
era la razón por la cual podía cruzar el desierto.
- Arrojándote con violencia como lo vienes haciendo, no lograrás
cruzarlo.
Desaparecerás, o te convertirás en un pantano. Debes permitir
que el
Viento te lleve hacia tu destino".
- ¿Pero cómo podría esto suceder? "Consintiendo en ser absorbido
por el Viento".
Esta idea no era aceptable para el río. Después de todo, él nunca
había
sido absorbido antes. No quería perder su idividualidad.
- ¿Y, una vez perdida ésta, cómo puede uno saber si podrá
recuperarla
alguna vez? -objetó el río.
- El Viento -dijeron las arenas-, cumple esta función. Eleva el
agua, la
transporta sobre el desierto y luego la deja caer. Cayendo como
lluvia, el
agua nuevamente se vuelve río.
- ¿Cómo puedo saber que esto es verdad?
- ¡Así es!, y si tú no lo crees, no te volverás más que un pantano.
Y aún eso
tomaría muchos, pero muchos años; y un pantano, ciertamente no es
la
misma cosa que un río.
- ¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora soy?
- Tú no puedes en ningún caso permanecer así -continuó la voz-. Tu
parte
esencial es transportada y forma un río nuevamente. Eres llamado
así,
aún hoy, porque no sabes qué parte tuya es la esencial.

Cuando oyó esto, ciertos ecos comenzaron a resonar en los
pensamientos del río. Vagamente, recordó un estado en el cual él, o
una parte de él, ¿cuál sería?, había sido transportado en los brazos
del viento. También recordó -o le parecío- que eso era lo que
realmente debía hacer, aun cuando no fuera lo más obvio.
Y el río elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento,
que gentil y fácilmente lo llevó hacia arriba y a lo lejos, dejándolo
caer suavemente tan pronto hubieron alcanzado la cima de una montaña,
muchos pero muchos kilometros más lejos. Y porque había tenido sus
dudas, el río pudo recordar y registrar más firmemente en su mente,
los detalles de la experiencia.

Reflexionó: "Sí, ahora conozco mi verdadera identidad".
El río estaba aprendiendo, pero las arenas susurraron: "Nosotros
conocemos, porque vemos suceder esto día tras día, y porque nosotras,
las arenas, nos extendemos por todo el camino que va desde las orillas
del río hasta la montaña".
Y es por eso que se dice que el camino en el cual el Río de la
Vida ha de continuar su travesía, está escrito en las Arenas.


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