Secretos del Templo de Salomón

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Nov 2, 2008, 12:51:36 PM11/2/08
to SECRETO MASONICO
Secretos del Templo de Salomón


De: Kadosch (Mensaje original) Enviado: 15/08/2007 03:50 p.m.
El interés por el conocimiento de la forma o la estructura del templo
es, en realidad, el interés por el conocimiento hermético de Salomón
que personifica la sabiduría de la Tradición de todas las edades. De
acuerdo con la Kábala que es la recopilación de la tradición oral
judía y base de la religión judía ,Salomón era experto en Magia.
También tenía profundos conocimientos de Teurgia y Goetia y era capaz
de controlar sus propios demonios internos, obteniendo de ellos buena
parte de su sabiduría. En su Claviculas Salomonis o Claves del Rey
Salomón trabajo en el que presumiblemente se exponen los secretos
mágicos obtenidos por Salomón y empleados por él en la conjuración de
espíritus- se arroja luz sobre los rituales iniciáticos masónicos. El
papa Inocencio III reconoce la posibilidad de que se tratara de un
mago en el más amplio sentido de la palabra. Hipótesis que basa en las
afirmaciones del historiador judío Flavio Josefo, quien hizo especial
mención a los trabajos mágicos y dotes sobrenaturales de este rey.
Todo lo cual se encuentra asimismo reflejado en muchas tradiciones
orientales que subrayan, entre otras muchas, las facultades mágicas de
Salomón, como se indica frecuentemente, por ejemplo, le hermetique
kabahala. Pero este misterios monarca encierra aún más sorpresas.
Así por ejemplo, los alquimistas medievales estaban convencidos de
que conocía los secretos de Hermes Trismegisto y que, gracias a ellos,
llegó no sólo a multiplicar los metales, sino también a fabricar la
piedra filosofal. Y se dice también que Salomón sabía cómo controlar
la "esencia od incorpórea del espíritu universal", conocimiento que lo
habría asistido en la construcción del Templo.
Por otro lado, y de acuerdo con los antiguos kabalistas, Salomón
habría sido, paralelamente, un iniciado de las escuelas mistéricas,
siendo su templo un lugar de iniciación que. Tanto las gradas como los
pilares situados a ambos lados del pórtico, los querubines babilónicos
y todo el arreglo de las alcobas indican, de hecho, que el templo
habría sido erigido de acuerdo a patrones tomados de Egipto. Michel
Lamy nos recuerda en La otra historia de los templarios que Salomón
hizo también erigir unos santuarios para unas "divinidades
extranjeras". Consagró en particular unos templos a Astarté, "la
abominación de los sidonios" y a Milkom, "el horror de los amonitas".
Según el canon místico, siempre han existido sobre la Tierra una serie
de hombres santos que han accedido al trato íntimo con la seidad. De
ellos, el que alcanza la posición más alta entre sus contemporáneos es
el enclave de su época, siendo los demás intermediarios. El enclave es
un individuo misterioso que, desconocido y nada conspicuo, se mezcla
con la humanidad.
Como un dinamo extraño alrededor del cual todo converge, en él se
encarna el significado y el espíritu de una edad hasta nuestros días.
¿Pudo ser Salomón el enclave del judaísmo kabalistico ? En el seno de
la primera monarquía terrestre se elevó el primer templo a Dios. La
Biblia recoge claramente las tradiciones según las cuales fue el
propio Gran Arquitecto del Universo -al que identificaban como Dios-
quien, en última instancia, ordenaba cuándo, quién y cómo se había de
construir el Templo. Para esta misión, de entre todos los hijos de
David Dios elegiría a Salomón: Y así fue. Cuando Salomón quiso alzar
el templo, pidió ayuda al rey de Tiro, Hiram, ya que tal edificación
requería un arquitecto experimentado en las técnicas y conocedor de la
doctrina secreta de los números y de las formas.
De ahí que el monarca enviara a Hiram-Abiff el fundidor, para que se
hiciera cargo de la sagrada obra. Pero como en todas los hechos
acaecidos en épocas remotas, en los que no se sabe muy bien donde
termina la historia y donde comienza la leyenda, las circunstancias
iniciales no están nada claras. Michel Lamy, en su obra La otra
historia de los templarios nos dice que "fue sin duda edificado hacia
el año 960 a.C., al menos en su forma primitiva. Salomón, que deseaba
construir un templo para mayor gloria de Dios, había establecido unos
acuerdos con el rey fenicio, que se había comprometido a
proporcionarle madera (de cedro y de ciprés). Éste le enviaría también
trabajadores especializados: canteros y carpinteros reclutados en
Guebal, donde los propios egipcios tenían por costumbre reclutar a su
mano de obra cualificada. El templo se elevó en el monte Moriah y su
construcción tardó siete años. Fue uno de los edificios más sagrados
que jamás hayan existido en la Tierra.
La geometría secreta con la que fue erigido por Hiram había sido
heredada por el propio arquitecto, cuyo probable origen es develado
por Heckethorne en su libro Las sociedades secretas de todos los
tiempos y países. Según Heckethorne, Hiram habría sido descendiente
directo de la línea de Caín, lo cual podría explicar la creencia de
que el templo había sido realizado por demonios -o elementales- sobre
los que tanto Hiram como el propio Salomón ejercían cierto control.
Pero ocurrió que la Reina de Saba se enamoró de Hiram, el arquitecto
del templo, éste cayó en desgracia ante los ojos del rey y,
finalmente, murió asesinado.
Esto no quiere decir que el rey tenga algo que ver con tal asesinato.
Sin embargo, antes de morir dijo Hiram que tendría muchos
descendientes que completarían su trabajo, es decir, que construirían
otros templos humanos. Y, en este sentido, son muchos los estudiosos
que están convencidos de que esos descendientes fueron los templarios,
ya que ellos mismos se consideraban los arquitectos y custodios de la
"ciencia más secreta". De cualquier forma es esta una cuestión muy
confusa también, pues dice Michel Lamy al respecto: "El arquitecto
Hiram, según la leyenda, murió a manos de unos compañeros celosos a
quienes había negado la divulgación de determinados secretos. Como
consecuencia de la desaparición de Hiram, Salomón envió a nueve
maestros en su busca. Nueve maestros, como los nueve primeros
templarios, en busca del arquitecto de los secretos". En aquella época
se creía que el Templo de Jerusalén unía el Cielo y la Tierra y que
los ritos que allí se desarrollaban reforzaban está asociación; por
tanto, cualquier desviación en el servicio del templo podía tener
consecuencias catastróficas.
El Templo de Salomón, construido en el siglo X a.C., se convirtió así
en algo esencial no sólo para la imaginería religiosa judía, sino
también para el simbolismo cristiano en siglos venideros. En el
587-586 a.C. fue arrasado hasta los cimientos por Nabucodonosor.
Restaurado alrededor del 500 a.C. por Zorobabel, fue nuevamente
destruido, para ser reconstruido una vez más por Herodes "El Grande",
no mucho antes del nacimiento de Jesús. El tercer templo fue abatido
finalmente por los romanos en el año 70 d.C., ocupando en la
actualidad su antiguo lugar la mezquita de la Cúpula de la Roca, en la
Explanada del Templo.
Dice Lamy sobre las reliquias que se custodiaban en el Templo: "Si
bien la mayor parte de los objetos sagrados habían desaparecido en el
momento de las diversas destrucciones, y principalmente durante el
saqueo de Jerusalén por Tito, hubo uno que, aún habiéndose
volatilizado, no parecía haber sido sacado de allí. Ahora bien, había
sido para albergar dicho objeto por lo que Salomón hizo construir el
Templo: el Arca de la Alianza que guardaba las Tablas de la Ley. Una
tradición rabínica citada por Rabbí Mannaseh ben Israel (1604-1657)
explica que Salomón habría hecho construir un escondrijo debajo del
propio Templo, a fin de poner a buen recaudo el Arca en caso de
peligro"... Y continúa explicando: "No parece que el Arca hubiera sido
robada con ocasión de alguno de los diferentes saqueos o por lo menos,
de ser cierto, fue recuperada, según los textos. Su desaparición por
medio de un robo habría dejado numerosos rastros, tanto en los textos
como en la tradición oral. Louis Charpentier nos recuerda a este
respecto: "Cuando Nabucodonosor tomó Jerusalén, no se hace ninguna
mención al Arca entre el botín. Hizo quemar el Templo en 587 a.C.". A
Charpentier no le cabe ninguna duda acerca de ello: el Arca permaneció
en su sitio, oculta bajo el Templo, y los templarios la descubrieron.
Esta es una cuestión en la que entraremos en profundidad cuando
tratemos los pormenores de la creación de la Orden del Templo. Según
ha escrito Jonathan Smith, recordando antiguas creencias, "la Piedra
de la Fundación, como en las construcciones mesopotámicas, es el
centro exacto del Cosmos, el eje o polo, y fue sobre esta Piedra donde
estuvo Yahvé cuando creó el mundo; de esta Piedra surgió por primera
vez la Luz (se entiende que esta luz iluminaba el templo, que fue
construido sobre la Piedra y cuyas ventanas estaban diseñadas para
dejar salir la luz y no para permitir su entrada); de la superficie de
esta Piedra se obtuvo, rascando, polvo para crear a Adán; bajo esta
Piedra está enterrado Adán; en esta Piedra ofreció Adán el primer
sacrificio; sobre esta Piedra Caín y Abel ofrecieron su fatal
sacrificio; de esta Piedra vinieron las aguas del diluvio y bajo esta
Piedra recedieron". Se creía, en efecto, que bajo la roca fluían las
aguas subterráneas, fuerzas del caos que no cesaban de amenazar con
engullir el mundo ordenado. La función del Templo era, supuestamente,
mantener a raya a aquellas fuerzas. Han sido muchos los exégetas que
han tratado de reconstruir teóricamente la estructura del Templo. Es
el caso del franciscano normando Nicolás de Lyre o el filósofo
François Vatable. Incluso el mismo Isaac Newton, subyugado por la
magia de la visión de Ezequiel donde se apuntaban las medidas del
Templo de Jerusalén, hizo alarde de erudición como teólogo, filósofo,
físico y matemático exponiendo sus resultados en Solomon´s Temple. Su
intención, dado el carácter simbólico del templo, era conocer su forma
para averiguar su significado. Pero ni siquiera un gigante del
pensamiento como él, artífice de la Física clásica y de la mecánica
celeste, pudo descifrar el mensaje mistérico subyacente en esa
misteriosa forma arquitectónica. Y es que la sabiduría que el rey
Salomón plasmó en la construcción del Templo parece estar más allá de
las mediciones y los cálculos matemáticos. Los que más se han acercado
a esa fuente que inspiró a Salomón son los masones, cuyos rituales
dejan entrever un conocimiento esotérico milenario comparable al que
configuró el Templo. En cada escuela de pensamiento esotérico,
filosófico y místico como lo es la escuela de los Rosa Cruces o en la
Masonería, siempre se encuentran dos columnas, las cuales hacen
referencia a la eterna dualidad de las energías del Cosmos, energías
que tienen su representación totalmente científica en todo cuanto
existe.<O:P> </O:P>
Son las dos columnas simbólicas del templo de Salomón, una de nombre
Jakin ( J ) y la otra Bohaz ( B ), siendo Salomón símbolo de la
consciencia, y el templo, del cuerpo denso. Jakín representa el
aspecto masculino de la Seidad, y Bohaz el aspecto femenino de la
misma, es decir, el hombre y la mujer. <O:P></O:P>

Por eso, si no fuera por el poder de la dualidad, por el poder del
binario, no sería posible la existencia diferenciada de todo cuanto Es
en el Universo tal como la ciencia lo ha llegado a conceptuar y a
conocer.<O:P> </O:P>

La dualidad permite que podamos conocernos; es la ley del contraste
llamada la ley de los contrarios, que mas que contrarios, son
complementarios. La dualidad dentro de la evolución se manifiesta
como energía - materia según la ciencia, o espíritu - materia como
dirían los filósofos. No podemos separar lo uno de lo otro. Por eso no
se debe decir espíritu y materia, energía y materia, o materia y
energía, porque la materia como ya lo demostró la ciencia actual no es
mas que energía coagulada, condensada, cristalizada, mientras que la
energía es la misma materia pero en un grado mayor de sutilización o
de vibración, que la hace intangible relativamente a los sentidos
físicos.<O:P> </O:P>

Gracias a que existe un principio femenino en todo lo masculino y uno
masculino en todo lo femenino, se hace posible la evolución que es
movimiento. Si en el hombre no existiera el principio femenino
escondido en sus hormonas, en su alma y en su lenguaje, no desearía,
ni se enamoraría, ni amaría a la mujer, ni ella lo haría del hombre,
porque el alma en la mujer es de naturaleza masculina, es ánimus,
mientras que el alma del hombre es de naturaleza femenina, es
ALMA.<O:P> </O:P>

Es el movimiento eterno constantemente mutando un aspecto en el otro:
lo femenino en masculino, y lo masculino en femenino. Eso es lo que
pasa tanto en nuestra naturaleza interna como en la naturaleza
terrestre y en el Cosmos; en todo siempre está lo masculino y lo
femenino relacionándose y mutando constantemente.<O:P> </O:P>

Debido a esta ley renacemos unas veces como hombre y otras como
mujer. Por eso los hombres y las mujeres nos enamoramos
permanentemente y gracias a esa misma ley se tiene la posibilidad de
que en la naturaleza lo masculino fecunde a lo femenino. Es un
pleamar y un bajamar; es un plus y un minus, es la eterna dualidad, es
el ritmo eterno de las cosas.<O:P> </O:P>

Por esa acción binaria es posible que dos especies puedan dar como
resultado la generación progresiva de la misma, para que ésta pueda
continuar su proceso evolutivo. Es el milagro maravilloso de los
aspectos masculino y femenino de la Seidad, tanto en la naturaleza
formal como en la naturaleza humana.<O:P> </O:P>

Si no fuera porque existen el hombre y la mujer en esa dicotomía
extraordinaria, no podrían amalgamarse complementándose tanto en lo
físico como en lo metafísico y en lo espiritual, para hacer posible la
manifestación del hijo en el plano denso o la gestación de las ideas y
de los descubrimientos en el plano metafísico, y que puede llevar aún
a más elevados estados a aquellos seres que se aman, se respetan y se
adoran en el campo sensible y espiritual, llegando a la realización de
la sensibilidad y de la consciencia.<O:P> </O:P>

Divino aquel varón que aprenda a admirar en todas las mujeres siempre
lo bello, lo espiritual, lo divino; admirarlas tal como se admiraría
lo más santo de la vida, tal como lo es la madre para su hijo pequeño,
para quien -guardando las proporciones- ella es dios.<O:P> </O:P>

Pero el ser humano ha perdido el sentido espiritual hacia la otra
columna de la existencia: las damas hacia el varón y viceversa, y por
eso el sufrimiento de la humanidad, porque se mira a la otra polaridad
de la Vida como un instrumento de placer, lo que lleva a la humanidad
a los odios, a las enfermedades y al sufrimiento.<O:P> </O:P>

Divino momento (aunque inconsciente), el de los niños que viven en su
paraíso, porque no han conocido todavía esa fuerza tremenda del
instinto psicosexual que se despierta en el adolescente y le convierte
en un ser gallardo, majestuoso, prepotente, que admira a la belleza
femenina, que ve a todas las adolescentes como diosas en su ideal,
siendo así mismo él para las jovencitas.<O:P> </O:P>

Pobres adultos que por el desconocimiento del misterio santo de la
vida que es la energía procreadora, al abusar de ella pierden el
paraíso, la armonía, el magnetismo agradable que muestran los jóvenes
y las jovencitas, esa lucidez que permite comprender rápidamente las
diferentes situaciones, y la plasticidad que tienen sus cuerpos para
acomodarse a las situaciones de su diario vivir.<O:P> </O:P>Como
ilustración de esta herencia espiritual, tenemos los pilares de la
masonería, las columnas J y B; columnas de sabiduría y rigor del
cabalístico Árbol de la Vida-, que corresponden a los pilares del
mismo nombre que sostenían al pórtico del Templo de Salomón y que
Hiram-Abiff había hecho forjar en bronce. En su tiempo, Salomón fue la
personificación de la sabiduría universal, siendo su Templo la "Casa
de la Luz Eterna", nombre que algunos exégetas han querido ver en el
propio rey: "Sol-om-on". De acuerdo con las enseñanzas mistéricas, hay
tres templos de Salomón. El primero es la "Gran Casa del Universo", en
medio de la cual se asienta el Sol, rodeado de sus compañeros
artesanos: los doce signos del Zodíaco. Tres luces -la estelar, la
solar y la lunar- iluminan este templo cósmico. Acompañado de sus
planetas, lunas o asteroides, es Divino se pasea con pompa por las
avenidas del espacio. Según esta interpretación, Hiram representaría
la luz física activa del Sol, mientras que Salomón simbolizaría su
refulgencia intelectual y espiritual, invisible pero todopoderosa. El
segundo templo simbólico es la "Mansión" o "Catedral del Alma", una
estructura invisible cuya comprensión corresponde única y
exclusivamente a un arcano masónico supremo. El misterio de este
edificio intangible está encerrado tras la alegoría del "Soma Psychon"
o "traje de boda", como lo describió San Pablo, las "Vestiduras de
Gloria" del gran sacerdote . Según esta última interpretación, el
alma, creada a partir de una sustancia ígnea invisible, un metal áureo
llameante, habría sido introducida por el maestro masón Hiram-Abiff en
el molde de barro (el cuerpo físico), conformando el denominado "Mar
Fundido".

Así, el Templo del alma humana habría sido construido por tres
maestros masones que personifican la sabiduría, el amor y el servicio,
y sólo cuando esta operación se realiza de acuerdo con la Ley de la
Vida, el espíritu de Dios mora en este lugar sagrado. El templo del
alma así concebido es la verdadera "Casa Eterna" y sólo quien es capaz
de erigirlo de esta manera está considerado como un verdadero maestro
masón. Estas caractéristicas las reunía en su persona el rey Salomón.


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