La sombra Psicológica

30 views
Skip to first unread message

ALCOSERI

unread,
Oct 28, 2008, 10:55:05 PM10/28/08
to SECRETO MASONICO
La sombra Psicológica

Era ya muy noche y me hallaba en algún lugar desconocido avan­zando
lenta y penosamente en medio de un camino tenebroso. La niebla lo
cubría todo. Yo sostenía y protegía con las manos una débil lámpara
con una vela encendida que amenazaba con apagarse en cualquier
momento. Todo parecía depender de que consiguiera mantener viva esa
luz.

De repente tuve la sensación de que algo horrible me seguía. Enton­
ces me giré y descubrí una enorme figura negra que avanzaba tras de
mí, no alcanzaba a ver su rostro. A pesar del terror que experimenté
no dejé de ser cons­ciente en todo momento de que debía proteger la
luz a través de la noche y la espesa niebla. Cuando me di cuenta de
inmediato de que la figu­ra que había visto era mi sombra, la sombra
de mi pro­pio cuerpo iluminado por la luz recortándose en la niebla.
Tam­bién sabía que esa luz era mi conciencia, la única luz que poseo,
una luz infinitamente más pequeña y frágil que el poder de las
tinieblas pero, al fin y al cabo, una luz, mi única luz.

Cuando al fin llegue al punto de referencia, le conté a todos lo
sucedido, y uno de ellos con una mirada aterradora y una voz
temblorosa me dice: ¡esta ahí, esta ahí! Yo pregunte ¿Qué, qué está
ahí? El fuera de sí me dice: ¡Ahí esta tu sombra! ¡Ahí esta tus
sombra! Todos empezaron a mirarse unos a otros, el pánico no se hizo
esperar y todos miraban hacia mi sombra. Yo trate de tranquilizarlos
diciéndoles miren todos ustedes proyectan una sombra; incrédulos unos
y otros sumamente espantados, voltean hacia donde se proyectaba su
sombra, algunos proyectaban su sombra en el piso, otros en las paredes
otros inclusive proyectaban su sombra en otras personas.

Ese fue un momento de extrema locura y confusión, muchos negaban que
ellos pudieran proyectar una sombra, otros fuera de si, los que veían
su sombra proyectada en otros decían, esa sombra es la sombra de él no
la mía.

De pronto todo esto me hizo sentir mal, yo era el causante de que
ellos se dieran cuanta de sus propia sombra, yo la había descubierto
mi propia sombra en el camino aquí, me miraban fijamente, como
mirando a quien es causante de su desdicha. Uno de ellos decía: esa
es mi sombra, pero esta es oscura y no es fiel al contorno de mi
cuerpo, es alargada plana y torcida. Y en tanto me muevo ella me
sigue, como algo ligado a mi.

Terror, pena, angustia se reflejaba en sus rostros. El caso mío era
diferente yo lo había descubierto por mi mismo, pero yo se las estaba
haciendo ver. Y esto al parecer no era lo propio. Ahora ellos podían
verse por primera vez las sombras los unos a los otros y se sentían
peor que desnudos.

Uno de ellos alargando su brazo me toma fuertemente mi mano y me
reprocha: tú hiciste esto, me arrancases mi felicidad, ahora ayúdame
a recobrar mi cordura y mi dicha. Yo le miro a los ojos y le digo: esa
sombra siempre estuvo contigo, tu indiferencia hacia ella te hacia
feliz, era una dicha simulada. Otro me grita ¡No, No, tu la trajiste
del Camino! Nos has contagiado. Ahora en verdad me siento
profundamente dolido. Me di cuenta que a mi si me servia saber y ver
mi sombra, pero a ellos no. Mi sombra me hablaba de mis debilidades de
mis miedos y me hacia ver en que me equivocaba, esto porqué era una
imagen mía

Nos resulta extraño comprobar cómo la sombra psicológica individual
se contagia con la sombra colectiva o de las masas con más facilidad
que lo positivamente consciente. Cuando nos unimos a los demás,
abrimos paso a impulsos primitivos que realmente no nos pertenecen: es
como si la sombra colectiva nos atrapara y nos obligara a tener un
comportamiento determinado. Y aunque la sombra personal es un
asunto meramente subjetivo, la que se muestra en colectividad, sin
embargo se trata de una realidad objetiva y muy real comúnmente
conocida como “el Mal”.

La sombra personal puede modificarse, pero la colectiva no se altera
ante nuestros esfuerzos racionales y si analizamos nuestro
comportamiento cuando actuamos guiados por la sombra del grupo sólo
alcanzamos a sentir una indefensión. La masonería ha tratado de
modificar a la sombra colectiva enviando mensajes de unidad y amor
fraterno y seguramente ha tenido éxito, muchos pueblos reaccionaron
positivamente al mensaje. Pero porque cuesta demasiado desmarcarse de
las tendencias en masa. Por eso históricamente el hombre ha buscado
refugio a su desesperación frente al mal colectivo en distintas
corrientes como la religión, la fe y en la obediencia a normas
sociales, que debemos entender como defensa ante el arrastre del mal
en masa.

De hecho, la definición del mal desafía la comprensión inclusive de
los académicos y teólogos, para una época y una cultura el mal se
definiría de manera muy distinta a otra.

El mal colectivo tiene un rasgo difícil de analizar es como si de
pronto y de manera inesperada fuerzas escondidas en el inconsciente
brotasen de la mente de muchas personas a la vez. Como si surgiese una
epidemia y fuésemos incapaces, individualmente, de combatir las
calamidades que provocan el fanatismo religioso, el fundamentalismo
nacionalista y la avaricia de las grandes corporaciones financieras y
mercantiles.

Hoy gracias a los medios de comunicación podemos evidenciar que el
mundo se ha convertido en el teatro de operaciones del mal colectivo:
la maldad humana que enloquece al mundo y provoca guerras, el hombre
envenena, corrompe, poluciona y envenena. Es exactamente la misma
fuerza que impulsó a los inquisidores a pensar que había seres
malditos, a los musulmanes que los cristianos son satánicos, a los
escépticos que los creyentes son ignorantes, y los creyentes piensan
que los científicos usan su sólo ingenio para fabricar armas de
destrucción masiva

Kadyr

unread,
May 10, 2014, 10:53:11 AM5/10/14
to secreto-...@googlegroups.com, SECRETO MASONICO, vic...@hotmail.com
Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages