Falta de Transparencia en la UNAM
El pasado 26 de agosto en la sesión efectuada en la Antigua Escuela de Medicina, el Consejo Universitario (UNAM) aprobó la creación del primer Reglamento de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales para la UNAM. Sin embargo este reglamento es solo un catalogo más de buenas intenciones, una de esas resoluciones que le permiten al Sr. Rector tener presencia en los medios de comunicación. Para nada tiene que ver con la obligación del Sr. Rector de explicar porque la extrema derecha (Yunque) sigue participando en su administración. Sorprende que la policía secreta de la UNAM, que en otros tiempos fuera tan eficiente para perseguir y encarcelar estudiantes, no de informe sobre los movimientos de la extrema derecha hacia dentro de la UNAM. Sera que parte de esa policía secreta que usted dirigió Sr. Rector, está formada por el Yunque. Para muestra el nombre y apellido de dos fanáticos religiosos (Católicos) y miembros del Yunque que participan en la toma de decisiones de la Universidad: Dr. Raymundo Cea Olivares y Dr. Gabriel Cuevas.
Actualmente por orden suya, el Dr. Raymundo Cea trabaja desde el Instituto de Química en el nuevo plan de jubilaciones de la UNAM. No existirá transparencia en la toma de decisiones sobre el tema, la maquinaria ya camina. A cambio de ese trabajo el Dr. Raymundo Cea podrá seguir en campaña permanente por una UNAM al servicio de dios. Sin lugar a dudas es el Dr. Cea su testaferro en tan incómoda situación por la que atraviesa la UNAM. Esa es la explicación por la que usted no quiere actuar en contra de este obscuro personaje.
El segundo personaje, Dr. Gabriel Cuevas, como operador político del Yunque en la Coordinación Científica de la UNAM, tiene como encargo facilitar a los hijos de dios escalar posiciones académicas en la universidad, pese a sus carencias académicas. Seria “transparente” que se explique por qué le fue asignada una beca para estancia postdoctoral a la Dr. Karla Ramírez Gualito (Estudiante de Doctorado del Dr. Cuevas), si en dos ocasiones el comité que la evaluó consideró que su proyecto no era relevante. Aunado a esto, se le mencionó a la Dra. Karla Ramírez Gualito que su precaria formación académica no le permitió presentar una propuesta digna de ser beneficiada con la beca. Sin lugar a dudas, pudo más el tráfico de influencias del Dr. Gabriel Cuevas para conseguir dicha beca, que la evaluación a la cual se hizo merecedora la Dra. Karla Ramírez Gualito. Las pruebas existen, son las evaluaciones que posee el CONACyT. Si esos archivos se abren, seguramente se encontrarán más de un acto bochornoso por parte del Dr. Gabriel Cuevas, quien ya se ha ganado un interesante prestigio en las oficinas de CONACyT por sus desplantes propios de un burócrata universitario.
Sr. Rector, no se puede seguir pregonando el compromiso de la UNAM con la sociedad, si al mismo tiempo se da cabida al tráfico de influencias, se permite el uso de la fuerza y violencia por parte de burócratas universitarios para obtener beneficios propios de un oficio eclesiástico.
Sr. Rector, no se podrá decir que la Universidad está a la vanguardia en temas de transparencia administrativa hasta que no se aclare el papel que juega este grupo dentro de la Universidad, pese a que esto contravenga los intereses políticos de su rectorado.
Fuera la extrema derecha de la UNAM
Fuera el Yunque de la UNAM