Para que el fuego aumente o disminuya, sólo el combustible es la causa. Mientras mayor la cantidad de combustible, más brillante será la iluminación. Por su misma naturaleza el fuego tiene el poder de dar luz. Así también, en el fuego del intelecto del aspirante espiritual, el combustible que produce la renunciación, la serenidad, la verdad, la bondad, la paciencia y el servicio desinteresado habrá de ser alimentado constantemente como para que sea producida la luz de la sabiduría. Mientras más 'combustible' se agregue, más eficaces y brillantes se harán los practicantes. Únicamente los árboles plantados en terreno fértil pueden producir una buena cosecha. Los árboles que crezcan en terrenos salinos, tendrán sólo un pobre rendimiento. Así también, únicamente en los corazones inmaculados pueden brillar con esplendor los sentimientos sacros, el poder y los dones divinos.
Sathya Sai Baba
Traducido de la pizarra de Prasanthi Nilayam.
(Herta Pfeifer)