A través de un recorrido por
los sonidos armónicos, se generan espacios donde
se puede sentir diversas emociones, que cada uno vivirá de manera
individual.
Siempre apuntando a que el sonido nos guíe hacia la armonía y el
bienestar,
la experiencia resulta sumamente agradable y placentera. Logrando de una
manera
fácil y hasta sin pensarlo, el encuentro con nuestro propio
interior.
Didgeridoo,
cuenco de cuarzo, canto de armónicos,
arpas de viento, pin´s, percusión y otros instrumentos étnicos.
Utilizando los sonidos armónicos, se serena la mente y se alcanza un
estado
de relajación y bienestar, pudiendo así, habitar nuestro templo.
En un entorno
predispuesto para este tipo de prácticas, las personas
(sentadas o
acostadas) cierran sus ojos y emprenden un viaje interior.
El encuentro esta dirigido a
todo tipo de publico, de todas las edades,
incluyendo aquellos que nunca
antes han vivido experiencias con sonido.
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