TRAFICO DE ORGANOS

5 views
Skip to first unread message

Mercedes Assorati

unread,
Sep 18, 2007, 12:45:15 PM9/18/07
to esclavi...@googlegroups.com, fointra...@googlegroups.com, fointr...@googlegroups.com, fointra-...@googlegroups.com, fointra...@googlegroups.com, fointra-patagonia, fointraMISIONES, fointraJUJUY, fointra-baires
Estimadas/os amigas/os de ESCLAVITUD CERO:
 
Estoy enviando un artículo sobre el terrible comercio de órganos humanos. Un comercio que hace parte del delito que denominamos trata de personas. Este comercio de órganos está en aumento y, a pesar de que no se han reportado casos aún en Argentina, estoy segura que es un flagelo que llegará en poco tiempo. De hecho, el año pasado hubo varios Argentinos involucrados en un caso en Bolivia, en el cual eran los Argentinos quienes compraban órganos a Bolivianos desesperados y se realizaban el transplante en Bolivia. Al menos dos Argentinos murieron a causa de estos transplantes. Un tema entonces para reflexionar y para estar preparados. Saludos fraternos,

--
Mercedes Assorati
Fundación El Otro
Página Web: http://www.elotro.org.ar
Dirección:      Hipólito Yrigoyen 2441,
                       Of 104, CABA, Argentina
TEL/FAX:      (011) 4 785-0291
CEL:              (011)15 5 513-4738
E-mail:           asso...@elotro.org.ar
                       assor...@gmail.com
 

Órganos al por mayor

El tráfico de órganos se ha convertido en un floreciente y lucrativo negocio a través del cual la pobreza en el tercer mundo se salda con "materia prima" humana

Deisy Francis Mexidor y Miriela Fernández Lozano

La cámara de televisión exhibe la imagen. Un primer plano ubica en el torso desnudo de un joven indonesio la huella de una operación reciente.

Meses atrás, una historia similar, publicada por el periódico El Mundo, reveló indicios de la propagación de un lucrativo negocio: el trasplante ilícito de órganos.

"Lo único que queda es la cicatriz. El dinero se ha gastado casi todo y demasiado pronto. Solo permanecen los recuerdos: cómo comenzó el viaje, quién inició esta cadena de San Antonio, en la que los santos van al infierno o qué vecino al estar fuera de casa un par de semanas volvió con un poco de dinero".

Este joven de Indonesia vendió uno de sus riñones.

Así valora Ahmad, residente del campo de refugiados de Bagaa, en Jordania, donde alrededor de 130 000 palestinos viven hacinados, las consecuencias de haberse introducido en ese desolador tren "para salir de la pobreza".

Ahmad, quien ofreció su riñón por casi 20 000 dólares, ha conseguido darle un curso a su vida. Sin embargo, "la gente de Bagaa me mira de una forma diferente, con desprecio. Todas las noches miro mi cicatriz y pienso: el dinero va y viene, pero mi riñón no volverá".

En Jordania, los ecos se apresuran en divulgar nuevas historias. Allí cuentan que un camarero abandonó el refugio y se fue a El Cairo con el propósito de vender su ojo izquierdo para un trasplante de córnea. "No habría podido ahorrar lo que le pagaron en toda su vida", comentaron a El Mundo algunos palestinos.

Los predilectos, resume el diario, son los que poseen el grupo sanguíneo O negativo, que es el más difícil de hallar. "En la bolsa de los órganos su riñón puede costar 50 000 dólares".

Este mercado negro no es exclusivo del Oriente Medio, aunque la Revista de Antropología Social, editada por la Universidad de California, adjudica a Israel los más prolíficos "trabajos a la sombra."

En algunas regiones asiáticas se han registrado numerosas redes pertenecientes a la denominada "mafia del cuerpo". Hace unos años, la periferia de Manila sirvió de pábulo a un negociador de órganos, quien consiguió, sin ayuda, 150 "vendedores renales". Europa, sobre todo la zona rural de Rumania y Moldavia, es presa también de esta práctica. El destino de algunos inmigrantes, que llegan a ciudades prósperas en busca de empleo, cambia de súbito al contactar con uno de estos intermediarios del trasplante ilegal.

A un "banco de ojos" de Sudáfrica, devela la revista, llegan a diario este tipo de órganos procedentes de cadáveres de personas pobres, que luego se exportan a centros médicos de diferentes países.

El negocio del trasplante se adapta de esa forma al curso de la globalización. Un espacio transnacional es el idóneo para reproducir el esquema que comienza en el Tercer Mundo y desemboca en el Primero. De los inadvertidos "buscadores de suerte", habitantes de la infravida a los visibles receptores, adinerados, renuentes a la incertidumbre de la espera, transita esta oferta-demanda.

No es casual entonces que recientemente clínicos costarricenses hayan denunciado lo que consideran un "vergonzoso hecho que atenta contra el principio de ética y moral del quehacer médico".

El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Costa Rica establece en uno de sus acápites (ítem 30019010 del Anexo 3.3), como mercancías sujetas a la desgravación arancelaria, "huesos, órganos y tejidos humanos para injertos o trasplantes."

De ratificarse el TLC, disminuirían las barreras para la comercialización de órganos, al ser considerados "artículos de exportación, libres de impuestos", lo cual absorbe las sorpresas si se conoce que en Estados Unidos más de 70 000 personas cada año aguardan por donantes de órganos.

¿Hacia dónde se dirigirán las llamadas organizaciones en pro de los trasplantes, cirujanos y pacientes que tradicionalmente han utilizado a personas marginales como fórmula de salvamento?

Sin embargo, la situación puede ser mucho más lamentable. El trasplante ilícito de órganos es también un negocio asociado a la violencia.

Hace unos años, una revista brasileña editaba un reportaje sobre la venta de órganos de niños. En algunas zonas de Centroamérica se han descubierto "casas de engorde", en donde familias desesperadas depositaban a sus famélicas criaturas a cambio de unos cuantos dólares para que tuvieran mejor aspecto ante las familias acomodadas de los países ricos.

Este aberrante tráfico se ha vuelto ostensible, por otra parte, en la India, Nepal, Filipinas y Tailandia. Y hoy en día, se ofrecen órganos por Internet, donde al margen de explorar entre las subastas de artículos electrónicos y electrodomésticos, utilizando el buscador apropiado, pueden hallarse, discretamente, ofertas de corazones, hígados, riñones o córneas ¼

Por el momento, las leyes parecen estar de espaldas a estos acontecimientos que se repiten en los rincones del mundo. Como siempre, hay que buscar las víctimas entre los pobres, los indefensos, los analfabetos. Los compradores no tienen dudas al ubicar "las verdaderas metrópolis" donde encuentran fácil su mercancía.

Fuente: Diario Granma

Link: http://www.granma.cubaweb.cu/2007/09/18/interna/artic01.html

 

Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages