Deplorable secuela de Sped. La Srta Bullock que le den por el ídem.
Mary Carmen Rodríguez Santana
Dado que el Keanu, alias Billy, se ha dedicado en los últimos años a
escoñarse en las autopista californianas-anas, y al noble arte de sucking
estilo porrón, variante autóctona de estilo rabo de cochino, le ha sido
imposible a sus admiradoras, cada vez menos y más desilusionadas, comprobar
sus supuestos encantos en esta abobinable película que más bien parece un
capítulo de la rancia, acartonada y patrocinada por la Transmediterránea
"Vacaciones en el mar", más conocida como "Castidad en alta mar".
A lo que vamos, en aquel infausto día en que el que estrenaba unos zapatos,
estilo Dorita del "Mago de Oz", regalo de una tía que por lo visto me tiene
mucho aprecio, decidí reposar mis piesecitos, en una acogedora pero a la
vez maloliente sala de cine, maloliente porque a mi dieztra se encontraba
una señora, entrada en años y en carnes, que no se había repuesto de esa
obra insigne del séptimo arte que es "Congo, Potongo" y que olía a mojo de
cilantro, tomado en raciones industriales, empeñada en ponernos en
antecedentes y en consecuentes. Una vez aposentados mis reales en la última
fila de esa angosta sala, acompañada del mojo de cilantro, me dispuse a
contemplar lo que creía ser una emocionante película, continiuación de
aquella aún más emocionante . Pero mi gozo, en un pozo, y no precisamente
el de Enrique, pues a los cinco primeros minutos sentí la necesidad
imperiosa de tomarme una contundente cantidad de Briodamina, sólo
comparable a la que se puede tomar cuando se viaja a bordo del Ferry
Benchijigua en día de tormenta; y todo ello porque la Sandra Bullock, que
por mí le pueden dar por el mismísimo apellido, se empeñaba en aprobar el
éxamen práctico de conducir, dando la casualidad de que en la primera parte
ya lo tenía, demostrándose así que el guionista no había visto la primera
parte ni por el forro. Al mismo tiempo, su nuevo novio, más conocido como
el "Vigilante de la playa", estaba implicado en una misión, ellos decían
que suicida, y ¿qué pasa cuando la Bullock se pone al volante? pues que la
Teoría del Caos se demuestra de una forma palmaria, que no palmatoria. En
ese preciso momento la -ullock se entera de que su novio le había mentido,
era un embustero, y tenía ganas de visitar la caravana del amor, para ver
si asi la despeñaba, satisfaciendo así uno de mis más anhelados deseos.
Para solventar este entuerto, su novio, que tiene uno rostro modelo buzón
de correos estilo primavera, tiene a bien de obsequiarle un par de...,
billetes de barco, para realizar un crucero por el Caribe, y para ver si de
una vez encuentran a Curro. En ese momento, se me viene a la mente la
música de "Vacaciones en el mar" y añoro el peinado y los mostachos del
camarero. A continuación tenemos a un fotógrafo impertinente, a una
clónica, sordomuda, de las "Spice girls", ejemplo de la decadencia moral de
occidente, y a un enfermo terminal de cáncer que se curaba con
sanguijuelas, reconfortando la digestión de mi puchero de siete carnes, que
estaba empeñado en estrellar el barquito contra un embarcadero. Entre esto
y el desenlace de esta mal llamada película el vacío más absoluto, donde el
cartón piedra hacía acto de presencia, demostrando que había poco dinero o
el artesano era bastante torpe. Solamente me queda por aconsejarles, que si
por algún motivo, más bien obra de caridad que otra cosa, van a acompañar
a un/a fan de la Bullock, quedense los primeros cinco minutos y luego
salgan estrepitósamente del cine, y si les apetecen vuelvan a entrar cuando
crean que vaya a concluir para saber cómo termina, pero no hace falta
tener muchas luces para saberlo. O si no quedense en casita. Si yo lo
hubiera sabido antes, no me habría hecho daño el puchero, gracias a la
acción combinada de mi vecina de butaca y a la cura de bichos y, lo más
importante, no me dolerían los pies.
Alber
On 2 Sep 1997 21:25:09 GMT, "Mary Carmen Rodríguez Santana"
<jaca...@teleline.es> wrote:
>Dado que el Keanu, alias Billy, se ha dedicado en los últimos años a
>escoñarse en las autopista californianas-anas, y al noble arte de sucking
>estilo porrón, variante autóctona de estilo rabo de cochino, le ha sido
Etc...
Chapeau por ti Mary Carmen. Creo que eres Maruja Torres (El Pais) con
seudonimo (o seudoanimo).
A pesar de tu recomendacion ante el torrente de sentimientos que te ha
inspirado, dan ganas de ir a ver la peli.
Reincide por fa.