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LA EVOLUCIÓN COMO MITOLOGÍA (II) LA EVOLUCIÓN ES UNA TEORÍA CIENTÍFICA

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Suzdo

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May 2, 2009, 8:58:51 PM5/2/09
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La evoluci�n como mitolog�a (2): La evoluci�n no es una teor�a
cient�fica

Hugh Henry, Daniel J. Dyke y Dr. Charles Cruze


Fuente: Reasons To Believe

Mi�rcoles 4 de junio de 2008

La evoluci�n como mitolog�a (2): La evoluci�n no es una teor�a
cient�fica

Hugh Henry, Daniel J. Dyke y Dr. Charles Cruze

Un art�culo anterior se�alaba c�mo la teor�a de la evoluci�n
manifiesta las caracter�sticas de un mito. Este art�culo considerar� c�mo
cumple con la definici�n de "ciencia".


Diferenciar mito de ciencia no siempre es f�cil. Karl Popper dice:
"Hablando hist�ricamente, todas -o casi todas- las teor�as cient�ficas se
originan en mitos... un mito puede contener importantes anticipaciones de
teor�as cient�ficas". La teor�a at�mica de Leucipo y Dem�crito (c. 400 a.C.)
es un ejemplo, al igual que el mito de creaci�n de G�nesis 1:1 (que presagi�
la teor�a del big bang). Pero la teor�a del movimiento de Arist�teles, el
geocentrismo y la mayor�a de los dem�s mitos tempranos no lograron dar la
talla como ciencia del siglo XX. �Cu�l es la diferencia?


La ciencia suele ser definida por un proceso denominado m�todo
cient�fico. En general, esto incluye una observaci�n acerca de un fen�meno
natural, una hip�tesis formulada para explicarlo y una prueba realizada
mediante un experimento controlado. Si los resultados de la prueba no son
los esperados, la hip�tesis podr� ser revisada y vuelta a probar
(realimentaci�n).


La clave del proceso de prueba es la falsabilidad. Un resultado
positivo de la prueba significa que una hip�tesis es plausible, pero un
resultado negativo de la prueba demuestra que es falsa. Por lo tanto, la
prueba adecuada de una hip�tesis es hacer una predicci�n e idear una prueba
tal que al menos un resultado demuestre que la teor�a es falsa. Los
cient�ficos a menudo quieren verificar teor�as preferidas; pero dice Popper:
"Cada prueba aut�ntica de una teor�a es un intento de falsarla, o de
refutarla... Es f�cil obtener confirmaciones, o verificaciones, para
pr�cticamente cada teor�a, si buscamos confirmaciones. Las confirmaciones
deben tenerse en cuenta s�lo si son producto de predicciones arriesgadas...
El criterio de la condici�n cient�fica de una teor�a es su falsabilidad, o
refutabilidad, o posibilidad de ser probada" (�nfasis original).


Como ejemplo, la teor�a de la relatividad general de Einstein hizo la
predicci�n arriesgada de que la gravedad del sol har�a curvar la luz de
estrellas distantes. La teor�a fue confirmada cuando la observaci�n
determin� que la predicci�n era verdadera; habr�a sido falsada si la
predicci�n hubiera fallado.


En el caso de la "ciencia hist�rica", como la teor�a de la evoluci�n,
es imposible recrear condiciones "en el principio" y realizar un experimento
controlado; sin embargo, sigue siendo posible una prueba falsable. Por
ejemplo, la hip�tesis del "big bang" de la cosmolog�a hizo la predicci�n
arriesgada de la existencia de un bombardeo de radiaci�n c�smica sobre la
Tierra. En 1965 esta predicci�n se comprob�, el big bang fue aceptado como
plausible, y la teor�a prevaleente en ese momento de que el universo era
eterno fue falsada. Si la radiaci�n de microondas no existiera, la teor�a
del big bang habr�a sido falsada.


El problema fundamental con la evoluci�n como teor�a cient�fica es que
no es ni predictiva ni falsable. El embri�logo y genetista C. H. Waddington
dice: "La teor�a de la evoluci�n es infalsable... Si un animal evoluciona de
una forma, los bi�logos tienen una explicaci�n perfectamente buena; pero si
evoluciona de alguna otra forma, tienen una explicaci�n igualmente buena...
La teor�a no es... una teor�a predictiva acerca de lo que debe ocurrir". (1)


El te�rico de la informaci�n Mark Ludwig ampl�a el concepto: "La
hip�tesis de Darwin... tiene el car�cter de filosof�a infalsable: puede
explicar cualquier cosa y no predice pr�cticamente nada... El darwinismo...
exige creer... Se ha convertido en el paradigma del cient�fico, y raramente
puede reconocer que es fr�gil y est� cargado de filosof�a". (2)


La teor�a de la evoluci�n neodarwiniana es infalsable porque depende
de mutaciones aleatorias e impredecibles. S�lo la aleatoriedad predecible,
como la descomposici�n radioactiva, es un fen�meno cient�fico v�lido. Murray
Eden, de Massachusetts Institute of Technology, ilustra la diferencia usando
la qu�mica f�sica: "Se acepta que la ley de acci�n de las masas puede
derivarse de la suposici�n de colisiones aleatorias entre mol�culas
reactivas, pero la explicaci�n de una reacci�n qu�mica en la que las
mol�culas A y B se convierten en C debe buscarse... y no en una reordenaci�n
aleatoria de los �tomos A y B". (3)


Sin embargo, este es el argumento del neodarwinismo, un argumento que
no difiere del argumento del "dios de las brechas". Seg�n dice el zo�logo
evolucionista Pierre-P. Grass�: "El azar se convierte en una especie de
providencia que... es adorada secretamente". (4)


Es dif�cil cuestionar la acusaci�n de Henry Morris de que la letan�a
de los bi�logos es: "Sabemos que la evoluci�n es verdadera, aun cuando no
sabemos c�mo funciona y nunca la hemos visto ocurrir". (5)


La ciencia no es est�tica; las mejoras en la tecnolog�a hacen que sea
posible continuamente probar y falsar teor�as que eran imposibles de probar
anteriormente, como la teor�a del flogisto de la qu�mica y la teor�a del
�ter lumin�fero de la f�sica. Lo mismo ocurre con la teor�a de la evoluci�n.
Apenas era posible ver la estructura de la c�lula bajo un microscopio
primitivo en el tiempo de Darwin, y el ADN no hab�a sido descubierto cuando
se desarroll� la s�ntesis neodarwiniana en la d�cada de 1940. La tecnolog�a
y el poder de computaci�n han crecido dram�ticamente y, si bien las
mutaciones impredecibles no pueden ser probadas, otras ramificaciones
problem�ticas de la teor�a s�.


No obstante, parece que las dificultades s�lo conducen a
modificaciones de la teor�a, algunas de las cuales suelen ser especulativas.
Este patr�n llev� al astrof�sico y premio N�bel Sir Fred Hoyle a comentar:
"Desconf�en de una teor�a si se requieren cada vez m�s hip�tesis para
apoyarla a medida que aparecen m�s hechos". (6)


Popper, que considera a la evoluci�n como un "programa de
investigaci�n metaf�sico", se�ala: "Reinterpretar la teor�a ad hoc de forma
tal que elude la refutaci�n... es siempre posible, pero... s�lo al precio
de... reducir su condici�n cient�fica". (7)


Pero las viejas teor�as se resisten a morir. El gigante cient�fico del
siglo XVIII Joseph Priestley se rehus� a aceptar la falsaci�n de la teor�a
del flogisto; sigui� reinterpretando los datos para eludir su refutaci�n
hasta su muerte. El car�cter de mito de la teor�a de la evoluci�n hace que
sea especialmente dif�cil de rechazar porque la evoluci�n define la
cosmovisi�n naturalista. La evoluci�n se da por sentada -sea en forma
justificada o no-, porque cualquier cuestionamiento a la evoluci�n subvierte
esta cosmovisi�n.


Grass� dice: "Los paleont�logos... suponen que la hip�tesis darwiniana
es correcta [y] reinterpretan los datos de los f�siles seg�n ella". Pero �l
cree que "el deber [de los bi�logos] es destruir el mito de la evoluci�n...
pensar acerca de las debilidades de las interpretaciones y extrapolaciones
que los te�ricos presentan o fijan como verdades establecidas". (8)


Por lo tanto, la teor�a de la evoluci�n se describe m�s precisamente
como un mito que como ciencia, especialmente por su infalsabilidad. Los
siguientes dos art�culos considerar�n algunas dificultades con la teor�a que
revela la ciencia moderna.


(1) C. H.Waddington, "Summary Discussion," en Mathematical Challenge
to the Neo-Darwinian Interpretation of Evolution, ed. Paul S. Moorhead and
Martin M. Kaplan (Philadelphia: Wistar Institute Press, 1967), 98.
(2) Mark A.Ludwig, Computer Viruses, Artificial Life, and Evolution
(Tucson, AZ: American Eagle Publications, 1993), 295.
(3) Murray Eden, "Inadequacies of Neo-Darwinian Evolution as a
Scientific Theory," en Mathematical Challenge to the Neo-Darwinian
Interpretation of Evolution, ed. Paul S. Moorhead and Martin M. Kaplan
(Philadelphia: Wistar Institute Press, 1967), 111.
(4) Pierre-P. Grass�, Evolution of Living Organisms (New York:
Academic Press, 1977), 107.
(5) Henry Morris, The Long War Against God (Grand Rapids: Baker,
1996), 24.
(6) Sir Fred Hoyle and Chandra Wickramasinghe, Evolution from Space
(New York: Simon and Schuster, 1981), 135.
(7) Paul A. Schilpp, ed., The Philosophy of Karl Popper, vol. 1 (La
Salle, IL: Open Court Publishers, 1974), 133-143.
(8) Pierre-P. Grass�, Evolution of Living Organisms (New York:
Academic Press, 1977), 7-8.


Traducci�n: Alejandro Field
Art�culo original: Evolution as Mythology, Part 2 (of 5): Evolution is
not a Scientific Theory

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