SE CONFIRMA GUERRA SUCIA Carlos Cordero

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SE CONFIRMA GUERRA SUCIA
Carlos Cordero

En los últimos cinco años Felipe Calderón Hinojosa, el PAN, la CIA, la
DEA y el FBI secuestraron, asesinaron y desmembraron a miles de
mexicanos inocentes (jóvenes, estudiantes, trabajadores, etc.),
tirándolos en calles de ciudades y puertos de casi todo México. Y a
fin de confundir a la opinión pública, les dejaban mantas donde se les
acusaba, falsamente, de ser parte del “crimen organizado” en sus
distintas modalidades. Lo peor del caso es que lo siguen haciendo de
manera impune.
En los últimos días se ha venido confirmando en algunos medios de
información lo que desde un principio les dije: que la “guerra
antinarco, anticrimen y antiterrorismo” es una guerra sucia de la CIA,
la DEA, el FBI y el Gobierno Federal panista contra el pueblo de
México impuesta por Estados Unidos mediante la “Iniciativa Mérida”. Y
que el propósito de esta guerra sucia es aterrorizar al pueblo
mexicano para someterlo e impedir que se rebele contra este sistema
neoliberal, neofeudal y neocolonialista que únicamente le sirve a las
grandes empresas transnacionales y bancos de Estados Unidos, España y
Europa.
Aunque los autores materiales de esta guerra sucia son Felipe Calderón
Hinojosa y el PAN, lo que NO tiene ninguna justificación es que
Gobernadores y alcaldes del PRI se hayan prestado durante años a esta
matanza indiscriminada del actual Presidente. Ello quiere decir que
esos Gobernadores y presidentes municipales tienen responsabilidad en
este genocidio y delitos de lesa Humanidad contra los mexicanos,
siendo cómplices y participes en los más de 60 mil muertos que ya van
hasta el momento (cuatro mil de ellos bebes y niños). Y lo más grave
es que, a estas alturas en que la verdad ya se asoma públicamente,
continúen apoyando esta guerra sucia del Gobierno Federal panista.
Parte de esa culpa también alcanza a los dueños de los medios de
comunicación (impresos y electrónicos) y periodistas que se prestaron
(por dinero, claro) a difundir, justificar y “legitimar” esta guerra
sucia del Gobierno panista contra el pueblo mexicano. Y en esto
también están involucrados medios supuestamente serios como la revista
“Proceso” al publicar las versiones oficiales e, incluso, imprimir y
vender libros sobre el “narco” y el “crimen organizado”. Esta revista
también se ha dedicado a atacar al Ejercito Mexicano y la Marina
Armada (¡y ya no se diga a las policías del país!) en un intento por
debilitar a estas instituciones y contribuir de manera perversa a la
desaparición del Fuero Militar. Es decir, “Proceso” ha hecho trabajo
sucio para la CIA, la DEA, el FBI y otras agencias terroristas
internacionales.
Pero todavía más responsabilidad tienen los diputados federales y
senadores que, en vez de detener esta guerra sucia del Gobierno
Federal, aprobaron leyes para que Felipe Calderón y el PAN continuaran
esta matazón sin precedentes. Incluso, hace apenas unas semanas
aprobaron darle más facultades a la CIA para que pueda chantajear y
someter al Ejercito Mexicano y la Marina Armada. Fueron 292 diputados
federales que le dieron más facultades a la Comisión Nacional de
“Derechos Humanos” (que es la CIA misma en su disfraz de Caperucita
Roja) para que haga comparecer a los Secretarios de la Defensa y la
Marina ante el Senado de la República con el pretexto de “desatender”
las recomendaciones amañadas de la CNDH. Por eso es tan importante
impedir que esos 292 corruptos que votaron esa modificación legal y
cuyos nombres aparecen en el Diario de los Debates de la Cámara,
vuelvan a ocupar cargos de “elección popular”.
Así que ya lo sabe: la “guerra antinarco, anticrimen y antiterrorismo”
es un montaje maquiavélico de Felipe Calderón, el PAN, la CIA, la DEA
y el FBI para aterrorizar a los mexicanos y someterlos al gran
capitalismo internacional. Y Josefina Vázquez Mota promete que seguirá
con esa guerra sucia en caso de llegar (mediante fraude cibernético) a
la Presidencia de la República.
Por cierto, apenas la semana pasada Enrique Peña Nieto exculpó a
Felipe Calderón y casi dijo que era inocente de toda culpa. Por eso,
¡ni un voto al PAN y al PRI!