Una nota de Rodrigo Jaramillo V para Columnistas Libres
Medellín junio 18 del 2006. Que el gobierno haga su faena, con los
resultados que a bien tenga, pero la opinión de oposición tiene que
empezar a crear estructuras de poder, a todos los niveles de la
sociedad, para lanzarse a alcanzar la conformación de una fuerza capaz
de enfrentar la reforma neoliberal y derechista que tiene a
consolidarse, como lo acabamos de ver en la elección del decimonónico
Pinilla para la Corte Constitucional.
El censo nos ha indicado que la lucha por el poder tiene que darse
fundamentalmente en las barriadas de las ciudades, donde se concentra
la mayor parte de la sociedad. Allí hace falta mucha labor callada y
lenta, de conformación de grupos de defensa de los débiles frente al
régimen oprobioso de derecha que nos rige y amenaza con mas acciones
antipopulares.
Análisis de lo ocurrido en las elecciones han llovido, pero no se ha
visto por qué ciudades como la capital del país, en manos del Polo
Democrático Alternativo, no ha credo estructuras barriales solidarias
con el gobierno urbano y que proyecten al Polo hacia una estructura
partidaria capaz de movilizar a la opinión, no solo en elecciones,
sino en defensa de sus legítimos derechos constitucionales.
El Partido Liberal nunca ha manejado una organización popular clásica
y se ha limitado a estructuras de comité, ya perdidas en el olvido de
la organización política. Es hora de que se movilice a generar
estructuras en los centros donde se debe organizar la clase media de la
sociedad. Se debe empezar a movilizar asociaciones de pequeños
industriales, comerciantes, empresarios del común, que son vejados
día a día por las estructuras de poder de las minorías que
usufructúan el aparato del régimen uribista.
Diría lo mismo del Polo Democrático Alternativo, que tiene ahora la
perentoria necesidad de utilizar la imagen de Carlos Gaviria, con él a
la cabeza, para consolidar una estructura partidaria en el ámbito
nacional, organizando sus simpatizantes en todo el territorio del
país.
Dormirnos sobre un avance coyuntural, como el del Polo, o en un
retroceso como el liberal poco ayuda al frente opositor. Es hora de
crear estructuras auténticamente democráticas y no asociaciones de
grupúsculos como lo que ocurre en el Polo.
El poder establecido tiene uñas, garras, medios de comunicación y ya
es tarde para empezar a crear las estructuras del futuro para los mas
desfavorecidos de la sociedad. A los ancianos de la Tribu no nos queda
mas remedio que apoyar marginalmente, con opinión y actividad
intelectual, lo que los jóvenes hagan. El futuro es ya muchachos de la
oposición y es hora de estar permanentemente en el barrio, en la
vereda y en las calles portando el estandarte de los débiles que somos
la mayoría. Pero es necesario empezar a ganarse los corazones de la
gente, que se siente aislada y sin confianza en nadie.