"Un virtuoso joven llamado Hua Tse, residente del Pueblo Yang Li en el
estado de Song, contrajo un rarísimo padecimiento que ningún Shamán,
médico, sacerdote, adivino o estudioso del carácter podía solucionar.
Era considerado un caso perdido. Tan sólo con 30 años sufría de una
grave condición de amnesia total y absoluta. No recordaba ninguno de
sus actos y olvidaba todas las circunstancias.
Por ejemplo, al atardecer no sabía que había hecho por la mañana, y a
la mañana siguiente no recordaba lo que había hecho en el atardecer
anterior. Se trataba de una aguda enfermedad de olvido. A tal punto
su gravedad, que si salía de su casa para ir al mercado después no
recordaba cómo retornar. Pero a tal extremo era su olvido, que cuando
andaba por la calle se olvidaba de caminar y dentro de su casa se
olvidaba de sentarse.
Los familiares estaban completamente descorazonados y entristecidos
con el inexorable olvido de Hua Tse. Pero sucedió, que este caso tan
extraño llegó a oídos de un letrado muy reconocido que vivía en Lu,
quien era un gran conocedor tanto de las leyes como de la naturaleza
humana, y resuelto se presentó diciendo tener la fórmula para curar a
Hua Tse.
Una vez que se reunió la familia el letrado comentó que esta
enfermedad no podía curada a través de magia ni de hechizos, ni por
medicina ni por religión, sino que el único modo era efectuando una
reversión de la mente para aclarar los pensamientos confusos de manera
definitiva. Entonces propuso que dejaran a Hua Tse sin ropa,
totalmente desnudo hasta que él pidiera nuevamente sus vestimentas. Y
así fue, después de un tiempo de desnudez Hua Tse pidió que le dieran
sus prendas. Después de esto el letrado solicitó que no le dieran
ningún alimento hasta que Hua Tse pidiera de comer. Al cabo de un
tiempo la comida fue solicitada. Finalmente el letrado pidió que se
lo dejara totalmente a oscuras hasta que Hua Tse pidiera la luz. Y
así sucedió.
Entonces el letrado le aseguró a la familia que Hua Tse se podía
curar, y todos festejaron de alegría, pero aun faltaba el siguiente
paso para su curación definitiva, el cual consistía en que Hua Tse se
quedara solo con el letrado durante siete días, ya que las últimas
acciones terapéuticas eran secretas y nadie podía verlas. Por
supuesto que la familia aceptó encantada y el resultado fue que Hua
Tse se curó inmediatamente de esa gravísima enfermedad amnésica.
Sin embargo, cuando Hua Tse recordó todo, y recobró la lucidez y se
dio cuenta de que ya no se olvidaría de nada nunca más, se encolerizó
al extremo y comenzó a gritar con furia a toda su familia, culpándolos
de haberse curado, y ordenó una penitencia a sus hijos y enorme
protesta le hizo a su esposa, y en un desliz, tomó una lanza y comenzó
a perseguir al letrado que huía desesperadamente, hasta que la guardia
imperial detuvo a Hua Tse, quien era considerado una persona muy
buena; y lo retuvieron hasta que se calmó. Entonces le preguntaron
el por qué de su reacción tan inesperada, y Hua Tse amargamente
contestó:
- En mi estado anterior tenía la mente vacía y me sentía completamente
dichoso, porque no tenía preocupación alguna, ya que no tenía ningún
pensamiento de éxito o fracaso, de derrotas o triunfos. No estaban en
mi la idea del error o lo acertado y por ello me sentía completamente
en paz, ni tampoco pensaba en amores u odios y por eso me sentía
totalmente una persona libre y sin ataduras. No ambicionaba la
prosperidad ni temía a la adversidad. Dormía tranquilamente como un
niño y ahora no sé si alguna vez volveré recuperar el buen dormir.
¿Podré alguna vez volver a ser tan feliz como cuando no tenía memoria
de nada? -
Por otro lado, el estudiante Tse Gong cuando se enteró de las
reacciones de Hua Tse y de los argumentos que expresó, quedó
inmensamente consternado. Así que se dirigió a la casa de Confucio
para contarle el suceso, y después de que el maestro lo escuchara con
suma atención le respondió:
- Eso corresponde a un proceso que no tú no llegas a comprender. Y
mirando a su discípulo más avanzado, Yan Hui, Confucio le advirtió: -
Tú no lo olvides."
Bueno, esta es la historia-cuento de Lie Tse. Ahora sólo quedaría la
interpretación y deducir si puede darse la posibilidad de una cuarta
alegoría y de una cuarta moraleja dentro de esta narración.
Como no lo tenemos Lie Tse, no es posible saber la respuesta exacta.
Por lo tanto, no queda otro camino que lo pensemos y deduzcamos entre
los aficionados al pensamiento taoísta.
Cuáles son, sin embargo, las tres alegorías? Y por qué debiera haber
otra más?
jaja, a mi me pasa lo mismo.
Se me confunde un poco entre la patología y la sabiduría.
> Francamente, me resultan antagónicas. Y la reflexión de Confusio no
> sirve sino para mantener el interrogante: qué significa esa
> recomendación a su discípulo?... Qué es lo que él no debiera
> olvidar?... La paz que supone olvidar?... O la furia que provoca la
> realidad sin sabudiría?
Por eso digo que es increíble este Lie Tse.
Ya había terminado su historia y tuvo que insertar este comentario
final de Confucio. (Es increíble realmente, que tipo más inquieto).
Es como esas películas que el malvado nunca muere, o si muere, vuelve
resucitar de nuevo una y otra vez.
Este último párrafo es muy desconcertante, a menos que recordáramos la
tendencia de estos filósofos taoístas a desmerecer o mostrar las
fisuras del pensamiento y razonamiento confuciano.
> Cuáles son, sin embargo, las tres alegorías? Y por qué debiera haber
> otra más?
No. No sé si hay otra alegoría más, pero como esto del Tao es tan
misterioso, en una de esas existe esta cuarta alegoría, pero yo no
puedo darme cuenta de cuál es. Por eso pregunto, y lo dejo para el
análisis.
Gracias por tu respuesta Tort,
Aon
Todo momento es frágil y huidizo.
Por hermosos que sean, no pueden conservarse los momentos del pasado.
Por gozosos que sean, no pueden guardarse los momentos del presente.
Por deseables que sean, no pueden atraparse los momentos del futuro.
Pero la mente se desespera por fijar el río en un lugar; poseída por
las ideas de pasado,
preocupada por las imágenes del futuro, pasa por alto la simple verdad
del momento..
Quien pueda disolver su mente descubrirá de repente el Tao a sus pies,
y tendrá la
claridad a mano.
Capítulo 21
Hua Hu Ching, 81 Meditaciones Taoístas de Lao Tse, Versión de Brian
Walker, Editorial Arca de Sabiduría
Con cariño, Luz del Alba
On 15 mar, 14:54, "dwiz...@gmail.com" <dwiz...@gmail.com> wrote:
> On 14 mar, 22:22, fundacioncentrodel...@gmail.com wrote:
> Por lo tanto, no queda otro camino que lo pensemos y deduzcamos entre
> > los aficionados al pensamiento taoísta.
>
> Si bien me apasionan mucho los cuentos tao´istas, ´este no lo entiendo
> bien. Es decir, lo entiendo pero no veo las 3 alegor´ias.
> ¿Ser´a: 1- el olvido
me parece que sí, es el olvido... el olvido de que te olvidaste de
llevar el teclado a arreglar.
si te ayuda te lo recuerdo.
conozco un taoísta que te puede hacer 2 de un solo teclado. si quieres
te paso en fono.
wic.
1- que las tres alegorías que encerraba la historia están sugeridas al
comienzo en el comentario: a) el rechazo que provoca la existencia
de alguien que sale de la norma, b) la pérdida de identidad que supone
la de la memoria, y c) el olvido propiamente metafísico.
2- que la relación entre la amnesia como enfermedad, y el olvido como
curación, es menos alarmante de lo que me había parecido en un primer
momento: la alegoría sirve para comprender -al menos, así me parece
ahora- al Olvido taoista, tal como si fuese una enfermedad, "un
rarísimo padecimiento".
3- que el Olvido es algo que no puede ser realizado a voluntad, y en
ese sentido señala el límite de nosotros mismos al mismo tiempo que la
ocasión de algo nuevo, es decir, algo que sólo resulta 'posible' a
partir de su propia imposibilidad.
Es prácticamente lo mismo, porque se trata de la misma salida: La
Liberación a partir del "Olvido del Olvido" de Hsiang-Kuo. No hay
otra salida.
Algunos opinarán que esto es escapismo, y nadie dirá que no tienen
razón, la cosa es si se trata de la única salida o no.
Algunos dirán que es imposible "Olvidarse del Olvido", tampoco nadie
dirá que no tienen razón. De hecho Lie Tse en su cuento finalmente
demuestra que es imposible mantener por siempre el Olvido.
Esta son cosas raras dentro del taoísmo. Para mí son las cosas
mágicas y más hermosas que tiene la filosofía taoísta. Pero no voy a
negar que sean raras.
Si uno se queda sólo con el Tao Te King de Lao Tse puede llegar a
apreciar y vislumbrar estas maravillas.
Pero recién se las comprende profundamente al penetra en el
pensamiento de Wang Pi (principalmente), le sigue Hsiang-Kuo, y
después de ellos entramos directamente en el estilo de vida de Wei Po
Yang, a partir de quien se lleva a la práctica la filosofía de los
demás.
Notarás que no menciono ni a Chuang Tse ni a Lie Tse (que son dos
grandes de verdad) pero para dar una idea de lo extensa que es esta
corriente del pensamiento humano, la cual no se limita a ellos como
sugieren algunos estudiosos occidentales.
> 1- que las tres alegorías que encerraba la historia están sugeridas al
> comienzo en el comentario: a) el rechazo que provoca la existencia
> de alguien que sale de la norma, b) la pérdida de identidad que supone
> la de la memoria, y c) el olvido propiamente metafísico.
Si, totalmente, desde el mismo principio.
Lie Tse es considerado un místico taoísta por excelencia, ya que la
mayoría de sus cuentos entraña una simbología metafísica trascendente.
Cuando Lie Tse menciona al principio de su cuento que Hua Tse de 30
años padecía del Olvido, bueno, ese número 30 implica tres 10. Aquí
algo ya nos dice que se trata de 3 alegorías o tres mensajes o tres
enseñanzas. No sé. El 3 está.
> a) el rechazo que provoca la existencia de alguien que sale de la norma
Sí.
También puede significar la condición natural en la que se vive.
Anestesiados y dormidos, ya que Lie Tse en principio no habla de una
virtud sino de una enfermedad. En este caso no sería romper una
norma, ya que vivir en este tipo de olvido y en esta inconsciencia es
la norma.
De todos modos, mi parecer está más de acuerdo con tu apreciación.
> b) la pérdida de identidad que supone la de la memoria,
Sí, también.
> c) el olvido propiamente metafísico.
Sí. Un hecho. A esta altura ya no nos cabe ninguna duda del "Olvido"
de Lie Tse.
Como Hsiang-Kuo existió después de Lie Tse, la concepción del "Olvido
del Olvido" u olvidar que se ha olvidado es posterior, inspirado en el
simple olvido taoísta comentado desde antaño.
> 2- que la relación entre la amnesia como enfermedad, y el olvido como
> curación, es menos alarmante de lo que me había parecido en un primer
> momento: la alegoría sirve para comprender -al menos, así me parece
> ahora- al Olvido taoista, tal como si fuese una enfermedad, "un
> rarísimo padecimiento".
Así es. Tal cual.
Esto del rarísimo padecimiento fue considerado por algunos como Lie
Tse y nosotros dos.
En cambio para Yang Chú o Lao Tse lo destacan como una virtud.
Lao Tse dice en el cap. 20 entre varias cosas: "Todas las personas
saben lo que quieren, pero yo ando como perdido; el mundo está lleno
de gente que brilla, pero yo solo estoy sombrío. Los demás parecen
llenos de vida y yo parezco deprimido. Todas las personas pueden
cumplir con alguna utilidad social, pero yo soy intratable. Pero en
lo que más me diferencia con los demás, es que toda mi entrega está
dirigida a las influencias de la Madre Naturaleza."
Tal vez con esto está intentando señalar un poco ese olvido de lo
establecido, de lo "normal", pues Lao Tse se describe como bastante
anormal.
Y qué decir cuando en el Tao Te King, Lao Tse, menciona la necesidad
de olvidarse de las reglas confucianas del amor filial y del
comportamiento social. Llevándolo al extremo cuando dice que el
nombre que puede ser dicho o recordado no es el Tao verdadero. Para
Lao Tse todo pasa por el "Olvido". Sin embargo, para los taoístas
posteriores como Lie Tse esto no ha sido suficiente.
Por eso Hsiang-Kuo redefinió este concepto, y hasta el día de hoy
nadie pudo agregar algo más.
> 3- que el Olvido es algo que no puede ser realizado a voluntad, y en
> ese sentido señala el límite de nosotros mismos al mismo tiempo que la
> ocasión de algo nuevo, es decir, algo que sólo resulta 'posible' a
> partir de su propia imposibilidad.
Mi impresión es exactamente la misma.
Algunas culturas hablan de otros estadios inalcanzables. Decíamos que
la Vedanta Advaita habla de la Liberación o del Samadhi en vida. El
Zen de la Iluminación. Los Derviches de Baraka. Los Metafísicos de
la Fusión con Dios. Los Alquimistas prácticos de Inmortalidad y los
Neo-Taoístas del Olvido, pero aún más, Olvidarse de que se ha
Olvidado.
Pero lo divertido dentro del taoísmo es que lo inalcanzable de Tao
rompe todos los esquemas.
Uno creía lo inalcanzable era lo supremo, mientras que los neotaoístas
dicen que lo inalcanzable es retornar al origen, regresar a la propia
naturaleza antes de ser modelada.
> Es realmente necesario adjuntar la palabra 'olvido' al Olvido, como
> hacen los sucesores de LieTse?... Podría tener sólo un carácter
> redundante: cuando uno olvida, olvida siempre su olvido pues, si
> recordara mi olvido, obviamente no perdería contacto con lo olvidado.
¿Qué tal Tort?
Exactamente. De esto se Trata.
Dentro de la comunidad de los 7 Sabios del Bosque de Bambú, hay una
decena de pensadores que han escrito sobre este tema de una manera muy
fina. Claro que hay miles de estudiantes, que aun hoy, generación
tras generación, prosiguen discutiendo el tema ya que da para mucho.
Dejaré para más adelante el citar algunos de los párrafos más
interesantes de estos pensadores, y me limitaré a contarte un anécdota
personal.
Resulta que entre los cuatro y cinco años fui al jardín de infantes.
Un poco prematuro porque comencé la primaria a los 5 y no a los 6.
La cuestión es que me acuerdo de un compañerito porque también era mi
vecino. y sólo recuerdo una situación en ese año, muy vagamente
también, pero sobre todo lo recuerdo porque mi madre lo ha mencionado
cuando fui más grande. Si bien no me acuerdo como eran las aulas del
jardín me acuerdo de un patio techado por el que entraba abundante
luminosidad. No me acuerdo de las maestras, ni de nadie más de los
que estuvieron en ese jardín,
aunque quizás recuerdo algo muy difuso sobre otra
compañita más, aunque, según mi mamá, éramos como 40 niños.
Por ejemplo, me acuerdo de los baños en cuanto a la distribución (se
nota que los he frecuentado bastante quizás para salir de la aulita),
pero no recuerdo el interior de la inmensa escuela que ocupa una
manzana en la que estaba el jardín de infantes, cosa que conozco muy
bien desde afuera (desde la calle) porque de grande paso de tanto en
tanto por la puerta. Pero no me preguntes cómo es por dentro porque
tengo la mente en blanco.
Ahora bien, trasladando esto a la antifilosofía neotaoísta. Mi olvido
aun no es suficiente, tengo que olvidarme un poco más. Y cuando me
haya olvidado de casi todo, tengo que olvidarme de que me he olvidado,
cosa que por ahora no logro hacer, pues me acuerdo que me estoy
olvidando del 98 % del jardín.
Ahora bien, cuando me olvide del olvido, ni siquiera será el olvido
que mencionas.
Ya ni siquiera ese olvido podrá decirse que existe, porque estaré
inconsciente de que me he olvidado, como si nunca hubiera existido
dicha experiencia.
En este caso ni siquiera se podrá hablar de olvido, porque no sabré
que lo he olvidado, y afirmaré que jamás he estado en ese jardín, por
lo tanto no lo puedo olvidar si nunca lo conocí.
Si vieras a un gran y reconocido taoísta de la filosofía del Olvido y
le preguntaras si ya ha olvidado al taoísmo, él te responderá: "Jamás
he sido taoísta".
O sea, ya no podemos hablar de olvido.
Es decir, tenemos los siguientes pasos vivenciales:
1º) Desconocimiento de la Cosa.
2º) Conocimiento de la Cosa.
3º) Olvido de la Cosa.
4º) Olvido del Olvido.
5º) Trascendencia (no-olvido), nada, vacío, silencio.
> Pero quizás sea ese el punto en cuestión: que el Olvido no tenga como
> referente nada particular, que lo olvidado sea absoluto. En este caso,
> el 'olvido del olvido' tendría como fórmula una función, aunque
> simplemente aclaratoria.
Si. ¡Romper con los rótulos! deshacer las falsas identificaciones, y
no apegarse a los nombres.
¡Ya no soy más taoísta! pero aún más: ¡Nunca lo he sido!
y un poco más todavía... ¡No Soy!
y lo último: ¡No!
lo que en definitiva es lo mismo que ¡Sí!.
Ni sí ni no, o, sí y no, y los dos a la vez.
No hay ingleses ni argentinos... somos seres humanos.
No hay musulmanes ni israelitas... somos todos seres.
No hay negros ni blancos, no hay ricos ni pobres... somos.
Porque el Rótulo MATA.
¿Difícil no?