El 23 de Mayo, la libertad de conciencia y el Frente único de trabajadores manuales e intelectuales

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23 may 2009, 15:30:1723/5/09
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El 23 de Mayo, la libertad de conciencia y el Frente único de
trabajadores manuales e intelectuales

“Si he de marchar al destierro, algún día he de volver. Retornaré a mi
tiempo, cuando sea llegada la hora de la gran transformación. Ya lo he
dicho y lo repito: Sólo la muerte será más fuerte que mi decisión de
ser incansable en la cruzada libertadora que América espera de sus
juventudes, en nombre de la justicia social”.
HAYA DE LA TORRE, Carta publicada en el periódico “El Obrero Textil”,
dirigido por Arturo Sabroso. Octubre de 1923.


El 23 de Mayo de 1923 es una fecha crucial no sólo en el calendario
aprista sino también en la historia del Perú y del continente
Indoaméricano, y podemos decirlo con orgullo, ya que nos habla de cómo
se gestó un movimiento revolucionario en las entrañas mismas de una
realidad como la nuestra y que transcurridos 86 años se constata tan
vigente a la luz de la revolución tecnológica que hoy vivimos y nos
explica claramente las razones por las cuales puede durar tanto una
concepción doctrinaria y sobre todo porque no se equivocó el camino
hacia la gran transformación que los pueblos necesitan.

La épica de aquellos acontecimientos no fue coyuntural , más bien fue
el desarrollo natural e inevitable de una concepción científica que se
va definiendo en la lucha, el sufrimiento y la sangre de sus
protagonistas que cual parto trascendente en la historia social y
económica de un pueblo aporta contenido original que descubren
impulsados por el ancestral anhelo de lograr la justicia social con
libertad para los más necesitados, los más pobres, los más olvidados
por los gobiernos plutocráticos de turno tiránicos y corrompidos,
responsables del atraso y la pobreza en que nos debatimos. Fue, en
suma, una respuesta contundente al “colonialismo mental” de izquierda
o derecha que vivió y vive de la imitación extranjerizante que se
sigue mirando en el espejo de los pueblos desarrollados importando
recetas que nuestro espacio-tiempo histórico rechaza por inaplicables.

Los actores, que recordamos en esta fecha, no fueron resultado de la
improvisación o del momento que los encontró de casualidad, por el
contrario, se forjaron en la convicción y en la vocación alimentados
por valores y el estudio permanente de la realidad que vivieron y
analizaron día a día con intensidad y se manifestó en una resultante
de coraje, honestidad y rebeldía que contrasta con la frivolidad ,
pusilanimidad, sensualidad y concupiscencia en el poder de los
politiqueros y politicastros tan abundantes ayer como hoy. No se les
registró en la historia como una promoción más en el devenir de la
política, constituyeron por excepción, una real y auténtica generación
no superada hasta el momento, razón por la cual recibieron como
respuesta primitiva, de parte de los defensores de los privilegios y
riquezas mal habidas, odio irracional, represión, persecución y muerte
que acabó con muchas vidas pero no logró matar las ideas que
sostuvieron y cuyo andar fue indetenible a pesar del calvario que les
fue impuesto por la cobardía e ignorancia de sus verdugos. Sus
enemigos más implacables emergieron de canteras como la mal llamada
generación “futurista” conformada por jóvenes provenientes de cunas de
seda y prosapia aristocrática sin más seducción que el dinero y la
vida cómoda que terminó haciéndolos débiles, veleidosos y propietarios
de un intelectualismo decadente. Esta imagen me permite hacer un
parangón en la actualidad, con los “hijitos de papá” que incursionan
en política y que el jet set promociona y aplaude porque les da
tranquilidad frente a los revoltosos y contestatarios que les quitan
el sueño. Y lo traigo a colación por que ya se infiltraron en el
partido aprista y aspiran a dirigirlo sin más derecho que llevar el
apellido del padre que desea que su hijito se haga rico y para lo cual
ya logró que disfrute de un suculento sueldo de la administración
pública , vía su influencia, con el cual ensaya sus pininos en la
compra de conciencias.

Haya de la torre, como lo dice Vasconcelos en su mensaje a los
estudiantes de Trujillo, renunció a todos los privilegios que pudo
disfrutar y optó, a temprana edad, por el camino de vicisitudes y
dificultades que enfrentan los verdaderos luchadores sociales que a su
vez lo prepararon para el liderazgo redentor al cual estaba llamado,
sin rendirse a los sinsabores , traiciones e ingratitudes que lejos de
amilanarlo fortalecieron su espíritu combativo y generoso.

La jornada por las ocho horas, la reforma universitaria y la
Universidad popular Manuel Gonzáles Prada son hitos que van
consolidando, bajo la conducción e inspiración de Victor Raúl, la
alianza obrero-estudiantil que tiene su bautizo de sangre el 23 de
Mayo de 1923. Y es cuando frente a la maniobra del presidente Leguía
que fraguaba su reelección, que no reparó, en complicidad con el alto
clero, en preparar la entronización del Corazón de Jesús con claros
fines políticos mezquinos y así justificar el continuismo a pesar que
estaba prohibida por la constitución, aprovechándose del sentir
mayoritario del pueblo peruano por la religión católica. Los
estudiantes y los obreros de la universidad popular, la asociación
cristiana de jóvenes y otras instituciones de libres pensadores
deciden reunirse en la Universidad de San Marcos habida cuenta que el
congreso vasallo enmendó la constitución ilegalmente el día anterior
de manera apresurada. Esa tarde del 23, al terminar la asamblea, la
columna de manifestantes que se dirigía por la calle huérfanos, rumbo
a la plaza de armas, se enfrentó a la gendarmería que atacó
salvajemente provocando el asesinato a mansalva del obrero tranviario
Salomón Ponce y el estudiante de letras Manuel Alarcón Vidalón; no se
imaginaban, en la vorágine de su crueldad, que habían sellado con la
sangre de los mártires la Alianza de los Trabajadores manuales e
intelectuales, base social indiscutida de lo que más tarde se llamó el
APRA. A partir de ese momento la persecución se hizo implacable hasta
la detención, por una traición, de Haya de la Torre el 2 de octubre y
tuvo el correlato de su prisión en el frontón y su posterior
deportación.

Es, pues, momento para reflexionar, ahora más que nunca, cuando el
gobierno actual ejerce su gestión de la mano con los empresarios y por
ende de los más ricos del Perú olvidándose el mandatario de su
filiación antigua que lo obligaba doctrinaria y moralmente a ponerse
del lado de los trabajadores. Se luchó tanto para llegar al poder y
desde allí hacer realidad la redención de los más pobres, para
terminar aliándose con la derecha en base a una legislación con nombre
propio que no hace sino aumentar sus arcas e incrementar su poder
tanto económico como político. Un verdadero aprista no puede suscribir
un proyecto neoliberal como el que establece ese documento titulado
“El síndrome del perro del hortelano” sin caer en la apostasía y la
traición a la doctrina aprista, y debe conminarnos, además de
denunciarlo, a desenmascararlo y combatirlo con las razones que nos
entrega nuestra ideología. Y con ello, también, a la actual dirigencia
que es cómplice de la destrucción y olvido de nuestros principios
fundamentales, abdicando de sus funciónes de fiscalización y control
moral frente a la corrupción y transgresión de los ideales del aprismo
auroral.

Basta ya de improvisación e incapacidad para gobernar el país y
manejar el partido como si fuera un feudo, es hora de levantar el
pendón invicto de las ideas de Haya de la Torre y hacerlo flamear
frente a lo ojos de los “ganapanes” y de los poco avisados para que
despierten de su letargo y defiendan, como los héroes del 23 de Mayo,
los indeclinables principios como la libertad de conciencia que
condujo a plantear la separación de la iglesia del estado y a
construir un estado laico donde reine la pluralidad y la tolerancia, y
a la par ratificar nuestro juramento de fidelidad a la causa del
frente único de los trabajadores manuales e intelectuales.

Gloria a los valientes y martires de la lucha del 23, que con su
ejemplo inmarcesible de juventudes iconoclastas nos señalaron el rumbo
de nuestra acción y nos muestran el legado hermoso de los combatientes
por los intereses del pueblo, por cuyo sacrificio, esta fecha se
instituyó en nuestra organización como “El Día de la Juventud”, a
pedido de Victor Raúl.

Antes de terminar esta nota de recuerdo y homenaje, quiero a manera de
colofón, hacer lo mismo con mi alma Mater que es el Club Infantil 23
de Mayo (CHAP) que está de aniversario cumpliendo 50 años y
testimoniar una vez más , a uno de los maestros que tuve y que fue su
director insustituible, mi admiración y devoción filial por su
apostolado en la docencia con los niños del pueblo como por sus
enseñanzas que marcaron mi vida con esa tinta indeleble del amor y la
limpieza espiritual que jamás olvidaré; me refiero al c. José García
Zegarra que ahora es polvo en viaje a las estrellas.

Lima, 23 de Mayo del 2009.
Jesús Guzmán Gallardo

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